Wednesday, March 30, 2016

Jeruzalem



Síntomas: Sarah Pullman (Danielle Jadelyn) y su mejor amiga Rachel (Yael Grobglas) viajan a Israel para disfrutar las playas y vida nocturna de Tel Aviv, pero un estudiante de arqueología las convence de visitar primero Jerusalén, para admirar sus fascinantes sitios históricos. Desafortunadamente durante el paseo se desatan catastróficos eventos que Sarah graba continuamente con la cámara de sus lentes "Smart Glass".

Diagnóstico: La incongruente letra "z" en el título de Jeruzalem me hizo sospechar que sería una simple película de zombies, con el valor agregado de un distinto "sabor" cultural y exóticas locaciones milenarias, muy distintas a los monótonos bosques y suburbios que normalmente utiliza este género. Para mi sorpresa, los directores Doron y Yoav Paz fueron mucho más ambiciosos, creando una innovadora historia sobre profecías religiosas, portales al infierno, y hasta ocasionales ecos de cine Kaiju. Incluso el cansado formato de "found footage" encontró una justificación creíble con los lentes-cámara (algo así como Google Glass, pero realmente funcionales) que Sarah debe usar para corregir sus problemas de la vista. De este modo el pietaje cobra una nueva dimensión, y hasta contribuye a la narrativa con su útil función de reconocimiento facial, mostrando nombres y biografías de las personas que encuentran las jóvenes durante su fatídico viaje por Israel.
Hablando de lo cual, debo advertir que "lo bueno" tarda casi una hora en llegar. Los primeros dos tercios de la película constituyen la gradual inmersión de las muchachas en el "underground" turístico de Jerusalén, donde conocen nuevos amigos en un hostal juvenil, recorren mercados locales y, desde luego, asisten a bares con luces y música como en cualquier ciudad moderna. De vez en cuando, de manera muy gradual, nos enteramos de las profecías y contexto religioso que tomarán preponderancia durante la media hora final, cuando se desatan los terroríficos eventos que le dan la "z" al título. Pequeño "spoiler": la catástrofe que azota Jerusalén incluye resurrección de los muertos, pero no como zombies convencionales, sino como algo más imaginativo y consistente con los temas religiosos que maneja el libreto. De hecho, ni siquiera estoy seguro de que la palabra "zombie" sea apropiada. Y tampoco creo que sea "spoiler" revelar este detalle, pues Jeruzalem nos anuncia sus intenciones desde el principio, con un intenso prólogo ubicado en los años setentas (con textura de arcaica película Super-8, naturalmente).
Quizás Jeruzalem se siente un poco lenta, pero su ritmo es apropiado para generar suspenso y prepararnos para el eventual pánico. Además, los personajes me parecieron más agradables que los patanes antipáticos que casi siempre encontramos en las cintas de "found footage" (y no negaré que el atractivo de las actrices contribuye a sobrellevar su parsimonioso paseo turístico). Lamentablemente al final los directores recurren a los mismos clichés de siempre: discusiones a gritos para simular drama, decisiones absolutamente estúpidas para impulsar la historia (por ejemplo, la absurda "misión" de rescate en un hospital), y las convenientes "fallas técnicas" de la cámara para añadir tensión y sobresaltos... con la consecuencia de hacer incomprensibles algunas de las más importantes escenas. Y no sé si el obligatorio "twist" fue un acierto o una forzada excusa para darle mayor relevancia emocional al sufrimiento de las protagonistas.
A fin de cuentas Jeruzalem me sorprendió positivamente por su ambición, enigmática mitología, y por la ingeniosa visión de estos jóvenes directores israelís. El tercer acto degenera en los vicios habituales del cine "found footage", pero aún así la recomendaría como una entretenida experiencia que al menos intentó algo distinto a lo acostumbrado... y no lo arruinó de inmediato. En el último de los casos, Jeruzalem funciona como inusual guía turística de la “Ciudad Santa”, explorada desde una perspectiva moderna que no sacrifica la reverencia por su ilustre pasado. Esto confirma el potencial de filmar en sitios reales, en vez de pobres simulaciones en Bulgaria o Canadá.
Calificación: 7.5

IMDb

Monday, March 28, 2016

Sisters



Síntomas: Las hermanas Kate (Tina Fey) y Maura Ellis (Amy Poehler) están atravesando momentos difíciles en sus respectivas vidas, y cuando se enteran de que sus padres venderán la casa donde crecieron, deciden organizar una última gran fiesta, invitando a todos sus amigos de la "prepa" (y algunos enemigos), todos los cuales son ahora adultos maduros y aburridos. Naturalmente la ruidosa noche incluirá música, sexo, alcohol... y la oportunidad de enfrentar algunas duras verdades sobre las responsabilidades de la vida adulta.

Diagnóstico: Conviene advertir desde el principio que mi admiración por Tina Fey y Amy Poehler probablemente reducirá todavía más la ya de por sí cuestionable objetividad de esta "crítica". He visto de principio a fin 30 Rock y Parks and Recreation un alarmante número de veces, y me han gustado (en mayor o menor medida) casi todos los trabajos colectivos o individuales de estas comediantes.
Sin embargo, esa admiración no me impidió percibir los abundantes problemas de Sisters. El libreto (escrito por Paula Pell, otra egresada de Saturday Night Live) está construido sobre una tambaleante estructura que combina personajes prefabricados y situaciones previsibles que ya conocemos de memoria; y además, muchos están pobremente implementados, como el asunto de la hija adolescente de Kate; no tiene sentido ni sirve para nada, excepto para crear un conflicto de último minuto que supuestamente demuestra la "evolución" de la madre. Y mejor ni hablar del pseudo-romance entre Maura y su blando vecino interpretado por Ike Barinholtz; simplemente fue otra perezosa herramienta para alcanzar un arbitrario "final feliz", sin importar su credibilidad o la química entre los actores (al menos me gustó Mashed Potatoes; ojalá hubiera tenido más escenas).
Que quede claro: Sisters relata una mediocre historia integrada por personajes huecos, añejos clichés, y caprichos de la guionista. Pero no saben cómo me hizo reír.
Las grandes escenas "cómicas" de Sisters casi siempre fracasan. Algunos ejemplos: el incidente de la bailarina de cuerda; los desvaríos del "class clown" que se droga accidentalmente (interpretado por Bobby Moynihan); y la arrogancia de los futuros dueños de la casa (Britt Lower y Santino Fontana, de Crazy Ex-Girlfriend). Sin embargo, las auténticas risas florecen en los intersticios de la trama, donde Fey, Poehler, y demás "invitados" (incluyendo a Greta Lee, Rachel Dratch, Maya Rudolph, Kate McKinnon, Jon Glaser, John Lutz, Heather Matarazzo, Sue Galloway y hasta el luchador John Cena) añaden espontáneos comentarios o detalles muy graciosos, que incluso resultan útiles para el desarrollo de sus respectivos personajes.
Con esto tampoco quiero insultar a Paula Pell. Muchos de sus conceptos funcionan, como el graciosamente patético personaje de John Leguizamo; la escena de "That looks amazing on you"; y la cálida indiferencia de los padres, interpretados por James Brolin y Dianne Wiest (quienes, por cierto, también aparecen como patriarcas de una familia problemática en la serie televisiva Life in Pieces; ¿cuál proyecto habrá surgido primero?). De hecho, creo que en este caso el trabajo de Pell consistió en crear una historia simple que pudiera navegar "en piloto automático", permitiendo que el director Jason Moore (Pitch Perfect) y el brillante elenco tuvieran el entorno apropiado, fértil y flexible, para crear este estilo de comedia libre y semi-improvisada. Probablemente esto fue lo que intentaron los realizadores de la reciente Dirty Grandpa, pero sin el apoyo de tantos veteranos comediantes con precisos instintos humorísticos. Eso es lo que pasa cuando se amparan al talento de Zac Efron.
Hablando de lo cual, será bueno advertir que Sisters es en ocasiones tan vulgar como Dirty Grandpa; pero al mismo tiempo me pareció interesante comparar los resultados. Por ejemplo, las incontables groserías y "vaginas" de Robert De Niro, no se comparan con un oportuno "Shitters!" de Tina Fey. Supongo que son diferentes tipos de talento, y el secreto está en encontrar la compatibilidad correcta entre artista y material.
Como dije al principio, Sisters es una mala película en el sentido tradicional, pero una sólida comedia por cumplir su simple misión de hacernos reír (afirmación muy subjetiva). Más que contar una historia "graciosa", es una excusa para arrojar al espectador incontables micro-"sketches", con una tasa de risas/quejidos que fue bastante positiva en mi caso particular. No sé si lo será para los demás, pero los fans de Fey, Poehler y sus colaboraciones en SNL tal vez encontrarán suficientes aciertos para hacer Sisters recomendable. O quizás el atractivo de la cinta está limitado a los viejos como yo que estamos en una situación similar de "suddenly forties".
Calificación: 7.5

IMDb

Friday, March 25, 2016

Batman vs. Superman: El Origen de la Justicia (Batman v Superman: Dawn of Justice)



Síntomas: Después de la tremenda destrucción ocasionada por la invasión de los kryptonianos (como vimos en Man of Steel), muchas personas creen que Superman (Henry Cavill) es una amenaza, y no un héroe. Una de esas personas es Bruce Wayne (Ben Affleck), quien desde luego tiene un plan para erradicar tal amenaza. Pero, ¿será posible que alguien más esté manipulando esa rivalidad?

