Monday, October 30, 2017

The Transfiguration



Síntomas: El joven Milo (Eric Ruffin) es un vampiro tratando de sobrevivir en los barrios pobres de Nueva York. O al menos él cree que es un vampiro. Entonces se hace amigo de su vecina Sophie (Chloe Levine), y su secreto corre peligro.

Diagnóstico: El director Michael O'Shea sabía que The Transfiguration sería comparada con la semi-clásica Martin (del maestro George A. Romero), y por eso el protagonista Milo la menciona como una de sus películas favoritas. Le gusta porque es muy "realista". Y quizás porque plantea una situación idéntica a la suya: un hombre atormentado por la necesidad de beber sangre humana para sobrevivir. Y, al igual que en Martin, no estamos seguros si el vampirismo de Milo es real (bueno, tan "real" como se describe en incontables libros y películas), o una severa perturbación mental acarreada por un trauma del pasado.
La gran diferencia es que The Transfiguration no intenta resolver el dilema, sino explorar la psicología de un adolescente con dificultades en todos los aspectos de su vida: sus padres murieron, y ahora vive con su hermano mayor, quien pasa el día enfrente del televisor y prefiere ignorar lo que ocurre en su propio departamento. En la escuela, Milo hace dibujos mientras planea su siguiente "cacería". Y en las calles, enfrenta diariamente las vejaciones de los pandilleros locales, a veces bromistas, y a veces amenazadores.
Entonces se asoma un rayo de luz: la joven Sophie se muda al mismo edificio, y comienza una tentativa amistad con Milo, quien parece ser el único hombre que no trata de explotarla sexualmente. Poco a poco su relación florece, pero sabemos que el vampirismo de Milo (real o imaginario) eventualmente provocará un conflicto más grave. ¿Está Sophie en peligro de convertirse en la siguiente víctima? ¿O su influencia ayudará a disipar la enfermiza fantasía de Milo? La respuesta no radica ni en el terreno del horror, ni en el del thriller psicológico, sino en un difuso punto intermedio que cultiva expertamente la angustia del espectador sobre lo que ocurrirá con estos vulnerables personajes. Bastante buen resultado para una modesta cinta independiente de vampiros.
Supongo que en cierto nivel The Transfiguration también podría describirse como un perverso drama "coming of age", donde la transición a la madurez implica reconocer duras verdades acerca de uno mismo, así como de la responsabilidad personal en una sociedad que no siempre se preocupa por las necesidades del individuo. Y, como toda buena película "coming of age", The Transfiguration permite cierto humor en la periferia del drama para aligerar su tono y completar el desarrollo de los personajes; sus experiencias cotidianas podrán ser desoladoras, pero no pierden la perspectiva de su vida, ni dejan que la adversidad aplaste su espíritu. Si es que los vampiros tienen espíritu. La película no lo aclara.
O'Shea tuvo la inmensa fortuna de encontrar actores con talento que trasciende su corta edad. La interpretación de Eric Ruffin como Milo es engañosamente inexpresiva; casi no habla, no parece disfrutar sus hobbies (incluyendo una enorme colección de películas sobre vampiros), y su rostro no registra sorpresa cuando sufre los inevitables "golpes de la vida". Pero esto no significa que carezca de emociones, y ahí radica la genialidad de la actuación de Ruffin. Por su parte, Sophie es un personaje más abierto y accesible, pero la joven actriz Chloe Levine tampoco nos permite olvidar los traumas de su pasado... ni los que experimenta cotidianamente como una atractiva adolescente en un vecindario donde es tan peligroso quedarse en casa como visitar la tienda de la esquina. La química entre ambos me pareció fenomenal, lo cual es doblemente admirable conforme conocemos las diferencias de sus personajes.
Finalmente, la dirección de Michael O'Shea (haciendo un impresionante debut) es tan certera como la de cualquier veterano, dejando que las escenas fluyan sin obstrucciones estilísticas, confiando en la capacidad de los actores, y retratando los paisajes de decadencia urbana con ojo clínico que, sin esfuerzo aparente, captura las emociones de los personajes y nos transmite todo lo que necesitamos saber sin necesidad de explicaciones ni clichés narrativos.
Definitivamente merecedora del calificativo "joya oculta", The Transfiguration es un perfecto antídoto "anti-Twilight" que restaura el poder de las historias de vampiros como metáforas de temas más complejos, sin perder su valor como fascinante entretenimiento que nos invita a pensar en la verdad detrás del mito (y viceversa), al mismo tiempo que crea conciencia sobre problemas sociales fáciles de olvidar por su continua y abrumadora presencia. En resumen: una película de terror donde el terror es la menor de sus virtudes.
Calificación: 9

IMDb

Saturday, October 28, 2017

Feliz Día de Tu Muerte (Happy Death Day)



Síntomas: La joven estudiante Tree Gelbman (Jessica Rothe) asiste a demasiadas fiestas, trata mal a sus amigas, llega tarde a sus clases universitarias, y mantiene algunas cuestionables relaciones románticas. Entonces, en el día de su cumpleaños, alguien la asesina. A continuación Tree despierta para revivir ese día, una y otra vez, dándole oportunidad de examinar su vida... y quizás evitar su muerte.

Diagnóstico: Hace apenas un par de meses la cinta Before I Fall llevó el concepto de Groundhog Day (un personaje repite el mismo día una y otra vez) al género de terror/suspenso. Y ahora Feliz Día de Tu Muerte repite el experimento con mejores resultados, gracias al ingenioso libreto de Scott Lobdell (sí, el escritor de comics y creador de Generation X), quien combina la fórmula del cine "slasher" con un intrigante misterio que la protagonista debe resolver a lo largo del día, antes del momento fatal.
Por su parte, el director Christopher Landon (raro caso de un cineasta cuyas películas mejoran con el tiempo: primero Paranormal Activity: The Marked Ones, luego Scouts Guide to the Zombie Apocalypse, y ahora Happy Death Day) crea un micro-universo universitario repleto de clichés que sirven para economizar explicaciones y desafiar nuestras expectativas conforme se repite el día y vamos conociendo mejor a los amigos de Tree, todos posibles sospechosos con motivos para eliminarla. No los nombraré para preservar las sorpresas del argumento, pero puedo decir que la estrategia de Tree para descubrir la identidad del asesino es al mismo tiempo creativa y graciosa... hasta que llega diariamente el momento de su muerte y se repite el ciclo.
Para complicar las cosas, Lobdell y Landon introducen pequeñas variaciones al concepto del "time loop"; por ejemplo, algunos eventos dejan "residuos" que pueden acumularse con el paso de los días. Esto genera una nueva motivación para Tree, pues se da cuenta de que, de un modo u otro, su situación no durará para siempre. Pero, ¿eso es malo o bueno? ¿Seguirá investigando o simplemente disfrutará la impunidad de hacer lo que quiera porque sabe que todo se borrará al día siguiente?
No quiero insinuar siquiera que Feliz Día de Tu Muerte realiza un estudio de carácter tan bueno y detallado como la original Groundhog Day... pero, entre todas las imitadoras de esta bien conocida fórmula (como Source Code, ARQ y Edge of Tomorrow, por no mencionar episodios televisivos de The X-Files, Star Trek: The Next Generation y Buffy the Vampire Slayer), Feliz Día de Tu Muerte se encuentra entre las que mejor han aprovechado las oportunidades dramáticas de la premisa (en mi humilde opinión), fusionándola perfectamente al inesperado esquema del cine slasher... ¡es como una "chica final" que al mismo tiempo es todas las víctimas del asesino enmascarado!
Habiendo dicho eso, Feliz Día de Tu Muerte comete algunos típicos errores del género, como coincidencias inverosímiles (¿en serio está totalmente vacío el hospital?) y la súbita "estupidización" de la protagonista en momentos de crisis para elevar el suspenso y evitar que la cinta termine demasiado rápido. Y, como siempre, la clasificación PG-13 evita el tradicional despliegue de sangre que distingue a las mejores cintas slasher.
Pero, por lo demás, Feliz Día de Tu Muerte me pareció una divertida experiencia de terror con toques de thriller y comedia para crear una receta nueva con ingredientes viejos. Y, de paso, también sirvió como notable introducción de la actriz Jessica Rothe a un papel estelar, donde se luce transformando una antipática "sorority girl" en una heroína creíble y natural, recorriendo una compleja gama de emociones que rara vez encontramos en el horror convencional. O, desde otro punto de vista, se convierte en una protagonista femenina bien escrita, en un género donde las mujeres tienden a ser vírgenes inocentes o víctimas pecadoras del asesino masculino. Así que... estamos progresando, o algo así.
Pero incluso si no queremos lecciones de feminismo ni análisis psicológico, Feliz Día de Tu Muerte también me parece recomendable como simple entretenimiento de fin de semana, perfectamente adecuado para la temporada de Halloween y más satisfactorio que algún refrito de fantasmas vengativos o rancio regreso de agotadas franquicias. En resumen: una cinta de horror con ingenio, humor y suspenso. Y una excelente protagonista. La Gran Calabaza de Halloween por fin nos sonríe.
Calificación: 9

IMDb

Friday, October 27, 2017

El Castillo de Cristal (The Glass Castle)



Síntomas: El ingeniero Rex Wells (Woody Harrelson), su esposa Rose Mary (Naomi Watts) y sus cuatro hijos viven al borde de la pobreza porque decidieron vivir por su cuenta, rechazando las reglas e injusticias de la sociedad moderna. Sus ideales son admirables... pero a veces pasan varios días sin comer, y algunos miembros de la familia empiezan a pensar que es necesario un cambio de vida.

