Saturday, June 9, 2018
Ocean's 8: Las Estafadoras (Ocean's Eight)
Síntomas: Debbie Ocean (Sandra Bullock) sale de presidio con un detallado plan para robar un collar de diamantes que resolverá sus problemas económicos para siempre. Pero antes deberá formar un equipo confiable y talentoso, lo cual no es tan fácil como parece.
Diagnóstico: Ocean's 8: Las Estafadoras es la encarnación viviente de la palabra "meh"... un rutinario argumento filmado sin convicción ni energía, con el mínimo humor para provocar un par de sonrisas y convencernos de que no perdimos nuestro tiempo. El impresionante reparto hace lo que puede para salvar el material, pero solo les dieron clichés copiados de mejores "heist movies"... como la original Ocean's Eleven (bueno, no es tan original porque me refiero al remake del 2001), la cual sirvió como inspiración y preludio de Ocean's 8: Las Estafadoras.
Voy a echarle la culpa de este fiasco al director/co-guionista Gary Ross, quien ha mostrado su blanda visión en cintas como Pleasantville y The Hunger Games, ambas igualmente libres de personalidad, pero con suficientes valores narrativos para atrapar la atención del espectador. En Ocean's 8: Las Estafadoras, el único recurso de Ross es la presencia de Sandra Bullock, Cate Blanchett, Sarah Paulson, Anne Hathaway, Rhianna, Awkwafina, Helena Bonham Carter, y Mindy Kaling para distraernos durante el desganado desarrollo de un "gran golpe" que debería inspirar asombro, en vez de bostezos.
Y ni siquiera es un "golpe" particularmente ingenioso, ya que requiere enormes coincidencias y forzadas manipulaciones de eventos absolutamente inverosímiles. Claro, se supone que Debbie Ocean tuvo cinco años para diseñar el plan mientras estaba en presidio, pero eso no explica cómo puede ajustar la realidad para su beneficio personal. Tal vez pasó esos cinco años estudiando magia, o algo así.
Algunos ejemplos: el plan de Debbie requiere que una de sus secuaces consiga empleo en la revista Vogue, lo cual aparentemente es tan fácil como presentarse y decir "Necesitan una nueva empleada, y soy yo". Perfecto. Y también hace falta que una de las actrices más famosas del mundo acepte ir acompañada a la fiesta más glamorosa del mundo con un fulano que acaba de conocer hace dos días. Y, bueno... así procede la película, con obstáculos artificiales que se resuelven instantáneamente por capricho del libreto, y no porque los personajes muestren excepcional aptitud para llevar a cabo el robo.
Por el lado positivo tenemos al mencionado elenco, aunque tampoco comparten mucha química ni chispeante interacción. Las únicas que exhiben una relación convincente son Sandra Bullock y Cate Blanchett, pues se supone que son grandes amigas, aunque sus actuaciones no siempre lo reflejan. Mindy Kaling tiene un par de momentos simpáticos como la experta en joyas; se me ocurre que si le hubieran permitido re-escribir el libreto, tal vez Ocean's 8: Las Estafadoras funcionaría mejor como comedia. Helena Bonham Carter es la diseñadora de modas que acepta participar en el robo porque está en bancarrota; su actuación "cómica" es atroz, pero no perjudica la película porque no hay nada realmente bueno que pudiera arruinarse. Rihanna es la hacker que resuelve los requerimientos técnicos del plan (también con magia, para ahorrar tiempo). Awkwafina es la irreverente ladrona "cool" que roba relojes sin que la gente se de cuenta; y Sarah Paulson es la perfecta madre de familia suburbana con múltiples contactos criminales para vender el botín... si es que tienen éxito en su plan (estoy tratando de mantener el suspenso, aunque sabemos de antemano que habrá traiciones, sorpresas y "twists" para demostrar que Debbie no siempre tiene las cosas bajo control). Curiosamente, quien mejor impresión deja (en mi humilide opinión) es Anne Hathaway en el papel de Daphne Kluger, la neurótica e insegura actriz que ni siquiera forma parte del equipo, aunque es indispensable para ganar acceso al sitio donde estarán las joyas que Debbie quiere robar.
Lo cual nos lleva a la "Gala del Met" (el Museo Metropolitano de Nueva York), un fastuoso evento que atrae un gran número de celebridades en breves cameos que, como todo lo demás en esta película, tampoco resultan relevantes ni creativos. Desde Anna Wintour hasta Heidi Klum, muchos rostros famosos desfilan sin gran chiste ni utilidad. Y, como muchos proceden del mundo de la moda, estoy seguro de que no reconocí a la mayoría (pero eso es mi culpa, desde luego).
Por mucho euro-jazz que Gary Ross incorpore a la banda sonora, su estilo de dirección jamás alcanza el estilo "cool" de Steven Soderbergh, que fue básicamente lo que elevó Ocean's Eleven por encima de su mediano material. Y sin esa inefable cualidad, Ocean's 8: Las Estafadoras termina como empezó: con buenas intenciones y un entusiasta reparto, pero sin crear una experiencia memorable para el espectador. Es una lástima, ya que tenían todos los ingredientes necesarios; sin embargo le faltó inspiración a la receta. El plato no es malo; solo insípido.
Calificación: 6.5
IMDb
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