Thursday, May 31, 2018

Thoroughbreds



Síntomas: Lily (Anya Taylor-Joy) y Amanda (Olivia Cooke) eran amigas en la infancia, pero se distanciaron después de un incidente del que nadie quiere hablar. Y ahora, en su adolescencia, reanudan su amistad con inesperados resultados.

Diagnóstico: Thoroughbreds ofrece la oportunidad de usar el término "hitchcockiano" con plena justificación, no solo por la creciente tensión que nos mantiene cautivos de principio a fin, sino por retratar los conflictos internos y externos de dos protagonistas manipuladoras, pero con un cierto grado de conciencia que las obliga a cuestionar algunas decisiones de vida o muerte. Literalmente.
Claro, Hitchcock prefería usar estoicos hombres de negocios o desesperados criminales como protagonistas de sus thrillers, mientras que Thoroughbreds se enfoca en dos adolescentes de buenas familias y con intereses propios de su edad... lo cual hace más perturbador el colapso gradual de la moralidad y la cadena de eventos que llevarán a... un desenlace al mismo tiempo inesperado y perfectamente lógico que recordaré durante mucho tiempo.
Obviamente no diré más sobre la trama, pero puedo hablar (y hablar, y hablar) de los actores que interpretan este fascinante misterio/estudio de carácter con sublime convicción y realismo.
Después de admirar su enorme rango histriónico en cintas como The Witch, Morgan, Split, y la miniserie The Miniaturist, Anya Taylor-Joy se está convirtiendo en una de mis actrices favoritas, capaz de abordar cualquier papel (o período histórico) con igual naturalidad en su desempeño y actitud. Su trabajo en Thoroughbreds es igualmente notable, pues construye un personaje engañosamente simple que gana nuevas dimensiones conforme descubrimos sus traumas personales, su caprichoso carácter, y las circunstancias familiares que ponen en peligro su futuro.
Sin embargo, la gran revelación de Thoroughbreds es Olivia Cooke... lo cual no debería sorprenderme, pues su mera presencia ha rescatado cintas mediocres como The Quiet Ones y Ouija; y cuando encuentra un buen libreto el resultado casi siempre es espectacular. Algunos ejemplos: The Signal, Me and Earl and the Dying Girl y The Limehouse Golem. Sin embargo su interpretación de Amanda en Thoroughbreds quizás sea la mejor de su carrera (hasta el momento): una joven claramente psicópata (o como quieran describirla sus psicólogos) y agresivamente honesta, que se involucra por casualidad en la "perfecta" vida de Lily (¿o habrá sido planeado?), quien hasta ahora reconoce el peligroso potencial de su ex-mejor amiga. Y viceversa. Una combinación volátil que parece destinada a terminar en tragedia... aunque no necesariamente por la ruta que esperamos.
También merece mención el gran Anton Yelchin en el papel de un patético "dealer" con grandes sueños de superación, pero con una personalidad pusilánime que podría hacerlo fácil víctima de las astutas muchachas. Yelchin falleció en el 2016, lo cual indica cuánto tiempo transcurrió antes de que Thoroughbreds obtuviera distribución internacional. Una excelente película con perfecta dirección, música y cinematografía se queda "enlatada" durante años, mientras cada mes encontramos otro bodrio de "found footage" listo para decepcionar. Así es la industria, supongo.
En fin, regresando al tema, Thoroughbreds (que no es realmente horror, sino thriller psicológico) es como una combinación de Les Diaboliques y Heavenly Creatures, no tanto por seguir las aventuras de dos muchachas incomprendidas, sino por explorar la confusa naturaleza de individuos "normales" que ocultan oscuros aspectos de su personalidad listos para salir a la superficie con el estímulo adecuado. Lo cual podría ser una gran ventaja en la competitiva sociedad contemporánea.
Calificación: 9

IMDb

Wednesday, May 30, 2018

Curvature



Síntomas: Un mes después de perder a su esposo, Helen Phillips (Lyndsy Fonseca) despierta sin recuerdo alguno de los siete días anteriores... y además alguien la está persiguiendo. Entonces empieza a recibir misteriosas llamadas telefónicas que tratan de ayudarla a comprender su situación.

Diagnóstico: Me gustan mucho las historias sobre viaje en el tiempo, pero he aprendido que es mejor no analizarlas demasiado, pues su estructura interna tiende a derrumbarse bajo el peso de las inevitables paradojas que surgen cuando se borra la línea entre pasado, presente y futuro... o algo así. Y en otras ocasiones los problemas surgen simplemente por la ineptitud de directores y guionistas que no se tomaron el tiempo suficiente para considerar las consecuencias de una historia inherentemente ilógica.
Afortunadamente Curvature pertenece a la minoría de películas sobre manipulación temporal que se siente sólida y consistente de principio a fin, aunque nos obliga a pensar un poco y reserva sus (cuestionables) respuestas hasta el último momento, manteniendo así el misterio sobre las inusuales experiencias de la protagonista.
Esto no significa que Curvature sea perfecta. Los personajes son demasiado superficiales, la motivación del villano (o villanos) me pareció muy vaga, y el director Diego Hallivis emplea constantes digresiones para rellenar la historia y demorar las explicaciones el mayor tiempo posible. Pero a fin de cuentas las piezas del rompecabezas embonan bastante bien, y me dejó satisfecho con su minimalista pero bien planteada premisa.
Y si bien el reparto sufre similares irregularidades, al menos cuenta con una protagonista muy convincente en la forma de Lyndsy Fonseca (Kick-Ass, The Ward), cuya aguda mirada transmite simultáneamente la confusión de Helen y el análisis interno de ciertas descabelladas teorías que podrían explicar su situación actual.
Suena complicado, pero en realidad la trama de Curvature se desarrolla con elegante simplicidad, de manera clara y lineal, empezando con un conveniente acceso de amnesia que borra las memorias de Helen durante una semana. Y así, reconstruyendo gradualmente el pasado, tal vez logrará identificar el peligro del presente... y los pasos que deberá tomar en el futuro para evitar una catástrofe. O para causarla. O para sobrevivir cuando ocurra. Como dije: complicado pero simple.
Acompañando a Fonseca tenemos un adecuado ensamble de actores que hacen su mejor esfuerzo para hacer más interesantes sus anémicos personajes. Zach Avery es Alex, compañero de trabajo de Helen que se ve involuntariamente involucrado en el misterio; Alex Lanipekun interpreta al siniestro agente que quiere asesinar a Helen, o interrogarla, o capturarla con ambiguos fines; y el gran Glenn Morshower (confirmando que ya pasaron casi veinte años desde su memorable interpretación del Agente Pierce en 24) es el afable mentor preocupado por la depresión que sufrió Helen después de perder a su esposo, lo cual podría explicar su paranoia y absurdas fantasías sobre viaje en el tiempo. Finalmente, la legendaria Linda Hamilton aparece como colega de Helen, aunque su papel resulta por completo irrelevante... tal vez es amiga del director y le hizo un favor para elevar un poco el "star power" de la cinta. Como sea, me gustó verla de nuevo en la pantalla.
Entonces, Curvature me pareció una modesta pero recomendable cinta de ciencia ficción, apoyada por una competente (y atractiva) protagonista, una historia ingeniosamente oblicua (pero a fin de cuentas lógica), y un director con buen sentido visual y narrativo que toma en serio el género y no descuida las emociones indispensables para motivar las acciones de los personajes... tanto héroes como villanos. Dudo recordar Curvature durante mucho tiempo, pero durante noventa minutos me atrapó en los enigmas y posibilidades del viaje temporal... y me hizo desear por enésima vez tener un TARDIS o un DeLorean modificado para explorarlas personalmente.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, May 28, 2018

Higher Power



Síntomas: Joseph Steadman (Ron Eldard), un hombre con problemas de adicción y violencia, es involuntariamente sometido a un experimento que podría salvar el mundo y arruinar su vida.

Diagnóstico: Durante más de una hora Higher Power es una frustrante y tediosa experiencia por culpa de un tergiversado libreto que dedica demasiado tiempo a las partes más aburridas de la historia, reiterando una y otra vez los problemas del protagonista y su genérico drama familiar, el cual jamás se siente sincero debido a las mediocres actuaciones del reparto. Sin embargo, existen notables ideas repartidas esporádicamente durante el desarrollo de la cinta, así como fantásticas imágenes concebidas con gran imaginación que desafía su reducido presupuesto. Y al final, los últimos veinte minutos rematan satisfactoriamente la trama con un desenlace épico y espectacular que nunca había visto en la pantalla... aunque toma prestados múltiples elementos de X-Men y Watchmen.
Olvidé mencionar que, en el fondo, Higher Power es una película de superhéroes, aunque el director Matthew Charles Santoro define su auténtico propósito hasta el último momento, y apenas logra compensar la monotonía de los previos setenta minutos de irritante melodrama y pobres actuaciones. Y, como todo lo bueno viene al final, no puedo hablar de ello sin revelar enormes spoilers que arruinarían las escasas sorpresas de la historia.
Pero, bueno... al menos puedo confirmar que la espera vale la pena... en mi humilde opinión.
Higher Power lleva hasta extremos ridículos la típica estrategia de incorporar drama personal a la misión del protagonista. En cierto modo el director lo justifica conectando el sufrimiento de Joe con los resultados del experimento: entre más se alteren sus emociones, más energía generará para... salvar al mundo, o algo así. Sin embargo, eso no disculpa las cansadas escenas donde Joe intenta reconciliarse con sus hijas, ni los flashbacks de felicidad doméstica que se sienten más falsos que un comercial de seguros, con toda la familia abrazándose antes de la obligatoria tragedia que destruyó su estabilidad y provocó rencores que terminaron separándolos.
Todo esto nos lleva eventualmente a la parte pseudo-científica del relato, donde Joe es manipulado por un súper-hacker (de esos que controlan todo y ven todo desde alguna inmunda bodega abandonada) para cometer crímenes e infiltrarse en instalaciones secretas que ocultan un peligroso experimento. Y posteriormente, durante el tercer acto... regresamos al melodrama familiar, en caso de que hubiéramos olvidado la motivación de Joe. Pero después de eso POR FIN llega "lo bueno", con suficiente imaginación gráfica y conceptual para sentir que no perdimos el tiempo (¿o tal vez estoy racionalizando?)
El veterano en efectos especiales Matthew Charles Santoro (The Incredible Hulk, X-Men Origins: Wolverine) hace su debut como director, y obviamente conoce todas las técnicas y herramientas para crear imágenes de millones de dólares por una fracción del costo. Y si bien la idea central de la cinta parece copiada de algún comic de Silver Surfer o Fantastic Four (tiene todo el sabor de Warren Ellis o Grant Morrison), no cabe duda que muestra mayor ambición y creatividad que muchas películas de superhéroes cuyos directores simplemente no reconocieron el potencial del universo que explotaron para beneficio económico (me estoy controlando para no mencionar directamente las películas de DC Comics).
Entonces, Higher Power me pareció una experiencia terrible durante una hora, y luego fascinante al final. Por eso sólo la recomendaría para devotos del cine fantástico con alta tolerancia a las limitaciones de las "B-Movies", y con paciencia para disfrutar un esbozo de genialidad después de muchos minutos de tortura. Sin embargo, al igual que el infeliz Joe, quizás sea pedir un sacrificio demasiado grande por una dudosa recompensa.
Calificación: 6.5

