Friday, January 31, 2020

Dolittle



Síntomas: Después de perder a su esposa, el Dr. John Dolittle (Robert Downey Jr.) abandonó sus aventuras como protector de la fauna del mundo, y se encerró en su mansión con muchos animales como única compañía. Sin embargo, un mensaje de auxilio de la Reina Victoria (Jessie Buckley) lo obliga a salir de su encierro... y hablar con otras personas.

Diagnóstico: Ni siquiera como amante de los animales logré tragar la "clásica" película familiar Doctor Dolittle (1967), ni el remake con Eddie Murphy de 1998. Francamente, creo que sería más interesante una película sobre el origen del personaje, el cual fue creado por el ingeniero militar Hugh Lofting en las cartas ilustradas que escribió para sus hijos desde las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Pero eso sería deprimente.
Por el contrario, la fantasía es más alegre y redituable (en teoría), y por eso encontramos al siempre vivaz Robert Downey Jr. como estrella de Dolittle, acompañado por un ecléctico grupo de actores que prestan sus voces a los simpáticos animales digitales, incluyendo a Emma Thompson, Rami Malek, John Cena, Kumail Nanjiani, Octavia Spencer, Craig Robinson, y muchos más. Con ese elenco, no podría ser tan mala como todos afirman, ¿cierto?
La verdad es que Dolittle no fue el épico desastre que yo esperaba, pero tampoco podría decir que sus débiles chistes y tediosas rutinas de acción justifican el esfuerzo de verla en el cine. Cuando mucho podría recomendarla para niños pequeños (muy pequeños) cuando llegue a video casero... y eso solamente si no hay nuevos episodios de StoryBots.
El "argumento" de Dolittle consiste en una serie de viñetas donde el doctor y sus amigos (humanos y animales) recorren pintorescas locaciones en busca de una planta muy especial. Esa es toda la excusa que necesita el director Stephen Gaghan para organizar persecuciones, acrobacias y... ¿quizás explorar un misterio del pasado? El problema es que nada es divertido, emocionante, o siquiera lógico. Solo son ruidosas escalas en una misión repleta de "crisis" irrelevantes que se solucionan de la manera más insípida posible (por ejemplo, cuando Dolittle enfrenta un peligroso tigre hambriento de venganza, todo se reduce a frases de auto-ayuda ("Está bien tener miedo") y una patada en los testículos (del tigre, no del doctor). Clásico caso de un director fuera de su elemento (Gaghan dirigió el thriller político Syriana y el misterio estudiantil Abandon) con demasiada confianza en el carisma de su estrella principal para rescatar la situación y convencer al público de que vieron una película "nueva", y no un patético "mash-up" de Pirates of the Caribbean y Fantastic Beasts and Where to Find Them.
Por el lado positivo... uf... déjenme pensar... los mencionados animales están bien hechos, supongo, aunque no alcanzan el abrumador realismo de The Lion King o The Jungle Book. Y Robert Downey Jr. genera un par de sonrisas con su excéntrica interpretación del veterinario que habla con los animales... en su propio idioma (eso fue lo que más me gustó de la película, pero solo vemos un minuto o dos de esa peculiar interacción). Y lo mismo podría decir de los animales con voces famosas. En particular aprecié la convicción de Emma Thompson como la cotorra Poly, el humor de Craig Robinson como la ardilla Kevin, y la inseguridad de Kumail Nanjiani como la avestruz Plimpton... aunque probablemente solo fue porque me gustan como actores, y no porque sus diálogos hayan sido interesantes o graciosos.
Acompañando a Robert Downey Jr. en papeles humanos tenemos a Jim Broadbent, Michael Sheen, Antonio Banderas, Jessie Buckley, Carmel Laniado y Harry Collett, aunque daría lo mismo si fueran figuras de cartón porque su única función es expresar asombro o irritación ante las bizarras prácticas de Dolittle. ¿Una jirafa en el dormitorio de la Reina? ¡Cómo se atreve!
Obviamente el estudio Universal tenía grandes planes de una franquicia basada en las aventuras del Doctor Dolittle, pero dudo mucho que se vuelva realidad. Tal vez si hubieran tomado un camino más "realista", podríamos tener una saga pro-animales con potencial de educar al público al mismo tiempo que lo entretiene (se me ocurre una versión más humanitaria de la vieja serie Bring'Em Back Alive!) Lástima que esa no sea la moda actual. Aunque, para ser optimistas, Dolittle podría ayudar a exterminar las blandas fantasías familiares que sí están de moda. En ese caso, la recordaré con mucho afecto.
Calificación: 5

IMDb

Thursday, January 30, 2020

The Bravest (Lie Huo Ying Xiong)



Síntomas: La Brigada Especial de Bomberos está lista para enfrentar todo tipo de crisis en Beijing y provincias aledañas. A veces es un fuego en un restaurante; a veces es capturar cerditos que escaparon de su corral. Pero nada se compara con el incendio de una enorme planta petroquímica.

Diagnóstico: A diferencia de otros "blockbusters" chinos en busca de distribución internacional (como The Wandering Earth, Air Strike y Operation Red Sea), The Bravest definitivamente se siente como propaganda gubernamental dedicada a celebrar no solo el valor de los bomberos que arriesgan su vida para proteger al público, sino la ideología política que los inspira y los une en situaciones de peligro. Esto quizás resta un poco de impacto al drama y nos hace cuestionar los momentos más "patrióticos" de The Bravest... pero no me impidió disfrutar el suspenso y emoción de una cinta bien producida que, independientemente de su función demagógica, rinde merecido tributo a uno de los trabajos más peligrosos del planeta, y a los nobles individuos que salvan vidas sin pensar en su seguridad personal.
The Bravest está inspirada en eventos reales (las explosiones de Tianjin en el 2015), pero el director Tony Chan claramente estudió las "disaster movies" norteamericanas, y añadió los elementos indispensables del género para alcanzar un adecuado balance entre drama y acción.
Entre esos elementos: la tragedia del pasado que dañó física y psicológicamente al Capitán Jiang Liwei (Xiaoming Huang), quien necesita redimirse ante sus compañeros y ante sí mismo; su reemplazo, Zheng Zhi (Zhehan Zhang) solo quiere obtener el respeto de su padre; el pequeño Jiang Miao (Yuncong Lu) se separó de su madre Li Fang (Zhuo Tan) durante la confusión del pánico en las calles; los oficiales de la Brigada Especial toman angustiosas decisiones de vida o muerte para sus subalternos; y los villanos corporativos ocultan la verdad para proteger a la empresa petrolera. Solo faltó un perrito en peligro para completar el desfile de clichés (bueno, hay un perrito como "extra" en las escenas de evacuación).
Nada de esto es novedoso o creativo, pero funciona bastante bien para elevar la tensión y añadir vectores emocionales al incendio principal. Chan presenta el combate del incendio como una guerra sin cuartel; los bomberos son soldados leales dispuestos a sacrificar todo por su causa (por cierto, encontré muy interesante que el Cuerpo de Bomberos en China pertenece a las Fuerzas Armadas), mientras que el fuego parece una bestia implacable con propósito y conciencia. La cámara captura tremendas imágenes de caos y destrucción, pero también enfoca nuestra atención en fascinantes detalles que rara vez se exploraron en cintas similares. Por ejemplo, el extenso sistema de bombeo para llevar agua del mar al sitio del incendio... excepto que la basura en la bahía bloquea constantemente los tubos, y requiere estoicos buzos para nadar entre la inmundicia y restaurar el flujo del líquido. O los operadores de generadores móviles que alimentan la maquinaria de los bomberos cuando el fuego corta las líneas de electricidad. Y así, haciendo honor a su título, The Bravest nos muestra las múltiples actividades conectadas con el combate de incendios, y todos esos héroes anónimos que no están directamente frente a las llamas, aunque también arriesgan sus vidas para cumplir su misión.
En cuanto a la acción, The Bravest tiene momentos visualmente espectaculares que se conjugan con el suspenso para mantener nuestra atención durante dos horas bastante satisfactorias, y con una baja proporción de relleno. Los efectos digitales no son muy realistas, pero se compensan con la abrumadora escala de las flamas y explosiones prácticas que literalmente sacuden la pantalla (la explosión del principio es una de las más violentas que he visto en mi vida, y ni siquiera es tan grande... solo bien filmada y con perfecta edición).
Como dije al principio, el subtexto político de The Bravest afecta el tono general de la cinta y hace que algunos momentos se sientan forzados; pero nada de eso empaña el homenaje a los bomberos (no solo de China, sino de cualquier parte del mundo), ni la intensidad de la primigenia batalla entre el hombre y los elementos fuera de control. Por otro lado, de niño era piromaniático, así que no confíen mucho en mi opinión sobre historias con incendios.
Calificación: 8

IMDb

Wednesday, January 29, 2020

Kindred Spirits



Síntomas: Chloe (Thora Birch) encuentra cada vez más difícil comunicarse con su hija adolescente Nicole (Sasha Frolova); entonces llega a vivir con ellas Sadie (Caitlin Stasey), la hermana menor de Chloe, y se convierte en una influencia positiva para Nicole. Sin embargo, la presencia de Sadie empieza a afectar a la familia de forma inesperada.