Diagnóstico: El Castillo de Cristal es como una versión realista de la cinta Captain Fantastic: un hombre separa intencionalmente a su familia de la sociedad "normal" para cultivar una vida simple, rica en experiencias y no en posesiones materiales; y también para enseñar a sus hijos la importancia de valerse por sí mismos, en vez de someterlos al sofocante control de la educación estandarizada. La diferencia es que Captain Fantastic funcionaba más como gentil sátira que buscaba un balance entre las nobles ideas de su protagonista y las ventajas de una sociedad imperfecta, pero más o menos dedicada a la supervivencia de sus integrantes; mientras que El Castillo de Cristal (basada en una historia real) sigue sus principios filosóficos hasta sus extremas y a veces trágicas consecuencias, obligándonos a cuestionar si las buenas intenciones de un hombre justifican el maltrato de su familia, más por omisión que por malicia.
Porque, a pesar de todo, Rex Wells ama a su esposa e hijos, y lo único que quiere es que crezcan realmente libres. Desafortunadamente "libres" puede significar la carencia de productos (comida) y servicios (atención médica) que algunos considerarían indispensables para el bienestar de cualquier familia.
Y, complicando aún más la situación, Rex Wells tampoco es un hombre perfecto ni infalible. Sus conocimientos de ingeniería y su carisma ciertamente ayudan a mantener un precario control de su inusual estilo de vida... pero su severo alcoholismo y fuerte temperamento actúan en su contra, poniéndolo en conflicto con sus hijas Jeannette, Lori y Maureen, así como con individuos externos que podrían derrumbar su ilusión de una vida "mejor".
La historia de esta peculiar familia está contada desde el punto de vista de Jeannette Wells (interpretada en distintas edades por Chandler Head, Ella Anderson y Brie Larson), quien escribió el libro en el que se basa la película. Esto permite explorar los aciertos y fallas de la familia Wells desde el inocente punto de vista de una niña que primero idolatra a padre, y luego se convierte en una joven mujer que se siente atrapada en un hogar donde no puede expresar sus pensamientos ni seguir su vocación por temor a "traicionar" los ideales de Rex.
Las actuaciones son excelentes de principio a fin; y si bien los nombres más famosos atraerán mayor atención (incluyendo a Naomi Watts, Woody Harrelson y la mencionada Brie Larson), no sería justo ignorar el tremendo trabajo de los niños y adolescentes Ella Anderson, Chandler Head, Sadie Sink, Sarah Snook y Brigette Lundy-Paine, quienes interpretan al resto de las hijas con maravilloso realismo, combinando la ciega confianza hacia sus padres con el gradual reconocimiento de que la línea entre el amor paternal y la negligencia puede volverse invisible. Vale mencionar que la previa película del director Destin Daniel Cretton fue la menospreciada Short Term 12 (2013), también apoyada por un excepcional elenco juvenil, lo cual me hace pensar que el gran talento de Cretton reside en su visión para el "casting".
Otro acierto del director fue el hábil manejo de múltiples períodos en El Castillo de Cristal, alternando entre pasado y presente para enfatizar las lecciones del libreto y crear una agradable ambigüedad sobre el destino de los personajes. Mi única queja sería que El Castillo de Cristal se extiende más de la cuenta, con algunas escenas repetitivas y momentos dramáticos un tanto artificiales, que parecen diseñados para encajar en los ritmos de una "película seria" convencional. Y ese final... ¿se supone que es feliz o trágico? No estoy seguro de la intención exacta de Cretton, pero la verdad es que no me dejó satisfecho. O quizás su propuesta fue dejarlo abierto a la interpretación de cada espectador, para obligarnos a cuestionar nuestro “aburrido” estilo de vida.
Entonces, aunque honestamente me gustó más Captain Fantastic, creo que El Castillo de Cristal es una interesante película por derecho propio, y un sobresaliente muestrario de actuaciones que seguramente se mencionarán en el próximo ciclo de nominaciones y premios. Sigo pensando que Short Term 12 merecía más esos honores, pero bueno... más vale tarde que nunca para este cineasta.
Calificación: 8

IMDb

Thursday, October 26, 2017

Leatherface



Síntomas: El niño Jed Sawyer (Boris Kavakchiev) creció en un hospital psiquiátrico, y cuando alcanza la adolescencia escapa en compañía de otros internos. Entonces continúa la ola de terror y muerte que le enseñó su disfuncional familia. Pero el alguacil Hal Hartman (Stephen Dorff) conoce su secreto, y no se detendrá hasta encontrarlo.

Diagnóstico: Recuerdo una época cuando el concepto de "precuela" parecía innovador y creativo. Era una especie de antídoto contra la mala fama que tenían las "segundas partes", pues en vez de repetir la misma historia, miraba al pasado para explorar el origen de personajes o eventos de alguna popular película. Sin embargo el paso del tiempo nos enseñó que las precuelas pueden ser tan malas como las secuelas... y a veces peores, pues con frecuencia arruinan el misterio de una idea original, reduciéndola a algo prosaico y predecible que nunca será tan bueno como lo que existía en nuestra imaginación.
Un buen ejemplo de este fenómeno: la nueva cinta Leatherface.
La franquicia iniciada por la clásica película The Texas Chain Saw Massacre (así escribieron el título en 1974) ha dado tantas vueltas que a estas alturas parece un incomprensible laberinto de irregulares secuelas (The Texas Chainsaw Massacre 2, Leatherface: The Texas Chainsaw Massacre III, Texas Chainsaw Massacre: The Next Generation), remakes (The Texas Chainsaw Massacre, del 2003), precuela del remake (The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning) y una "retro-secuela" (Texas Chainsaw 3D) que ignora todo lo anterior, excepto la cinta original. ¿En dónde encaja esta nueva Leatherface? Supuestamente es una "precuela directa" de la versión de 1974.
¿Quedó claro? ¿No? No importa. Leatherface resultó ser una mediana película de terror, pero absolutamente irrelevante para la integridad de su franquicia. En otras palabras: una previsible historia de "horror rural" con un perverso clan de asesinos y un joven que no quiere matar, pero se ve obligado a hacerlo para satisfacer la tradición familiar. Leatherface podría haberse llamado Wrong Turn 12: The Wrongest Turn, y hubiera dado exactamente lo mismo.
Pero, bueno... olvidemos por un momento esa confusa cronología y examinemos Leatherface en el contexto de sus valores individuales.
Bajo ese estrecho punto de vista, Leatherface ofrece una historia simple pero funcional, con personajes desagradables que exhiben una amplia gama de perversiones e instintos criminales, de modo que no existen héroes ni villanos... tan solo una variedad de monstruos humanos en uno u otro lado de la ley. Y sus víctimas, claro.
Así, Jed y sus "amigos" recorren el estado de Texas (en realidad Bulgaria) sembrando terror, mientras el Alguacil Hartman, quien tiene una antigua deuda pendiente con la familia Sawyer, sigue su rastro.
Esto significa que Leatherface es más similar en tono y estructura a The Devil's Rejects que a cualquier Chainsaw anterior, lo cual no sé si es bueno o malo. Pero al menos la trama avanza rápidamente, con suficiente violencia y sangre para alejar el aburrimiento. Los directores Julien Maury y Alexandre Bustillo (responsables por la excepcional cinta francesa Inside), trasladan su brutal sensibilidad al paisaje sureño para mostrarnos asesinatos grotescos y perturbadores, con una atractiva estética "grunge" que eleva la cinta parcialmente por encima de incontables obras de terror cocinadas con los mismos ingredientes en décadas pasadas.
Los actores logran que los odiemos desde el principio, con excepción de la inocente enfermera Lizzy (interpretada por Vanessa Grasee), quien funciona como rehén/interés romántico de uno de los prófugos, lo cual es lo único que la mantiene con vida. Y también me gustó que la identidad del futuro Leatherface se mantiene en secreto, obligándonos a especular sobre su auténtica personalidad, y los factores que contribuyeron a su eventual "transformación" en el monstruo con la máscara de piel humana que identificaría para siempre esta serie de películas.
Como dije, Leatherface no es mala por sí misma... solo genérica e innecesaria, con pocas sorpresas y una narrativa demasiado plana para crear drama o suspenso. Y, aunque recompensa nuestra paciencia con un final cruel y nihilista, no sé si basta para garantizar una recomendación universal. Como sea, puedo apreciar las virtudes de Leatherface que la harán atractiva para fans del horror "hillbilly". Además, a pesar de sus limitaciones, Maury y Bustillo muestran auténtico respeto por el legado de Tobe Hooper. Aunque, para eso, yo hubiera preferido una secuela de Lifeforce.
Calificación: 7

IMDb

Wednesday, October 25, 2017

Better Watch Out



Síntomas: El niño Luke Lerner (Levi Miller), de doce años, está enamorado de su niñera Ashley (Olivia DeJonge), de diecisiete. Y, como la joven está a punto de mudarse a otra ciudad, Luke decide aprovechar su última noche juntos para decirle lo que siente. Sin embargo, sus planes se interrumpen cuando alguien se introduce en la casa.