Diagnóstico: Ya bien entrada la segunda hora de Batman vs. Superman me di cuenta de que la mejor manera de disfrutarla (o al menos apreciar sus esporádicos aciertos) es olvidar por completo los comics originales. Si logramos ignorar casi ochenta años de historia y evolución de estos personajes, no sufriremos las continuas inconsistencias de un Superman frío y cruel, o de un Batman que no es detective, ni tiene objeción en matar villanos cuando sea conveniente. Tampoco notaremos la transformación de la audaz reportera Lois Lane en una patética "damisela en peligro". Y Lex Luthor... olviden que alguna vez fue el más corrupto presidente de los Estados Unidos; en Batman vs. Superman Luthor es simplemente Mark Zuckerberg con déficit de atención y el peinado de American Ultra.
Claro, dejando a un lado los comics la cinta parecerá más tolerable, pero tampoco se volverá buena. No hay que esperar milagros.
La primera media hora de Batman vs. Superman establece adecuadamente las múltiples tangentes narrativas que conducirán a no una, sino dos magnas peleas repletas de destrucción y efectos especiales (no se preocupen; varias veces se nos confirma que "los muelles están desiertos" o "la ciudad fue evacuada", para evitar los mismos errores genocidas de Man of Steel).
La motivación de Bruce Wayne para odiar a Superman parece más o menos justificada, siempre y cuando no intente averiguar lo que realmente ocurrió en la batalla de Metrópolis... y todos sabemos que Batman no investiga (recuerden que no es el Batman de los comics). Por su parte, Clark Kent desobedece constantemente las órdenes del editor Perry White (Laurence Fishburne) y, en vez de escribir una columna deportiva, insiste en reportar las cuestionables actividades del "murciélago de Gotham" que toma la ley en sus propias manos. Pero antes de que Wayne señale la hipocresía de esa actitud, conocemos a la Senadora Finch (Holly Hunter), empeñada en clarificar la posición política de Superman, así como los lineamientos que deberá seguir cuando intervenga en asuntos internacionales. Mientras tanto, en el fondo del Océano Índico, unos niños encuentran una misteriosa roca verde...
Y así procede Batman vs. Superman a lo largo de dos horas y media, avanzando a saltos y empujones entre horribles agujeros lógicos, escenas pobremente estructuradas, y planas actuaciones que rara vez inspiran emoción alguna (ese momento romántico entre Clark y Lois en la tina del baño está al nivel de las galletas de animalitos en Armageddon). Hablando de eso, Ben Affleck probablemente ofrece la mejor actuación de Batman vs. Superman, lo cual no es decir mucho. Henry Cavill continúa su inexpresivo "estilo"; Jeremy Irons es demasiado seco como Alfred Pennyworth; y mejor ni hablar de Jesse Eisenberg como el peor Lex Luthor jamás representado en la pantalla... y estoy incluyendo en esa comparación a Kevin Spacey (de Superman Returns) y Lyle Talbot (de Atom Man vs. Superman, el clásico serial de 1950).
La única que sale bien librada (más o menos) es Gal Gadot como Diana Prince; sigo pensando que fue una terrible selección para ese papel, pero su actuación evoca un poco del misterio y pasión que distingue al personaje.
La dirección de Zack Snyder me pareció sobria y disciplinada, libre de distracciones estilísticas, pero con suficiente energía para hacer las batallas visualmente interesantes... aunque la idea de filmarlas de noche no ayudó mucho a la claridad de los eventos. Claro que de día no hubieran lucido tanto las explosiones ni los rayos que emite... eh... bueno, alguien emite rayos, aunque no debería emitirlos.
Lo cual nos lleva al libreto de Chris Terrio y David S. Goyer, perpetuando su mala costumbre de "arreglar" la mitología de DC, alterándola sólo porque pueden, y no porque realmente la estén mejorando. Por eso es mejor olvidar los comics; Snyder, Goyer y Terrio son profesionales del cine y saben lo que hacen. Y si no nos gusta su visión fúnebre y agresiva, sólo estamos confirmando nuestra inmadurez como fanboys (asumo que algo así dijeron los ejecutivos de Warner Bros. para justificar el solemne tono de esta cinta, diametralmente opuesto a los proyectos de Marvel Studios).
Para ser honestos, Batman vs. Superman no fue el desastre que muchos esperábamos, aunque tampoco hizo justicia (je, je) al gran encuentro de estos legendarios personajes. Y al menos intentó añadir resonancia dramática explorando las connotaciones religiosas y sociales del vigilantismo y el "falso dios" que camina entre los humanos (no son ideas muy novedosas, y de hecho el mismo Snyder las examinó con mejores resultados en Watchmen, con ayuda de Rorschach y el Dr. Manhattan). A fin de cuentas creo que puedo darle a Batman vs. Superman una tenue recomendación por sus aspectos visuales y por las ocasionales escenas que resaltan (por ejemplo, Bruce Wayne conduciendo por las calles de Metrópolis, o la pelea inspirada por The Dark Knight Returns, o la pesadilla que sugiere futuros horrores al estilo de Jack Kirby); aunque francamente no me quedaron ganas de verla otra vez. Y para los que simplemente no pueden ignorar el legado literario de Batman y Superman, recomiendo buscar las múltiples cintas directas a vídeo del Universo Animado de DC, donde realmente "viven" los personajes de los comics (algunas de mis favoritas: Batman: Year One, All-Star Superman y Superman/Batman: Public Enemies). La animación no es muy buena, y la voces no siempre complementan a los personajes, pero sus realizadores respetan el espíritu de las aventuras impresas porque saben que ahí radica su mayor fuerza. No en cambiar todo para simular creatividad y al mismo tiempo pisotear décadas de historias que no cuentan porque "eran para niños". Por eso me da gusto que nadie esté haciendo películas de Image Comics o Dark Horse...
Calificación: 7 (siento que en muchos aspectos merece 6, pero la mezcla total fue suficientemente entretenida para subir un punto)

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Wednesday, March 23, 2016

Pee-wee's Big Holiday



Síntomas: Pee-wee Herman (Paul Reubens) vive feliz en el apacible pueblo de Fairville, pero la visita de un misterioso extraño le hace ver que no ha vivido suficiente, y que puede haber cosas interesantes fuera de su pequeña comunidad. Entonces Pee-wee emprende el viaje a Nueva York, listo para enfrentar cualquier aventura. Y ciertamente las encontrará.

Diagnóstico: Tengo la teoría de que el entretenimiento infantil contemporáneo, repleto de bizarros conceptos, grotescos personajes y humor travieso, se originó con dos hitos culturales de los ochentas: Ren & Stimpy, y Pee-wee's Playhouse. Ambas series presentaron una refrescante alternativa a los ultra-comercializados productos de moda (desde Masters of the Universe hasta The Smurfs) que básicamente eran anuncios de juguetes con terrible animación (como bien satirizó Community en aquel memorable episodio). Por el contrario, Ren & Stimpy y Pee-wee's Playhouse ofrecieron nuevas ideas, desbordante creatividad, y un sentido del humor tan subversivo que ahora parece mentira su transmisión en el horario tradicional de los sábados por la mañana.
Para bien o para mal, Ren & Stimpy nunca rebasó el nicho "de culto", pero Pee-wee's Playhouse extendió su éxito a dos populares películas (Pee-wee's Big Adventure y Big Top Pee-wee) antes de hibernar durante un par de décadas... probablemente por culpa de ciertas "indiscreciones" personales cometidas por Paul Reubens, el creador y alter-ego de Pee-wee. Sin embargo en el nuevo siglo Pee-wee resucitó con un exitoso espectáculo en Broadway, rumores de un "spin-off" televisivo, y ahora con una nueva película producida por Judd Apatow, donde Reubens se pone de nuevo el traje gris y la corbata roja para darle vida a este perenne niño-adulto. Y aunque Pee-wee's Big Holiday hace muchas cosas bien, a fin de cuentas me pareció plana y simplona, carente de las emociones, exuberante humor y desbocada genialidad que distinguieron a sus predecesoras.
Para empezar, no sé cuál será el público de esta nueva película. Dudo mucho que los niños modernos, habituados a las estridentes caricaturas de Disney Channel y Nickelodeon, y al empalagoso CGI de Pixar, estén interesados en las modestas aventuras "live action" de Pee-wee Herman, una reliquia cultural que, en el mejor de los casos, algunos de sus padres disfrutaron (o repudiaron, lo cual también sería válido). Por su parte, los adultos "Gen-Xers" y modernos hipsters que podrían apreciar el factor nostálgico (ya sea sincero o irónico) probablemente se aburrirán con el insípido libreto de Reubens y Paul Rust, el cual sigue de cerca la estructura de Pee-wee's Big Adventure, pero sin alcanzar el mismo nivel de humor o surrealismo. Pee-wee's Big Holiday es como una copia de quinta generación, vagamente reconocible por su apariencia general, pero sin el vibrante color de la versión original.
La clásica fórmula de "road movie" (motivada por el cumpleaños de un amigo en Nueva York) pone a Pee-wee en contacto con un desfile de pintorescos personajes, incluyendo tres agresivas criminales, una mujer con un coche volador (Diane Salinger, quien interpretó a Miss Simone en Pee-wee's Big Adventure), un anciano granjero muy celoso de sus nueve hijas, un lacónico "hombre del bosque", y una comunidad "Amish" (entre muchos otros); y, en la mayor parte de los casos, los encuentros resultan en: nada. La historia no progresa; simplemente salta de locación a locación sin estructura ni propósito; Pee-wee no aprende nuevas lecciones de vida al interactuar con este muestrario de clichés culturales; y, como dije antes, ni siquiera genera las risas indispensables para justificar la existencia de la cinta.
La única excepción (demasiado esporádica, desafortunadamente) es la sub-trama de las mujeres criminales. Jessica Pohly, Alia Shawkat y Stephanie Beatriz interpretan una pandilla femenina inspirada por las películas de Russ Meyer (en particular Faster, Pussycat! Kill! Kill!), cuyos disparatados planes y arcaicos diálogos inyectan muy necesaria energía a Pee-wee's Big Holiday, mostrándonos por fugaces momentos lo que debería haber sido esta película: una genuina evolución de Pee-wee, apta para niños, pero con suficiente irreverencia para entretener a los adultos. Esa dualidad de niveles y actitud fue lo que convirtió a Pee-wee Herman en una figura icónica; desafortunadamente el director John Lee y el productor Judd Apatow dejaron pasar una gran oportunidad de adaptarlo a la época moderna, sin sacrificar su espíritu original.
A pesar de todo eso, los breves momentos que funcionan en Pee-wee's Big Holiday, junto con el excelente diseño de producción y ágil ritmo podrían ofrecer el mínimo entretenimiento necesario para sobrellevar noventa minutos de inofensiva narrativa. Y, como se estrenó en Netflix, no hace falta salir de casa ni gastar dinero para verla, así que podría darle la más escueta recomendación "por los viejos tiempos", y no porque realmente me haya dejado satisfecho. Para eso, mejor buscaré los viejos episodios de Pee-wee's Playhouse (convenientemente también en Netflix), donde aún subsisten aquellos estrafalarios personajes, vistosa animación y maniático humor que solo podía existir en los ochentas. Lástima que el día de hoy la palabra secreta fue "mediocre".
Calificación: 6.5

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Monday, March 21, 2016

Ava's Possessions



Síntomas: La joven Ava (Louise Krause) fue víctima de posesión satánica durante un mes, hasta que el espíritu invasor fue exitosamente exorcizado por un sacerdote. Pero los problemas de Ava apenas comienzan: por culpa de la posesión perdió su empleo, su novio y sus amigas. Y además, cometió crímenes que podrían enviarla a la cárcel... a menos que acepte participar en una terapia especial creada para individuos con similares experiencias.

