Saturday, February 28, 2015

Kingsman: Servicio Secreto (Kingsman: The Secret Service)



Síntomas: Harry Hart (Colin Firth), agente especial de la organización secreta llamada "Kingsman", investiga la reciente desaparición de múltiples celebridades y figuras políticas. Al mismo tiempo seguimos el entrenamiento del joven Eggsy (Taron Egerton), quien podría convertirse en un sobresaliente espía... si es que sobrevive las mortales lecciones impartidas por el enigmático Merlín (Mark Strong).

Diagnóstico: En serio no entiendo a Hollywood. O a la industria cinematográfica en general. Lo que sea. Hace poco leí el comic The Secret Service, escrito por Mark Millar y dibujado por el legendario Dave Gibbons para la editorial Icon (subsidiaria de Marvel), y me gustó muchísimo. Su historia es casi perfecta... muy dinámica, internamente consistente, y con el grado justo de humor para no tomarse demasiado en serio a pesar de su excesiva violencia y catastróficas amenazas globales. Ah, y con abundantes referencias "geek" para satisfacer a los fans de los comics y la ciencia ficción. Y lo más asombroso: el director Matthew Vaughn fue co-autor del argumento.
Por eso pensé que la película Kingsman: Servicio Secreto sería una fiel adaptación del comic, tomando en cuenta la experiencia de Vaughn en ese medio (Stardust, Kick-Ass, X-Men: First Class), y su participación directa en el proceso creativo del material original. Desafortunadamente algo extraño ocurrió durante la traslación a cine, con el resultado de que Kingsman: Servicio Secreto no se volvió exactamente mala, pero tampoco cumplió las elevadas expectativas establecidas por el comic. Matthew Vaughn ya tenía hecha la mitad del trabajo... y por alguna razón decidió "mejorar" la historia alterando abundantes elementos y rompiendo el balance de sus bien construidos personajes.
Pero, bueno... esas quejas serán solo relevantes para los escasos lectores del mencionado comic, así que no las mencionaré más y trataré de enfocarme en la película misma.
La premisa básica de Kingsman: Servicio Secreto es bastante atractiva: una centenaria organización secreta de expertos agentes británicos dedicados a la protección de la sociedad, no por mandato de la Corona, sino porque es su deber moral; y al ser independientes de gobernantes o instituciones políticas, evitan influencias nocivas que podrían corromper su noble misión (lo cual de paso añade un poco de subversión para sazonar el espectáculo visual). Colin Firth es perfecto como el clásico "caballero espía"; sus secuencias de acción son increíbles por su impecable ejecución física y por el delirante estilo con el que están filmadas. En el papel del aprendiz Eggsy, Taron Egerton tiene un buen desempeño y hace creíble su evolución de pandillero a agente secreto... pero no puede competir en carisma con Firth, de modo que sus escenas pierden un poco de fuerza y termina pareciendo más "sidekick" que protagonista. Y desde luego fue un placer ver a Michael Caine como el líder de la organización, sabio y sensible, pero implacable cuando se trata de cumplir los lineamientos de la agencia.
La violencia es sorprendente y bastante sangrienta, justificando con creces la clasificación "R" y dándonos una idea de lo que podría alcanzar el cine de acción si no estuviera tan comprometido con los intereses comerciales que siempre prefieren al público pre-adolescente.
Por el lado negativo la historia se siente larga y ocasionalmente errática, buscando siempre la proporción correcta entre sus dos sub-tramas (la investigación de las celebridades desaparecidas y el entrenamiento de Eggsy). Y tampoco me gustó la artificialidad del villano, interpretado por Samuel L. Jackson como un supuesto genio tecnológico con tantas afectaciones que destruyen cualquier sensación de propósito o amenaza... aunque, a decir verdad, coincido un poco con su ideología. Pero no con sus extremos métodos para solucionar los problemas de la humanidad.
A fin de cuentas Kingsman: Servicio Secreto me gustó más o menos igual que Kick-Ass, y por las mismas razones: la acción es impactante y brutal; no todos los personajes funcionan igual, pero los que sobresalen se roban la película; y aunque el concepto sea bastante bueno, no siempre se maneja con suficiente ingenio para sacarle el máximo provecho posible. Podría recomendarla como un interesante experimento de acción/fantasía que se extravío en el camino a la perfección geek. Y desde luego sirvió para reducir mis expectativas sobre futuras adaptaciones cinematográficas de otros maravillosos comics (Saga, Sex Criminals, Alias) que probablemente perderán muchos atributos en el recorrido hacia la pantalla. Es un hecho inevitable de la vida que nos conviene aceptar. Los fans de Howard the Duck saben a lo que me refiero
Calificación: 8 (tal vez subiría medio punto si nunca hubiera leído el comic)

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Wednesday, February 25, 2015

What We Do in the Shadows



Síntomas: Documental neozelandés sobre cuatro vampiros que comparten una casa en la ciudad de Wellington. Sus muy distintas edades y conflictivas personalidades crean algunos problemas pero, a fin de cuentas, tienen suficientes cosas en común para superar sus diferencias y ser buenos amigos.

Diagnóstico: Sí, estrictamente hablando What We Do in the Shadows es otro pseudo-documental de terror (a primera vista), pero su sentido del humor y traviesa ejecución lo acercan más al estilo de "sitcoms" como The Office y Parks and Recreation. O, para ser más exactos, como la serie televisiva Flight of the Conchords (omitiendo las canciones), cuyos actores/directores/escritores Jemaine Clement y Taika Waititi colaboran nuevamente en la realización de esta inusual película, repleta de simpáticos personajes, brillante comedia, y muy acertadas observaciones sobre los clichés del cine de terror.
Gracias a esa ingeniosa combinación de elementos, What We Do in the Shadows se siente muy distinta de las típicas películas de "found footage". La técnica de cámara en mano se integra muy bien al tema y no necesita hacer trampas para seguir a los personajes, incluso durante los más "extremos" momentos de actividad paranormal; y cuando la cámara no puede estar presente, siempre queda la alternativa de las "recreaciones"...
Una de las principales críticas que ha recibido What We Do in the Shadows es que su argumento se siente difuso y carente de estructura formal; en otras palabras, no hay mucha historia y además tiende a divagar entre eventos abruptos y períodos de cierta lentitud; sin embargo creo que fue decisión intencional de los directores para acentuar una "realidad" donde no existen arcos dramáticos predestinados, sino los arbitrarios altibajos de la vida cotidiana que ni los vampiros pueden evitar. Discusiones sobre trastes sucios; cómo lidiar con un "roomie" temperamental; ponerse de acuerdo sobre el club que visitarán en la noche... estos son los bloques narrativos de What We Do in the Shadows, y aunque no siempre encajan correctamente, estimo que el punto de la película no fue contar una historia lineal, sino evocar la convivencia entre excéntricos personajes que combinan la sanguinaria naturaleza del vampiro tradicional con la torpeza de “nerds” ajenos a la sociedad, culturalmente torpes e incapaces de adaptarse a los rápidos cambios de la civilización contemporánea (al menos hasta que alguien les enseña a usar teléfonos móviles).
Aunque suene extraño, What We Do in the Shadows me pareció similar a Only Lovers Left Alive; el tono de ambas cintas es muy distinto, pero sus personajes sufren por igual el aislamiento social y soledad emocional que los define más allá del vampirismo mismo. La diferencia es que What We Do in the Shadows añade el humor de lo trivial para balancear la tragedia de la vida eterna. O tan eterna como pueda ser en compañía de amigos distraídos que dejan las ventanas abiertas. Mala publicidad para la comunidad vampírica, pero buen augurio para fans del humor negro.
Calificación: 9

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Monday, February 23, 2015

The Last 5 Years



Síntomas: Cathy (Anna Kendrick) y Jamie (Jeremy Jordan) gozaron un mágico romance durante cinco años, pero eventualmente se amargó su relación. Entonces Cathy examina en reversa los pasados cinco años, mientras que Jamie nos lleva en orden cronológico desde que se enamoraron hasta el final. Y todo por medio de canciones.