Diagnóstico: May (2002), del director Lucky McKee, fue una de las primeras películas de horror independiente que reveló la evolución del género desde la explosión del cine "directo a video" en los noventas. En vez de filmar patéticas copias de Alien o baratas cintas "slasher", los directores del nuevo siglo reconocieron el potencial del horror para explorar temas más complejos y nuevas situaciones que nunca hubieran aceptado los grandes estudios empeñados en reciclar su más reciente éxito de taquilla. Y así, además de May, otras obras como Session 9, Ginger Snaps y Frailty (por mencionar solo unas cuantas) establecieron un nuevo estándar dramático cuyos beneficios seguimos disfrutando hasta nuestros días.
Lucky McKee nunca duplicó el éxito crítico y comercial de May; pero en sus siguientes películas ofreció nuevas perspectivas del "horror feminista", desde la atmosférica The Woods, hasta las controversiales The Women y All Cheerleaders Die! Desafortunadamente su obra más reciente, Kindred Spirits (no confundir con la serie de investigación paranormal del Travel Channel) se siente como un paso atrás en la carrera del director, por culpa de un libreto y ejecución similares a cualquier melodrama de Hallmark o Lifetime donde una "mujer malvada" amenaza la felicidad de un ama de casa que se ve obligada a defender a su familia.
Para ser justos, la versión "McKee" del estilo Hallmark/Lifetime sigue siendo mejor que cualquier cinta hecha para televisión. El libreto de Chris Sivertson encuentra ingeniosas maneras de plantear la "amenaza doméstica", y resucita el cliché de la mujer fatal con matices psicológicos que añaden emoción al escabroso conflicto familiar en el hogar de Chloe. Y, para confirmar que Kindred Spirits es una película de terror, también hay sangre y violencia que incrementan el impacto visceral. Aunque debo aclarar que lo importante no es la cantidad de sangre, sino el grotesco método que utiliza la villana para "quitar del camino" a uno de sus rivales. Es una escena conceptualmente repulsiva, sin necesidad de efectos complicados; solo una horrible decisión que se quedará largo tiempo en mi memoria.
Habiendo dicho eso, lo mejor de Kindred Spirits fueron las actuaciones de Thora Birch y Caitlin Stasey como hermanas muy unidas a pesar de sus diferencias en carácter y edad. Chloe es la madre de familia responsable y trabajadora; Sadie es la hermana menor que nunca logró madurar. Birch y Stasey encuentran el balance justo entre amor filial y la exasperación que puede surgir entre hermanas con personalidades incompatibles. En el papel de Nicole, Sasha Frolova tiende a exagerar, pero podríamos atribuirlo a los caprichos de una adolescente frustrada por la disciplina de su madre. Y cuando las cosas se complican, las tres actrices enfrentan con aplomo los cambios que atraviesan sus respectivos personajes.
En cierto modo Kindred Spirits es la película más "normal" de Lucky McKee, lo cual podría decepcionar a sus fans (como yo); sin embargo, también podría gozar mayor éxito comercial en servicios de streaming o televisión por cable, justamente porque sigue una fórmula simple y bien conocida, con un poco de horror adicional para distinguirla de la competencia. Aún así, sospecho que no es el nicho al que aspiraba Lucky McKee... y tampoco el que esperaban sus fans. ¿Qué estará haciendo Angela Bettis? Quizás sea momento de otra colaboración con McKee.
Calificación: 6.5

IMDb

Monday, January 27, 2020

Presencias del Mal (The Turning)



Síntomas: Kate Mandell (Mackenzie Davis) acepta trabajar como tutora personal de Flora y Miles Fairchild (Brooklynn Prince y Finn Wolfhard), hermanos huérfanos que viven en una enorme mansión bajo el cuidado de la Sra. Grose (Barbara Marten). Parece un trabajo fácil, pero la propiedad oculta secretos que pondrán a todos en peligro.

Diagnóstico: La novela "The Turn of the Screw", escrita por Henry James en 1898, fue uno de los pilares de la "literatura gótica" que sustentaron el horror en su forma contemporánea. La mejor adaptación cinematográfica de esta obra sigue siendo The Innocents (1961); pero personalmente tenía mucha curiosidad por ver la nueva versión dirigida por Floria Sigismondi, cuyos videos musicales en los noventas (como The Beautiful People, de Marilyn Manson y Little Wonder, de David Bowie) prácticamente crearon la estética "grunge" que se convertiría en el estándar del cine de terror durante los siguientes dos décadas. ¿Regresaría Sigismondi a sus viejos trucos en su primera película del género? ¿O conservaría el estilo más convencional de su previa cinta (The Runaways)?
Para mi sorpresa, Presencias del Mal (uf) está filmada con un estilo respetuoso de la fuente original, derramando atmósfera para complementar las tétricas locaciones e inquietantes misterios que encuentra la protagonista cuando se muda a la Mansión Fairchild. La actuación de Mackenzie Davis como Kate Mandell mantiene un alto nivel de energía a lo largo de la película, contagiándonos la ansiedad y paranoia que inspiran los fenómenos de su nueva casa. Brooklynn Prince (The Florida Project) es simplemente increíble en el papel de Flora, una niña entusiasta y encantadora, pero al mismo tiempo frágil por una tragedia en su reciente pasado. Finn Wolfhard (Stranger Things) interpreta con perturbador realismo al hermano mayor, arrogante y privilegiado, que disfruta haciéndole la vida imposible a su nueva tutora. Y, finalmente, Barbara Marten encarna a la enigmática Sra. Grose, estricta pero leal ama de llaves que conoce todos los secretos de la casa, y hará lo necesario para proteger a los niños... incluso de sí mismos.
En resumen: todas las piezas necesarias para construir una elegante historia de horror gótico, dirigida por Floria Sigismondi con atención al detalle y paciencia para atraparnos en los horrores de la Mansión Fairchild.
¿Entonces, por qué Presencias del Mal resultó ser una mediocre película de terror?
Creo que la culpa cae por completo en el libreto de Chad y Carey Hayes (The Conjuring 2). Tenían la mesa puesta para un sofisticado banquete de terror, pero ordenaron McDonalds, y desperdiciaron los ingredientes en una insípida receta que sacrifica el horror psicológico del libro para reemplazarlo por risibles sobresaltos sin método ni sentido (mi ejemplo favorito: la mano peluda). Y mejor ni hablar del frustrante final con un doble "twist" que solo sorprende por la desvergonzada ineptitud de los guionistas.
Aún así hay momentos rescatables en Presencias del Mal, como la persecución a caballo que evoca las mejores obras de Hammer Films; la escena en el lago que me recordó Dementia 13; y el subtexto sexual que hace más incómoda la relación entre la tutora y sus alumnos. Sin embargo, el bueno oficio de Sigismondi y su reparto se arruinó por una mediocre interpretación del concepto original. Ni hablar; Presencias del Mal no será la última versión filmada de "The Turn of the Screw" (de hecho Mike Flanagan está haciendo una para Netflix); y tampoco será la última película de terror apoyada en arbitrarios sobresaltos que no asustan a nadie. Solo queda esperar que Floria Sigismondi no abandone el horror por culpa de esta mala experiencia; es obvio que su talento va más allá del estilo visual, y sería interesante ver lo que consigue con un mejor libreto; se me antoja algo inspirado en Edgar Allan Poe o Sheridan LeFanu.
Calificación: 6

IMDb

Sunday, January 26, 2020

Mujercitas (Little Women)



Síntomas: A fines del siglo diecinueve, Marmee March (Laura Dern) y sus hijas Jo (Saoirse Ronan), Amy (Florence Pugh), Meg (Emma Watson) y Beth (Eliza Scanlen) encuentran tragedia, romance, y otras tribulaciones durante su transición de niñas a mujeres, mientras esperan que su padre regrese de la Guerra Civil norteamericana.

Diagnóstico: La venerable novela "Little Women", de Louisa May Alcott, ha sido adaptada a cine y televisión en numerosas ocasiones (las más populares probablemente son la versión cinematográfica de 1994 dirigida por Gillian Armstrong, y la miniserie televisiva co-producida por PBS/BBC en el 2017), pero nunca con la audaz propuesta de la directora Greta Gerwig (Lady Bird), quien combinó en Mujercitas los valores del siglo diecinueve con un estilo narrativo más ágil y atractivo para el público contemporáneo... pero sin "modernizar" innecesariamente la trama ni caer en forzados anacronismos (como la reciente serie Dickinson). En mi humilde opinión, esta fusión de sensibilidades perjudicó algunos aspectos de la historia, pero también añadió profundidad emocional y una creativa expansión de las ideas que Alcott no pudo desarrollar en aquel entonces por las limitaciones culturales de su época.
Básicamente, Gerwig utilizó el "método Iñárritu" de tomar una historia relativamente simple, cortarla en pedacitos, y desordenarla cronológicamente para hacerla más complicada e interesante, obligándonos a "llenar los huecos" y poner atención para determinar el carácter de los personajes y sus respectivos arcos dramáticos.
Sin embargo, por el lado negativo, esta fragmentación de la narrativa nos priva de algunas sorpresas y un mejor entendimiento de la dinámica en el hogar de los March, con cada una de las hermanas tratando de seguir su propio camino sin traicionar las enseñanzas de su madre Marnee (Laura Dern), ni contrariar demasiado las buenas costumbres de la época.
Pero, bueno... entiendo las razones de Gerwig para "hacer suya" esta clásica novela. Y además, con un elenco tan brillante no hace falta seguir un estricto orden cronológico para apreciar las personalidades de las hermanas y los retos de la vida rural durante un período histórico que estableció las bases del mundo moderno.
Saoirse Ronan interpreta a Jo March, cuya ambición de convertirse en escritora pone en riesgo su futuro matrimonial, y además enfurece a la Tía March (Meryl Streep), el pariente rico que podría salvar a las hermanas de su precaria situación económica. Florence Pugh interpreta a Amy, artista y dibujante con grandes planes que no siempre coinciden con la realidad. Emma Watson es Meg March, la hermana mayor y aparentemente la más centrada... aunque prefiere seguir su corazón en vez de la razón cuando toma importantes decisiones en su vida. Y Eliza Scanlen intepreta a Beth, cuya timidez oculta mayor sabiduría que sus hermanas. En los roles adultos, Laura Dern intepreta a Marnee, la madre de las jóvenes que intenta mantener la disciplina del hogar sin sofocar los impulsos de sus hijas, porque sabe que la represión siempre es contraproducente. Chris Cooper es el afable Sr. Laurence, vecino de la familia March y un genuino amigo que las apoya en lo que puede. E, inevitablemente, también aparece un desfile de pretendientes que buscan la mano de las hermanas con distintos métodos de seducción. James Norton, Louis Garrel y Dash Barber hacen lo que pueden como "galanes" en turno, pero solo Timothée Chalamet deja su marca en la conciencia del espectador. Los demás no pasan de ser engranes en la mecánica romántica de una historia que los necesitaba más por obligación que por auténtica convicción dramática.
En resumen, creo que la versión de Mujercitas realizada por Greta Gerwig es una de las mejores adaptaciones de este icónico libro... pero su gran debilidad es que está dirigida a los devotos de la novela que conocen de memoria (o al menos recuerdan) los detalles que se pierden entre las grietas de esta nueva estructura creada por la directora. Para el público casual, Mujercitas podría resultar confusa y demasiado fría (al menos al principio), porque ignora el flujo tradicional de una historia con demasiados personajes enfrascados en costumbres vagas y anticuadas. Es como llegar a una fiesta donde no conocemos a nadie; al principio nos sentimos desorientados, pero podríamos divertirnos al final... si es que decidimos quedarnos. Francamente, comprenderé a quienes prefieran abandonar la fiesta en busca de entretenimiento más accesible.
Calificación: 8

