Friday, July 30, 2021

Batman: The Long Halloween, Part Two



Síntomas: El Comisionado Gordon (voz de Billy Burke) y el fiscal Harvey Dent (voz de Josh Duhamel) siguen buscando a "Holiday", el asesino que quiere iniciar una guerra entre las pandillas de Gotham. Mientras tanto, Bruce Wayne (voz de Jensen Ackles) está ocupado con un problema personal.

Diagnóstico: Batman: The Long Halloween, Part Two me gustó menos que la primera parte; pero en cierto modo lo esperaba, ya que la secuela debe consolidar múltiples sub-tramas iniciadas en Batman: The Long Halloween, Part One, y por eso no hay tanto suspenso ni sorpresas en la cacería de "Holiday", el asesino que sigue atacando a las familias criminales de Gotham. Esto deja al Comisionado Gordon (voz de Billy Burke) y al fiscal Harvey Dent (voz de Josh Duhamel) aún más frustrados por las restricciones legales de sus respectivos puestos... y Dent está llegando al límite de su paciencia. ¿Será posible que el fiscal sea el asesino que todos buscan? ¿O habrá otra explicación para su errático comportamiento?
Estos conflictos internos nos permiten explorar la psicología de los personajes al principio de sus carreras, apoyada por las sólidas actuaciones de los actores que prestaron sus voces, y todo capturado con el elegante estilo visual del estudio japonés The Answer.
Lo que disfruté menos fue el melodrama derivado de la rivalidad entre Carmine Falcone (voz de Titus Welliver) y Sal Maroni (voz de Jim Pirri). Esas escenas parecen venir de otra película... se sienten más lentas, las voces se escuchan planas, y hasta la dirección perdió el dinamismo de la primera parte. Sospecho que el director Chris Palmer delegó largos segmentos de Batman: The Long Halloween, Part Two a otros directores o supervisores de animación para terminar a tiempo este ambicioso proyecto; o quizás el problema fue la condensación de una extensa novela gráfica en un libreto demasiado corto para cubrir tanto terreno narrativo. Por ejemplo, algunos de los asesinatos más memorables del comic (como "April Fool's") se comprimen en unos cuantos segundos, eliminando su influencia en la historia global, y haciendo la cinta más confusa.
Pero, bueno... como dije en la crítica de Batman: The Long Halloween, Part One, la mayor parte de los cambios realizados sobre el comic se sienten lógicos y necesarios (incluyendo el ambiguo final)... aunque a veces dejan cosas en el aire.
Afortunadamente el tercer acto recupera el ritmo al combinar la atmósfera "noir" con secuencias de acción más tradicionales, culminando con el evento que ya sabíamos que llegaría... aunque no por ello resulta menos trágico. Ah, y al final de los créditos viene una escena bastante prometedora para el futuro del Universo Animado de DC Comics (¿se cumplirá finalmente mi sueño de una película basada en "New World Order"?)
En resumen, Batman: The Long Halloween (ambas partes) me pareció una buena adaptación de una icónico relato enfocado en el efecto que tuvo Batman sobre el orden social (y criminal) de Gotham cuando decidió disfrazarse de murciélago y combatir el crimen en sus propios términos. Creo que el libreto pudo ser mejor, pero quedé satisfecho, y en espera de futuras visitas a otros pasajes importantes del "Bativerso". Habiendo dicho eso... ¿qué tal si dejan descansar a Batman y se enfocan en personajes menos conocidos? Quizás sea buen momento para redimir al equipo de Birds of Prey después de aquella mediocre adaptación de acción viva...
Calificación: 8

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Wednesday, July 28, 2021

G.I. Joe: Snake Eyes (Snake Eyes: G.I. Joe Origins)



Síntomas: Un experto en artes marciales conocido como "Snake Eyes" (Henry Golding) se involucra en la rivalidad de dos primos que pelean por el control del Clan Arashikage. Pero el principal objetivo de Snake Eyes es vengar la muerte de su padre.

Diagnóstico: Como película de acción, Snake Eyes es apenas tolerable por su genérica premisa y floja ejecución. Pero como origen del personaje Snake Eyes, es un rotundo fracaso que nunca debió existir.
Digo esto sin ser devoto del universo de G.I. Joe; rara vez vi la caricatura ochentera; ya estaba viejo cuando los juguetes se pusieron de moda; y la primera película de acción viva (G.I. Joe: The Rise of Cobra) me pareció terrible. Sin embargo, la secuela G.I. Joe: Retaliation me gustó mucho, especialmente por la sub-trama de Snake Eyes en alianza con Storm Shadow. El director de aquella cinta, Jon M. Chu (In the Heights), y los actores Lee Byung-hun y Ray Park (sí, el mismísimo Darth Maul) hicieron un excelente trabajo estableciendo el carácter de ambos personajes y el estricto código de honor que rige sus vidas. Por eso celebré la noticia de una nueva película de G.I. Joe dedicada exclusivamente a Snake Eyes; después se anunció que sería una precuela, y mi entusiasmo disminuyó (ninguno de los actores antes mencionados aparece en ella). Y ahora que por fin se estrena (y además arriesgué la vida para verla en el cine), se confirmaron mis peores sospechas. Pero, bueno... dejemos eso para el final.
Como dije, Snake Eyes es por sí misma una mediocre película de acción sobre un hombre en busca de venganza, pero con un delgado barniz de misticismo asiático para disimular que no tiene nada nuevo que ofrecer. Hay traiciones, algunas sorpresas, y un arco dramático bastante predecible, donde Snake Eyes debe decidir entre la lealtad al Clan que lo acogió, y la obsesión de venganza que le dio sentido a su vida.
En el papel principal, Henry Golding (Crazy Rich Asians) tiene adecuado carisma para sostener la película, pero no hay nada en su actitud, lenguaje corporal o habilidad física que nos haga decir, "Sí, ese es definitivamente Snake Eyes sin casco". Golding simplemente adopta la personalidad de un típico héroe de acción noble y rebelde, con la obligatoria tragedia del pasado que lo atormenta desde niño. Hablando de lo cual... en la mencionada G.I. Joe: Retaliation, vimos a Snake Eyes como un niño caucásico. Su conversión a la raza asiática me tiene absolutamente sin cuidado, y no influyó en mi opinión de Snake Eyes (de hecho creo que hace más lógica su inclusión en el Clan Arashikage); pero también revela la falta de cohesión en este irregular universo cinematográfico, y la indiferencia del director Robert Schwentke (RED, Alliegant) hacia el enigmático espíritu del personaje.
Completando el elenco tenemos a Takehiro Hira y Andrew Koji como Kane y Tommy, los primos en conflicto por el liderazgo del Clan Arashikage; Haruka Abe como la letal Akiko, quien sospecha (con buena razón) del recién llegado; y el gran Iko Uwais completamente desperdiciado (¡otra vez!) en un papel secundario sin relevancia alguna. Uwais le gusta a los productores de Hollywood como adorno para impresionar a los fans de las artes marciales; pero no tienen valor para darle su propia película, y por eso lo hemos visto en papeles de basura en tantas películas que buscan validación con la presencia de esta estrella internacional.
Hablando de actores desperdiciados: Samara Weaving tiene un par de escenas que solo sirven para conectar Snake Eyes con el "Joeverso", y para establecer la existencia de Cobra como villanos en futuras secuelas... que, francamente, espero jamás ver. A menos que regrese Jon M. Chu para tratar a Snake Eyes como merece, y no como un ridículo proyecto políticamente correcto para demostrar que, en efecto, Hollywood puede hacer películas con protagonistas asiáticos (también sería aceptable una secuela a la excepcional película animada escrita por Warren Ellis en el 2009).
Calificación: 6 (Solo porque me hizo reír la escena de las serpientes; esa es la mentalidad de Hollywood: si el personaje se llama "Snake Eyes", debe haber serpientes en la película).

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Monday, July 26, 2021

Jolt



Síntomas: Lindy Lewis (Kate Beckinsale) sufre arranques de ira que afectan su vida normal; pero su psiquiatra, el Dr. Munchin (Stanley Tucci), diseñó un chaleco que produce choques eléctricos para controlar su condición. Entonces Lindy sufre una pérdida personal, y decide aprovechar sus ataques de furia para cobrar venganza.

