Síntomas: Evelyn Abbott (Emily Blunt) y su familia continúan la lucha por la supervivencia en un mundo infestado por criaturas que detectan a sus víctimas por medio del sonido.
Diagnóstico: La original A Quiet Place me pareció una de las mejores películas de horror del 2018. O quizás fue ciencia ficción. Como sea, lo importante no es su género, sino su calidad como historia emotiva y muy humana sobre una familia tratando de sobrevivir en circunstancias desesperadas, y encontrando la fuerza para lograrlo en los lazos que los unen. Ah, y también fue la consagración de John Krasinski como director.
Y ahora Un Lugar en Silencio: Parte II constituye una secuela en el mejor sentido de la palabra, pues no solo continúa la historia de la familia Abbott, sino que ofrece algunas respuestas (pero no demasiadas) sobre las misteriosas criaturas, expande los límites de la rudimentaria sociedad post-apocalíptica, y nos muestra nuevas facetas de los personajes, dándole a cada uno su propia motivación y crisis que deben superar.
Habiendo dicho eso... creo que Un Lugar en Silencio: Parte II me gustó un poco menos que la original por esa fragmentación en la dinámica de la familia Abbott, tal vez el elemento más significativo que distinguió a la primera película de los demás relatos sobre el fin del mundo. En fin... una cosa por otra.
Y, desde luego, eso no significa que Un Lugar en Silencio: Parte II sea una mala película. Por el contrario, como dije hace un momento, es un gran ejemplo de lo que debería ser una auténtica secuela que no se limita a repetir la trama de la cinta anterior, sino que la extiende orgánicamente siguiendo las reglas establecidas, y respetando el carácter de los personajes.
Emily Blunt interpreta a Evelyn con el férreo propósito de una madre dispuesta a todo para proteger a sus hijos adolescentes, con la presión adicional del bebé recién nacido que requiere cuidados especiales, e incrementa el riesgo de atraer a las criaturas que se guían por el sonido. Millicent Simmonds encuentra un papel más activo como la hija adolescente Regan, continuando el desarrollo de la tecnología que explota el punto débil de las criaturas, y tomando impulsivas decisiones que enfocan los esfuerzos de la familia en una meta específica, en vez de simplemente huir por el bosque en busca de nuevo santuario; incluso podríamos decir que Regan le quitó el papel principal a Evelyn. Y Noah Jupe interpreta a Marcus, el niño que enfrenta nuevas responsabilidades como apoyo moral de su madre... y como guardián del bebé cuando la familia se separa.
Los efectos especiales (de Industrial Light & Magic, nada menos) son excelentes en apariencia y función, contribuyendo puntualmente al suspenso sin robar atención del drama humano. Por cierto, Un Lugar en Silencio: Parte II empieza con un intrigante prólogo que nos muestra el primer día de la invasión (o lo que haya sido). Al principio pensé que sería una excusa para incluir a John Krasinski en el papel de Lee; pero los eventos de ese primer día realmente añaden profundidad temática y cobran relevancia cuando la familia encuentra más sobrevivientes ocultándose de las criaturas.
Y mejor me detengo ahí para no revelar más detalles. Un Lugar en Silencio: Parte II no necesita "twists" para capturar nuestra atención, pero es mejor seguir la historia al ritmo de los personajes para apreciar su desarrollo como individuos, su ingenio como sobrevivientes, y su unidad como familia. Finalmente, creo que todas las historias post-apocalípticas ganaron un nuevo significado en el período post-pandémico que estamos viviendo (al menos espero sinceramente que ya sea "post"), lo cual añade un nivel más solemne a Un Lugar en Silencio: Parte II que me dejó pensando al terminar la película. Me hubiera encantado verla en el 2020, como era el plan original; pero creo que la aprecié más en el 2021, por todo lo que atravesamos como sociedad. De ahora en adelante espero que los apocalipsis se queden en la pantalla del cine.
Calificación: 9
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