Friday, November 30, 2018

Viudas (Widows)



Síntomas: Varios ladrones mueren durante un "trabajo" fallido, y sus respectivas viudas deciden organizar otro robo para cubrir las deudas que dejaron sus esposos.

Diagnóstico: Prácticamente todos los thrillers criminales dedican un par de escenas a la vida doméstica del protagonista, donde siempre hay una mujer sufrida que sirve para humanizar al anti-héroe y demostrar que, a pesar de sus actividades ilegales, tiene buen corazón, y solo roba para darle a su novia/esposa una vida mejor. O algo así.
Y ahora, la película Viudas por fin nos muestra el otro lado de esas escenas, lo cual fue definitivamente más interesante que otra genérica "heist movie" con aspiraciones feministas (¿alguien recuerda Ocean's Eight?).
Para bien o para mal, esto significa que el auténtico propósito de Viudas no es sorprendernos con un ingenioso robo o estafa, sino examinar las distintas maneras como estas mujeres se adaptan a sus vidas independientes, mientras intentan liberarse de la influencia del crimen organizado. Y, la mejor manera de lograrlo es justamente con un crimen.
Es una premisa refrescante y muy bien planteada por el director Steve McQueen (12 Years a Slave) y sus guionistas (incluyendo a la escritora Gillan Flynn, adaptando la novela "Widows", de Lynda La Plante). Sin embargo, esto podría decepcionar al público que, en efecto, solo quería ver una versión más violenta y realista de Ocean's Eight. Lo cual no tendría nada de malo... pero Viudas no es esa película.
De hecho, el gran golpe planeado por Veronica (Viola Davis), Alice (Elizabeth Debicki) y Linda (Michelle Rodríguez) ocupa unos cuantos minutos de la cinta. Las dos horas restantes se enfocan en los múltiples dramas que provocó el robo donde murieron sus esposos (Liam Neeson, Jon Bernthal y Manuel Garcia-Rulfo), incluyendo: la rivalidad de dos políticos (Colin Farrell y Brian Tyree Henry) postulándose para el mismo cargo público; el psicópata "enforcer" de la mafia (el genial Daniel Kaluuya) que sigue oblicuamente los movimientos de las viudas; y la relación que se desarrolla entre Alice y un acaudalado empresario (Lukas Haas) que podría representar el inicio de una nueva vida. Y todo eso sin contar la mutua desconfianza y potenciales traiciones que amenazan la alianza de las protagonistas.
Aún así, Viudas está repleta de suspenso, excelentes actuaciones, y la virtuosa dirección de Steve McQueen, quien no teme experimentar con la fórmula del thriller criminal para crear escenas de gran impacto a pesar de su inusual manufactura (como esa increíble secuencia inicial, filmada desde un punto de vista que nos pone en medio del caos, pero sin sacrificar la claridad de los eventos).
Si tuviera alguna queja es que, como ocurre frecuentemente con libros adaptados a cine, Viudas se alarga más de la cuenta, tiene demasiados personajes secundarios que se pierden entre las intrigas (¿quién demonios era "Marcus", el conductor del automóvil rojo?), y tantos conflictos que no hay tiempo para explorarlos a fondo, haciendo la historia ocasionalmente cansada y confusa.
Sin embargo, Viudas merece una entusiasta recomendación no solo por sus virtudes intrínsecas, sino por su mera existencia como respuesta a un género cinematográfico sumido en las mismas rutinas desde hace... no sé... cien años, por lo menos. En vez de repetir los mismos clichés, Viudas los usa como inspiración para desmantelarlos y hacer algo diferente, muy entretenido, y absolutamente satisfactorio. Y lo mejor es que no le pasa nada al perrito blanco.
Calificación: 9

IMDb

Wednesday, November 28, 2018

Satan's Slaves (Pengabdi Setan)



Síntomas: En 1981, la madre de Rini (Tara Basro) fallece después de una larga enfermedad. Pero la joven y sus hermanos empiezan a sospechar que el espíritu de la mujer sigue presente en su hogar.

Diagnóstico: Me gustó la sombría atmósfera de Satan's Slaves, las actuaciones del reparto entero, y el conflicto emocional que sufren los hijos que perdieron a su madre, y ahora la encuentran de regreso en forma de espíritu maligno. Lo único que faltó fue una historia para aportar estructura y flujo narrativo a los excelentes "sustos" y tenebrosas secuencias conjuradas por el director Joko Anwar, cuyo balance de drama y temas sobrenaturales evoca el tono de cintas como Hereditary, Verónica, y Rosemary's Baby, lo cual es el mejor halago que puedo hacerle a esta modesta pero efectiva película producida en Indonesia.
Esa lejana procedencia significa que Satan's Slaves también ofrece una interesante perspectiva religiosa ajena al catolicismo habitual del cine de horror occidental. Claro, desde el título mismo podemos ver que existen elementos comunes en el canon islámico y cristiano, pero también hay abundantes diferencias que enriquecen el universo de la cinta y añaden un poco de novedad a los arquetipos del género... por no mencionar una sutil crítica contra la hipocresía que a veces se oculta tras la apariencia de devoción. O quizás algunos detalles se perdieron en la traducción. Como sea, aprecié la variedad cultural del misterio que Rini y su familia deben resolver para escapar los ataques de la madre... o lo que haya tomado su apariencia para aterrorizarlos.
Por el lado negativo, la ausencia de un arco dramático concreto resta fuerza a la primera mitad de la película, que consiste básicamente en sobresaltos aislados y apariciones sin mucho sentido ni congruencia. Ciertamente funcionan para angustiar al espectador y añadir deliciosos momentos de tensión, pero frenan la película con su repetición.
Afortunadamente la segunda mitad encuentra un rumbo mejor definido, y para el tercer acto el director tiene suficiente confianza para añadir nuevas ideas y ampliar la perspectiva del horror. Personalmente sentí innecesarios ciertos excesos que contradicen el mesurado estilo de los previos ochenta minutos; pero, como dije, se lo atribuí a factores culturales, y de ninguna manera arruinaron la experiencia.
Las actuaciones me parecieron buenas de principio a fin, destacando Tara Basro como Rini, la  hermana mayor que hereda la responsabilidad del hogar en ausencia de su madre; y el pequeño Endy Arfian, temeroso de los fenómenos que amenazan a su familia, pero aún así dispuesto a ayudar en lo que pueda.
Aunque Satan's Slaves no es una película dependiente de efectos especiales, hay buenas muestras de técnicas prácticas y digitales para crear las apariciones del espectro matriarcal, así como una inesperada escena "gore" que sorprende por su brutalidad.
No tengo mucha experiencia con el horror en Indonesia (la única cinta que recuerdo es Lady Terminator, y realmente fue más thriller que horror), pero la calidad de Satan's Slaves en fondo y forma le permite competir con el mejor cine independiente norteamericano y europeo. Y, por cierto, se trata de un remake de la película Satan's Slave (en singular), del año 1980, lo cual explica el período ochentero de Satan's Slaves. Supongo que la fiebre de los refritos ya se volvió universal.
En resumen: Satan's Slaves me pareció una sólida muestra de horror sobrenatural con un inicio lento y un final ligeramente confuso; pero sus terroríficas virtudes y consistente suspenso garantizan una recomendación, así como la promesa de seguir la carrera del director Joko Anwar, cuyo estilo trasciende la imitación para encontrar su propia voz creativa. Ojalá siga trabajando en el horror, pero estimo que tendrá éxito en cualquier género.
Calificación: 8

IMDb

Monday, November 26, 2018

Leave No Trace



Síntomas: Will (Ben Foster) y su hija Tom (Thomasin Harcourt McKenzie) viven en el bosque, totalmente aislados de la civilización; pero algunas personas no aceptan ese estilo de vida.

Diagnóstico: Leave No Trace es la tercera película que he visto recientemente sobre individuos rebeldes e independientes que prefieren vivir al margen de la sociedad, lejos de sus vicios y comodidades (las otras dos fueron Captain Fantastic y The Glass Castle). Sin embargo, Leave No Trace es la que retrata de manera más realista las dificultades prácticas de este estilo de vida, así como las razones que podrían impulsar a alguien para tomar esa extrema decisión.
Lo interesante es que el libreto (co-escrito por Anne Rosellini y la directora Debra Granik, basadas en la novela "My Abandonment", de Peter Rock) nunca explica directamente las circunstancias que llevaron a Will y Tom a vivir en el bosque. Simplemente contemplamos su rutina diaria recolectando plantas, buscando refugio y tratando de mantener un lugar seco para dormir en los fríos y húmedos bosques de Oregon. Entonces ciertos eventos destruyen esa rutina, y comienza una nueva etapa que los cambiará para siempre.
Todos los aspectos de Leave No Trace me parecieron sobresalientes. La cinematografía de Michael McDonough captura la belleza del bosque sin ocultar sus peligros. El libreto es un modelo de "menos es más", estableciendo eficientemente la situación sin rodeos ni digresiones innecesarias. Y la dirección de Debra Granik aprovecha cada escena para enriquecer a los personajes con pequeños gestos y detalles que dicen más que cualquier monólogo. La idea de vivir en el bosque parece absurda, y Granik no espera que el espectador comparta los valores de los personajes; sin embargo nos da suficiente información para aceptar su realidad y cuestionar a quienes pretenden "ayudarlos" en contra de su voluntad.
La cinta acepta que no hay respuestas mágicas para este tipo de disfunción. Los breves encuentros que Will y Tom tienen con el mundo real revelan instituciones bien intencionadas, pero sin la dedicación necesaria para estudiar cada caso individual y buscar soluciones específicas, en vez de encasillar a la gente en procesos y categorías demasiado generalizadas que podrían ser más dañinas que benéficas.
A diferencia de las mencionadas Captain Fantastic y The Glass Castle, Leave No Trace no interpreta la vida "off the grid" como un manifiesto contra los excesos de la sociedad moderna, sino como un síntoma de cicatrices psicológicas difíciles de diagnosticar, y a veces imposibles de curar. En otras palabras: cada quien tiene sus razones, y su propia manera de solucionar sus problemas.
El desempeño de Ben Foster y Thomasin Harcourt McKenzie me pareció extraordinario. Con mínimos diálogos son capaces de establecer una compleja dinámica, así como la transformación que experimentan durante su transición a la sociedad "normal". De Ben Foster no esperaba menos; pero McKenzie fue una auténtica revelación gracias a una actuación sincera y balanceada entre el profundo amor que Tom siente por su padre, y su deseo de una vida más estable y segura. Hace ocho años Debra Granik "descubrió" a Jennifer Lawrence en Winter's Bone; y ahora es perfectamente posible que Leave No Trace tenga el mismo efecto en la carrera de Thomasin Harcourt McKenzie. Es una de las mejores actuaciones del año, en mi humilde opinión, y doblemente especial por el valor que añade a una excelente película. Probablemente una de las mejores del año.
Calificación: 10

IMDb

Sunday, November 25, 2018

La Maestra de Kinder (The Kindergarten Teacher)



Síntomas: En una escuela de Nueva York, la maestra Lisa Spinelli (Maggie Gyllenhaal) descubre un niño con inusual talento para la poesía, y hace lo posible por estimular esa aptitud.

