Monday, May 31, 2021

Cruella



Síntomas: Después de perder a su madre, la joven Estella (Emma Stone) creció en la calle robando carteras con ayuda de sus cómplices Jasper (Joel Fry) y Horace (Paul Walter Hauser); pero eventualmente Estella cumple su sueño de trabajar en el estudio de la Baronesa (Emma Thompson), la diseñadora de modas más influyente de Londres. Sin embargo, los sueños a veces se convierten en pesadillas.

Diagnóstico: Recurriendo de nuevo a la analogía culinaria, podría decir que Cruella es como un mediocre plato demasiado sazonado, y servido en un opulento restaurante repleto de amenidades para desviar nuestra atención de que estamos comiendo las sobras de ayer. Y, francamente, el truco funciona bastante bien, pues a pesar de su irregular libreto y huecas emociones, Cruella es un espectáculo sensorial muy entretenido gracias a todo aquello que nos distrae de la historia principal. "Forma sobre fondo", de la mejor manera posible.
Un buen ejemplo de esas "amenidades" es la banda sonora integrada por canciones que se encargan de evocar las emociones requeridas por cada escena. Así, el director Craig Gillespie (I, Tonya, The Finest Hours) no necesita crear atmósfera ni desarrollar a sus personajes, pues puede simplemente poner una ominosa canción de The Doors (Five to One) cuando introduce a la Baronesa (Emma Thompson); o aprovechar la rebeldía feminista de Nancy Sinatra (This Boots Are Made For Walking) cuando Estella (Emma Stone) desobedece a sus superiores y sigue su propia inspiración creativa; o canalizar el blasfemo humor de los Rolling Stones (Sympathy for the Devil) para establecer la ambigua moralidad de un personaje en peligro de seguir sus más bajos instintos. ¡Las canciones hacen el cine muy fácil! No sé por qué no las utilizan más directores.
Ah, claro. Dinero. Por suerte Gillespie cuenta con los ilimitados recursos de Disney para pagar licencias a diestra y siniestra, hasta llenar la película con icónicas melodías que resuelven las carencias del libreto.
Y lo mismo podemos decir del fastuoso diseño de producción, los increíbles efectos especiales que recrean el período post-mod/punk de Londres a principios de los setentas (o algo así... Cruella no es muy precisa en su cronología), y el talento del elenco que no necesita buen material porque pueden rescatar la película con su encanto y carisma personal.
Desde luego las dos Emmas (Thompson y Stone) son la atracción principal de Cruella, y se ganan su sueldo a pulso en escena tras escena de combates verbales, fabulosa actitud, e inflexible convicción para respaldar sus cuestionables acciones. La Baronesa desarrolló una coraza de arrogancia y egoísmo como defensa contra sus críticos y competidores; mientras que Estella debe cruzar frecuentemente la línea de la decencia para alcanzar el éxito en la despiadada industria de la moda. Cruella funciona gracias a estas dos actrices, y su desempeño basta para recomendar la película.
Sin embargo no son las únicas. Joel Fry (In the Earth) y Paul Walter Hauser (Richard Jewell) balancean el cinismo de Cruella con grandes dosis de humor y calidez; Mark Strong y Kayvan Novak demuestran que el autoritarismo corporativo no está exento de humanidad; y, como cereza del pastel, tenemos un excelente reparto canino que prácticamente se roba la película: Buddy (Bobby) es el fiel compañero de Estella; y Wink (Bluebell) es el cómplice de Jasper y Horace que les ayuda a ejecutar sus mejores "golpes". También merecen mención Amber, Siren y Captain como tres feroces dálmatas (presagio de cosas por venir) que no son exactamente malos, sino víctimas de las circunstancias.
Lo cual me lleva a la pregunta más grande que tenía antes de ver Cruella: ¿Cómo podrían conciliar esta pícara "historia de origen" con la psicosis perricida de Cruella De Vil en One Hundred and One Dalmatians (1961)? La respuesta es muy simple: es mejor no pensar en eso. Y, en vista de todas las distracciones, chispeantes actuaciones, e impresionantes imágenes que ofrece Cruella, no tengo objeción con esa ignorancia voluntaria del atroz futuro que le espera a Estella.
Finalmente, para no terminar con esa nota amarga, aplaudiré la sutil conexión que tiene Cruella con Lady and the Tramp, otra versión "live action" de un clásico animado que disfruté más de lo que esperaba. Me gustó que ambas pertenezcan al mismo universo (al menos esa es mi hipótesis), no solo por sus personajes caninos, sino porque comparten una visión más "madura" de fábulas infantiles que ameritaban un ajuste para sensibilidades contemporáneas. Ninguna de las dos fue perfecta, pero funcionan bien en sus propios términos. El dinero de Disney triunfa de nuevo.
Calificación: 8.5

IMDb

Sunday, May 30, 2021

Riders of Justice (Retfærdighedens Ryttere)



Síntomas: Una trágica serie de coincidencias conectan las vidas de un soldado, su hija, y tres "hackers" en Dinamarca. Pero tal vez no existen las coincidencias.

Diagnóstico: Dentro del divertido pero monótono nicho del "cine de venganza", nunca había visto una película como Riders of Justice (lo que estén imaginando con base en ese título, les aseguro que es incorrecto). El motor del argumento es un individuo que quiere vengar una tragedia personal; pero todo lo demás es absolutamente distinto de la fórmula tradicional, desde el tono general de la película, hasta la ingeniosa mecánica narrativa repleta de inesperados giros que, sin embargo, se mantienen consistentes con los temas de la película. En resumen: una impresionante fusión de drama, humor y psicoanálisis que explora simultáneamente la dudosa catarsis de la venganza, y los peligros de adoptarla como estilo de vida.
Todo comienza con una bicicleta robada, lo cual conduce a una tragedia para el soldado Markus (Mads Mikkelsen) y su hija Mathilde (Andrea Heick Gadeberg). Al mismo tiempo, el programador y matemático Otto (Nikolaj Lie Kaas) estudia minuciosamente los detalles de un accidente ferroviario, y decide que no fue un accidente. Y así, las vidas de estos dispares personajes empiezan a entrelazarse, primero superficialmente, y después con tanta intensidad que altera sus vidas para siempre.
En el papel principal, Mads Mikkelsen (Another Round) interpreta a Markus, veterano de combate que se distanció de su familia, y ahora encuentra muy difícil comunicarse con su hija adolescente. Mikkelsen expresa sin palabras la represión emocional de Markus, y su impotencia en una situación doméstica que no puede resolver con su entrenamiento militar. Por su parte, Andrea Heick Gadeberg balancea la rebeldía juvenil de Mathilde con sorprendente madurez intelectual que la ayuda a sobrellevar la crisis de manera racional... lo cual confunde más a su padre y ensancha la brecha que los separa.
Nikolaj Lie Kaas, Lars Brygmann y Nicolas Bro interpretan a Otto, Lennart y Emmenthaler, matemáticos y "hackers" con distintas especialidades tecnológicas... y distintas disfunciones afectivas, lo cual cobra mayor importancia cuando conocen a Markus y Mathilde. Sus personalidades reflejan los clásicos clichés de "geeks" obsesivos y socialmente ineptos; pero el director Anders Thomas Jensen nunca se queda en la superficie de los personajes; en vez de eso, aprovecha los conflictos y discusiones del trío para explorar su pasado y escarbar en las raíces de sus neurosis.
Y así, analizando el marco psicológico de cada personaje, y conectando los problemas de unos con las facultades de otros, Thomas Jensen crea una versión profunda y ligeramente satírica del cine de vanganza, donde la violencia, el humor y el drama coexisten armoniosamente para contar un relato repleto de cuestionamientos éticos, reflexiones filosóficas, y un poco de matemáticas... porque todo puede calcularse cuando tenemos los valores correctos. Pero, si nuestras cifras no son confiables, lo demás es coincidencia.
Calificación: 9

IMDb

Friday, May 28, 2021

Wrath of Man



Síntomas: El empleado de seguridad Patrick Hill (Jason Statham) enfrenta una pandilla violenta y bien organizada que está asaltando camiones blindados en la ciudad de Los Ángeles.