Diagnóstico: Así como nunca es muy temprano para colocar los adornos navideños (al menos en opinión de los centros comerciales), también podemos empezar a ver desde ahora las inevitables películas de terror con tema navideño. Y, afortunadamente, Better Watch Out es una excelente muestra de esta tradición, repleta de suspenso, sangre y "twists" genuinamente perturbadores. En otras palabras: el auténtico espíritu de la Navidad.
Por cierto, hablando de "twists", la trama de Better Watch Out puede parecer similar a la de The Babysitter; sin embargo en la práctica son películas muy distintas, y pueden apreciarse juntas (como caras opuestas de una misma moneda) o separadas (una es "invasión doméstica", la otra es "coming of age"). En resumen: la experiencia de una no perjudica a la otra. Aunque en el caso de Better Watch Out también recomiendo NO ver trailers ni publicidad alguna.
Otra cosa que tienen en común son las excelentes actuaciones del reducido elenco. En el papel de la niñera que intenta defender a su protegido, Olivia DeJonge captura la actitud perfecta de una adolescente en camino de la madurez, pero que aún comprende la dinámica de la infancia. DeJonge enfrenta los cambios de su personaje con sobria naturalidad, ya sea que esté lidiando por teléfono con un novio demasiado insistente, u organizando la defensa contra los invasores del hogar de los Lerner. Me gustó mucho su actuación, y me atrevería a afirmar que es una de las mejores "niñeras en peligro" del cine de terror.
Sin embargo, la revelación de la cinta es el niño Levi Miller, cuyo arco dramático es aún más difícil que el de DeJonge. Miller fue capaz de mantener la esencia infantil en algunas escenas bastante fuertes y emocionalmente exigentes. En el papel de Garrett, su mejor amigo, Ed Oxenbould también destaca como un típico "sidekick" que podría ser mala influencia para Luke... pero también es un competente "comic relief" que aligera un poco la tensión y evita que Better Watch Out se vuelva demasiado solemne... aunque hay amplias oportunidades para mostrarnos el lado oscuro (muy, muy oscuro) de los personajes.
Virginia Madsen y Patrick Warburton añaden un poco de humor y ansiedad suburbana como los padres de Luke, al mismo tiempo sobre-protectores, y demasiado envueltos en sus propios problemas para poner atención a su hijo. Quizás por eso Luke vio en Ashley una figura protectora, lo cual condujo a sus incipientes sentimientos románticos.
Pero, bueno... prefiero no revelar más sobre la compleja psicología que fundamenta las atrocidades de Better Watch Out, firmemente establecida en una fórmula que generalmente me desagrada (la invasión doméstica), pero con abundante creatividad y sorpresas para llevarnos por caminos muy distintos e inquietantes. Y todo eso sin perder su sentido del humor, y sin sacrificar el horror de su premisa. Mi única queja es que el final me pareció apenas satisfactorio, y hubiera preferido que llegara más lejos. Mucho, mucho más lejos, para realmente hacer justicia al meticuloso trabajo del director y co-guionista Chris Peckover, cuyos malabares y pistas falsas me mantuvieron en constante suspenso desde el tremendo "twist" hasta el ambiguo final.
En fin... no sé cuántas películas de "horror navideño" nos depare esta temporada, pero será difícil superar Better Watch Out como un sangriento villancico que seguiremos cantando bien entrado el Año Nuevo.
Calificación: 9

IMDb

Tuesday, October 24, 2017

Batman Vs. Two-Face



Síntomas: Después de una extensa rehabilitación que incluyó cirugía plástica para restaurar su rostro, Harvey Dent (voz de William Shatner) abandona su personalidad criminal de Two-Face, y trabaja nuevamente como asistente fiscal para encarcelar a los criminales capturados por Batman (voz de Adam West) y Robin (voz de Burt Ward). Sin embargo, el Dúo Dinámico investiga una nueva serie de robos que sugieren el "modus operandi" de Two-Face. ¿Será un impostor? ¿O realmente regresó Dent a su DOBLE vida?

Diagnóstico: El año pasado, la cinta animada Batman: Return of the Caped Crusaders parecía un simple chiste "retro", pero su ingenioso argumento la convirtió en una experiencia graciosa e interesante por derecho propio. Y, claro, la adición de las voces originales incrementó el atractivo de esta entretenida película que trascendió la simple nostalgia sesentera.
Un año después se estrena la secuela Batman Vs. Two-Face como parte del mismo arcaico universo, estableciendo nuevos retos para el Dúo Dinámico y continuando algunas sub-tramas de la primera cinta; pero en general se quedó corta en todos los aspectos, desde un argumento menos ambicioso, hasta un estilo visual colorido y sin duda respetuoso de la estética de Batman '66... pero de algún modo menos fresco y espontáneo que en la primera cinta.
Afortunadamente estos clásicos síntomas de "secuelitis" no me impidieron disfrutar Batman Vs. Two-Face, la cual gana una justa recomendación para devotos de Batman con suficiente sentido del humor para asimilar esta anticuada versión, muy distinta al carácter de la continuidad contemporánea.
La historia comienza con la aparente rehabilitación de Harvey Dent, quien regresa a la oficina del Fiscal de Distrito (ahora como simple asistente, lo cual es un duro golpe para su ego), mientras Batman y Robin enfrentan el habitual desfile de pintorescos criminales, como King Tut (voz de Wally Wingert), Hugo Strange (voz de Jim Ward), y desde luego Catwoman (voz de Julie Newmar), aún interesada en capturar el corazón de Batman, a pesar de las irritantes interrupciones del Joven Maravilla que está en contra de ese legendario romance (¿tal vez está celoso? La Tía Harriet piensa que sí)(Por cierto, me complace señalar que, incluso en presidio, Catwoman sigue usando su ajustado traje de piel, y los animadores tuvieron especial cuidado al dibujar el movimiento de sus caderas). Entonces los Encapotados descubren una misteriosa conexión entre esos villanos y alguien que afirma ser Two-Face. Pero Harvey Dent tiene su rostro normal, y trabaja incansablemente del lado de la ley. ¿Qué está pasando?
Aquí es donde comienza la parte "seria" de la historia, poniendo a prueba la integridad de Batman cuando las acciones del otro Two-Face no solo amenazan con destruir la amistad entre Bruce Wayne y Harvey Dent (después de todo, Wayne pago por la rehabilitación y cirugía del ex-fiscal), sino que también complican su relación con Robin, quien está seguro de la culpabilidad de Dent, y no puede creer que Batman se rehúse a ver lo obvio.
Y, bueno, desde luego no revelaré la respuesta del gran misterio, pero baste decir que fue suficientemente creativo para justificar la existencia de Batman Vs. Two-Face, así como la alteración de ciertos elementos fundamentales de su universo; aunque, por el lado negativo, su tono frívolo a veces trabaja en contra de sus propios aciertos.
Habiendo dicho eso, sentí honesta melancolía al escuchar por última vez la voz de Adam West, con esa notable combinación de seriedad y humor que capturó la imaginación del público con su irónica versión de Batman. Burt Ward también regresa como Robin/Dick Grayson, y hasta tiene oportunidad de actuar con más seriedad de la normal (claro que eso no impide algunas hilarantes variaciones de su "Holy. .."). Finalmente, la adición de William Shatner como Two-Face representó una apoteótica colaboración de dos héroes de mi infancia (Batman y el Capitán Kirk), lo cual, en mi caso particular, disculpó cualquier "falla" objetiva de la cinta y elevó mi apreciación general por la sincera labor del director Rick Morales (también responsable por Return of the Caped Crusaders). Contrario a lo que yo esperaba, Shatner toma en serio su papel, y hace absolutamente creíble la dualidad de Harvey Dent y Two-Face... dos identidades opuestas atrapadas en un mismo cuerpo. Y Shatner también presta su voz al "otro" Two-Face, dándole técnicamente tres papeles, que consigue distinguir sin dificultad alguna.
Entonces, tal vez el factor nostálgico de Batman Vs. Two-Face no fue tan convincente, y el humor no generó tantas risas. Sin embargo, siempre será un placer regresar a esa época más simple e inocente, aunque sea por setenta y dos minutos (incluyendo cuatro minutos de bati-watusi en los créditos finales)... especialmente si se trata de rendir un sincero tributo a Adam West, y de paso a William Shatner. Ambos aceptaron voluntariamente sus roles como reliquias culturales, pero no nos dejan olvidar que, en el fondo, también eran buenos actores. O al menos actores comprometidos con su oficio.
Calificación: 8

IMDb 

Monday, October 23, 2017

La Muñeca Vudú (The Devil's Dolls)



Síntomas: Después de interrumpir un sangriento ritual de magia negra, el Detective Matt Williams (Christopher Wiehl) confisca una caja con varias figurillas antropomórficas, que luego caen accidentalmente en manos de su pequeña hija Chloe (Kennedy Brice). Entonces la niña las convierte en collares y las vende en la tienda de artesanías de su madre, diseminando una maldición que afectará a muchos habitantes de su pequeña comunidad sureña.

Diagnóstico: Tenía muy bajas expectativas sobre La Muñeca Vudú (la cual se estrenó en los Estados Unidos bajo los títulos "The Devil's Dolls" y "Worry Dolls") debido a la baja calificación que recibió en el IMDb (4.2 al momento de escribir esto); sin embargo, resultó ser una entretenida película con excelentes valores de producción, adecuadas actuaciones, y una historia original que no sigue la pauta típica del horror comercial. Y creo que por eso no tuvo buena respuesta por parte del público que esperaba un relato más convencional, que encajara fácilmente en sus pre-concepciones del género.
De hecho, a pesar de sus elementos sobrenaturales me cuesta trabajo clasificar La Muñeca Vudú como una película de terror, pues el argumento pone mayor importancia en la investigación policíaca y en las tensiones internas que sufre la familia Williams. Entonces, aunque desde luego tenemos violentas muertes (con grandes cantidades de sangre, para regocijo de los fans del "gore") y algún tipo de posesión demoníaca (no estoy seguro de que "demonio" sea el término correcto, tomando en cuenta la rica mitología politeísta del original "voudoun"), La Muñeca Vudú se siente más como un thriller gótico donde el culto religioso local es el catalizador de los crímenes que el protagonista debe resolver.
Pero, bueno... dejando a un lado el sub-género específico, puedo decir que La Muñeca Vudú fue una agradable sorpresa gracias a la elegante dirección de Padraig Reynolds y al inteligente libreto de Christopher Wiehl y Danny Kolker, quienes toman en serio todos los aspectos de la historia y los combinan de manera natural para generar suspenso y atraparnos en la narrativa sin necesidad de exageraciones ni sentimentalismo forzado. Al principio se establece la obsesión del Detective Williams por capturar un asesino serial, que en realidad buscaba víctimas como parte de un ritual para crear "worry dolls" (no son exactamente "muñecas vudú", pero vamos a aceptar esa simplificación). Naturalmente el policía ignora las supersticiones del criminal; pero cuando la gente normal del pueblo empieza a cometer brutales asesinatos, Williams se ve obligado a reconocer que los métodos policíacos no están funcionando. Y cuando su hija Chloe se ve afectada por la maldición, se complica no solo la investigación, sino su situación familiar, ya de por sí tensa por la presencia de un nuevo padrastro en la vida de la niña. Suena como telenovela, pero Reynolds maneja el drama con admirable moderación, utilizándolo para crear emociones reales, lo cual es muy raro en este tipo de películas. Casi nunca siento pesar por la muerte de ciertos personajes; fue agradable descubrir que La Muñeca Vudú logró suavizar mi corazón robótico... aunque fuera por unos segundos.
Esto también se debe a las competentes actuaciones de un reparto bien seleccionado para no romper el frágil balance entre drama y horror. Nadie destaca particularmente, pero nadie se siente fuera de lugar. Y tampoco podemos olvidar la fantástica cinematografía de Adam Sampson, retratando con austera belleza y vibrantes colores la decadencia rural del sureste americano afectado por una mala economía, pero tratando de sobrevivir con el esfuerzo de sus habitantes.
Casi puedo imaginar La Muñeca Vudú como una película setentera, con esa mezcla de pragmatismo y espiritualidad que distinguió aquella década en sus intentos por validar el cine fantástico como parte integral del Séptimo Arte, en vez mantenerlo separado como provincia exclusiva de niños y adolescentes en busca de sobresaltos para abrazar a la novia. La Muñeca Vudú intentó algo distinto, y quizás sufrió comercialmente por ello; pero con suerte será redescubierta en video casero como una sólida experiencia cinematográfica con una visión muy personal... y suficiente sangre para convencernos de que "las cosas van en serio". Vaya, hasta la escena con el perro me pareció casi justificada. Casi.
Calificación: 8

