Friday, December 6, 2019

Nueva York Sin Salida (21 Bridges)



Síntomas: El Detective Andre Davis (Chadwick Boseman) inicia una frenética persecución por la isla de Manhattan en busca de los asesinos que mataron a media docena de policías durante un robo de narcóticos.

Diagnóstico: Todos los clichés imaginables del cine policíaco están presentes en Nueva York Sin Salida. Desde el héroe con una Tragedia del Pasado, hasta el capitán iracundo que exige resultados (interpretado por el genial J.K. Simmons, probablemente el mejor Capitán Iracundo en la historia del cine), cada personaje y cada escena se han utilizado en incontables obras del género. Sin embargo, el carisma de Chadwick Boseman y la dirección de Brian Kirk ganaron gradualmente mi confianza, y para la mitad de la película me encontré razonablemente interesado en la cruzada justiciera del Detective Andre Davis, no porque la historia se vuelva mágicamente buena (¿existirá una conspiración donde Nada Es Lo Que Aparenta?), sino porque Kirk aprovecha las grietas de la fórmula para filtrar algunos comentarios sobre la contradictoria relación de respeto/odio que mucha gente tiene con las instituciones policíacas, sobre todo en el entorno sociopolítico actual de los Estados Unidos. Lamentablemente Kirk y su escuadrón de guionistas no se atrevieron a llevar el mensaje demasiado lejos, y perdieron la única innovación de Nueva York Sin Salida.
Hablando de decepciones, el título mismo de la película indica otra oportunidad desperdiciada: para evitar que los asesinos escapen de la isla de Manhattan, los superiores del Detective Davis acceden a cortar los accesos al exterior, lo cual significa cerrar 21 puentes (el título original en inglés), detener los trenes, y bloquear los túneles. Es de madrugada, así que el caos vial no será tan grande, pero Davis tiene hasta las 5 de la mañana para cumplir su misión. Entonces abrirán los puentes, y los villanos podrán escapar.
Sin embargo, los asesinos nunca intentan abandonar la isla; el asunto de los puentes se olvida de inmediato, y solo sirve para imponer un arbitrario límite de tiempo... ¡que también se ignora! Aprovechar el aislamiento de la isla para fines dramáticos hubiera requerido talento e imaginación; pero eso excedería la ambición de la película.
Para terminar rápido, señalaré algunos puntos positivos de Nueva York Sin Salida. Chadwick Boseman es un excelente protagonista, igualmente convincente en los momentos dramáticos y en las secuencias de acción. Hay una persecución a pie tan dinámica y compleja que me recordó su trabajo en Black Panther, pero sin tantos adornos digitales (por cierto, Nueva York Sin Salida fue producida por los Hermanos Russo, directores de algunas de las mejores cintas del Universo Cinemático de Marvel... doble decepción). Lo apoya un elenco secundario de competentes actores que hacen más tolerables sus trilladas escenas; además de J.K. Simmons tenemos a Sienna Miller (como la compañera temporal de Davis - al principio se odian, y después se respetan); Alexander Siddig (más conocido para fans de Star Trek como el Dr. Bashir); y Taylor Kitsch y Stephan James como los asesinos, con métodos y personalidades muy distintas para introducir su propio sub-nivel de conflicto.
Nada de lo cual resuelve el problema fundamental de Nueva York Sin Salida: es incapaz de inspirar suspenso (o cualquier otra emoción) porque todo ocurre exactamente como esperamos. Es como escuchar el mismo chiste contado por diferentes personas; tal vez apreciamos las inflexiones individuales, y el "sabor" que cada quien le da a las palabras... pero nadie se ríe al final.
Calificación: 6.5

IMDb

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