Diagnóstico: Creo que Wrath of Man es la película más seria y madura del director Guy Ritchie... lo cual significa que es la menos divertida de su ecléctica filmografía, porque no incluye el irreverente sentido del humor ni la traviesa estética visual que distinguió algunas de sus mejores obras, como Sherlock Holmes, su secuela, y la menospreciada King Arthur: Legend of the Sword. Sin embargo, esa nueva "madurez" (o como quieran llamarla) consigue que Wrath of Man sea un notable thriller criminal que compite ventajosamente en un género cuya solemnidad extrema y excesivo melodrama a veces nos distrae del tema principal: la eterna batalla entre "buenos" y "malos", donde ambos términos suelen ser intercambiables.
Esa ambigüedad moral es parte fundamental de Wrath of Man. Después de unos créditos muy "bíblicos", Ritchie nos presenta al anti-héroe Patrick Hill (Jason Statham), el nuevo empleado de una compañía de transportes blindados que parece medianamente competente para cuidar los valores ajenos... pero algo inusual en la actitud de Patrick sugiere que oculta algo. Entonces, en su segundo día de trabajo, el camión de Patrick es atacado por la pandilla de ladrones, iniciando una inesperada sucesión de eventos que eventualmente revelan grandes secretos, no solo del protagonista, sino de los villanos y su organización. Como dije: "buenos" y "malos" es cuestión de perspectiva, y no de virtud absoluta.
Jason Statham ya trascendió la actuación para convertirse en un género cinematográfico por sí mismo. Sin embargo su papel en Wrath of Man se desvía ligeramente de su rutina habitual para presentar un protagonista lacónico y enigmático, con un pasado tortuoso que no intenta disimular con chistoretes desechables. Digamos que Statham, bajo la dirección de Ritchie (con quien previamente colaboró en Revolver, Snatch y Lock, Stock and Two Smoking Barrels), bajó un poco el volumen de su personalidad para ajustarse al tono de la película, pero conservando el espíritu de sus interpretaciones más populares. En mi opinión fue una decisión acertada, pues eleva la intensidad de la acción y valida la motivación de "Patrick Hill" (desde luego es un nombre falso) conforme nos enteramos de su pasado.
Sin embargo, en ese pasado radican los principales problemas de Wrath of Man, en mi humilde opinión. La película dura dos horas porque adopta la cuestionable práctica de contar la historia fuera de secuencia, haciéndola innecesariamente complicada. No niego que sea una estrategia útil para acentuar el suspenso y obligarnos a poner atención en los detalles (por ejemplo, el asunto de las identificaciones); pero a veces Ritchie da demasiadas vueltas solo porque puede hacerlo, y no porque la historia lo amerite (por cierto, Wrath of Man es el re-make de la cinta francesa Le Convoyeur, la cual no he visto, así que las vueltas podrían ser culpa de la original)
Afortunadamente los malabares narrativos no me impiden recomendar Wrath of Man como una sólida adición al género "Jason Statham" que refleja la evolución de Guy Ritchie como director "serio", lo cual no tiene nada de malo... aunque tal vez perdió un poco de su identidad. Ni hablar... a veces es necesario hacer pequeños sacrificios para crecer como personas. O como artistas.
Calificación: 8

IMDb

Wednesday, May 26, 2021

Initiation



Síntomas: Una serie de asesinatos en la Universidad Whitson podrían estar relacionados con el "cyberbullying" y el acoso sexual que se practica secretamente en las fraternidades estudiantiles.

Diagnóstico: En cierto modo Initiation parece una respuesta al remake de Black Christmas, pues maneja los mismos temas y ofrece un mensaje similar. Sin embargo, creo que Initiation es una mejor película porque mantiene su ideología en segundo plano, permitiendo que la fórmula "slasher" se desarrolle con agilidad y altos niveles de suspenso, sin detenerse constantemente para reiterar su moraleja.
Habiendo dicho eso, Initiation no es un "slasher" convencional con personajes desechables y muertes cada diez minutos. En vez de eso podría describirla como un "thriller universitario" que ciertamente incluye los sangrientos homicidios de un asesino enmascarado; pero el director John Berardo y la guionista Lyndsay LaVanchy favorecen el misterio en vez de la violencia, al mismo tiempo que dibujan personajes con mayor profundidad y carácter del que generalmente encontramos en este sub-género.
El primer asesinato de Initiation llega relativamente tarde; y todo ese tiempo se dedica a establecer la situación en la Universidad Whitson, donde algunos recientes delitos sexuales cambiaron las políticas de la escuela y obligaron a las estudiantes a ser más vigilantes y seguir estrictas reglas para su seguridad personal. Sin embargo, algunas fraternidades masculinas siguen practicando "cyberbullying" por medio de redes sociales, donde "marcan" a las mujeres con un símbolo de admiración (!) para indicar que son "fáciles"; y también existen sospechas de ataques sexuales, aunque nadie se atreve a denunciarlos.
Entonces la muerte de un destacado atleta provoca un escándalo en todos los niveles de la Universidad... hasta que empieza la investigación de la Detective Fitzgerald (Yancy Butler), y descubre que la conducta de los estudiantes no cambió tanto como afirma el Director Van Horn (Lochlyn Munro). De esa manera el segundo acto se enfoca en las repercusiones del crimen, incluyendo la confusión de la directiva escolar, y el drama entre las estudiantes, particularmente Ellery (Lindsay LaVanchy), Kylie (Isabella Gómez), y Shayleen (Shireen Lai), todas ellas relacionadas de una u otra manera con el estudiantes asesinado.
Solo hasta el tercer acto comienza la parte "normal" del slasher, con el asesino enmascarado (su máscara metálica me recordó a Klytus, el villano cyborg de Flash Gordon) (perdón por la referencia tan arcaica) acechando en los solitarios corredores de la escuela y cobrando nuevas víctimas. Sin embargo me sorprendió descubrir que, para ese momento, ya no me interesaba tanto el "gore", sino la solución del misterio, lo cual indica el excelente trabajo que hicieron Berardo y LaVanchy al combinar la intriga de un buen "whodonit" con los placeres viscerales del horror.
Por el lado negativo... el drama estudiantil es bastante hueco, aunque se compensa con las notables actuaciones de Lindsay LaVanchy (sí, la escritora de la película), Isabella Gómez, Shireen Lai, Gattlin Griffith, y James Berardo (sí, el director de la película) como uno de los estudiantes que inventó el cruel "juego" del signo de admiración. Y la ruidosa fiesta estudiantil con la que comienza Initiation me pareció absolutamente irritante, pero más tarde comprendí que tiene una función clave en la narrativa.
Entonces, Initiation ocupa una difusa posición entre dos géneros cinematográficos con metas habitualmente distintas, lo cual podría confundir al público que esperaba más sangre, o más tensión a fuego lento. Pero, en mi opinión, Initiation fue un interesante híbrido que aprovechó los mejores elementos de ambos estilos para contar una buena historia y transmitir un mensaje relevante; y eso bastó para mantener mi atención a pesar de tantas fiestas, redes sociales, y demás fenómenos juveniles que normalmente encuentro intolerables. En otras palabras: una película joven que pueden disfrutar los viejos como yo.
Calificación: 8

IMDb

Monday, May 24, 2021

Fried Barry



Síntomas: Barry (Gary Green) ya tiene suficientes problemas con su adicción a la heroína; entonces una criatura extraterrestre ocupa su cuerpo, y su vida realmente se complica.