Diagnóstico: ¿Un niño de cinco años con excepcional talento para la poesía? ¿En serio? ¿Exactamente cómo se cuantifica esa habilidad? ¿Bajo que criterio se evalúa la calidad de los "poemas" que recita el pequeño Jimmy (Parker Sevak)? Francamente, la primera media hora de La Maestra de Kinder me provocó cierta antipatía por el afectado tono de la cinta, que en algunos momentos parece la indulgente fantasía de un poeta frustrado.
Sin embargo, eventualmente la maestra Lisa (fantásticamente interpretada por Maggie Gyllenhaal, como siempre) expresa ideas que cambiaron por completo mi percepción de la película, y reconocí que su premisa sirve como medio para denunciar ciertos problemas de la cultura contemporánea, al mismo tiempo que propone el rescate de la creatividad y el pensamiento abstracto en un mundo demasiado literal.
Sí, mi interpretación de La Maestra de Kinder fue aún más pretenciosa que la película misma. Pero eso no invalida su noble intención e inteligente mensaje... incluso si nunca logré interesarme por el asunto del niño poeta.
Pero, bueno... independientemente de su hipotético subtexto, La Maestra de Kinder pertenece a la categoría de "maestro inspirador" (maestra, en este caso), donde las enseñanzas impartidas van más allá del salón de clases, fomentando el talento del estudiante y quizás determinando su futuro... hasta que llega el "twist" que altera el tono de la historia y confunde la actitud de los personajes.
Quizás sea buen momento para señalar que La Maestra de Kinder es el remake norteamericano de una cinta israelí que, desde luego, no he visto. Entonces, no sé si la directora Sara Colangelo siguió al pie de la letra el argumento de la película original, o si añadió nuevos elementos para acentuar el drama y hacer sus propuestas más contundentes.
Cualquiera que haya sido la razón, el tercer acto de La Maestra de Kinder entra en territorio muy cuestionable desde el punto de vista psicológico y narrativo. Lisa toma algunas descabelladas decisiones que no encontré justificadas, aunque la directora/guionista se esfuerza por mostrar detalles en la vida de la maestra que podrían explicar su reacción ante eventos ciertamente relevantes, pero fuera de su control desde cualquier punto de vista.
Espero no haber revelado más de la cuenta. Y quiero aclarar que La Maestra de Kinder merece una recomendación tan solo por la actuación de la gran Maggie Gyllenhaal y por la audacia de su mensaje. En papeles secundarios la apoyan Gael García Bernal como el profesor de poesía que inspira la exploración personal de Lisa; y Michael Chernus en el papel del esposo comprensivo, pero al mismo tiempo distante y desinteresado en el despertar espiritual de su esposa.
En resumen, La Maestra de Kinder nos invita a valorar aspectos de la sociedad que tienden a ignorarse en la vida diaria, a riesgo de perderse irrevocablemente. Estoy de acuerdo con sus conclusiones... pero hubiera sido mejor llegar a ellas por un camino más lógico y menos inverosímil. Por otro lado, la poesía es más emoción que pensamiento, así que quizás Sara Colangelo tomó el camino correcto para contar esta historia. No sé. La única poesía que conozco son las parodias literarias de Mad Magazine, así que no me hagan mucho caso.
Calificación: 7.5

IMDb

Saturday, November 24, 2018

Gonjiam: Hospital Maldito (Gonjiam: Haunted Asylum)



Síntomas: El vlog "Horror Times" organiza una expedición nocturna al hospital abandonado Gonjiam, donde un equipo de jóvenes con múltiples cámaras tratarán de confirmar los rumores de fantasmas y fenómenos paranormales reportados desde la clausura de la institución.

Diagnóstico: En muchas ocasiones (demasiadas, realmente) he mencionado la capacidad del cine coreano para tomar las fórmulas norteamericanas y aplicar su propia idiosincrasia, logrando así películas que se sienten familiares y al mismo tiempo innovadoras, gracias a esa sutil adición de elementos culturales, narrativos o visuales ajenos a los estereotipos de Hollywood. Entre mis favoritas: Sector 7 ("creature feature"), The Tower (cine de desastre), y desde luego Train to Busan (zombies).
Y ahora Gonjiam: Hospital Maldito intenta hacer lo mismo con la técnica del "found footage", la cual parecía extinta (¡por fin!) después de tantas mediocres cintas que utilizaron ese formato para disfrazar su falta de creatividad. ¿Será posible que la versión coreana nos haga cambiar de opinión?
No. Pero ciertamente lo intentaron, con resultados bastante buenos... hasta cierto punto.
La premisa es similar a la de películas como Greystone Park, The Gallows y Scare Campaign: un grupo de jóvenes cineastas se preparan para "investigar" los fenómenos paranormales en un viejo edificio con un trágico pasado. En esta ocasión la excusa es elevar el "rating" del vlog Horror Times con una transmisión en vivo donde todo puede suceder.
Para empezar, los personajes son ligeramente menos antipáticos que los del cine norteamericano. Claro, algunos son bromistas, otros arrogantes, pero en general saben lo que están haciendo y respetan el propósito de su visita. Entre los actores que destacan están Ye-Won Mun como Charlotte, adicta a la adrenalina que ha visitado los sitios más tenebrosos del planeta (incluyendo la Isla de las Muñecas, en México); y Ha-Joon Wi como el productor del vlog, más interesado en ganar público que en la seguridad de sus "reporteros".
Las locaciones son apropiadamente siniestras, aunque no hay mucha diferencia entre este inmundo hospital abandonado y los que hemos visto en obras similares. Para variar, siempre hay una habitación específica donde se enfocan los fenómenos sobrenaturales porque ahí fue donde los pacientes sufrieron blah, blah, blah... es lo mismo de siempre.
Sin embargo, la dirección de Beom-sik Jeong eleva todos estos clichés y los transforma en un competente thriller con altos niveles de suspenso y momentos de genuino terror que no se apoyan en sobresaltos y ruidos estruendosos, sino en la atmósfera y paranoia de los personajes. Claro, también hay sobresaltos y ruidos, pero no son los únicos trucos de la cinta (como ocurre en los mencionados ejemplos norteamericanos).
Desafortunadamente la media hora final degenera en los más trillados vicios de este sub-género: frenéticos movimientos de cámara para simular drama, gritería sin sentido en oscuridad total, y las típicas fallas de video que nos impiden ver lo que está ocurriendo. Y cuando por fin lo vemos... no es tan terrorífico como lo que había conjurado nuestra imaginación durante los mejores momentos de la película.
De cualquier modo terminé admirando la energía de Gonjiam: Hospital Maldito y las buenas ideas implementadas por el director y sus "camarógrafos" (las escenas con video de 360 grados fueron un toque ingenioso, aunque no las utilizaron tanto como esperaba). Sin re-inventar el concepto del "found footage", Gonjiam: Hospital Maldito ofrece una experiencia que ubicaría entre las mejores de este estilo... lo cual tampoco es un gran halago. A estas alturas, necesitaríamos una auténtica revolución del sub-género, en vez de una mejoría marginal sobre los bodrios que la precedieron. Aún así merece una recomendación.
Calificación: 7.5

IMDb

Friday, November 23, 2018

Matar o Morir (Peppermint)



Síntomas: Cinco años después del brutal asesinato de su esposo e hija, Riley North (Jennifer Garner) está lista para cobrar venganza.