IMDb

Sunday, May 27, 2018

No Me Las Toquen (Blockers)



Síntomas: Julie (Kathryn Newton), Kayla (Geraldine Viswanathan) y Sam (Gideon Adlon) son amigas desde la infancia; y ahora, al borde de la edad adulta, hacen un pacto para perder la virginidad en su noche de graduación escolar. Sin embargo sus padres se enteran del plan, y deciden colaborar para evitar que las muchachas cometan un error que podría arruinar sus vidas.

Diagnóstico: A pesar de ese desafortunado título mexicano (el cual declino usar), la cinta Blockers resultó ser una de las mejores comedias juveniles que he visto en mucho tiempo (aunque, a decir verdad, tampoco ha habido mucha competencia), gracias a un astuto libreto que invierte los roles sexuales tradicionales (casi siempre son hombres los que quieren perder su virginidad), y aborda la sexualidad adolescente sin morbo alguno, pero manteniendo el respeto por algunos valores sociales que conviene observar por simple sentido común.
Al mismo tiempo, Blockers no teme usar el humor vulgar y escatológico que siempre se ha asociado a este tipo de cine, incluyendo groserías, fluidos corporales, y situaciones humillantes a costillas de los protagonistas... y no solo me refiero a los adolescentes, sino a los padres y madre de familia que terminan haciendo cosas peores que sus hijas durante esa fatídica noche de graduación. En resumen: una comedia juvenil que le da un refrescante giro a los estereotipos para transmitir un mensaje positivo y sincero sobre la transición a la madurez.
Pero, un momento... ¿es Blockers realmente una comedia juvenil? No estoy seguro. La pérdida de la virginidad es ciertamente un factor popular en el género, pero el argumento de Blockers se enfoca más en los padres (y madre) de las jóvenes. Los temas de tolerancia y comprensión se extienden por igual a todos los personajes; y, a fin de cuentas, creo que pasamos más tiempo en compañía de los adultos que tratan de "bloquear" a sus hijas, quienes tienen distintas razones para terminar de una vez por todas con el "estigma" de la virginidad. Julie (Kathryn Newton) está muy enamorada de su novio; Kayla (Geraldine Viswanathan) simplemente quiere salir del paso antes de entrar a la universidad; y Sam (Gideon Adlon)(sí, la hija de Pamela Adlon) necesita confirmar ciertas sospechas que determinarán su vida futura.
Tan solo por esa ambición ideológica podemos percibir la enorme diferencia que existe entre Blockers y Superbad (por ejemplo). Claro, también existen similitudes, pero la intención global de la narrativa es tan distinta que me resisto a ubicarlas en la misma categoría.
Pero, bueno... las etiquetas son irrelevantes cuando estamos riendo con las neuróticas aventuras de Lisa (Leslie Mann), Mitchell (John Cena, mejorando cada vez más en su faceta de comediante), y Hunter (Ike Barinholtz, robándose la película como siempre), mientras siguen la pista de sus hijas durante la noche de graduación, al mismo tiempo que discuten sobre sus propios problemas personales... lo cual, naturalmente, conduce a valiosas lecciones de vida que son tan válidas en la madurez como en la adolescencia.
La directora Kay Cannon (haciendo su debut tras una exitosa carrera como guionista) aparentemente incorporó esos aspectos feministas en el libreto original de Brian y Jim Kehoe, el cual comenzó como una comedia juvenil más genérica; y ciertamente se nota la presencia del humor aburdista/cerebral que hemos visto en los previos proyectos de Cannon, desde la exitosa trilogía de Pitch Perfect hasta series televisivas como New Girl y 30 Rock.
En el aspecto visual Cannon ofrece un estilo sobrio y funcional, sin muchos adornos pero con una colorida estética que complementa el tono jovial de la historia. Mis únicas quejas incluirían algunos momentos que debieron editarse un poco u omitirse por completo, debido a que no funcionan ni como comedia ni como parte integral de la trama (por ejemplo, las escenas donde Gary Cole y Gina Gershon interpretan una pareja excesivamente abierta en su vida sexual; me gustan ambos actores, pero se sienten forzados en roles obviamente dedicados a garantizar la clasificación "R").
Por lo demás, Blockers fue una agradable sorpresa que no cambiará al mundo ni trascenderá su nicho cinematográfico; pero tal vez indica un oportuno cambio de dirección para resucitar la comedia juvenil en el contexto cultural del siglo veintiuno; después de todo, los jóvenes tienen las mismas obsesiones hoy que en el siglo pasado, aunque los medios para satisfacerlas han cambiado radicalmente. Y hacen falta directores inteligentes como Kay Cannon para señalar que la diferencia va más allá de las redes sociales y teléfonos móviles. Conclusión: qué bueno que ya no soy adolescente.
Calificación: 8

IMDb

Saturday, May 26, 2018

Nunca Estarás a Salvo (You Were Never Really Here)



Síntomas: Joe (Joaquin Phoenix) es una especie de detective amateur, especializado en encontrar personas perdidas. Entonces lo contratan para buscar a la hija de un senador, y las cosas se complican.

Diagnóstico: En cierto modo Nunca Estarás a Salvo es un moderno "noir" con los ingredientes clásicos del género: un detective atormentado por su pasado; una mujer en apuros; y un caso que parece simple, pero oculta insospechados niveles de intriga y corrupción. Sin embargo, la directora Lynne Ramsay (responsable por la extraordinaria We Need To Talk About Kevin) prefirió cambiar la estilizada estética del "noir" tradicional por una atmósfera cruda y brutal, explorando los más sórdidos estratos de la sociedad para encontrar compasión y humanidad donde menos esperamos.
Joaquin Phoenix interpreta otro taciturno "loser" con un turbio pasado que lo aísla del mundo normal (de vez en cuando vemos misteriosos "flashbacks" que insinúan múltiples traumas psicológicos en su niñez y juventud), y con un desolador presente dedicado a rescatar personas en problemas... aunque lo que Joe busca en realidad es redención personal y algún tipo de propósito en su deprimente vida.
El cual, aparentemente, encuentra de la manera más peligrosa posible, actuando como mercenario que toma la justicia en sus manos cuando sus clientes no pueden (o no quieren) solicitar ayuda de la Policía para encontrar a sus familiares desaparecidos.
De todas las películas sobre vigilantes urbanos (como las recientes Acts of Vengeance y Death Wish), Nunca Estarás a Salvo se distingue por presentar una variación realista y angustiosa de los mismos clichés, donde la decadencia urbana y la amoralidad de los delincuentes requieren una respuesta contundente y perturbadora... un genuino anti-héroe tan peligroso e inestable como sus enemigos, pero con un tenue barniz de conciencia que lo impulsa a ayudar en situaciones imposibles.
Desde luego Joe trabaja solo, pero está rodeado de pintorescos personajes con variadas funciones, como su agente John (John Doman), encargado de contactar clientes y recibir el pago de sus servicios; y la madre de Joe (interpretada por Judith Roberts), en ocasiones irritante, pero a fin de cuentas la única conexión personal que le proporciona una semblanza de vida familiar.
Todo esto se expresa en escenas intencionalmente truncadas e inconexas que reflejan la fracturada psicología de Joe, creando momentos de genuino suspenso que se desinflan sin previo aviso, o se abandonan para mostrarnos escenas que parecen triviales, pero dicen más de lo que aparentan. Esto significa que Nunca Estarás a Salvo no es una película convencional de venganza ni acción; y si bien incluye abundante sangre y violencia, nunca se convierten en el foco de atención. De hecho Ramsay filma las peleas de manera oblicua y confusa, negándonos la catarsis visceral porque ese no es el punto de la historia... y tampoco es lo que motiva a Joe. El resultado es una película más perturbadora por aquello que NO vemos, pero percibimos reflejado en la mirada de Joe y su nihilista ideología.
Entonces, aunque el argumento suena como un clon de Taken (o alguna de sus variantes), Nunca Estarás a Salvo se acerca más a la categoría de "cine de arte" por su interpretación experimental (y probablemente anti-comercial) de elementos comunes en los thrillers contemporáneos, ofreciendo una experiencia única y satisfactoria en niveles más ambiciosos que el simple conflicto entre buenos y malos. En el universo de Joe realmente no hay "buenos"... solo individuos dañados por sus circunstancias y sus decisiones. Y algunos quizás merecen un martillo en la cabeza para beneficio de la comunidad.
Calificación: 9

IMDb

Friday, May 25, 2018

Han Solo: Una Historia de Star Wars (Solo: A Star Wars Story)



Síntomas: El joven Han Solo (Alden Ehrenreich) logró escapar de la esclavitud en el planeta Corellia, pero necesita regresar para cumplir una promesa. Y, para lograrlo, se une a una banda de ladrones que planean un gran golpe cuyas consecuencias podrían cambiar el destino de la galaxia.