Diagnóstico: Por fin, un ángulo nuevo para el viejo estándar de la posesión satánica. Ava's Possessions comienza donde otras películas terminan: el estoico Padre Merrino (John Ventimiglia) logró expulsar al demonio Naphula (Erik Potempa) y Ava quedó libre de su perversa influencia. Sin embargo no es tan fácil volver a la normalidad, pues la joven y su familia tendrán que afrontar las consecuencias prácticas y psicológicas de la posesión.
El director/guionista Jordan Galland establece una situación realista (con un par de excepciones), combinando sutil humor con un provocativo misterio que impulsa la trama y asigna motivación a la protagonista. Este misterio pierde el rumbo de vez en cuando, pero afortunadamente no es el punto principal de la película. Lo importante es descubrir cómo la terrorífica experiencia de Ava alteró su percepción del mundo y le otorgó nuevas cualidades que resultarán útiles cuando la joven investigue sus actividades durante aquel "mes perdido": a quién conoció, por qué la odia tanta gente, y de dónde salió un misterioso reloj que encontró en su departamento. ¿Exactamente qué hizo Naphula mientras controlaba el cuerpo de Ava?
Al mismo tiempo seguimos el proceso de la "terapia" (la excepción al realismo antes mencionada... dudo que la policía real tome en serio "posesión satánica" como factor atenuante de un crimen), que a primera vista funciona como cualquier grupo de soporte: las víctimas sobrevivientes comparten historias, reciben asesoría sobre su re-integración a la sociedad, y crean amistades con personas que vivieron la misma situación. Ah, y también invocan a los demonios que los poseyeron, para entrenarse a expulsarlos sin necesidad de intervención eclesiástica.
Todas estas sub-tramas eventualmente se fusionan de ingeniosa manera, llevándonos a un desenlace satisfactorio que respeta el carácter establecido de los personajes. Lo único que no me gustó fue la adición de un "twist" final, obviamente incorporado para satisfacer las expectativas del género, y no porque la historia realmente lo necesite.
Por el lado de los actores, Louisa Krause aborda el papel principal con un sólido balance entre fortaleza interna y cínica apatía, lo cual explica su facilidad para asimilar los obstáculos y oportunidades que encuentra durante su investigación. También merece mención Annabelle Dexter-Jones en el papel de Hazel, la excéntrica amiga que Ava conoce en las sesiones terapéuticas. La experiencia de la posesión fue muy distinta para Hazel, y funciona como comentario social con tintes feministas, o quizás como simple "comic relief", según como quieran interpretarlo. Lo importante es que Dexter-Jones logra que las horribles decisiones de su personaje se sientan lógicas dentro de su peligrosa irracionalidad.
Ava's Possessions también incluye rostros famosos del género fantástico para humanizar algunos importantes roles secundarios. Entre ellos: William Sadler (veterano con cuarenta años de carrera en películas que van desde Freaked hasta Iron Man 3) como el desesperado padre de Ava, dividido entre el amor por su hija y el temor a una reincidencia que podría ser fatal para el resto de la familia; Carol Kane como siniestra vendedora de artículos esotéricos; y Whitney Able (All the Boys Love Mandy Lane, Monsters) como la hermana de Ava que ofrece apoyo moral después de la posesión.
En general disfruté bastante Ava's Possessions y puedo darle una merecida recomendación gracias a la creativa premisa que combina humor, drama y personajes interesantes, demostrando que aún hay cosas nuevas por explorar en el monótono y fatigado sub-género de la posesión satánica. También conviene advertir que el reducido presupuesto de esta producción le da un toque semi-amateur; y que el peculiar estilo visual empleado por el cinematógrafo Adrian Correia (bañando los escenarios con luces de colores, como si fueran los ochentas) no siempre compagina con la gravedad de los temas manejados. Aún así Ava's Possessions fue una agradable muestra de cine "indie" (me cuesta trabajo llamarla "horror") que no se toma muy en serio, aunque tampoco ignora su compromiso con el espectador que acepte sus retos narrativos. ¿Quién hubiera creído que lo más interesante de una posesión no serían los gritos y contorsiones, sino los muy humanos problemas que vienen después del exorcismo?
Calificación: 8.5

IMDb

Saturday, March 19, 2016

Un Hombre Irracional (Irrational Man)



Síntomas: El deprimido y semi-alcohólico profesor de filosofía Abe Lucas (Joaquin Phoenix) proyecta una seductora imagen de "chico malo" e "intelectual torturado" que resulta irresistible para algunas mujeres. Entre ellas: Jill Pollard (Emma Stone), su estudiante estrella; y Rita Richards (Parker Posey), profesora de química atrapada en un matrimonio infeliz. Sin embargo Abe necesitará algo más estimulante para recuperar su pasión por la vida.

Diagnóstico: Inicialmente pensé que Un Hombre Irracional sería otra fantasía privada de Woody Allen sobre un fascinante hombre maduro que seduce a una joven inocente (aunque en esta ocasión la musa en turno sea Emma Stone en vez de Scarlett Johansson, Penélope Cruz o Evan Rachel Wood). Y, en efecto, hay algo de eso. Sin embargo mi baja expectativa se vio recompensada por una historia mucho más ambiciosa y creativa, no exenta de problemas, pero definitivamente superior a los recientes dramas de Allen. De hecho, Un Hombre Irracional me recordó su "periodo existencial", y fácilmente ubicaría esta nueva cinta al mismo nivel de semi-clásicos como Crimes and Misdemeanors y Match Point.
La inestable combinación de thriller filosófico y comedia romántica quizás alejará a algunas personas, pero eso no impide admirar el competente libreto (escrito por el propio Allen, como siempre), estrictamente lógico y al mismo tiempo caprichoso, con inesperados giros y cambios de tono que desafían géneros sin violar el carácter de la obra.
Un momento... ¿"Thriller filosófico"? ¿Qué demonios es eso? Es difícil responder sin revelar puntos importantes de la trama, pero básicamente se trata de una historia que, en manos de otro director, hubiera resultado muy distinta... quizás apropiada para el estilo de Liam Neeson o Nicolas Cage. Sin embargo Woody Allen desecha los clichés del thriller convencional para enfocarse en la psicología de un protagonista paralizado por su intelecto, así como en sus volubles relaciones con mujeres que representan (o complementan, según como quieran verlo) distintos aspectos de su propia neurosis. Claro, la película cuenta con ese tono un poco teatral y rebuscado, tan propio de Allen; pero no importa, pues en esta ocasión cuenta con una excelente historia para respaldarlo.
Y también excelentes actores. Emma Stone y Parker Posey asimilan perfectamente la cadencia de los complejos diálogos de Allen, recitándolos con precisión pero sin dejar que la técnica sofoque las paradójicas emociones que expresan. Por su parte, Joaquin Phoenix rompe ese ritmo con una actuación casual y difusa, pero no por ello menos creíble. La combinación me pareció brillante, humanizando lo que podría haber sido una seca lección de "estrategias éticas" (como el profesor Lucas describe sus irreverentes clases de filosofía).
Hablando de eso, a veces irritan un poco las constantes citas de célebres filósofos y pensadores como Engel, Kierkegaard y desde luego Sartre. Parecería que Allen quiere presumir su vasta cultura y trascendente visión; pero todas esas frases funcionan al mismo tiempo como parte integral de la trama, explicando la motivación de Lucas y sus peculiares decisiones (por no mencionar su valor satírico cuando descubrimos hacia dónde se dirige la película).
Y ya que entramos en quejas, tampoco me gustó el uso de dos narradores. A lo largo de Un Hombre Irracional escuchamos de vez en cuando las voces de Abe y Jill exponiendo sus respectivos puntos de vista... y uno de ellos sale sobrando. La narración de Abe tiene sentido porque revela sus más íntimos secretos y pensamientos, los cuales no compartiría con nadie. Pero la narración de Jill simplemente repite lo que estamos viendo en la pantalla, y no contribuye a la historia. Además, Emma Stone es tan buena actriz que su elocuente rostro transmite todas las emociones necesarias, y no necesita describirlas por separado en su propia narración.
En cuanto a la música... la música está bien, aunque tampoco encaja con el tono de la historia. O quizás fue intencional; como sea, parece extraño acompañar un relato sombrío con el alegre jazz que tanto le gusta a este director.
Ya fueron muchas quejas y elogios contradictorios, pero les aseguro que Un Hombre Irracional me gustó bastante y la recomendaría por igual para fans de Woody Allen que conocen los ocasionales desplantes de este cineasta, y para el público casual que quiera ver algo distinto, no necesariamente comercial, pero sin duda profundo y satisfactorio. Además, Un Hombre Irracional podría servir como estímulo para sumergirse un poco en las turbias aguas de la "filosofía continental". En caso de que estén demasiado felices y necesiten un poco de "ennui" para balancear sus vidas.
Calificación: 9

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Friday, March 18, 2016

Divergente La Serie: Leal (The Divergent Series: Allegiant)



Síntomas: Después de descifrar el mensaje secreto de "Los Fundadores", Tris Prior (Shailene Woodley) y sus amigos intentan escapar de la ciudad amurallada de Chicago, pero la nueva líder Evelyn (Naomi Watts) tiene otros planes.