IMDb

Saturday, January 25, 2020

Jojo Rabbit



Síntomas: El niño Johannes "Jojo" Betzler (Roman Griffin Davis) es un gran admirador de Adolf Hitler (Taika Waititi), y hasta lo usa como "amigo imaginario" para compartir sus temores y aspiraciones. El sueño más grande de Jojo es enlistarse en el ejército para matar judíos, pero un accidente interrumpe sus aspiraciones militares. Afortunadamente hay muchas maneras de ayudar a la causa de Hitler.

Diagnóstico: El director neo-zelandés Taika Waititi es como una de esas personas que les encanta echarle chile a todo lo que comen. Hasta el postre debe tener alguna forma de picante (lo cual no tiene nada de malo)(sí, yo soy una de esas personas). Pero, en el caso de Waititi, su aderezo preferido es el humor; y, para ser justos, sus películas son muy "ricas" gracias a esa incongruente receta cinematográfica. Como ejemplos puedo mencionar What We Do in the Shadows, una historia con sangre y violencia sobre una secta de vampiros tratando de adaptarse a la sociedad moderna... que también es una de las mejores "comedias de terror" del siglo. Hunt for the Wilderpeople es un sincero drama rural sobre la inesperada amistad entre dos individuos huraños y desconfiados (un niño y un viejo) que deben colaborar para sobrevivir en el bosque... y también es una gentil comedia "coming of age" donde las risas no reducen el impacto emocional del relato (de hecho lo incrementan). Bueno, hasta Thor: Ragnarok tomó la épica sensibilidad del cine de super-héroes y añadió grandes dosis de humor para estimular el desarrollo de personajes estancados en roles unidimensionales (perdón Hulk y Thor; no es su culpa, pero es la verdad). Y ahora, con Jojo Rabbit, Taika Waititi acepta el máximo reto de su carrera (hasta el momento): una comedia sobre odio y fascismo ubicada en la Alemania Nazi de la Segunda Guerra Mundial.
Para crédito de Taika Waititi, Jojo Rabbit funciona bastante bien a pesar de su extremo contraste tonal. Tal vez no funciona TAN bien como sus previas obras, pero ninguna había enfrentado una disparidad tan grande entre fondo y forma, lo cual significa que Jojo Rabbit es un triunfo de la sátira sociopolítica, aunque con algunos excesos que podrían incomodar al público más sensible sobre estos temas. Sin embargo, a fin de cuentas, puedo asegurar que las intenciones del director fueron buenas y su mensaje es claro, contundente, y lamentablemente muy necesario para el mundo actual, donde el clima político favorece el ascenso de la misma ideología nacionalista que causó tantos problemas en el siglo veinte. Pero, bueno... no hace falta repetir dicho mensaje cuando Jojo Rabbit lo expresa de manera tan simpática y elocuente.
Ya casi termino y no he dicho prácticamente nada sobre el argumento de Jojo Rabbit, lo cual está perfecto, porque el libreto escrito por el mismo Waititi (basado en la novela "Caging Skies", de Christine Leunens, donde aparentemente no hay Hitler imaginario, así que debe haber cambiado considerablemente en su transición a cine) guarda sorpresas grandes y pequeñas que de ninguna manera quiero arruinar. Entonces, solo diré que el niño Roman Griffin Davis es una revelación en el papel del pequeño Johannes "Jojo" Betzler, convencido de la grandeza del Führer y dedicado a los principios del partido Nazi. Scarlett Johansson emite radiante humanidad como Rosie, la madre de Jojo que tolera la obsesión del niño, pero con una visión más práctica del mundo. Y Thomasin McKenzie (a quien algunos recordarán por la excepcional cinta Leave No Trace) interpreta a Elsa, una niña que podría destruir accidentalmente la estabilidad de la pequeña famila Betzler. Los acompañan en roles secundarios, pero muy graciosos, Sam Rockwell como el oficial nazi responsable por el accidente de Jojo; Stephen Merchant como policía de la Gestapo que admira el ciego fanatismo del niño; Rebel Wilson como Fraulein Rahm, orgullosa de su desempeño uterino para el Reich; y Archie Yates como Yorki, el mejor amigo de Jojo que logró continuar su entrenamiento militar, para descubrir que la realidad es muy distinta de la fantasía que ambos compartían.
Por el lado negativo... lo que ya dije. El brutal choque entre el humor satírico de Jojo Rabbit y las horribles prácticas de los Nazis a veces me hizo rechinar los dientes, y podría cruzar la línea del mal gusto ("Ve a abrazar a ese americano"). Sin embargo, el resultado final es tan convincente que podemos disculpar sus ocasionales tropiezos en el camino a las grandes verdades sobre odio e ignorancia que conviene aceptar para evitar los errores del pasado. Claro, una película no logrará semejante proeza... pero al menos lo intentó. Ya quiero ver Thor: Love and Thunder, aunque dudo que su ambición sea tan noble y altruista.
Calificación: 9

IMDb

Thursday, January 23, 2020

Jay and Silent Bob Reboot



Síntomas: Jay (Jason Mewes) y Silent Bob (Kevin Smith) descubren que el director Kevin Smith (Kevin Smith) planea realizar un "reboot" de la película Bluntman and Chronic, basada en sus vidas, y deciden viajar a Hollywood para detener la filmación, acompañados por cuatro jóvenes mujeres con motivos personales para visitar California.

Diagnóstico: Sí, como esa sinopsis sugiere, Jay and Silent Bob Reboot intenta ser muy "meta" para disfrazar que tiene prácticamente el mismo argumento de Jay and Silent Bob Strike Back (2001), donde los "alter-egos" de Smith y Jason Mewes también viajaron a Hollywood para infiltrarse en la filmación de la "original" Bluntman and Chronic. Afortunadamente Kevin Smith reconoce esta repetición, y la señala constantemente en la voz de todos los personajes que desfilan frente a su cámara para comentar sobre la mediocridad del director, el nepotismo que lo hace poner a su hija en todas sus películas, y todos los demás chistoretes auto-referenciales que hemos visto una y otra vez en la filmografía de este cineasta.
Sin embargo, por mucho que Smith se burle de sí mismo, Jay and Silent Bob Reboot no es tan graciosa como él supone. Aunque, para ser justos, reí en varias ocasiones por la inesperada honestidad de los diálogos y el entusiasmo de algunas estrellas para satirizar su imagen y aceptar errores del pasado ("¿Cómo se llama la madre de Batman? No recuerdo en este momento"); pero tampoco puedo negar que la vieja receta "geek" de Smith, que se sentía fresca e irreverente hace veinticinco años (me refiero a la era de Clerks y Mallrats), envejeció con poca gracia, en parte por la repetición, y en parte por su inevitable propagación al resto de la cultura popular, donde perdió relevancia con alarmante rapidez. En resumen: Jay and Silent Bob Reboot es el mismo chiste de siempre, pero contado sin gracia y fuera de contexto.
Aún así, como dije, Jay and Silent Bob Reboot (no es realmente un "reboot", por mucho que los personajes intenten convencernos) incluye momentos simpáticos y hasta emotivos para despertar la nostalgia de los viejos fans (como yo)("viejos" en más de un sentido) que seguimos la irregular carrera de Smith desde hace casi tres décadas con el optimismo (o auto-engaño) necesario para mantener nuestra lealtad a pesar de sus mediocres cintas "de estudio" (como Cop Out), su retorno con la cola entre las patas al "Universo de Jersey" (como Clerks II), y su inexplicable (e inaguantable) trilogía (incompleta) de horror canadiense (Tusk y Yoga Hosers). Ha sido un largo camino que ahora nos lleva de regreso al origen de todo el asunto: Jay y Silent Bob haciendo tonterías y fumando marihuana mientras aprenden algo nuevo del mundo, de sí mismos, y de las responsabilidades de la edad madura.
Si Jay and Silent Bob Reboot realmente se enfocara en los aspectos más "dramáticos" del argumento (los cuales no revelaré para preservar sus débiles sorpresas) quizás podríamos tomarla en serio como válido desenlace de una saga que encontró su propósito al mismo tiempo que su creador. Pero, desde luego, eso no es lo que quieren los fans de Kevin Smith. O, mejor dicho, eso no es lo que Smith cree que quieren sus fans. Entonces: más "snoogans", chistes sobre "blunts", y un interminable desfile de cameos y referencias al "View Askewniverse" para llenar el tiempo y dejarnos la sensación de que vimos una película de verdad, en vez de los videos caseros de la familia Smith y sus amigos.
No sé si Jay and Silent Bob Reboot será la última película de Jay y Silent Bob; pero, en todo caso, fue un decepcionante cierre que intentó sin éxito conciliar el humor de antes con la corrección política de hoy. Y si lo que quiso fue preparar el camino para una nueva generación, también falló, pues la nueva "banda" de jóvenes mujeres que acompañan a Jay y Silent Bob no son tan interesantes como para seguir sus futuras aventuras. Pero la mayor decepción fue no enterarme si Walt Flanagan tiene otro perro tan veloz como el de antes. ¿Snootchie bootchies, supongo?
Calificación: 6

IMDb

Wednesday, January 22, 2020

The Witch in the Window



Síntomas: Simon (Alex Draper) y su hijo Finn (Charlie Tacker) planean restaurar una vieja granja para venderla y ganar dinero. Pero el trabajo se complica cuando descubren que no están solos.