Diagnóstico: Advierto desde ahora que Fried Barry podría parece aburrida, vulgar y ofensiva para mucha gente, lo cual es perfectamente normal. Sin embargo, me gustó la combinación de comentario social y escenas repelentes que ofrece el director Ryan Kruger en esta bizarra fantasía sudafricana, donde el protagonista busca la esencia de la experiencia humana... con ayuda de todos los vicios posibles.
¿Cuál es esa esencia? No estoy seguro, pero cada espectador podrá buscar su propia interpretación en las sórdidas desventuras del alien (o lo que sea) que usurpa el cuerpo de Barry (Gary Green), y lo utiliza para recorrer los barrios pobres de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde encuentra muchas de las características básicas (no necesariamente buenas) que definen al mundo civilizado. A diferencia de otros visitantes del espacio, los misteriosos aliens de Fried Barry no quieren hacer contacto con los líderes del mundo ni entablar un diálogo con la comunidad científica. En vez de eso prefieren explorar personalmente la "vida real" a través de los sentidos de uno de sus representantes. Y, bueno, no estoy seguro por qué eligieron a Barry, pero supongo que habrán tenido sus razones. O quizás fue azar.
Nada de eso se describe específicamente durante Fried Barry; simplemente estoy compartiendo una posibilidad entre muchas que estuve imaginando mientras veía a Barry caminar y caminar y caminar sin rumbo por las calles de Ciudad del Cabo, ocasionalmente interrumpido por situaciones que van desde actos sexuales espontáneos, hasta actos heroicos accidentales. Barry casi no habla (y, cuando lo hace, solo repite lo que le están diciendo), y sus reacciones están limitadas a gesticulaciones incomprensibles. Pero el secreto de Fried Barry (en mi opinión) reside en la perspectiva alienígena que nos permite ver a la humanidad bajo un criterio libre de prejuicios y expectativas. Es el clásico ejercicio mental de "¿cómo vería un extraterrestre nuestra civilización?" Y, al mismo tiempo, los trágicos individuos que encuentran a Barry proyectan sus propios temores y aspiraciones en el lienzo vacío del inescrutable vagabundo. Cada quien lo ve como amigo, enemigo, víctima, agresor, etc., según su propia mentalidad.
Por eso Fried Barry me pareció un fascinante experimento social cocinado con los ingredientes del "Cine B" que tanto me gustan: un poco de horror, un poco de ciencia ficción, y un generoso aderezo de perversión, sangre, y violencia. Ah, y suficiente surrealismo para dejarnos agradablemente confundidos, porque es el tipo de confusión que estimula la reflexión y siembra ideas que florecen en el futuro... aunque no lo parezca al principio.
Lo cual me lleva al principal obstáculo de Fried Barry: prácticamente no hay historia; solo una serie de viñetas donde un drogadicto irresponsable tiene distintas interacciones (casi siempre desagradables) con criminales, prostitutas, "dealers", y similares parias de la sociedad. Si nos quedamos en ese nivel, no hay razón para recomendar Fried Barry. Pero más allá de la vulgaridad creo que existe un propósito más noble, y eso fue lo que me atrajo a esta irreverente muestra de "cine raro" que no busca complacer al público, sino retarlo a pensar. O al menos a no vomitar. En fin... un reto es un reto.
Calificación: 8

IMDb

Sunday, May 23, 2021

Army of the Dead



Síntomas: La humanidad ganó la guerra contra los zombies. La última zona infestada es la ciudad de Las Vegas, y será "esterilizada" con una bomba atómica en 32 horas. Pero antes, Scott Ward (Dave Bautista) y su equipo de especialistas deben robar 200 millones de dólares de un casino abandonado.

Diagnóstico: Aunque no hay referencias directas (creo), podemos asumir que Army of the Dead funciona como secuela de Dawn of the Dead (2003), la primera película de Zack Snyder donde estableció su desorbitada estética visual y meticulosa ejecución técnica. El problema es que Dawn of the Dead contó con el apoyo de James Gunn como guionista, aportando sólida caracterización y un sardónico sentido del humor para balancear el nihilismo post-apocalíptico de la historia inspirada en la original Dawn of the Dead (1978), del maestro George A. Romero. Desafortunadamente nada de eso está presente en Army of the Dead (co-escrita por Snyder, Joby Harold y Shay Hatten), cuya trama plana y superficial se preocupa más por encontrar momentos "cool" que por mantener un mínimo nivel de congruencia narrativa.
Desde otro punto de vista, Army of the Dead es una dinámica cinta de acción que supera visualmente a su predecesora, confirmando el talento de Zack Snyder (por si quedaba duda) para crear espectáculos cinematográficos frívolos e insustanciales... pero muy divertidos y repletos de imágenes que permanecerán en la conciencia popular como referentes del siglo veintiuno (el ejemplo más obvio: tigre zombie).
Entonces, bajo ese criterio, Army of the Dead me dejó satisfecho porque no esperaba más. Los personajes son títeres con mínima personalidad para justificar su conducta y ocupar posiciones pre-establecidas en una premisa pre-fabricada que prácticamente se escribe sola: el millonario Bly Tanaka (Hiroyuki Sanada) contrata a Scott Ward (Dave Bautista) para recobrar 200 millones de dólares que quedaron en la bóveda de su casino en Las Vegas. Scott acepta, y recluta un ecléctico equipo que incluye a María Cruz (Ana de la Reguera) y Vanderhoe (Omari Hardwick), veteranos de la guerra contra los zombies; Mikey Guzmán (Raúl Castillo), un "influenciador" de Instagram especializado en matar zombies; Dieter (Matthias Schweighöfer), el experto en seguridad que abrirá la bóveda del casino; Lilly (Nora Arnezeder), la "coyote" que sabe navegar las peligrosas calles de Las Vegas; Marianne Peters (Tig Notaro), piloto del helicóptero que los sacará de la ciudad; y Martin (Garret Dillahunt), el empleado de Tanaka encargado de vigilar que el dinero llegue completo a las manos de su jefe. Ah, y también los acompaña Kate Ward (Ella Purnell), la hija de Scott, para complicar las cosas.
Las multitudes de zombies que ocupan la moribunda ciudad de Las Vegas representan el peligro más obvio para Scott y sus secuaces... pero ya sabemos que el peor monstruo siempre es el hombre, y hay bastantes oportunidades para explorar ese cliché durante Army of the Dead. Sin embargo, todos los obstáculos y "twists" del libreto son tan predecibles que inspiran más bostezos que asombro. ¿Habrá un traidor en el grupo? ¿Tendrá alguien un motivo oculto para participar en la misión? ¿Se harán sacrificios para simular drama?
A fin de cuentas no importa mucho. El punto de Army of the Dead es maravillarnos con la escala de sus escenas, deleitarnos con la variedad del "gore", y crear abundantes distracciones para que no tengamos tiempo de pensar en los inmensos agujeros del libreto. Desde luego no voy a enumerarlos porque son muchos, y revelarían demasiados "spoilers". Solo mencionaré uno representativo del proceso creativo detrás de Army of the Dead: ¿Exactamente cómo planean sacar el dinero del casino? 200 millones de dólares constituyen literalmente una montaña de dinero, y los ladrones solo llevan unos cuantos "backpacks". Hubiera sido más lógico que el mcguffin fuera... no sé... un disco duro portátil con millones de bitcoins, o algo así. Pero entonces no tendríamos una épica balacera en cámara lenta con decenas de zombies, litros y litros de sangre digital, y una lluvia de billetes en el satírico entorno de un casino vacío. Lo mismo ocurre con el tigre zombie: su presencia parece inútil, hasta que llega el momento de darle una lección a alguien. Y así, llevando el "estilo sobre sustancia" hasta niveles sublimes, Snyder triunfa de nuevo... y al mismo tiempo fracasa de nuevo. Habiendo dicho eso, esperaré con interés las precuelas, secuelas, "spin-offs", y demás sub-productos de esta incipiente franquicia de Netflix. Porque, después de todo, no necesito pensar para divertirme tanto.
Calificación: 7.5

IMDb

Friday, May 21, 2021

Things Heard & Seen



Síntomas: Catherine Claire (Amanda Seyfried) y su familia se mudan a una vieja casa de campo para estar más cerca de la universidad donde su esposo George (James Norton) dará clases; pero el aislamiento geográfico y social de esta nueva situación incrementa el descontento de Catherine con su matrimonio... y además descubre un fantasma que intenta comunicarse con ella.