Diagnóstico: No puedo creer que ya pasaron diez años desde la original Taken. Y, para celebrarlo, el director Pierre Morel intentó revivir sus glorias pasadas con Matar o Morir, otro relato de "venganza familiar" con más violencia y una mujer en el papel principal, lo cual ayuda un poco a aliviar la monotonía de este cansado sub-género... aunque no lo suficiente para crear una experiencia nueva y diferente. Como sea, creo que pudo haber celebrado de una manera más creativa.
En realidad Matar o Morir se acerca más al sub-género de "vigilantes", y podríamos describirla como la versión femenina de Death Wish (me refiero al re-make con Bruce Willis), combinada con elementos de la serie The Punisher (por ejemplo, Riley pierde a su familia en una feria, muy cerca del carrusel; ¿plagio u homenaje? Usted decida). Y, a diferencia de Taken, Matar o Morir abraza la clasificación "R" para bañar la pantalla con sangre y deleitar a los fans del "gore" con cada "headshot"... o, mejor dicho, "faceshot", ya que esa es la técnica favorita de Riley.
Me estoy adelantando. Como siempre, Matar o Morir emplea los primeros minutos para introducir a la familia North y establecer las circunstancias que llevarán a una terrible tragedia que dejará a Riley sola en el mundo y con posible daño cerebral, lo cual nos invita a especular sobre su salud mental y motivación para iniciar una cruzada vengativa. Pensé que el guionista Chad St. John haría algo más interesante con ese detalle, como cuestionar la realidad que vive la mujer, o arrojar algún obstáculo psicológico... pero entonces descubrí que St. John también escribió Replicas y London Has Fallen, de modo que fue absurdo esperar algo más ingenioso o innovador. No... simplemente las mismas rutinas de siempre, pero con Jennifer Garner en el papel de ángel vengativo. Literalmente. No pregunten.
Un momento... Chad St. John también escribió el excelente cortometraje The Punisher: Dirty Laundry. Ahí está la conexión. Caso cerrado.
No. Aún queda un poco por decir.
A pesar de tantas quejas, no puedo negar que disfruté los catárticos placeres de Matar o Morir. Además de la mencionada sangre (menos que en Death Wish, pero aún así adecuada), tenemos a Jennifer Garner de regreso a sus raíces de acción, y debo decir que su desempeño me pareció excelente. Todos esos dramas y comedias románticas no le robaron la aptitud y credibilidad que ganó en Alias, y me gustó encontrarla de nuevo peleando, infiltrándose en guaridas secretas, y eliminando villanos sin perder la vulnerabilidad que hace sus personajes tan interesantes (ya sea Sidney Bristow hace diecisiete años, o Riley North en el presente). Además, Garner tiene la capacidad de transmitir sin palabras la turbulencia interna de Riley, lo cual compensa la pereza del libreto en lo que respecta a diálogos y carácter. Y, bueno, en estos casos ni siquiera podemos hablar de "realismo"; Matar o Morir es una de las más absurdas e inverosímiles cintas de venganza que he visto. Pero Jennifer Garner fue el antídoto perfecto para revivir una cinta que hubiera muerto de apatía en otras circunstancias.
En resumen: Matar o Morir me pareció una entretenida fantasía de venganza que, a pesar de su arcaica narrativa, logra satisfacer con violencia gratuita y moralidad bipolar. También es la mejor película que ha realizado Pierre Morel desde la original Taken; no recomiendo buscar cuáles fueron las demás.
Calificación: 7.5

IMDb

Wednesday, November 21, 2018

Cam



Síntomas: La joven Alice Ackerman (Madeline Brewer) gana dinero como "cam girl" bajo el seudónimo de "Lola". Pero cuando finalmente empieza a ganar popularidad, su vida sufre un inexplicable cambio.

Diagnóstico: Al principio parece que Cam será un típico ciber-thriller sobre una atractiva mujer acosada por un "stalker" que no puede (o no quiere) aceptar la línea divisoria entre la vida real de Alice, y las inocuas fantasías sexuales que "Lola" interpreta frente a su cámara digital. Y, en efecto, hay algo de eso en el argumento de Cam. Sin embargo, cuando se revela el peligro real que amenaza a Alice, queda claro que el director Daniel Goldhaber y la guionista Isa Mazzei planearon algo mucho más intrigante y provocativo. Algo que, para bien o para mal, no tiene respuesta concreta, sino una vaga insinuación de... no sé... abstracciones difíciles de asimilar.
Este podría ser el principal obstáculo de Cam para encontrar su nicho comercial. No es exactamente horror, ni thriller psicológico, ni "slasher", sino una volátil mezcla de todos estos géneros que se combinan para crear algo único e innovador.
Mi recomendación sería evitar "trailers" y publicidad de Cam, para descubrir sus secretos al mismo tiempo que Alice y compartir su curiosidad inicial, luego su ira, desesperación, y finalmente el horror de la bizarra crisis que trastorna su vida. La dirección de Goldhaber es paciente y metódica, creado una sensación de peligro incluso antes de manifestar la... "anomalía" en el trabajo de Alice.
Hablando de lo cual, encontré fascinante la mirada "detrás de las cámaras" (literalmente) de las "cam girls", jóvenes empresarias dedicadas a satisfacer fetiches a veces universales, a veces muy específicos, pero siempre con un nivel de pericia técnica y profesionalismo que desafía la percepción de una actividad que mucha gente consideraría "sucia" o vergonzosa. A fin de cuentas es como cualquier trabajo de servicio al cliente, y tal vez Cam ayudará a disipar un poco el estigma de esta inusual industria.
En fin... regresando al punto, Cam se tarda un poco en establecer su premisa, pero eso nos permite conocer la personalidad de Alice y su ambición por llegar al primer lugar en popularidad; y también presenciamos interacciones con su círculo social y con su familia, lo cual incrementa el suspenso (y nuestra empatía) cuando las cosas empiezan a salir mal.
Gran parte de ese logro reside en la excelente actuación de Madeline Brewer (más conocida como Janine en The Handmaid's Tale), quien maneja con igual realismo los momentos dramáticos y la exhibición de sus talentos frente a la cámara digital. Cam no es una cinta explícita, pero a fin de cuentas se desarrolla en un sórdido entorno que podría resultar ofensivo para algunos espectadores. Sin embargo, el punto de la película no es el morbo de ver a las "cam girls" bañándose o comiendo carne asada con las manos (no pretendo juzgar a quienes encuentren eso excitante), sino entender la naturaleza de su oficio para reconocer la angustia de perder el control tan arduamente obtenido.
Me alegra decir que Cam es uno de los mejores cintas de horror originales de Netflix (o thrillers, o como quieran clasificarla... y además Stephen King la recomienda), con altos valores de producción, una notable actuación principal, y una atmósfera ligeramente surrealista para enfatizar la dualidad de Alice y su "alter ego", el cual representa una versión idealizada de su persona para consumo masivo... al igual que mucha gente falsifica o adorna su imagen en las redes sociales. En ese aspecto, todos somos "cam girls".
Calificación: 9

IMDb

Monday, November 19, 2018

The Ballad of Buster Scruggs



Síntomas: Seis historias cortas sobre la vida en el viejo oeste, retratando experiencias que van desde la comedia hasta el más amargo drama.

Diagnóstico: Creo que los Hermanos Coen terminaron haciendo westerns porque, en el fondo, todas sus películas (incluso los "noirs" criminales que les dieron fama al principio de su carrera) tienen en el fondo los mismos valores del "viejo oeste": héroes taciturnos y solitarios; confrontaciones violentas; y una ambigua moralidad donde las diferencias entre "buenos" y "malos" son meramente circunstanciales. Así, con obras como True Grit, No Country for Old Men y ahora The Ballad of Buster Scruggs, este dueto de cineastas puede explorar las texturas y arquetipos del western con su característica "voz" narrativa, tan difícil de explicar, pero tan fácil de identificar entre la homogénea mediocridad del cine contemporáneo.
La naturaleza antológica de The Ballad of Buster Scruggs se adapta muy bien a la sensibilidad de los Hermanos Coen, comprimiendo el drama (o comedia) en relatos concisos que expresan su mensaje y concluyen antes de volverse cansados (como ha ocurrido con algunas películas de estos directores; a pesar de tantos halagos, no los considero infalibles, y muchas de sus películas me han aburrido o decepcionado).
No hay un tema común en las historias que integran The Ballad of Buster Scruggs (con la posible excepción de la muerte), pero definitivamente hay una evolución en su tono y atmósfera. Los cortos comienzan con altas dosis de humor (negro); luego se vuelven más trágicos; y terminan en un debate filosófico que no está exento de comedia. En otras palabras: un paseo circular por diversos aspectos de la experiencia humana representados por esta ecléctica colección de fórmulas western.
En la primera historia, "The Ballad of Buster Scruggs", el epónimo vaquero (Tim Blake Nelson) canta acompañado por su guitarra y cabalga por la pradera en busca de un buen juego de póquer. Como dije, la cinta comienza con el segmento más gracioso y estilizado, lo cual nos ayuda a adoptar un estado de ánimo apropiado para asimilar todo lo que vendrá después.
La segunda historia, "Near Algodones" sigue a un ladrón de bancos (James Franco) que encuentra dificultades durante un robo que parecía simple. El "puchline" es fenomenal, y sospecho que los Hermanos Cohen escribieron esta historia específicamente para poder usar las dos palabras finales.
La tercera, "Meal Ticket", nos muestra a un humilde empresario itinerante (Liam Neeson) llevando su espectáculo a distintos pueblos, pero cada vez con menos público. Esta fue la historia que menos me gustó, no porque sea mala, sino por una cierta monotonía que remata con un final cruel y previsible. Aunque, por otro lado, nos revela las maravillas del "Gallus Mathematicus"
En la cuarta historia, "All Gold Canyon", un viejo minero (Tom Waits) busca una veta de oro en un idílico cañón. Supongo que todos los segmentos incluyen simbolismo que podríamos interpretar de diversas maneras, pero All Gold Canyon es el más evidente, contrastando la belleza natural con los bajos instintos del hombre.
La quinta y más larga historia, "The Gal Who Got Rattled", es la más "normal" de la colección, siguiendo una caravana de carretas durante el arduo recorrido hacia el estado de Oregon, donde Gilbert Longabaugh (Jefferson Mays) pretende establecer un negocio, y su hermana Alice (Zoe Kazan) espera encontrar marido. Sin embargo una tragedia interrumpe sus planes... y todo empieza con un perro nervioso (spoiler: el panorama para el animalito es bastante pesimista, pero eventualmente sobrevive). "The Gal Who Got Rattled" adopta los más populares elementos del western: el espíritu pionero, vaqueros estoicos, mujeres recatadas, romance en la pradera, y ataques de los nativos... aunque el final no es como esperamos.
Finalmente, "The Mortal Remains" consiste en una discusión sobre diversos temas durante un viaje en carruaje a un destino desconocido. Una mujer (Tyne Daly) y cinco hombres de diversas nacionalidades y estratos sociales exponen sus creencias personales, llevando a inevitables conflictos de opinión que cada espectador interpretará según su particular ideología.
The Ballad of Buster Scruggs tiene excelentes actuaciones, virtuosa dirección, y un fantástico reparto que combina estrellas de cine y actores de carácter perfectamente seleccionados para sus excéntricos papeles. La manufactura de la película es impecable, empezando por la cinematografía de Bruno Delbonnel que captura con igual belleza las áridas planicies de Nuevo México y los inmundos "saloons" donde reposan los vaqueros. Y la música de Carter Burwell complementa la atmósfera de violencia inminente balanceada con serena reflexión.
Las obras de los Hermanos Coen casi siempre obtienen nominaciones para los premios importantes; será interesante ver cómo recibe "la Academia" esta nueva película estrenada directamente en Netflix, lo cual parece irritar sus arcaicas ideas sobre la definición de "cine". Para evitarse problemas, Netflix también estrenó The Ballad of Buster Scruggs en salas selectas de los Estados Unidos, pero no sé si eso bastará para superar el prejuicio contra las pantallas caseras. Como sea... otra razón para ignorar los Óscares. Lo importante es que los Hermanos Coen crearon una de sus mejores obras de este siglo, y además dieron un importante paso en la validación de los canales digitales de distribución. No niego el valor de la experiencia comunal del cine tradicional; pero es difícil ignorar la conveniencia de recibir obras como The Ballad of Buster Scruggs directamente en nuestras casas. Y de poder usar "replay" en las mejores balaceras.
Calificación: 9