Diagnóstico: Aunque parece otra película de venganza femenina, Jolt (disponible en Amazon Video) empieza como comedia romántica, lo cual hace la experiencia muy distinta... y no necesariamente para bien.
A fin de cuentas el resultado es el mismo: una heroína implacable luchando contra criminales (y algunos policías) mientras trata de encontrar al responsable de una tragedia que le arrebató la felicidad. Sin embargo, el desarrollo de Jolt nunca alcanza la intensidad que encontramos en las mejores obras de este género (ya sea en versión "pulp", como Kill Bill, o versión seria, como A Vigilante). El problema no es exactamente el romance ni el humor de Jolt, sino la falta de convicción en las partes "serias". No sé. Es difícil de explicar. El punto es que nunca sentí emoción alguna cuando los villanos reciben su merecido, ni experimenté suspenso cuando Lindy está en peligro... porque, simplemente, Jolt no es muy convincente ni en su forma ni en su fondo. Le faltó ese mágico "algo" que captura nuestra imaginación, incluso en películas mediocres que podemos disfrutar por su entusiasmo o personalidad. Jolt es solo... meh.
Y esa apatía solo se incrementa cuando notamos la influencia de Crank (por aquello del chaleco eléctrico), una de las películas de acción más extremas y descabelladas del siglo veintiuno. Lindy Lewis (Kate Beckinsale) podría haber sido el equivalente femenino de Chev Chelios, pero el libreto no le da las herramientas para construir un personaje interesante, y la directora Tanya Wexler (Buffaloed) carece de energía o imaginación para hacerle justicia a la premisa.
Para ser justos, Kate Beckinsale tiene algunas buenas escenas de maniática agresión, y parece divertirse con el excéntrico papel de Lindy. No por nada Beckinsale mantuvo viva la franquicia de Underworld durante más de diez años, a pesar de su confusa mitología. En el caso de Jolt la narrativa es muy simple... incluso elemental. El problema no es la actriz, sino un argumento excesivamente ligero, y una ejecución indecisa entre drama y humor que no satisface a nadie. En mi humilde opinión.
Por el lado positivo, puedo señalar algunas peleas bien coreografiadas, y la cinematografía de Jules O'Loughlin que trata de balancear cortes rápidos con tomas más largas para apreciar el trabajo del equipo de "stunts" coordinado por Teodor Tsolov y James Grogan. En particular me gustó la pelea en el estacionamiento, donde Kate Beckinsale puede lucir la excelente aptitud física que mantuvo oculta en su época de comedias románticas.
El elenco secundario tampoco hace un mal trabajo, pero enfrentan el mismo problema que la protagonista: un libreto irregular (escrito por Scott Wascha) y personajes indefinidos. Entre ellos: Bobby Cannavale y Laverne Cox como los policías que siguen el rastro de destrucción que deja Lindy en su búsqueda del villano; Jai Courtney como el pretendiente de Lindy que podría ayudarle a controlar su temperamento; y Stanley Tucci como el psicólogo genuinamente preocupado por su paciente, pero temeroso de su impredecible conducta. Y también hay un sorpresivo cameo al final que me inspiró ligera curiosidad por ver una secuela de Jolt.
Con tantas películas de tema similar producidas recientemente (una breve lista: Peppermint, Revenge, The Rhythm Section; Promising Young Woman, Becky y The Nightingale), no encuentro razón suficiente para recomendar Jolt, excepto para fans de Kate Beckinsale (como yo), y para completistas de este menospreciado sub-género que puede ser estridente, explotativo, y políticamente incorrecto; pero nunca debería ser blando y predecible. Ni hablar; seguiré esperando una auténtica versión femenina de Crank; ojalá Samara Weaving esté disponible.
Calificación: 6.5

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Sunday, July 25, 2021

Blood Red Sky



Síntomas: Varios terroristas secuestran un vuelo de Berlín a Nueva York; pero uno de los pasajeros no es lo que aparenta.

Diagnóstico: Ya habíamos visto variaciones de "Die Hard en un avión" (Passenger 57 es la más famosa, supongo), pero nunca con un componente sobrenatural tan exótico como el que utiliza Blood Red Sky. Por el lado positivo, esto añade un ingrediente impredecible en una receta bastante familiar, creando nuevas alternativas de violencia, intriga y destrucción; por el lado negativo, esta dualidad provoca ocasionales tropiezos entre las partes incompatibles de sus temas. Aun así, el sobresaliente trabajo del elenco y la dirección de Peter Thorwarth elevan esta producción alemana y ameritan una recomendación como un híbrido imperfecto, pero bastante divertido.
Antes de abordar el avión que los llevará de Berlín a Nueva York, podemos ver que Nadja (Peri Baumeister) tiene graves problemas médicos, pues viaja con muchos medicamentos, y sufre bastante dolor cuando se inyecta en el baño de la terminal. Mientras tanto, su pequeño hijo Elias (Carl Koch) hace amistad con Farid (Kais Setti), otro pasajero del mismo vuelo que parece gentil... aunque despierta las sospechas de Nadja. Entonces despega el avión, y varios individuos se preparan para secuestrarlo; pero no contaban con el pasajero que oculta un terrible secreto (no, no es Wesley Snipes).
Además de la sangre y suspenso que genera esta volátil fusión de ideas, Blood Red Sky también explora los factores psicológicos del conflicto. Nadja y Elias tienen una dinámica muy especial, pues la madre hará cualquier cosa para proteger a su hijo; pero el niño también cuida a su madre de amenazas más abstractas, como su propio temperamento y las reacciones de los demás... que generalmente es terror.
Y, aunque los villanos son más superficiales, el libreto de Stefan Holtz les asigna suficiente personalidad para expresar la mutua desconfianza entre individuos con razones muy distintas para secuestrar un avión: algunos quieren dinero; otros apoyan una causa religiosa... y uno es un psicópata que simplemente disfruta el sufrimiento de los demás. El comportamiento de los terroristas parece previsible, pero Thorwarth y Holtz emplean acertadas tácticas para confundir nuestras expectativas y mantenernos en tensión, incluso cuando parece obvio hacia dónde se dirige la película.
Lo que no me gustó de Blood Red Sky fue el uso excesivo de "flashbacks" para explicar la condición de Nadja. El misterio queda bien establecido desde el primer acto gracias a la actuación de Peri Baumeister y la eficaz dirección de Thorwarth (por cierto, no voy a mencionar cuál  es la "enfermedad" de Nadja, aunque todas las imágenes en Netflix lo revelan desde antes de iniciar la película), lo cual hace superfluas las escenas del pasado, y además inflan la película hasta rebasar dos horas de duración. Y mi entusiasmo también se enfrió con las escenas de los perros en el compartimiento de equipaje; aunque en esta ocasión reconozco que fueron piezas clave de la historia, y no solo "víctimas tempranas para mostrar que las cosas van en serio", como ocurre en tantas otras cintas de terror.
Hablando de piezas clave, también destaca el niño Carl Koch en el papel de Elias, robándose todas las escenas con su avispada precocidad que nunca se vuelve antipática. Y también me gustó el trabajo de Alexander Scheer como "Eightball", el psicópata con una mente tan desequilibrada que no tiene problema alguno aceptando la descabellada realidad a bordo del avión, lo cual le da ventaja sobre sus cómplices más "racionales".
En resumen, Blood Red Sky me pareció un ingenioso thriller afligido por las dificultades inherentes de mezclar fantasía con acción semi-realista en un escenario tan inusual. Pero su adecuado manejo del suspenso e inteligentes soluciones a problemas imposibles capturaron mi atención, y podría recomendar Blood Red Sky siempre y cuando no la tomemos muy en serio. Además, el director encontró el ingrediente perfecto para sazonar cualquier imitación de Die Hard, y me gustaría ver nuevas interpretaciones de esta innovadora receta. ¿Tal vez "Die Hard en un barco con elementos lovacraftianos"? Ojalá Wesley Snipes esté disponible.
Calificación: 8

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Friday, July 23, 2021

Horror in the High Desert



Síntomas: En Julio del 2017, el joven Gary Hinge (Eric Mencis) desaparece durante una excursión por el desierto de Nevada, y la investigación posterior revela detalles difíciles de explicar.