Diagnóstico: Entre las cintas que podríamos catalogar como el "nuevo" Star Wars (incluyendo The Force Awakens, Rogue One y The Last Jedi), creo que Han Solo: Una Historia de Star Wars es la que menos me ha gustado; pero no porque sea mala, sino porque realmente se siente como una historia desechable con pocas conexiones con la Gran Mitología Lucasiana... en otras palabras: una aventura entretenida y bien realizada, cuyo único fin es mantener en movimiento el aparato mercadológico de Disney y añadir algunas toneladas de dinero a los cofres de Rico McPato (si es que aún vive... probablemente ya se convirtió en un fondo fiduciario de inversionistas anónimos que cambiaron todo ese oro por bitcoins, o algo así).
Por otro lado, no puedo negar que disfruté bastante el desvergonzado "fan service" presente en el libreto de Jonathan Kasdan y Lawrence Kasdan, empeñados en complacer a los devotos de la saga (como yo) con un largo desfile de "primeros" para explotar nuestra nostalgia: la primera vez que vemos el Millennium Falcon; el primer encuentro de Han Solo y Chewbacca; la primera vez que Han se sienta en la cabina de la nave... y así, parece que cada escena incluye un elemento ostensiblemente trivial, pero altamente significativo para el futuro de los personajes (empezando por el notable "ret-con" de los dados dorados, un detalle insignificante durante cuarenta años, hasta que cobró relevancia en The Last Jedi).
De hecho, los dados podrían servir como metáfora de la película Han Solo: Una Historia de Star Wars... una "historia de origen" que no hacía falta conocer, aunque añade un poco de profundidad al personaje y aclara detalles que solo existían en nuestra imaginación... los cuales pierden un poco de su magia cuando los vemos concretados en la pantalla.
Me estoy quejando mucho pero, como dije, pasé un buen rato viendo Han Solo: Una Historia de Star Wars, gracias en gran parte al bien seleccionado elenco y a la atmósfera de aventura ochentera que conjura el director Ron Howard, cuyo estilo travieso y relajado es muy diferente de los subversivos "niños genios" que han guiado la saga en años recientes (me refiero principalmente a Gareth Edwards y Rian Johnson, aunque J.J. Abrams también hizo su parte).
Contra todas mis expectativas, Alden Ehrenreich captura el espíritu de Han Solo sin convertirse en una burda imitación de Harrison Ford... incluso cuando usa alguna de sus icónicas frases ("I know"). Joonas Suotamo es un buen Chewbacca (ya lo habíamos visto en este papel en varias películas), y Donald Glover sin duda se roba la película como Lando Calrissian; desafortunadamente su papel es un poco superficial, más "comic relief" que miembro fundamental del equipo. Lo mismo aplica a Phoebe Waller-Bridge (¡la escritora de Killing Eve!) como la voz del robot L3-37, navegante y "madre postiza" de Lando.
En papeles importantes pero dramáticamente limitados encontramos a Emilia Clarke como Qi'ra, otra esclava coreliana con deseos de libertad; Woody Harrelson y Thandie Newton como los forajidos que ofrecen a Han la oportunidad de cumplir su sueño de pilotear una nave espacial; y Paul Bettany como un poderoso líder criminal que prefiere dejar el trabajo sucio a sus esbirros. Nadie queda mal, pero tampoco brillan con luz propia; son simples engranes en una genérica maquinaria narrativa con las habituales traiciones, escapes y sacrificios que intentan llevar la cinta más allá de su modesta ambición.
Los efectos de Industrial Light & Magic tienen su acostumbrado realismo y atención al detalle, aunque la escala de la cinta es menos épica, y no se presta a grandes batallas espaciales ni ataques interplanetarios. Aún así fue agradable ver una esquina más "normal" de la galaxia, donde la gente trata de sobrevivir sin mezclarse con el Imperio, y sin albergar sueños revolucionarios. Bueno, sí hay una revolución, pero es un pequeño "levantamiento del proletariado" en una remota colonia minera. No, no es Bespin.
En vista de su inocua ejecución, es probable que Han Solo: Una Historia de Star Wars no provoque tanta controversia como los capítulos oficiales de la saga. Esto significa que más gente podrá disfrutarla como lo que es: una aventura amena pero intrascendente; un regalo para los fans deprimidos por el destino final de Han Solo; y una oportuna inyección de capital para cubrir el presupuesto del Episodio 9 de Star Wars. Bajo este criterio, veremos cuántos personajes ganan su propia película; tengo entendido que Boba Fett será el siguiente. Es tan solo cuestión de tiempo para que alguien filme la biografía de Jek Tono Porkins. Ya es hora de que los gordos nos veamos representados en esa galaxia muy, muy lejana.
Calificación: 8.5

IMDb

Thursday, May 24, 2018

Criaturas Nocturnas (Wildling)



Síntomas: La joven Anna (Bel Powley) creció en una cabaña en el bosque, donde su padre le contaba leyendas sobre una feroz criatura que devora niños. Pero cuando llega a la adolescencia, Anna descubre que las leyendas podrían incluir un poco de verdad.

Diagnóstico: La cinta Wildling es mitad "creature feature", mitad drama familiar, y mitad "coming of age" (sí, tres mitades), y me pareció un excelente relato de terror con un denso núcleo emocional que hace más impactantes la experiencias de la protagonista, atrapada entre su misteriosa naturaleza y el deseo de llevar una vida normal.
Desde el principio es fácil adivinar hacia dónde se dirige la historia, así que no será spoiler revelar que Wildling es una mezcla de Room y Ginger Snaps, adornada por los mitos y leyendas folclóricas del Medio Oeste norteamericano. Y, al igual que en Ginger Snaps, presenciamos los cambios físicos y mentales de una joven mujer cuyas consecuencias llegarán más lejos de lo que cualquiera podría imaginar. Excepto su padre, interpretado por Brad Dourif en uno de esos papeles que combinan locura y una firme convicción de que está haciendo lo correcto, por monstruoso que pueda parecerle a los demás.
Sin embargo Wildling funciona gracias a la joven actriz Bel Powley, capturando con profunda elocuencia la confusión e inocencia de una niña criada en aislamiento total, que ahora descubre un mundo extraño y fascinante, así como las nuevas emociones inspiradas por su interacción con las personas que la rodean, como la Alguacil Ellen Cooper (Liv Tyler), cuyas buenas intenciones de proteger a Anna contradicen de vez en cuando su sentido del deber. Me dio gusto encontrar a Liv Tyler en un proyecto a la altura de su talento (la última película que recuerdo de ella es la comedia "retro" Space Station 76). Y, a riesgo de parecer sexista, debo decir que Tyler se ve mejor a los cuarenta años que en su época juvenil.
El argumento de Wildling es un poco previsible y sus temas no son exactamente innovadores; pero el punto de la cinta no es sorprendernos con un "twist", sino explorar la evolución de Anna y descubrir a través de sus ojos las contradicciones de la raza humana, junto con las similitudes y diferencias entre la niña y el resto de la gente que no sabe cómo interpretar este “pez fuera del agua”, cuyos peligrosos secretos van más allá de su trágica niñez.
El director alemán Fritz Böhm (haciendo su debut en largometrajes) mantiene una narrativa ágil y realista, incrementando el suspenso con las impulsivas decisiones de Anna, las cuales revelan una psicología primigenia e instintiva ante los estímulos de su nueva situación. Es un balance arriesgado que de vez en cuando acarrea algunos tropiezos; pero en general me gustó el flemático tono de Wildling y su filosofía de "menos es más", lo cual se extiende a los efectos especiales, casi inexistentes hasta el tercer acto, cuando sirven como metáfora del despertar de la protagonista y su peligroso potencial.
Lo cual nos lleva a mi única queja sobre Wildling: ese desenlace que incluye inesperados cambios de conducta en ciertos personajes, algunas convenientes anomalías biológicas, y una sensación general de que Böhm intentó cubrir más terreno del necesario para dejarnos satisfechos en todos los niveles posibles. Aunque, para ser justos, es natural incorporar un poco de exageración al final para balancear la moderación de los previos noventa minutos, y dejar que las emociones exploten con satisfactoria intensidad.
Dependiendo de la tolerancia del espectador a esas decisiones creativas, Wildling podría considerarse como una joya oculta del cine fantástico, o simplemente como un inusual drama "coming of age", donde la madurez no anuncia las responsabilidades de la vida adulta, sino la posibilidad de horror y violencia. Algunos dirían que eso es mejor que la pubertad...
Calificación: 8.5

IMDb

Wednesday, May 23, 2018

Jungle



Síntomas: A principios de los ochentas Yossi Ghinsberg (Daniel Radcliffe) y sus amigos viajan a Bolivia, pero quieren una experiencia especial que llegue más allá de los sitios turísticos. Entonces contratan a un guía llamado Karl (Thomas Kretschmann) para explorar las profundidades de la jungla; y lo que comienza como una aventura se convierte en una lucha por la vida.