IMDb

Sunday, November 18, 2018

Mara



Síntomas: Helena Wynsfield (Rosie Fellner) es la principal sospechosa en el asesinato de su esposo, pero ella afirma que el culpable fue una entidad sobrenatural llamada Mara (Javier Botet). Los policías encargados de la investigación no le creen, pero la psicóloga Kate Fuller (Olga Kurylenko) descubre ciertas pistas que podrían confirmar la historia de la mujer.

Diagnóstico: No voy a negar que la cinta Mara me interesó únicamente por la presencia de la actriz Olga Kurylenko. Después de verla en tantas B-Movies de acción, me intrigó su incursión en el género de terror; y si bien Mara no resultó particularmente terrorífica, al menos cuenta con una interesante premisa y algunos sólidos momentos de tensión que me dejaron satisfecho... pero con la sensación de que debió llegar más lejos de lo que logró el director primerizo Clive Tonge.
Mara básicamente combina The Ring (espíritu vengativo) con A Nightmare on Elm Street (el sueño como conducto del mal), envolviendo todo el paquete en un solemne "procedural" policíaco. La idea no es mala, pues ofrece apropiados contrastes entre ciencia y superstición (uno de mis temas favoritos en este género) mientras analiza las causas de varios asesinatos, que la Dra. Kate Fuller intenta explicar como consecuencias de la paranoia y alucinaciones que induce la "parálisis de sueño". Me gustaron las escenas donde Kate sufre esta condición, pues se apoyan exclusivamente en su actuación, sin necesidad de efectos digitales o trucos de edición (incluso hay una escena en la tina de baño, reforzando la conexión con Elm Street).
Hablando de lo cual, Mara se apoya en efectos prácticos la mayor parte del tiempo, ganando así una atmósfera tenebrosa y creando horrores tangibles sin la artificialidad de los fantasmas sintéticos tan comunes en el cine de los grandes estudios.
Desafortunadamente todos estos aspectos positivos se van extinguiendo conforme progresa la historia, y son reemplazados por clichés sin imaginación... sobresaltos innecesarios, deducciones inverosímiles, y música estruendosa para simular el suspenso perdido. Y todo para llegar a un final que se siente como un "twist" improvisado a última hora.
Pero, bueno... como dije antes, el competente desempeño de Kurylenko y los atisbos de ingenio en la narrativa conservaron mi atención y alimentaron mi fascinación con los enigmas del sueño. El elenco secundario pasa sin pena ni gloria, destacando Lance E. Nichols como el Detective McCarthy, uno de esos policías que nunca creen la evidencia ante sus ojos hasta que es demasiado tarde. Y Craig Conway (¿alguien lo recuerda como el líder de los punks caníbales en Doomsday?) es el inestable paciente psicótico con la obligatoria pared llena de dibujos y recortes de periódico que "demuestran" la existencia de una entidad sobrenatural que mata durante el sueño.
Mara es una cinta funcional, pero absolutamente olvidable debido a una generalizada falta de ambición en todos los aspectos de su producción. Tiene los ingredientes necesarios para un buen relato de terror; y solo le faltó un esfuerzo extra (mejor estilo visual, más sangre, más horror... lo que fuera) para distinguirla del montón. Después de todo, Olga Kurylenko no puede hacer todo por sí sola.
Calificación: 6.5

IMDb

Friday, November 16, 2018

Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald (Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald)



Síntomas: En 1927, Newt Scamander (Eddie Redmayne) se involucra accidentalmente en la búsqueda de Credence Barebone (Ezra Miller), a quien el criminal Gellert Grindelwald (Johnny Depp) necesita para completar sus siniestros planes.

Diagnóstico: Hace dos años, Fantastic Beasts and Where To Find Them me pareció una vistosa adición al universo de Harry Potter (del cual no soy exactamente fan, así que no me hagan caso), con una simpática historia principal enturbiada por el característico exceso de personajes, conspiraciones, y secretos que la autora J.K. Rowling acostumbra usar como sustituto de un drama bien escrito y lógicamente estructurado.
Y ahora, la secuela Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald se dedica a extender ese relleno al máximo, introduciendo más personajes, complicando sus mutuas conexiones, y tratando desesperadamente de recapturar la "magia" de Harry Potter (así como su éxito económico).
Afortunadamente las cosas que funcionaron en la primera película siguen vigentes, y ayudan a hacer tolerable esta secuela que solo recomendaría para devotos del Potterverso, y para estudiosos de los efectos digitales... porque al menos puedo decir que Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald se ve increíble, mucho mejor que su predecesora, y con mayor imaginación para retratar a los "animales fantásticos", así como a las vertiginosas aventuras de la pareja dispareja que hacen Newt Scamander y el "muggle" Jacob Kowalski (nuevamente interpretado por Dan Fogler). En esta ocasión no están buscando animales mágicos extraviados, sino a la auror Tina Goldstein (Katherine Waterston) y su hermana Queenie (Alison Sudol)... y, bueno, no voy a revelar "spoilers", pero baste decir que la trama se complica y todos enfrentarán retos mágicos y emocionales que determinarán el futuro de dos continentes.
Eddie Redmayne retoma su agradable interpretación del "magizoólogo" Newt Scamander, más confortable entre "bestias" que entre humanos. Como dije hace dos años, si estas películas se enfocaran exclusivamente de las aventuras de Scamander con los adorables animales mágicos, creo que me hubieran gustado más. Sin embargo nada puede ser simple en el Potterverso, y por eso interfieren constantemente las solemnes actividades del Ministerio Mágico (o como se llame) cuyos oficiales siempre están preocupados por una u otra crisis, y nunca confían en las personas que podrían ayudarlos, porque son rebeldes que no obedecen las reglas (pero obtienen etc.)
Personalmente encontré aburridas las intrigas y traiciones políticas de Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald, no solo por todas las vueltas que dan para llegar al arbitrario final que no resuelve nada (aunque desde luego deja la puerta abierta para otra secuela), sino porque no sentí interés alguno por los personajes secundarios. Y, peor aún, Eddie Redmayne parece otro personaje secundario en su propia película, opacado por las estrellas de cine que lo rodean, y por el desvergonzado "ret-con" que, una vez más, nos endilga revelaciones "sorpresivas" que solo buscan explotar el afecto que tienen los fans por los personajes "clásicos".
Hablando de lo cual, Jude Law me pareció una adecuada versión joven (no tan joven en realidad) del venerable director de Hogwarts, con el mismo sentido del humor e irreverencia que tan bien capturaron Richard Harris y Michael Gambon en las películas de Harry Potter. Y, en el papel de Gellert Grindelwald (némesis de Dumbledore en su juventud), Johnny Depp transmite la arrogancia elitista que sembró las semillas de odio que eventualmente provocarían el ascenso de Voldemort. O algo así. Como dije, no entendí muy bien la secuencia de causas y consecuencias porque no conozco de memoria esta mitología, ni la película ofrece estímulo narrativo para conectar cada obtusa escena. Pero, eso sí, el final es suficientemente épico para hacernos olvidar la mediocridad de las dos previas horas (¿o habrá sido un hechizo para borrar la memoria del público?)
Entonces, Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald cometió el error de relegar a segundo plano a su personaje principal, limitando las interacciones que hicieron divertida la primera película. Sin embargo, para los fans que quieren profundizar en el laberíntico pasado del "Wizarding World", y tienen la paciencia de desenmarañar tantos complots, contubernios y confabulaciones, Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald ofrece más detalles para absorber y más potencial para especular sobre los eventos que eventualmente nos llevarán al nacimiento de Harry Potter. Pero para mi fue otra precuela innecesaria que solo existe para ganar dinero a costa de los fans.
Calificación: 6.5

IMDb

Wednesday, November 14, 2018

Operation Red Sea (Hong Hai Xing Dong)



Síntomas: El Escuadrón de Asalto Jiaolong recibe la misión de evacuar 160 expatriados chinos en la República de Ihwea, donde una facción rebelde derrocó al gobierno local con ayuda de un violento grupo terrorista. Pero la misión se complica cuando los rebeldes deciden tomar rehenes para ejercer presión política.