IMDb

Sunday, October 22, 2017

La Amante de Mi Padre (The Only Living Boy in New York)



Síntomas: El joven Thomas Webb (Callum Turner) está obsesionado con su amiga Mimi (Kiersey Clemons), pero ella quiere mantener su relación platónica. Entonces Thomas descubre que su padre Ethan (Pierce Brosnan) está engañando a su madre (Cynthia Nixon) con una enigmática mujer llamada Johanna (Kate Beckinsale), y decide confrontarla, con inesperados resultados. Sin embargo, la relación más importante de Thomas es con su vecino alcohólico (Jeff Bridges), quien le da valiosos consejos sobre la vida, el amor, y cómo convertirse en hombre.

Diagnóstico: Creo que La Amante de Mi Padre me hubiera gustado más si no hubiera visto la cinta Landline hace apenas unos días. Sus argumentos son distintos, pero ambas comparten un mismo concepto: la infidelidad de un padre desestabiliza a su familia, en el vibrante entorno de la ciudad de Nueva York. El problema es que Landline me pareció genuinamente cálida, humana y graciosa, mientras que La Amante de Mi Padre es afectada y pretenciosa, con una irritante arrogancia sobre el "sufrimiento" de la élite cultural de Nueva York, que francamente enfrió mi entusiasmo por esta cinta. Quien crea que el cine "mumblecore" es pretencioso, debería ver La Amante de Mi Padre para comprender el auténtico significado de esa palabra.
Pero, bueno... esa fue sólo mi percepción personal. Objetivamente, La Amante de Mi Padre es una película bastante buena, con sólidos actores, precisa dirección de Marc Webb (regresando al cine íntimo y reflexivo que le dio fama, después de dos mediocres incursiones en el cine de superhéroes), y un inteligente libreto que analiza (algunos dirían "sobre-analiza") la psicología de varios personajes con inesperadas reacciones ante el vacío de su existencia. También es un travieso triángulo romántico cuyo desarrollo ofrece valiosas lecciones sobre las relaciones humanas en el mundo moderno, donde las condiciones para la felicidad parecen distintas, aunque en el fondo son tan predecibles como siempre. En resumen: una recomendable experiencia cinematográfica... pero solo para el público capaz de tolerar los caprichos artísticos de un director tan enamorado de su película que quizás no alcanzó a percibir sus problemas de tono.
El libreto (escrito por Allan Loeb) comienza de manera simple, pero se complica agradablemente hasta llegar a las múltiples crisis que revelarán duras verdades, acompañadas por satisfactorias oportunidades de crecimiento personal y redención.
Mis disculpas si esto suena demasiado vago, pero no quiero arruinar los ingeniosos "twists" de la trama. Y no solo me refiero al mencionado triángulo romántico, sino a otras sorpresas que conducen a la catarsis emocional con la cual se justifican los tropiezos de la cinta (en mi humilde opinión).
La otra carta fuerte de La Amante de Mi Padre es su excepcional reparto, que incluye a Callum Turner (Green Room) como el típico joven inteligente pero socialmente inepto, cuyas inseguridades paralizan su desarrollo laboral y emocional. Pierce Brosnan es Ethan, su desapegado padre, más preocupado por la posición social que por los sentimientos de su familia; y Kate Beckinsale es Johanna, la amante de Ethan, a primera vista fría y calculadora, aunque con emociones intensas que no le gusta mostrar. Sin embargo la razón para ver la película es el gran Jeff Bridges, nuevamente aprovechando su edad para construir un personaje sabio y fascinante... a pesar de los clichés que utiliza para aconsejar al joven Thomas, quien lo adoptó como guía para encontrar el camino a la madurez.
Para ser justos, La Amante de Mi Padre mejora conforme nos acercamos al final y reconocemos el impacto que la historia tendrá en los personajes. Por todas estas razones me pareció una película recomendable, aunque probablemente será más apreciada por el público con amplia tolerancia a "los problemas de la gente bonita", que parecen ridículamente simples y triviales. Pero aún así generan buen drama, y el director Marc Webb sabe manipularlos para crear historias complejas, cuyas lecciones podrá aprovechar cualquier persona, aunque no viva en el "Lower East Side" de Manhattan. O aunque no sea un poeta frustrado porque su papá nunca alentó su talento.
Calificación: 8

IMDb

Saturday, October 21, 2017

Escape Room



Síntomas: Cuatro amigos se disponen a disfrutar una aventura en el "cuarto de escape" más popular de Los Ángeles. Sin embargo, este cuarto particular contiene un objeto maldito que complicará la situación.

Diagnóstico: Supongo que era inevitable: la popularidad de los "cuartos de escape" (actividades recreativas donde varias personas deben buscar pistas y resolver acertijos para escapar de una habitación en menos de una hora) inspiró a algún productor emprendedor para hacer una película de terror donde, obviamente, el juego se convierte en una experiencia mortal. Desafortunadamente parece que el libreto también tomó una hora en escribirse.
El director Peter Dukes se ve en grandes dificultades para mantener la historia en movimiento dentro de los confines del cuarto de escape. Los cuatro amigos se ríen, se burlan, y discuten sobre las pistas que encuentran... hasta que alguien muere y se dan cuenta de que el peligro es real. El problema es que Dukes no logra inspirar terror, o siquiera suspenso... a pesar del cronómetro que cuenta los minutos faltantes para el final del "juego".
Las actuaciones tampoco evocan emoción alguna. Hay muchos gritos e insultos, pero difícilmente compartimos la angustia de los personajes, bastante blandos y genéricos (dos parejas sin química ni personalidad). Para darles algo que decir, el escritor los convirtió en fans del cine de terror; entonces, mientras intentan resolver el misterio, discuten sobre cuál es el mejor remake (The Thing), y similares asuntos "geek" para congraciarse con el público. No sirvió de mucho, pero aprecio el esfuerzo de los cineastas.
En cuanto al misterio del cuarto... no tiene mucho sentido, ni relevancia para la supervivencia de los jugadores. Además, los acertijos pierden importancia cuando los invitados empiezan a morir, así que ni siquiera nos dan oportunidad de especular sobre las posibles soluciones que podrían salvar sus vidas.
Pero incluso si el misterio fuera tremendamente ingenioso (no lo es), la película entera se arruinaría por esa apática dirección de Dukes, las desinteresadas actuaciones del reparto entero (naturalmente tienen melodramas personales para sazonar la historia), y el lerdo ritmo libre de tensión o urgencia. Las cosas ocurren sin mucha convicción; unos viven, otros mueren; Skeet Ulrich intenta revivir su carrera como el dueño de la empresa que organiza el cuarto de escape; y Sean Young aparece en un par de escenas como la vendedora de antigüedades que tiene a su cuidado el objeto más maldito del planeta... y lo exhibe sin protección alguna en su tienda.
No esperaba mucho de 60 Minutos Para Morir, y aún así quedé decepcionado por la increíble pereza de su narrativa, la floja ejecución técnica, y su indiferencia general por entretener al espectador, o al menos presentar algo suficientemente "extremo" para alejar el tedio. En resumen: 60 Minutos Para Morir no solo robó 90 Minutos de mi Vida, sino que eliminó cualquier deseo de asistir a uno de esos cuartos de escape. Parecía divertido, pero ahora comprendo que podría morir... de aburrimiento. Ni hablar; solo queda esperar la inevitable película de terror sobre "fidget spinners". Ninguna moda está a salvo de Hollywood.
Calificación: 5

IMDb

Friday, October 20, 2017

Geo-Tormenta (Geostorm)



Síntomas: En el futuro no muy lejano, el cambio climático alcanzó niveles catastróficos. Entonces, con la cooperación de muchas naciones, el científico Jack Lawson (Gerard Butler) diseñó una red de satélites llamada "Dutch Boy", capaz de modificar el clima y darle a la Tierra una segunda oportunidad. Sin embargo, después de varios años de estabilidad, los satélites empiezan a fallar, y solo Lawson posee el conocimiento necesario para encontrar el problema. Pero antes, necesita reconciliarse con su hermano Max (Jim Sturgess), quien lo reemplazó como líder del proyecto Dutch Boy.