Diagnóstico: En vista del título y tema de Jungle, tenía la esperanza de que incluyera algún monstruo o animal gigante para aterrorizar a los arrogantes turistas... algo así como una secuela espiritual de Rogue, mi película favorita del director australiano Greg McLean. Sin embargo Jungle nos avisa desde el principio que está basada en una historia real, lo cual descarta la posibilidad de una "creature feature". Pero aún sin monstruos Greg McLean (Wolf Creek, The Belko Experiment) conserva su notable aptitud para crear una tensa narrativa desbordante de suspenso, y lo único que necesita es un buen actor y la temible jungla para capturar nuestra atención y crispar los nervios.
Las selvas de "Bolivia" (en realidad Colombia) se encargan de proveer las agrestes locaciones donde la muerte puede ocultarse detrás de cada tronco o roca, y la cinematografía de Stefan Duscio captura con impresionante detalle la belleza y abrumador misterio del "infierno verde". Sé que existen muchos programas de televisión con premisas similares (gente normal o hasta celebridades tratando de sobrevivir en la selva), pero no los he visto, y debo asumir que los eventos reales que retrata McLean fueron únicos y desgarradores, a diferencia de una producción de "reality TV" absolutamente falsa y prefabricada.
En cuanto al actor... bueno, no puedo negar que Daniel Radcliffe ha progresado bastante desde su etapa de niño mago, pero en lo personal sigo encontrándolo un poco blando y superficial. Su desempeño en Jungle no es malo, y sin duda admiro su compromiso con las difíciles escenas que el libreto (basado en el libro Jungle, del genuino Yossi Ghinsberg) le asigna durante la segunda mitad de la película. Incluso con ayuda de dobles y efectos digitales (para borrar cables y arneses de seguridad), debe haber sido una pesadilla filmar esta película. Definitivamente merecen respeto los actores y el equipo técnico.
Sin embargo, no pude evitar imaginar lo que hubiera logrado McLean con un actor más carismático (se me ocurren... no sé... Miles Teller o Ezra Miller), que realmente nos transmitiera el aislamiento y desesperación de su horrible experiencia, y de paso hiciera más ágiles las dos horas de la película. Por supuesto los fans de Radcliffe tendrán una opinión más positiva de su trabajo... así como aquellos que soñaban con ver el trasero de Harry Potter.
En fin; el punto es que Jungle es un clásico relato de "hombre contra naturaleza" donde la naturaleza no necesita hacer cosas extraordinarias o inusuales para atormentar al hombre. La selva es simplemente la selva; y quizás la lección más valiosa de la película es que no debemos considerarla como una atracción turística, sino como lo que es: la cuna de la vida, y una trampa mortal para quien no sepa respetarla. Habiendo dicho eso... con un monstruo hubiera sido mejor.
Calificación: 8

IMDb

Monday, May 21, 2018

Anon



Síntomas: En el futuro no muy lejano la privacidad ya no existe. Todas las personas tienen implantes cibernéticos que graban cada segundo de sus vidas, las cuales pueden ser examinadas por la Policía para descubrir al culpable de cualquier crimen. Sin embargo, el Detective Sal Freland (Clive Owen) sospecha que una misteriosa mujer de cabello negro (Amanda Seyfried) encontró la manera de "hackear" el sistema, y está aprovechando su anonimato digital para cometer asesinatos sin revelar su identidad.

Diagnóstico: La filmografía del director Andrew Niccol tiene muchos altibajos, pero merece reconocimiento por ser uno de los pocos cineastas que toman en serio la ciencia ficción, explorando ideas y mundos futuristas que reflejan los retos, problemas y aspiraciones del mundo presente (lo cual siempre ha sido el genuino propósito de este género, al menos en su fase literaria). Desde la manipulación genética en Gattaca, hasta la guerra remota por medio de "drones" en Good Kill, Niccol está obviamente interesado en especular sobre el rumbo que tomará la tecnología, y la influencia que tendrá en nuestras vidas.
Y ahora, con Anon, Niccol examina el tema de moda: la privacidad. O, mejor dicho, su lenta pero inexorable erosión por parte de gobiernos y corporaciones que quieren conocer todos nuestros secretos para explotarlos política y comercialmente.
El mundo futuro de Anon me pareció fascinante, no solo por el maravilloso diseño de producción "retro" (tan similar al de Gattaca que podrían pertenecer al mismo universo), sino por la extrapolación de tendencias actuales que se siente al mismo tiempo seductoramente conveniente y terroríficamente posible. En esta sociedad el derecho a la privacía (y muchos otros derechos civiles, aparentemente) se sacrificó a cambio de acceso a toda la información del mundo, disponible por medio de implantes oculares que hacen obsoleto cualquier dispositivo físico. Ya no hay teléfonos, computadoras, ni pantallas; todo ocurre en el nervio óptico, y todo puede ser visto por las autoridades, lo cual reduce el crimen y permite la captura casi instantánea de cualquier criminal.
Entonces comienza la historia, y este increíble "world building" se desmorona gradualmente bajo el peso de sus contradicciones e inconsistencias, hasta desplomarse en un enorme agujero lógico que el tergiversado libreto nunca logra llenar.
La premisa es ciertamente interesante, y cubre temas muy relevantes para la cultura actual: ¿es aceptable sacrificar la privacía individual para seguridad de la comunidad? ¿Podemos confiar en que nadie abusará de tal poder para beneficio propio? ¿Qué pasa si alguien se rebela y quiere mantener sus secretos?
Estas son las preguntas que fundamentan el libreto de Anon, también escrito por Andrew Niccol. Desafortunadamente las respuestas quedan atrapadas por la confusa narrativa que impone muchas reglas pero se rehúsa a seguirlas. Para no revelar más de la cuenta, mencionaré un ejemplo de las arbitrariedades que la cinta requiere para sobrevivir: en cierto momento, el Detective Ferland finge ser un ejecutivo financiero que quiere contratar a la chica hacker para "borrar" evidencia de adulterio en sus memorias electrónicas. La hacker puede "meterse" sin dificultad alguna al archivo de esas memorias, y por lo tanto sería extremadamente simple descubrir que todo es una trampa para atraparla. Pero por suerte ella tiene un estricto código de conducta que le impide espiar en el pasado de sus clientes; gracias a esa auto-censura, no podrá descubrir el engaño de Ferland. ¡Que conveniente! Y lo peor es que Ferland se entera de este código de conducta hasta DESPUÉS de planear la trampa. ¿En serio debemos aceptar esas tonterías en una película "inteligente" de ciencia ficción?
Por el lado positivo tenemos el mencionado estilo visual de la película, y la presencia de Clive Owen y Amanda Seyfried en los papeles principales. No podría decir que sus actuaciones sean "buenas", pero encajan perfectamente en sus papeles, y su carisma nos ayuda a sobrellevar las ridiculeces de la trama... Owen como el rudo detective con un trágico pasado (¿existen detectives con vidas estables y placenteras?), y Seyfried como la hacker asesina que personifica la ideología de los defensores de la privacidad.
Como ha ocurrido con otras películas "de autor" (producidas, escritas y dirigidas por una misma persona), Anon tal vez necesitaba un poco de perspectiva externa para resolver algunos de sus más graves problemas. Su intención es muy loable, y Niccol creó un maravilloso mundo para exponer sus ideas (tomando prestados elementos de Ghost in the Shell, Strange Days y The Final Cut, por no mencionar las novelas "cyberpunk" de William Gibson y Cory Doctorow); desafortunadamente la torpe mecánica de la trama arruina su noble propósito, y nos deja con la decepción de un buen concepto pobremente ejecutado. En resumen: otro "Original de Netflix" que no cumplió su potencial. Con todo su aparato mercadológico, no han aprendido el más simple secreto de sus clientes: queremos calidad en vez de cantidad.
Calificación: 6.5 (sube medio punto porque Amanda Seyfried con cabello negro es la viva imagen de Motoko Kusanagi)

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Friday, May 18, 2018

Deadpool 2



Síntomas: Por tratar de ayudar a un joven llamado Russell (Julian Dennison), Deadpool (Ryan Reynolds) termina en una prisión de máxima seguridad para mutantes. Entonces llega un misterioso soldado del futuro llamado Cable (Josh Brolin) con la misión de eliminar a uno de los prisioneros.

Diagnóstico: A pesar de mis bajas expectativas, la original Deadpool (2016) resultó ser una excelente adaptación que logró conservar el irreverente espíritu del comic y al mismo tiempo estableció su posición dentro del universo cinematográfico de X-Men, pero con suficiente distancia para adoptar sus propia identidad sin preocuparse demasiado por romper la continuidad o contradecir los eventos de aquella exitosa saga. Y ahora la secuela, Deadpool 2, repite parcialmente los logros de la primera cinta, aunque con una historia un poco difusa que tarda bastante en encontrar su camino. Pero cuando lo encuentra, la película mejora de inmediato y nos conduce a un brillante tercer acto que no solo introduce valiosos aliados, sino que abre las puertas para futuras películas con enorme potencial... aunque quizás Deadpool no vivirá lo suficiente para aparecer en ellas. Lo cual no es spoiler, pues Deadpool mismo nos advierte que morirá en esta secuela.
Y así, con esa irrefrenable actitud, Deadpool 2 mantiene un delicado balance entre el "meta humor" del personaje y su devastador drama interno, provocado por una reciente tragedia que necesita vengar. Sin embargo Colossus (voz de Stefan Kapicic) quiere evitar que Wade Wilson pierda el control, y trata de convencerlo para que siga el código de conducta de los X-Men, lo cual Wilson casi consigue. Casi.
La historia de la original Deadpool no fue particularmente novedosa ni complicada, pero se apoyó en una ingeniosa estructura no-lineal que jugaba con el tiempo para revelar gradualmente la motivación de Deadpool y su conexión con el universo de los mutantes. Y ahora Deadpool 2 (dirigida por David Leitch) emplea una narrativa menos enfocada que divaga durante largo rato antes de ubicar su auténtico propósito. Y además nos endilga algunos "twists" que parecen trucos improvisados para sorprender al espectador y demostrar que "las cosas van en serio". El resultado se siente artificial, e inicia la película con una nota amarga que tarda mucho en disiparse.
Después de eso, Deadpool 2 se transforma en una "historia de origen" para el equipo X-Force... lo cual termina siendo una pérdida de tiempo que no conduce a nada, excepto un par de predecibles chistes y un memorable cameo. Afortunadamente, como dije antes, las cosas mejoran durante la segunda mitad, con todos los personajes en su sitio y el drama finalmente definido, poniendo a Deadpool en una difícil situación que no se resolverá con canciones pop ochenteras ni insultos al universo de DC Comics.
Ryan Reynolds casi siempre oculta su rostro bajo la máscara de Deadpool, pero aún así consigue expresar las turbulentas emociones que yacen bajo la frívola actitud de Wade Wilson; y al mismo tiempo refuerza las relaciones con sus nuevos (y antiguos) aliados, incluyendo al mencionado Colossus, Cable (Josh Brolin), y Domino (Zazie Beets), quien se roba la película con su sardónica personalidad y sorprendente talento. También regresa Brianna Hildebrand como Negasonic Teenage Warhead, pero su intervención es casi irrelevante; aún así me gustó verla un poco más humanizada que en la cinta anterior. Y, finalmente, Julian Dennison (Hunt for the Wilderpeople) aborda el complejo papel de Russell, un joven mutante cuyas acciones podrían determinar el futuro de... varias cosas. A pesar de sus cuestionables decisiones, se trata de otra trágica víctima de la intolerancia de la humanidad hacia los mutantes.
En algunos aspectos Deadpool 2 me pareció inferior a Deadpool, pero sus aciertos fueron más significativos: darle profundidad a Deadpool para complementar su bufonería; introducir nuevos personajes con auspiciosas perspectivas futuras; y aceptar públicamente la vergüenza de Green Lantern. Ah, y también denunciar la inherente ridiculez de X-Force; nunca fui fan de Rob Liefield y Fabian Nicieza, y creo que David Leitch comparte mi opinión. Era hora de que alguien se atreviera a decir lo que todos pensábamos en los noventas.
Calificación: 8.5