Diagnóstico: A pesar de lo que sugiere esa sinopsis, Things Heard & Seen no es una historia de fantasmas, sino un drama familiar donde interviene de vez en cuando una presencia sobrenatural. Las manifestaciones de esta presencia son similares a la que hemos visto en incontables relatos de "casa embrujada" (ruidos nocturnos, sombras siniestras, fallas eléctricas); pero las reacciones de Catherine (Amanda Seyfried) indican una diferencia fundamental respecto al género de terror. Y, aunque no voy a profundizar en los detalles, puedo decir que encontré Things Heard & Seen un poco lenta y frustrante, pero a fin de cuentas satisfactoria por la transformación de la protagonista, y su denuncia de situaciones muy comunes en la sociedad contemporánea.
Hablando de lo cual, Things Heard & Seen se ubica en el año 1980, aunque el período histórico no tiene particular influencia sobre la trama. Cuando mucho añade algunas nostálgicas escenas donde Catherine usa un teléfono con un largo cable espiral; y, en vez de consultar Google sobre el pasado de la casa, tiene que usar la máquina de microfilms en la biblioteca local. Pero, bueno, supongo que los directores Shari Springer Berman y Robert Pulcini (American Splendor) quisieron respetar la era descrita en la novela "All Things Cease to Appear" (de Elizabeth Brundage) en la que se basa la película.
Regresando al punto, Amanda Seyfried hace un excepcional trabajo capturando la evolución de un ama de casa responsable y cariñosa, pero que ya empieza a resentir el desequilibrio en su matrimonio. En ese aspecto Things Heard & Seen se parece más a la reciente Jakob's Wife que a cualquier cinta con fantasmas vengativos. Y, en el papel de George, James Norton (Little Women) revela gradualmente la crueldad y malicia de un marido perfecto en la superficie, pero con vicios y tendencias que se incrementan por la impunidad de su respetada posición social.
El elenco secundario es inusualmente numeroso, con personajes que entran y salen de la trama sin preámbulo ni desarrollo; pero, a diferencia de otras adaptaciones literarias, Things Heard & Seen sabe utilizarlos para extender el micro-universo de Catherine e introducir nuevas tangentes que eventualmente fortalecen la historia principal. Desde renombradas figuras como F. Murray Abraham y Karen Allen, hasta sólidos actores de carácter como Rhea Seehorn, James Urbaniak, y Michael O'Keefe, todos tienen algo importante que hacer (o decir) en el parsimonioso recorrido hasta el amargo final.
Y ahí es donde empiezan mis quejas. Tantas sub-tramas y digresiones hacen que Things Heard & Seen se sienta cansada y sin dirección; por otro lado, admito que disfruté el misterio a "fuego lento" porque nos permite pasar más tiempo con Amanda Seyfried y compartir con Catherine el descubrimiento de los secretos de la casa. Y ese final... el final fue ciertamente sorpresivo, aunque un poco ridículo y demasiado "místico" para mi gusto personal, sobre todo después del sobrio realismo emocional que Pulcini y Springer Berman mantuvieron a lo largo de la cinta.
Y ni siquiera he mencionado el subtexto filosófico que aporta una textura única al melodrama de Things Heard & Seen, con múltiples discusiones sobre la obra de figuras semi-clásicas (incluyendo el teólogo Emanuel Swedenborg y el pintor Thomas Cole) no solo como expresiones artísticas, sino como modelo metafísico del universo.
O algo así. Es complicado y, como dije, no siempre tiene sentido; pero esas adiciones separan a Things Heard & Seen (disponible en Netflix) de todas aquellas genéricas cintas de terror sobre familias disfuncionales que se mudan a casas embrujadas. Hasta unas cuantas distracciones pueden lograr que lo viejo parezca nuevo, y que los fantasmas adopten una función más relevante que la venganza y los sobresaltos.
Calificación: 7.5

IMDb

Wednesday, May 19, 2021

Those Who Wish Me Dead



Síntomas: Hannah Farber (Angelina Jolie) combatía incendios forestales, pero se retiró del servicio activo después de una tragedia, y ahora trabaja en una torre de vigilancia. Entonces encuentra a alguien que está huyendo de dos asesinos, y se involucra en la persecución. Y también hay un incendio forestal.

Diagnóstico: En su faceta de guionista, Taylor Sheridan escribió las excelentes cintas Sicario y Hell or High Water; posteriormente debutó como director con la película Wind River, confirmando que su especialidad es explorar el lado humano de premisas comunes (combate del narcotráfico, robos bancarios, etc.), y transformarlas en estudios de carácter donde lo importante no es resolver un misterio, sino analizar los factores psicológicos que motivan a los personajes... tanto héroes como villanos.
Claramente Sheridan quería hacer lo mismo en su nueva película, Those Who Wish Me Dead, pero algo salió mal durante el frágil proceso creativo, provocando un extraño vacío emocional en su narrativa, a pesar de los abundantes elementos que deberían enriquecer un relato relativamente simple.
Tan simple, de hecho, que Those Who Wish Me Dead parece un thriller del siglo pasado, con un héroe (heroína) rebelde pero sensible, una víctima indefensa que necesita ayuda, y un pintoresco entorno que, naturalmente, se relaciona con la "tragedia del pasado" que atormenta a la protagonista. Casi puedo imaginar una versión noventera de Those Who Wish Me Dead estelarizada por Mel Gibson o Nicolas Cage, con todos los anacronismos que ello implica.
Afortunadamente la presencia de Angelina Jolie en el papel principal añade suficiente novedad para mantener nuestra atención durante las partes más rutinarias de Those Who Wish Me Dead; por ejemplo, la forzada introducción de Hannah Farber, ex-bombero forestal que utiliza el alcohol y la indisciplina para disfrazar sus sentimientos de culpa por una mala decisión que costó muchas vidas. Hannah no sigue las reglas, se burla de sus colegas, y desafía la autoridad del Alguacil Ethan Sawyer (Jon Bernthal)... pero todos saben que es una máscara para ocultar su dolor. Jolie proyecta convicción y un férreo propósito para sacar adelante su misión; y, para ser justos, las cuestionables decisiones del libreto podrían venir de la novela de Michael Koryta en la que se basa la película. Como sea, los actores hacen más interesante la experiencia, aunque nunca se siente especial ni indispensable, ya no digamos en el contexto de la obra de Sheridan, sino como simple entretenimiento desechable.
Los papeles secundarios son parte integral de ese interés, destacando Jon Bernthal como el alguacil que sigue la pista de Hannah y los asesinos; Medina Senghore como la esposa del policía, lista para entrar en acción cuando las cosas se complican; Jake Weber es el "contador forense" que se enteró de algunos peligrosos secretos criminales; y Finn Little es su hijo, quien trata de entender por qué están huyendo si no hicieron nada malo. Finalmente, los asesinos interpretados por Aidan Gillen y Nicholas Hoult tienen más personalidad de la que normalmente encontramos en este tipo de películas. Su comportamiento es bastante irregular (a veces son astutos para crear suspenso; y a veces se vuelven ineptos para darle un respiro a los héroes); pero fue un acierto mostrar su perspectiva como contraste de Hannah y sus aliados. Como dije al principio, Sheridan se esmera en definir el carácter de todos los personajes para trascender los clichés del thriller tradicional. Y aunque en esta ocasión no bastó para hacer Those Who Wish Me Dead genuinamente memorable, al menos merece una recomendación para fans de Angelina Jolie, y para estudiosos del cine "retro" que extrañaban el confort de los noventas. Hablando de lo cual: si Angelina Jolie regresó al cine, necesita hacer una secuela de Cyborg 2: Glass Shadow. Ya no tenemos a Jack Palance ni a Billy Drago, pero Elias Koteas sigue vivo y tan intenso como siempre. La arcaica moda "cyberpunk" con tecnología moderna sería una experiencia apoteótica... al menos para mi.
Calificación: 7

IMDb

Monday, May 17, 2021

The Woman in the Window



Síntomas: La Dra. Anna Fox (Amy Adams) sufre de agorafobia, y no ha salido de su casa en varios meses; por eso se entretiene espiando a sus vecinos, especialmente a la nueva familia que se mudó a la casa de enfrente. Entonces Anna presencia un crimen y trata de probarlo, aunque nadie le cree.