Diagnóstico: Después de producir incontables "disaster movies" (bueno, solo cinco) para su amigo Roland Emmerich, el mega-productor Dean Devlin por fin ocupa la silla del director en una de estas "películas espectáculo" con muchos efectos y poca lógica. ¡Bien por él! Y mal por nosotros.
Bueno, tal vez exagero. Geo-Tormenta no me pareció terrible, pero está muy lejos de ser una buena película. De hecho, creo que el principal beneficiado será Roland Emmerich pues, por mucho que la gente se burle de sus cataclísmicas películas, es necesario reconocer que hace falta talento para controlar el caos, y una clara visión narrativa para impedir que la historia se salga de control. Tal como le ocurrió a Dean Devlin con Geo-Tormenta.
Para no gastar tiempo en detalles técnicos, advertiré desde ahora que TODA la pseudo-ciencia de Geo-Tormenta es absolutamente ridícula. No hay nada creíble en el asunto de la red de satélites que manipulan el clima, ni en el asombroso nivel tecnológico que la humanidad alcanzó en unos pocos años (la historia se desarrolla alrededor de los 2020s), y mucho menos en la "investigación" de las fallas de Dutch Boy que están ocasionando desastres "naturales" en distintos puntos del planeta. En resumen: no intenten aplicar lógica en una película que carece de sentido común.
Habiendo dicho eso, la falta de realismo es el menor de los problemas de Geo-Tormenta. La principal falla reside en el atestado libreto co-escrito por Devlin y Paul Guyot, el cual divide nuestra atención en demasiadas sub-tramas incoherentes, pobremente resueltas con hueco techno-babble y deducciones que ofenderían al mismísimo Batman (versión de Adam West).
Dije hace un momento que no hay que buscar lógica en el argumento, pero este problema no es de lógica, sino de simple congruencia dramática. Cuando les conviene a los guionistas, las cosas suceden arbitrariamente, sin causa ni consecuencia. Pero cuando necesitan un poco de drama, no vacilan en introducir obstáculos artificiales, reglas contradictorias y, desde luego, conflictos familiares para reforzar el elemento humano, y recordarnos que el mundo podrá estar cayéndose a pedazos... pero lo importante es que Jack Lawson no decepcione a su pequeña hija Hannah (Talitha Bateman), quien lo está esperando en casa.
Este es buen momento para señalar que Devlin también incluyó un perrito en peligro. Y también una atractiva chica en bikini que huye de un avión congelado (no pregunten). El estudiante se convirtió en maestro.
Es broma. El punto de esta crítica es señalar que Devlin aprendió mucho de Emmerich, pero le faltó el inefable "toque mágico" para convertir el ruido en mensaje (cien por ciento ecológico, naturalmente)(ja, ja... "naturalmente"), y para evitar que el público quede abrumado ante la avalancha de personajes, conspiraciones y problemas que deben resolverse para salvar al mundo.
Los actores cumplen su función de correr y gritar frente a las pantallas verdes, que luego fueron reemplazadas por efectos de variable calidad por una docena de estudios de animación. Mis secuencias favoritas fueron las del espacio (la Estación Espacial Internacional IV es el centro de control de los satélites climáticos); y las peores quizás fueron las de Orlando, con edificios que explotan al mero contacto de un relámpago (ecos de The Core y su Coliseo de dinamita). Como podemos suponer, el reparto es multi-cultural y políticamente correcto (el Presidente de los Estados Unidos es cubano), hay un mexicano en el espacio encargado del comic relief (Eugenio Derbez), y las mujeres son más rudas que los hombres (Abbie Cornish, en el papel de agente del Servicio Secreto que toma muy en serio su trabajo).
Entonces, Geo-Tormenta fue un aceptable primer esfuerzo de Dean Devlin como director... pero una mala película en todos los demás aspectos. Granizo, explosiones, tornados, hielo, agua... es como un "Grandes Éxitos" de Roland Emmerich. No... pensándolo bien, es como un álbum con "covers" de los Grandes Éxitos... escuchamos las mismas notas, pero la interpretación no es tan buena, ni poseen esa indescriptible cualidad que las convirtió en éxitos originalmente. Pero al menos no fue aburrida (no demasiado), y no sentí que perdí mi tiempo. Claro que, como fan de The Core, no confíen mucho en mis gustos sobre cine de desastres.
Calificación: 6.5

IMDb

Thursday, October 19, 2017

Amityville: The Awakening



Síntomas: Joan Walker (Jennifer Jason Leigh), sus hijas Belle (Bella Thorne) y Juliet (Mckenna Grace), y su hijo James (Cameron Monaghan), quien se encuentra en estado vegetativo, se mudan a la casa de Amityville, donde cuarenta años atrás se cometieron varios horribles asesinatos en circunstancias misteriosas. Entonces, durante la primera noche, ocurre un milagro: James muestra señales de consciencia.

Diagnóstico: Según Wikipedia, hay dieciocho películas con el nombre "Amityville" en su título, pero solo cinco corresponden al canon "oficial" iniciado por la clásica The Amityville Horror (1979), la cual se basó en el popular libro de Jay Anson sobre los supuestos eventos paranormales ocurridos en la casa de la famila Lutz, después de que la previa familia, los DeFeo, fueron asesinados por el hijo mayor. No gastaré tiempo en discutir la validez de esos "hechos reales" (que muchos investigadores consideran como una invención para ayudar en la defensa de Ronald DeFeo Jr., o como truco publicitario para promover el libro). Baste decir que, reales o ficticios, los fenómenos en la casa de Amityville forman parte integral de la cultura popular, y las películas que los utilizan generalmente inventan su propia mitología con resultados de muy variable calidad (por si a alguien le interesa, la única cinta que me gusta de esta pseudo-serie es Amityville II: The Possession).
Lo cual nos lleva a Amityville: The Awakening. Ahora, bajo la custodia de la productora Blumhouse, la leyenda de Amityville evoluciona con un componente "meta" (en su nueva casa, Belle a sus amigos ven la película The Amityville Horror) que, lamentablemente, no logra inyectar nueva vida en esta tortuosa franquicia. Aunque, para ser justos, el director/guionista Franck Khalfoun introduce algunas interesantes variables que demuestran tenue creatividad y buenas intenciones para presentar algo más que un simple refrito de la original (o del remake del 2005, bastante insípido en mi humilde opinión).
Al principio todo transcurre como cualquier historia de "casa embrujada": sustos falsos, música estridente y débil suspenso. El perro Larry percibe algo raro (ya saben lo que eso significa), Belle tiene algunas perturbadoras pesadillas (o visiones), y la pequeña Juliet "habla" con su hermano catatónico. Entonces James parece mejorar, y comienza el auténtico drama familiar, complicado por la fe ciega de Joan, empeñada en creer que su hijo podría recuperarse por completo... aunque Belle está convencida de que existe una influencia maligna detrás de ese "milagro".
La idea no es nueva (la reciente cinta Bornless Ones hizo algo muy similar), pero tiene todos los ingredientes necesarios para desarrollar una historia tenebrosa y emocionalmente resonante. Además, con actores del calibre de Jennifer Jason Leigh y Kurtwood Smith en el elenco, es fácil engancharnos en la devoción de la madre desesperada, o en el escepticismo del doctor que se rehúsa a aceptar la evidencia frente a sus ojos. Y si bien Bella Thorne no es muy buena actriz, enfrenta con aplomo el papel de genérica adolescente "goth" (o como se llamen ahora) cuya rebeldía y mala actitud se debe a un fuerte sentimiento de culpa que la persigue desde hace años.
Entonces, con la mesa servida, el director procede a dormirse, y deja que la cinta se arrastre con alarmante desgano, sin la menor energía o convicción para explotar los múltiples aciertos del libreto. Un par de sobresaltos, algunos chiste "meta" y, eso sí, muchas tomas nocturnas de Bella Thorne recorriendo la casa en su ropa interior... pero nada del horror que esperaríamos en una moderna versión de Amityville.
Aún así, estimo que Amityville: The Awakening es superior a casi todas aquellas películas "pirata" que usurparon el nombre tan solo porque ya pasó al dominio público. No sé si eso basta para recomendarla; pero puedo afirmar que Amityville: The Awakening pudo haber sido una sólida experiencia de terror, hasta que la apatía de los productores (tal vez Jason Blum estaba de vacaciones, o algo así) saboteó este "despertar" y lo convirtió en un gran bostezo. Para quitarme el mal sabor, veré de nuevo Amityville II: The Possession (1982), una de las pocas precuelas mejores que la original. En mi humilde opinión.
Calificación: 6.5

IMDb

Tuesday, October 17, 2017

Landline



Síntomas: En 1995, una familia judío-italiana en Nueva York atraviesa una serie de crisis existenciales que podrían unirlos más, o separarlos para siempre.

Diagnóstico: Obvious Child, la previa película de la directora Gillian Robespierre, me gustó mucho por su convicción ideológica y por la fantástica actuación de Jenny Slate, una comediante que, con el paso del tiempo, se ha convertido en una sólida actriz capaz de abordar cualquier papel, desde frívolos "invitada de la semana" en sitcoms televisivos, hasta densos estudios de carácter sobre aborto y responsabilidad personal.
Por eso tenía interés en ver Landline, la nueva colaboración de Slate y Robespierre, enfocada en la ficticia vida de la familia Jacobs en Nueva York, cuyos integrantes enfrentan momentos cruciales en sus vidas sin siquiera darse cuenta. Y todo ello enmarcado por la gran ciudad en la década de los noventas, antes de que la tecnología digital usurpara las comunicaciones entre amigos, amantes y familiares.
Afortunadamente ese encanto "retro" es tan solo un adorno (y posible metáfora) que no afecta el realismo de las situaciones planteadas por el libreto de Robespierre y Elisabeth Holm, ni disminuye la intensa humanidad de personajes que no siempre toman las decisiones correctas, ni saben cómo rectificar sus errores. De hecho, esa incertidumbre es lo que impulsa el drama de Landline, invitándonos a evaluar (al mismo tiempo que los personajes) las alternativas que tienen para arreglar sus complicadas vidas.
Claro, "complicadas" en el contexto de "la gente bonita de Nueva York". El padre, Alan Jacobs (John Turturro) escribe "copy" para la enorme agencia publicitaria McCann-Erickson, así que no son pobres, pero tampoco son muy ricos. La hija mayor, Dana (Jenny Slate) está posponiendo su boda con su prometido Ben (Jay Duplass), lo cual exaspera a su madre Pat (Edie Falco). Mientras tanto, la adolescente Ali (Abby Quinn) muestra la rebeldía típica de su edad, y frecuenta amistades que podrían llevarla por caminos muy peligrosos, de donde será difícil retornar.
Esa es toda la historia. Como dije, el punto de la película es explorar el carácter de los personajes y sus reacciones ante las dificultades que surgen a veces por azar, y a veces por su propio egoísmo o estupidez. Y, aunque no todos los problemas se resolverán dichosamente, la familia Jacobs ganará valiosa experiencia que mejorará sus posibilidades de felicidad a largo plazo.
A diferencia de Obvious Child, Jenny Slate no lleva el papel principal, sino que forma parte de un ensamble brillante y bien balanceado, cuyas sub-tramas se entrelazan naturalmente, como ocurre en cualquier familia. John Turturro intepreta al patriarca Alan con el cansancio de una vida de trabajo, aminorado por la satisfacción de un hobby personal para el que, lamentablemente, no tiene mucho talento. Por su parte, Edie Falco nos muestra una madre que reconoció hace mucho tiempo su incapacidad para controlar a sus hijas, pues ella misma manifestó similar rebeldía en su juventud. Jenny Slate revela gradualmente los múltiples niveles de Dana, incluyendo su volátil relación con Ali, la hermana menor que a veces odia, y a veces adora como confidente y apoyo emocional.
Y, claro, el período histórico trae consigo nostálgicos recuerdos que deleitarán a los jóvenes que crecieron en los noventas, desde acertadas canciones (incluyendo 10,000 Maniacs, PJ Harvey y The Breeders), hasta fenómenos culturales como Urkel y "Mad About You".
Pero lo importante no es lo que ocurre afuera, sino adentro de los personajes. Por eso Landline me pareció una excelente "rebanada de vida" con temas universales a pesar de su estrecho nicho histórico y cultural. Y me dejó pensando en el contacto humano que hemos perdido a favor de la comodidad proporcionada por la comunicación digital. A estas alturas suena como cliché, pero sigue siendo una reflexión válida.
Calificación: 9