Diagnóstico: Cada vez que celebro la defunción oficial del cine "found footage", encuentro una nueva película que intenta revivir el género... aunque casi siempre confirma que ya debería descansar en paz (la última cinta que vi con este estilo fue la alemana Heilstätten, y ciertamente respalda esa opinión). Sin embargo, de vez en cuando aparecen excepciones que confirman la regla... como Horror in the High Desert (disponible gratuitamente en Tubi, pero solo con una dirección IP norteamericana).
No es que Horror in the High Desert sea una gran película; y tampoco utiliza el formato "found footage" de manera particularmente creativa. Sin embargo, dentro de los modestos parámetros del "documental simulado", creo que hizo un excelente trabajo relatando un tenebroso misterio con el ritmo perfecto para alimentar nuestra curiosidad, infectar nuestra imaginación con siniestras posibilidades, y llegar a una conclusión impactante, pero suficientemente prosaica para conservar el realismo de una tragedia que podría ocurrirle a cualquiera de nosotros. Bueno, a cualquiera que se atreva a explorar de noche el desierto de Nevada.
Los hechos son simples, pero enigmáticos: Gary Hinge (Eric Mencis), un ávido campista con amplia experiencia en técnicas de supervivencia, emprendió uno de sus paseos por el desierto en Julio del 2017, y nunca regresó a su casa. Su hermana Beverly (Tonya Williams Ogden) alertó a las autoridades, y realizaron una de las búsquedas más extensas en la historia de Nevada... pero no encontraron nada. Entonces Beverly contrata un detective privado (David Morales), y descubren nuevas pistas que complican la investigación.
El principal acierto del director/escritor Dutch Marich fue hacer Horror in the High Desert tan austera como fuera posible. El noventa por ciento de la película consiste en entrevistas con la hermana de Gary, su amigo Simon (Errol Porter), el detective, y la reportera (Suziey Block) que cubrió la noticia para una estación de radio; y también vemos videos caseros del mismo Gary, quien tenía un blog dedicado al campismo... y a los trenes a escala. Gracias a esa sobria estructura, Horror in the High Desert parece un auténtico reportaje del noticiero local, con gente normal contando su versión de los hechos; y eso es suficiente para crear una atmósfera de angustia y suspenso que pocas películas logran alcanzar. De hecho, mientras veía Horror in the High Desert estuve recordando mi apatía durante The Conjuring: The Devil Made Me Do It, una cinta con estrellas de cine y el respaldo de un gran estudio, que solo produce bostezos; mientras que Horror in the High Desert genera deliciosos escalofríos tan solo con buenas actuaciones y una cámara casera. Y algunos trenes de juguete.
Habiendo dicho eso, conviene aclarar que Horror in the High Desert probablemente no será un fenómeno "micro-budget" como The Blair Witch Project ni Paranormal Activity; simplemente me pareció un proyecto independiente muy recomendable por su inesperada estrategia de ponernos a pensar, en vez de intentar "asustarnos" con los gritos y aspavientos que acabaron arruinando el cine "found footage". Y también aprendí que las modas del horror nunca mueren realmente; solo duermen por un tiempo hasta que alguien las sacude para ver si cae un poco de dinero.
Calificación: 8

IMDb

Wednesday, July 21, 2021

La Purga Por Siempre (The Forever Purge)



Síntomas: Ciertos grupos extremistas de los Estados Unidos aprovechan la noche de La Purga para hacer una "purificación étnica" en la frontera con México... y sus planes apenas empiezan.

Diagnóstico: Después de explorar los inicios de La Purga (en The First Purge) y su posible final (en The Purge: Election Year), la saga regresa a sus raíces con The Forever Purge, llevándonos a un futuro donde el gobierno fascista de los Estados Unidos suspende las leyes durante una noche para que la población desahogue su furia y "purgue" sus rencores. Y, como ocurrió en las demás secuelas (para bien o para mal), el contenido político de The Forever Purge toma precedencia sobre la coherencia narrativa.
No lo digo necesariamente como un defecto, pues en verdad aprecio la actitud desafiante y subversiva que adoptó la franquicia con el paso de los años; pero al mismo tiempo su mensaje se volvió tan estridente que perdió toda seriedad y valor didáctico. A pesar de sus buenas intenciones, The Purge se convirtió en una caricatura política burda y tendenciosa, lo cual también afecta su función como simple entretenimiento popular. Respeto su propuesta de cambio... pero le faltó tacto a la presentación.
En fin... haciendo a un lado la política, The Forever Purge me pareció un thriller con buenas ideas diluidas por una mediocre ejecución. El planteamiento de la historia funciona bien gracias al balance de personajes en ambos lados del conflicto racial, y al realismo de las circunstancias que los obligan a cooperar cuando La Purga sale de control.
Tenoch Huerta y Ana de la Reguera interpretan a Juan y Adela, inmigrantes que escaparon la violencia de los carteles en México, solo para encontrar otro tipo de violencia en los Estados Unidos, alimentada por el discurso xenofóbico del gobierno y el resentimiento de individuos que se sienten desplazados por los inmigrantes extranjeros. Y por otro lado tenemos a la familia Tucker, dueños del rancho donde trabaja Juan. El patriarca Caleb (Will Patton) aprecia sinceramente a sus empleados latinos (y probablemente tiene el monólogo más significativo de la saga entera); pero su yerno Dylan (Josh Lucas) los trata con desprecio. Entonces llega la Noche de la Purga... y, bueno, las cosas se complican, pero no necesariamente como están imaginando.
De ahí en adelante The Forever Purge se convierte en una "road movie" con vagos objetivos y confusos métodos (¿por qué no se quedaron en el rancho fortificado?) Aún así el director Everardo Valerio Gout y el escritor James DeMonaco (fundador de la franquicia y director de las tres primeras cintas) diseñan creativas instancias de violencia (como la cabra), y suficientes crisis personales para sostener la historia durante noventa minutos libres de relleno y tangentes innecesarias. El problema es que The Forever Purge nunca alcanza el nivel de tensión que la trama merece, y el resultado es un "thriller" ligeramente blando que no aprovecha sus mejores elementos (los actores), ni genera suficiente suspenso para mantenernos cautivos de principio a fin.
De cualquier modo, como dije antes, admiro los extremos a los que llegan Gout y DeMonaco para expresar sus ideas, incluyendo un tremendo final que resulta deliciosamente satírico y perturbadoramente posible. Si The Forever Purge realmente fuera el final de la serie, eligieron la imagen perfecta para rematar su mensaje... porque, como hemos confirmado una y otra vez, hasta las pesadillas más absurdas tienden a volverse realidad.
Calificación: 7.5

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Monday, July 19, 2021

Fear Street 1666



Síntomas: En el año 1666, un pequeño pueblo puritano se ve afectado por varias calamidades, y los habitantes culpan a Sarah Fier (Kiana Madeira) y la acusan de brujería. Entonces Sarah decide darles lo que pidieron.