Diagnóstico: Desde el primer minuto The Woman in the Window presenta una referencia visual a la clásica cinta de Alfred Hitchcock Rear Window (1954), admitiendo tácitamente que su premisa es muy similar: una persona confinada en su domicilio es testigo de un crimen, y trata de demostrarlo. Pero, para bien o para mal, ahí terminan las similitudes.
En vez de enfocarse en la investigación del supuesto asesinato, el director Joe Wright (Darkest Hour) y el guionista Tracy Letts (basado en la novela de A.J. Finn) prefieren explorar el ambiguo estado mental de Anna Fox (Amy Adams), quien trata de controlar su depresión y agorafobia con un tratamiento psiquiátrico que incluye medicamentos capaces de alterar su percepción y provocar alucinaciones (sobre todo si se mezclan con alcohol, el cual Anna consume constantemente). Entonces, la pregunta durante gran parte de la película no es si el vecino mató a alguien, sino si Anna puede confiar en sus sentidos.
Este cambio fundamental en la fórmula de Rear Window ciertamente aprovecha el talento de Amy Adams para representar la angustia de una mujer cuya certeza inicial se va transformando en dudas que infectan múltiples aspectos de su vida, incluyendo su amistad con David (Wyatt Russell), el inquilino que renta el sótano de la enorme casa de Anna; y la frágil relación con su ex-esposo Ed (Anthony Mackie), cuyas conversaciones telefónicas son lo único que mantiene a Anna anclada a la realidad. Y, claro, eventualmente se involucra la policía, y se revelan secretos que cambian nuestra perspectiva de la situación.
Sin embargo, todo este "psico-drama" sobre la salud de Anna no inspira gran suspenso ni emoción. Simplemente pasamos escena tras escena presenciando el gradual colapso de una mujer obsesionada con un evento externo que la distrae de su problema interno. O tal vez todo es una gran conspiración donde nada es lo que aparenta.
En el tercer acto The Woman in the Window decide regresar al misterio del asesinato, recuperando un poco de energía hasta llegar a un final gótico y razonablemente satisfactorio, que sin duda merece el calificativo "hitchckockiano"... aunque no sé si fue suficiente para rescatar la película entera.
Como premio de consolación tenemos un sólido reparto secundario que incluye a Gary Oldman, Julianne Moore, Jennifer Jason Leigh, Fred Hechinger, Bryan Tyree Henry y Anthony Mackie, todos apoyando el trabajo Adams, y esforzándose por romper la monotonía de la trama que da muchas vueltas para llegar a donde sospechábamos desde el principio. Y también merece aplauso la cinematografía de Bruno Delbonnel y la música de Danny Elfman, colaborando con el director Joe Wright para crear una malsana atmósfera que refleja la neurosis de Anna.
En resumen: The Woman in the Window es un thriller bien realizado y visualmente atractivo, pero el argumento rara vez aprovecha el potencial del reparto y el talento del director. Si la hubiera visto en el cine hubiera sido una gran decepción; pero como "estreno de prestigio" en Netflix, puede verse como entretenimiento desechable que olvidaremos de inmediato. Nunca lo hubiera imaginado, pero la modesta cinta Disturbia (2007) fue una mejor imitación de Rear Window porque siguió el ejemplo de Hitchcock para crear suspenso, en vez de perder el tiempo en divagaciones psicológicas que no conducen a nada. A veces la copia más simple es la que mejor funciona.
Calificación: 6.5

IMDb

Sunday, May 16, 2021

Oxygène



Síntomas: Una mujer (Mélanie Laurent) despierta en una cámara criogénica sin saber quién es, ni cómo llegó ahí. Y, además, el oxígeno se está acabando.

Diagnóstico: Después de forjar una destacada carrera en el cine de terror, el director francés Alexandre Aja incursiona en la ciencia ficción con Oxygène, un eficiente "thriller embotellado" que se desarrolla casi por completo en el claustrofóbico interior de una cámara criogénica, con ocasionales "flashbacks" que podrían ayudar a restaurar la memoria de la protagonista y comprender su situación actual.
Lo cual significa que, pensándolo bien, Aja no se alejó tanto de sus raíces. La sofisticada tecnología médica e informática que aparece en Oxygène ubica la historia en el futuro, pero el suspenso proviene de factores clásicos y universales: paranoia, amnesia, y el temor a ser sepultado vivo. Después de todo, por muchos botones y cables que tenga la cámara criogénica, no es otra cosa que un sarcófago "hi-tech" donde la mujer (Mélanie Laurent) experimenta el mismo terror que conjuró Edgar Allan Poe hace ciento cincuenta años en el cuento corto The Premature Burial. O, para una referencia más moderna, la comparación obvia sería la película Buried, del 2010.
Afortunadamente Aja añade nuevos ingredientes que hacen la historia más interesante en el nivel visual y narrativo. Para empezar, la cámara cuenta con su propio asistente digital llamado "MILO", encargado de mantener vivo al "espécimen orgánico", reportar su condición, y responder sus preguntas. Y vaya que la mujer tiene preguntas.
El libreto de Christie LeBlanc se toma grandes libertades creativas sobre el concepto de la criogenia, y no teme arrojar "twists" un poco absurdos, pero indudablemente impactantes. Incluso diría que hay más "twists" de la cuenta, como el que llega al final, cuando pensábamos que ya se habían resuelto todas las incógnitas de la protagonista. Pero, bueno... por muy inverosímiles que sean esas sorpresas, admito que me mantuvieron en tensión continua, gracias a la excelente actuación de Mélanie Laurent y a la dirección de Aja, cuya fina visión artística no solo encuentra ángulos y encuadres variados para retratar la acción, sino que sabe dónde acomodar las crisis para acelerar el pulso, y dónde dejarnos respirar para asimilar la magnitud del peligro que enfrenta la paciente. Lo importante no es debatir el "realismo" del argumento, sino compartir la desesperación de la mujer, admirar su metódica investigación, y construir pieza por pieza un rompecabezas muy distinto al que esperábamos en un principio.
En muchos aspectos Oxygène (disponible en Netflix) parece una película de Luc Besson, con excelentes valores de producción y algunas buenas ideas, pero a fin de cuentas demasiado superficial para tomarla en serio como auténtica ciencia ficción (busqué el nombre de Besson en los créditos, pero no aparece; sin embargo me sorprendió encontrar a Noomi Rapace como productora ejecutiva... me pregunto si en algún momento estuvo involucrada como actriz, antes de ser reemplazada por Mélanie Laurent). Sirva eso como recomendación o advertencia, según los gustos de cada espectador. En lo personal disfruté Oxygène, aunque probablemente la olvidaré en un par de días. Y, finalmente, los devotos de Alexandre Aja tal vez quedarán decepcionados por la ausencia de "gore" y violencia (creo que hay literalmente una gota de sangre en la película entera); sin embargo Oxygène representa una evolución en el estilo del cineasta, y confirma su potencial para el futuro. Desde luego me gustaría que Aja permaneciera en el cine de terror... pero es bueno saber que puede trabajar en otros géneros con la misma energía y ambición. De hecho, se me antoja ver un "western" de Alexandre Aja; al menos habría abundantes excusas para la sangre y la violencia...
Calificación: 8

IMDb

Thursday, May 13, 2021

In the Earth



Síntomas: Durante una pandemia global, el Dr. Martin Lowery (Joel Fry) viaja a la remota instalación científica donde la Dra. Olivia Wendle (Hayley Squires) investiga posibles curaciones de origen natural. Pero durante la larga caminata por el bosque, Martin y su guía Alma (Ellora Torchia) encuentran rastros de violencia que cambian su perspectiva sobre la investigación.