Diagnóstico: Algunas personas están denunciando Operation Red Sea como propaganda del gobierno chino para presumir su poderío naval, la alta tecnología de sus soldados, y la protección que extienden a sus ciudadanos alrededor del mundo. Pero, independientemente de su (posible) función demagógica, Operation Red Sea me pareció una de las mejores y más intensas películas de acción militar que he visto en mi vida.
Como ocurre con frecuencia en el cine asiático, Operation Red Sea copia elementos de las películas de acción norteamericanas, de modo que su argumento no es particularmente innovador: un escuadrón de élite recibe una misión aparentemente simple que se complica cuando las condiciones de batalla cambian sin previo aviso, y nuevos componentes socio-políticos alteran las prioridades de su misión. Igualmente hay mucha acción, sangre, balaceras, explosiones, tanques, drones, tecnología... en resumen, todo aquello que identificamos con el cine bélico de alto impacto y profundo patriotismo.
El director Dante Lam creó una obra de increíble dinamismo y atención al detalle, apoyado por un excepcional equipo técnico, y la colaboración de la Marina china que proporcionó algunos vehículos y equipo que le dan realismo a la película. Sí, como dije, huele a propaganda, pero lo mismo podríamos decir de aquellas cintas que parecen comerciales de reclutamiento para el Ejército o la Marina de los Estados Unidos (como Act of Valor o Lone Survivor), así que tampoco puedo culpar a Operation Red Sea por presentar su propia versión de esa estrategia.
Hablando de lo cual, también resulta interesante examinar las diferencias de los clichés militares cuando se filtran a través de la cultura china. Por ejemplo: los héroes de Hollywood casi siempre son rebeldes que no siguen las reglas, ¡pero obtienen resultados, demonios! Por el contrario, en Operation Red Sea los héroes son sensatos, obedientes, y siempre respetuosos de la jerarquía militar que dicta sus órdenes. Aún así hay margen para romper las reglas cuando la situación lo amerita... pero siempre habrá consecuencias.
Por el lado negativo, encontré algunos problemas comunes de este tipo de cine (de cualquier país). El argumento es ocasionalmente confuso por tantos cambios de locación y facciones políticas; la inevitable conspiración que eventualmente se revela es bastante blanda, y tiende a ignorarse hasta que hace falta introducir nuevos obstáculos para el Escuadrón de Asalto; y, con sus pesados cascos y rostros sucios por el humo del combate, no siempre es fácil identificar a los personajes... aunque de cualquier modo son bastante intercambiables.
Sin embargo, las increíbles secuencias de acción y el virtuosismo de la dirección compensan cualquier falla narrativa de Operation Red Sea (en mi humilde opinión), y la convierten en una experiencia única y muy recomendable para aficionados al cine de acción, para estudiosos de política internacional, y hasta para fans del "hardware" militar que quieran ver los más recientes "juguetes" tecnológicos en el campo de batalla. Y, bueno, no voy a negar que Operation Red Sea me invitó a cuestionar el panorama del cine mundial... los Estados Unidos ya perdieron el lustre de la era Schwarzenegger/Stallone; y Gran Bretaña desperdició el breve renacimiento de James Bond. ¿En dónde encontraremos a los nuevos héroes culturales de la pantalla grande? China está viendo una oportunidad y quiere aprovecharla. El tiempo dirá cuáles son las consecuencias.
Calificación: 9

IMDb

Monday, November 12, 2018

BlacKkKlansman



Síntomas: Ron Stallworth (John David Washington), el primer policía negro en la ciudad de Colorado Springs, se aburre de su trabajo administrativo y decide infiltrarse en el club local del Ku Klux Klan, con ayuda del oficial judío Flip Zimmerman (Adam Driver).

Diagnóstico: Sí, BlacKkKlansman es una película tan explosiva como sugiere esa sinopsis, asombrosamente basada en hechos reales... aunque, una vez que entendemos cómo Ron Stallworth logró infiltrarse en "la Organización", su historia se vuelve un poco menos asombrosa y más predecible. Sin embargo, esto le permite al director Spike Lee llenar los huecos de la película con su acostumbrada retórica revolucionaria, llegando tan lejos como es posible (y a veces más) en su ímpetu por señalar la hipocresía de la sociedad, y lo mucho que las cosas no han cambiado a pesar de la tolerancia y diversidad étnica que se ha manifestado en los Estados Unidos en los últimos cuarenta años.
Pero antes de meternos en asuntos políticos (traducción: antes de hablar de cosas que no entiendo), examinemos BlacKkKlansman (me voy a cansar muy rápido de escribir ese título) por sus simples valores como "thriller" histórico.
La misión de Ron Stallworth comienza como un simple juego, explorando hasta dónde puede llegar un individuo africano-americano en el Ku Klux Klan. Pero cuando Ron descubre el potencial de violencia contra la población negra de Colorado Springs, empieza a tomar la investigación en serio; y cuando ya no es posible continuar por vía telefónica, le pide ayuda al detective judío Flip Zimmerman (el KKK también odia a los judíos porque "mataron a Cristo") para que asista a las reuniones y averigüe todo lo posible sobre un hipotético atentado contra el grupo estudiantil que está organizando protestas a favor de la igualdad social ("Todo el poder para toda la gente").
Aunque BlacKkKlansman tiene momentos de gran tensión y horribles muestras de racismo, Lee nunca pierde el sentido del humor para suavizar las duras lecciones de la película. Los miembros locales del Ku Klux Klan son bufones ineptos e ignorantes... pero su odio es genuino, y están en contacto con miembros más astutos en posiciones de poder político y económico dispuestos a abrir puertas que de otro modo permanecerían cerradas. Y ahí es donde yace el más contundente mensaje de Spike Lee, señalando el riesgo de permitir la impunidad del odio disfrazado de libertad.
La sátira social funciona mejor cuando se filtra sutilmente en nuestra conciencia sin llamar la atención; pero ese nunca ha sido el estilo de Spike Lee. Por el contrario, Lee sube al máximo el volumen de su voz para dejar perfectamente clara su intención; el problema viene cuando la estridencia del mensaje sofoca el drama. Esa sería mi única queja sobre BlacKkKlansman... la historia de Ron Stallworth es interesante por sí misma, y no necesitaba tantas divagaciones para acomodar la ideología de Lee. Habiendo dicho eso, la auténtica misión de la cinta consiste en señalar los paralelismos entre el racismo de los años setentas y las situaciones que se están gestando en pleno siglo veintiuno, así que tampoco puedo criticar su pasión y elocuencia. Cuando el propósito de una película va más allá de entretenernos durante dos horas, parece inútil quejarse por imperfecciones narrativas. BlacKkKlansman en una obra importante... mitad manifiesto político y mitad lección de historia. Solo queda esperar que no caiga en oídos sordos.
Calificación: 9

IMDb

Sunday, November 11, 2018

La Chica en la Telaraña (The Girl in the Spider's Web)



Síntomas: La hacker sueca Lisbeth Salander (Claire Foy) interrumpe su cruzada contra hombres abusivos para aceptar un "trabajo" solicitado por Frans Balder (Stephen Merchant), quien escribió un programa tan peligroso que ahora quiere recuperarlo y destruirlo. Sin embargo hay fuerzas muy poderosas en busca del mismo programa, y Salander podría estar metida en algo más grande de lo que imaginó.

Diagnóstico: Para bien o para mal, el fallecimiento del escritor Stieg Larsson no detuvo la publicación de novelas sobre Lisbeth Salander, la célebre protagonista de The Girl With the Dragon Tattoo. Esta icónica "hacker" bisexual con una implacable misión de venganza femenina se volvió muy popular gracias a las adaptaciones cinematográficas de sus libros (tres películas para televisión en Suecia, y un re-make norteamericano de alto presupuesto), lo cual significa que, para los poseedores del "copyright", Salander ya no es un simple personaje, sino una marca... un "brand" listo para explotarse en todas las plataformas posibles. Entonces, en el 2015, el autor David Lagercrantz recibió la distinción/maldición de continuar las aventuras literarias de Salander, y ahora el director Fede Alvarez nos presenta la correspondiente película La Chica en la Telaraña, que debe funcionar como secuela y reboot, con una nueva actriz en el papel principal, y una nueva sensibilidad dramática que deja atrás el sórdido "tech-noir" de sus predecesoras para adoptar el tono más comercial de los "blockbusters" contemporáneos. El resultado, en mi humilde opinión, fue una versión hueca y diluida del universo "Millennium" que no funciona en ninguno de sus niveles. Fue como... no sé... como poner a Veronica Mars en el mundo de Transformers; o meter a la fuerza a Harry Potter en Mission: Impossible. Bueno, tal vez estoy exagerando con estas analogías, pero ejemplifican la incompatibilidad que quiero expresar.
Y creo que la culpa recae por completo en el libreto de Steven Knight, Jay Basu y Fede Alvarez (no he leído la novela The Girl in the Spider's Web de Lagercrantz, así que no podría asegurar dónde empezó el problema), construido a base de clichés que no encajan en el perfil del personaje. Algunos ejemplos: por ENÉSIMA vez tenemos un programa mágico que puede penetrar los sistemas de control de los misiles nucleares. ¿En serio? ¿Seguimos con ese rancio "mcguffin" que se ha utilizado en incontables películas, novelas, comics, series de televisión y anuncios de jabón? (Tal vez estoy exagerando de nuevo). Y, naturalmente, la búsqueda del mcguffin involucra siniestras organizaciones criminales, conspiraciones de alto nivel, e incongruentes secuencias de acción que Alvarez filma bastante bien, pero sin alcanzar el suspenso que sentimos (sentí) en las previas películas de Salander. Los personajes se sienten vacíos; sus relaciones parecen forzadas para generar drama donde solo hay indiferencia (el nuevo Mikael Blomqvist, interpretado por Sverrir Gudnason, es un cero a la izquierda). Y no puede faltar la obligatoria conexión del gran misterio con el pasado de Lisbeth Salander, lo cual significa que, además de todo, La Chica en la Telaraña también pretende darnos una tediosa "historia de origen" que nadie pidió, ni mejora sustancialmente al personaje. Por no mencionar que esta incongruente conexión requiere demasiadas coincidencias, y los habituales caprichos de villanos que cambian arbitrariamente de actitud para hacerle la vida más fácil al guionista y al director.
Lo único rescatable del reboot es la actuación de Claire Foy. De ninguna manera supera la de Noomi Rapace en las cintas originales, pero fue una mejor selección que Rooney Mara en la versión norteamericana, gracias a la tremenda intensidad que Foy logra proyectar en todo momento, incluso cuando no hay respaldo dramático por parte del guión. Entre La Chica de la Telaraña, la reciente First Man, y el excelente thriller Unsane, estoy convencido de que Claire Foy es una de las mejores actrices contemporáneas, con un excepcional rango de expresión, y carisma de estrella de cine. Ahora solo falta buscarle una mejor franquicia para aprovechar su talento. O, mejor aún, conservarla como "arma secreta" del cine independiente, donde probablemente encontrará proyectos impulsados por ambición artística, y no económica.
Habiendo dicho todo eso, Fede Alvarez es un buen director que sabe apuntar la cámara y crear secuencias técnicamente complejas para convencernos de que La Chica de la Telaraña es mejor de lo que creemos. Mi única queja sobre su trabajo es la extrema oscuridad de algunas escenas. Curiosamente su cinta previa, Don't Breathe, también tenía momentos en total oscuridad que de algún modo fueron perfectamente claros y definidos. Por el contrario, en muchas ocasiones no sabía lo que estaba pasando en La Chica en la Telaraña, lo cual afectó aún más mi percepción de su estereotípica historia. Aunque también podría atribuirlo a la mediocre proyección en los cines de mi país (y eso que la vi en un cine de Cinépolis, generalmente mejor que Cinemex en ese aspecto).
Tal vez La Chica de la Telaraña funcionará mejor como thriller convencional para audiencias casuales sin conocimiento previo sobre Lisbeth Salander... o incluso para quienes solo vieron la versión de David Fincher. Pero como continuación oficial de una saga con una "voz" tan personal, La Chica de la Telaraña me pareció una desafortunada fusión de talentos que no hizo justicia al legado del personaje, y lo redujo a un genérico títere que baila para beneficio de sus dueños, y no para complacer a sus fans. Y ahora, regresando a Veronica Mars... me pregunto si será momento de escribir mi fan-fic en el universo de X-Files...
Calificación: 7