Diagnóstico: Luego de la insoportable tortura de Insurgent, no tenía ganas de ver Leal. Pero bueno... quizás la tercera tendría más sustancia, y no niego haber sentido curiosidad por saber qué encontrarían los héroes en el exterior de la ciudad amurallada.
Para mi sorpresa, los primeros veinte minutos de Leal me estaban gustando. Ya no había tanto melodrama artificial ni "conspiraciones" ridículamente transparentes; y hasta la exploración del "mundo exterior" se perfilaba como un regreso a la ciencia ficción que la serie jamás había tomado en serio. De hecho, esos veinte minutos parecían el preludio de una moderna versión de Logan's Run.
Desafortunadamente en ese punto Leal da una vuelta sobre sí misma y, como una Banda de Möbius, vuelve a empezar. De nuevo encontramos una utópica sociedad con un oscuro secreto; un líder cordial y comprensivo que en realidad es el villano (¿a quién le importan los spoilers a estas alturas? Todo es tan predecible que ni las muertes de algunos personajes se sienten como sorpresa; si alguien sonríe, probablemente está a punto de morir). Y nos enteramos de que Tris no solo es especial, sino súper-especial. Todo ello acompañado por otro aburridísimo desfile de escenas de "acción" sin relevancia alguna para la trama; pero eso sí, adornadas con efectos especiales aparatosos y graciosamente sobre-diseñados.
En resumen: otra película sin pies ni cabeza, donde las cosas ocurren por capricho de los guionistas (o de la autora de las novelas; tampoco me interesa investigar el origen de las terribles decisiones que condujeron a esta costosísima farsa). El truco general del libreto es contradecirse constantemente. Tris es una mujer valerosa y sensata, hasta que hace falta que se convierta en idiota para tragar las mentiras del villano. La tecnología futurista es prácticamente mágica... pero Four (Theo James) resuelve todo a golpes, porque es lo único que sabe hacer. Y aunque finalmente se revela el (absurdo) origen de las facciones y su (cuestionable) propósito, no resuelve nada por ser tan genérico y arbitrario (otro spoiler: todo se reduce a "manipulación genética", un término perfectamente vago para explicar todo sin explicar nada).
Lo peor es que Shailene Woodley, el único atributo de esta terrible saga, ni siquiera alcanza el mismo nivel de energía y convicción que la hicieron medianamente pasable en los dos previos fiascos. Su actuación es aún más pasiva que en Insurgent; ya sea durante los momentos de acción o los huecos intentos de drama, cuando antagoniza (temporalmente) a sus amigos.
Creo que aquí se terminó mi curiosidad. Al parecer falta otra película (Ascendant), pero dudo mucho verla (a menos que no haya otro estreno en ese fin de semana); incluso me arrepiento de haber gastado mi tiempo en Leal. Por otro lado, su excelsa mediocridad hizo que la saga de Maze Runner pareciera tan profunda como Blade Runner, y que el "comentario político" de The Huger Games se sintiera como un discurso de Martin Luther King.
Hace un año Insurgent parecía el punto más bajo de esta saga. Sin embargo Leal confirma que no existe el fondo, y siempre hay oportunidad de hacerla más monótona e insulsa. Y no creo que sea simplemente mi condición de "viejito amargado"; hasta parece que el director Robert Schwentke se dio por vencido y dejó la película en manos de los artistas de efectos especiales. "Hagan lo que quieran; entre más dinero gasten, mejor". Sobra decir que será un éxito de taquilla.
Calificación: 3

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Tuesday, March 15, 2016

Southbound



Síntomas: Cinco historias cortas de horror y violencia ubicadas en el árido suroeste de los Estados Unidos. En la primera, dos individuos de sospechosa apariencia escapan a alta velocidad por la interminable carretera mientras extrañas figuras los observan desde el desierto. En la segunda, tres chicas con una camioneta descompuesta aceptan ayuda de una amistosa pareja madura, que desde luego no son lo que aparentan. La tercera sigue a un hombre que trata de ayudar a una víctima de atropellamiento en la carretera, con inesperados resultados. La cuarta historia muestra a un hombre en desesperada búsqueda de su hermana desaparecida años atrás. Y en la quinta, el hogar de una familia es invadido por tres intrusos con mortales intenciones.

Diagnóstico: Después de ver Southbound me quedé con la sensación de haber visto una película incompleta. Entonces decidí verla de nuevo (lo cual casi nunca hago antes de escribir estas críticas) y, en efecto, la segunda visita me ayudó a llenar los huecos y a "entender" mejor las intenciones de los cineastas. No sé si será justo recomendar esa “doble exposición” para apreciar los indudables atributos de Southbound (aunque probablemente habrá espectadores inteligentes que le entenderán desde la primera vez); solo quise mencionarlo como advertencia.
Con eso fuera del camino regresemos a la película en cuestión. La primera historia (The Way Out, dirigida por el colectivo Radio Silence) es la más breve, y no pierde tiempo para establecer el tono cruel y perturbador de la antología, así como un negro sentido del humor que me recordó los finales de The Twilight Zone. El diseño de producción brilla en este segmento, y aunque algunos efectos digitales flaquean un poco, fue sin duda un buen comienzo... aunque desde aquí empieza a notarse la falta de contexto para aclarar las múltiples incógnitas que esconde la cinta. La segunda historia (Siren, dirigida por Roxanne Benjamin) es la más "normal", con tres muchachas tratando de descifrar el secreto que oculta la amable pareja que las recogió en la carretera. El final me pareció bastante flojo, pero se liga muy bien con el siguiente relato. La tercera historia (The Accident, dirigida por David Bruckner) luce el "gore" más extremo de la antología y lo respalda con la abrumadora angustia que experimenta el protagonista, retándonos a pensar si podríamos hacer lo mismo en su lugar. La cuarta historia (Jailbreak, dirigida por Patrick Horvath), me pareció demasiado simple y carente de impacto; sin embargo es la que más pistas ofrece para resolver el gran rompecabezas de Southbound. Finalmente, The Way Out (dirigida también por Radio Silence) retoma elementos de la primera historia para "cerrar el círculo"... aunque aún así tendremos que deducir el resto del enigma por nuestra cuenta. Ah, olvidé señalar el elemento recurrente en todas las historias: un "DJ" radial (voz de Larry Fessenden) cuyos monólogos pseudo-existenciales nos advierten sobre las consecuencias del pecado y la redención (y, en efecto, si hubiera puesto más atención a estos esporádicos discursos probablemente no hubiera tenido que ver Southbound dos veces).
Los actores prácticamente desconocidos cumplen su función con decoro, sobre todo en lo que respecta a complementar los superficiales personajes con un poco de pasión y humanidad, pues los libretos no invierten suficiente tiempo en desarrollarlos adecuadamente. Sé que la brevedad de los cortos obliga a los directores a economizar tanto como sea posible, pero la construcción de los personajes no debería tomarse como un paso opcional o desechable; quizás ganan tiempo, pero pierden la conexión emocional con el espectador.
Aunque los segmentos individuales varían mucho en calidad, Southbound terminó gustándome más por su consistencia global, lo cual resultó en una experiencia narrativa más profunda que el arbitrario desfile de estilos y técnicas presentes en otras compilaciones de terror. Habiendo dicho eso, me gustaron más otras recientes muestras de este sub-género, como Tales of Halloween, A Christmas Horror Story y la trilogía de V/H/S. No obstante puedo recomendar Southbound por la elevada ambición que nos pone a pensar, y por demostrar el auténtico potencial del formato antológico, que casi nunca se aprovecha de esta manera. En el más literal sentido, Southbound me pareció más que la suma de sus partes.
Calificación: 7

IMDb

Monday, March 14, 2016

Nina Forever



Síntomas: La muerte de su novia Nina (Fiona O'Shaughnessy) afectó tanto al joven Rob (Cian Barry) que intentó suicidarse. Pero, unos meses después, está suficientemente recuperado para iniciar un tentativo romance con Holly (Abigail Hardingham), y la relación resulta benéfica para ambos. Sin embargo al poco tiempo enfrentan un enorme obstáculo, cuando el fantasma de Nina regresa para arruinar sus momentos más... "íntimos".

