Síntomas: Los empleados de la tienda de ropa CCC se preparan para el lanzamiento de "Super Shapers", una revolucionaria línea de pantalones de mezclilla que se ajustan automáticamente al cuerpo. Pero el gran día se complica cuando uno de los pantalones cobra vida y empieza a matar gente.
Diagnóstico: Con esa ridícula premisa, Slaxx podría haber sido una simple "comedia de terror" sobre los sangrientos asesinatos de un objeto inanimado. Sin embargo, la directora Elza Kephart y la co-guionista Patricia Gómez trataron de darle a Slaxx un subtexto más ambicioso, no solo para "explicar" el origen del villano textil, sino para denunciar la industria del vestido que aprovecha las relajadas leyes laborales de otros países para explotar a sus trabajadores. Y aunque los temas tan dispares de Slaxx no siempre "pegan" bien, al menos le dan una conciencia social que enriquece los simples placeres viscerales del "gore" y los creativos métodos que emplean los pantalones vivientes para matar a sus víctimas.
La protagonista de Slaxx es Libby McClean (Romane Denis), la nueva empleada de Canadian Cotton Clothiers que está muy emocionada por participar en el lanzamiento de la línea "Super Shapers"; pero cuando descubre un cadáver destrozado y trata de convencer al gerente Craig (Brett Donahue) de que hay un asesino en la tienda, Libby se da cuenta de que la empresa no se preocupa tanto por sus empleados, sino por sus ganancias. Y así, balanceando las demandas de un nuevo trabajo y su instinto de supervivencia, Libby trata de sobrevivir la jornada mientras investiga el origen de los pantalones asesinos, lo cual conduce a situaciones muy extrañas... y un poco de baile.
Además del mensaje sobre comercio justo y procesos industriales ecológicos, Slaxx también satiriza el fenómeno de la "moda rápida", cuya existencia yo desconocía (mi criterio para comprar ropa es el siguiente: si de milagro encuentro algo que me queda, compro tres iguales y los uso hasta que se caen en pedazos) (sí, mis vecinos probablemente piensan que nunca me cambio), el cual consiste en mantener un flujo constante de nuevos estilos y ropa barata de baja calidad que será obsoleta en un mes, fomentando la compra obsesiva de nuevas prendas para consumidores jóvenes que quieren estar "a la moda". Por eso Slaxx incluye el personaje de Peyton Jewels (Erica Anderson), una "influenciadora" de Instagram contratada para promover los Super Shapers entre sus millones de seguidores. Y, bueno, sobra decir que la "promoción viral" termina en tragedia.
Los efectos especiales de Slaxx son excelentes, con un estilo artesanal que quizás no sea muy "realista" en el sentido convencional, pero revela considerable ingenio para dar vida y personalidad al incongruente asesino. Los pantalones empiezan como una simple prenda de ropa, pero se transforman gradualmente en un personaje por derecho propio, con expresión y carácter que hace más divertida su interacción con Libby. Por su parte, Romane Denis interpreta una protagonista simpática e insegura, pero con la fuerza interna de las mejores "chicas finales". También merecen mención Brett Donahue como el neurótico gerente; Jessica B. Hill como la jefa de vendedores que no tolera la indisciplina; y Sehar Bhojani como la empleada "slacker" que no pierde oportunidad de evadir sus responsabilidades para escuchar música de Bollywood.
A fin de cuentas Slaxx no es una gran película, pero puedo recomendarla como una curiosidad cultural que disfrutarán por igual los fans del "gore" y los discípulos de la moda... siempre y cuando tengan suficiente sentido del humor para aceptar la sátira social. La directora Elza Kephart hizo un buen trabajo combinando un concepto absurdo con temas relevantes y personajes realistas que nos atrapan en la narrativa; y hasta logró darle una motivación válida a los pantalones vivientes. Dentro del departamento de "ropa asesina", creo que me gustó más In Fabric; pero Slaxx gana un justo lugar en esa misma colección.
Calificación: 7.5
Pantalones asesinos?
ReplyDeleteDe cuál fumaron xD
GROSS GRIEF: Imagino que Slaxx empezó como un chiste surrealista, y se transformó gradualmente en una cinta "con mensaje". Otra muestra de la magia del cine (y de lo que sea que hayan fumado ;-) Muchos saludos y suerte!
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