Diagnóstico: Tenía bajas expectativas sobre Fear Street 1666 porque las dos primeras partes (Fear Street 1994 y Fear Street 1978) revelaron bastantes pistas sobre el gran misterio de Shadyside, y asumí que la conclusión simplemente confirmaría nuestras sospechas; pero estaba equivocado. Las pistas solo cuentan la mitad de la historia, y fue un placer descubrir que la tercera parte reserva muchas sorpresas, al mismo tiempo que cierra el círculo emocional de la trilogía, y deja la puerta abierta para futuras visitas a este rico universo inspirado en los libros juveniles de R.L. Stine (una frase que jamás imaginé escribir).
El principal problema de Fear Street 1666 viene al principio, cuando nos obliga a aceptar la inexplicable "transferencia espiritual" (o como quieran llamarla) que nos lleva al año 1666 para presenciar los eventos que iniciaron la maldición de Shadyside (en aquel entonces el pueblo se llamaba "Union", antes de separarse de Sunnyvale). Estrictamente hablando la "transferencia" no es un gran problema, pues ya se habían establecido eventos similares en menor escala; y, además, es una excelente excusa para conservar al mismo reparto que interpreta a sus antepasados del siglo diecisiete. En resumen: no es necesario pensar demasiado en el salto cronológico, porque hay muchas otras cosas que exigen nuestra atención.
Entre ellas: la dinámica social de una comunidad profundamente religiosa, donde todo ocurre por intervención divina... o demoníaca. La directora Leigh Janiak y los escritores Phil Graziadei y Kate Trefry aprovechan la oportunidad para señalar la ignorancia, prejuicios, y egoísmo que forman el común denominador entre 1666, 1978 y 1994; la maldición podrá ser un fenómeno sobrenatural, pero sus causas son penosamente humanas, y muy comunes en cualquier agrupación, de cualquier época.
Los actores se esfuerzan por adoptar los acentos y actitudes del siglo diecisiete... pero ninguno es convincente. Afortunadamente eso no afecta la integridad de la historia ni el realismo de las actuaciones para los fines específicos de la película. En otras palabras, Fear Street 1666 no pretende ser The Witch, ni necesita serlo para encajar en la atmósfera "retro-moderna" de la saga.
Lo que Fear Street 1666 hizo muy bien fue consolidar los eventos de las dos previas películas en una resolución llena de sangre, horror y suspenso, rematando los temas de la trilogía y llenando los huecos del gran misterio de Shadyside. Por eso no podría decir si Fear Street 1666 fue "mejor" o "peor" que las anteriores... simplemente es el componente indispensable que faltaba para unificar tres películas en un fascinante relato que no podría haberse contado de otra manera.
Finalmente, considero justo reiterar mi admiración por la directora Leigh Janiak (y sus colaboradores), ya que completó exitosamente un proyecto muy complicado que pudo descarrilarse en incontables ocasiones, y sin embargo quedará como uno de los experimentos más creativos y  ambiciosos del horror contemporáneo... y también como prueba de que el "streaming" ya borró por completo la división entre cine y televisión. Con gusto hubiera visto Fear Street en el cine a lo largo de dos o tres años; pero recibir todo esto en menos de un mes fue fantástico, y genuinamente innovador. Muchas gracias a Netflix; y más experimentos como éste, por favor (¿tal vez algo de ciencia ficción?).
Calificación: 9

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Sunday, July 18, 2021

Gunpowder Milkshake



Síntomas: Siguiendo la tradición familiar, Sam (Karen Gillan) trabaja como asesina para una misteriosa organización conocida como "La Firma". Entonces algo sale mal en su más reciente trabajo, y La Firma decide eliminarla.

Diagnóstico: No sé cuántas veces he escrito variaciones de esa sinopsis, pero son suficientes para reconocer que "asesino traicionado por sus jefes" ya se convirtió en un cliché tan común como "hombre en busca de venganza" y "criminal sale del retiro".
Lo cual no es intrínsecamente malo. Estas fórmulas son populares porque ofrecen emociones y objetivos pre-fabricados, facilitando el trabajo de guionistas y directores que no tienen que imaginar nuevas situaciones ni gastar tiempo en explicaciones antes de entrar a la acción. Sin embargo, esa estrategia solo funciona cuando los cineastas tienen talento para rebasar los límites de los clichés y establecer su propia visión... como, afortunadamente, fue el caso de Gunpowder Milkshake.
Sí, Gunpowder Milkshake es una historia más sobre una asesina traicionada, con clara influencia de otras películas, desde John Wick hasta los coloridos psico-dramas de Nicolas Winding Refn (por no mencionar el "neo-noir" británico y la oleada de imitaciones tarantinescas). De hecho, Gunpowder Milkshake es como una copia de la copia de la copia... y sin embargo, el director israelí Navot Papushado añadió suficiente carácter y drama para darle una personalidad distintiva, generando entretenimiento de alto impacto que me dejó satisfecho, e incluso con ganas de una secuela, para pasar más tiempo con estos excéntricos personajes.
No hay mucha originalidad en la premisa de Gunpowder Milkshake: una asesina con legendaria habilidad (probablemente heredada de su madre, quien desapareció hace quince años) comete dos errores en rápida sucesión: primero mata a alguien que no debía, y luego deja que sus sentimientos interfieran con su trabajo. Entonces su "agente" (Paul Giamatti) le informa que La Firma decidió eliminarla... y así empieza una desesperada persecución por la ciudad. Pero Sam (Karen Gillan) no solo lucha por su vida, sino por una nueva causa que la inspira a reflexionar sobre el abandono de su madre, al mismo tiempo que la pone en contacto con algunas figuras del pasado.
Gracias a eso Gunpowder Milkshake tiene un subtexto más rico y emocional que la simple supervivencia. Desde el principio sabemos que Sam tiene "mommy issues", lo cual justifica (hasta cierto punto) las decisiones que complican más y más su situación, e involucran a otras personas que deben tomar sus propias decisiones sobre justicia y lealtad. Y todo eso con un travieso sentido del humor que complementa el suspenso y adereza las secuencias de acción (por ejemplo, la pelea en el hospital).
Karen Gillan ya tenía experiencia como "mujer de acción" en el Universo de Marvel (donde interpretó a Nebula, la hija de Thanos), pero Gunpowder Milkshake presenta nuevos retos a su desempeño físico, con peleas dinámicas y brutales que, afortunadamente, no recurren a la micro-edición y confusa "shaky cam" de otras cintas de acción. Y si bien Gillan no está al nivel de Charlize Theron o Gina Carano, creo que tiene potencial para alcanzarlas (otra razón para realizar una secuela).
El resto del elenco es impresionante... pero trágicamente desperdiciado durante gran parte de la película. Claro, Michelle Yeoh, Angela Bassett y Carla Gugino tienen buenos momentos en el tercer acto, pero no fueron suficientes para disipar la sensación de "oportunidad desperdiciada".
Todo lo cual significa que Gunpowder Milkshake no es una cinta perfecta, ni novedosa, ni particularmente emocionante. Pero la conjunción de actores y estilo capturó mi atención, y puedo recomendarla como una adecuada versión femenina de John Wick, no tan buena, pero bastante entretenida. Por cierto, Gunpowder Milkshake se estrenó en Netflix... pero solo en el catálogo norteamericano, así que será necesario un buen VPN para disfrutarla, o esperar a que los Dioses de la Distribución se compadezcan de los países hispanos. Estoy seguro de que Sam no esperaría al capricho de algún oligarca para satisfacer su curiosidad.
Calificación: 8

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Friday, July 16, 2021

Till Death



Síntomas: Emma Davenport (Megan Fox) despierta encadenada al cadáver de su esposo... y sus problemas apenas empiezan.

Diagnóstico: No esperaba mucho de Till Death, pero quedé gratamente sorprendido con este modesto thriller que saca el máximo provecho de su minimalista premisa, y construye un misterio repleto de sangre, tensión, y personajes bien definidos a pesar de su inevitable superficialidad. En resumen: una "B-Movie" con algunas fallas, pero altamente recomendable por la cantidad de entretenimiento que exprime de sus escasos recursos.
Conviene saber lo menos posible sobre el argumento de Till Death, así que solo mencionaré los rasgos básicos de los personajes principales. Emma Davenport (Megan Fox) lleva once años casada con Mark (Eoin Macken)... y ya terminó la luna de miel. Mark es un esposo dominante y controlador; y Emma ha tenido bastante tiempo para arrepentirse de la decisión que tomó en su juventud, cuando atravesaba un evento traumático que bajó sus defensas emocionales. Sin embargo Mark quiere rescatar el matrimonio, y planeó un fin de semana romántico para celebrar su aniversario. Desafortunadamente el plan se arruina cuando Emma despierta encadenada al cadáver de su esposo (bueno, no es EXACTAMENTE lo que ocurre, pero dejémoslo así).
Till Death es como una fusión de Gerald's Game y The Defiant Ones, pero con menos psicología y más violencia. El libreto de Jason Carvey se siente lógico la mayor parte del tiempo, aunque recurre a los típicos trucos del género (coincidencias inverosímiles, ineptitud temporal, etc.) cuando no puede resolver una crisis, o necesita mantener viva a Emma en circunstancias imposibles (ejemplo: el "escondite" en la nieve). Pero son trampas tolerables para incrementar el peligro y complicar los retos que enfrenta la protagonista.
Hablando de lo cual, Megan Fox me convenció de su talento desde Jennifer's Body (2009); y, aunque probablemente nunca ganará premios de actuación, se ha convertido en una sólida actriz que sufre el "Síndrome Marilyn Monroe"... su apariencia la encasilla en papeles de "mujer bonita" que rara vez requieren genuina actuación (otra víctima de ese síndrome: Alexandra Daddario). Pero ahora que ya está "vieja" (para los crueles estándares de Hollywood), me alegra que Fox esté encontrando proyectos que no se enfocan exclusivamente en su imagen, sino en su aptitud para cargar roles protagónicos con sustancia y emoción... como es el caso de Till Death.
Habiendo dicho eso, repito que Till Death es una cinta independiente rodada en Bulgaria para reducir costos y aprovechar los estímulos fiscales de ese país (incontables películas originales del canal SyFy se rodaron en Bulgaria, para poner las cosas en perspectiva). Afortunadamente Till Death tiene una apariencia pulida y profesional; la dirección de S.K. Dale me pareció sobresaliente; y la actuación de Fox encuentra el balance apropiado de fuerza y vulnerabilidad para engancharnos en su predicamento, generando delicioso suspenso que se extiende literalmente hasta el último cuadro de la película. Después de tantos mediocres "thrillers de prestigio", debí suponer que el Cine B llegaría a rescatar la situación.
Calificación: 8.5