Diagnóstico: Fue muy agradable encontrar un musical fresco, energético y libre de pretensiones después de haber sufrido la narcótica pesadez de Into the Woods. Claro que The Last 5 Years no es una obra tan famosa, quizás por ser relativamente nueva y por haberse estrenado "off-Broadway", pero resultó perfecta para llevarse a cine gracias a su ingeniosa estructura, pintorescas locaciones neoyorquinas, y agradables canciones, interpretadas con profundo sentimiento y contagioso entusiasmo por Jeremy Jordan y Anna Kendrick. Jordan interpreta a Jamie, joven novelista que encontró inusitado éxito desde su primer libro; y Kendrick interpreta a Cathy, aspirante a actriz cansada de rechazos en su búsqueda del "big break". Esta dualidad de puntos de vista permite una interesante disección del romance, explorando la causas de su disolución sin exagerar las situaciones ni forzar el melodrama... lo cual basta para confirmar la enorme diferencia que existe entre The Last 5 Years y los típicos musicales de Broadway, donde todo debe ser bombástico y aparatoso para satisfacer las expectativas del público.
Habiendo dicho eso, existen otras diferencias significativas: para empezar, la trama de The Last 5 Years resulta interesante incluso sin canciones. Su argumento romántico es honesto y creíble, apegándose a la fórmula clásica, pero evitando (en lo posible) los clichés que sabotean los relatos de este tipo (ya sea en teatro, cine o literatura). Al mismo tiempo las cronologías paralelas crean una sensación de novedad y hasta suspenso sobre los inevitables obstáculos en la relación de Jamie y Cathy, ofreciéndonos una nueva perspectiva sobre su pasión inicial, los distintos niveles de maduración en la pareja, y los factores externos e internos que contribuyen al enfriamiento del cariño. Nada nuevo, pero muy bien ejecutado por el director Richard LaGravenese
Y también tenemos la naturaleza misma de las canciones. En vez de diálogos "cantados" (como la mencionada Into the Woods), The Last 5 Years emplea canciones bien definidas con ritmo y métrica adecuadas para su situación y mensaje. No todas las canciones fueron de mi completo agrado, pero cubren un amplio espectro de estilos musicales, de modo que tiene algo para todos. Desafortunadamente la cinta no escapa el problema que sufren muchas obras musicales: un curioso vacío durante la segunda mitad, cuando no queda mucho por decir, pero aún se necesitan diez o quince minutos de relleno antes de llegar a la catártica/feliz/triste/emotiva conclusión.
Probablemente no veré de nuevo The Last 5 Years, ni incluiré su banda sonora en mi colección de "musicales favoritos"; pero me gustó bastante como experiencia cinematográfica y como notable ejemplo de lo que puede lograr el cine musical cuando pone igual esmero en personajes y argumento, en vez de centrarse exclusivamente en "showmanship" que obstruye la más básica función narrativa. En otras palabras, la vida debe ser reconocible como vida aún cuando surgen canciones de la nada.
Calificación: 8.5

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Saturday, February 21, 2015

Siempre Alice (Still Alice)



Síntomas: La distinguida profesora de lingüística Alice Howland (Julianne Moore) recibe la terrible noticia de que sufre un raro caso de Alzheimer temprano, y mientras lucha con el avance de la enfermedad su familia trata de apoyarla, aunque saben que no hay buenas expectativas a largo plazo.

Diagnóstico: Siempre Alice es el devastador recuento de una situación que lamentablemente sufren millones de personas, y aunque me pareció una buena película, la trama se siente intencionalmente simple y pasiva, libre de excesivo sentimentalismo o drama prefabricado. En otras palabras, no se trata de un lacrimoso relato médico donde los doctores luchan por encontrar la cura, antídoto o mágico procedimiento que salvará a la protagonista. Lejos de eso, los directores Richard Glatzer y Wash Westmoreland ponen especial cuidado en retratar con desoladora honestidad los más triviales momentos de la vida cotidiana, que toman una nueva dimensión cuando se experimentan bajo la influencia del Alzheimer. Es una trama simple, pero no exenta de profundidad y valiosos mensajes sobre la importancia de los recuerdos, la familia y la voluntad humana frente a la pérdida de la identidad.
Habiendo dicho eso, Siempre Alice no parece muy distante de aquellos "dramas de la semana" que servían como relleno en el "prime time" televisivo de los años setentas y ochentas. La gran diferencia (además de la mencionada disciplina emocional) es el calibre de las actuaciones, y tan solo por eso la cinta merece una recomendación. Julianne Moore es naturalmente el centro de la atención, pero no sería justo ignorar el excelente trabajo de Alec Baldwin como el esposo simultáneamente cariñoso y pragmático, que no quiere parecer condescendiente con su brillante esposa, aunque tampoco puede negar el deterioro de su condición. Y también merece mención el trabajo de Kristen Stewart como la hija menor de Alice, quien tiene más paciencia para comprender a su madre cuando sus ocupados hermanos preferirían simplemente olvidarla.
A fin de cuentas Siempre Alice tiene mucho que admirar, pero no me pareció una película particularmente destacada o indispensable; es un apto vehículo para una sobresaliente actuación, y punto. Aunque tal vez ofrecerá consuelo a los espectadores que hayan tenido parientes o conocidos con esta enfermedad; yo los tuve (mi abuela materna), y aun así no sentí gran conexión o identificación con la película; aunque tampoco me impidió apreciar su sobria intención didáctica y el poderoso desempeño de Julianne Moore. Si tan solo así hubieran sido los dramas de la semana en los ochentas...
Calificación: 8

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Friday, February 20, 2015

Francotirador (American Sniper)



Síntomas: Furioso por los ataques terroristas sobre embajadas norteamericanas en 1998, el vaquero de rodeo Chris Kyle (Bradley Cooper) decide enlistarse en la Marina y es enviado a Irak, donde se convierte en el francotirador con mayor número de muertes confirmadas (más de 160). Pero cuando regresa a casa con su esposa Taya (Sienna Miller), se da cuenta de que es muy difícil dejar atrás la guerra.