IMDb

Monday, October 16, 2017

The Babysitter



Síntomas: Aunque ya tiene doce años, el niño Cole (Judah Lewis) aún se queda con la niñera Bee (Samara Weaving) cuando sus padres salen de viaje. Pero Cole no se queja porque le gusta mucho Bee, una joven dinámica y alegra que entiende perfectamente los gustos del niño y sus inseguridades durante la difícil transición a la adolescencia. Una noche Cole siente curiosidad por saber lo que hace Bee durante la noche, y decide espiarla... lo cual cambiará para siempre su vida. O quizás la terminará.

Diagnóstico: Todos sabíamos que era cuestión de tiempo para que el odiado director McG terminara haciendo películas directas a video. Personalmente me cuento entre sus fans, pero sé que somos pocos; y aunque acepto que tiene la mala costumbre de descuidar la narrativa a favor del estilo visual, la verdad es que casi todas sus películas me han gustado en mayor o menor medida.
Sin embargo, aunque parezca castigo, Netflix es el lugar ideal para estrenar The Babysitter, una auténtica comedia de terror con un protagonista infantil que se involucra en actividades violentas y demasiado adultas para el mercado juvenil. Es una pesadilla de "marketing": el público "tween" no podría entrar al cine para ver tanta sangre y muerte; y el público adulto no pensaría que una comedia juvenil contiene tanto "gore" y humor negro. Afortunadamente The Babysitter puede exhibirse en plataformas digitales sin preocuparse por la censura, y todos podemos disfrutar esta irreverente y sangrienta comedia en la comodidad de nuestros hogares. Aún cuando parece perder, McG sigue ganando.
Estoy tratando de llenar espacio con análisis mercadológico porque no quiero revelar demasiados detalles de The Babysitter. Yo tuve la fortuna de verla sin conocimiento previo sobre su argumento, y recomiendo hacer lo mismo, para disfrutar sus sorpresas tal como las diseñó el guionista Brian Duffield, confundiéndonos con una historia que empieza como una fábula “coming of age” de John Hughes, para luego dar un brusco giro hacia el auténtico terror, en toda la extensión de la palabra... pero sin sacrificar (ahem) las risas que cultivó desde el principio.
Todo eso funciona gracias a las actuaciones de Judah Lewis como el niño Cole, y Samara Weaving como Bee, la mejor niñera del mundo. La relación entre ambos pertenece al reino de la fantasía, pero no por ello deja de ser cálida y creíble. Cole es un niño en el umbral de la adolescencia, y Bee es una espectacular mujer que nunca perdió la capacidad de asombro infantil, ni el entusiasmo por pasatiempos "para niños". Y, claro, para completar la fantasía, puede hablar "geek" con absoluta confianza y conocimiento de causa (su plan para una colaboración entre Kirk, Picard y Ripley tiene mucho sentido... ojalá alguien esté escribiendo esa historia de "fanfic"). La química entre ambos actores es perfecta, y justifica algunas cuestionables decisiones cuando las circunstancias se vuelven mortales.
El resto del elenco está integrado por actores como Robbie Amell, Hana Mae Lee, Bella Thorne, Emily Alyn Lind y Chris Wylde, todos ellos idealmente seleccionados para sus hilarantes personajes; así como los padres de Cole, Leslie Bibb y Ken Marino, quienes intentan ser comprensivos, aunque su obligatoria torpeza de viejos les impide entender los problemas de los jóvenes.
Sin revelar demasiado diré que el horror de The Babysitter es visceral e implacable, aunque pierde cierta intensidad por el tono humorístico que McG mantiene a lo largo de la historia. Es algo así como un episodio de Chuck con sangre y decapitaciones: podemos preocuparnos por los héroes, pero hasta las peores muertes llevan ese guiño de "es un chiste; no lo tomen muy en serio".
A fin de cuentas The Babysitter pierde puntos por la superficialidad del argumento, pero los recupera rápidamente porque intenta divertirnos a toda costa, así que merece una recomendación como posible "joya oculta" del género de terror (el tiempo dirá si sobrevive el entusiasmo inicial). Y también nos introduce a Samara Weaving como una explosiva estrella de cine, increíblemente carismática y con talento para manejar complicadas emociones que actrices más famosas quizás no hubieran asimilado con tanta naturalidad. Recuerdo haber visto a Weaving en algunos episodios de Ash Vs. Evil Dead, pero nunca imaginé que su debut co-estelar revelaría semejante talento. Esperaré con entusiasmo Mayhem, su próxima cinta. Y también esperaré los futuros proyectos de McG, quien tal vez encontró el nicho adecuado para liberar su visión de los estrictos parámetros del cine comercial. Más como ésta, Sr. McG, y quizás convierta a esos detractores en renuentes fans.
Calificación: 8.5

IMDb

Sunday, October 15, 2017

La Villana (The Villainess - Ak-Nyeo)



Síntomas: Después de haber sido entrenada desde niña como experta asesina, Sook-hee (Ok-bin Kim) intenta vengarse de quienes mataron a su familia... o algo así.

Diagnóstico: La Villana comienza con una extraordinaria secuencia de acción que combina la cámara en primera persona de Hardcore Henry con la virtuosa coreografía de The Raid: Redemption, estableciendo la pauta de lo que probablemente será la mejor película de acción del año. Entonces la cinta frena en seco para contarnos la historia de Sook-hee, y pierde ese vertiginoso ritmo que prometía al principio.
Afortunadamente no es un problema fatal, pues hay muchas otras escenas de delirante acción a lo largo de las dos horas de La Villana, interrumpidas por oblicuos "flashbacks" que revelan (o a veces enredan) las conexiones entre personas y eventos que llevaron a la protagonista a iniciar su feroz cruzada de venganza. El resultado es bastante irregular, y funciona mejor como hueco espectáculo de acción y violencia que se apoya en un típico relato de honor y venganza cuyas piezas se revolvieron hasta el borde mismo de la incoherencia.
Los mencionados flashbacks parecen intencionalmente confusos, jugando con el tiempo y guardando detalles muy importantes que quizás debieron mostrarse antes para fortalecer la conexión emocional con Sook-hee; sin embargo, al mantener tantos secretos durante tanto tiempo, se afecta gravemente el flujo de la historia, y se desperdician parcialmente las intensas actuaciones del elenco, cuya motivación y secretos conoceremos demasiado tarde. Como dije, no es una falla que arruine por completo La Villana, pero redujo un poco mi entusiasmo por la película, e hizo ligeramente aburridos algunos pasajes que deberían ser demoledores, en vez de meramente curiosos.
Por otro lado, nadie entra a ver una película como La Villana esperando drama griego; pero basta con ver los impactantes veinte minutos finales (cuando ya entendimos todo lo necesario, y comprendemos las razones de Sook-hee) para apreciar lo buena que hubiera sido la película si hubiera seguido una estructura más lineal... me atrevería a decir "menos tarantinesca".
Y, claro, la acción es tan espectacular que cuando termina La Villana es muy fácil olvidar esos ocasionales bostezos y miradas al reloj, pues solo recordaremos las peleas en primera persona, o aquella vertiginosa pelea/persecución en motocicleta (no tengo idea cómo la filmaron), o ese final a bordo de un camión que... bueno, mejor no digo más... no por miedo a los "spoilers", sino porque cualquier descripción con meras palabras no haría justicia al despliegue de técnica cinematográfica, visión artística del director, y habilidad acrobática de los actores.
La Villana viene de Corea del Sur, pero su argumento (y, hasta cierto punto su estilo visual) tiene una gran deuda con la reciente cinta de Indonesia Headshot, la cual funcionaría maravillosamente como complemento de La Villana, ya que exploran similares temas de lealtad y familia, con alucinante acción que probablemente nunca veremos en el cine de Hollywood... al menos hasta que intenten copiar la fórmula cuando se cansen de reemplazar talento físico con efectos digitales.
Con todo y sus tropiezos dramáticos, La Villana es una cinta indispensable para fans del cine asiático, para adictos a la acción, y para directores de fotografía que quieran descubrir como la "shaky cam" puede ser al mismo tiempo dinámica y perfectamente clara, contribuyendo a la narrativa sin marear al espectador. Copien ahora, antes de que se convierta en cliché, como ocurrió con el "efecto Matrix".
Calificación: 8.5

IMDb

Saturday, October 14, 2017

Las Tinieblas



Síntomas: Después de alguna catástrofe que contaminó el medio ambiente, una familia trata de sobrevivir en una remota cabaña, rodeada por árboles y por ocasionales sonidos que anuncian la llegada de algo grande y amenazador.