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Wednesday, July 14, 2021

No Sudden Move



Síntomas: Detroit, 1954: un misterioso benefactor contrata a los delincuentes Curt (Don Cheadle) y Ronald (Benicio Del Toro) para obtener un documento secreto de la empresa General Motors; pero el plan se complica por la insaciable ambición de todos los involucrados.

Diagnóstico: Después de varias películas "experimentales" (filmadas con técnicas semi-caseras), Steven Soderbergh regresa al cine tradicional con No Sudden Move, un meticuloso "noir" adornado con excelente estilo visual, fantásticas actuaciones, y un mensaje importante para el futuro de nuestra sociedad.
Sin embargo, la calidad de sus ingredientes no bastaron para hacer No Sudden Move tan apetitosa como yo esperaba. De ninguna manera es una mala película, pero siento que no alcanzó el suspenso e intensidad de los mejores thrillers criminales (algunos de los cuales dirigió el mismo Soderbergh, como Traffic y Out of Sight). En otras palabras, admiré el espíritu de la película, pero me decepcionó su ejecución.
No Sudden Move empieza con una oferta de trabajo para Curt Goynes (Don Cheadle) y Ronald Russo (Benicio del Toro), dos criminales vagamente conectados con el crimen organizado de Detroit... pero la colaboración no es muy prometedora porque Russo apenas puede disimular su racismo. Sin embargo, el trabajo paga bien, y es muy simple: lo único que tienen que hacer es vigilar a la familia del ejecutivo Matt Wertz (David Harbour) mientras roba un documento de la caja fuerte de su oficina. Y, naturalmente, el plan falla catastróficamente, iniciando una cadena de revelaciones, traiciones y sorpresas que involucran figuras importantes de la mafia y de la industria automovilística. Ah, y también interviene el policía Joe Finney (Jon Hamm), quien podría estar trabajando para alguno de los criminales, o para todos, o para nadie.
Por el lado positivo, Soderbergh es un excepcional director que sabe construir escenas simples y elegantes, con gran valor narrativo y emocional. Por mucho que se complique el argumento (escrito por Ed Solomon), nunca perdemos de vista la motivación de cada personaje ni sus objetivos dentro del gran golpe. Y, como siempre, Soderbergh reunió un destacado grupo de actores que maneja con igual pericia, balanceando su desarrollo individual con los requerimientos globales del misterio. Todos hacen un buen trabajo, aunque destacan Don Cheadle y Benicio del Toro como socios renuentes; Brendan Fraser (prácticamente irreconocible) como el contacto entre los delincuentes y su enigmático jefe; David Harbour como el ejecutivo de General Motors con sus propios secretos; y Ray Liotta como uno de tantos intermediarios que quieren manipular la situación para su beneficio personal. Sin embargo, probablemente ninguno entiende cabalmente la conspiración en la que participan (incluyendo al público), pero es muy entretenido seguir su desarrollo y eventual resolución que no deja ganadores, sino solo sobrevivientes en esta competencia de engaños y mentiras.
A fin de cuentas disfruté No Sudden Move escena por escena, pero siento que le faltó el toque mágico de Soderbergh. O tal vez el comentario social perdió impacto por tardar tanto en manifestarse. Como sea, seguiré viendo las películas de Steven Soderbergh porque, independientemente de los resultados, admiro su visión y audacia para explorar nuevas fronteras del arte cinematográfico... aunque en ocasiones se pierda en el camino.
Calificación: 8

IMDb

Monday, July 12, 2021

Fear Street 1978



Síntomas: Cindy Berman (Emily Rudd) y su hermana Ziggy (Sadie Sink) pasan el verano de 1978 en el Campamento Nightwing, donde enfrentan "bullies", conflictos familiares, y un asesino creado por la maldición del pueblo de Shadyside.

Diagnóstico: Aunque Fear Street 1978 funciona por sí misma como película de terror, conviene haber visto antes Fear Street 1994 para apreciar la dimensión del misterio que conforma el nudo temático de la trilogía (la tercera parte es Fear Street: 1666, por estrenarse una semana después de la segunda).
Fear Street 1978 comienza donde terminó Fear Street 1994. La joven Deena (Kiana Madeira) y su hermano Josh (Benjamin Flores Jr.) buscan la ayuda de C.J. Berman (Gillian Jacobs) para entender el origen de los asesinatos cometidos por individuos que parecían tranquilos e inofensivos... hasta que son poseídos por una fuerza maligna que los obliga a matar. Entonces C.J. narra los eventos que vivió con su hermana en 1978...
Cindy (Emily Rudd) y Ziggy Berman (Sadie Sink) tienen muy distintas perspectivas del campamento de verano Nightwing. Cindy es la hermana amable y diplomática que quiere quedar bien con todos, mientras que Ziggy es rebelde e impulsiva, especialmente cuando la acusan de robo. Estas diferencias de actitud ponen a las hermanas en conflicto y dificultan la convivencia con los demás. Entonces alguien empieza a matar a los adolescentes del campamento, y las muchachas deben cooperar para salir con vida, y tal vez comprender lo que está pasando.
La primera mitad de Fear Street 1978 se siente un poco difusa por las múltiples sub-tramas que dividen la narrativa. Entre ellas: las peleas de Ziggy con las niñas que la odian por ser pobre; las discusiones entre Cindy y Alice (Ryan Simpkins), una consejera irresponsable que solo quiere divertirse y fumar marihuana; la extraña conducta de la enfermera que esconde diagramas satánicos en su consultorio; un poco de romance entre Ziggy y Nick (Ted Sutherland); y, desde luego, la enemistad entre los jóvenes de Shadyside y Sunnyvale que se culpan mutuamente por los asesinatos.
Afortunadamente la directora y co-guionista Leigh Janiak (Honeymoon) conecta gradualmente todas estas sub-tramas hasta formar una historia que explora la psicología de los personajes al mismo tiempo que pone a prueba sus instintos de supervivencia. Y así, mientras Ziggy enfrenta al asesino (me gustó el origen de su rostro encapuchado), Cindy descifra el origen de la maldición, encontrando importantes pistas que podrían ayudar a los jóvenes de 1994... si es que sobreviven para compartirlas.
Creo que Fear Street 1978 me gustó más que la primera parte por su detallada atmósfera slasher, inspirada por Friday the 13th y otras cintas de similar premisa (incluso algunas que mejoraron la fórmula, como The Burning y Sleepaway Camp). Pero la nostalgia es tan solo el aderezo de un sólido argumento sustentado por la relación fraternal de Cindy y Ziggy, lo cual acumula considerable peso emocional que rara vez encontramos en el cine de terror. Las actuaciones van de lo bueno a lo excelente, destacando Sadie Sink como Ziggy, una joven inteligente pero excesivamente pesimista, que además guarda profundo resentimiento contra el mundo "normal" que no la comprende... empezando por su hermana. Algunos recordarán a Sadie Sink en Stranger Things (otro pastiche retro), pero creo que Fear Street 1978 le permite ejercitar su talento con un personaje más complejo y multi-dimensional. Repito... algo que rara vez encontramos en este menospreciado género.
Los personajes secundarios son un poco huecos, pero cumplen su función como víctimas/antagonistas con la mínima personalidad necesaria para que sus muertes se sientan relevantes. Y, por segunda vez, la dirección de Janiak amarra todo el paquete en una experiencia dinámica y muy entretenida, llena de suspenso y con suficiente "gore" para respetar el espíritu del cine slasher.
En resumen, Fear Street 1978 representa un excepcional capítulo central de la trilogía, extendiendo la historia global por medio de personajes bien escritos, y preparándonos para la conclusión que promete ser apoteótica... o al menos bastante sangrienta. Pero incluso si la tercera fuera terrible, dos de tres no es un mal resultado.
Calificación: 9

IMDb

Sunday, July 11, 2021

Black Widow



Síntomas: Después de violar los Acuerdos de Sokovia y convertirse en fugitiva de la ley (como vimos en Captain America: Civil War), Natasha Romanoff (Scarlett Johanssen) usa su entrenamiento como espía para evadir a sus perseguidores e iniciar una nueva vida. Pero el pasado la alcanza cuando encuentra a su hermana Yelena (Florence Pugh).