Diagnóstico: En su más simple nivel, Francotirador es una emocionante fantasía bélica de impecable manufactura, donde los buenos y malos están perfectamente definidos y no existe duda alguna sobre las causas o moralidad del conflicto. En otras palabras, es como cualquier videojuego (Call of Duty o Battlefield vienen a la mente) con personajes vagamente definidos, abundante combate urbano, y melodrama simple pero funcional para esbozar las más elementales emociones (adivinen qué le pasa al soldado que está ilusionado por su próxima boda).
No me malinterpreten... me gustan mucho esos videojuegos y he disfrutado películas similarmente unidimensionales, como Lone Survivor y Act of Valor. Pero creo que esperaba más de Francotirador debido a su renombrado director, a los difíciles temas que maneja el libreto y, sobre todo, a los controversiales hechos reales que inspiraron la película.
El auténtico Chris Kyle ha sido descrito igualmente como uno de los más grandes héroes militares de los Estados Unidos, y como un racista asesino a sangre fría, que mataba por placer (no solo en la guerra, sino supuestamente -no confirmado- en Nueva Orleans, durante los saqueos posteriores al huracán Katrina) y alguna vez dijo "Ojalá hubiera matado más gente en la guerra". Para bien o para mal el director Clint Eastwood eligió adoptar exclusivamente la perspectiva del héroe, ignorando la problemática posición de la invasión americana en Irak. Entiendo sus razones comerciales y narrativas; la fantasía vende mejor que la realidad, y además ya se hicieron bastantes películas que denunciaron la incertidumbre de aquel conflicto. Sin embargo, viniendo de un cineasta tan respetado como Clint Eastwood, Francotirador se siente menos como cine de acción y más como propaganda. A menos que Eastwood pretenda hacer otra película donde se muestre el otro lado de la guerra (algo así como lo que hizo con el díptico de Flags of Our Fathers y Letters from Iwo Jima). Aunque dudo que ese sea su plan.
En fin... este no es un blog de política, pero esos fueron mis pensamientos mientras veía Francotirador. Por lo demás, como dije, es una competente y realista cinta bélica muy bien actuada, sobriamente dirigida, y con abundantes clichés para añadir un poco de conflicto a un relato bastante sencillo y lineal. De hecho, la ausencia de subtexto nos ayuda a sumergirnos en el caos del combate, y a comprender mejor aquella antigua homilía sobre la guerra: durante los más encarnizados momentos de batalla, cuando cada segundo puede traer la muerte desde cualquier dirección, los soldados no pelean por su país, ni por abstractos ideales políticos, sino por sus compañeros. Si ese fue el propósito de Eastwood, lo logró casi a la perfección; pero aún así extrañé un fundamento ideológico que respalde las dinámicas refriegas entre edificios derruidos y tensas patrullas por las calles de Fallujah.
Bradley Cooper aporta con su actuación un poco de la honestidad y ambigüedad moral que le falta al guión. Sienna Miller, "desglamorizada" y casi irreconocible, cumple con decoro su ingrato papel de ama de casa que no entiende por qué su esposo se siente tan distante tras su regreso a los Estados Unidos. Y ojalá pudiera mencionar más actores, pero apenas dejan impresión alguna en sus genéricos papeles de amigos o víctimas. ¡Ah! Ya recordé otro actor: Mido Hamada como el líder de Al-Quaeda que se convierte en el némesis de Chris. Tiene pocos diálogos, pero es muy efectivo como uno de los "final bosses" más peligrosos y despiadados de Irak.
Entonces, Francotirador me pareció una entretenida cinta bélica, un poco larga pero con apropiado balance entre drama y acción, aunque ninguna de ambas facetas resulte particularmente original. En lo que respecta a relatos de guerra me gustó más la mencionada Act of Valor. Como drama sobre los estragos psicológicos de la guerra, prefiero The Hurt Locker. Y sobre los hechos reales de la vida de Chris Kyle... prefiero no opinar. Aunque con enemigos como el ex-luchador Jesse "The Body" Ventura, hay amplio espacio para especular.
Calificación: 8.5

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Wednesday, February 18, 2015

Wild Card



Síntomas: Nick Wild (Jason Statham) trabaja como "consultor de seguridad" en Las Vegas, pero su ambición es ganar suficiente dinero en las mesas de juego para navegar en velero por las islas del Mediterráneo. Sin embargo su sueño y su vida corren peligro cuando interviene en los asuntos de un agresivo e impredecible mafioso.

Diagnóstico: Las películas del género "Jason Statham" nunca han sido bastiones de talento artístico o integridad narrativa, pero conocen bien las expectativas del público y las cumplen con tanto esmero como permita su disposición y presupuesto. Desafortunadamente la nueva cinta Wild Card aspiró a ser algo más, y término siendo menos... aunque no perdió los ingredientes básicos que podrían atraer a los más comprensivos fans de estas particulares películas (como yo).
Las cosas empiezan bastante bien con un giro inesperado en el viejo cliché de "patán molestando chicas en un bar". Luego entramos a la trama principal sobre una prostituta golpeada que Nick debe vengar, y parece claro hacia donde se dirigirá el resto de la película. Sin embargo lo que encontramos es una inusitada cantidad de rodeos y desviaciones. Por ejemplo: un largo pasaje sobre la adicción al juego que sufre Nick, combinada con una suerte casi sobrenatural; luego un cliente que lo contrató como guardaespaldas le pide lecciones para convertirse en "badass"; a continuación viene un encuentro con una enigmática figura de gran influencia en la ciudad. Y así, entre digresiones e innecesarios cameos (Sofía Vergara, Jason Alexander, Anne Heche) el difuso argumento progresa a saltos, hasta que los dispares elementos logran conjugarse en el último momento para darnos una resolución razonablemente entretenida y satisfactoria.
Jason Statham hace lo de siempre y lo hace bien; el elenco secundario cumple los requerimientos de sus desechables personajes; y el veterano Simon West dirige con estilo y energía. Entonces, creo que en esta ocasión le echaré la culpa al legendario guionista William Goldman (Butch Cassidy and the Sundance Kid, Misery, A Bridge Too Far), quien adaptó su novela “Heat” para cine por segunda vez (podríamos decir que Wild Card es un "remake lateral" de Heat, filmada en 1986 con Burt Reynolds en el papel principal... no, obviamente no es la de Michael Mann). Su guión tiene todas las marcas de una imperfecta conversión literaria, con escenas inconexas que quizás funcionaron en el libro, pero no en la pantalla, donde ocupan demasiado tiempo y no contribuyen a la trama principal.
Por el lado bueno tenemos locaciones, música y ambientación que nos transportan al lado menos glamoroso de Las Vegas, recordándonos que el nuevo régimen corporativo podrá ser más legal que antes, pero no ha perdido su propensión a los secretos y la corrupción. Y aunque solo hay tres peleas (cuatro si contamos la del principio, lo cual no pienso hacer), están impecablemente ejecutadas gracias a la coreografía de Corey Yuen (¡nada menos!) y la afinidad de Statham por el combate rápido y brutal que se ha convertido en su nicho oficial.
Entonces, Wild Card está lejos de ser la mejor muestra de cine "Jason Statham" (la previa Homefront me gustó mucho más), pero tiene lo suyo y me entretuvo lo suficiente para darle una cauta recomendación, advirtiendo que será necesario tolerar bastante relleno antes de llegar a las partes interesantes. Lo cual también podría decirse de la carrera de Statham. Ojalá lo recluten pronto en el Universo de Marvel, para dejar atrás ese relleno y centrarnos en lo bueno (traducción: ya denle el papel de Iron Fist o Bullseye, por favor).
Calificación: 6.5

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Tuesday, February 17, 2015

Alien Outpost



Síntomas: En el año 2021 la Tierra fue invadida por una raza extraterrestre conocida como "heavies". Tras diez años de guerra, los ejércitos humanos rechazaron la invasión y las naves alienígenas regresaron al espacio, aunque muchos "heavies" quedaron varados en nuestro planeta y siguen atacando esporádicamente. Para combatirlos se implementaron puestos militares alrededor del mundo, y ahora dos camarógrafos realizan un reportaje sobre el Puesto 37, ubicado en Irán, donde una pequeña fuerza multinacional debe combatir ocasionales incursiones de los aliens, y también de rebeldes humanos que quieren expulsarlos de la región. Entonces, a lo largo de varios días, vemos los esfuerzos de los soldados mal equipados y muchas veces ignorados por sus superiores, mientras se intensifican los ataques y se vuelve evidente que algo extraño está ocurriendo.