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Thursday, May 17, 2018

Tully: Una Parte de Mi (Tully)



Síntomas: Marlo Moreau (Charlize Theron) está esperando un bebé, pero apenas puede atender a los dos hijos que ya tiene con su esposo Drew (Ron Livingston), quien trabaja constantemente y no tiene mucho tiempo (ni disposición) para ayudar. Entonces Marlo decide contratar a la joven Tully (Mackenzie Davis), una "niñera nocturna" que cuidará al bebé durante la noche, permitiendo que Marlo descanse y recupere el sueño perdido. Y así, con ayuda de Tully, la vida de Marlo empieza a mejorar en aspectos que nunca imaginó...

Diagnóstico: Tully: Una Parte de Mi es la tercera colaboración del director Jason Reitman y la guionista Diablo Cody... y yo la ubicaría más o menos al mismo nivel de Young Adult. Las actuaciones son excelentes, la dirección de Reitman muestra una sólida evolución artística, y el libreto de Cody ofrece incisivos comentarios sobre la maternidad moderna, sin perder el sentido del humor que la escritora ha cultivado a lo largo de su carrera (¿cuántas películas actuales pueden justificar referencias a Pinky and the Brain?) Y vale mencionar que Cody también maduró, dejando atrás las afectaciones de sus primeros proyectos, como Juno y Jennifer's Body (a mi me gustaba aquel estilo mordaz e irreverente, pero sé que mucha gente lo odió).
El problema es que la trama de Tully: Una Parte de Mi oculta sorpresas y secretos que requieren una cierta distancia entre el público y los personajes, haciéndolos demasiado superficiales durante la mayor parte de la película, lo cual termina atenuando las emociones y reduciendo nuestro interés en sus problemas. No es una falla crítica, pero tiende a frenar el desarrollo de la cinta... hasta que llega el inesperado "twist" que resuelve todas las inconsistencias y explica detalles que se habían dejado intencionalmente ambiguos. Es una resolución lógica y elegante, que sin duda enriquece la película y hace más profundo su mensaje; lo malo es que, en su momento, todas esas omisiones parecían errores que disminuyen la experiencia.
Habiendo dicho eso, Tully: Una Parte de Mi es una de las obras más audaces y honestas sobre los retos y dificultades de la maternidad. Casi todas las películas idealizan el nacimiento de un bebé como simple cliché sentimental, útil para rematar alguna comedia romántica o melodrama familiar. Pero muy rara vez podemos ver la realidad detrás de la ilusión... la agotadora rutina de levantarse a media noche para cambiar al bebé, darle de comer, y encontrar la energía al día siguiente para llevar a los demás niños a la escuela, ocuparse de las labores domésticas, y todo lo demás que la sociedad exige de las madres modernas. Incluso las cintas que intentan denunciar estas imposibles expectativas (como Bad Moms o Sisters) terminan convirtiéndose en fantasías catárticas que ignoran las duras verdades que nadie quiere ver en la pantalla. Tully: Una Parte de Mi hace exactamente lo opuesto... desde el impacto psicológico del nacimiento hasta los estragos que provoca en el cuerpo de la madre, Reitman y Cody lo muestran todo, no por el morbo de ver a Charlize Theron con barriga y totalmente "desglamorizada", sino con genuino orgullo y admiración por los sacrificios que hacen todas las madres del mundo. Tan solo eso me pareció más admirable y conmovedor que el argumento real de Tully: Una Parte de Mi, con sus metafóricas lecciones de auto-estima y homilías sobre aprender a pedir ayuda.
En retrospectiva Tully: Una Parte de Mi puede tomarse como una brillante subversión de las "chick flicks" que proclaman "girl power" como hueco estereotipo cultural; Reitman y Cody saben lo que están haciendo, y su mensaje es más genuino y contundente que cualquier manifiesto pseudo-feminista basado en ropas de diseñador y vino rosado. Pero todo esto llega hasta el último acto, haciendo que el resto de la cinta parezca un poco débil y titubeante. De hecho, estoy seguro de que la disfrutaré más la segunda vez que la vea, pues es el tipo de película que funciona mejor cuando conocemos anticipadamente su intención. Aún así, cuidado con los "spoilers".
Calificación: 8

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Wednesday, May 16, 2018

Psychokinesis (Yeom-lyeok)



Síntomas: El policía bancario Seok-heon Shin (Seung-ryong Ryu) toma agua de un manantial contaminado por un meteorito y gana poderes telekinéticos, lo cual podría ayudarlo a reconciliarse con su hija Roo-mi (Eun-kyung Shim).

Diagnóstico: El director sud-coreano Sang-ho Yeon, responsable por la excelente Train to Busan (así como la inferior pero entretenida Seoul Station), regresa con una mirada al cine de superhéroes donde maneja su habitual balance de realismo y comentario social, muy distinto del estilo norteamericano, pero al mismo tiempo respetuoso de los arquetipos heroicos que exploran los beneficios de los super-poderes y los problemas personales que inevitablemente atormentan a estos trágicos individuos marcados por el destino.
Al igual que ha ocurrido con otras recientes producciones sud-coreanas, Psychokinesis (uno de los mejores "Originales de Netflix" en lo que va del año) toma prestadas las fórmulas de Hollywood para filtrarlas a través de su peculiar idiosincrasia nacional, amplificando algunos elementos (drama familiar) y reduciendo otros (dimensión de la narrativa), de modo que la cinta no parece un plagio mercantilista ni un remedo irónico (como ocurrió con la obra rusa Guardians), sino la genuina expresión de una cultura que aprovecha un formato popular para transmitir sus propias ideas.
Esto significa que Psychokinesis no emula la estética de las cintas de Marvel Studios, sino el más sobrio tono de Chronicle, combinado con los conceptos de las cintas de Stephen Chow (como Kung Fu Hustle y Shaolin Soccer), donde un "loser" con poderes enfrenta villanos que representan los problemas de su comunidad... en este caso, una corrupta compañía constructora que quiere expulsar a un grupo de modestos comerciantes para derribar sus locales y construir un moderno complejo habitacional.
Incluso sin saber mucho sobre la situación en Corea del Sur, el argumento se siente actual y políticamente relevante (por no mencionar que está inspirado en eventos reales): un país en pleno crecimiento cuyos ambiciosos magnates no muestran el menor escrúpulo al pisotear al micro-empresario (junto con las tradiciones que representan) para ganar más dinero, bajo el pretexto del desarrollo económico de la región. Entonces, no solo tenemos un grupo de irredentos villanos que quieren oprimir a los diligentes trabajadores de Seúl, sino una obvia pero efectiva metáfora de los riesgos de la globalización en un contexto más local que rara vez se menciona en los discursos políticos y manifiestos revolucionarios. O algo así... no sé mucho de estos asuntos, pero de cualquier modo encontré resonante el mensaje de Psychokinesis.
Sin embargo, nadie ve una película de super-héroes para recibir lecciones sobre "economías de escala", sino por sus más obvios ingredientes: la acción, el drama, y los personajes que capturan nuestra imaginación y nos hacen creer que un hombre puede manejar una corbata como una serpiente (no pregunten).
En esos aspectos, Psychokinesis cumple su misión con decoro, adoptando un eficiente eje emocional en el conflicto familiar entre Seok-heon y Roo-mi. Con frecuencia me burlo de películas que incluyen a la fuerza un componente personal, pero en este caso realmente funciona como motivación del protagonista y justificación de sus malas o buenas decisiones, así como factor decisivo para incrementar el suspenso y concentrar la tragedia antes de que se vuelva demasiado impersonal. Seung-ryong Ryu y Eun-kyung Shim asumen con gran realismo la tensión del reencuentro después de tantos años de rencores familiares. A pesar de los elementos fantásticos, ambos actores toman en serio la relación de sus personajes, y eso rescata la película durante algunos momentos ligeramente caricaturizados por parte de los villanos, que van desde los anónimos esbirros de la Corporación Taesan, hasta la Directora Hong (Yu-mi Jung), apropiadamente arrogante, aunque demasiado afectada en su rol antagónico.
A pesar de algunas irregularidades en el tono del drama, y ocasional artificialidad en los efectos especiales (la mayor parte de los cuales son excelentes), Psychokinesis me pareció una notable fantasía heroica que aprovecha su reducida escala para contar una historia sobre emociones que dictan el ritmo y fuerza de la acción, y no al revés, como casi siempre ocurre en este tipo de películas. No me pareció tan buena como Train to Busan, pero definitivamente es superior a muchas cintas norteamericanas de superhéroes que no comprendieron el espíritu del género... no son los poderes, sino sus consecuencias; y no son los "team-ups", sino las conexiones humanas. Ojalá más cineastas leyeran comics para entender esos  "detalles".
Calificación: 8.5

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Monday, May 14, 2018

Blood Honey



Síntomas: Jenibel Heath (Shenae Grimes-Beech) regresa a la granja familiar para reconciliarse con su moribundo padre, pero termina enredada con los asuntos legales de la herencia. Entonces la joven empieza a experimentar perturbadoras visiones que podrían ser mensajes del más allá.