Diagnóstico: Después de esperar tantos años (no solo por la pandemia, sino por la indolencia de Marvel Studios para darle su propia película), puedo afirmar que Black Widow me pareció simultáneamente un triunfo y una decepción. La película tiene buenos personajes, un argumento relevante para la evolución de la protagonista, y sólidos valores de producción; pero yo esperaba algo más profundo para honrar la memoria de Natasha Romanoff y darle una nueva dimensión a su sacrificio en Avengers: Endgame. En otras palabras, yo quería el equivalente de The Winter Soldier, y lo que encontré fue un episodio de Falcon and the Winter Soldier... razonablemente entretenido, pero muy lejano de su potencial.
Primero lo bueno: como fan de las historias de espionaje, me gustó la primera mitad de Black Widow, cuando Natasha Romanoff (Scarlett Johansson) burla al gobierno norteamericano para escapar a Europa y empezar una nueva vida... algo que evidentemente hizo muchas veces durante su carrera como espía para el gobierno ruso. También me gustó la relación que desarrolla con Yelena Bulova (Florence Pugh), a quien conoció en su infancia, cuando participaron en una misión de espionaje en los Estados Unidos (el prólogo de Black Widow, ubicado en el año 1995, parece inspirado por la serie The Americans). Y también admiré que la directora Cate Shortland no evadió el tortuoso pasado de Romanoff, sino que lo aprovechó para establecer la necesidad de redención por un desfile de atrocidades que no siempre soportan la excusa de "solo seguía órdenes".
Entonces empieza a dibujarse la nueva misión de Natasha... y regresamos a los peores hábitos de Marvel Studios: villanos pre-fabricados, secuencias de acción excesivas, y una saturación de mediocres efectos digitales que alteran por completo el tono de la película. Ejemplo: la fuga de una prisión que empieza con humor y termina con un inverosímil cataclismo. Definitivamente un caso de "más es menos".
Pero, bueno... como tantas veces he dicho, lo importante en las cintas de Marvel (al menos para mi) son los momentos que revelan el carácter de los personajes y nos permiten conocer al humano detrás del uniforme. En ese aspecto Black Widow cumple plenamente gracias al conflicto de las protagonistas, separadas de su familia a muy corta edad, para luego descubrir que el concepto de "familia" no requiere lazos de sangre, sino apoyo incondicional en momentos de crisis. Sin embargo, sospecho que el mega-productor Kevin Feige nunca hubiera aprobado un relato introspectivo sobre la rehabilitación psicológica de una espía rusa... y por eso es necesario subir el volumen de la acción hasta ahogar la parte dramática.
Hablando de lo cual, Scarlett Johansson sigue encontrando aspectos de Natasha Romanoff para explorar con su actuación, pero ya la interpretó tantas veces (y en todo tipo de situaciones, desde trágicas hasta humorísticas) que es difícil apreciar su desempeño en Black Widow. Por el contrario, Florence Pugh extiende las alas en el papel de Yelena, encontrando un divertido balance entre su implacable entrenamiento y su cínico sentido del humor. Además de ganar su lugar en el Universo de Marvel, Pugh demuestra la tremenda versatilidad que hasta el momento solo había lucido en proyectos "indie", y espero que su carrera se transforme con esta revelación. David Harbour interpreta una reliquia soviética que aporta "comic relief", y sincera calidez cuando las cosas se complican. Lamentablemente Rachel Weisz queda relegada a un papel pasivo que no aprovecha su considerable talento. Y lo mismo podríamos decir de Ray Winstone como el obligatorio villano patriarcal, y Olga Kurylenko en dos escenas donde apenas le permiten hablar. Se cumplió mi sueño de ver a Kurlyenko en el Universo de Marvel... pero yo quería algo más sustancial.
Black Widow sin duda me gustó, y también cumplió su función de crear un espacio interesante para desarrollar a Natasha Romanoff lejos de los demás superhéroes... pero fue muy poco y demasiado tarde. Debieron hacer esto hace diez años (por ejemplo, inmediatamente después de Iron Man 2), y no esperar hasta que terminara el contrato de Scarlett Johansson. Por otro lado, regresando al contexto del MCU, Black Widow sugiere que debemos ajustar expectativas, y aceptar que "los buenos tiempos" de las fases I, II y III no volverán a repetirse... sobre todo con la mezcla de cine y televisión que se está perfilando como el futuro de Marvel. Ya era hora de reinventar la fórmula... pero no fue tan buena como la original. Ni hablar; a todas las franquicias les pasa tarde o temprano.
Calificación: 8

IMDb

Friday, July 9, 2021

Werewolves Within



Síntomas: Algo o alguien está matando a los habitantes de un pequeño pueblo, y el nuevo guardabosque Finn Wheeler (Sam Richardson) trata de contener la paranoia de la gente mientras investiga el caso.

Diagnóstico: Me sorprendió ver el logo de Ubisoft al principio de Werewolves Within; pero, en efecto, la película está basada en un videojuego de realidad virtual producido por ese estudio. Tiene sentido, pues Werewolves Within me recordó la película Clue, también basada en un juego (de mesa), donde un grupo de personas intenta deducir cuál de ellos es el asesino. Werewolves Within es básicamente lo mismo, pero con un componente sobrenatural que podría ser real, o solo la febril imaginación de los personajes enloquecidos por el terror y la paranoia de su situación.
Y, al igual que Clue, Werewolves Within tiene una cierta atmósfera teatral que el director Josh Ruben aprovecha para subir el volumen de las actuaciones y acentuar la claustrofobia de un reparto atrapado en un sitio pequeño (el hotel local, donde todos se refugian del supuesto "hombre lobo"). Esta exuberancia diluye el suspenso y reduce el impacto de los asesinatos que se acumulan a lo largo de la cinta; pero lo compensa con un mordaz sentido del humor que me mantuvo enganchado de principio a fin, confirmando el ingenio del libreto (escrito por Mishna Wolff) que extiende el drama más allá de la simple supervivencia. Cada personaje tiene su propia motivación para matar (o razón para morir), lo cual añade un poco de sátira política, romance y hasta lucha de clases, todo ello provocado por los conflictos internos en el pueblo de Beaverton.
El guardabosque Finn Wheeler (Sam Richardson) llegó al pueblo para supervisar la construcción de un gasoducto que no es muy popular entre algunos habitantes de la comunidad, pues dañará el medio ambiente y arruinará la bucólica belleza de sus paisajes nevados. Pero el gasoducto también será un estímulo para la economía que beneficiará a los ciudadanos pobres de Beaverton, lo cual aprovecha el director del proyecto para sembrar discordia y exacerbar las divisiones sociales del pueblo.
Para navegar ese complejo laberinto demográfico, Finn recibe ayuda de Cecily (Milana Vayntrub), la empleada de correos que conoce los vicios y manías de todos, y puede orientar al guardabosques sobre la mejor manera de controlarlos, desde Pete (Michael Chernus) y Trisha Anderton (Michaela Watkins), la pareja de clase alta que se siente superior a los demás; hasta Flint Emerson (Glenn Fleshler), el agresivo cazador que odia a los visitantes, y se viste con pieles de animales salvajes. ¿Podrá ser el "hombre lobo" que aterroriza a la comunidad? Tal vez. Pero, como dije, todos son sospechosos... no necesariamente de licantropía, sino de cosas tan simples como ambición, celos, o venganza.
Todo esto significa que, para bien o para mal, Werewolves Within no es realmente una película de terror. Casi no hay sangre ni efectos especiales, y las muertes generalmente ocurren fuera de cámara, incluyendo (SPOILER) la del perrito Chachi (Ritz). Por otro lado, nunca vemos su cadáver. ¿Será Chachi el perro-hombre-lobo? Claro que no. Pero hubiera sido un buen "twist".
Entonces, Werewolves Within me pareció una simpática diversión que juega con múltiples géneros para hacernos reír un rato, pensar un poco, y disfrutar el trabajo de excelentes actores de carácter que merecen igual atención que cualquier "estrella de cine". A fin de cuentas Werewolves Within me gustó bastante... pero me decepcionó su bajo contenido de terror. En fin... tal vez habrá más sangre cuando adapten el juego Superhot.
Calificación: 8