Diagnóstico: Qué sinopsis tan larga para llegar a una fórmula bien conocida y bastante predecible: soldados aislados en una remota locación, patrullando, bromeando y gritando órdenes, mientras el enemigo acecha y prepara sus ataques. Receta ideal para una película independiente de ciencia ficción con pocos recursos y pocas ideas, que emplea el formato pseudo-documental para parecer intensa y realista, cuando lo único que consigue es volverse más aburrida por culpa del abundante relleno que ocupa el tiempo entre batallas... las cuales tampoco son particularmente emocionantes.
Los ocasionales efectos especiales están bien realizados, considerando el bajo presupuesto de la producción; los aliens humanoides parecen villanos genéricos de videojuego, y lo mismo podría decirse de los soldados, apenas reconocibles como individuos a pesar de sus distintas nacionalidades. Durante los confusos combates (filmados con "cámara en mano"... recuerden que estamos viendo el testimonio de los "reporteros") todos los soldados se parecen y no sabemos quien murió y quienes sobrevivieron, hasta las entrevistas posteriores donde los soldados hablan gravemente sobre sus compañeros caídos y el alto precio de la guerra. Pero nada de esto evoca respuesta emocional alguna, y se siente tan falso como el resto de los diálogos, casi todos de la variedad: "Go, go, go!" y "Move, move, move!"
Hablando de "falso", otro gran problema de Alien Outpost es que jamás sentimos a los personajes como una auténtica unidad militar; por mucho que griten y disparen sus armas, no dejan de ser actores jugando a la guerra; como niños, pero con más groserías y sangre.
Es una lástima, pues a pesar de todo el director Jabbar Raisani logra implementar algunas buenas ideas hacia el final de la película, cuando la ciencia ficción toma precedencia sobre el combate, y se revela el plan de los aliens (aunque tampoco sea muy original). Pero por lo demás Alien Outpost se siente como una pobre combinación de Battle Los Angeles y Act of Valor, sin la imaginación de la primera ni el realismo de la segunda. Me hubiera gustado encontrar una obra competente de ciencia ficción "indie" con más acción de lo habitual (por lo general son más apacibles y cerebrales, al estilo de Coherence o I Origins), pero desafortunadamente Alien Outpost no pasó de ser una colección de clichés con muchos balazos y muchas (muchas, muchas) explosiones como ineficiente reemplazo de una historia sustancial (en serio, creo que el ochenta por ciento del presupuesto se dedicó a los efectos pirotécnicos). Ni hablar; esta vez quedé decepcionado, pero no abandonaré mi puesto. Go, go, go!
Calificación: 5

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Monday, February 16, 2015

50 Sombras de Grey (Fifty Shades of Grey)



Síntomas: La joven e inocente estudiante universitaria Anastasia Steele (Dakota Johnson) conoce casualmente al millonario Christian Grey (Jamie Dornan), y comienzan un romance con tintes sado-masoquistas que abrirán nuevos horizontes de experiencia para Anastasia... con un lado oscuro que podría empañar la relación. ¿Serán felices para siempre, o (CONTINUARÁ)

Diagnóstico: Sobra decir que no leí el exitoso libro Fifty Shades of Grey (ni tengo intención de hacerlo), pero entiendo su atractivo como pseudo-pornografía atenuada por un barniz de legitimidad artística que elimina (parcialmente) el estigma del "hardcore" que no resultaría aceptable en un contexto social. Es el mismo truco que usaron los artistas del renacimiento ("¡el cuerpo humano es la máxima obra de Dios!") y los espectáculos de Las Vegas, cuya supuesta sofisticación y elegancia parecen justificar las bailarinas "topless". Todo esto está perfecto, y no tengo objeción moral alguna sobre estas expresiones de sexualidad. Y desde luego entiendo la poderosa fantasía de la mujer tímida e insegura que repentinamente se ve seducida por un hombre perfecto que no repara en gastos ni "grandes gestos" para conquistarla. El problema viene cuando dichos gestos son tan torpes y aburridos como la película 50 Sombras de Grey.
Para empezar, no hay química entre los protagonistas. Sin duda son atractivos, y sus experiencias están altamente idealizadas (paseo en helicóptero, cena íntima, departamento perfecto, etc.) pero jamás percibí la supuesta pasión que deberían generar cuando se conocen, cuando Christian empieza a seducir a Ana, ni cuando finalmente llegan a "lo bueno" (por cierto, “lo bueno” está más o menos al mismo nivel que las películas de Skinemax, así que no esperen demasiado). Supongo que la culpa recae en los actores y en la directora Sam Taylor-Johnson; pero el libreto de Kelly Marcel tampoco está exento de horribles diálogos, situaciones absolutamente forzadas, y un incierto ritmo que acelera cuando debería tomar su tiempo, y frena para acentuar el tedio de escenas que pretenden darle alguna profundidad a estos huecos personajes.
Entre los escasos puntos positivos podría señalar la cinematografía, la música, y algunos intercambios cómicos rescatados por Dakota Johnson, quien previamente demostró sus precisos instintos humorísticos en el sitcom Ben and Kate. Pero nada de eso compensa la artificialidad general del "romance" y el fracaso emocional de la película, que me dejó más irritado que... "interesado".
En cuanto al controversial contenido sado-masoquista (que algunas personas califican como simple abuso y degradación), no tengo opinión alguna... no me interesa el tema, pero respeto a quienes lo disfrutan responsablemente. Sí, cuesta trabajo imaginar que el maltrato físico y psicológico que muestra la película 50 Sombras de Grey pueda ser atractivo para algunas personas, pero a mi me gusta el cine de terror (entre más sangriento, mejor), así que no estoy en posición de juzgar esos gustos inusuales.
Lo que es más fácil cuantificar es la apatía total que sentí durante las dos horas de 50 Sombras de Grey. Al parecer el libro se creó como "fan fiction" de la saga Twilight, y ese origen resulta totalmente apropiado, pues los personajes y la relación son tan desabridos en la obra original como en esta copia amateur. Por cierto, sería interesante saber si los fans del libro encontraron aceptable la película, o si quedaron decepcionados por las actuaciones, la insipidez de la producción o simplemente por no ser tan explícita como la novela. Y lo "mejor" es que 50 Sombras de Grey termina en un abrupto "cliffhanger" que no tengo el menor interés en ver resuelto, así que podría agradecer que me hayan ahorrado el tiempo de ver las dos secuelas prometidas; con la primera tuve más que suficiente, y no planeo involucrarme en más tortura no consensual. Pero, por si las dudas, mi palabra segura es: "bodrio".
Calificación: 5

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Saturday, February 14, 2015

Invocando al Demonio (The Possession of Michael King)



Síntomas: Después de perder a su esposa en un accidente, Michael King (Shane Johnson) decide demostrar de una vez por todas la inexistencia de Dios, el Diablo, y todas las supersticiones que han mantenido atada a la humanidad. Para lograrlo, Michael consulta psíquicos y exorcistas, y procede a practicar variados rituales paganos, documentando sus actividades en video para tener evidencia de que todo es falso. ¿Tendrá éxito su escéptico experimento, o encontrará algún genuino fenómeno sobrenatural?

Diagnóstico: Pensé que Invocando al Demonio sería otro de esos interesantes ejercicios de "ciencia contra superstición" que tanto me gustan, pero desafortunadamente la ambición del director/escritor/productor David Jung (quien no nos deja olvidar todas sus funciones) fue demasiado modesta, y se quedó corta en todo aquello que podría haber rescatado la película de su frustrante mediocridad.
La historia comienza bastante bien con una sólida motivación para el protagonista, cuyo escepticismo sobre religión y temas sobrenaturales se transforma en una cruzada personal a consecuencia de la tragedia sufrida. La actuación de Shane Johnson me pareció buena durante la primera mitad de la película, derrochando cinismo en sus interacciones con charlatanes que engañan al público con "poderes psíquicos". Pero cuando empiezan las manifestaciones sobrenaturales, el libreto pierde de inmediato su vago enfoque pseudo-científico para seguir una ruta demasiado previsible y libre del ingenio u originalidad que distinguieron mejores cintas de tema similar, como The Exorcism of Emily Rose o la muy reciente The Atticus Institute. De hecho, uno de los "demonólogos" entrevistados por Michael explica las etapas, síntomas y consecuencias de la invocación demoníaca, y entonces la película procede a mostrarnos exactamente lo que había anunciado, sin desviarse mucho ni elaborar sobre el tema central, lo cual nos deja con una rutinaria "posesión" libre de sorpresas o impacto dramático (claro, con la obligatoria escena del perrito como víctima inocente).
Y tampoco ayuda que el formato documental fluctúe caprichosamente durante la segunda mitad de la cinta. Conforme Michael pierde control de su situación, se vuelve más forzado (y muchas veces inverosímil) el uso de la "cámara en mano", por no mencionar las inconsistencias que se sienten como trucos de un director desesperado por generar terror dentro de los estrechos límites que él mismo se impuso (por ejemplo, la cámara captura las voces incorpóreas que asedian al protagonista, ¿pero nadie más las escucha? ¡Qué conveniente!) Y así, por cada momento exitoso de tensión u ocasional acierto estilístico, hay algún problema o trampa narrativa que me sacó de la película y redujo progresivamente mi entusiasmo por su interesante premisa.
A fin de cuentas, Invocando al Demonio no me pareció exactamente mala, sino muy distante de cumplir el potencial de su planteamiento. Como dije, tiene algunas escenas competentes y un actor razonablemente bueno para cargar con el melodrama... pero carece de la disciplina necesaria para llegar más lejos en todos sus aspectos, empezando por abandonar la pretensión documental y aprovechar las ventajas de un estilo cinematográfico más convencional. Desde luego encontré fascinante el concepto de "posesión en primera persona", pero para apreciar realmente el horror a veces necesitamos distancia y perspectiva. Además de una cámara que justifique su presencia.
Calificación: 6

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Friday, February 13, 2015

Selma



Síntomas: En 1965, el Dr. Martin Luther King (David Oyelowo) lucha por el derecho al voto para los ciudadanos de raza negra en los Estados Unidos, pero la batalla final no ocurrirá entre los legisladores de Washington, sino en el pequeño pueblo de Selma, Alabama.