Diagnóstico: Es un placer encontrar joyas ocultas como The Witch in the Window, una obra narrativamente sólida y emocionalmente satisfactoria que se apoya en metáforas sobrenaturales para explorar las inseguridades, aspiraciones, y traumas psicológicos de sus personajes. Al igual que The Babadook, Hereditary y The Monster, The Witch in the Window refleja una nueva etapa del horror, más madura y ambiciosa, que aspira a trascender el cliché con genuina profundidad dramática... pero sin sacrificar el impacto visceral que identifica al género. Y todo empieza con una historia simple y accesible.
Simon (Alex Draper) se separó de su esposa, pero quiere mantener el contacto con su hijo Finn (Charlie Tacker) de doce años, quien empieza a mostrar los primeros síntomas de rebeldía adolescente. Y ahora, con la excusa de renovar una vieja granja que compró como inversión, Simon podrá convivir unas semanas con el niño para conocerlo mejor y tratar de reparar los lazos familiares fracturados por el divorcio.
Los protagonistas comparten una convincente química de padre e hijo alejados por las circunstancias, pero dispuestos de recuperar el tiempo perdido. Draper encuentra el punto exacto de disciplina paternal y tolerancia para asimilar los cambios de actitud de Finn durante la difícil transición de niño a adolescente. Por su parte, Tacker muestra un poco de "actitud", pero sin volverse antipático; tan solo un niño sarcástico y ocasionalmente confundido por las contradicciones del mundo adulto. Y así, la relación entre Simon y Finn se desarrolla con cálido realismo, fortaleciéndose conforme pasan los días de trabajo físico y conversaciones sobre los misterios de la vida.
Entonces aparece el fantasma.
El director Andy Mitton nos presenta los fenómenos sobrenaturales con elegante sencillez, sin necesidad de efectos especiales ni los habituales trucos estilísticos del horror contemporáneo. Simplemente actuaciones, edición, y un brillante libreto que mantiene un perfecto equilibrio entre el criterio racional de los personajes y la evidencia de fenómenos desconocidos. Ni Simon ni Finn niegan lo que vieron; pero sus distintos temperamentos inspiran reacciones opuestas. Y así, cuando las manifestaciones se vuelven más agresivas, podemos compartir el temor de los personajes y anticipar las sorpresas (positivas y negativas) que les depara el destino. En pocas palabras: no recuerdo la última vez que una película me hizo sentir escalofríos como The Witch in the Window. Y sin embargo no es una cinta de "horror extremo", sino un modesto drama doméstico donde a veces las cosas no salen como uno espera.
Para completar este pequeño triunfo de horror "indie" tenemos la excelente cinematografía de Justin Kane; el diseño de producción de Sam Hensen, quien logra crear una "casa embrujada" engañosamente normal; y la música del mismo Mitton, evocando una atmósfera rural salpicada por notas discordantes para acentuar la tensión.
Si tuviera una queja sobre The Witch in the Window es que el final se extiende más de la cuenta. Varias veces parece que ya terminó, pero Mitton sigue añadiendo escenas... aunque, para ser justos, el "final final" fue emotivo y satisfactorio. Solo digo que hubiera sido mejor diez minutos antes.
Entonces, The Witch in the Window no es una película de fantasmas, sino un drama doméstico donde aparece un fantasma (algo así como lo que intentó Guillermo del Toro en Crimson Peak, pero mucho más barato y eficiente). El nicho independiente de The Witch in the Window tal vez limitará su alcance comercial, pero confío en que los comentarios positivos de los fans ayudarán a encontrar un público que la aprecie. Y quizás le abrirán las puertas al director/escritor/editor/compositor Andy Mitton para ejercitar algún día su visión con todos los recursos de Hollywood. Por cierto, cabe mencionar que su previa cinta, We Go On, también podría calificarse como "joya oculta", así que no se trata de un "one-hit wonder" sino de un buen candidato para futuro "amo del horror". El tiempo dirá si merece ese calificativo; pero por lo pronto, recomiendo efusivamente The Witch in the Window como una temprana sorpresa del 2020 que seguramente recordaré hasta el final del año.
Calificación: 9

IMDb 

Monday, January 20, 2020

Espíritus en el Bosque (The Hollow Child)



Síntomas: La pequeña Olivia (Hannah Cheramy) se pierde en el bosque, y eventualmente regresa con su familia; pero su hermana mayor Sam (Jessica McLeod) empieza a sospechar que no es la misma niña de antes.

Diagnóstico: Espíritus en el Bosque tiene un buen libreto con múltiples sub-tramas que complican y enriquecen el misterio principal. Los lúgubres bosques canadienses donde se filmó poseen un aura de amenaza intangible que complementa muy bien los temas sobrenaturales de la película; y las actrices que interpretan a Sam y Olivia capturan los lazos fraternales que las unen al principio, para luego corroerse con la sospecha de algo siniestro que suplantó a la hermana menor. Cierto, el argumento se apoya en muchos clichés, y también es similar al de la reciente (y superior) The Hole in the Ground; pero Espíritus en el Bosque toma un enfoque ligeramente más "realista" gracias al conflicto familiar entre Sam y sus padres, y al entorno estudiantil que añade víctimas potenciales cuando Sam se acerca demasiado a la verdad.
Desafortunadamente todos estos elementos positivos se ven arruinados por la apática dirección de Jeremy Lutter, quien parece filmar cada escena de la manera más blanda y genérica posible, desaprovechando el horror psicológico del libreto, las mencionadas locaciones canadienses, y a las actrices que hacen su mejor esfuerzo para generar tensión a pesar de un director que (sospecho) no tenía mucha afinidad por el género de terror. O quizás hubo otros factores; como sea, la impresión que me dejó Espíritus en el Bosque fue de una buena idea saboteada por una mediocre ejecución.
Los problemas comienzan desde los créditos iniciales, realizados en el estilo "grunge" que estaba de moda hace quince o veinte años. El prólogo de dos niñas jugando en el bosque es  adecuadamente tenebroso, pero demasiado oscuro... literalmente. Lo mismo ocurre en otros momentos de la película... la cámara enfoca algo que debería asustarnos, o revelar nuevos detalles sobre la desaparición de Olivia, pero no se entiende lo que estamos viendo. Y en esta ocasión no puedo culpar exclusivamente a los proyectores defectuosos de Cinemex (aunque tampoco ayudan).
En el aspecto de terror, Espíritus en el Bosque funciona mejor conceptualmente. Los efectos son creativos y competentes pero, repito, están filmados con tanto desgano que bloquean cualquier impacto visceral. Y aunque la cinematografía de Graham y Nelson Talbot no es mala (algunas tomas nocturnas del bosque derrochan atmósfera), es difícil apreciarla cuando el lenguaje narrativo no tiene mucho que expresar.
Para no darle vueltas a las mismas quejas, terminaré diciendo que lo mejor de Espíritus en el Bosque (en mi opinión) fue la actuación de Jessica McLeod en el papel de Sam, un personaje cuya complejidad y definición hacen más creíble su transformación de adolescente caprichosa a defensora de una familia que no siempre la comprende, o incluso la tolera. Por primera vez en mucho tiempo me pareció relevante la obligatoria "tragedia del pasado" que influye en la conducta presente de Sam, y exacerba el remordimiento de perder a su hermana menor (hermanastra, para ser más exactos).
Lástima que la experiencia de Espíritus en el Bosque haya sido menor a la suma de sus partes. Aún así podría ser valiosa para estudiantes de cine que quieran apreciar la influencia positiva o negativa de un director en la ecuación cinematográfica. En vez de seguir copiando a Tarantino, mejor traten de evitar los errores de Jeremy Lutter, y todos saldremos ganando.
Calificación: 7 (solo por las actuaciones)

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Sunday, January 19, 2020

Judy



Síntomas: En 1968, Judy Garland (Renée Zellweger) viaja a Londres para dar varios conciertos, pero es difícil mantener la imagen de estrella de Hollywood cuando su vida personal se desmorona a su alrededor.

