Síntomas: Tras la muerte de su mentor, la asesina profesional Anna (Maggie Q) emprende una implacable misión de venganza que la llevará hasta donde nunca quiso llegar.
Diagnóstico: Como he mencionado en muchas (demasiadas) ocasiones, me gusta el cine de acción con protagonistas femeninas... pero me decepciona la constante repetición del mismo argumento que ya se convirtió en un cliché, y amenaza con hundir el sub-género cuando apenas empezaba a ganar fuerza.
Cierto, esta tendencia feminista no es nueva, pero ha prosperado en años recientes gracias a cintas como The Villainess, The Assassin, Gunpowder Milkshake, Ava, Anna, y Kate (en poco tiempo la lista será suficiente para llenar una crítica entera).
Y ahora The Protégé nos ofrece otra versión de la asesina en busca de venganza. Afortunadamente el veterano director Martin Campbell (The Foreigner) y el guionista Richard Wenk (The Magnificent Seven) incorporaron algunas sorpresas para sazonar la receta y extender un poco su fecha de caducidad. Por el lado negativo, The Protégé también incluye complicaciones innecesarias que casi me arruinaron la película por su artificialidad y anacronismo.
No quiero revelar las sorpresas de la película (buenas o malas), pero su principal problema (en mi humilde opinión), gira en torno a Michael Keaton.
No me malinterpreten. Me gusta mucho el trabajo de Michael Keaton en prácticamente todo lo que hace (desde roles "de prestigio", como Birdman, hasta sus ocasionales incursiones en B-Movies). El problema es que su personaje en The Protégé rompe el flujo de la trama, obliga a la protagonista a tomar decisiones absolutamente ridículas, y se convierte en un "mcguffin" humano que desvía la atención de Anna (y la nuestra) del objetivo primario. Ah, y también prolonga la duración de la cinta, lo cual requiere más relleno, más situaciones inverosímiles, y un "twist" contraproducente para el impacto emocional de la historia.
Bueno, al menos estos problemas significan que The Protégé no fue tan idéntica a las demás como yo esperaba.
Y ahora, por el lado positivo... Maggie Q (nombre real: Margaret Denise Quigley).
Su carrera empezó en Asia (¡bajo la tutela de Jackie Chan, nada menos!), y si bien ha mantenido una filmografía balanceada entre múltiples géneros, sus papeles más memorables pertenecen al cine de acción (Mission: Impossible III, Live Free or Die Hard). Por eso fue un placer encontrarla como protagonista de su propia película, donde no solo luce su carisma y talento como actriz, sino una habilidad física comparable con Charlize Theron y Milla Jovovich (aparentemente Maggie Q realizó algunos de sus "stunts", incluyendo un espectacular "die harding" a la mitad de la película).
Tan solo por Maggie Q recomendaría The Protégé (y ni siquiera he mencionado a Samuel L. Jackson, Robert Patrick, y la cinematografía de David Tattersall), y espero que la cinta tenga suficiente éxito para inspirar una secuela, o al menos para conseguirle proyectos más diversos y creativos a esta dinámica actriz. Habiendo dicho eso, otro refrito de acción sería preferible en vez de regresar a los roles de "mejor amiga" o "madre preocupada". Bajo ese criterio, el cliché de "asesina profesional" podría ser el pasaporte que muchas actrices necesitan para escapar el sexismo de Hollywood. Ya no voy a quejarme cuando llegue la siguiente película con esta premisa.
Calificación: 8