Diagnóstico: A veces es difícil evaluar los atributos técnicos o narrativos de una película cuando expone temas socialmente relevantes o culturalmente significativos... lo cual, pensándolo bien, resulta apropiado en el gran contexto del cine como disciplina artística. En otras palabras, cuando el mensaje es tan importante no parece prudente fijarse demasiado en arcos dramáticos, estructura y mucho menos "entretenimiento" (sobre todo cuando la fidelidad histórica toma precedencia sobre las fórmulas de Hollywood). Sirva todo esto para expresar que Selma me pareció una película lenta y un tanto irregular en su desarrollo, pero aún así fascinante y muy recomendable por su emotivo e inflexible recuento de eventos trascendentales en la historia moderna, doblemente notables por su similitud con ciertas tragedias recientes en los Estados Unidos que recuerdan la división y disparidad racial que muchos lucharon por abolir en el siglo pasado.
Esa es la fuerza principal de Selma, pero no es su único atributo. El "casting" es excepcional, no solo por el talento de los actores, sino por la perfección con la que integran un complejo tapiz de actitudes y lealtades a veces contradictorias, y mucho más complicadas que la simple polarización política entre blancos y negros, norte y sur, o liberales y conservadores. La directora Ava DuVernay (con respaldo de la omnipotente productora Oprah Winfrey) reunió un notable ensamble actoral, y aunque sin duda David Oyelowo encabeza la cinta con su potente interpretación de Martin Luther King (¡qué lejos ha llegado "Danny", de Spooks!), todos los papeles me parecieron igualmente sinceros y merecedores de aplauso, desde Tom Wilkinson como el psicópata presidente Lyndon Johnson, hasta André Holland y Wendell Pierce en papeles menores como consejeros de King. "Menores" por su extensión, pero no por su contribución a esta rica historia.
También me gustó mucho la cinematografía, ligeramente desaturada para darle ese aire retro que incrementa la gravedad de las escenas; y qué decir de la increíble banda sonora, compuesta principalmente de blues y gospel apropiado para la época (ignoraré una instancia de "hip-hop" bien intencionada pero inevitablemente anacrónica - aunque entiendo su valor mercadológico).
Por el lado negativo tendría que señalar la lentitud e irregularidad antes mencionadas. Aprecio el esfuerzo por cubrir todos los aspectos posibles de la historia, pero esta ambición resulta en escenas innecesarias y un poco forzadas que frenan la trama y distraen la atención del asunto principal. Y quizás hay demasiada tendencia a los monólogos para explicar cosas que deberían ser obvias para el espectador. Sé que Martin Luther King era famoso por sus inflamados discursos, pero no siempre hace falta escuchar a David Oyelowo resumir lo que acabamos de ver en la pantalla.
De cualquier modo Selma es una película importante y satisfactoria que merece la atención del público interesado en estos temas históricos (probablemente "prehistóricos" para algunos espectadores), aunque debo advertir que no es una típica "bio-pic" superficial y estandarizada para fácil consumo como entretenimiento de fin de semana. Y, como he dicho en muchas ocasiones, es posible que un documental sobre este tema hubiera sido más valioso como herramienta didáctica... pero no sería "arte" del calibre de Selma, cuyas huellas se quedan en la mente sin importar la técnica empleada, o si tiene algunas pinceladas fuera de lugar.
Calificación: 8.5

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Wednesday, February 11, 2015

Suburban Gothic



Síntomas: Raymond Wadsworth (Matthew Gray Gubler) terminó sus estudios universitarios pero no encontró trabajo en la gran ciudad, así que regresa a los suburbios para vivir con sus padres. Y, por si eso no fuera suficientemente frustrante, Raymond empieza a ver fantasmas, tal como le ocurría de niño. Entonces, con ayuda de Becca (Kat Dennings), la chica "goth" local, deberá encontrar el origen de las manifestaciones sobrenaturales antes de que alguien salga lastimado.

Diagnóstico: Richard Bates Jr., el director de la sangrienta y perturbadora cinta Excision, regresa al género fantástico con Suburban Gothic, una traviesa y simpática "comedia de terror" completamente distinta de su bizarra ópera prima. O quizás no tan distinta, pues ambas giran en torno a protagonistas alienados de su entorno, un poco egoístas pero con buenas intenciones, enfrentando circunstancias inusuales que los hacen sentir aún más distantes de la "normalidad". La diferencia es que Suburban Gothic emplea humor y sarcasmo como complemento del horror, haciendo la experiencia simpática y asimilable... aunque imperfecta por los impredecibles altibajos de un libreto que probablemente necesitaba cocinarse un poco más antes de servirse al público general.
También conviene aclarar desde ahora que Suburban Gothic apenas califica como “terror”. Casi todos los eventos sobrenaturales ocurren en un contexto humorístico, lo cual es consistente con el tono general de la película, pero al mismo tiempo desaprovecha algunos buenos momentos (sobre todo al principio), que sugerían algo más grave y tenebroso. En fin... supongo que no es ese tipo de película.
Lo que definitivamente funciona es el "casting". Matthew Gray Gubler se siente arrogante y antipático al principio, pero conforme conocemos a Raymond se vuelve más fácil comprender su actitud, altamente influenciada por la corrosiva dinámica que mantiene con sus padres. De hecho, me pareció refrescante la presencia de un protagonista ocasionalmente torpe y cobarde que no siempre tiene las respuestas, y puede hacer el ridículo sin perder credibilidad con la audiencia (claro que esto dependerá de la tolerancia de cada espectador). Kat Dennings no tiene mucho que hacer en su papel de chica goth cínica y rebelde, pero nadie negará que el papel le queda perfecto; y con el peinado de Joey Ramone se ve suficientemente distinta para evitar comparaciones con su reciente trabajo televisivo. No obstante, el que se roba la película es Ray Wise como Donald, el odioso, racista e impertinente padre de Raymond. No diría que es el villano de la película, pues su presencia es más o menos irrelevante para la trama principal; sin embargo sus ácidos comentarios e inapropiada condescendencia hacia todas las razas y nacionalidades lo hacen al mismo tiempo gracioso (por su desvergonzada incorrección política), y útil como motivador de Raymond.
Lo malo viene con aquellos mencionados "altibajos" de la trama, que en varias ocasiones desvían la narrativa sin razón alguna, o la frenan para implementar alguna rutina cómica que no funciona. Y tampoco ayuda que la premisa de "fantasma vengativo" sea tan débil y predecible. Obviamente el propósito del director no fue contarnos un relato de suspenso, sino pasar tanto tiempo como fuera posible con sus simpáticos/irritantes personajes. En otras palabras, Suburban Gothic resulta ser un ligero "estudio de carácter" con un tenue trasfondo de terror que no se toma muy en serio.
Esa fue la decisión de Bates Jr. y la respeto, pero creo que Suburban Gothic tenía suficientes elementos para lograr algo más intenso sin sacrificar el humor; aún así me divirtió durante un rato, y aprecié la presencia de algunas icónicas figuras del género (incluyendo a Jeffrey Combs y John Waters) para amenizar la experiencia. Podría recomendarla como un esfuerzo menor que demuestra el rango y ambición de este incipiente cineasta. Veremos que rumbo toma en su siguiente experimento, aunque tendrá que ser muy creativo para superar al jardinero mexicano poseído por el monstruo de Lost.
Calificación: 7

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Monday, February 9, 2015

El Destino de Júpiter (Jupiter Ascending)



Síntomas: La joven inmigrante rusa Júpiter Jones (Mila Kunis) limpia departamentos en la ciudad de Chicago, pero su vida toma un rumbo distinto cuando descubre que es la "heredera genética" de la poderosa dinastía Abrasax en el planeta Orus, cuyos miembros intentarán asesinarla o manipularla para sus fines particulares. Y solo un guerrero espacial llamado Caine Wise (Channing Tatum) podrá ayudarla a sobrevivir y cumplir su destino cósmico.