Diagnóstico: Durante largo rato estuve dudando si Blood Honey sería realmente una película de terror, o un melodrama familiar del canal Hallmark (o su equivalente canadiense). Y cuando por fin aparecen los elementos sobrenaturales, vienen acompañados por vagos cuestionamientos sobre la estabilidad emocional de los personajes, sembrando dudas acerca de sus experiencias... ¿estarán viendo fantasmas, alucinaciones, o algo más racional, pero no por ello menos inquietante?
No sé si Blood Honey pueda considerarse una buena película; pero incorpora tantos "flashbacks", conflictos familiares, y trastornos mentales que me dejó pegado a la pantalla durante sus eficientes ochenta minutos de duración (sin contar créditos), cautivado por el sórdido libreto y actuaciones de un elenco tan alejado de los estereotipos de Hollywood que podemos percibir a los personajes como gente real, en vez de títeres vivientes en algún Gran Guiñol psicológico.
En este caso "psicológico" significa que, a pesar de su título, no hay vísceras ni sangre en Blood Honey (lo de "honey" viene de la granja apicultora de la familia Heath). Y tampoco es realmente una película de terror, sino una especie de thriller rural con las exaltadas emociones de un "gótico sureño" al estilo de Joe Lansdale o Lee Childs... aunque ubicado en el norte de Canadá, lo cual le da un sabor cultural único y distintivo.
Shenae Grimes-Beech (veterana de Degrassi) maneja muy bien el turbulento arco dramático de Jenibel, quien abandonó a su familia tras el suicidio de su madre, y ahora regresa para encontrar resentimientos en vez de reconciliación. Y cuando la situación familiar se complica, la joven se ve involuntariamente envuelta en una disputa local que no sabe cómo, ni le interesa, resolver. Entonces empiezan las visiones y crece la intriga hasta llegar al sorprendente "twist" que pone las cosas de cabeza y ya no sabemos qué es real y que es alucinación, o metáfora, o "flashback". Bueno, hasta me gustó el ridículo efecto digital que remata con absoluta locura este relato, ya de por sí turbio y manipulador.
Es muy fácil imaginar Blood Honey como un cuento corto de los años cuarentas, publicado en las páginas de Detective Story Magazine, o como un número de Crime SuspenStories (publicación hermana de Tales From the Crypt y Vault of Horror). En otras palabras, lo que llamaban "prosa púrpura": melodrama exagerado e inverosímil, pero siempre con un final de perversa ironía o torcida moralidad.
No sé si esa fue la intención del director Jeff Kopas. Tal vez solo intentaba hacer una "tragedia de la semana" para el canal Hallmark y perdió las riendas del proyecto. O empezó como sobrio drama familiar y se descarriló al final. Cómo sea, me divirtió la febril sensibilidad de Blood Honey y el compromiso de los actores. Hace falta talento para hacer algo al mismo tiempo serio y bizarro sin sacrificar por completo la integridad del proyecto.
Calificación: 7

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Sunday, May 13, 2018

Teleios (Beyond the Trek)



Síntomas: En el año 2047 la nave Teleios viaja al planeta Titán, en la órbita de Saturno, para investigar la desaparición de la nave Atromitos, la cual extraía un mineral esencial para limpiar la atmósfera de la Tierra. Pero, cuando la encuentran, los astronautas descubrirán peligros inesperados y un gran misterio a bordo de la nave fantasma.

Diagnóstico: Después de tanta ciencia ficción minimalista y terrenal, tenía ganas de ver algo más "clásico", con naves espaciales, robots y rayos láser. La película Teleios (también conocida como "Beyond the Trek") satisfizo hasta cierto punto ese apetito, aunque le faltó cocimiento al libreto, y más aderezo visual a las imágenes (¿por qué siempre regreso a la metáfora culinaria?)
El director Ian Truitner tuvo algunas ingeniosas ideas para fundamentar el libreto de Teleios, pero le faltó construir una estructura apropiada para relacionarlas lógicamente e integrarlas en un argumento ágil y coherente.
Para empezar, los tripulantes de la nave Teleios son humanos genéticamente mejorados... físicamente perfectos y sin estorbosas emociones que compliquen su misión. Como contraste, el único sobreviviente de la nave Atromitos es un humano "antiguo", propenso a las conductas irracionales que terminaron arruinando la Tierra. Su misión original era la extracción del exótico compuesto que podría limpiar la atmósfera de nuestro planeta... pero el cargamento desapareció misteriosamente, junto con la tripulación del Atromitos. Y, desde luego, no puede faltar un villano corporativo (¡Michael Nouri, de The Hidden!) que oculta detalles importantes sobre todo lo anterior.
Con estos elementos el director/guionista construye la historia a saltos y empujones. A veces la trama se siente intencionalmente lenta, obligándonos a esperar mientras llegan las "sorpresas" que adivinamos hace media hora. Y en otras ocasiones todo ocurre con absurda rapidez, tratando de atar múltiples cabos sueltos antes de que nos interrumpan los créditos finales.
En el aspecto visual Teleios sufre de diseño amateur, con gráficos primitivos y escenarios horriblemente falsos, peores que cualquier ópera espacial de Roger Corman en los ochentas (ejemplo: ¡pisos de linóleo imitación madera!). Y mejor ni hablemos de las armas o uniformes. Me dio la impresión de que los diseñadores no sabían nada de ciencia ficción, y se basaron en vagos recuerdos de un episodio de Space Precinct que vieron accidentalmente de niños.
Los efectos digitales no son tan malos, pero tienen el barniz improvisado de un tutorial de Blender en YouTube (¡no es insulto contra Blender!). En cuanto a las actuaciones... tampoco tengo buenas noticias. Debido al refinamiento genético, todos los personajes parecen modelos de revista, y actúan como tales. Los únicos medianamente creíbles son Sunny Mabrey como Duncan, la psicóloga del Teleios; y Weetus Cren como Travis, el sobreviviente catatónico de la Atromitos que permaneció en órbita de Titán durante muchos años, guardando un secreto que podría cambiar el futuro de la Tierra. Aunque no estuvo totalmente solo, pues lo acompañó Lulu (Ursula Mills), la androide de mantenimiento convertida en "sex-bot" para aliviar la soledad.
Sin embargo, la ciencia ficción es un género de ideas primero, e imágenes después. Por eso aprecié la ambición de Teleios en su exploración de temas relevantes a nuestro presente tecnológico y futuro biológico. Puedo aceptar mediocres efectos y sets de cartón, siempre y cuando exista substancia en la narrativa, y Teleios la tiene... aunque requiere paciencia y curiosidad para encontrarla.
Cortando a la mitad el número de sub-tramas, Teleios podría haber sido un buen episodio de una hora de The Outer Limits. O también hubiera funcionado como "serie web" de cinco o seis episodios para desarrollar con más cuidado sus múltiples tangentes dramáticas; pero en su forma actual es tan solo una B-Movie interesante en su planteamiento y mediocre en ejecución. Sin embargo yo quería naves espaciales, y Teleios cumplió mi deseo. Tan solo por eso merece la más tenue recomendación. Ah, y por usar una canción de GWAR. Al menos en eso tuvieron buen gusto (?).
Calificación: 6

IMDb

Saturday, May 12, 2018

Pesadilla Siniestra (Slumber)



Síntomas: La Dra. Alice Arnolds (Maggie Q) se especializa en perturbaciones del sueño, y tiene soluciones científicas para todos los problemas de sus pacientes. Pero cuando empieza a trabajar con la aterrada familia Morgan, Alice descubre que algunos fenómenos están más allá de la ciencia.

