Síntomas: Dominic Toretto (Vin Diesel) y su equipo deben impedir que un agente enemigo obtenga un dispositivo capaz de controlar cualquier sistema militar. Pero la situación se complica cuando descubren que el agente es Jakob (John Cena), el hermano menor de Dom.
Diagnóstico: F9 tiene escenas de acción más ridículas e inverosímiles que cualquiera de las cintas previas, lo cual ya es decir bastante. Y, aunque nadie espera "realismo" en estas películas, siento que el director Justin Lin por fin rompió el frágil equilibrio entre fantasía y realidad que mantuvo viva la saga durante veinte años. En otras palabras: el cocinero perdió la sazón y arruinó la receta. En mi humilde opinión.
Hipótesis: el ingrediente clave de la receta era el guionista Chris Morgan, quien escribió (o co-escribió) todas las películas de The Fast and the Furious desde la tercera... excepto F9. Mal momento para intentar algo nuevo.
El argumento de F9 es una sinfonía de ruido y confusión, llevando a los personajes por diversos países donde pueden causar destrucción masiva sin interferencia policíaca, sin remordimiento, y sin sentido común. Creo que F9 es la secuela más destructiva hasta el momento, ignorando vidas inocentes que los anti-héroes sacrifican casualmente en su desesperada cacería del villano en turno. Y a fin de cuentas todo resulta inútil, pues ni siquiera entendemos lo que está pasando.
Repito, nadie espera esmero narrativo en el universo de FF, pero en el pasado existía una tenue preocupación por causa y consecuencia... por seguir una secuencia lógica de eventos que incrementaban la escala de la acción y el nivel de peligro. Desafortunadamente Justin Lin decidió que la coherencia interfiere con su visión creativa, y eso le da licencia para hacer lo que quiere, sin cuestionar jamás la integridad de la película. El resultado (al menos en mi caso personal) fue una sensación de aburrimiento que nunca había sentido en esta saga. Por absurda que fuera la acción, y por frívolos que fueran los libretos, las películas de The Fast and the Furious siempre me parecieron entretenidas. Hasta ahora.
Por el lado positivo, F9 mantiene nuestra atención gracias a las dinámicas personales que trascienden el caos sensorial. Pero hasta esas dinámicas se ven afectadas por los excesos del libreto. Lin revive personajes muertos y despacha algunos héroes (o al menos lo intenta, ya que no tiene valor para llevar las cosas hasta sus últimas consecuencias), pero nunca alcanza la profundidad emocional de otras secuelas (creo que The Fate of the Furious destacó en ese aspecto). Nada importa en F9; nada es permanente, y no hay peligro real. Excepto para los incontables vehículos destruidos.
En cuanto a los actores, la adición de John Cena me pareció insípida e innecesaria. La obligatoria Tragedia del Pasado© que separó a los hermanos Toretto no se siente tan significativa como supone el director. Y la química entre Cena y Vin Diesel no logra duplicar la electricidad que generaron Dwayne Johnson y Jason Statham cuando se integraron a la saga y la mejoraron con su presencia. Por cierto, F9 incluye el regreso de varias figuras de la franquicia, pero Hobbs y Shaw brillan por su ausencia... y espero que haya sido porque están trabajando en su nueva película. A estas alturas tengo más interés en la secuela de Hobbs & Shaw que en Fast and the Furious 10, cuyo posible argumento se insinúa en la escena post-créditos (mi sugerencia para el título: Fur10us).
A pesar de tantas quejas, admito que F9 fue más de lo mismo, superando a sus predecesoras en muchos aspectos, pero perdiendo detalles que eran importantes para mi... como una tenue conexión con la realidad, y mayor atención al precario balance entre entretenimiento y espectáculo visual. El primero realmente nos divierte. El segundo solo disfraza el aburrimiento.
Calificación: 7 (gana medio punto por la "persecución magnética")