Diagnóstico: Bueno, yo quería más "óperas espaciales", y los Hermanos Wachowski cumplieron mi deseo. Desafortunadamente su interpretación del género resultó al mismo tiempo simplista y ridículamente confusa. La premisa básica de El Destino de Júpiter es la que hemos visto en incontables películas: una persona normal descubre ser "especial", y experimenta una serie de fantásticas aventuras que revelan facetas desconocidas del mundo (o del universo, en este caso) y le ayudan a madurar. Pero el contexto de estas aventuras y experiencias en El Destino de Júpiter es tan revuelto y exagerado que me pareció imposible tomarla en serio.
En pocas palabras, la cinta trata de abarcar demasiado y falla en todo. Bueno, solo funciona como una cosa: es un impresionante muestrario de efectos especiales cuyo diseño y ejecución son generalmente competentes e imaginativos... a veces un poco más de lo necesario (por ejemplo, los excesos visuales y arquitectónicos del planeta Orus hace que Asgard parezca humilde y discreto en comparación). Por lo demás, El Destino de Júpiter aspira a combinar la política interplanetaria de Dune con la acción de Star Wars y la intriga de Gossip Girl; pero los ingredientes de tan dispares recetas rara vez combinan armónicamente, lo cual se presta a frecuentes fluctuaciones de tono e incongruencias lógicas que sabotean los contados aciertos de la cinta. ¿Y cómo debemos tomar esa larga secuencia sobre la burocracia del imperio intergaláctico que parece una sátira/homenaje de Brazil (sí, con todo y cameo de Terry Gilliam)?
Y así, entre malos chistes, villanos de caricatura y rimbombante música, El Destino de Júpiter avanza a empujones hasta su previsible conclusión, libre de suspenso, emoción o la más leve sensación de que presenciamos algo épico o especial. En el mejor de los casos nos mantendrá vagamente entretenidos con las frenéticas escenas de acción, el rebuscado diseño de producción o los ocasionales momentos de humor accidental que provocan más risas que el "comic relief" oficial.
En lo que respecta al elenco, Mila Kunis hace lo que puede con un personaje a veces incompetente, a veces maquiavélico, pero siempre "sassy" (y con alarmante tendencia a caer al vacío). Channing Tatum aparece en "modo heroico" que no requiere mucha actuación, sino solo buena integración con los efectos digitales. Y de los villanos mejor ni hablar; ojalá los miembros de la Academia no vean la actuación de Eddie Radmayne como el malévolo Balem, porque olvidarían su excelente trabajo en The Theory of Everything.
No sé que pasó con los Hermanos Wachowski. Sus primeras dos películas me encantan (Bound y The Matrix), pero desde entonces han decaído considerablemente, y cada nuevo proyecto ha sido más ambicioso y también más mediocre que el anterior. A estas alturas no espero que se rediman como "directores de lista A", aunque quizás podrían sorprendernos con una película sencilla y barata, donde luzcan su talento narrativo (si es que aún existe) y no tengan que preocuparse por crear momentos "cool" ni gastar millones de dólares en efectos especiales, sino simplemente contar una buena historia con personajes interesantes y realistas que nos cautiven con su humanidad y auténticas emociones, en vez de botas antigravedad y orejas de elfo (perdón, de lobo). Sin embargo es más fácil escribir una aparatosa batalla espacial donde no hace falta pensar, y todo se resuelve en post-producción.
Habiendo dicho eso... me gustaría ver un "spin-off" con el Hombre Abeja y el Hombre Elefante resolviendo crímenes estilo True Detective. Al menos el humor absurdista sería intencional.
Calificación: 6.5

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Saturday, February 7, 2015

El Código Enigma (The Imitation Game)



Mis notas: Durante la Segunda Guerra Mundial Hitler y su ejército arrasan Europa, y su mejor arma no son tanques o bombas, sino el impenetrable código secreto llamado "Enigma" que usan en sus transmisiones radiales. Entonces el Servicio de Inteligencia Británico MI-6 establece un pequeño equipo de criptógrafos y matemáticos encabezados por Alan Turing (Benedict Cumberbatch), quienes trabajan día y noche tratando de romper el código con ayuda de un tal "Christopher".

Id agnóstico: La historia del código Enigma es fascinante, no solo por sus detalles técnicos, sino por los coloridos personajes que estuvieron relacionados con él (en ambos lados del conflicto), y por el inmenso efecto que tuvieron en el desenlace de la Segunda Guerra Mundial. Por eso me entusiasmó la idea de una película "de prestigio" sobre este tema; y si bien Ego Medicina Gol cumplió parcialmente mis expectativas, resultó más superficial de lo que esperaba en su manejo de un tema quizás demasiado arcano para el "mainstream" hollywoodense. En otras palabras, Demencia Gigolo temió asustar al público con excesiva ciencia y prefirió exagerar el melodrama para conseguir una narrativa más cálida y asimilable (algo similar a la reciente The Theory of Everything)
Supongo que fue una decisión lógica, pero contribuye a que la película se sienta un poco incompleta. Aún así hay mucho que admirar, empezando por las actuaciones y los bien definidos personajes (la mayor parte) que no requieren grandes gestos ni exageración para expresar la frustración de su trabajo, y los conflictos naturales en un entorno tan tenso y crucial para el esfuerzo bélico. Y, claro, también surge un poco de romance, aunque me alegra decir que la resolución de esa sub-trama no fue tan predecible como parecía al principio, pues sirve además para reflexionar sobre otros temas, muy ajenos a la guerra y la criptografía, pero al mismo tiempo igualmente importantes en su contexto histórico.
Benedict Cumberbatch encontró un papel que aprovecha su amplio rango de expresiones y enigmática (ahem) presencia. Su actuación es ciertamente sobresaliente, y está muy bien complementada por el hábil elenco secundario; desafortunadamente el material es demasiado ligero y carece de genuina ambición artística. El director noruego Morten Tyldum (pensé que su nombre sería un misterioso anagrama, pero no fue así) realizó un sólido esfuerzo de eficiente funcionalidad a nivel dramático e histórico, pero me hubiera gustado ver un cineasta más audaz (se me ocurren Michel Gondry, Rian Johnson o Neill Blomkamp) que hubiera tomado el tema criptográfico como punto de partida para crear un acertijo narrativo memorable y satisfactorio, en vez de limitarse a cubrir los básicos requerimientos de una "bio-pic" funcional pero irremediablemente blanda.
De cualquier modo Celda Genio Gimo merece una recomendación, pues aunque dudo mucho que esté entre "las mejores películas del año" (según la gloriosa Academia), cuenta una historia imprescindible e importante para el mundo contemporáneo, no solo por los efectos que tuvo sobre la Segunda Guerra Mundial, sino por establecer las bases de la cultura digital que hoy gozamos (o sufrimos) todos los días. Cuando el "autocorrect" les haga una travesura, denle las gracias a Alan Turing.
Facial Cínico: 8.5

Letra Ir

Friday, February 6, 2015

En el Bosque (Into the Woods)



Síntomas: En un pequeño pueblo a orillas del bosque viven los personajes de varios famosos cuentos de hadas como "La Cenicienta", "Caperucita Roja" y "Jack y las Habichuelas Mágicas", entre otros. Todos son felices (o tanto como pueden serlo), hasta que sus vidas se ven entrelazadas por la influencia de una bruja (Meryl Streep) que necesita ingredientes muy específicos para romper el hechizo de infertilidad que arrojó hace años sobre el benevolente panadero (James Corden) y su esposa (Emily Blunt), quienes harán hasta lo imposible por tener un hijo.