IMDb

Saturday, November 10, 2018

Operación Overlord (Overlord)



Síntomas: Como parte de la Operación Overlord durante la Segunda Guerra Mundial, un escuadrón de paracaidistas aliados tiene la misión de destruir una torre de comunicaciones ubicada en un pueblo francés ocupado por nazis. Pero la fortaleza alemana oculta algo más extraño y peligroso...

Diagnóstico: Las atrocidades de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial han sido un tema común en el cine independiente de terror, donde cintas como The Devil's Rock, Frankenstein's Army y la trilogía de Outpost explotaron rituales ocultos, experimentos secretos, y similares tangentes inspiradas por los horrores reales de la guerra. Entonces, la nueva cinta Operación Overlord llega bastante tarde a la fiesta, aunque con el beneficio de contar con los enormes recursos de Hollywood (incluyendo efectos especiales del estudio Industrial Light & Magic) y el respaldo del mega-productor J.J. Abrams, convirtiéndola en uno de los primeros "blockbusters" en abordar este tema (bueno, podríamos decir que Raiders of the Lost Ark se adelantó un poco). Pero, ¿podrá Operación Overlord competir en simple horror visceral con sus más modestas predecesoras?
La respuesta es un entusiasta "sí". Se nota que el director Julius Avery y el guionista Billy Ray tienen gran afecto por las "B-Movies" de antaño, repitiendo sus fórmulas a gran escala y con un excéntrico sentido del humor que no diluye la gravedad de los eventos históricos utilizados como contexto del horror.
La primera mitad de Operación Overlord celebra todas aquellas películas de la Segunda Guerra Mundial que vi de niño en compañía de mi abuelo, donde los estoicos soldados norteamericanos enfrentaban un poderoso enemigo, y triunfaban a base de superioridad moral y elocuentes discursos (frecuentemente declamados por actores como John Wayne, James Cagney y Robert Taylor). Nada de esto tendrá relevancia para las nuevas generaciones que jamás vieron aquellas simplistas cintas, pero me dio gusto encontrar la misma retórica en esta época cuando, tristemente, necesitamos recordar los males del pasado para evitar que se repitan.
Y entonces llegamos a "lo bueno"... que desde luego no revelaré, aunque sospecho que la publicidad de Operación Overlord ya se encargó de arruinar sus propias sorpresas. Como sea, el director se toma el tiempo necesario para introducir a los personajes y establecer sus desesperada situación antes de mostrar el auténtico propósito de la película, y el resultado me pareció enormemente entretenido gracias a la energética narrativa (no muy lógica, a decir verdad) y la audacia de Avery para bañar la pantalla con sangre sin descuidar las emociones de los personajes. Y todo ello con el ritmo apropiado para despertar nuestra curiosidad conforme descubrimos el secreto de la iglesia rural convertida en fortaleza Nazi.
Así acompañamos a Boyce (Jovan Adepo), el soldado compasivo que prefiere evitar la violencia; el veterano Ford (Wyatt Russell) traumatizado por sus años de combate; el inocente periodista Chase (Iain De Caestecker), quien prefiere su cámara fotográfica en vez de un rifle; y el extrovertido Tibbet (John Magaro), cuyos insultos y parloteo sirven para ocultar el miedo. Su llegada a territorio enemigo es catastrófica, y pierden a la mitad del escuadrón... pero la misión debe seguir. Y aunque el argumento no es muy profundo ni complicado, ofrece constante suspenso, buenos momentos de acción, y el mencionado "gore" realizado con gran imaginación y pericia técnica (esa escena de "Tuez-moi, s'il vous plait" se quedará en mi memoria durante un buen rato).
Por el lado negativo, Operación Overlord puede sentirse monótona por su continuo uso de clichés; muchos de ellos son intencionales, como mencioné antes, pero les faltó imaginación para hacer algo interesante con ellos, en vez de seguir exactamente el camino que esperábamos desde el principio.
Afortunadamente fue un obstáculo menor que no me impidió disfrutar Operación Overlord y apreciar la mera existencia de una cinta "de estudio" (¡y producida por J.J. Abrams, nada menos!) que no teme rendir tributo (o plagiar, según su opinión) un humilde nicho cinematográfico que nunca tuvo mucho respeto. Sin embargo, matar nazis sigue siendo muy satisfactorio, y Operación Overlord no oculta su predilección por esos simples placeres. Y con chorros de sangre, a diferencia de aquellas antisépticas películas de John Wayne y James Cagney.
Calificación: 8.5

IMDb

Friday, November 9, 2018

El Primer Hombre en la Luna (First Man)



Síntomas: El piloto de pruebas Neil Armstrong (Ryan Gosling) enfrenta múltiples retos profesionales y dificultades personales antes de convertirse en el primer hombre que caminó en la Luna.

Diagnóstico: Conviene aclarar desde el principio que El Primer Hombre en la Luna no es la historia del Apollo 11, ni una detallada recreación de la llegada a la Luna en Julio de 1969. Como su título original sugiere (First Man), la cinta examina pasajes importantes en la vida de Neil Armstrong, entre los cuales ciertamente está su participación en los proyectos Gemini y Apollo... pero no son los únicos pasajes, ni los más relevantes para conocer al hombre detrás de la leyenda.
La cinta empieza en 1961, cuando Armstrong está probando el avión-cohete X-15. Es una secuencia fenomenal donde sentimos la tensión física y mental de explorar literalmente los límites de la capacidad humana. Con ese comienzo el director Damien Chazelle establece el punto de vista de la película entera... lo cual podría decepcionar a quienes esperaban una aventura histórica similar a Apollo 13, o un "docu-drama" sobre la carrera espacial, al estilo de The Right Stuff. Como dije, todo eso forma parte integral de El Primer Hombre en la Luna, pero no la define; y además Chazelle no está interesado en lucir espectaculares efectos especiales, sino en poner al espectador al lado de Armstrong y compartir sus experiencias.
Con esas advertencias fuera del camino, El Primer Hombre en la Luna me pareció una eficiente biografía que no pretende "explicar" a Neil Armstrong, sino mostrar las circunstancias que moldearon su carácter en un entorno altamente competitivo e inmensamente peligroso. Entre esas circunstancias está una tragedia familiar que (quizás) alteró su percepción del mundo y lo motivó a trascender las limitaciones orgánicas en busca de algún tipo de catarsis espiritual... volar más rápido, llegar más lejos, o cualquier otra cosa que logre aliviar su pesar interno.
Ryan Gosling es brillante, como siempre, en el papel de Neil Armstrong, uno de los hombres más famosos en la historia, y sin embargo poco conocido fuera de su papel como "primer hombre en la Luna". Ni Gosling ni Chazelle pretenden disipar el misterio de Armstrong, pero tampoco temen especular sobre su psicología y las razones del excesivo estoicismo que parecía insensibilidad en su vida doméstica.
Claire Foy es igualmente convincente en el papel de Janet, la esposa de Armstrong que está al mismo tiempo orgullosa de su esposo, y temerosa por los constantes peligros de su trabajo. Su mirada lo dice todo cuando Neil es seleccionado para participar en el Proyecto Gemini (predecesor de Apollo). Casi siempre los papeles de novia o esposa se sienten superficiales en "bio-pics" de este estilo (la reciente Bohemian Rhapsody es buena muestra de ello), pero Foy consigue romper esa desafortunada tendencia con la intensidad de su actuación y la fuerza de sus emociones. Me hizo recordar la fallida serie televisiva The Astronaut Wives Club, donde se exponía el lado humano de la carrera espacial desde el punto de vista de las esposas, pero les faltó la energía y convicción que Foy transmite en cada escena.
Y, para los que solo querían (queríamos) escenas de cohetes y caminatas lunares... hace falta paciencia, pero eventualmente llega la recompensa con impresionantes imágenes que capturan con igual belleza y crudo realismo los eventos que le dieron fama eterna a Neil Armstrong. Y todo eso se logró con tecnología análoga que hoy parece risiblemente "retro" e ineficiente. En serio, no sé cómo lo lograron. Bueno, sí sé... con individuos como Neil Armstrong.
En resumen, El Primer Hombre en la Luna es muchas cosas a la vez, y la mayor parte funciona. Pero, en el fondo, es el replanteamiento de monumentales eventos que conocemos de memoria... aunque nunca los habíamos visto desde una perspectiva tan íntima y personal. Es como estar ahí, pero sin desmayarnos por la fuerza centrífuga.
Calificación: 9

IMDb

Thursday, November 8, 2018

A Happening of Monumental Proportions



Síntomas: Los alumnos y padres de familia de una escuela en Los Ángeles atraviesan diversas crisis durante un complicado día.