IMDb

Wednesday, July 7, 2021

The Tomorrow War



Síntomas: En el año 2051 la humanidad está perdiendo la guerra contra una raza de criaturas extraterrestres. Entonces los generales del 2051 reclutan humanos del año 2022 para viajar al futuro en un esfuerzo desesperado por salvar a la Tierra.

Diagnóstico: The Tomorrow War es como Starship Troopers, pero con drama familiar en lugar de sátira política. Demasiado drama familiar.
Por eso los primeros treinta minutos están dedicados a la vida doméstica del ex-soldado Dan Forester (Chris Pratt), su esposa Emmy (Betty Gilpin), y su hija Muri (Ryan Kiera Armstrong), así como los problemas familiares que cobrarán inesperada relevancia durante el combate contra los monstruos extraterrestres (Spoiler: los problemas son "daddy issues").
Pero, bueno... fuera de eso, The Tomorrow War me pareció una sólida aventura futurista con bastante acción, vistosos efectos especiales, e ingeniosos conceptos de ciencia ficción para complicar la crisis global. Por ejemplo, en vez de mostrarnos una típica invasión de naves gigantes, el director Chris McKay (The Lego Batman Movie) mantiene oculto el origen de las criaturas hasta el tercer acto, el cual resulta un poco innecesario, pero útil para resolver el misterio y rematar los temas de familia y redención que tanto se explotaron al principio de la cinta. No fue una decisión ideal, pero tampoco arruina la experiencia. En mi humilde opinión.
Por eso es mejor enfocarse en lo bueno. Chris Pratt recicla sus clásicas rutinas en el papel de Dan Forester, aunque en esta ocasión encontró un mejor balance entre humor y seriedad; Forester no es el patán arrogante de Jurassic World, ni el bufón semi-inepto de Guardians of the Galaxy (lo digo como fan de esa película), sino una combinación de ambos que funciona razonablemente bien en el contexto de la cinta.
Betty Gilpin queda relegada al ingrato papel de "esposa preocupada", lo cual fue una lástima después de su tremendo desempeño como mujer de acción en The Hunt. El otro lado de esa moneda es Yvonne Strahovski como soldado del futuro, por fin mostrando su habilidad en combate después del inútil papel que le dieron en The Predator. Más vale tarde que nunca, supongo.
El asunto del viaje en el tiempo parece absurdo al principio, pero eventualmente se revelan detalles que lo hacen más lógico... aunque no muy efectivo, considerando que los ciudadanos reclutados para luchar en el futuro carecen de entrenamiento, y solo sobreviven por buena suerte... o porque le conviene al director. Al menos las batallas son tensas y dinámicas sin perder claridad visual; y el libreto de Zach Dean se esmera en desarrollar a los personajes secundarios para que logremos sentir algo cuando sean sacrificados en el altar del drama artificial.
En este punto conviene recordar que The Tomorrow War no es una película seria de ciencia ficción, sino un típico "blockbuster" de acción que no debemos tomar en serio; y, bajo ese mediocre criterio, creo que se sostiene por sus propios méritos (muchos de ellos "prestados" de cintas como Alien, Aliens, y The Thing, además de la mencionada Starship Troopers). Una vez que entendemos eso, podemos disfrutar The Tomorrow War como una costosa "B-Movie" que se esfuerza por entretenernos durante dos horas y media, aunque la olvidaremos el siguiente fin de semana, cuando llegue otro estreno "de prestigio" a Amazon Video, o Netflix, o Disney+, o HBO Max, o cualquiera de las plataformas que prometían variedad e innovación, y ahora están adquiriendo los mismos malos hábitos de los viejos estudios hollywoodenses. Podría quejarme más, pero prefiero divertirme un rato y pasar a otra cosa.
Calificación: 8

IMDb

Monday, July 5, 2021

Fear Street 1994



Síntomas: Un asesino enmascarado cobra múltiples víctimas en un centro comercial; pero las cosas nunca son lo que aparentan en el pueblo maldito de Shadyside.

Diagnóstico: En mi adolescencia consumí abundante horror literario, pero nunca me interesó la obra del autor R.L. Stine porque estaba orientada a niños y jóvenes. Sus colecciones más famosas son Goosebumps, Mostly Ghostly y Fear Street, ésta última dirigida a un público más maduro, pero aún así dentro de la categoría "Young Adult"... razón por la cual decidí ignorarla.
Sin embargo, después de ver Fear Street: 1994, estoy reconsiderando esa actitud.
No es que Fear Street: 1994 sea una gran película, pero resultó mucho más entretenida, sangrienta y subversiva de lo que yo esperaba. Aunque, para ser justos, la magia cinematográfica podría surgir de la directora Leigh Janiak, cuyo debut (Honeymoon) me dejó muy impresionado en el 2014. Desde entonces me he preguntado por qué no la contratan más seguido para hacer cine de terror.
Bueno, pues afortunadamente Netflix corrigió esa omisión con la trilogía de Fear Street, cuya primera parte establece una mitología simple y accesible que consolida múltiples sub-géneros del horror en un universo rico en nostalgia y potencial. En otras palabras: Fear Street: 1994 es un tributo al horror de los noventas, pero ejecutado con una sensibilidad contemporánea que sin duda complacerá a los fans de Stranger Things, la saga de It, y similares refritos "retro" del siglo veinte.
Obedeciendo al período histórico que celebra, Fear Street: 1994 comienza en la catedral del consumismo: el "mall" de Shadyside, Ohio, donde una joven trabaja de noche acomodando mercancía; entonces un maniático enmascarado la persigue y la mata con un cuchillo. Y así empieza una ola de asesinatos que despiertan la curiosidad de varios adolescentes, incluyendo a Deena (Kiana Madeira), su hermano Josh (Benjamin Flores Jr.), y Sam (Olivia Scott Welch), quien podría tener una conexión personal con el asesino... pero no como lo están imaginando.
Janiak y el co-guionista Phil Graziadei hicieron un excepcional trabajo combinando el formato "slasher" con un misterio sobrenatural que se remonta al siglo diecisiete, estableciendo las bases de las próximas secuelas (Fear Street: 1978 y Fear Street: 1666 se estrenarán semanalmente en Netflix durante Julio del 2021). Fear Street: 1994 no está basada en una novela específica, sino en conceptos generales creados por R.L. Stine; pero la premisa es similar a It, con un pueblo que sufre una maldición conjurada por trágicos eventos del pasado. La diferencia es que Shadyside tiene un pueblo vecino, Sunnyvale, donde todos son prósperos y felices, introduciendo así una nueva dinámica que incluye diferencia de clases y rivalidades estudiantiles entre ambas comunidades.
Esto significa que los personajes de Fear Street: 1994 no solo enfrentan al asesino (¿o asesinos?) de la maldición, sino la inseguridad típica de su edad, un poco de romance, y la obligatoria estupidez de los adultos que no admiten el peligro hasta que es demasiado tarde. La eterna fórmula del horror adolescente, inteligentemente replanteada para decir algo nuevo con las expresiones de antaño. Ya quiero ver las secuelas, sobre todo después del "trailer" que aparece en los créditos finales de Fear Street: 1994. Excelente trabajo de Leigh Janiak, y mis respetos para Netflix por darle la oportunidad a esta directora con un proyecto tan ambicioso. Y tan divertido.
Calificación: 8.5

IMDb

Sunday, July 4, 2021

Un Lugar en Silencio: Parte II (A Quiet Place, Part II)



Síntomas: Evelyn Abbott (Emily Blunt) y su familia continúan la lucha por la supervivencia en un mundo infestado por criaturas que detectan a sus víctimas por medio del sonido.