Diagnóstico: El simple hecho de filmar un "thriller pandémico" durante la pandemia de Covid-19 añade un escalofriante realismo a las precauciones higiénicas que toman los personajes de In the Earth durante sus interacciones, pues sabemos que los actores probablemente tuvieron que hacer lo mismo... y quizás con un mayor factor de riesgo debido al modesto minimalismo de esta producción británica. Al mismo tiempo, esas precauciones ayudan a establecer la crisis que enfrentan los científicos de la cinta, y la importancia de la investigación que conducen. En otras palabras: realidad y ficción trabajando en armonía para contar una historia inspirada por nuestra situación actual, que además valida el esfuerzo de los actores y personal técnico que arriesgaron la vida por amor al arte. Porque definitivamente no fue por dinero.
El director Ben Wheatley (Free Fire, High-Rise) tiene algunas fascinantes ideas sobre la conexión de la Humanidad con la Tierra, y también con la tierra (con minúscula), expresadas por medio de ambiguos rituales y procesos pseudo-científicos que me recordaron películas como Upstream Color, Altered States, y hasta The Happening.
Sin embargo, Wheatley envuelve sus elevados conceptos en una densa poción de filosofía y obtuso melodrama que, francamente, casi me hizo apagar la película a la mitad, debido a una tediosa secuencia que involucra un ermitaño en mitad del bosque cuyas acciones van de lo enigmático a lo exasperante. Afortunadamente resistí la tentación de abandonar la película, pues eventualmente llegamos al laboratorio improvisado de la Dra. Olivia Wendle (Hayley Squires), y entonces la película mejora sustancialmente... aunque nunca define en términos claros y concretos el misterio central del argumento. Nuestras pistas son referencias oblicuas, vagos dibujos en un antiguo libro de brujería (¿o tal vez alquimia?), y supuestos "hechizos" que podrían ser métodos primitivos de comunicación con organismos que ni siquiera sabíamos que podían comunicarse con nosotros. Y no me refiero a aliens, ni espíritus, sino al infinitamente complejo mundo vegetal.
Creo que ya revelé demasiado, pero mi intención es afirmar que, a pesar de su parsimonioso ritmo y cuestionable estructura (¿mencioné al ermitaño?), In the Earth merece nuestra atención, y recompensa nuestra paciencia con un delirante final que solo podría comparar con 2001: A Space Odyssey (pero sin espacio exterior), o con la mencionada Altered States (pero sin efectos prostéticos). Todo ocurre en nuestra imaginación... y en la "suite" de edición donde Ben Wheatley creó una secuencia de increíble belleza visual y notable impacto dramático (acompañada por la etérea música de Clint Mansell). Pero para llegar a ese punto es necesario tragar mucho relleno y saltar abismos lógicos que empañan el efecto general de In the Earth.
De cualquier modo admiré la ambición del director, el excelente trabajo de los actores (mi personaje favorito fue el de Alma, la guía y guardabosque interpretada por Ellora Torchia, pues tiene la perspectiva más sensata de toda la película), y la exploración de temas "bio-filosóficos" que desafían descripción. Quizás por eso Wheatley concluye la película con imágenes abstractas que podemos interpretar a nuestro gusto. Así todos quedamos contentos... aunque un poco mareados (no recomendada para individuos sensibles a imágenes estroboscópicas).
Calificación: 8

IMDb

Monday, May 10, 2021

Lapsis



Síntomas: En el futuro cercano, la llegada de la computación cuántica requiere una compleja infraestructura de cables para conectar nodos que procesan inmensas cantidades de información. Esto genera oportunidades laborales para individuos emprendedores que no temen internarse en el bosque con el fin de "cablear" y ganar grandes cantidades de dinero... aunque en el proceso a veces pierden su humanidad.

Diagnóstico: No es fácil escribir la sinopsis de una película que no entendí. O, mejor dicho, no es fácil resumir una historia que parece intencionalmente obtusa para obligarnos a pensar y analizar sus múltiples metáforas sobre el crecimiento descontrolado del tecno-capitalismo, el desequilibrio económico, y el papel que la Humanidad está jugando en su propia explotación. O extinción. O algo así.
Nada es claro ni concreto en Lapsis... pero encontré fascinante la contemplación de sus provocativas ideas y su pesadillesca atmósfera que nos contagia la confusión del protagonista, atrapado en una actividad que solo podría describirse como "sisifeana" (aludiendo al mito griego de Sísifo, condenado por Zeus a empujar una roca cuesta arriba por toda la eternidad).
En el caso de Ray Micelli (Dean Imperial), el trabajo consiste en tender cable a través del bosque, siguiendo rutas programadas en su dispositivo GPS por la empresa CBLR. Es más difícil de lo que parece, pero la paga es extremadamente buena, y Ray necesita dinero para mantener a su hermano Jamie (Babe Wise), quien padece una extraña enfermedad posiblemente relacionada con la tecnología omnipresente en la vida cotidiana.
Uno de los obstáculos más grandes en el trabajo de "cablear" es la competencia, no solo con otros trabajadores humanos, sino con pequeños robots que avanzan por el bosque sin necesidad de descansar, comer, ni dormir. Esto significa que cualquier trabajador pierde su comisión si se le adelanta un robot. Además, las condiciones de trabajo pueden complicarse por una serie de factores, desde tormentas hasta falta de provisiones, que cada trabajador debe llevar por su cuenta. Y también hay desperfectos mecánicos, bandidos que roban cable, y el estricto control ejercido por CBLR para mantener un implacable ritmo de trabajo y satisfacer las necesidades del mercado.
Hasta ahí parece obvio que Lapsis está haciendo un comentario sobre la "economía temporal" (o "gig economy") que utilizan empresas como Uber y Amazon, contratando "proveedores externos" que no son empleados, y por lo tanto no tienen prestaciones, pero sí tienen muchas obligaciones y presión por parte de sus patrones (para una exploración más real y humana de este fenómeno recomiendo la cinta Sorry We Missed You, de Ken Loach). El simbolismo de Lapsis es un poco extraño, pero funciona gracias al libreto del director/ productor/ escritor/ editor/ compositor Noah Hutton, y al excelente trabajo de Dean Imperial en el papel de Ray, un hombre desesperado en un trabajo que no comprende, pero trata de cumplir para salvar a su hermano.
Además de esa obvia metáfora, también existe una conspiración que se extiende entre algunos cableadores, la cual podría estar conectada con el GPS de segunda mano que está usando Ray, y con una pequeña tienda de tés herbales. Como dije: nada es claro. Sin embargo esa confusión intencional (espero) forma parte del atractivo de Lapsis, y nos mantiene atentos a cada pequeño detalle que podría ser una pista en la solución del gran misterio... lo cual incluye el final que casi me hizo gritar por su aparente arbitrariedad. Repito: "aparente". Después de pensar un rato, saqué mis propias conclusiones (probablemente erróneas). Por eso recomendaría Lapsis para el público que aprecia ese tipo de retos, y disfruta el "cine raro" que plantea muchas preguntas, pero no ofrece respuestas... ni garantía de que existan. Puede ser frustrante, pero a veces el proceso de reflexión es más satisfactoria que el resultado. Al menos cuando no nos pagan por hacerlo.
Calificación: 8

IMDb

Sunday, May 9, 2021

Boys From County Hell



Síntomas: En el pequeño pueblo irlandés de Six Mile Hill hay una tumba que, según la leyenda, guarda los restos de una criatura que bebe sangre. Entonces la construcción de una carretera perturba la tumba... y empiezan los debates económicos.