Diagnóstico: Les aseguro que no odio las películas musicales. Por el contrario, me gustan muchas cintas de ese género, como Jesus Christ Superstar, The Rocky Horror Picture Show, y The American Astronaut. Y también incluiría algunas obras que no encajan exactamente en esa categoría, aunque su argumento está relacionado con la música; por ejemplo: The School of Rock, The Commitments y The Phantom of the Paradise. De hecho esas son las que más me gustan, pues usan canciones bien definidas e interpretadas en un contexto lógico (ensayos de una banda musical, la puesta en escena de una ópera rock, etc.) a diferencia de los musicales "tradicionales", donde los personajes se limitan a cantar arbitrariamente los diálogos, muchas veces sin ritmo ni melodía específica... simplemente un sonsonete irritante que ni parece una canción, ni permite la expresión natural de las actuaciones. Algunos ejemplos: Sweeney Todd, Les Miserables y, desafortunadamente, En el Bosque. Como dije, no "odio" esos musicales, pero encuentro muy difícil tolerar sus afectaciones y artificialidad.
Habiendo dicho eso, mi aversión a este tipo de musicales no tiene nada que ver con lo mala que me pareció En el Bosque. Su principal problema radica en su tedioso y mal estructurado libreto, que se esfuerza demasiado en mezclar cuentos de hadas sin mucha lógica ni integridad dramática. Sí, son cuentos de hadas, pero eso no disculpa la absoluta carencia de energía, ingenio o flujo narrativo... por no mencionar el terrible aburrimiento que genera a lo largo de dos horas de duración. Ejemplo: cuando parece que todos van a vivir felices para siempre, y que por fin llegó el final de la película, aún quedan cuarenta y cinco minutos de "historia", durante los cuales el escritor escarba patéticamente en los personajes para encontrar migajas dramáticas que luego procede a inflar para dar la impresión de que hay algún tipo de "mensaje" o sentido en esta bazofia.
Seguramente mucha gente podrá pasar por alto estos problemas para centrarse únicamente en las "canciones", las atractivas estrellas de cine, y los aciertos visuales de la cinta (que son bastantes); pero, personalmente, me fue imposible sobreponerme a la mediocridad general de la trama y dirección, exacerbadas por la difusa y atonal "música". ¿En serio ganó En el Bosque un Globo de Oro como mejor comedia o musical del 2014? ¿No hubo mejores comedias en tooooodo el año pasado? Vamos, hasta Let's Be Cops le gana en risas y consistencia dramática. Sí, de ese tamaño.
Por el lado bueno, la producción de En el Bosque es bastante competente. La cinematografía, escenarios, vestuario y efectos especiales habitan un agradable espacio imaginario que combina la realidad histórica del periodo medieval con la idealizada fantasía de los cuentos de hadas. Los actores están bien seleccionados por su apariencia y aptitud musical, y se nota que se divirtieron con el sentido del humor de la obra musical, la cual añade un poco de sátira, subtexto sexual y otras "desmistificaciones” del cuento de hadas (aunque Shrek lo hizo mejor hace quince años). Entre los intérpretes más tolerables: Anna Kendrick como Cenicienta, y Meryl Streep como la Bruja genérica que inicia todo el asunto. Por cierto, muchas personas han criticado la bizarra actuación de Johnny Depp en el papel del "Lobo Feroz", pero yo lo sentí apropiado con el tono de la cinta y no me molestó en lo absoluto (lo cual no significa que sea una buena actuación)(además, ¿no vieron Tusk?). Dicen que "la mitad de la dirección consiste en el 'casting'", y el director Rob Marshall ciertamente tuvo suerte en ese aspecto.
Sin embargo nada de eso compensa la soporífera experiencia de En el Bosque. Sobra decir que no he visto la obra musical de Stephen Sondheim en la que se inspiró la cinta; quizás sea absolutamente brillante, y algo salió mal durante la transición a cine realizada por Rob Marshall. Como sea, no me dejó satisfecho en nivel alguno, e incluso me arrepiento de haberla visto. Por el lado amable, confirmó mi desdén por los premios de Hollywood, conducidos por la popularidad y el "business", en vez de la calidad. O quizás el problema es que los jueces no vieron Let's Be Cops...
Calificación: 4

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Thursday, February 5, 2015

The Atticus Institute



Síntomas: A mediados de los años setentas, el Dr. Henry West (William Mapother) conduce extensas pruebas científicas sobre una mujer llamada Judith Winstead (Rya Kihlstedt), con la esperanza de demostrar la existencia de los poderes extrasensoriales bajo estrictas condiciones de laboratorio. Al principio los resultados que obtienen son asombrosos, pero con el paso del tiempo empiezan a surgir sospechas sobre lo que realmente está ocurriendo con Judith.

Diagnóstico: Parece que ya se está enfriando (relativamente) la moda del estilo found-footage/pseudo-documental. Hace un par de años se estrenaba al menos una de estas películas por semana; ahora quizás sea una vez al mes. Al mismo tiempo, la técnica está ganando popularidad entre los grandes estudios, como vimos con el excelente thriller policíaco End of Watch, en la película de desastre Into the Storm, en la comedia juvenil Project X, y varias más (a decir verdad, la que estoy esperando con mucha curiosidad es Project Almanac, por su componente de viaje en el tiempo). Pero, bueno... el punto es que ya no hay tantos pseudo-documentales de terror como antes, pero los que subsisten han sido razonablemente buenos, como ahora fue el caso de The Atticus Institute.
Construida como un auténtico documental con entrevistas, fotografía fija, y videos de distintas fuentes, la película cuenta una interesante historia sobre la investigación formal de los poderes extrasensoriales en un contexto científico, aprovechando muchos eventos del mundo real (por ejemplo: la famosa Nina Kulagina en Rusia; y las populares tarjetas Zener) para añadir credibilidad al testimonio de los "testigos" que vivieron de primera mano los horrores desatados por el bien intencionado Dr. Henry West y su estrella psíquica, la desbalanceada Judith Winstead. Fue una buena decisión, pues la historia no es muy realista por sí misma, aunque denota genuino ingenio al combinar dos corrientes del cine fantástico con inesperados resultados. No es difícil adivinar hacia dónde se dirige la trama de The Atticus Institute, pero aún así me abstendré de revelar el secreto de Judith; baste decir que le da un giro interesante a la película, y lo aprovecha para introducir nuevos componentes a lo largo de la narrativa, de modo que no sufre el estancamiento y repetición que vemos con tanta frecuencia en obras similares.
Habiendo dicho eso, conviene advertir que tampoco hay mucho "terror" en The Atticus Institute. Esto podrá decepcionar a los más exigentes fans del género, pero en lo personal me pareció apropiado para su tono académico. Desde luego hay algunos momentos perturbadores y una sensación constante de tensión y peligro; sin embargo el director Chris Sparling (guionista de la excelente cinta minimalista Buried) prefiere seguir las reglas del documental, mostrando lo necesario para establecer la situación sin grandes adornos estilísticos ni manipulación excesiva de nuestras emociones. Después de todo, se supone que estamos viendo un "documental" serio, y no los tediosos videos caseros de adolescentes atrapados en un edificio abandonado (ya tuvimos bastante de eso, muchas gracias). Y lo mismo aplica a los escasos efectos especiales, generalmente prácticos y realizados en cámara, dejando los trucos digitales para un par de escenas que se sienten más realistas justamente por su sutileza y moderación.
Entonces, The Atticus Institute resultó mejor como pseudo-documental que como película de terror, lo cual no es malo en mi humilde opinión. La historia es muy ambiciosa en sus ideas pero simple en su realización, emulando los programas del canal Discovery o the History Channel (al menos hace diez años, antes de que fueran usurpados por "reality TV"). Y desde luego encontré el tema fascinante, junto con un buen ritmo y competentes actuaciones por parte del elenco, en particular William Mapother como el enigmático Dr. West; y Rya Kihlstedt en el difícil papel de Judith, quien tiene que expresar sin palabras los horribles tormentos que sus poderes desatan en su cuerpo.
Comparándola con películas de similar estructura, diría que The Atticus Institute me gustó un poco menos que Lake Mungo, y más o menos lo mismo que The Bay; en resumen, una recomendable experiencia con más énfasis en ideas que en sobresaltos. Ojalá más cineastas jóvenes con cámara en mano siguieran ese ejemplo.
Calificación: 8