Diagnóstico: Nina Forever es la segunda película de terror reciente que emplea un contexto sobrenatural para examinar los problemas de una ex-novia demasiado posesiva. La primera fue Burying the Ex, pero su tono general era más humorístico y juguetón, mientras que Nina Forever emplea metáforas profundas y resonantes en la forma de un sangriento fantasma desnudo que aparece durante los actos sexuales de Rob y Holly. Claro, también hay generosas porciones de humor negro en dicha premisa, pero los directores/guionistas Ben y Chris Blaine abordan sensiblemente el concepto de la "viudez", así como la difícil tarea de olvidar a la ex-pareja para comprometerse de lleno con una nueva persona. Aunque "olvidar" no es la palabra correcta; de hecho, ahí radica el nudo dramático de Nina Forever. Durante su largo noviazgo, Nina formó parte esencial de la vida de Rob, y la presencia de Holly jamás logrará borrarla, por sincero e intenso que sea este nuevo amor. Entonces, ¿como pueden ignorar esa (literal) presencia que invade y transforma cada momento de la incipiente relación?
Eso es lo que deben averiguar los personajes mientras afrontan los bizarros retos de su "triángulo romántico". Y aunque sus decisiones no siempre parecen lógicas o siquiera racionales, los actores Abigail Hardingham, Cian Barry y Fiona O'Shaughnessy expresan sentimientos intensos y realistas, sumergiendo al público en la confusa (y sin duda macabra) situación.
Por su parte, los directores utilizan un interesante estilo narrativo, alejándose de los clichés del terror para contar la historia con elegantes juegos cronológicos que a veces invierten el orden normal de algunas escenas (es decir, primero vemos la consecuencia y luego la causa). De vez en cuando se siente como una afectación, pero en general contribuye a subrayar las contradicciones del mórbido romance, y a generar suspenso que de otra manera no existiría, pues el horror es más cerebral que físico. Nina no es el tradicional "fantasma vengativo" del cine asiático, sino algo más trágico y complejo, imposible de reducir a un estereotipo del cine de terror.
Y, bueno, no puedo dejar de mencionar las escenas sexuales donde el trío encuentra sus más difíciles momentos. Los Hermanos Blaine crearon una atmósfera simultáneamente triste, sensual y perturbadora que seduce al espectador al mismo tiempo que lo repele (aunque aquí entrarán en juego los fetiches personales... no estoy juzgando). Me recordó las escenas oníricas de la extraña cinta Excision... aunque con mayor validez dramática.
A fin de cuentas Nina Forever funciona mejor como drama romántico que como cinta de terror, pues si bien su grotesca estética la ubica en este género, los temas psicológicos que maneja son suficientemente universales para trascender el simple nicho "gore". Los actores merecen aplauso por su fino control de difíciles emociones, y los directores se perfilan como intrigante adición al moderno cine fantástico; ojalá encuentren proyectos futuros con igual inteligencia y creatividad.
Seguramente Joe Dante jamás consideró este enfoque psico-sexual al realizar Burying the Ex, pero eso no significa que ambas perspectivas carezcan de validez; a veces el romance termina como tragedia, y a veces como comedia. Lo importante es reconocerlo a tiempo y prepararse para las repercusiones emocionales que nos perseguirán después.
Calificación: 9

IMDb

Saturday, March 12, 2016

Descubriendo una Estrella (Rock the Kasbah)



Síntomas: Hace muchos años el veterano representante musical Richie Lanz (Bill Murray) manejaba a las grandes figuras del rock, pero ahora apenas sobrevive engatusando clientes despistados con irreales sueños de fama. Entonces surge la oportunidad de incluir a Ronnie (Zooey Deschanel), su única cantante más o menos competente, en una gira por Afganistán para entretener a las tropas; sin embargo la gira se descarrila casi de inmediato, dejando a Richie varado en un país hostil, donde su cuestionable habilidad para reconocer talento no sirve para nada. ¿O acaso encontrará una futura estrella en el lugar menos esperado?

Diagnóstico: Después de varios fracasos críticos y comerciales (incluyendo Envy y What Just Happened), el legendario director Barry Levinson me sorprendió con The Bay, uno de los mejores pseudo-documentales de terror que he visto en años recientes, lo cual demostró que el cineasta aún tenía algunos trucos bajo la manga. Desafortunadamente ahora, con Descubriendo una Estrella, Levinson es nuevamente víctima de la torpeza narrativa e irregular tono que arruinó sus recientes obras, a pesar de contar con un competente elenco y una provocativa idea "inspirada en hechos reales" cuya fuerza emocional se pierde entre la confusa estructura de esta agotante película.
Quizás el principal problema de Descubriendo una Estrella sea su libreto saturado de personajes y situaciones inverosímiles que tardan demasiado en constituir una historia coherente. El asunto central de la película llega hasta el tercer acto, de modo que tiene poco tiempo para desarrollarse, y apenas justifica la previa hora dedicada a la forzada sucesión de eventos que llevaron a Richie hasta Afganistán, donde se involucra con las milicias locales.
No niego que existe cierto ingenio en esa incongruente cadena de coincidencias y malas decisiones, pero la edición y ritmo son tan pobres que nunca alcanzan ese auténtico flujo orgánico que debería llevarnos lógicamente de una escena a otra. En Descubriendo una Estrella las cosas ocurren por simple capricho del guionista Mitch Glazer, quien nunca logró (o no le interesó) conectarlas adecuadamente: Richie viaja a Afganistán con Ronnie. Ronnie lo abandona. Richie conoce a un mercenario llamado "Bombay" Brian (Bruce Willis). Richie conoce a un par de traficantes de armas. Richie conoce a Marci (Kate Hudson), una elegante prostituta norteamericana. Richie se involucra con las tribus locales. Richie escucha una misteriosa voz en el desierto.
Como dije, las piezas del rompecabezas se conectan al final; pero eso no significa que la experiencia mejore sustancialmente. Creo que le faltó mucho trabajo al libreto (al menos dos o tres revisiones para afinar detalles y encontrar mejor balance entre sus dispares elementos). Y lo mismo podría decir de la edición... aunque tampoco culparía al editor Aaron Yanes, pues a veces no existe el material necesario para rescatar una película.
Esto nos deja a la merced de Bill Murray, Bruce Willis, Zooey Deschanel, Kate Hudson, Danny McBride, Scott Caan, Fahim Fazil y Leem Lubany para redimir la experiencia... lo cual solo consiguen parcialmente. Todos tienen una que otra buena escena, pero su trabajo conjunto se siente tan fragmentado como el drama, así que apenas arrancan la ocasional sonrisa o despiertan esporádico interés por sus mal dibujados personajes.
Supongo que Descubriendo una Estrella se realizó con aspiraciones satíricas, y ciertamente la merecen las instituciones que participan en la historia (desde el tráfico de armas hasta la televisión de realidad, por no mencionar la bizarra política exterior de los Estados Unidos), pero sus buenas intenciones no justifican este desastre, que solo recomendaría para los más indulgentes fans que quieran escuchar a Bill Murray cantando Smoke On the Water con letra incorrecta. En lo que respecta a Barry Levinson, entiendo el atractivo que pudo ver en este argumento; desafortunadamente ni su considerable experiencia logró darle una forma interesante o entretenida. O quizás pensó que el encanto de los actores resolvería todos los problemas. Ese es un truco muy viejo que nunca da resultado.
Calificación: 5

IMDb

Friday, March 11, 2016

Londres Bajo Fuego (London Has Fallen)



Síntomas: Los líderes de cuarenta naciones se reúnen en Londres para el funeral del Primer Ministro Británico, lo cual aprovecha un terrorista para ejecutar un complicado ataque que podría cambiar para siempre el balance político del planeta.

Diagnóstico: Hasta que llegué a mi casa y busqué Londres Bajo Fuego en el IMDb me di cuenta de que es una secuela de Olympus Has Fallen, lo cual explica muchas cosas. Para empezar: la trama es tan improbable que necesita ocultar sus enormes agujeros con acción continua, pues de otra manera el espectador corre el riesgo de reconocer la tremenda ridiculez de la premisa.
Pero, bueno... Londres Bajo Fuego no es el tipo de película que resiste un análisis profundo; por el contrario, se trata de uno de esos thrillers de acción con abundantes (y mediocres) efectos especiales, villanos genéricos, y héroes infalibles de incuestionable rectitud porque, obviamente, son norteamericanos. Bueno, también hay algunos ingleses, pero solo porque sería extraño ubicar la historia en Inglaterra sin añadir un par de nativos que apoyen a los auténticos campeones (¿mencioné que son americanos?)
A decir verdad, la primera mitad de Londres Bajo Fuego me estaba gustando a pesar de su decreciente credibilidad. El ataque sobre Londres es bastante impresionante, y aunque las imágenes no son siempre realistas, bastan para impactarnos con su escala y detalle. El director iraní Babak Najafi no es un virtuoso creativo, pero sabe orquestar escenas claras y dinámicas, sin caer en la fácil trampa de los cortes rápidos para hacer más "intensa" la acción. Por el contrario, en muchas ocasiones ubica la cámara lejos de los eventos principales para darnos mejor idea del contexto geográfico y su secuencia cronológica.
Desafortunadamente la segunda mitad reduce la perspectiva a la de un par de personas huyendo por las calles de la ciudad, y ahí es donde Londres Bajo Fuego se vuelve cansada y repetitiva, consistiendo básicamente en una larga persecución donde no hay mucho suspenso ni empuje narrativo. Al menos la clasificación "R" significa que la violencia cuerpo a cuerpo es un poco más encarnizada, con libre flujo de sangre y algunos buenos stunts por parte de los dobles belgas (sí, el "Londres" de Londres Bajo Fuego está interpretado por Bélgica)(excepto las vistas exteriores que están digitalmente manipuladas).
Debí darme cuenta de que estaba viendo la secuela de Olympus Has Fallen porque aquella cinta me pareció un episodio largo de 24, mientras que Londres Bajo Fuego parece un episodio de Homeland, pero no tan bien escrito. Aunque los actores están bien identificados con sus papeles, es difícil encontrar actuaciones realmente buenas. La mayor parte del elenco se limita a recitar sus diálogos con la mínima convicción requerida y dejan que el director los lleve por la ruta del menor esfuerzo. Esto aplica por igual a los "héroes" Aaron Eckhart (el Presidente de los Estados Unidos) y Gerard Butler (el inquebrantable agente del Servicio Secreto Mike Banning), y al ilustre reparto secundario, que incluye a Morgan Freeman, Angela Bassett y Radha Mitchell, repitiendo sus roles de la cinta previa.
Sin embargo, el mayor problema que encontré fue el inesperado trasfondo político de Londres Bajo Fuego, expresado en actitudes ultra-patrióticas que se sienten inapropiadas en el clima cultural contemporáneo. La exaltada arrogancia nacionalista de Stallone en Rambo III o de Schwarzenegger en Commando parecía graciosa en los ochentas; pero en esta secuela toma un cariz agresivo, acercándose a la desesperación por mantener la imagen de "líderes del mundo libre". No sé; tal vez sea la edad, pero ya no me divierten tanto estos despliegues pseudo-imperialistas... a menos que hayan sido satíricos. Quizás esa fue la intención de ciertas escenas, como cuando Gerard Butler declama un apasionado monólogo contra los enemigos de los Estados Unidos... el cual parece muy similar a los discursos de ISIS.
En fin, Londres Bajo Fuego me entretuvo a ratos, y aunque sentí la experiencia total bastante hueca, no me arrepiento de haberla visto. Sin embargo creo que solo la recomendaría para fans del cine catastrófico, que ya extrañaban las obligatorias explosiones y destrucción urbana que no veíamos en la pantalla grande desde The 5th Wave, o San Andreas, o Avengers: Age of Ultron, o Spectre, o Terminator: Genisys, o Maze Runner: The Scorch Trials, o Pixels. Pero esta vez con un virulento barniz patriótico. La demagogia siempre sabe mejor con aderezo de tragedia.
Calificación: 7