Diagnóstico: La función de los sueños y el mecanismo que los produce es uno de los misterios más fascinantes del mundo natural (en mi humilde opinión), y al mismo tiempo se ha convertido en fuente inagotable de especulación sobrenatural. Por eso me sorprendió que, con una mitología tan fértil, la película Pesadilla Siniestra no haya logrado encontrar un solo aspecto interesante o tenebroso para fundamentar su narrativa.
En vez de eso el director Jonathan Hopkins tomó la ruta del menor esfuerzo, haciendo generoso uso de todos los clichés existentes en el moderno cine de terror. Bueno, casi todos... considerando el tema de la película, tuvimos suerte de que al final no nos recete el clásico: "todo fue un sueño". Solo eso faltó.
Por lo demás, Pesadilla Siniestra se apoya en elementos tan rancios como "reflejo inesperado en el espejo del baño", "sombra siniestra en la oscuridad", "tenebrosa canción infantil", "niño poseído", "el perro es la primera víctima", "visita al anciano que lo sabe todo", "consulta de leyendas en Google/Wikipedia"; "exorcismo improvisado" (no es realmente un exorcismo, pero tiene los mismos gritos y camas flotantes, así que cuenta); y, desde luego, uno de mis favoritos: "el caso actual está relacionado con el pasado trágico de la protagonista". Es bien sabido que las actividades de cualquier fantasma/demonio/criatura deben incluir algún componente personal; creo que es una orden de su sindicato, o algo así.
Regresando al punto, Pesadilla Siniestra pudo haber hecho un mínimo esfuerzo creativo por explorar el misterio de los sueños, pero fue más fácil repetir (mal) lo que hemos visto tantas veces en mejores películas de terror.
Por el lado positivo... pues... la película es bastante corta, aunque eso no aleja por completo el aburrimiento. La cinematografía "nocturna" de Polly Morgan es adecuadamente sombría sin oscurecer la acción. Y siempre me ha gustado el trabajo de Maggie Q, quien merecía un mejor libreto, pero de algún modo logró proyectar el conflicto entre la disciplina científica de Alice y la inexplicable evidencia de sus sentidos. Finalmente, los fans del “viejo” Doctor Who (como yo) apreciarán la breve intervención de Sylvester McCoy... aunque su papel fue uno de los peores en esta película.
La mitología de Pesadilla Siniestra es demasiado confusa; nunca queda claro el origen o intención de la amenaza nocturna. Pero, eso sí, tenemos interminables discusiones para añadir "drama" que no inspira emoción alguna. Y mejor ni hablar de los aspectos "terroríficos"... el mencionado "reflejo en el espejo del baño" representa el nivel general de sobresaltos que ofrece la cinta.
Sería difícil tolerar Pesadilla Siniestra en televisión; pero en el cine es un genuino reto a la paciencia y un desperdicio de tiempo. A menos que se duerman durante la película y sueñen que van a la escuela en ropa interior. Será una pesadilla más creíble que la que transcurre en la pantalla.
Calificación: 4

IMDb

Thursday, May 10, 2018

Most Likely to Murder



Síntomas: Billy Green (Adam Pally) regresa a su pueblo natal para ayudar con la mudanza de sus padres, pero en realidad quiere ver de nuevo a Kara (Rachel Bloom), su ex-novia estudiantil...  quien ahora sale con Lowell Shapiro (Vincent Kartheiser), un antiguo enemigo de Billy que podría estar ocultando un secreto mortal.

Diagnóstico: Me interesaba Most Likely to Murder por la presencia de dos actores televisivos cuyo trabajo he admirado desde hace años: Adam Pally (Happy Endings, The Mindy Project, Making History), y Rachel Bloom (Crazy Ex-Girlfriend). Y en cierto modo no me decepcionó su colaboración, ya que tienen buena química y amplia oportunidad para explorar la complicada relación de sus personajes. Sin embargo, la floja dirección de Dan Gregor (esposo de Bloom en la vida real) y un libreto demasiado plano roban la energía de las actuaciones y terminan saboteando algunos brillantes elementos de la película.
Tomando el ejemplo de Crazy Ex-Girlfriend, Most Likely to Murder nos presenta un protagonista imperfecto y en ocasiones exasperante, viviendo en las glorias del pasado para ignorar los problemas del presente. Billy era el "chico popular" en la escuela, pero se mudó a otra ciudad en busca de fortuna, y nunca alcanzó el éxito que todos auguraban. Y ahora, de regreso en su pueblo, Billy espera recapturar la magia de la adolescencia, sin darse cuenta de que todos lo ven como el "loser" que nunca maduró ni encontró estructura en su vida. Y, para colmo, su ilusión de "reconectar" con Kara termina en desastre cuando se entera de que ahora sale con Lowell, a quien Billy torturaba sin misericordia en la preparatoria. Entonces Billy es testigo de algo extraño durante la noche, y queda convencido de que Lowell es un asesino que debe ser detenido. Pero, ¿quién le creerá a este patético "stoner"?
La "investigación" del asesinato es obviamente una farsa diseñada para crear un poco de comedia alrededor de lo que realmente importa: la evolución de Billy en el camino a una hipotética redención. Gregor y su elenco definitivamente encuentran humor en la ineptitud del protagonista, así como en los cambios ocurridos en el pueblo con el paso del tiempo; sin embargo la trama no inspira tantas risas ni cultiva personajes suficientemente interesantes para compensar la mediocridad general del relato.
Solo hasta el final, cuando llega el obligatorio "twist", se nota el ingenio del director y el auténtico propósito de la película; y, sí, es un momento cargado de emociones que los actores afrontan con gran realismo e intensidad dramática. Pero es muy tarde para rescatar la película entera; si Most Likely to Murder hubiera tenido más escenas como esa, o un nivel más consistente de humor quizás podría recomendarla como una "indie" imperfecta pero divertida. Desafortunadamente sus problemas son demasiado profundos para corregirse con un buen final. Además, el estilo austero y desganado del director reduce la cinta a una experiencia semi-televisiva donde casi esperamos la llegada de cortes comerciales; y el cinematógrafo Charlie Gruet baña todo con luces rojas, casi magentas, que hacen la cinta visualmente monótona y confusa.
Me hubiera gustado mucho que la colaboración de Adam Pally y Rachel Bloom estuviera a la altura de su talento; pero bueno... para eso tengo mis DVDs de Happy Endings (por no mencionar Band Aid), y las fantásticas canciones de Rachel Bloom en YouTube. Ojalá encuentren mejor suerte en sus siguientes proyectos fílmicos. Si no, estaré encantado de seguir viéndolos en las pantallas caseras.
Calificación: 6

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Wednesday, May 9, 2018

Imitation Girl



Síntomas: En medio del desierto aparece una mujer idéntica a la actriz pornográfica Julianna Fox (Lauren Ashley Carter). Entonces, mientras la "imitación" aprende lo que significa ser humano, la original Julianna se esfuerza por ordenar su vida.

Diagnóstico: Podríamos decir que Imitation Girl es una combinación de Starman y Under the Skin, pues examina la experiencia humana desde un punto de vista ajeno (no quiero decir "extraterrestre", ya que la cinta se abstiene de revelar el origen exacto de la protagonista), contrastando la inocencia de una nueva forma de vida con el cinismo y desesperación de una persona consciente de sus malas decisiones, pero sin la iniciativa para rectificarlas.
Es una extraña mezcla de ingredientes, pero obtienen un buen resultado en el nivel emocional... y un poco frustrante en el plano narrativo.
Sobra decir que Imitation Girl no es tan buena como las mencionadas Starman y Under the Skin; sin embargo posee su propio encanto artesanal, con una lánguida historia y parsimonioso ritmo que nos permite explorar la psicología de dos mujeres, iguales en apariencia, pero muy distintas en conducta. Y, claro, el contraste de sus divergentes actitudes inspira una creciente curiosidad por descubrir hacia dónde se dirigen estos dramas paralelos... seguramente habrá un encuentro catártico que responderá todas nuestras preguntas, ¿cierto?
Sí y no. Recuerden que estamos en territorio "indie", donde es preferible plantear incógnitas en vez de ofrecer respuestas pre-digeridas. Lo cual podría o no ser la excusa de la directora Natasha Kermani para dejar la historia incompleta... aunque no exenta de un final curiosamente satisfactorio, que no explica nada, y al mismo tiempo expande los ambiguos temas expuestos por el libreto (también escrito por Kermani).
Para ser honestos, mi razón principal para ver Imitation Girl fue la actriz Lauren Ashley Carter, uno de los secretos mejor guardados del cine fantástico independiente. Sus películas (Jug Face, Pod, The Mind's Eye) tienden a ser de muy bajo perfil y modesta manufactura, pero su desempeño siempre me ha parecido tan natural y sincero que trasciende las limitaciones técnicas (e incluso dramáticas) de los proyectos donde participa. Y, claro, en Imitation Girl tenemos oportunidad de ver un clásico "doble papel" de impresionante realismo, capaz de hacernos olvidar que se trata de una sola actriz interpretando dos personajes tan diferentes. No sé qué sería mejor: que algún gran estudio "descubriera" a esta menospreciada actriz, o que la dejen tranquila para que siga dedicando su talento al cine más personal y sustancioso. Creo que sería un desperdicio relegarla a papeles de "mejor amiga" en comedias románticas, o como "vecina graciosa" en un sitcom con risas grabadas.
En fin... regresando al punto, Imitation Girl podría describirse como "ciencia ficción filosófica", donde los elementos fantásticos son muy sutiles y sirven tan solo como catalizador de un doble estudio de carácter, con algunas interesantes observaciones sobre determinismo y libre albedrío. O quizás a la directora le gustó el líquido negro de Under the Skin y quiso hacer una especie de "fan fic" para explorar su funcionamiento. Como sea, me gustó el experimento, pues aunque no fue totalmente exitoso, nos invita a pensar; algo cada vez más raro en el cine del siglo veintiuno.
Calificación: 7.5

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Monday, May 7, 2018

Scorched Earth



Síntomas: Cincuenta años después de un apocalipsis ecológico, los escasos sobrevivientes intentan construir una nueva sociedad, y la incipiente Autoridad Central se apoya en cazadores de recompensas como Atticus Gage (Gina Carano) para defenderse de forajidos en busca de esclavos para trabajar en las minas de plata.

