Tuesday, June 12, 2018

Unsane



Síntomas: Sawyer Valentini (Claire Foy) sufre ocasionales ataques de pánico debido a una mala experiencia con un "stalker" que la acosó en el pasado. Entonces, después de hablar con una psicóloga, Sawyer es recluida en un hospital psiquiátrico en contra de su voluntad. Y sus problemas apenas empiezan.

Diagnóstico: No quiero psicoanalizar al director Steven Soderbergh, pero una mirada a su filmografía revela que tiene un particular interés (¿obsesión?) con la industria médica, el cual ha expresado en cintas tan variadas como Grey's Anatomy (nada que ver con la popular serie televisiva), Contagion, Side Effects, y ahora Unsane.
De hecho, Unsane podría ser la secuela espiritual de Side Effects; las dos son thrillers de impecable manufactura, pero al mismo tiempo ofrecen mordaces comentarios sobre los riesgos de la medicina motivada por ambición económica, y los conflictos éticos que esto provoca en instituciones antes dedicadas al bienestar de sus clientes, pero que ahora se han transformado en crueles mecanismos para hacer dinero.
Desde luego este mensaje se transmite en el subtexto de Unsane, mientras que la narrativa principal permanece en las horribles experiencias de Sawyer Valentini, involuntariamente recluida en un hospital psiquiátrico para observación durante veinticuatro horas, ya que los expertos creen que podría suicidarse. Sawyer, desde luego, se rehúsa a cooperar y les asegura a doctores y enfermeras que todo es un error, y que fue incorrectamente diagnosticada; pero los empleados del hospital están acostumbrados a ignorar las súplicas de los pacientes... y además, las protestas cada vez más violentas de Sawyer parecen sugerir que, en efecto, necesita ayuda psiquiátrica. ¿Quién tiene la razón? La respuesta es mucho más complicada de lo que suponemos.
Fue un placer descubrir que Unsane representa un regreso al cine independiente y experimental en el que Steven Soderbergh ganó fama al principio de su carrera. Con un presupuesto apenas superior a un millón de dólares, y grabada en iPhones (con monturas para lentes especiales), Unsane aprovecha su cinematografía cruda e improvisada para complementar el trauma mental de Sawyer, enfatizando su confusión y la claustrofobia de los cuartos antisépticos e impersonales que comparte con otros pacientes, algunos afables como Nate (Jay Pharaoh) y otros realmente peligrosos, como Violet (Juno Temple). Sin ser exactamente terror, Unsane nos contagia la paranoia de la protagonista y la enajenación del aislamiento... por no mencionar la creciente incertidumbre sobre la sanidad de la mujer, sobre todo cuando ve cosas que no pueden ser ciertas... ¿o sí? Me encantó la frase con la que Sawyer trata de racionalizar sus ataques de pánico: "Es mi neurosis conspirando con mi imaginación para manifestar mis peores temores". Suena tan racional, y al mismo tiempo como un estridente grito de ayuda.
No conocía bien el trabajo de Claire Foy (no, no he visto The Crown), pero su desempeño en Unsane me pareció simplemente espectacular, balanceándose en la línea invisible entre manía y desesperación, sin traicionar los grandes secretos que nos esperan en el tercer acto de la película. Tal vez en algunos momentos su actuación se acerca a la exageración, pero creo que las circunstancias lo justifican, y hacen más satisfactorio el psicodrama (ja, ja) al centro de la premisa. También merecen mención Amy Irving como la madre de Sawyer, haciendo lo posible por liberar a su hija por la vía legal; y Jay Pharaoh y Juno Temple como pacientes con muy distintas disfunciones y estrategias para soportar su estancia en el hospital.
En resumen, Unsane me pareció un excepcional thriller con valiosas ideas flotando por debajo de su turbulenta superficie, así como un estimulante ejercicio de "cine guerrillero" realizado lejos de la influencia de Hollywood para demostrar una vez más que no hace falta la aprobación ni el dinero de los grandes estudios para crear obras apasionantes (y apasionadas) que merecen nuestra atención, siempre y cuando aceptemos el reto de ver más allá de los "blockbusters" y las estrellas de taquilla. Ya no me voy a burlar del "retiro" de Steven Soderbergh pues, aunque no siempre me gustan sus películas, respeto enormemente su integridad artística y su ambición por extender los límites de mi hobby favorito. No, no los nachos, sino el cine mismo.
Calificación: 9.5

IMDb

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