IMDb

Wednesday, March 9, 2016

Crouching Tiger, Hidden Dragon: Sword of Destiny



Síntomas: Dieciocho años después de perder al hombre que amaba, Shu Lien (Michelle Yeoh) vive en solitario retiro, pero regresa a su pueblo natal para honrar el fallecimiento de su antiguo maestro. Entonces se entera de que el maligno clan del Loto del Oeste pretende apropiarse de la legendaria espada Destino Verde para tomar control del mundo marcial... y Shu Lien es la única que puede evitarlo. Pero no lo hará sola, y para ello recluta un equipo de eclécticos guerreros y una aprendiz llamada Snow Vase (Natasha Liu Bordizzo), con inmenso potencial pero muy poca paciencia.

Diagnóstico: Lo diré desde el principio: Crouching Tiger, Hidden Dragon: Sword of Destiny no está al mismo nivel de la brillante cinta original del año 2000. Y, francamente, nunca esperé que lo estuviera, así que pude disfrutar esta secuela como una sólida y emocionante obra de artes marciales con buenas actuaciones, impresionantes secuencias de acción y, sí, algunos pequeños problemas que reflejan su relativamente bajo presupuesto y su modesto nicho directo a vídeo (por medio de Netflix en este caso).
Lo primero que aprecié de Sword of Destiny fue el regreso de Michelle Yeoh, una de mis actrices favoritas (categoría: artes marciales), confiriendo desde los primeros segundos considerable clase y credibilidad a esta secuela, y demostrando además que a sus 53 años conserva la gracia y habilidad que tanto admiré hace dos décadas en cintas como Wing Chun, The Heroic Trio y Police Story 3: Supercop.
Michelle Yeoh es el indudable eje dramático y emocional de Sword of Destiny, pero eso no significa que el director Yuen Woo-Ping (coreógrafo de la cinta original) haya descuidado al resto del elenco. Por el contrario, la adición de veteranos de las artes marciales como Donnie Yen y Eugenia Yuan (¡hija de Pei-pei Cheng!) y novatos como Harry Shum Jr., Chris Pang y Natasha Liu Bordizzo (en un impresionante debut fílmico) enriquece la historia con múltiples sub-tramas de diverso peso dramático, pero todas ellas ocupando un válido lugar en el tapiz mitológico de esta incipiente saga. Claro, es probable que la multitud de personajes esté diseñada para establecer las bases de futuras secuelas, en caso de que Michelle Yeoh o Donnie Yen no quieran regresar (y en caso de que esta cinta tenga suficiente éxito); sin embargo la variedad de tangentes narrativas mantiene la historia en constante movimiento, haciendo buen uso de los clichés del cine de artes marciales: la rivalidad entre clanes, la preocupación por el honor familiar, la dinámica entre maestro y discípulo... clásicos temas que los fans reconocerán, y que el director no intentó re-inventar.
Mis únicas quejas serían de la variedad técnica. A pesar de la bien ganada reputación de Woo-Ping, el "wire-fu" no siempre funciona, y algunos efectos especiales nos sacan de la película por su excesiva artificialidad (por ejemplo, algunas tomas con "green screen" en la batalla del lago). También se siente raro que hayan filmado en inglés, lo cual obviamente obstruye algunas de las actuaciones. Y, finalmente, los paisajes neo-zelandeses son sin duda atractivos (incluso reconocí algunas locaciones de Xena: Warrior Princess), pero no poseen la inmensa majestuosidad de los genuinos escenarios chinos.
En cuanto al “nuevo” director, me decepcionó la incorporación de ret-con que nubla un poco el legado de la cinta original; pero, por otro lado, Sword of Destiny nos ofrece batallas espectaculares (y dramáticamente relevantes), junto con momentos únicos que jamás había visto (por ejemplo la mencionada pelea en el lago), así como una muy entretenida y satisfactoria historia que respeta el espíritu de su ilustre predecesora, sin verse limitada por ella. En otras palabras, los fans de Crouching Tiger, Hidden Dragon apreciarán las referencias y evolución de ciertos personajes, mientras que los recién llegados no requerirán conocimientos previos para comprender la premisa y disfrutar la experiencia que ofrece esta mezcla de adecuado melodrama y exuberante acción.
Entonces, Crouching Tiger, Hidden Dragon: Sword of Destiny me pareció una muy recomendable cinta de artes marciales que no descuida carácter ni narrativa; y aunque el resultado general fue menor a la cinta original, no me pareció una "falla" sino un acierto, pues hubiera sido un error fatal tratar de imitar la visión de Ang Lee. Lo que Woo-Ping hizo fue enfocarse en sus puntos fuertes y tratar de contar una buena historia realizada dentro de sus posibilidades prácticas. El talento combinado de sus actores y acróbatas se encargó de lo demás.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, March 7, 2016

Mi Abuelo es un Peligro (Dirty Grandpa)



Síntomas: Cuando era niño, Jason (Zac Efron) se llevaba muy bien con su abuelo Dick (Robert De Niro), pero dejó de verlo cuando entró a la universidad para posteriormente trabajar como abogado en una prestigiosa firma. Entonces, cuando fallece su abuela, Jason tiene la oportunidad de revivir la relación con el abuelo llevándolo a Florida en automóvil... pero durante el viaje descubrirá que el anciano Dick no es tan serio ni decente como todos pensaban.

Diagnóstico: No estoy seguro por qué fui a ver Mi Abuelo es un Peligro (tenía tiempo libre y ya no había funciones para Deadpool), pero fue una mala decisión. La película entera gira en torno a un solo chiste: el abuelo comportándose de manera vulgar e inapropiada todo el tiempo. Básicamente es un cortometraje de Funny or Die extendido a casi dos tediosas y repetitivas horas.
A decir verdad, el problema no es que Robert De Niro diga groserías constantemente; tampoco me importó que estuviera "desperdiciando" su legendario talento en un terrible libreto (no es la primera vez, y seguramente tampoco la última). El problema fue la alarmante escasez de escenas graciosas en esos cien minutos de basura. El guionista primerizo John Phillips básicamente tomó situaciones "prestadas" de cualquier American Pie (particularmente las malas secuelas directas a vídeo) y las unió al azar, esperando que que el "star power" de De Niro y Zac Efron (¡ahí tienen un chiste!) se encargaría de producir abundantes risas. Sobra decir que se equivocó.
Aún así supongo que existe un público para Mi Abuelo es un Peligro, lo cual es perfectamente válido (peores películas que ésta se encuentran entre mis favoritas, como Manos: The Hands of Fate y The Beast of Yucca Flats). Sin embargo encontré difícil mantener el mismo nivel de interés para la vigésima vez que Robert De Niro dice "vagina", o Zac Efron trata de encontrar otra excusa para explicarle a su prometida Meredith (Julianne Hough) por qué está en Daytona Beach rodeado de chicas en bikini en vez de regresar a su casa y prepararse para su próxima boda.
Esto significa, desde luego, que Mi Abuelo es un Peligro tiene un lado serio dedicado al redescubrimiento personal de Jason, quien eventualmente reconoce la rigidez de su vida y la infelicidad generada por el obsesivo control que ejerce su neurótica prometida. ¿Logrará Jason romper las cadenas de la vida doméstica para seducir a su novia de la "prepa", fumar "crack" y seguir sus sueños? ¿Será posible que un sobrio abogado pueda aprender algo útil del irresponsable abuelo? Me abstendré de revelar las fascinantes respuestas a estas preguntas para no arruinar la sorpresa a las personas que jamás hayan visto una película. De cualquier tipo. En cualquier época.
Hablando de desperdicios, otra víctima fue Aubrey Plaza, sobre-actuando con abandono (y, lo admito, con cierta irreverente gracia) como la "chica fácil" que está obsesionada con acostarse con el abuelo. Por cierto: no estoy llevando la cuenta, ni quiero juzgar el criterio de Zac Efron para seleccionar proyectos, pero Mi Abuelo es un Peligro representa la tercera o cuarta vez que participa en una película con múltiples escenas centradas en penes. Quizás el universo le está diciendo algo. Lo cual, repito, no tiene nada de malo.
En fin; ya perdí suficiente tiempo escribiendo sobre este bodrio, cuando podría estar viendo nuevamente The Beast of Yucca Flats (algún día descifraré lo que Coleman Francis quiso expresar con el monólogo de "flag on the moon"). Entonces, cada quien sabrá si Mi Abuelo es un Peligro suena como una perfecta noche de cine para disfrutar con amigos, o una insoportable tortura que escupe en el legado de un respetado ícono de la pantalla: Danny Glover. Ojalá haya recibido un jugoso cheque por su cameo de tres minutos.
Calificación: 4 (sería 2 sin Aubrey Plaza)

IMDb

Sunday, March 6, 2016

Sin Regreso (Backtrack)



Síntomas: El psiquiatra Peter Bower (Adrien Brody) no ha logrado superar una tragedia de su pasado, y además está sufriendo pesadillas y visiones que le hacen cuestionar su propia estabilidad mental; sin embargo sigue recibiendo a los perturbados pacientes que le envía el afable Dr. Stewart (Sam Neill). Pero ¿qué secreto une a esos pacientes con el pasado del Dr. Bower?

