Monday, December 30, 2019

In Fabric



Síntomas: Un vestido rojo resulta mortal para las personas que lo usan.

Diagnóstico: Al igual que el vestido maldito, In Fabric es más estilo que sustancia... pero no es un estilo hueco. Creo que existe auténtico suspenso en los bizarros ángulos de cámara utilizados por la cinematógrafa Ari Wegener; hay angustia existencial en la crispante música electrónica de "Cavern of Anti-Matter"; y definitivamente hay horror en la dirección de Peter Strickland, insinuando maldad en minúsculos detalles que normalmente ignoraríamos. Pero cuando se trata de un vestido asesino, sabemos que cada movimiento o susurro puede ser presagio de una muerte horripilante.
En su previa cinta, Berberian Sound Studio, Peter Strickland demostró notable talento para capturar la atmósfera y textura del cine "giallo"; pero, honestamente, el libreto me decepcionó un poco. Fue otro caso de forma sobre fondo, donde la forma era un fin por sí misma. Por el contrario, In Fabric aprovecha los valores estéticos del horror setentero para esconder los secretos del vestido rojo. No son secretos indispensables para apreciar la película, pero incrementan el placer del espectador cuando reconocemos "homenajes" de algunas icónicas películas de aquel período. No diré más, excepto que In Fabric es como Suspiria en una tienda departamental. Las vendedoras usan extraños uniformes negros; sus diálogos son poéticos y rebuscados; y un misterioso hombre acecha en la periferia de la acción. Lo que no puedo explicar son los perversos rituales con maniquíes anatómicamente correctos, o los enigmáticos anuncios televisivos de la Gran Barata en la tienda Dentley & Soper, y mucho menos el propósito del pequeño elevador que desciende cuando hay problemas en la tienda. Bueno, eso sí podría explicarlo, pero sería un spoiler.
Por el lado negativo In Fabric se siente un poco cansada, inflando sus dos horas de duración con tangentes que no conducen a nada. Por ejemplo, las monótonas descripciones técnicas del mecánico de lavadoras que dejan a sus clientes en estado de trance ¿o quizás los excita sexualmente? Y mejor ni hablar de la sub-trama con el artista y su cruel novia.
Con tantos componentes arbitrarios, la estructura de In Fabric es tan caprichosa como su argumento, pero creo que puede separarse en dos secciones principales: primero conocemos a Sheila (Marianne Jean-Baptiste), empleada bancaria recién divorciada en busca de nueva pareja. Y, para presentar su mejor imagen, Sheila compra un atractivo vestido rojo... con funestas consecuencias. Eventualmente el vestido llega a una tienda de segunda mano, donde es adquirido por alguien más... y el ciclo se repite.
A pesar de su obtusa narrativa, In Fabric se adhiere firmemente a sus reglas internas, revelando una visión concreta y bien definida que nos invita a utilizar "lógica de pesadilla" para intuir las respuestas a las preguntas planteadas por la trama... incluso si no podemos expresarlas racionalmente. Por eso recomendaría In Fabric para fans del horror "retro", aunque no sigue las fórmulas tradicionales del género; y también para aficionados al "cine raro" que nos pone a pensar... sin garantizar explicaciones satisfactorias. Lo importante es estimular la mente con un misterio provocativo, y disfrutar el nostálgico estilo visual de In Fabric. Podemos dejar la historia para otro día.
Calificación: 8.5

IMDb

2 comments:

  1. Hugo Stiglitz: ¡Es verdad! Muchas gracias por mencionar aquella oscura película de Tobe Hooper. Recordaba la inolvidable imagen de Mädchen Amick en el vestido rojo, pero se me había olvidado que la premisa era muy similar. Aunque, para ser justos, In Fabric tiene un estilo tan particular que no podría acusarla de plagio. Muchos saludos y Feliz Año Nuevo!

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