Diagnóstico: La mayor parte de la gente (incluyéndome) solo conoce a Judy Garland como la protagonista de The Wizard of Oz (1939), una de las más icónicas manifestaciones de la "Era Dorada" de Hollywood. Sin embargo la cinta Judy se enfoca en la vida de Garland treinta años después del Camino Amarillo, cuando su fama había disminuido y los traumas de una infancia destrozada se habían transformado en vicios que frenaban su desempeño como actriz y cantante. Y así, con ayuda de discretos "flashbacks" a la juventud de Judy, el director Rupert Goold teje gradualmente el tapiz de sufrimiento y desesperanza que marcó la edad madura de la protagonista, interrumpidos de vez en cuando por pequeños triunfos que confirmaban su talento, aún palpitante a pesar de los golpes de la vida.
Gracias a la tremenda actuación de Renée Zellweger, Judy captura perfectamente el espíritu de Judy Garland y nos ayuda a comprender las circunstancias que llevaron a ese desalentador período de su vida. Además del alcoholismo (y quizás drogadicción), Garland está peleando por la custodia de sus hijos con su ex-esposo Sid Luft (Rufus Sewell); tiene frecuentes desacuerdos con su nuevo esposo Mickey Deans (Finn Wittrock); y le hace la vida imposible a Rosalind Wilder (Jessie Buckley) y Bernard Delfont (Michael Gambon), los agentes teatrales que la llevaron a Londres como última oportunidad para resucitar su carrera.
En general Judy es una película triste que muestra gran compasión por su protagonista... aunque eso no le impide regodearse en los momentos más trágicos de su ocaso, y en las humillaciones que sufrió durante una carrera llena de gente abusiva que explotaba su talento sin importar las consecuencias para la frágil niña debajo de la "estrella". Francamente, el drama se vuelve un poco cansado a pesar del espectacular trabajo de Zellweger y el excelente diseño de producción que nos transporta al exuberante Londres de los años sesentas.
Supongo que Goold quiso explorar con toda honestidad el colapso artístico y personal de Judy Garland (aunque, estrictamente hablando, Judy está basada en una obra teatral escrita por Peter Quilter, y no en una biografía formal); pero no deja de sentirse como explotación de una vida que tal vez pudo retratarse de una manera más optimista, sin ocultar sus duras verdades. No sé... es como definir a una persona por sus defectos, en vez de celebrar las virtudes que hacen su historia digna de ser contada.
El lado bueno de todo esto, desde luego, es la actuación de Renée Zellweger, quien literalmente desaparece para transformarse en Judy Garland con todas sus características físicas y psicológicas. Creo que hay "buenas actuaciones" donde vemos al actor crear emociones y actitudes que sentimos reales (por ejemplo, todo lo que ha hecho Meryl Streep). Pero también existe un nivel más profundo, donde dejamos de ver al actor y aceptamos al personaje sin cuestionamiento alguno. Zellweger alcanzó ese excelso nivel con Judy Garland, y sin duda merece todo el reconocimiento que está recibiendo... solo hubiera deseado que su actuación perteneciera a una mejor película. Lo cual no significa que Judy sea mala; por el contrario, sus elevados valores de producción, los números musicales (con la auténtica voz de Renée Zellweger, lo cual fue otra revelación), y las actuaciones secundarias (destacando Jessie Buckley, Richard Cordery, y Darci Shaw como la versión adolescente de Judy, cuando aún se llamaba "Frances Gumm") contribuyen a la creación de un producto de alta calidad... pero con una indefinible amargura que casi me arruinó la experiencia. Aquí es donde podemos apreciar las "bio-pics" que prefieren terminar antes de volverse deprimentes.
Calificación: 8 (sería 6 sin la actuación de Renée Zellweger)

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Saturday, January 18, 2020

Bad Boys Para Siempre (Bad Boys For Life)



Síntomas: Los detectives Mike Lowrey (Will Smith) y Marcus Burnett (Martin Lawrence) enfrentan los problemas de la edad y sus nuevas responsabilidades familiares; pero sus vidas se complican cuando el hijo de un antiguo enemigo inicia una mortal campaña de venganza.

Diagnóstico: Hasta el momento solo existía en el plano teórico, pero los directores Adil El Arbi y Bilall Fallah crearon de manera práctica una película de Michael Bay sin la influencia negativa de Michael Bay. Y aunque el resultado no es perfecto (lejos de ello), resultó más lúcido y entretenido de lo que yo imaginaba... siempre y cuando mantengamos nuestras expectativas fieles a la visión "beyiana" de un universo dramáticamente inerte, pero visualmente espectacular.
Sin embargo, la influencia de estos nuevos directores no logra disipar la sensación de anacronismo que empapa cada cuadro de Bad Boys Para Siempre. Desde la primera escena repleta de flojos chistoretes durante una genérica persecución automovilística, hasta la cansada irreverencia de los policías que no obedecen las reglas (¡pero obtienen resultados, demonios!), Bad Boys Para Siempre es un producto del pasado tratando de adaptarse al presente, sin realmente lograrlo. Pero al menos lo intentó.
Gran parte del argumento gira en torno al conflicto existencial entre Mike Lowrey (Will Smith) y Marcus Burnett (Martin Lawrence). Marcus acaba de convertirse en abuelo, y quiere retirarse para disfrutar a su familia. Pero Mike se rehúsa a abandonar al azarosa vida del policía que dispara primero y pregunta después. Es difícil tomar en serio sus discusiones porque siempre ocurren a gritos durante alguna balacera, escape a alta velocidad, o similar cliché de "buddy movie". Afortunadamente Bad Boys Para Siempre gana un poco de sustancia cuando se revelan nuevos secretos que alteran (otra vez) la relación entre Mike y Marcus, lo cual conduce a un tercer acto que casi se siente legítimamente dramático. Pero no por mucho tiempo.
Todo eso sirve como testimonio del buen trabajo (comparativamente) que hicieron Arbi y Fallah para darle sentido y relevancia al hueco espectáculo visual de Bad Boys Para Siempre. Pero, desde luego, los fans de las dos previas películas (Bad Boys, de 1995, y Bad Boys II, del 2003) no regresarán al cine para ver la fina evolución de sus héroes en la edad madura, ¡sino para ver acción, acción, acción!
En ese aspecto, los directores se esforzaron por cumplir las expectativas del público sin sacrificar la integridad del libreto. La acción es ridícula, complicada y espectacular, pero obedece un propósito concreto; y si eso no basta para validar su existencia, también nos distrae con abundante sangre, desenfrenada violencia, y más chistoretes de Mike y Marcus. Pero, por bien que estén implementadas, las secuencias de acción carecen del delirante virtuosismo del genuino Michael Bay (como vimos en la reciente 6 Underground). Por el lado positivo, Bad Boys Para Siempre no degenera en un incoherente desfile de escenas confusas (como vimos en la reciente 6 Underground), así que una cosa por otra, supongo.
Además de Will Smith y Martin Lawrence, tenemos un ecléctico elenco de viejos conocidos y nuevas adiciones que aportan variedad y un nivel ligeramente "meta" de humor. Joe Pantoliano regresa como el iracundo Capitán Howard, constantemente enojado por la indisciplina de Lowrey, pero consciente de que es el mejor detective del Departamento. Theresa Randle, Bianca Bethune y Dennis Greene interpretan a la familia de Marcus, con muchas buenas razones para apoyar su decisión de retirarse. Kate del Castillo y Jacob Scipio son villanos adecuadamente excéntricos y sanguinarios para ajustarse a los estándares de la película (dos palabras: magia negra). Y Paola Núñez, Vanessa Hudgens, Charles Melton y Alexander Ludwig representan la "nueva escuela" de la fuerza policíaca, apoyándose en tecnología e investigación en vez de las irresponsables rutinas de Lowrey. A fin de cuentas nada importa mucho, pero tienen buenos momentos y nos dan un respiro de la exhausta dinámica entre los protagonistas.
Resumiendo: Bad Boys Para Siempre es una mediana cinta de acción con dos metas contradictorias: respetar la añeja fórmula de la acción noventera, y competir con el estilo moderno establecido por las sagas de Mission: Impossible y Fast and the Furious (entre otras). La ausencia de Michael Bay favorece la integridad del argumento, y casi logramos sentir algo por los personajes; pero la acción nunca alcanza el desorbitado nivel de sus "mejores" obras. Cada espectador sabrá que es más importante para su gusto personal. Si es que la franquicia de Bad Boys aún le importa a alguien.
Calificación: 7.5

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Friday, January 17, 2020

1917



Síntomas: Durante la Primera Guerra Mundial, el Cabo Tom Blake (Dean-Charles Chapman) y el Cabo Will Schofield (George MacKay) reciben órdenes de internarse en territorio enemigo para entregar un mensaje que podría salvar miles de vidas, y tal vez hasta cambiar el curso de la guerra.

Diagnóstico: 1917 es una monumental proeza técnica y un sincero homenaje a los sacrificios de los soldados motivados no por alguna abstracta ideología política, sino por la indestructibles hermandad forjada entre individuos que dependen de cada uno para sobrevivir física y mentalmente. El director Sam Mendes creó una historia simple en su forma pero ambiciosa en su fondo (dedicada a su abuelo, cuyas experiencias en la Primera Guerra Mundial inspiraron el libreto), con un mensaje que no está limitado a un conflicto bélico específico, sino a la totalidad del sufrimiento humano.
Habiendo dicho eso... 1917 se siente curiosamente plana y pasiva. Sin duda es una película interesante por su contexto histórico (la Primera Guerra Mundial nunca ha sido popular en el cine, y quizás ésta sea la película más "grande" realizada sobre el tema), y visualmente atractiva por su notable cinematografía y extraordinaria manufactura técnica; pero carece del impacto emocional indispensable en el cine bélico para trascender los clichés del conflicto armado. En otras palabras: 1917 no tiene el mismo efecto emocional que, por ejemplo, Saving Private Ryan, Apocalypse Now, o incluso Paths of Glory. Pero aún así merece una efusiva recomendación por sus innegables virtudes visuales y el talento de los actores que lograron mucho con muy poco.
Dean-Charles Chapman (Blinded by the Light) y George MacKay (Captain Fantastic) interpretan a Tom Blake y Will Schofield, dos soldados británicos seleccionados prácticamente al azar para cumplir una misión de extrema importancia y gran peligro, que los llevará a lo más profundo del territorio francés controlado por el ejército alemán para llevar un mensaje que podría evitar una masacre de tropas aliadas. Entonces, a través de los ojos de estos soldados presenciamos los horrores de la guerra de trincheras, mientras escuchamos sus conversaciones y conocemos gradualmente su carácter y detalles de su vida personal. Y desde luego la misión presentará retos que pondrán a prueba el patriotismo de los soldados, su amistad, y hasta sus principios morales. Chapman y MacKay expresan todo eso y más por medio de actuaciones sutiles y mesuradas. Como buenos soldados británicos, no hay lugar para aspavientos ni desplantes emocionales... y sin embargo sentimos el peso de cada decisión, la tensión de cada paso que los lleva a un destino incierto, impulsados por el honor de su cargo y la responsabilidad que sienten hacia su regimiento, hacia sus superiores, y hacia cada uno. Por cierto, malas noticias para fans de Colin Firth y Benedict Cumberbatch: sus respectivas apariciones apenas ocupan un minuto al principio y un minuto al final (respectivamente). No sé si un poco más de "star power" le hubiera dado más fuerza a 1917, pero Chapman y MacKay hacen un eficiente trabajo como protagonistas, y con eso basta para sostener la película.
No obstante, el auténtico héroe de 1917 es el director de fotografía Roger Deakins (Blade Runner 2049, Sicario). La película simula estar filmada en una toma continua; y, aunque sabemos que existen muchas herramientas digitales para ocultar los cortes y disimular las costuras del proceso de filmación, es impresionante el nivel de coordinación que debió requerir la ejecución de largas escenas meticulosamente coreografiadas y capturadas con una mágica cámara flotante que siempre está en el lugar correcto, y nunca revela sus limitaciones físicas. No es exactamente como la cámara flotante de The Revenant; y tampoco es como Birdman (otra película de "una sola toma"); pero Deakins y Mendes hicieron algo igualmente memorable, que le da una textura única a la película y nos distrae del flojo argumento.
De hecho, podría decir que 1917 vale más por su técnica que por su historia. Y, como tal, merece verse en un cine con buen sonido para disfrutar la experiencia sensorial que nos transporta por igual al campo de batalla en Francia, o a un refugio subterráneo lleno de ecos y sonidos misteriosos. En lo personal prefiero una buena historia por encima de "gimmicks" técnicos... pero cuando los "gimmicks" son tan buenos, bastan para recomendar una película. Y, claro, no podemos olvidar el homenaje a los soldados que soportaron incontables atrocidades para que ahora, cien años después, podamos revivir sus hazañas en la pantalla IMAX con sonido Dolby. Es mejor no pensar en la ironía.
Calificación: 8.5