Diagnóstico: El "gran misterio" de Sin Regreso es tan obvio que durante largo rato pensé que sería un truco intencional... una estrategia para distraernos del auténtico "twist" que eventualmente llegaría. Y, en efecto, el libreto escrito por el director Michael Petroni revela tardíamente su auténtico propósito, complicando la crisis del psiquiatra con una investigación policíaca floja e igualmente lenta, que también es muy fácil deducir mucho antes del "sorpresivo" desenlace (gracias al "Principio de Economía de Personajes" descrito por Roger Ebert). Esto nos deja con un repetitivo thriller psicológico (¿psiquiátrico?) con tintes paranormales, donde presenciamos el gradual colapso mental del protagonista, torturado por intensos sentimientos de culpa que es incapaz de resolver.
Lo que medianamente rescata Sin Regreso es la actuación de Adrien Brody. Con un actor más débil la cinta sería un desastre; pero su expresivo rostro y creíbles emociones logran atraparnos en su paranoia y confusión entre fantasía y realidad. Esto no arregla la imperfecta historia, pero basta para evitar que la cinta se derrumbe por completo, al mismo tiempo que inspira tenue curiosidad por saber hacía donde se dirige todo el asunto... si es que se dirige a algún lugar concreto (por cierto, nunca había notado que Adrien Brody tiene una de las peores dicciones que he escuchado en un actor... y estoy incluyendo a Sylvester Stallone en la comparación).
Por su parte, Petroni y su cinematógrafo Stefan Duscio se esmeran en generar una atmósfera apropiadamente lúgubre, con melancólicos escenarios campestres y una deprimente paleta de colores que sin duda complementa el ánimo del protagonista. Independientemente de sus limitaciones narrativas, Sin Regreso tiene una magnífica apariencia que la separa de similares obras de horror "indie", y añade cierta credibilidad que el lerdo libreto no logra conseguir.
No me malinterpreten; entiendo bien el valor de un thriller cocinado "a fuego lento", pero esa receta requiere amplias porciones de suspenso y talento para manipular las expectativas del público y sorprenderlo con genuino ingenio. Lamentablemente Sin Regreso sólo cumple la primera condición de la premisa (establecer el misterio de manera intrigante), y deja que su monótono ritmo y difusa estructura conspiren para diluir su eventual impacto.
A pesar de todo eso, en retrospectiva me gustó la historia gracias a su apropiado uso de sutiles elementos sobrenaturales (a veces no tan sutiles; creo que hubiera funcionado mejor sin tantos baratos efectos digitales). Y aunque me pareció demasiado predecible, el final alcanza el mínimo nivel de satisfacción emocional para no sentir que perdí el tiempo (aunque cada espectador tendrá distintos niveles de tolerancia). A fin de cuentas creo que Sin Regreso fue claro ejemplo de una buena idea mediocremente ejecutada bajo la visión de un director que confió demasiado en el estilo como reemplazo de sustancia; o en un "estudio de carácter" sin suficiente respaldo narrativo para justificar el largo camino que conduce a su resolución. Recomendaría esperar a verla en televisión, donde podrán usar el "rewind" para hacer su propia “mala lectura de labios" con los ininteligibles balbuceos de Adrien Brody, un buen actor con urgente necesidad de contratar un "coach de diálogo". Siempre y cuando no le pida referencias a Stallone.
Calificación: 6.5

IMDb

Saturday, March 5, 2016

13 Horas: Los Soldados Secretos de Bengasi (13 Hours: The Secret Soldiers of Benghazi)



Síntomas: El 11 de septiembre del 2012 un grupo militante islámico bien armado y organizado atacó dos edificios diplomáticos norteamericanos en la ciudad de Bengasi, Libia. Y la única esperanza de supervivencia para los oficiales y civiles que laboraban ahí fueron seis ex-soldados contratados como equipo de seguridad independiente.

Diagnóstico: Michael Bay dirigió una buena película. Ni hablar; voy a poner mis asuntos en orden porque asumo que el mundo está por terminar. Y con eso finaliza el sarcasmo de esta crítica, antes de convertirse en prejuicio.
La verdad es que Bay realizó una sobresaliente cinta bélica que, aunque no sea perfecta, rinde sincero tributo a las víctimas del controversial ataque de Bengasi, sin dejar que las cuestiones políticas enturbien el heroísmo de los soldados ni la tragedia del personal caído.
Algunos recordarán haber escuchado el nombre de Bengasi en las noticias de hace algunos años; y si no, no importa, pues 13 Horas comienza con una rápida lección histórica sobre el gradual descenso de Libia a una violenta anarquía que ahuyentó a los embajadores de todos los países... excepto de los Estados Unidos, quienes conservaron un consulado en mitad de los disturbios civiles con el fin de auxiliar la transición a la democracia... y una base secreta de la CIA para prevenir el tráfico de armas generado por la caída de Muamar el Gadafi. No sé si esas fueron razones válidas para permanecer en un país tan hostil (probablemente la razón real fue la instalación de un gobierno aliado, lo cual sería estratégicamente valioso en esa región), pero ese no es el punto de la película. Como dije antes, Bay no tiene intención de cuestionar la política exterior de Hillary Clinton o Barak Obama; simplemente deja que el drama humano hable por sí mismo. Y el resultado es indudablemente devastador, siempre y cuando no analicemos el aspecto político. Ya no voy a mencionar más política.
13 Horas comienza con el tono bravucón característico de Michael Bay; los miembros del GRS (Global Response Staff) son básicamente mercenarios increíblemente rudos y experimentados en todas las formas de combate. Pero una vez que pasamos esa torpe introducción, el machismo se reduce para desarrollar a los personajes de manera orgánica, aunque de vez en cuando el guionista Chuck Hogan emplea burdos trucos manipuladores, como las llamadas familiares por Skype. Aún así los trucos sirven para establecer adecuado realismo y humanidad que serán importantes cuando se desaten los balazos.
Y vaya que se desatan. El ataque sobre el edificio diplomático y el anexo de la CIA es largo, brutal y confuso. Normalmente me quejaría de la monotonía y falta de claridad de las secuencias de acción (suena inapropiado llamarlas así), pero es obvio que Bay y sus editores (incluyendo el legendario Pietro Scalia) se esforzaron por sumergirnos en el terrible caos del combate urbano, donde es imposible distinguir amigos de enemigos hasta que empiezan a disparar. Y las tensas pausas entre ataques afectan los nervios como sin duda ocurrió durante los eventos reales, cuando los americanos no sabían de dónde llegaría el siguiente cohete, granada o ráfaga de fuego automático.
A diferencia de otras cintas militares con personajes intercambiables, 13 Horas establece claramente a sus protagonistas, empleando actores carismáticos en roles al mismo tiempo simples y detallados. Así tenemos a los analistas que no saben cómo reaccionar cuando su misión "diplomática" se transforma en una lucha por la vida (destacando los actores David Costabile y Alexia Barlier), y a los mencionados mercenarios, incluyendo a James Badge Dale, Pablo Schreiber y David Denman. Pero el que se roba la película es John Krasinski en el papel de Jack Silva; jamás lo creí capaz de abordar un papel tan intenso y emotivo cuando solo lo conocía como cínico bufón en la versión norteamericana de The Office; Krasinski fue la gran revelación de la película.
Bueno, la segunda gran revelación. La primera fue descubrir lo que Michael Bay puede lograr cuando se atreve a controlar su exuberante estilo para darle más importancia a sus deberes narrativos. Solo el tiempo dirá si 13 Horas representa un punto clave en su carrera, señalando la llegada de una etapa más madura e interesante... o una anomalía pasajera que no resultó tan exitosa como sus más populares (y mediocres) películas. A fin de cuentas nada de eso alteró mi aprecio por 13 Horas, y puedo recomendarla como una de las más audaces cintas bélicas realizadas en años recientes, además de cumplir su propósito como tributo a las víctimas que, por cualquiera que sea la razón, sufrieron por culpa de otros y sobrevivieron gracias al sacrificio de unos cuantos. Alguien más filmará la película sobre “Benghazigate” y los errores burocráticos que condujeron a esta tragedia; pero lo que Bay hizo fue sin duda más visceral y memorable. Ojalá su trabajo siempre fuera tan sincero.
Calificación: 9

IMDb

Friday, March 4, 2016

No Sin Ella (Freeheld)



Síntomas: La joven mecánica Stacie Andree (Ellen Page) y la detective Laurel Hester (Julianne Moore) se enamoran y eventualmente se casan (perdón, "realizan el trámite de sociedad doméstica"), pero tendrán que enfrentar la intolerancia de sus colegas, sus vecinos, y hasta del gobierno mismo.