Diagnóstico: Me dio gusto enterarme de que Judy Greer, una de mis actrices favoritas, hizo su debut como directora con la película A Happening of Monumental Proportions, y tenía mucha curiosidad por verla. ¿Habría encontrado Greer su auténtica vocación, o fue un olvidable capricho creativo? Creo que la respuesta es: ni lo uno, ni lo otro.
A Happening of Monumental Proportions contradice su rimbombante título con la puerilidad de sus situaciones y la superficialidad de sus personajes. El guionista Gary Lundy escribió uno de esos libretos tan comunes en el cine "indie", donde las vidas de varios habitantes de la gran ciudad se entrelazan de maneras irónicas o inesperadas. De todas las películas que han empleado esa estructura, A Happening of Monumental Proportions no es la mejor (Magnolia, en mi humilde opinión), ni la peor (Valentine's Day... verdad incontrovertible).
La colección de micro-dramas que integra A Happening of Monumental Proportions se siente extremadamente ligera e intrascendente: un niño víctima de "bullying" se enamora de la primera niña que muestra compasión; el profesor de música cuestiona su carrera después de una decepción romántica; el padre de uno de los niños recibe una desagradable sorpresa en su trabajo; los administradores de la escuela tratan de evitar un escándalo... y así, los económicos ochenta minutos de la cinta se distribuyen en relatos ciertamente simpáticos, pero sin la profundidad necesaria para causar impacto emocional. Y, si quisiéramos analizar su tema global, cuando mucho podríamos decir: "los adultos se comportan como niños, y los niños como adultos". Lo cual genera algunas sonrisas, y un tímido mensaje sobre la inevitable inmadurez que persiste hasta la edad adulta. O algo así.
Sin embargo, por el lado positivo, tenemos el fantástico reparto que Greer reclutó entre los amigos y conocidos de su lista de contactos (estoy especulando). En un ensamble tan grande parece un milagro que no exista un solo eslabón débil, pues hasta los papeles más triviales están ocupados por destacados actores o comediantes que añaden algo especial a sus escenas. No los mencionaré a todos para preservar algunas sorpresas, pero entre mis favoritos están: Allison Janney, Rob Riggle, Jennifer Garner, Katie Holmes, Nat Faxon, John Cho, Bradley Whitford, Common, Anders Holm, Marla Sokoloff, Kumail Nanjiani... bueno, la lista es larga, y también revela la simpatía de Judy Greer (quien NO aparece en la película) con la que atrajo tantos actores a su proyecto... porque definitivamente no fue la calidad del libreto.
En cuanto a la dirección misma, Greer se enfoca más en las actuaciones, y encuentra oportunidades para lucir a todos sus amigos actores en momentos graciosos, irónicos o intencionalmente absurdos. El aspecto visual es adecuado, y lo mismo aplica a todos los valores técnicos. Después de todo, existen directores más famosos cuyas películas siguen pareciendo sitcoms.
En el pequeño nicho de "actrices convertidas en directoras", A Happening of Monumental Proportions me pareció similar a Half Magic (de Heather Graham), la cual mostró una firme ideología atrapada en una mediocre narrativa. Y desde luego me gustó más la brillante Band Aid, de Zoe Lister-Jones. Pero bueno... no es competencia.
Aunque A Happening of Monumental Proportions no fue una película excepcional, creo que Judy Greer hizo un buen trabajo en su debut como directora, no muy ambiciosa para probar los límites de su visión, y con potencial de mejorar cuando encuentre el material adecuado. Siempre y cuando no pierda esa valiosa lista de contactos...
Calificación: 7 (gana medio punto por estar dedicada a un perro)

IMDb

Tuesday, November 6, 2018

The Domestics



Síntomas: Tres años después de un ataque químico que devastó los Estados Unidos, algunos sobrevivientes (los "domésticos") tratan de mantener una vida normal, evitando las pandillas que pelean constantemente por recursos y territorio. En ese desolador entorno, Mark y Nina (Tyler Hoechlin y Kate Bosworth) deciden viajar a otro estado para visitar a su familia.

Diagnóstico: No hay zombies, no hay aliens, no hay monstruos. El fin del mundo en The Domestics es más realista y devastador que cualquier fantasía post-apocalíptica precisamente ser tan prosaico y consistente con el estado del mundo actual. Rivalidades políticas, misoginia, vicios... no hacen falta ingredientes fantásticos para hacer más grave la crisis que aflige a los protagonistas. Y al mismo tiempo la historia se siente más humana, invitándonos a imaginar hasta dónde llegaríamos para sobrevivir en las mismas condiciones.
Afortunadamente el director Michael P. Nelson no se conforma con el subtexto filosófico para sustentar la película. Después de un comienzo lento y reflexivo, entramos de lleno al caos social repleto de sangre, violencia, y todas las demás atrocidades que podemos esperar en el colapso de la civilización. Y aquí es donde The Domestics pierde un poco de realismo; pero a cambio se transforma en una tensa y cruenta aventura donde la pareja enfrenta por igual sus problemas internos y las amenazas externas.
En otras palabras: The Domestics me pareció interesante cuando se enfoca en la volátil relación entre Mark y Nina; pero se vuelve mucho más entretenida cuando entran en juego las pandillas con pintorescos "temas" (los "Nailers", los "Plow Boys", los "Gamblers", etc.) Entonces la atmósfera de la cinta se transforma en Mad Max (versión original), y nuestros protagonistas tienen que hacer a un lado sus valores morales para defenderse y superar terribles aprietos que terminarán en sacrificio y... ¿mencioné la violencia?
La transición entre los extremos de la historia no es muy fluida, pues requiere algunas clásicas trampas narrativas como coincidencias inverosímiles, abruptos cambios de conducta, y caprichosas actitudes de los villanos que siempre encuentran excusas para dejar vivir a los héroes el tiempo necesario para permitir su escape. Sin embargo, también hay notables muestras de ingenio y oportunidades para sorprendernos con delicioso "gore" y descabelladas situaciones que parecen aptas para el salvaje universo de la cinta.
En los papeles principales, Kate Bosworth y Tyler Hoechlin se esfuerzan por hacer convincente la evolución de sus personajes; y por el lado de los villanos, la mayor parte son títeres desechables, aunque algunos se distinguen por la intensidad de su carácter. Entre mis favoritos están Dane Rhodes como un "nailer" difícil de matar; David Dastmalchian (más conocido por su trabajo en Ant-Man) como un psicópata que se adaptó muy bien al fin del mundo, y Sonoya Mizuno en el papel de "Betsy", cazadora de una tribu femenina dedicada a exterminar al sexo masculino. Y con buena razón, por lo que alcanzamos a ver de las demás pandillas.
The Domestics trata de combinar dos tipos de cine muy distintos; y aunque titubea de vez en cuando, el resultado final me pareció recomendable por su adecuado balance entre emoción, suspenso y drama, lo cual es difícil de lograr cuando la mitad de los personajes usa grotescas máscaras para identificar su afiliación. The Domestics nos da un poco de esperanza sobre el futuro de la humanidad... aunque confirma mi sospecha de que es preferible NO sobrevivir el apocalipsis.
Calificación: 8

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Sunday, November 4, 2018

Sonidos del Corazón (Hearts Beat Loud)



Síntomas: Frank Fisher (Nick Offerman) quiere formar un grupo de rock con su hija Sam (Kiersey Clemons), pero ella está a punto de entrar a la universidad al otro lado del país.