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Wednesday, January 15, 2020

Memory: The Origins of Alien



Síntomas: Documental sobre la filmación de la película Alien, incluyendo entrevistas con el personal creativo, y análisis de sus influencias religiosas, artísticas y literarias.

Diagnóstico: Con tantos documentales serios y relevantes sobre política, injusticias sociales y ecología, parece irresponsable gastar el tiempo en algo tan trivial como una película de terror de hace cuarenta años. Sin embargo, para fans de Alien (como yo), Memory: The Origins of Alien es una fantástica indulgencia que arroja nueva luz sobre la creación y consecuencias de una de las obras más memorables del cine moderno, y eso basta para justificar el estudio de la mitología detrás de su origen.
O, mejor dicho, mitologías.
El director Alexandre O. Philippe explora el carácter y contexto cultural de muchas personas involucradas en la creación de Alien, empezando por los escritores Dan O'Bannon y Ronald Shusset. O'Bannon escribió una historia incompleta titulada "Memory", que básicamente cubría la primera media hora de Alien, pero no sabía cómo continuarla. Entonces Shusett, tomando inspiración de algunas historias de EC Comics y B-Movies de ciencia ficción, añadió los demás elementos que hoy se han convertido en parte integral de la cultura popular.
Posteriormente se unió al proyecto el director original Walter Hill y el pintor H.R. Giger, cuya pesadillesca visión estableció la estética de la película... o al menos ese era el plan, hasta que Giger fue despedido por los ejecutivos de 20th Century Fox que consideraron su trabajo perverso y enfermizo (desde entonces tenían talento para arruinar cosas buenas, aparentemente). Después Walter Hill renunció, y bueno, no diré más... pero encontré fascinante la mezcla de influencias que cada individuo aportó a la creación de la película.
Memory: The Origins of Alien sigue el formato convencional de un documental, entrevistando por igual a individuos que participaron en la filmación, y fans contemporáneos que ofrecen su interpretación personal de los temas y simbolismo de la cinta. Nada extraordinario o genuinamente innovador, pero aún así es muy interesante diseccionar pequeñas escenas y momentos de Alien que toman nueva dimensión con las explicaciones de estos expertos. Entre los entrevistados "clásicos" están Ronald Shusett, co-escritor; Diane O'Bannon, la viuda de Dan O'Bannon, los actores Tom Skerrit y Angela Cartwright (Sigourney Weaver brilla por su ausencia, desafortunadamente), el inigualable Roger Corman, y el director de arte Roger Christian (quien muchos años despés se volvería famoso por dirigir Battlefield Earth)(aunque Philippe tiene la decencia de omitir ese detalle). Y de este lado del siglo veintiuno el director entrevista a Axelle Carolyn (escritora de Fangoria y Rue Morgue), Ben Mankiewicz (conductor del canal Turner Movie Classics), Clarke Wolfe (del podcast Sending the Wolfe), y el director Adam Egypt Mortimer (Some Kind of Hate, Daniel Isn't Real), quien tiene algunas creativas teorías sobre la famosa escena del "chestbuster".
Lo cual nos lleva al principal problema de Memory: The Origins of Alien (aunque para algunas personas podría ser su principal virtud). Alexandre O. Philippe dedica casi la mitad del documental a la icónica escena donde el embrión del xenomorfo escapa explosivamente del pecho de Kane (John Hurt). Perdón... ¿spoiler? Sin duda es muy interesante recontar los problemas técnicos de la escena, los recuerdos de los actores que participaron en ella, y el "origen secreto" de la criatura (un cuadro religioso de otro pintor moderno). Sin embargo, desde el punto de vista del documental, ahí termina Alien, dejando prácticamente sin mención el memorable tercer acto, y sin analizar las más controversiales decisiones del director Ridley Scott.
Quisiera pensar que esas omisiones sugieren el potencial de una secuela, pero lo más probable es que Philippe simplemente quiso terminar con la escena más famosa de Alien, lo cual es comprensible, pero decepcionante para fans (como yo) que querían un examen más detallado de las acciones del xenomorfo, su ciclo reproductivo, y los demás elementos que constituyen el horror complementario de la ciencia ficción.
A pesar de esa notable falla (en mi opinión), Memory: The Origins of Alien es un documental indispensable para fans de Alien. Incluso quienes ya vieron todos los "extras" de los DVDs, Blu-Rays y hasta Laser Discs de antaño, encontrarán algo nuevo en Memory: The Origins of Alien para enriquecer la experiencia de la saga, e incrementar su aprecio por la "tormenta perfecta" de talentos que se conjugaron mágicamente para crear una obra monumental del horror contemporáneo. Tal vez este modesto documental no cambiará al mundo; pero Alien ciertamente lo cambió, y vale la pena recordar cómo lo hizo.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, January 13, 2020

One Cut of the Dead



Síntomas: Durante la filmación de una película de zombies se desata una infestación de zombies reales, lo cual complica la producción... pero también ofrece la oportunidad de alcanzar el nivel de realismo que buscaba el director Hirugashi (Takayuki Hamatsu).

Diagnóstico: Antes que nada, es una pena que One Cut of the Dead haya tardado tantos años en llegar legalmente a sistemas de distribución digital y Video On Demand. Después de recibir aclamación unánime en múltiples festivales de cine, y considerable éxito en mercados especializados, parece mentira que nadie haya aprovechado la oportunidad de distribuirla internacionalmente cuando estaba en su máximo nivel de popularidad. En fin... un ejemplo de que aún falta mucho camino por recorrer para democratizar la distribución global y derribar las arbitrarias barreras regionales que solo perjudican a la industria y fomentan la piratería. Fin del comentario editorial que nadie pidió.
Afortunadamente los rumores son ciertos: One Cut of the Dead es una ingeniosa y divertida re-interpretación del cine zombie, que no solo rinde tributo al género, sino a la tenacidad e imaginación de los autores independientes que lo han mantenido vivo durante tanto tiempo. Y también es una gentil sátira de ese mismo cine, sumergido en tantos "gimmicks" y "retcons" (¿zombies lentos o rápidos?) que a veces es fácil olvidar el valor artesanal y el talento humano detrás de una buena historia de zombies. O de una mediocre historia de zombies.
Pero aquí es donde se complica la situación... la película dentro de la película que se filma en One Cut of the Dead es intencionalmente mala; o al menos intencionalmente barata. Por lo tanto, el director Shin'ichirô Ueda (me refiero al director REAL, no al director que aparece dirigiendo la cinta de zombies dentro de la película) utiliza las mismas herramientas de baja calidad... en parte porque es parte del humor, y en parte porque, sí, One Cut of the Dead también es una película "indie" de bajo presupuesto.
El truco consiste en comprender que no estamos viendo una historia de terror, sino un pseudo-documental sobre colaboración creativa, un drama sobre una familia unida por su afición al cine, y una comedia sobre las peripecias de individuos con buenas intenciones luchando contra una impredecible situación donde todo puede salir mal. Y cuando algo sale mal, es aún más divertido.
Las actuaciones son horribles y brillantes; la cinematografía es totalmente plana y al mismo tiempo ideal para capturar los accidentes de una caótica filmación improvisada; y el libreto de Ueda (basado en la novela "Ghost in the Box", de Ryoichi Wada, aunque no tengo la menor idea de cómo sería su forma literaria) da tantas vueltas sobre sí mismo que parece una banda de Möbius, con dos lados que se fusionan en uno solo y no tienen principio ni final. En resumen: una de las experiencias más "meta" del nuevo siglo.
Estoy inflando la crítica con ambiguos elogios porque no quiero revelar las múltiples e inesperadas sorpresas de One Cut of the Dead. Baste decir que es una auténtica joya oculta absolutamente recomendable... pero no como película de horror, sino como homenaje al cine independiente, confirmando que hasta un sub-género que parecía estéril por tanto uso aún puede sorprendernos... aunque haya tardado tanto tiempo en llegar. Afortunadamente valió la pena la espera.
Calificación: 9

IMDb

Sunday, January 12, 2020

Amenaza en lo Profundo (Underwater)



Síntomas: Después de un catastrófico accidente, los tripulantes de la estación submarina Kepler, en la Fosa de las Marianas, deben tomar medidas extraordinarias para sobrevivir. Y entonces las cosas se complican cuando descubren que no están solos en el fondo del mar.