Diagnóstico: Esta es la paradoja de Gina Carano: cuando participa en películas de alto perfil (como Deadpool y Furious 6), es solo en papeles secundarios. Y cuando le dan un papel principal, generalmente se trata de cintas independientes (Haywire, In the Blood) que serán ignoradas por la mayor parte del público.
Para bien o para mal, Scorched Earth pertenece a esta segunda categoría; y aunque me pareció entretenida dentro de su modesto nicho, realmente no podría defenderla como "joya oculta", excepto para fans de Gina Carano (como yo) que aprecian su desempeño como actriz (mejorando un poco en cada nuevo proyecto) y como estrella de acción, bastante convincente gracias a los años que pasó compitiendo en el circuito de MMA.
Esto significa que Gina Carano es una de las pocas actrices que se ven confortables y creíbles en brutales escenas de acción (sobre todo peleas). Probablemente nunca ganará premios de actuación, pero su agilidad y convicción de atleta bastan para hacerla una de mis actrices favoritas... en la categoría de Cine B. Lo cual de ninguna manera es un insulto.
Scorched Earth tiene una premisa interesante, aunque bastante trillada. Después de una catástrofe ecológica que contaminó el agua y el aire del planeta, comienza la gradual reconstrucción de la civilización, tomando los valores (y la apariencia) del Viejo Oeste norteamericano. La gente anda a caballo, cultiva la tierra, y se organiza en primitivas comunidades que se encuentran en la mira de los inevitables villanos en busca de poder y recursos. Entonces, cuando la cazadora de recompensas Atticus Gage captura una famosa bandolera llamada Ms. Chavo (Luvia Petersen), decide tomar su lugar para infiltrarse en el pueblo de Defiance (sin relación alguna con la serie del canal SyFY), donde el cacique local (Ryan Robbins) necesita esclavos para trabajar en las minas de plata, elemento indispensable para los respiradores personales que usa toda la gente en este futuro distópico y contaminado.
Me gustó la combinación de western y ciencia ficción, así como el libreto de Kevin Leeson y Bobby Mort, razonablemente claro y lógico para justificar las actitudes de héroes y villanos. Cierto, es un criterio bastante bajo pero, como dije, es necesario hacer ciertas concesiones cuando se trata del Cine B... de otro modo, seríamos incapaces de apreciar sus aciertos.
Entre esos aciertos se encuentra el elenco secundario, encabezado por John Hannah como mentor de Gage, junto con una colección de actores "canucks" que revelan el origen canadiense de esta producción (entre los que reconocí: Alisha Newton de Heartland; Stephanie Bennett de Travelers, y Luvia Petersen de Continuum).
La acción no es muy frecuente pero está ejecutada con stunts de razonable realismo, balaceras con numerosas víctimas y explosiones, y algunos vehículos blindados al estilo Mad Max... aunque construidos con muy bajo presupuesto. El resultado es una cinta apta para conocedores del cine post-apocalíptico que quieran ver una versión del futuro con cierto ingenio conceptual que lamentablemente no se trasladó al entorno visual. Si Scorched Earth tuviera más peleas, o un diseño de producción más ambicioso, o más "gore" y violencia podría recomendarla por sus valores intrínsecos. A falta de todo eso... Gina Carano. Cada quién sabrá si es recomendación o advertencia.
Calificación: 7

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Sunday, May 6, 2018

Venganza del Más Allá (Revenge)



Síntomas: Jennifer (Matilda Lutz) es brutalmente atacada y abandonada en el desierto para morir. Sin embargo, la joven tiene otros planes.

Diagnóstico: A pesar de lo que sugiere el título mexicano, Venganza del Más Allá no contiene elementos sobrenaturales... aunque en ocasiones pensé que hubiera sido mejor así. Tal vez algún tipo de influencia paranormal haría más creíbles algunas escenas realmente ridículas, y le daría una cierta "lógica de pesadilla" al peculiar libreto escrito por la directora Coralie Fargeat.
Pero... ¡un momento! Es posible que esas "ridiculeces" sean completamente intencionales, como remedos irónicos del cine de "venganza femenina" tan popular a fines del siglo veinte. Cintas como Ms. 45, I Spit on Your Grave y Thriller: A Cruel Picture ofrecieron la perspectiva "femenina" (entre comillas porque las protagonistas eran mujeres, pero los directores siempre fueron hombres) del vigilantismo glamorizado por Charles Bronson y Clint Eastwood en sus más famosas películas (como Death Wish y Dirty Harry). Y ahora, Venganza del Más Allá celebra el recuerdo de sus predecesoras (al mismo tiempo que denuncia su anacronismo) con un relato violento, despiadado y sangriento que toma en serio la implacable misión de la protagonista... pero con oportunos toques surrealistas para admitir la incongruencia de la situación, lo cual al final me dejó satisfecho en todos los niveles de la experiencia, ya fuera como simple "gore" o como provocativo manifiesto feminista.
Hablando de lo cual, el mensaje de la directora Coralie Fargeat no es exactamente sutil. Los deplorables hombres que rodean a Jennifer son culpables en distintos grados por el horrendo abuso sexual. Stan (Vincent Colombe) la violó físicamente; Dimitri (Guillaume Bouchede) no hizo nada para impedirlo; y Richard (Kevin Janssens) quiere usar su dinero para encubrir el crimen. El resultado de esa conspiración parece fatal... pero en el primero de muchos eventos inverosímiles, Jennifer de algún modo sobrevive y comienza su misión de venganza.
Las actuaciones son intensas y naturales en todo momento, generando profundas emociones que compartimos con Jennifer durante su transición de víctima a cazadora; la joven empieza como objeto sexual y termina como una de las heroínas pintadas por Frank Frazetta o Simon Bisley (las cuales también son objetos sexuales, ahora que lo pienso...) No es un arco dramático muy innovador, pero está bien manejado... con ayuda de las incongruencias antes mencionadas (dos ejemplos: el peyote como anestésico mágico, y la escopeta con mira telescópica... ¿tiene sentido eso? No sé; no soy experto en armas, pero nunca vi algo así en Call of Duty).
En los aspectos más prácticos, Venganza del Más Allá luce espectacular cinematografía para explotar los colores y aislamiento de los agrestes escenarios desérticos; la música electrónica de "Rob" complementa la ilusión ochentera al mismo tiempo que subraya la tensión creada por la aguda dirección de Fargeat; y, desde luego, los efectos de maquillaje merecen una mención especial por su realismo y cruento detalle; ni siquiera recuerdo la última vez que vi tanta sangre en la pantalla del cine.
Creo que Venganza del Más Allá es una buena película por sí misma, aunque requiere cierta tolerancia por parte del espectador para disculpar sus más extremos caprichos artísticos (otro ejemplo: el asunto del águila); pero si logramos pasar por alto las excentricidades encontraremos una obra genuinamente transgresora, no tanto por lo que vemos en la pantalla, sino por la subversión de un género que nunca se había realizado con semejante convicción.
Calificación: 8.5

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Saturday, May 5, 2018

Isla de Perros (Isle of Dogs)



Síntomas: Cuando son declarados ilegales en Japón, miles de perros son deportados a una isla de basura. Pero un niño decide buscar a su fiel guardián, y encuentra inesperados aliados que lo ayudarán en su cruzada.

Diagnóstico: Al igual que hizo en Fantastic Mr. Fox, el director Wes Anderson utiliza animales para contar una historia muy humana en Isla de Perros.
Empleando de nuevo la técnica de "stop motion" (intencionalmente burda, con "ripple" en el pelo de los personajes y variaciones de iluminación para que se vea más "artesanal"), Anderson nos presenta un moderno cuento de hadas visualmente impresionante y emocionalmente resonante, sobre todo para amantes de los perros (como yo). También hay gatos en la historia, aunque su influencia es tangencial; y también interviene un búho, y varias ratas. Pero desde luego pasamos más tiempo con los perros, cuyas personalidades antropomórficas se fusionan maravillosamente con los rasgos caninos capturados por los animadores en cada detalle del movimiento y diseño de los personajes.
Y, naturalmente, las voces se encargan de completar la magia narrativa con actitudes muy propias de las variadas razas y mezclas que integran el elenco (¿estoy hablando de los actores o de los perros? No estoy seguro).
Así tenemos a Edward Norton, Bob Balaban, Bill Murray y Jeff Goldblum en los papeles de Rex, King, Boss y Duke (respectivamente), previas mascotas que recuerdan con nostalgia sus vidas con las familias que algunas vez los cuidaron. Pero Chief (Bryan Cranston) es un perro callejero que no alberga mucho cariño por la raza humana ("Yo muerdo"), ni cree en el concepto de "amos". También participan en papeles menores Scarlett Johansson, Harvey Keitel, F. Murray Abraham y Tilda Swinton como perros con diversas historias y funciones en la isla de basura; y en los papeles "humanos" encontramos voces tan diversas como Frances McDormand (como la traductora oficial de los diálogos japoneses), Yoko Ono (como asistente científica que está a favor de los perros), y Greta Gerwig como una estudiante de intercambio con aspiraciones revolucionarias. El trabajo de Gerwig es excelente... pero me irritó un poco su personaje caucásico en una cinta ubicada en Japón... como si hiciera falta la intervención del "hombre blanco" (o mujer) para rectificar las injusticias sociales y guiar al público hipnotizado por su gobierno. O quizás hay un significado oculto que no entendí.
Lo cual, ahora que lo pienso, se extiende a la película entera. La deportación de los perros, las conspiraciones para mantener el poder político, y la propaganda como herramienta de manipulación social se prestan para encontrar múltiples simbolismos y analogías con situaciones del mundo real. Pero dejaré eso a personas mejor informadas que yo. A mi simplemente me gustan los perros, y fue un placer ver una película dedicada a su nobleza y fidelidad, sin disimular su carácter ocasionalmente volátil, ni el delicado balance entre sus instintos salvajes y la asimilación doméstica. Hablando de lo cual, una de las escenas más impactantes de la película (al menos para mi) no tiene que ver con perros, sino con la preparación de sushi... fue una buena lección para reforzar mi vegetarianismo.
En cierto modo Fantastic Mr. Fox funcionó mejor como comedia; pero Isla de Perros no busca necesariamente hacernos reír (aunque tiene detalles hilarantes), sino reflexionar sobre la relación del hombre con los animales... y quizás de la humanidad consigo misma. El que lo haga con perros adorables es un beneficio adicional que revela una vez más la imaginación de Wes Anderson y su sensibilidad para crear intensas emociones sin recurrir a cursilería ni barata manipulación. Pero siempre con Bill Murray como su arma secreta.
Calificación: 9.5

IMDb