Diagnóstico: La primera mitad de Boys From County Hell me estaba gustando mucho, no necesariamente como película de terror, sino como un sincero drama rural sobre disputas familiares, los problemas sociales de una mala economía (como alcoholismo y desempleo), y las consecuencias del progreso cuando alcanza una comunidad aislada durante siglos, hasta que comienza la construcción de una carretera que genera empleos y estimula la economía... pero también pisotea las tradiciones del pueblo y amenaza con borrar su identidad.
Suena complicado, pero el director y guionista Chris Baugh logra todo eso observando la interacción de dos familias en el "pub" local, donde se quejan del gobierno, hacen planes para el futuro, y engañan a los turistas que llegan a ver la tumba.
Y ahí es donde empieza el horror, que podría ser real o imaginario. El supuesto ocupante del montículo funerario se llamaba Abhartach, y no era exactamente un vampiro, sino un perverso individuo que bebía sangre humana para prolongar su vida. En el siglo diecinueve el novelista irlandés Bram Stoker plagió esa leyenda para crear al personaje de Drácula, lo cual siempre ha irritado a los habitantes de Six Mile Hill; pero, por otro lado, esa tenue conexión con el célebre vampiro promueve el turismo y contribuye a la precaria economía de la región.
Entonces llega el momento de derribar la tumba para construir la carretera... y, bueno, no diré lo que ocurre después, aunque podemos deducirlo gracias al prólogo sangriento e impactante con el que comienza Boys From County Hell.
Y así es como esta poción de contradictorios ingredientes se transforma en una excepcional película de terror que incluye comentario social, un poco de sangre, e inesperados momentos humorísticos inspirados por el chispeante temperamento irlandés. De alguna manera Baugh consigue mezclar situaciones horriblemente trágicas (como la pareja que pierde a su hijo) con incongruentes risas que, sin embargo, no diluyen la fuerza emocional del drama. Eventualmente Baugh confía demasiado en ese talento, y casi arruina el final... pero no me preocupó demasiado porque todo lo demás armoniza maravillosamente bien, incluyendo las actuaciones de un reparto (que incluye a Jack Rowan, Nigel O'Neill, Louisa Harland, Michael Hough, y John Lynch) capaz de capturar el valor de individuos espectacularmente ignorantes y testarudos... lo cual resulta muy útil para enfrentar criaturas inmortales.
Tal vez el sabor excesivamente irlandés de Boys From County Hell podría desconcertar al público más acostumbrado al horror hollywoodense; sin embargo, creo que puedo adjudicar con confianza el calificativo de "joya oculta" a Boys From County Hell, gracias a su preciso balance de horror, drama y humor; y a su creatividad para desafiar las reglas del vampirismo tradicional, irremediablemente contaminadas por el romanticismo gótico y los caprichos del cine comercial. ¿Quién hubiera pensado que una pila de rocas sería más efectiva que el agua bendita?
Calificación: 9

IMDb

Friday, May 7, 2021

The Outside Story



Síntomas: Charles (Brian Tyree Henry) trabaja en su pequeño departamento de Brooklyn, editando videos promocionales para un canal de televisión. Pero un día se queda sin llaves afuera de su edificio, y se ve obligado a interactuar con la "vida exterior" que estuvo evitando durante tanto tiempo.

Diagnóstico: The Outside Story no es una comedia con grandes carcajadas, pero me hizo sonreír constantemente por la identificación que sentí con el protagonista: un nerd introvertido que prefiere la soledad, y solo se asoma al "exterior" para recibir comida a domicilio (bueno, en mi caso personal también salgo para pasear a los perros, pero no quiero arruinar la analogía). Entonces Charles (Brian Tyree Henry) rompe accidentalmente su rutina, y descubre un micro-universo humano que podría motivarlo a cambiar su actitud y mejorar su vida.
Con esa simple premisa, el director y guionista Casimir Nozkowski construye una serie de viñetas que retratan el desarrollo espiritual del protagonista, y la transformación de un simple barrio en una auténtica comunidad. Cierto, la "visión urbana" de Nozkowski parece muy idealizada, y los encuentros que tiene Charles con sus vecinos se sienten demasiado optimistas, incluso para los estándares del cine "indie". Pero las actuaciones, la dirección, y el mágico acomodo de las piezas narrativas compensan su artificialidad.
En el papel principal, Brian Tyree Henry (Godzilla vs. Kong) aprovecha su tremenda expresividad y carisma para capturar las contradicciones de Charles: afable pero melancólico; simpático pero retraído; y con un temperamento obsesivo que, afortunadamente, no le impide adaptarse a la circunstancias cuando es necesario. Entonces, si la única manera de regresar a su departamento requiere hablar con su irritante vecino Andre (Michael Cyril Creighton), o entablar una inesperada amistad con Elena (Olivia Edward), la niña del cuarto piso que tiene acceso a la azotea del edificio... no hay problema. Charles definitivamente sabe hacer amigos; simplemente nunca tuvo razón para intentarlo.
Otros personajes que me gustaron fueron la Oficial Slater (Sunita Mani), policía de tránsito que no asume lo peor cuando ve a un hombre africano-americano tratando de abrir una ventana en un segundo piso; Hannah Bos como la vecina que está haciendo una "venta de pórtico" que incluye muchos comics; y Lynda Gravatt como la viuda que ofrece auxilio práctico y emocional cuando Charles más lo necesita.
Por el lado negativo podría señalar un final ligeramente exagerado que remata satisfactoriamente la mini-crisis existencial de Charles, aunque desentona un poco con la plácida atmósfera que mantuvo The Outside Story hasta ese momento. No es un problema grave, pero parece un truco de último momento para darnos una catarsis que justifique todo lo que Charles aprendió durante su "aventura" en el exterior. Y, bueno, tampoco puedo quejarme porque el final involucra a una excelente actriz de Star Trek, lo cual eleva cualquier película, en mi humilde opinión.
Entonces, The Outside Story podría describirse como una fábula urbana donde todos se llevan bien, los conflictos se resuelven con un sandwich, y hasta los vecinos "cascarrabias" ocultan un corazón de oro que solo necesitaba el estímulo adecuado para iluminar a los demás. Después de todo, ya hay muchas películas crudas y realistas sobre los horrores de la vida urbana; por eso no está mal una gentil fantasía humorística que nos inspira a decir "buenos días" la próxima vez que encontremos a un vecino en la calle. Fue una buena lección para mi, ya que solo saludo a los perros que encontramos...
Calificación: 9

IMDb

Wednesday, May 5, 2021

Tom Clancy's Without Remorse



Síntomas: Alguien está asesinando a los marines que participaron en una operación militar secreta en Siria; pero John Kelly (Michael B. Jordan) sobrevive milagrosamente, y decide buscar por su cuenta a los culpables.

Diagnóstico: Suena como una típica historia de venganza, y hasta cierto punto esa es la motivación principal del protagonista durante casi toda la película; sin embargo su misión justiciera se vuelve un poco más ambiciosa al incluir intriga política, secuencias de acción más variadas de lo habitual, y suficientes personajes para distribuir el drama en vectores paralelos, de modo que no todo es venganza, venganza, venganza de principio a fin. Quizás no son adiciones particularmente nuevas o creativas... pero en un género tan monótono como éste, cualquier cambio es bueno.
Hablando de cambios... un sólido actor como Michael B. Jordan (Creed) mejora el perfil general de Tom Clancy's Without Remorse, pues garantiza que las escenas "serias" tendrán el peso emocional necesario para validar las balaceras, explosiones y peleas que inevitablemente surgirán durante la búsqueda del enemigo... aunque la presencia de Jordan no borra mágicamente los clichés del libreto ni sus incongruencias narrativas.
En papeles secundarios tenemos a Guy Pearce (Bloodshot) como el político de alto nivel que trata de ayudar a Kelly, pues sospecha que hay algo más detrás del atentado contra su vida; Jamie Bell (Rocketman) es el escurridizo agente de la CIA que siempre oculta información porque, bueno, así es la CIA; y Jodie Turner-Smith (The Neon Demon) es la Coronel Greer, oficial superior de Kelly que nunca pierde el control en situaciones de combate.
Independientemente de sus valores intrínsecos, Tom Clancy's Without Remorse tiene la obvia intención de revivir el "Clancyverso" para las nuevas generaciones que nunca tuvieron oportunidad de leer sus novelas, o ver sus películas (mi favorita es The Hunt for Red October), o de jugar los videojuegos de Rainbow Six, con los cuales Tom Clancy's Without Remorse tiene conexiones significativas (por cierto, no me queda claro si esta película está conectada con la serie Jack Ryan, de Amazon). Sin ser devoto del finado Tom Clancy, reconozco su talento como escritor, así como la formidable tenacidad que transformó a un vendedor de seguros en un titán del thriller literario, y en un magnate de múltiples medios audiovisuales que conquistó con sus historias. Sin embargo, no sé qué tan relevante será su "voz" artística en un mercado infestado de thrillers que llevan décadas imitando su estilo, y reciclando las mismas premisas.
Evaluándola por méritos propios, Tom Clancy's Without Remorse (disponible en Amazon Video) me pareció ligeramente superior al estándar del "cine de venganza" gracias al desempeño de su reparto, a las inesperadas tangentes del argumento (como el asunto del avión), y la sobria dirección de Stefano Sollima (Sicario: Day of the Soldado), quien sigue la regla dorada de "menos es más". Por otro lado, la abundancia de clichés (¿Habrá un traidor en el equipo de Kelly? ¿Descubrirán una conspiración donde nada es lo que parece?), y la baja energía de la acción neutralizan parcialmente sus aciertos, y me dejaron indiferente a la secuela (o franquicia) que insinúa la escena adicional en los créditos finales. A fin de cuentas Tom Clancy's Without Remorse pudo ser peor... pero también debió ser mejor con ese actor principal, y con ese ilustre nombre en el título.
Calificación: 7.5