Diagnóstico: La película mexicana Las Tinieblas es como una versión "art house" de It Comes at Night, aquel thriller norteamericano con una similar historia sobre una familia tratando de sobrevivir en el bosque después de un evento apocalíptico. Y, al igual que It Comes at Night, Las Tinieblas se rehúsa a ofrecer respuestas a sus múltiples incógnitas, convirtiendo la experiencia en una frustrante exploración de metáforas y simbolismo que, a fin de cuentas, no me interesó mucho interpretar.
Lo cual no significa que Las Tinieblas sea una mala película. Tan solo la dirección de Daniel Castro Zimbrón hace que valga la pena la visita al cine, por no mencionar la cinematografía de Diego García (fiel al título, muchas escenas se desarrollan en oscuridad casi total, y aún así entendemos lo que está ocurriendo). También merecen admiración las actuaciones del elenco entero, integrado en su mayoría por jóvenes actores cuya evolución interna forma parte esencial del mensaje de la película (creo); y el diseño de producción, minimalista por necesidad, muestra inusual riqueza en detalles y atmósfera que nos traslada a... donde sea y cuando sea que se desarrolla la historia.
Por el lago negativo, Las Tinieblas es una película lenta y a veces cansada. Como dije antes, la ausencia de respuestas confunde nuestras expectativas sobre lo que ocurre en la pantalla. Incluso me encontré esperando un "twist" final, al estilo de M. Night Shyamalan, que cambiaría la perspectiva del relato y nos ofrecería una lección sobre... no sé... el riesgo de sobre-proteger a los hijos, o el peligro de seguir a ciegas una doctrina que no nos atrevemos a cuestionar, o el beneficio de disipar “las tinieblas” de la ignorancia (perdón). Cualquiera de esos temas podría ocultarse detrás de las alegorías de Las Tinieblas. O tal vez estoy sobre-analizando la película (como a veces acostumbro), y se trata de un simple y lineal relato sobre una micro-comunidad humana durante el fin del mundo.
Simplemente no sé. Y, aunque fue interesante contemplar todas estas teorías durante los rápidos noventa minutos de Las Tinieblas, no puedo negar que el resultado final no me pareció ni muy satisfactorio, ni suficientemente brillante en el plano artístico para justificar la ambigüedad de Castro Zimbrón.
Aún así, Las Tinieblas es una de las películas mejor logradas y más ambiciosas que he visto en el cine fantástico mexicano (si es que puede encasillarse en ese nicho), de modo que merece una cauta recomendación para fans del cine "raro" que puedan asimilar el final abierto e inconcluso como un estímulo a su imaginación, y no como la salida fácil de un cineasta sin mucha idea de cómo terminar su película. En lo personal me inclino por lo primero, pero tampoco puedo ignorar la posibilidad de lo segundo. Cada quién conocerá su tolerancia hacia el arte que calla su propósito porque supone que plantear preguntas es más valioso que darnos las respuestas.
Calificación: 7.5

IMDb

Friday, October 13, 2017

Línea Mortal: Al Límite (Flatliners)



Síntomas: Debido a una tragedia en su pasado, la estudiante de medicina Courtney Holmes (Ellen Page) está obsesionada con descubrir lo que ocurre después de la muerte. Entonces, con ayuda de otros estudiantes, diseña un peligroso experimento en el que se detendrá su corazón en condiciones controladas para medir la actividad cerebral al momento de morir. Sin embargo, lo que descubren podría llegar más allá de la ciencia médica.

Diagnóstico: Allá por el año 1990, la original Flatliners me pareció una mediocre película fundamentada en una excelente premisa que, lamentablemente, no se desarrolló con el ingenio necesario para explotar su potencial. La idea de un grupo de renegados estudiantes de medicina explorando el mito (?) de la "vida después de la muerte" era realmente fascinante... pero el resultado fue una increíble decepción. ¿Lo que nos espera en el más allá es el "bully" de la escuela, y una niña que dice groserías? Al hacer la película demasiado introspectiva, el director Joel Schumacher y el guionista "wunderkind" Peter Filardi ofuscaron su propósito y nublaron su naturaleza misma... ¿era una película de horror, un thriller médico, o un pretencioso drama "new age" sobre responsabilidad y redención? La respuesta fue: todo lo anterior, y nada de lo anterior (en mi humilde opinión).
Ya basta de nostalgia; la nueva versión de Flatliners (no voy a usar el ridículo título de "Línea Mortal: Al Límite"), dirigida por el respetado cineasta danés Niels Arden Oplev (The Girl With the Dragon Tattoo) y escrita por Ben Ripley (Source Code), tuvo casi tres décadas para evolucionar la premisa y ofrecernos algo realmente ambicioso y visionario, que tal vez lograría reconciliar la ciencia médica con el testimonio de tantas personas que aseguran haber tenido experiencias pseudo-espirituales después de la muerte clínica. ¿Cierto?
No. La triste verdad es que la nueva Flatliners es básicamente más de lo mismo, con mejores efectos especiales, y con un nivel dramático más elevado (esta vez los sentimientos de culpa que sufren los jóvenes doctores son por errores más graves), nada de lo cual se traduce en una mejor película. Aunque ciertamente lo intentaron.
Al igual que su predecesora, Flatliners no sabe exactamente qué hacer con su brillante concepto. Después de realizar su audaz experimento, Courtney encuentra resultados positivos, seguidos por extrañas visiones y eventos paranormales en su departamento. ¿Habrá entrado en contacto con alguna fuerza del más allá que la persigue en el mundo real? ¿O serán alucinaciones como resultado del daño cerebral que causó su muerte intencional? Y, desde luego, Courtney no es la única que se somete al extraño "tratamiento"... aunque los resultados no serán uniformemente positivos.
Todo va muy bien hasta la mitad de la película, cuando nuevamente encontramos esa contradicción de intenciones y flojos intentos por explicar lo inexplicable con vagas teorías que no satisfacen ni en el nivel dramático ni pseudo-científico. Ejemplo: cuando dos estudiantes empiezan a especular con cierta inteligencia sobre lo que encontraron en el "más allá"... olvidan la discusión para iniciar una escena romántica. Perfecta distracción para ayudarnos a olvidar que la película no puede ofrecer respuestas concretas, quizás por temor al ridículo, o porque no quiere contradecir las creencias de su público, ya sea secular o religioso. A esas alturas, hasta el empalagoso misticismo de What Dreams May Come, o el irreverente humor de Beetlejuice hubieran sido menos frustrantes que la excesiva ambigüedad de Flatliners.
Por el lado positivo (y creo que mucha gente apreciará la película por este simple hecho), el elenco es fantástico, muy atractivo, y con un perfecto balance de personalidades para darle profundidad a las relaciones que se forjan a partir de su crisis existencial. Ellen Page muestra inflexible convicción en su cruzada científica, guiada por un intenso sentimiento de culpa, pero también por su curiosidad como futura doctora. Nina Dobrev y Diego Luna forman una pareja de encarnizados rivales que no pueden evitar cierta admiración mutua, aunque no dejarán que los logros de uno eclipsen los del otro. Kiersey Clemons es la estudiante insegura y temerosa que podría ser la voz de la razón en el grupo; y James Norton es el doctor "bro" que solo quiere emborracharse y gozar experiencias "extremas"... como detener su corazón para ver qué pasa. A pesar de mis reservas sobre el libreto de Flatliners, fue agradable compartir dos horas con estos personajes, lo cual bastó (al menos en mi caso) para disfrutar la película más de lo que creí posible.
Y, claro, Flatliners resucita (ja, ja) un actor de la película original para crear una conexión emocional que, a fin de cuentas, termina siendo irrelevante. Solo diré que Flatliners (2017) es un remake de Flatliners (1990), en vez de una secuela, como pensé cuando me enteré de la presencia de cierto actor. No diré más (aunque quizás ya dije demasiado).
Hablando de lo cual: Flatliners fue una decepción a nivel temático, pero me gustaron sus valores de producción, su elenco, y la dirección de Niels Arden Oplev. Podría recomendarla para fans de la original, y para quienes nunca la vieron, pues disfrutarán (o sufrirán) una experiencia muy similar, aunque con todos los adornos visuales que no existían en 1990. Y definitivamente será mejor que las películas religiosas sobre la vida después de la muerte, como Left Behind, o Ghost Cat, que Ellen Page probablemente prefiere olvidar.
Calificación: 7.5

IMDb 

Wednesday, October 11, 2017

47 Meters Down



Síntomas: Para olvidar una reciente decepción romántica, Lisa (Mandy Moore) acepta tomar unas vacaciones con su hermana Kate (Claire Holt) en una playa mexicana. Un día aceptan la invitación a una inmersión en jaula para ver a los tiburones blancos... pero un accidente las deja varadas en el fondo del mar, rodeadas de tiburones y sin posibilidad de escape.