Diagnóstico: En general me gusta el sub-género del "horror acuático", pero tengo especial predilección por las cintas del siglo pasado que trataron de responder la pregunta: "¿Cómo sería Alien bajo el agua?"
Desde las obras "buenas" de aquel período (Leviathan, Deepstar Six), hasta las malas (The Rift, Creature), sin olvidar las ridículas (Lords of the Deep), todas confirmaron una verdad incontrovertible: es muy fácil copiar la fórmula de Alien (criatura mortal cazando gente en los corredores de alguna remota instalación)... pero es prácticamente imposible duplicar el suspenso, horror y drama de la cinta original.
Y ahora Amenaza en lo Profundo (¿cuánto se habrá tardado el Maestro Traductor en crear ese poema descriptivo?) enfrenta la oportunidad de hacer su propia copia submarina de Alien con todos los recursos del siglo veintiuno. ¿Le fue mejor o peor que aquellos arcaicos experimentos analógicos? En mi opinión, le fue bastante bien, con algunos inevitables problemas asociados a la fórmula, y otros relacionados con el personal creativo. Pero Amenaza en lo Profundo me divirtió bastante, y cumplió los mínimos requisitos para recomendarla como un sólido híbrido de horror y ciencia ficción que no extendió demasiado su ambición, ni perdió su sentido del humor.
Lo primero que destaca en Amenaza en lo Profundo es la urgencia de la narrativa. Cualquier otra película hubiera dedicado quince o veinte minutos para introducir a los personajes, sus roles dentro de la base submarina Kepler, y las dinámicas personales que veremos florecer o extinguirse durante la siguiente hora y media. Pero Amenaza en lo Profundo empieza de lleno en la acción. Un terremoto (o algo) destruye parte de la base, y la ingeniero Norah Price (Kristen Stewart) tiene que actuar de inmediato para salvar su vida y la de algunos compañeros. Y, naturalmente, también tiene que hacer sacrificios que resonarán durante el resto de la historia, porque el componente emocional es indispensable en la moderna receta de horror/acción.
Es un buen comienzo, aunque un poco confuso; pero el director William Eubank (The Signal) confía en que el público asimilará rápidamente lo que está pasando. La ventaja de usar una fórmula tan gastada es que no requiere explicaciones. A partir de ahí llegamos a la sección intermedia, donde Eubank quita el pie del acelerador por un momento para contemplar nuevos retos, diseñar planes de escape, y encontrar soluciones arriesgadas a obstáculos imposibles que incrementan el peligro y elevan la tensión. Y luego viene lo bueno... la introducción de los monstruos, obviamente influenciados por la literatura lovecraftiana, lo cual oprime otro de mis botones favoritos en el cine de terror. Traducción: no esperen mucha objetividad de mi parte cuando entran a escena las criaturas del abismo con tentáculos y formas pesadillescas. ¡Cthulhu fhtagn!
Kristen Stewart es una adecuada protagonista, aunque hubiera preferido que se invirtieran los papeles con Jessica Henwick, quien aparece en el papel de bióloga temerosa hasta de su propia sombra. Stewart no es muy expresiva en el papel de Norah Price, la "ripley" de la película, pero muestra adecuada convicción y presencia física en situaciones de crisis. El diseño de producción está repleto de ingeniosos detalles que dan realismo a la base submarina (muy necesario, ya que la "ciencia" es absolutamente laxa e inverosímil), y la dirección de Eubank distribuye eficientemente los conflictos humanos y los ataques de las criaturas para mantener el balance dramático de la película. Las muertes no tienen mucho impacto emocional, pero al final quedamos con un buen grupo de sobrevivientes que queremos conservar. Y ahí es donde Amenaza en lo Profundo se acerca un poco al horror primigenio de Alien... aunque sea por unos minutos. Pero eso basta para recomendarla, con las debidas precauciones sobre clichés y mediocres actuaciones que son normales en cualquier "B-Movie", incluso cuando tuvo un saludable presupuesto.
Por cierto, otra cosa que es muy fácil copiar de Alien: poner a la protagonista en ropa interior al final de la película. Infalible recurso para recuperar la atención del público.
Calificación: 8

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Saturday, January 11, 2020

Una Guerra Brillante (The Current War)



Síntomas: A fines del siglo diecinueve, Thomas Edison (Benedict Cumberbatch) y George Westinghouse (Michael Shannon) compiten por diseñar un sistema eléctrico confiable y eficiente que impulsará al mundo moderno.

Diagnóstico: Me gustaron todos los elementos individuales de Una Guerra Brillante, empezando por la increíble dirección de Alfonso Gómez-Rejón, ágil y fluida para darle energía (ja, ja) a una historia relativamente seca sobre detalles tecnológicos y estrategias financieras que hubieran parecido estériles dentro de un formato más convencional. Las actuaciones de Benedict Cumberbatch y Michael Shannon explotan con la pasión de dos legendarios inventores cuya visión del futuro trascendía sus respectivas áreas de especialización. Y el estilo visual conjuga con gran sentido artístico el período histórico de finales del siglo diecinueve con una sensibilidad contemporánea, utilizando impecable edición y fluidos movimientos de cámara para complementar las emociones de cada escena, al mismo tiempo que deleita nuestra vista con ingeniosas composiciones y creativo uso de locaciones reales (por ejemplo, la ceremonia fúnebre que parece salir de las páginas de Sandman).
Sin embargo, hay algo en la fusión de todos estos elementos que me dejó insatisfecho. Y creo que fue el aspecto histórico.
Siempre he dicho que no conviene esperar lecciones de historia en el cine. Y, francamente, no me preocuparon las libertades creativas que tomó el director para retratar la rivalidad entre Thomas Alva Edison (Benedict Cumberbatch), George Westinghouse (Michael Shannon) y Nikola Tesla (Nicholas Hoult), porque el argumento está bien balanceado y lleva un buen ritmo que hace tolerable cualquier inconsistencia histórica. Pero aún así sentí algo fundamentalmente "falso" en Una Guerra Brillante... como un homenaje abstracto y arbitrario sin mucho respeto por la Historia (con mayúscula) que intenta usurpar.
No sé... es una queja demasiado ambigua, y desde luego es totalmente personal, así que no podría usarla como razón válida para criticar Una Guerra Brillante. Solo pensé que sería justo mencionarla.
Hablando de "personal", otra cosa que no me gustó (y eso viene desde mucho antes de ver la película) fue la práctica de matar animales con electricidad que Thomas Edison veía como un juego... una exhibición teatral para impresionar al público con sus inventos. Claro, en la película lo plantean como algo necesario, y Benedict Cumberbatch tiene el talento necesario para insinuar un poco de remordimiento, pero tengo entendido que la realidad fue mucho más cruel. No es una parte sustancial de la trama, pero me dejó un sabor amargo hasta el final.
Por lo demás, como dije, creo que Gómez-Rejón hizo un excelente trabajo inyectando vida en una historia que podría haber sido monótona y desabrida. La hipnótica cadencia audiovisual que desarrolló en sus previas películas (The Town That Dreaded Sundown y Me and Earl and the Dying Girl) se manifiesta de nuevo, pero en una forma más madura y consciente de las necesidades del argumento. Ya no es un adorno para vestir una historia simple, sino parte integral de la experiencia cinematográfica.
Además de Cumberbatch y el siempre genial Michael Shannon, tenemos sólidas participaciones de Katherine Waterston, Tom Holland; Tuppence Middleton, Matthew Macfadyen, y Stanley Townsend. Me abstendré de mencionar cuántos superhéroes se reúnen en esta película porque quiero parecer más serio en el nuevo año. Pero ciertamente hay un impresionante "crossover" en el elenco.
Entonces, Una Guerra Brillante cuenta una historia interesante de manera dinámica y expresiva, con notables actuaciones y un atractivo estilo visual. Debería haberla disfrutado más... pero al final no sentí casi nada. Excepto ganas de ver una secuela exclusivamente sobre Nikola Tesla. Y ahora con Thor, por favor, para armonizar con el tema.
Calificación: 8

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Friday, January 10, 2020

Un Buen Día en el Vecindario (A Beautiful Day in the Neghborhood)



Síntomas: El reportero Lloyd Vogel (Matthew Rhys) tiene problemas familiares y laborales, pero todo empieza a cambiar cuando entrevista a Fred Rogers (Tom Hanks), el veterano conductor de un programa educativo infantil que realmente se preocupa por su público.