IMDb

Monday, May 3, 2021

Justice Society: World War II



Síntomas: Para combatir el avance de Hitler en Europa, el Presidente Franklin D. Roosevelt (voz de Darin De Paul) autoriza la creación de un equipo de individuos con habilidades especiales; pero el plan se ve amenazado cuando llega un visitante del futuro que podría cambiar el curso de la historia.

Diagnóstico: Uf. Pocas veces había visto una película de superhéroes (ya no digamos animada) descarrilarse tan catastróficamente como Justice Society: World War II.
El principio me gustó mucho: la clásica Sociedad de la Justicia luchando contra tropas nazis, con ese delicioso sabor "retro" de los comics publicados en los cuarentas por National Comics Publications (el nombre original de DC Comics), cuando el medio gráfico apenas heredaba el legado de la literatura "pulp" escrita diez años atrás. Tan solo con eso yo hubiera quedado satisfecho.
Después llega el ingenioso "twist" de una paradoja temporal, cuando Barry Allen (voz de Matt Bomer), el Flash de la era moderna, es accidentalmente transportado a la Segunda Guerra Mundial, y no solo conoce a su contraparte Jay Garrick (voz de Armen Taylor), sino a Wonder Woman (voz de Stana Katic), Hourman (voz de Matthew Mercer), la original Black Canary (voz de Elysia Rotaru) y Hawkman (voz de Omid Abtahi). Pero Allen no sabe si podrá ayudarlos en su lucha contra Hitler, pues corre el peligro de cambiar el pasado, y tal vez destruir su propio futuro.
Hasta ahí todo iba razonablemente bien... y entonces el argumento da un giro y se enfoca en un absurdo conflicto con otro héroe de DC que no tiene nada que ver con el contexto histórico de la película. Todo el potencial de la "historia alternativa" se arroja a la basura para acomodar una tediosa batalla contra monstruos, esbirros genéricos, y un blando villano al que le robaron el encanto "retro" de los comics.
Ese fue el problema más grande de Justice Society: World War II (en mi humilde opinión), pero no fue el único. La dirección de Jeff Wamester (con una larga carrera en series animadas de Marvel) se siente lenta y desganada. Las escenas duran más de lo necesario, los diálogos se escuchan como grabaciones de estudio en vez de conversaciones orgánicas, y las actuaciones carecen de energía. En otras palabras, Justice Society: World War II parece venir de un mediocre universo paralelo, muy distinto a la calidad que normalmente encontramos en las cintas animadas de DC.
Por el lado positivo... déjenme pensar... la acción es ágil, aunque sin gran emoción; el diseño de los personajes evoca el estilo de Jerry Siegel y Joe Shuster; y me gustó la intervención de Dr. Fate, uno de los personajes más enigmáticos de DC, que podría ayudar en la exploración del Multiverso de esta editorial.
Es raro que me decepcione una película animada de Warner/DC; sin embargo ha ocurrido con más frecuencia en años recientes, lo cual me preocupa un poco. En fin... espero sinceramente que la próxima saga de Batman: The Long Halloween rectifique la situación, y me permita seguir celebrando el Universo Animado como legítimo bastión de DC Comics, en vista de la negligencia de las cintas de acción viva. Y, desde luego, sigo esperando Season of Mists; después de veinte años, ya no es cuestión de paciencia, sino de fe.
Calificación: 6 (solo por la media hora inicial)

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Sunday, May 2, 2021

Jumbo



Síntomas: Durante sus vacaciones de verano, la joven Jeanne (Noémie Merlant) consigue trabajo en el parque de diversiones que frecuentaba en su niñez. Pero la situación se complica cuando Jeanne se enamora de un juego mecánico.

Diagnóstico: No es metáfora ni eufemismo: Jeanne (Noémie Merlant) se enamora de un juego mecánico. Y el romance NO es platónico.
Después de tantas películas de terror sobre objetos inanimados que cobran vida (como Killer Sofa, Rubber, y Slaxx), era lógica la creación de un romance con la misma premisa. La pregunta es cómo abordaría la directora Zoé Wittock esta excéntrica historia de amor: ¿sería una comedia absurdista? ¿Un thriller psico-sexual? ¿O una gentil fantasía con una lección moral? La respuesta es: todo eso, y un poco más.
Jeanne es una joven tímida y solitaria que vive con su madre Margarette (Emmanuelle Bercot), quien alienta constantemente a su hija para encontrar pareja. Pero la joven prefiere aislarse en su habitación, donde construye una maqueta del parque de diversiones cercano a su casa. Entonces la joven consigue empleo limpiando el parque durante la noche, y empieza a sentirse atraída por el juego mecánico "Move It"... y la atracción es mutua.
El desarrollo de este "romance mixto" requiere un precario balance entre realidad y fantasía, y Wittock mantiene el equilibrio durante la mayor parte de la película, aunque tropieza de vez en cuando con reacciones incongruentes de los personajes, o situaciones un poco forzadas para facilitar el flujo de la historia. Sin embargo lo importante son las emociones de Jeanne, y en ese aspecto Jumbo mantiene absoluta seriedad, respetando el conflicto de la joven que desde luego reconoce lo absurdo de la situación... pero no puede negar lo que siente. Los encuentros de Jeanne con "Jumbo" (el apodo que le pone al juego mecánico) están filmados con un estilo visual que sugiere una ambigua fusión de sueño y realidad; el director de fotografía Thomas Buelens baña las imágenes con colores que contrastan con la gris existencia de Jeanne y Margarette, sugiriendo que quizás todo ocurre en la mente de la joven; pero, como dije, sea cual sea la "solución" del misterio (¿realmente está vivo Jumbo, o es una mórbida alucinación de Jeanne para aliviar su soledad y escapar su disfuncional vida doméstica?), el romance se siente auténtico, y atraviesa las mismas etapas de una relación normal.
Por otro lado... ¿qué significa "normal"? La madre de Jeanne es divorciada, y salta de un amante a otro sin pensar en el futuro, o en la incomodidad que le causa a Jeanne encontrar un nuevo hombre cada mañana en la cocina de su casa. No es una situación "normal", pero su madre parece disfrutarla. Y también está Marc (Bastien Bouillon), el jefe de Jeanne que se interesa en ella, y empieza a acosarla. ¿Sería normal aceptar una relación abusiva solo para obedecer las reglas de la sociedad?
Esas son algunas de las preguntas que Zoé Wittock plantea en Jumbo; y desde luego hay otras interpretaciones de la película, desde una alegoría sobre homosexualidad, hasta un honesto y tolerante retrato de la "objetofilia". Cada quién decidirá lo que expresa esta producción franco-belga. Yo prefiero ver Jumbo como una excelente muestra de "cine raro" que finalmente encontró la forma de interesarme en un relato romántico. Porque, a fin de cuentas, hay muy poca distancia entre un juego mecánico y un robot. Y ese amor lo siento desde niño.
Calificación: 8

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