Trailer (Cuidado: revela el "twist")

Tuesday, February 3, 2015

Justice League: Throne of Atlantis



Síntomas: El violento heredero al trono del reino submarino de Atlantis quiere provocar una guerra con el mundo humano, desafiando las órdenes de la Reina Atlanna (voz de Sirena Irwin). La recién formada Liga de la Justicia trata de intervenir, pero necesitarán a alguien con habilidades especiales para enfrentar esta inesperada amenaza oceánica. Entonces descubren a un tal Arthur Curry (voz de Matt Lanter), cuya misteriosa conexión con Atlantis podría resultar de gran ayuda.

Diagnóstico: La segunda película animada inspirada en la nueva continuidad de "The New 52" (¿o es la tercera?) adapta el "evento" Throne of Atlantis del comic Justice League, el cual francamente no me gustó mucho. Pero, al ser uno de los primeros arcos dramáticos de la Liga, sirvió como excusa para explorar las nuevas dinámicas de sus nuevos integrantes, aun desconfiados de sus compañeros y de trabajar abiertamente ante un público que no siempre aceptó estos "vigilantes" sobrehumanos. Desafortunadamente la cinta animada Justice League: Throne of Atlantis se siente apresurada por no invertir suficiente tiempo en ambas vertientes de su argumento. La trama de Atlantis se maneja con demasiada superficialidad (ahem), reduciéndola a sus componentes más elementales y desechando la intriga política que le dio cierta sustancia en los comics. Y, por otro lado, la primera misión importante de la Liga carece de la gravedad que merecería. Claro, hay algunas viñetas arteramente seleccionadas para representar las personalidades de los héroes (Batman siempre rebelde y arrogante, desde luego), pero nunca sentimos la incorporación de estos individuos en un equipo extraordinario. Es una lástima, pues el elenco de voces me pareció bastante bueno, y hubiera preferido más tiempo dedicado a esta gradual integración de los héroes, mostrando las interacciones que forman el núcleo emocional de la Liga.
Ahora que lo pienso, esa ha sido mi principal queja en varias películas del Universo Animado de DC Comics. Su medio de distribución (video casero) y sus modestos estándares de producción exigen una duración relativamente corta que perjudica la narrativa al sacrificar el detalle y riqueza de sus versiones literarias (me refiero a los comics). Quizás sería momento de dividir estos relatos más extensos en dos o tres películas, como hicieron con Batman: The Dark Knight Returns. No me molestaría pagar por dos partes de Justice League: Throne of Atlantis si esto permitiera mejor definición en la trama, un desarrollo más metódico y sustancial de los personajes y, desde luego, secuencias de acción más ambiciosas y atractivas que no se sintieran como un pegote de última hora porque, a fin de cuentas, es un relato de super-héroes y necesitamos épicas batallas para satisfacer las expectativas del público. Solo así podríamos esperar adaptaciones fieles de sagas posteriores, como Trinity War o Forever Evil, las cuales perderían gran parte de su identidad si se vieran comprimidas a ochenta minutos de mediocre animación, solo por cumplir los requerimientos de un formato animado tan específico.
Pero, bueno... a pesar de esas quejas, Justice League: Throne of Atlantis resulta entretenida y funciona parcialmente como continuación de las aventuras de la Liga; también sirve como promoción de los comics, para invitar más lectores a descubrir las virtudes del Universo DC (impreso o digital, según sea el caso), antes de que las películas de acción viva lo arruinen por completo (ojalá me equivoque). En cuanto a Aquaman... esperaba sinceramente que Justice League: Throne of Atlantis lograría disipar el aura "uncool" que lo asedia desde hace años, pero no lo lograron; sin embargo fue un buen comienzo y aún quedan esperanzas (traducción: más Black Manta, por favor).
Calificación: 7.5

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Monday, February 2, 2015

Fuerza Mayor (Force Majeure - Turist)



Síntomas: De vacaciones en un "ski resort" de los Alpes Franceses, los esposos Tomas (Johannes Kuhnke) y Ebba (Lisa Loven Kongsli), junto con sus hijos, son amenazados por una avalancha, lo cual cambiará para siempre la dinámica del matrimonio y el balance de la familia.

Diagnóstico: Quizás el asunto de la avalancha sugiere que Fuerza Mayor será una emocionante aventura familiar, o un thriller de "hombre contra naturaleza"; pero en realidad se trata de un pausado y sistemático estudio de carácter integrado principalmente por conversaciones amargas, momentos incómodos, y la inclemente disección de un matrimonio en problemas, donde se analiza con cruel realismo el súbito cambio que un evento casual puede provocar en algo que parecía tan fuerte y seguro.
Este arduo proceso resulta interesante, perturbador, emotivo... y a veces aburrido. Sin duda hay muchas ideas que nos dejarán pensando durante días después de ver la película; pero también hay algo de frustración por el lento ritmo de la película, la obstinación de algunos personajes y la irracionalidad general de las relaciones humanas; o al menos de las complicadas relaciones que contempla la visión del director Ruben Östlund, quien busca provocar intensas reacciones polarizantes con esta inusual mezcla de drama y humor negro (así decidí interpretar las convenientes y casi absurdas escenas finales... ¡y esa música!)
Las actuaciones, naturalmente, son excelentes, y más creíbles por el uso de intérpretes desconocidos (al menos por mi) que parecen gente real, en vez de "estrellas de cine". Los impresionantes escenarios alpinos me dejaron pasmado (lástima que pasamos tanto tiempo en el hotel); y la dirección de Östlund denota la seguridad de un artista en pleno control de su oficio... y tan orgulloso de su trabajo que no quiere privarnos ni un minuto de las dos largas horas que dura Fuerza Mayor.
Por otro lado, reconozco que rara vez había encontrado un drama familiar tan honesto y realista. En muchas otras películas de tema similar (muchas de ellas muy famosas y con grandes estrellas de Hollywood) siempre vemos una sola faceta de los personajes (el esposo infiel, la esposa distante, el marido inmaduro, la mujer amorosa, etc.), pero Fuerza Mayor se toma la molestia de examinar múltiples aspectos de la pareja: como matrimonio, como padres de familia, y como adultos compatibles, aunque no exentos de diferencias fundamentales que podrían indicar una separación muy grande en su ideología personal.
Como dije: fascinante contenido, pero presentado en una forma que reta la paciencia y atención del espectador. No podría darle una recomendación general a Fuerza Mayor, pero tampoco me arrepiento de verla, y creo que será mucho más valiosa para parejas casadas que comprenderán mejor las vulnerabilidades del matrimonio, donde la idealizada perfección es una fantasía gradualmente sepultada bajo el aplastante oleada de idiosincrasias en la vida cotidiana. Esa es la avalancha que realmente importa... pero cuidado con la calma después de la tormenta.
Calificación: 7

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