Diagnóstico: Este es exactamente el tipo de película musical que más disfruto... una historia sincera y emotiva que se ubica en un entorno donde la música fluye naturalmente, en vez de convertirse en una caprichosa interrupción que frena el ritmo de la narrativa.
Habiendo dicho eso, es posible que no haya suficiente música en Sonidos del Corazón para considerarla realmente un "musical". Pero, bueno... mi explicación sigue siendo válida.
Tal vez sea más apropiado clasificar Sonidos del Corazón como un cálido melodrama "indie" dedicado a explorar la relación entre Frank y su hija Sam, quien está a punto de entrar a la universidad y comenzar su auténtica vida independiente lejos de su padre, literal y metafóricamente. Sin embargo Frank está experimentando su propia crisis personal, no solo por el inminente "abandono" de Sam, sino porque su pequeña tienda de discos está en dificultades económicas, y no sabe qué le depara el futuro. Entonces, Frank intenta revivir las sesiones musicales que compartía con Sam antes de que la joven cultivara nuevos intereses. En esas sesiones ambos componen canciones que revelan sus emociones, y probablemente sirven como perfecto medio de expresión para este taciturno padre y su impaciente hija.
Desde otro punto de vista, Sonidos del Corazón es una historia más sobre los problemas de la gente bonita... pero el director y co-guionista Brett Haley emplea situaciones universales que no están limitadas al vecindario "cool" de Brooklyn donde Frank tiene su tienda de discos "clásicos", con una clientela integrada principalmente por "hipsters" y uno que otro coleccionista serio. A pesar de su nicho cultural, Frank es como cualquier padre de familia preocupado por pagar las cuentas del siguiente mes. Y, como enviudó hace muchos años, Sam es su más preciada conexión familiar, lo cual hace la separación más difícil de aceptar. Ah, y la madre de Frank (maravillosamente interpretada por Blythe Danner) se mete constantemente en problemas con la ley. Afortunadamente eso no es tan universal, pero contribuye a las presiones que Frank trata de resolver (o al menos olvidar por un momento) con ayuda de la música. Debería pedirle ayuda a Duke Silver.
Completando el elenco tenemos a Toni Collette como Leslie, la dueña del edificio donde Frank tiene su tienda; y Ted Danson (en franca resurrección artística gracias a The Good Place) como el encargado del bar local que siempre tiene un comentario mordaz para aligerar las penas de sus clientes. O sus amigos. A veces es lo mismo.
En cuanto a la música que componen Frank y Sam, son ligeras canciones de rock "indie" con interesante instrumentación y letras significativas para los personajes, pero no muy inspiradas en el contexto del mundo real. El compositor es Keegan DeWitt, y aunque nunca desbancará a Radiohead o Fiona Apple, su trabajo me pareció perfecto para capturar el espíritu de música casera realizada por amor al arte, y no para buscar la fama. Supongo que hace treinta años le hubiéramos llamado "rock de garage".
Sonidos del Corazón me pareció una experiencia muy recomendable que funciona en múltiples niveles, desde las fantásticas actuaciones, hasta su energética visión de la colaboración musical (justamente lo que le faltó a la más espectacular Bohemian Rhapsody, que por coincidencia se estrenó el mismo fin de semana en mi país). Como dije, no hay suficiente música en Sonidos del Corazón para llamarla formalmente un "musical", pero tiene algo mejor: el impulso creativo como mecanismo de defensa. Escribe una canción sobre eso, Thom Yorke.
Calificación: 9

IMDb

Saturday, November 3, 2018

Misión Submarino (Hunter Killer)



Síntomas: Para su primera misión como capitán del submarino de ataque USS Arkansas, el Comandante Joe Glass (Gerard Butler) debe investigar la desaparición de otro submarino norteamericano en aguas rusas. Sin embargo, no todos confían en la capacidad de este nuevo capitán.

Diagnóstico: Recuerdo haber jugado en los noventas un simulador de submarinos llamado "Hunter Killer", pero creo que no tiene nada que ver con esta película de idéntico título original.
O quizás sí. Después de todo, los relatos sobre submarinos tienden a usar los mismos escenarios, los mismos retos, y las mismas situaciones de alta tensión en el entorno más hostil del planeta. En otras palabras: si ya vimos una película de submarinos, ya las vimos todas.
Desde luego eso no impide que sigan siendo entretenidas, lo cual es la mejor recomendación que puedo darle a Misión Submarino, una genérica y rutinaria aventura militar con adecuadas dosis de acción, suspenso, e intriga internacional que la hace ligeramente relevante para el panorama político contemporáneo.
La búsqueda del submarino perdido es tan solo el principio de los problemas para el Comandante Glass, cuyas inusuales tácticas lo ponen en conflicto casi de inmediato con sus oficiales y con el alto mando de la Marina (representado por Gary Oldman como un veterano almirante que prefiere bombardear primero y preguntar después). Al mismo tiempo, un escuadrón de marines infiltrados en territorio enemigo descubre un complot para usurpar al Presidente ruso... y las cosas se complican.
Estos marines, comandados por el rudo Teniente Beaman (Toby Stephens), añaden variedad a la película y algunos buenos momentos de acción directamente sacados de Call of Duty (otra referencia a videojuegos... no sé si es por culpa de mi estrecho repertorio cultural, o de Hollywood por querer capturar al público juvenil con imitaciones de juegos que les gustan). Y así, entre las tácticas terrestres de los marines y las aventuras acuáticas del Comandante Glass, Misión Submarino se desarrolla sin muchas sorpresas ni innovación, pero con buen ritmo y apropiado uso de clichés para mantenernos enganchados en su blando melodrama militar. Y, para evitar el exagerado nacionalismo de otras películas de Gerard Butler, el director Donovan Marsh se esfuerza por mostrar el lado heroico de los oficiales rusos... no todos son villanos, y están dispuestos a formar alianzas para combatir enemigos comunes. Añadimos a eso algunas explosiones, persecuciones submarinas y nobles sacrificios, y tenemos como resultado una película que nos mantendrá entretenidos durante dos horas... para luego desaparecer de nuestra memoria en el mismo tiempo que toma la digestión de nuestras palomitas de maíz (o nachos, en mi caso).
Hay muchas y mejores películas sobre submarinos, cada una con su particular perspectiva, desde el angustiante realismo de Das Boot, hasta el subtexto sobrenatural de Below (mi favorita sigue siendo The Hunt for Red October). Misión Submarino no tiene mucho que añadir al género, pero tampoco lo avergüenza. Deberían poner eso en el póster: "Misión Submarino: No Avergüenza a Otras Películas de Submarinos".
Calificación: 7

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Friday, November 2, 2018

Bohemian Rhapsody: La Historia de Freddie (Bohemian Rhapsody)



Diagnóstico: En 1970, un dentista y un astrofísico contratan a un diseñador llamado Farrokh Bulsara (Rami Malek) como cantante de su grupo musical, y cambian el mundo.

Síntomas: A pesar de que intentan reflejar la realidad, todas las películas biográficas (en particular las de tema musical) tienden a seguir una fórmula preestablecida, lo cual es útil desde el punto de vista práctico, pues permite comprimir la historia de cualquier artista en una estructura modular fácilmente digerible y asimilable por el público general. El lado negativo es que la fórmula lima asperezas interesantes, diluye emociones y, en los peores casos, se limita a recitar "hechos reales" sin capturar el genuino espíritu del protagonista (o protagonistas).
Entre las escasas películas que se apegan a la receta sin sacrificar su originalidad podría mencionar (en mi humilde opinión) The Doors, Great Balls of Fire, y 24 Hour Party People. Lamentablemente Bohemian Rhapsody no pertenece a esa categoría... pero aún así me pareció muy entretenida, visualmente impresionante, y con una extraordinaria actuación principal que casi compensa su insípido tono y prefabricado melodrama. En resumen: debió ser mejor, pero pudo se peor.
Bohemian Rhapsody ha sido criticada por "suavizar" ciertos aspectos de la historia de Queen, y particularmente de la vida de Freddie Mercury. Pero, francamente, yo no estaba interesado en los escándalos ni la morbosa revelación de secretos personales, sino en sentir la energía escénica de Queen, presenciar la magia de su proceso musical, y vislumbrar la genialidad individual de sus integrantes. De todo eso, solo lo primero se manifiesta en Bohemian Rhapsody. Las recreaciones de los conciertos de Queen (ya sean sus primeras "tocadas" en bares pequeños o sus épicos eventos masivos) son sencillamente sobrecogedoras. El director Bryan Singer (o su reemplazo, no estoy seguro) hizo un espectacular trabajo combinando efectos especiales con tomas reales para ponernos en el escenario de muchas icónicas presentaciones de la banda; y, en el aspecto auditivo, la voz de Rami Malek fue digitalmente "mejorada" y en ocasiones reemplazada por pistas inéditas del mismo Mercury, o del imitador profesional Marc Martel.
Pero todo lo demás le pertenece a Malek. Su actuación... bueno, de hecho no sé si fue una "buena actuación", o una brillante mímica. No importa. El caso es que Malek toma posesión de Mercury (o viceversa), y crea una versión cálida y realista que sirve como perfecto tributo a la memoria del cantante... independientemente de su fidelidad histórica. La cual, como mencioné, me tiene sin cuidado. Una visita rápida a Wikipedia podría darme más datos y fechas; pero no ofrecerá la misma experiencia de sentir que estamos acompañando a Freddie Mercury en los momentos más importantes de su vida (simulada).
Los demás miembros de Queen están interpretados por Gwilym Lee (como el guitarrista Brian May), Ben Hardy (como el baterista Roger Taylor) y Joseph Mazzello (como el bajista John Deacon)(Sí, Mazzello fue el niño en Jurassic Park). Todos se parecen mucho a los músicos reales, y tienen buena química de grupo... pero los personajes son aún más superficiales que Mercury, así que tampoco terminamos "conociéndolos" como deberíamos después de una "bio-pic" tan bien producida. Ah, y mención especial a Mike Myers por el delicioso meta-humor de su aparición como el ejecutivo que odió Bohemian Rhapsody y se negó a utilizarla como "single". Recordemos que Myers mismo fue responsable por el renacimiento de la canción en los noventas, gracias a su inclusión en Wayne's World. Un cameo tan "meta" que me dejó mareado.
Entonces, Bohemian Rhapsody no es una biografía definitiva de Freddie Mercury, y mucho menos de Queen... pero para eso hay muchos libros y artículos en Internet. Lo que ofrece Bohemian Rhapsody es el placer de trasladarnos detrás del escenario y "sentir" la música en un nuevo contexto, lo cual basta para hacerla absolutamente recomendable. Y también podría ser una apta introducción de Queen para las nuevas generaciones que solo los conocían por Guitar Hero. Sí, Queen tiene más canciones que Bohemian Rhapsody.
Calificación: 8.5

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