Diagnóstico: Al igual que la reciente cinta Carol, No Sin Ella nos muestra el romance entre dos mujeres muy distintas en edad e ideología, pero con sinceras emociones que trascienden cualquier diferencia. Y, al igual que Carol, No Sin Ella utiliza el romance como marco de temas más amplios, que revelan las injusticias cometidas contra personas que no encajan en el supuesto estándar de "normalidad" aprobado por la sociedad. Pero, a diferencia de Carol, No Sin Ella retrata eventos reales que ocurrieron en este siglo, demostrando que aún queda mucho camino por recorrer.
Desafortunadamente No Sin Ella sufre algunos problemas de tono y estructura durante el establecimiento de su premisa, a pesar de contar con un elenco estelar y con el director de una de mis películas románticas favoritas (Peter Sollet, responsable por Nick and Norah's Infinite Playlist)(Y les aseguro que la lista es muy corta).
Para empezar, el romance entre Laurel y Stacie se siente abrupto y artificial. Julianne Moore y Ellen Page son excelentes actrices por derecho propio, pero no tienen mucha química como pareja, al menos al principio. Sin embargo, como mencioné antes, la intención de la cinta va más allá del mero "amor prohibido", así que esos detalles no reducen en lo más mínimo el impacto emocional del relato, ni la validez de su mensaje.
Otra pequeña queja que tengo es sobre la apariencia general de la película. Sé que se trata de un proyecto independiente realizado a bajo costo, pero en ocasiones se siente de manufactura casi televisiva... sí, como del canal Lifetime.
Por suerte nada de eso importa durante la segunda mitad, cuando la trama alcanza una elevada elocuencia narrativa y el drama se fortalece sin necesidad de manipular al espectador (al menos no demasiado). Y hasta las actuaciones encuentran el nivel óptimo de sentimentalismo y disciplina para llevarnos a la demoledora conclusión.
También merecen aplauso las fantásticas participaciones del gran Michael Shannon y Steve Carell como inesperados aliados de Laurel y Stacie. Ambos realizan un excelente trabajo y personifican eficientemente los complejos ángulos políticos y sociales de esta conmovedora historia, sobre todo cuando Moore y Page reducen su tiempo en pantalla por razones que no revelaré (aunque desde luego lo muestran en el trailer, así que sugiero no verlo).
Todo esto se traduce en una experiencia muy recomendable pues, aunque tarda un poco en encontrar el ritmo y tono apropiados, No Sin Ella cuenta una historia importante, con sólidas actuaciones y el volumen justo de estridencia para convencernos de su punto de vista (en caso de que alguien no estuviera convencido desde la primera media hora).
Entonces, no fue tan delicada y artística como Carol, ni tan aclamada como Philadelphia, pero eso no significa que No Sin Ella sea menos auténtica y relevante.
Calificación: 8.5

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Wednesday, March 2, 2016

Martyrs



Síntomas: Diez años después de escapar de una mazmorra donde sufrió todo tipo de torturas, la joven Lucie (Troian Bellisario) cree haber encontrado a los culpables de su captura. Pero Anna (Bailey Noble), su mejor amiga, no sabe si Lucie está diciendo la verdad, o si se trata de una fantasía paranoica provocada por aquel doloroso trauma infantil.

Diagnóstico: Aunque vi la original Martyrs hace muchos años, es una película difícil de olvidar. Por eso sabía de antemano que el nuevo re-make norteamericano jamás llegaría a los mismos niveles de sangre, angustia y violencia alcanzados por la aclamada versión francesa... lo cual hubiera tolerado, siempre y cuando los directores Kevin y Michael Goetz respetaran el espíritu de aquella icónica obra y su abrumadora atmósfera de crueldad y desesperanza. Desafortunadamente eso fue lo primero que se perdió en esta versión "lite", que básicamente podría considerarse "PG-13" si no fuera por un par de escenas ligeramente sangrientas, las cuales podrían eliminarse sin problema alguno, pues no arreglan todo lo que se descompuso en esta nueva y diluida interpretación. Y hasta ahí llegará mi comparación del re-make y la original pues, para ser justos, Martyrs (versión francesa) no tuvo gran difusión en el 2008, y estimo que Martyrs (versión norteamericana) será una novedad para gran parte del público que la encuentre en el 2016, así que haré lo posible por evaluarla bajo sus propios términos. No es una buena película, pero el tiempo y la distancia hacen que al menos merezca esa cortesía. Además, no fue tan patética como el re-make de Cabin Fever, lo cual ya es ganancia.
La primera mitad de Martyrs me pareció bastante interesante, pues plantea una difícil situación imposible de resolver. El misterio de los atacantes de Lucie se complica gradualmente, y es fácil ponernos en el lugar de Anna, cuestionando si está justificada una violenta venganza... o si está haciéndose cómplice de un terrible crimen acarreado por el daño psicológico que Lucie arrastra desde su niñez. Troian Bellisario (como Lucie) y Bailey Noble (en el papel de Anna) establecen convincentemente su entrañable amistad, y aunque sus decisiones no siempre son lógicas, mantienen cierta credibilidad en vista de ese fuerte lazo emocional. Sin embargo, la historia sufre una fractura a la mitad de la película que altera bruscamente la premisa e introduce conceptos un tanto absurdos... y desde ahí comienza el lento y tedioso recorrido al insulso desenlace, sacado directamente del "Manual del Guionista Hollywoodense", plagado de clichés y acción que contradicen por completo el sombrío comienzo de la cinta.
Aún así, diré algo en favor del escritor Mark L. Smith (recientemente nominado a algunos premios por el libreto de The Revenant): su introducción de una diferencia clave durante esa "fractura" (SPOILER: ----- Lucie no se suicida en esta versión ----- FIN DEL SPOILER) representa el "puente estructural" que hacía falta para unificar ambas mitades de la historia, aminorando el brusco cambio de tono entre el principio y el final, lo cual me pareció una de las grandes fallas de la versión francesa.
Como dije antes, esto no significa que el re-make de Martyrs sea una buena película; pero me sorprendió encontrar un pequeño detalle que (en mi humilde opinión) funcionó mejor que en la original. Si tan solo el resto de la cinta hubiera tenido la misma fortuna...
Como sea, era obvio desde el principio que un re-make de Martyrs estaría condenado al fracaso. E incluso tomándola como una obra individual de horror independiente (cortesía del estudio Blumhouse) terminó decepcionando por perder las riendas de una fascinante premisa que pudo resolverse de mejor manera. Y con más sangre. O quizás menos, pero definitivamente con mayor ingenio. En fin... por lo menos ya estoy preparado para cuando el canal Lifetime decida hacer un re-make de A L'Interieur, apta para el horario familiar. Podrían darle los papeles principales a las demás actrices de Pretty Little Liars, para completar la ironía.
Calificación: 5

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Tuesday, March 1, 2016

Batman: Bad Blood



Síntomas: Nightwing (voz de Sean Maher) y Robin (voz de Stuart Allan) investigan la abrupta desaparición de Batman (voz de Jason O'Mara), y descubren que la enigmática Batwoman (voz de Yvonne Strahovski) podría saber lo que realmente ocurrió. Pero, ¿de dónde salió esta nueva heroína, y cuáles serán sus auténticas intenciones?

Diagnóstico: Tenía mis dudas, pero ahora reconozco que las películas animadas basadas en el Universo "New 52" de DC Comics han resultado mucho mejores de lo que yo esperaba. A diferencia del Universo Animado "clásico", estas nuevas películas no adaptan comics o arcos narrativos específicos (como hicieron All-Star Superman, Batman: Year One o Justice League: The Flashpoint Paradox), sino que toman fragmentos de diversas historias para integrar relatos dinámicos que respetan su origen impreso al mismo tiempo que aprovechan el medio animado para establecer su propia identidad. En otras palabras, Batman: Bad Blood está dirigida a los lectores de comics, pero al mismo tiempo contribuye a la formación de una continuidad animada que probablemente no se verá limitada por esos comics.
Sin embargo, empiezo a notar el "Talón de Aquiles" de esta estrategia. Batman: Bad Blood me gustó, pero fue demasiado ambiciosa para su corta duración. En apenas setenta y dos minutos (¡incluyendo créditos!) el director Jay Oliva juega con demasiados villanos e introduce no uno, ni dos, sino tres nuevos integrantes de la "Bati-Familia". Simplemente no hay tiempo suficiente para desarrollar con adecuado detalle el desfile de personajes, eventos y sub-tramas, muchas de ellas interesantes pero reducidas a su mínima expresión, lo cual diluye su impacto emocional y niega la escala de sus ideas.
No voy a meterme en spoilers, así que solo diré que Batman: Bad Blood hubiera funcionado mejor como simple introducción de Batwoman (identidad real: Katherine Kane), una de las más controversiales adiciones a la Bati-Familia en los comics, que sin duda merecía una película para sí misma. No fui fan del comic Batwoman cuando debutó en el 2006, pero me ha gustado bastante el tratamiento que recibió este personaje bajo otros escritores en historias más modernas; por eso fue tan frustrante verla relegada a segundo plano cuando Batman: Bad Blood cambia de rumbo (varias veces), y no termina adecuadamente lo que comienza.
Aún así hay mucho que admirar en Batman: Bad Blood, empezando por la acción y las actuaciones. La calidad de la animación es "normal" para Warner Bros., pero la coreografía de peleas y secuencias de acción me pareció superior al promedio. Por su parte, los actores de voz están perfectamente acoplados a sus personajes; ya no los están cambiando arbitrariamente en cada película, y se nota el beneficio de la experiencia acumulada. Además del regreso de Jason O'Mara como Batman/Bruce Wayne, Stuart Allan como Robin/Damian Wayen y Morena Baccarin como Talia Al Ghul, tenemos sólidas adiciones como Yvonne Strahovski en el papel de Batwoman/Kate Kane, Ernie Hudson como Lucius Fox, y Gauis Charles como Luke Fox. El único que desafortunadamente no regresó fue David McCallum como Alfred Pennyworth, pero James Garrett fue un buen reemplazo. Mi única queja es que Sean Maher sigue pareciéndome demasiado ligero para Nightwing.
Batman: Bad Blood completa adecuadamente la trilogía iniciada por Son of Batman y Batman Vs. Robin, al mismo tiempo que inspira fascinantes tangentes para explorar en futuras cintas. Solo hubiera deseado que fuera media hora más larga, o que manejara menos sub-tramas para dedicarles más tiempo a las que realmente lo merecían. Pero fue un buen entretenimiento para distraer la atención en lo que llega Batman: The Killing Joke. Como siempre, la estoy esperando con más entusiasmo que las cintas de acción viva de DC Comics. Ojalá consigan a Mark Hamill para la voz de Joker...
Calificación: 8

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