Síntomas: A pesar de su avanzada edad, Anthony (Anthony Hopkins) no quiere una enfermera que lo ayude en su departamento de Londres, lo cual pone a su hija Anne (Olivia Colman) en la difícil posición de respetar la dignidad de su padre, o tomar las decisiones necesarias para su bienestar futuro.
Diagnóstico: The Father tiene un solo truco en su repertorio dramático; pero es un truco tan bueno que no me importó su constante repetición a lo largo de la película, pues expresa con desgarradora elocuencia los estragos de la edad en algunas personas mayores, y sus efectos en las familias que tienen que lidiar con este tipo de situaciones. En otras palabras, The Father presenta un inesperado punto de vista para explicar un problema social que nunca se había capturado con tanta honestidad y resonancia emocional.
El director Florian Zeller (basado en su propia obra teatral) establece con elegante eficiencia la condición de Anthony (Anthony Hopkins), acompañando al anciano en sus actividades cotidianas, hasta que empieza a sufrir lapsos de memoria que lo confunden y siembran dudas sobre las personas que conoce y los sitios que frecuenta. Y así, conforme se desarrolla la historia, compartimos la confusión de Anthony y la tristeza de su hija Anne (Olivia Colman) al reconocer las imposibles decisiones que le esperan.
Me dio mucho gusto encontrar a Anthony Hopkins en un papel que confirma su enorme talento, después de pasar tantos años como "actor mercenario" en proyectos mediocres que no parecían dignos de su presencia (algunos ejemplos: The Rite, The Grinch y Transformers: The Last Knight) (Ese fue el período que le dio el apodo de "Sir Anthony Paycheck"). Desde luego Hopkins tiene todo el derecho de aprovechar su reputación para ganar dinero... pero también parecía que estaba ensuciando el legado que forjó con tanto esfuerzo. Bueno, pues The Father restaura ese legado con una fenomenal actuación que conjuga la habilidad expresiva del actor con su presencia física para crear un personaje realista, complejo, y absolutamente devastador.
Los demás actores hacen un excelente trabajo, incluyendo a Olivia Colman, Olivia Williams, Mark Gatiss, Rufus Sewell e Imogen Poots; pero The Father le pertenece a Hopkins, y ciertamente merece la aclamación y nominaciones que está recibiendo por este papel.
Regresando al truco que mencioné al principio... no voy a entrar en detalles (aunque seguramente ya lo revelaron en los "trailers" y entrevistas) porque creo que es mejor experimentar de primera mano el desconcierto de Anthony y reconocer los cambios en sus procesos mentales que anuncian el avance de la demencia senil. El director encontró una manera clara y contundente de representar estos cambios sin diluir el carácter de Anthony ni sacrificar su dignidad. Es como un perfecto acto de magia que manipula nuestra percepción como parte integral de la narrativa, recurriendo tan solo a las más básicas herramientas del cine: actuaciones y edición.
A diferencia de otros dramas sobre crisis médicas, The Father no persigue lágrimas ni sentimentalismo barato. Por el contrario, la intención de Florian Zeller es ponernos en el lugar de Anthony para inspirar empatía y entender mejor los efectos del Síndrome de Alzheimer (o alguna de sus variantes), no solo en sus víctimas, sino en las familias que pierden un ser querido de manera gradual, lo cual puede ser más traumático a largo plazo que una muerte súbita. No es un tema fácil ni agradable; pero la sensibilidad artística de The Father lo hace tolerable, y hasta didáctico. En resumen: cine que trasciende el entretenimiento y se convierte en servicio social.
Calificación: 9