Diagnóstico: En algunas críticas de insípidas películas biográficas he mencionado que sería preferible pasar media hora en Wikipedia leyendo fechas y detalles relevantes en la vida del individuo en cuestión, en vez de gastar dos horas de hueco melodrama y clichés sentimentales. Creo que la directora Marielle Heller (Can You Ever Forgive Me?) pensó algo similar, y por eso la cinta Un Buen Día en el Vecindario ignora por completo fechas y detalles para enfocarse en el espíritu de Fred Rogers, así como la paciencia y compasión que transformaron su sencillo programa educativo en inolvidables lecciones de vida para millones de seguidores que lo recuerdan con gran afecto como una influencia positiva en su desarrollo emocional.
Vale aclarar en este momento que yo crecí con Plaza Sésamo, y nunca vi un episodio completo de Mr. Rogers' Neighborhood. Solo breves fragmentos en mi adolescencia durante los ochentas, mientras esperaba el inicio de Doctor Who (en aquel entonces con Tom Baker o Peter Davidson) en el canal cultural PBS. Obviamente yo ya estaba viejo para esas lecciones infantiles; y, para el caso, me gustaba más Pee-wee's Playhouse, con su caótica energía y surrealista sentido del humor. Entonces, no guardo nostalgia alguna por Mr. Rogers... y aún así pude disfrutar Un Buen Día en el Vecindario, gracias al sincero libreto de Noah Harpster y Micah Fitzerman-Blue (inspirado en un artículo auto-biográfico de Tom Junod para la revista Esquire); a la dirección de Marielle Heller, por su audacia para tomar esta biografía en una dirección completamente inesperada; y, desde luego, a la actuación de Tom Hanks, capturando con asombrosa precisión la esencia de Rogers y su apariencia física, con ayuda del sutil maquillaje diseñado por Ma Kalaadevi Ananda. Cierto, al no tener esa conexión emocional con mi infancia, no logré "sentir" las partes más impactantes de la cinta (por ejemplo, la escena de la cafetería), pero eso no me impidió apreciar sus considerables virtudes, y salir del cine con una sonrisa.
Habiendo dicho eso, la narrativa de Un Buen Día en el Vecindario se tropieza de vez en cuando con sus afectaciones estilísticas. Me gustó mucho el uso de maquetas para establecer locaciones, pero a veces chocan con las auténticas tomas exteriores. Y los momentos "imaginarios" que acompañan la lucha de Vogel por superar sus problemas no siempre armonizan con el tono de la escena. De cualquier modo es admirable la convicción de la película para ilustrar los principios e ideología de Mr. Rogers por medio de un intenso estudio de carácter... de otra persona. Mr. Rogers termina siendo una figura secundaria en su propia película; y esta curiosa decisión se vuelve más lógica conforme conocemos la filosofía de Rogers, su relación con sus fans, y con sus propios retos personales.
En el papel protagónico, Matthew Rhys confirma el talento que vimos durante tantos años en The Americans. El reportero Lloyd Vogel no es una mala persona, pero las presiones y resentimientos familiares abruman su carácter y corrompen su percepción de los demás. Quizás por eso es tan bueno en su trabajo. Por su parte, Tom Hanks aborda el papel de Fred Rogers en el ocaso de su carrera, ya maduro, pero sin perder su afable disposición y entusiasmo por enseñarle cosas nuevas al público... o a cualquier persona que lo necesite. Los primeros encuentros entre Rogers y Vogel son un poco tensos... Vogel no sabe si puede tomar en serio a este hombre jugando con títeres; y Rogers intuye los problemas del reportero, pero respeta sus límites. Y así, durante dos horas vemos cómo su mutua influencia transforma sus vidas.
Eso basta y sobra para comprender la devoción que Fred Rogers sigue inspirando en sus fans, y su importancia como "papá postizo" de varias generaciones que aprendieron muchas cosas con él. Cosas que tal vez no enseñaban en Plaza Sésamo, pero que fueron igualmente importantes en el desarrollo de su audiencia. Mientras tanto, Pee-wee Herman solo nos enseñaba a pegarnos cinta adhesiva en la nariz.
Calificación: 8.5

IMDb

Thursday, January 9, 2020

School Spirit



Síntomas: Cinco jóvenes cumplen un castigo sabatino en la Preparatoria Helbrook, donde varios estudiantes han desaparecido misteriosamente. ¿Será cierto el rumor de un fantasma vengativo que elimina a los peores estudiantes de la escuela?

Diagnóstico: Aunque existen incontables cintas "slasher" con tema escolar, creo que nunca había encontrado una que fusionara el argumento de The Breakfast Club (una de mis comedias juveniles favoritas) y la clásica fórmula del asesino enmascarado. Suena fácil al principio, pero mientras veía School Spirit reconocí los múltiples retos existentes para mantener la estructura de una sin sacrificar la atmósfera de la otra... y al final terminé admirando el trabajo realizado por el director Mike Gan y los guionistas Patrick Casey y Josh Miller para conciliar horror y melodrama con adecuado ingenio, un poco de humor, y la obligatoria sangre que define al cine slasher. School Spirit no es una película perfecta, y quizás sea demasiado ligera para fans "hardcore", pero cumplió su propósito de entretener a este cínico fanático del horror ochentero.
También cabe mencionar que, estrictamente hablando, School Spirit no es una "película" formal, sino un episodio de la serie Into the Night (exclusiva de Hulu, y difícil de ver fuera de los Estados Unidos; yo lo logré con Unlocator, pero los resultados varían semana a semana). Sin embargo funciona perfectamente como historia individual, y puede disfrutarse sin conocimiento previo del resto de la serie (como fue mi caso).
Todo empieza con una colección de los básicos estereotipos estudiantiles, cada uno con sus respectivos problemas y aspiraciones: Erica (Annie Q.) es la niña perfecta con altas notas y planes para ingresar a Harvard. Lizzy (Jessi Case) es la chica problemática con un hogar infeliz. Víctor (Julian Works) es el tipo rudo con un secreto en su pasado; Russ es el "stoner" sin rumbo fijo; y Brett (Corey Fogelmanis) es el chico sensible. El encargado de cuidarlos es el sub-director Armstrong, con sus propios secretos y un hostil temperamento que no tolerará indisciplina alguna. Aunque, desde luego, puede "ir un momento a su oficina" con suficiente frecuencia para que los alumnos se metan en problemas... y empiecen a desaparecer.
La leyenda local del "espíritu escolar" es simpática, pero nadie cree en un asesino paranormal. Es más probable que alguien muy humano esté acechando los corredores desiertos de la escuela... ¿pero quién podrá ser?
Uno de los retos que mencioné hace un momento es que cinco víctimas parecen pocas para una cinta slasher. Bueno, seis si consideramos al Sr. Armstrong... aunque él podría ser el asesino, ya que odia a los estudiantes (con buena razón). Afortunadamente School Spirit no se apoya en la cantidad de "kills", sino en el suspenso de la espera, y los giros inesperados de la trama.
Los ataques del asesino enmascarado ("disfrazado" sería más correcto) son cautos y precisos, con cierto método que sugiere un plan concreto. No hay pistas significativas para adivinar su identidad, pero cuando se revela su origen tiene cierta lógica que solo sería posible en una cinta "slasher". Traducción: entre menos pensemos, mejor. Y al final, la chica o chico final añade una valiosa moraleja para fans del género: el sobreviviente no siempre es "bueno".
Entonces, School Spirit funciona como un ligero aperitivo "slasher" para pasar un rato divertido. Desde luego existen mejores "platos fuertes", como Terrifier y Victor Crowley; y mejores recetas "gourmet", como Tragedy Girls y Happy Death Day. Pero School Spirit logró satisfacer el hambre que no sabía que tenía: The Breakfast Club con decapitaciones. No me puedo quejar.
Calificación: 7.5

IMDb

Wednesday, January 8, 2020

Impossible Horror



Síntomas: Todas las noches la joven Lily (Haley Walker) escucha un grito escalofriante en los alrededores de su edificio, y decide investigar su origen. Así conoce a Hannah (Creedance Wright), que está haciendo lo mismo, y se unen para desentrañar el misterio.

Diagnóstico: Además de las obvias ventajas para el público (como yo), la explosión de servicios de "streaming" tiene el beneficio adicional de "resucitar" cintas más o menos recientes de buena calidad, que por alguna razón no encontraron distribución comercial. Por ejemplo, Impossible Horror (2017), una inteligente y entretenida muestra canadiense de horror "micro-budget" con excelente dirección, una intrigante premisa, y calidad visual que trasciende sus limitaciones económicas. Ah, y sin olvidar esos sutiles toques lovecraftianos que siempre encuentro irresistibles.
Para compensar su modesta presentación, Impossible Horror atiborra el argumento con fascinantes ideas que, lamentablemente, no siempre llegan a conclusiones satisfactorias. Pero el viaje es lo que importa, y en sus breves 76 minutos (incluyendo créditos), encontramos un continuo desfile de nuevos componentes del misterio principal, nuevos detalles sobre el pasado de las protagonistas, y hasta emocionantes secuencias al estilo de The Blair Witch Project.
Esa referencia me obliga a aclarar que Impossible Horror NO es una película de "found footage" (¡gracias a Cthulhu!), aunque de vez en cuando integra los confusos videos que Lily graba en su teléfono durante las pesquisas nocturnas con Hannah, mientras buscan la fuente del grito. Y ahí es donde las cosas empiezan a complicarse: no toda la gente escucha el grito; no siempre proviene de la misma dirección; y en ocasiones aparecen objetos que ofrecen pistas sobre su origen. Por si eso no fuera suficiente, el departamento de Lily también está "embrujado"; una pandilla de delincuentes frecuenta las mismas calles; y el celoso guardia de seguridad (interpretado por el director Justin Decloux) no quiere a las muchachas grabando quién sabe qué a altas horas de la noche en los jardines privados del complejo habitacional.
Como dije, pasan tantas cosas que no hay tiempo para pensar ni para aburrirse. Y lo mejor es que todo conecta razonablemente bien, de modo que no son solo distracciones para llenar el tiempo, sino piezas fundamentales de un interesante misterio cuya dimensión apenas empezamos a descubrir.
Las actuaciones son adecuadas para una "B-Movie" de micro-presupuesto. No hay efectos digitales, y solo un poco de "gore" al final, no muy realista, pero funcional. Lo que me sorprendió mucho fue la cinematografía nocturna, uno de los grandes problemas del horror independiente. El director de fotografía Aidan Tanner logra mantener todo claro y visible, sin perder la amenaza de la oscuridad, ni arruinar algunos sólidos sobresaltos diseñados sin intervención digital... simplemente con buena planeación y perfecta coordinación de talentos.
Para ser justos, Impossible Horror pierde un poco de coherencia al final, con demasiadas revelaciones y soluciones arbitrarias que, sí, tal vez son consistentes con la mitología establecida, pero de todos modos se sienten improvisadas. Sin embargo, nada de eso empañó mi entusiasmo por el creativo desarrollo de una historia muy simple en su forma, pero compleja en sus connotaciones y ambiciosa en sus ideas. Me recordó otras cintas "micro-budget" como Freaky Faron, They Look Like People, y The Transfiguration, lo cual es, en mi opinión, la mejor recomendación que puedo darle a Impossible Horror. Ahora solo falta explorar más rincones de Netflix y Amazon Prime para encontrar pepitas de oro entre el detritus. No será oro de muchos quilates, pero algo es algo.
Calificación: 8

IMDb