Diagnóstico: La original A Quiet Place me pareció una de las mejores películas de horror del 2018. O quizás fue ciencia ficción. Como sea, lo importante no es su género, sino su calidad como historia emotiva y muy humana sobre una familia tratando de sobrevivir en circunstancias desesperadas, y encontrando la fuerza para lograrlo en los lazos que los unen. Ah, y también fue la consagración de John Krasinski como director.
Y ahora Un Lugar en Silencio: Parte II constituye una secuela en el mejor sentido de la palabra, pues no solo continúa la historia de la familia Abbott, sino que ofrece algunas respuestas (pero no demasiadas) sobre las misteriosas criaturas, expande los límites de la rudimentaria sociedad post-apocalíptica, y nos muestra nuevas facetas de los personajes, dándole a cada uno su propia motivación y crisis que deben superar.
Habiendo dicho eso... creo que Un Lugar en Silencio: Parte II me gustó un poco menos que la original por esa fragmentación en la dinámica de la familia Abbott, tal vez el elemento más significativo que distinguió a la primera película de los demás relatos sobre el fin del mundo. En fin... una cosa por otra.
Y, desde luego, eso no significa que Un Lugar en Silencio: Parte II sea una mala película. Por el contrario, como dije hace un momento, es un gran ejemplo de lo que debería ser una auténtica secuela que no se limita a repetir la trama de la cinta anterior, sino que la extiende orgánicamente siguiendo las reglas establecidas, y respetando el carácter de los personajes.
Emily Blunt interpreta a Evelyn con el férreo propósito de una madre dispuesta a todo para proteger a sus hijos adolescentes, con la presión adicional del bebé recién nacido que requiere cuidados especiales, e incrementa el riesgo de atraer a las criaturas que se guían por el sonido. Millicent Simmonds encuentra un papel más activo como la hija adolescente Regan, continuando el desarrollo de la tecnología que explota el punto débil de las criaturas, y tomando impulsivas decisiones que enfocan los esfuerzos de la familia en una meta específica, en vez de simplemente huir por el bosque en busca de nuevo santuario; incluso podríamos decir que Regan le quitó el papel principal a Evelyn. Y Noah Jupe interpreta a Marcus, el niño que enfrenta nuevas responsabilidades como apoyo moral de su madre... y como guardián del bebé cuando la familia se separa.
Los efectos especiales (de Industrial Light & Magic, nada menos) son excelentes en apariencia y función, contribuyendo puntualmente al suspenso sin robar atención del drama humano. Por cierto, Un Lugar en Silencio: Parte II empieza con un intrigante prólogo que nos muestra el primer día de la invasión (o lo que haya sido). Al principio pensé que sería una excusa para incluir a John Krasinski en el papel de Lee; pero los eventos de ese primer día realmente añaden profundidad temática y cobran relevancia cuando la familia encuentra más sobrevivientes ocultándose de las criaturas.
Y mejor me detengo ahí para no revelar más detalles. Un Lugar en Silencio: Parte II no necesita "twists" para capturar nuestra atención, pero es mejor seguir la historia al ritmo de los personajes para apreciar su desarrollo como individuos, su ingenio como sobrevivientes, y su unidad como familia. Finalmente, creo que todas las historias post-apocalípticas ganaron un nuevo significado en el período post-pandémico que estamos viviendo (al menos espero sinceramente que ya sea "post"), lo cual añade un nivel más solemne a Un Lugar en Silencio: Parte II que me dejó pensando al terminar la película. Me hubiera encantado verla en el 2020, como era el plan original; pero creo que la aprecié más en el 2021, por todo lo que atravesamos como sociedad. De ahora en adelante espero que los apocalipsis se queden en la pantalla del cine.
Calificación: 9

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Friday, July 2, 2021

Boss Level



Síntomas: Roy Pulver (Frank Grillo) está viviendo el mismo día una y otra vez, perseguido por varios asesinos, y sin saber cómo escapar de la repetición temporal. Entonces recuerda una palabra que le dijo su esposa: "Osiris".

Diagnóstico: En retrospectiva parece obvio, pero nadie lo había intentado (que yo sepa): aprovechar el formato del "bucle temporal" (al estilo de Groundhog Day) como metáfora de un videojuego donde el protagonista repite el mismo "nivel" una y otra vez, muriendo muchas veces, pero ganando experiencia que le ayuda a comprender su situación y pasar al siguiente nivel.
Afortunadamente Joe Carnahan fue el director ideal para implementar esta idea, gracias a su amplia experiencia en el cine de acción visceral que no sacrifica humor ni inteligencia... dentro de límites razonables. Su carrera tuvo altibajos que lo llevaron al cine directo a video después de algunos fracasos económicos para los grandes estudios, pero su talento no ha disminuido, y con suerte Boss Level le ayudará a regresar a las "grandes ligas". Lástima que Boss Level fue un estreno de Hulu, donde no gozará tanta difusión como en Netflix, o en un estreno tradicional en cines (después de muchos meses Boss Level por fin llegó a Amazon Prime... versión canadiense, así que recomiendo un buen VPN para disfrutarla).
En fin... regresando al punto, Boss Level no pierde tiempo para entrar de lleno a la acción. Cada mañana Roy Pulver (Frank Grillo) despierta con un machete a punto de degollarlo, y ese es solo el primero de muchos atentados que sufre durante el día. O, mejor dicho, durante la mañana, ya que Roy nunca ha sobrevivido hasta el mediodía. Pero al menos tiene tiempo para pensar en su dilema y emborracharse mientras llega el golpe final. Entonces despierta con el maniático del machete, y la jornada comienza de nuevo.
Eventualmente llegan los "flashbacks" que podrían explicar el fenómeno de la repetición temporal, así como detalles del pasado de Roy que inspiran nueva motivación para sobrevivir, no solo por su propia seguridad, sino la de su familia, incluyendo a su ex-esposa Jemma (Naomi Watts) y su hijo Joe (Rio Grillo).
Todas esas explicaciones frenan el ritmo del segundo acto, pero también nos permiten respirar y establecer el subtexto emocional necesario para validar la deliciosa violencia que abarca un amplio espectro de fórmulas del cine de acción, desde artes marciales hasta persecuciones y balaceras.
Frank Grillo ya había mostrado carisma protagónico en The Purge: Election Year, y el papel de Roy Pulver confirma su habilidad para abordar las múltiples facetas de un complejo personaje: ex-soldado, padre de familia, y cínico narrador con gran sentido del humor para hacer menos trágicas sus frecuentes "muertes". Naomi Watts se ve desperdiciada como la ex-esposa con posibles respuestas para el gran misterio temporal. No lo hace mal, pero merecía más. Por su parte, Mel Gibson es un perfecto villano corporativo, cruel y amoral, pero con un pícaro guiño para indicar que no podemos tomarlo en serio... lo cual también aplica a la película entera.
Los efectos especiales son buenos; la dirección muestra sorprendente creatividad dentro de los clichés que utiliza; y los actores añaden sustancia a un argumento de videojuego que no requiere análisis ni reflexión. Pero lo que hace Boss Level lo hace muy bien, y me alegra que Joe Carnahan haya encontrado material de buena calidad, y además compatible con su sensibilidad artística. Y aunque Boss Level no es el tipo de película que requiere una secuela, espero que Carnahan siga encontrando proyectos a la altura de su talento para demostrar lo que puede alcanzar el cine de acción con cineastas que logran ver más allá del "eye candy". Hablando de lo cual, propongo a Joe Carnahan para revivir la franquicia de Fast and the Furious, o para reemplazar a Michael Bay en cualquiera que sea su siguiente proyecto; todos saldremos ganando.
Calificación: 9

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