Diagnóstico: Si esa sinopsis inspira una sensación de "déjà vu", es porque suena idéntica a la reciente película Open Water 3: Cage Dive. Afortunadamente 47 Meters Down resultó ser un poco mejor, en parte porque no utiliza el cansado recurso del "found footage", y en parte porque su libreto muestra genuina imaginación para enriquecer la situación con incontables retos y dificultades que van más allá de los tiburones blancos.
Sin embargo, por alguna razón 47 Meters Down no logró inspirar las emociones que la historia merecía. No sé si fue el blando elenco, o la superficialidad de los personajes, o la falta de vigor en la dirección de Johannes Roberts, quien ciertamente capturó hermosas imágenes submarinas, pero sin el dinamismo y experta manipulación de la superior cinta The Shallows, la cual, vale decir, es la mejor película de tiburones que he visto este año. Claro, es fácil ganar cuando la competencia es tan mediocre como Open Water 3: Cage Dive y 47 Meters Down, pero aún así The Shallows merece ser redescubierta por el público hambriento (ja, ja) de buen horror selacimórfico ("tiburonal").
En fin... regresando al punto, 47 Meters Down maneja una premisa sencilla y plausible, con amplias oportunidades de drama: durante una noche de fiesta, Kate y Lisa aceptan la invitación de dos extraños para admirar las maravillas del mar desde una jaula metálica. Parece arriesgado, pero las muchachas están de vacaciones... ¿qué podría salir mal?
Y cuando las cosas salen mal, la amenaza de los tiburones sin duda está presente, pero va acompañada por interesantes problemas que complican la situación y hacen menos probable la supervivencia de las muchachas: tanques de oxígeno vacíos, defectos en la jaula metálica, y el continuo riesgo de la "narcosis de nitrógeno", que les impide ascender rápidamente para salvarse de los tiburones.
La secuencia de eventos es lógica y creíble, así como las soluciones que encuentran para superar los mortales retos. En cuanto al "twist" del final... no sé qué pensar. Sin duda es una revelación inesperada, y supongo que tiene bases científicas más o menos válidas, pero también se siente como un truco barato para inyectar un poco de emoción en una cinta por lo demás plana y olvidable.
Las actrices Mandy Moore y Claire Holt realizan un trabajo decente, aunque no bastó para atraparme en su melodrama personal (no sé cuántas veces hablan de "Stuart", el ex-novio que abandonó a Lisa, y motivó sus vacaciones en México), de modo que la cinta termina como una distracción desechable, en vez de una memorable experiencia de horror submarino (me abstendré de repetir mi recomendación de The Shallows como apta sustituta).
A fin de cuentas 47 Meters Down entretiene parcialmente durante noventa minutos, pero pudo lograr mucho más con sus respetables recursos. Tal vez con un director más audaz la cinta se hubiera arriesgado a darnos suficiente acción, sangre y violencia para satisfacer a los fans del "gore"; o suficiente suspenso para entrar a la categoría de thrillers marítimos que inspiran paranoia y temor a cualquier superficie acuática. Pero, bueno... lo mejor que puedo decir es que esta película fue más emocionante que aquella ridícula competencia entre Michael Phelps y un tiburón. Al menos los tiburones de 47 Meters Down sí se ven reales...
Calificación: 6.5

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Tuesday, October 10, 2017

Cult of Chucky



Síntomas: Hace varios años el muñeco Chucky (voz de Brad Dourif) asesinó a la familia de Nica Pierce (Fiona Dourif) como venganza por ciertas ofensas del pasado (como vimos en la película Curse of Chucky). Sin embargo Nica fue acusada por esos asesinatos, y ahora vive recluida en un hospital psiquiátrico, donde uno de los doctores propone una nueva terapia utilizando un muñeco "Good Guy" idéntico a Chucky. Entonces empiezan a morir los pacientes del sanatorio, y todos culpan a Nica.

Diagnóstico: Como sugiere esa sinopsis, Cult of Chucky es una continuación directa de Curse of Chucky (2013) Pero, ¡un momento!... ¿Qué pasó entonces con la escena post-créditos donde Andy Barclay (Alex Vincent), el niño en la original Child's Play, le disparó a Chucky en la cabeza con una escopeta?
Todo a su tiempo.
Dirigida por Don Mancini (creador de la serie), la nueva cinta Cult of Chucky continúa las aventuras de este longevo personaje, el cual nunca me entusiasmó demasiado, aunque sin duda he admirado la dedicación de Mancini para mantenerlo vivo durante treinta años y siete películas con variados niveles de éxito económico y artístico. Las tres primeras fueron cintas de terror más o menos convencionales; pero, empezando por Bride of Chucky, la franquicia ganó el perverso sentido del humor que hoy la identifica. Por el lado negativo, la adición de la muñeca Tiffany (Jennifer Tilly) complicó demasiado la mitología, y la llevó por caminos que se alejaban cada vez más del cine "slasher".
Creo que por eso Curse of Chucky fue un "regreso a lo básico"... Chucky mata gente, alguien lo descubre, pero nadie le cree. Y ahora, con Cult of Chucky, Mancini demuestra que tenía todo fríamente calculado, y su intención fue restaurar la fórmula original de la serie, pero conservando los elementos favoritos de los fans. Fue una estrategia arriesgada que pudo destruir la franquicia; sin embargo, en mi humilde opinión, Chucky está ahora mejor que nunca.
Lo cual no significa que Cult of Chucky sea una obra maestra... simplemente una sólida película de terror con bastante sangre, humor, y un subtexto psicológico que enriquece el melodrama al cuestionar si Nica está realmente sufriendo una crisis esquizofrénica, o si es víctima de las manipulaciones de Chucky, empeñado en hacerla sufrir antes de finalizar su diabólico plan.
Pero, bueno... para mucha gente lo único que importará es la auténtica estrella de la saga: el muñeco Chucky. Brad Dourif regresa para prestar su icónica voz con esa traviesa maldad que, después de siete películas, sigue encontrando ángulos frescos en la interpretación del asesino serial atrapado en un cuerpo de plástico (un buen ejemplo son las conversaciones entre Chucky y la paciente que cree ser un fantasma). Por el lado técnico, el legendario Estudio Alterian (del genial Tony Gardener) se encarga de darle vida a Chucky por medio de marionetas y "animatronics" cada vez más sofisticados, logrando una genuina actuación por parte del muñeco. Aunque Alterian utiliza un poco de manipulación digital para borrar cables y controles, me dio gusto confirmar que Chucky sigue siendo una creación cien por ciento práctica, lo cual le da una presencia física que nos convence inmediatamente de su "realidad" dentro de su demencial universo.
Habiendo dicho todo eso... no logré tragar algunos aspectos de Cult of Chucky. El "culto" que menciona el título viola por completo la premisa del personaje, y le confiere habilidades que parecen exceder por un amplio margen las reglas de la serie. Sin embargo, este inesperado "twist" hace más divertida la película y promete historias realmente desquiciadas en futuras secuelas, así que tal vez puedo disculpar a Don Mancini por esta extrema subversión del personaje que le da de comer.
En resumen: Cult of Chucky quizás fue mi segunda película favorita de la saga, no tanto porque sea excepcionalmente buena, sino porque regresó al espíritu clásico del personaje con abundante sangre (sobra decir que mi recomendación es para la versión "Unrated"), delicioso humor negro y actuaciones muy competentes; y al mismo tiempo nos prepara para una nueva Era de Chucky (mi propuesta de título para la siguiente película) que podría superar todo lo realizado hasta el momento (lo cual, francamente, no es decir mucho). Y, desde luego, les recuerdo quedarse hasta el final de los créditos para presenciar el sorpresivo regreso de otro rostro del pasado. No sé si Don Mancini logrará justificar tantos cambios... pero disfrutaré viendo sus intentos.
Calificación: 8

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Monday, October 9, 2017

Vigilante Nocturno (Security)



Síntomas: El militar retirado Eddie Deacon (Antonio Banderas) necesita trabajo, y acepta el puesto de vigilante nocturno en un centro comercial. Entonces, durante su primera noche, llega una aterrada niña huyendo de los criminales que intentaron secuestrarla... y no tardarán en alcanzarla.

Diagnóstico: En otras palabras, una combinación de Assault on Precinct 13 y Dawn of the Dead, pero con narcotraficantes en vez de zombies atacando el edificio, mientras los guardias de seguridad buscan cosas en el "mall" para defenderse y proteger a la niña Jamie (Katherine De La Rocha)... quién resulta ser la hija del testigo que podría arruinar los negocios ilegales de una pandilla criminal. Entonces, recordando su entrenamiento militar, Eddie intentará organizar a los demás guardias y aprovechar sus inesperadas habilidades para rechazar a los invasores hasta el amanecer, cuando llegará el personal de día.
La idea no es mala, y el director francés Alain Desrochers encuentra maneras ingeniosas (aunque inverosímiles) de contraatacar con objetos que los guardias encuentran en las tiendas (desde ingredientes para bombas caseras, hasta "drones" de control remoto). Sin embargo la creatividad se extingue demasiado rápido, y deja paso a genéricas balaceras y persecuciones que no resultan ni muy emocionantes, ni suficientemente violentas para mantener el interés del espectador (al menos el mío).
Por el lado positivo, Antonio Banderas es un adecuado protagonista con el balance de aptitud física y convicción dramática para darle mínima profundidad al papel de Eddie (no puede faltar el trasfondo psicológico de Jamie como "hija postiza" que representa la oportunidad de redención para el ex-militar con sentimientos de culpa familiar). Y, ya que estoy en modalidad de apologista, Vigilante Nocturno merece crédito parcial por abordar el difícil tema de las injusticias sociales que enfrentan los ex-soldados cuando intentan reintegrarse a la vida civil. Aunque, siendo honestos, dudo que el director estuviera muy interesado en ese mensaje; tan solo fue una excusa para ubicar al héroe enfrente del peligro.
Finalmente, Su Excelencia Suprema Sir Ben Kingsley tiene el papel co-estelar de "Final Boss", pero lo único que logra es mostrarnos su apatía por un rol que obviamente aceptó para pagar la mensualidad de su hipoteca, o algo así.
En fin... por muy buenas que fueran sus intenciones, Vigilante Nocturno sigue siendo una mediocre B-Movie con todos los problemas que ello implica, tanto en el aspecto técnico (el supuesto "centro comercial" es un set pobremente decorado, a pesar de los esfuerzos del diseñador de producción) como narrativo (abruptos cambios de conducta en personajes mal escritos, y excusas absurdas para mantener al héroe con vida - "No dispares... es mío" -), a los cuales estamos acostumbrados quienes consumimos películas de este estilo; pero quizás no serán aceptables para espectadores habituados al derroche de recursos en los "blockbusters" de Hollywood (no quiero imaginar a las personas que no encontraron boletos para Blade Runner 2049, y decidieron entrar a ver Vigilante Nocturno “para ver qué tal está”).
Francamente no hay mucho que recomendar en Vigilante Nocturno, pero eso no significa que sea una película terrible; tan solo una genérica combinación de rancios ingredientes que apenas logra entretener al espectador indulgente durante noventa desechables minutos, siempre y cuando no tengan absolutamente nada más que ver en el cine, o en televisión, o si no hay nada para leer, ni videojuegos que jugar. Aunque quizás los fans de Antonio Banderas se alegrarán de verlo una vez más como "rudo sensible" en su camino a la sala de espera donde aguardan los héroes semi-retirados (como Wesley Snipes, John Travolta y Bruce Willis) hasta su siguiente papel en alguna barata película directa a video. Al menos Banderas estará en buena compañía, y las anécdotas deben ser muy entretenidas. Más entretenidas que Vigilante Nocturno.
Calificación: 6

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