Monday, August 30, 2021

The Swarm (La Nuée)



Síntomas: El criadero de langostas de Virginie Hébrard (Suliane Brahim) está a punto de fracasar, lo cual significará la ruina económica para su familia. Entonces Virginie descubre que puede incrementar el ciclo reproductivo de los insectos alimentándolos con sangre, y su negocio empieza a prosperar... pero, ¿a qué precio?

Diagnóstico: The Swarm no fue lo que yo esperaba, pero aún así me pareció un sólido thriller con excelentes actuaciones y una interesante premisa que se acerca al territorio del "horror metafórico", utilizando el cliché de "insectos asesinos" para simbolizar los extremos a los que puede llegar una madre en defensa de su familia... así como la "metamorfosis" de una persona racional que pierde toda perspectiva y empieza a consumir (metafóricamente) lo que más quiere en su vida.
También podríamos ver The Swarm como denuncia de un sistema económico que favorece a los intermediarios mientras castiga a los granjeros que realmente están produciendo algo, en vez de solo manipular el mercado. Lo cual, sospecho, no es un problema único de Francia, sino de todo el mundo.
Pero, bueno... cualquiera que haya sido la intención del director Just Philippot, puedo afirmar que The Swarm NO fue un regreso al "horror entomológico" que surgió en los setentas como tangente ecológica del "cine de desastres" (representada por cintas como Phase IV, Bug y desde luego The Swarm, la cual no tiene conexión con esta producción francesa). En vez de eso, The Swarm se enfoca en el drama familiar de Virginie Hébrard (Suliane Brahim), una viuda que apenas puede mantener a sus hijos Gaston (Raphael Romand) y Laura (Marie Narbonne), pues su criadero de langostas (me refiero al insecto, no al crustáceo) no está produciendo lo suficiente para satisfacer a sus clientes. Entonces Virginie descubre que la sangre incrementa la producción de langostas y, bueno... su situación económica empieza a mejorar, mientras su estado mental se deteriora por el horrible secreto que guarda, y por la presión de obtener más sangre para sus insectos.
Al principio me decepcionó que The Swarm no fuera la película de terror que yo esperaba, pero ganó mi atención con su fino manejo de carácter y atención al desarrollo psicológico por encima de la sangre y la violencia... aunque eventualmente habrá sangre (SPOILER: un perrito y una cabra son las primeras víctimas).
Las actuaciones son excelentes, con esa naturalidad del cine europeo que rara vez encontramos en las producciones norteamericanas. La dirección de Philippot es un poco lenta, pero la compensa con una variedad de sub-tramas que contribuyen a la crisis de Virginie, incluyendo la tensa relación con sus hijos, la incierta actitud de su amigo Karim (Sofian Khammes), y las volátiles negociaciones con clientes potenciales que no la toman en serio... lo cual exaspera aún más a Virginie y acelera su colapso emocional.
Por el lado negativo... el final me pareció terrible, pues recurre a un evento abrupto y conveniente que contradice todo lo antes mencionado. Se me ocurre que Philippot no sabía cómo terminar la historia, y decidió regresar al "horror entomológico" que trató de evitar durante toda la película. Entonces, parafraseando a cierto director mexicano, diré que The Swarm no es una película de horror sobre insectos asesinos, sino un drama familiar que incluye insectos asesinos como parte de su narrativa. O algo así. The Swarm no estuvo mal como curiosidad cultural, pero definitivamente prefiero cintas mas simples y directas, como Stung o Infestation. O incluso Mansquito, si no encuentro algo mejor.
Calificación: 7

IMDb

Sunday, August 29, 2021

Demonic



Síntomas: Carly Spencer (Carly Pope) acepta participar en un extraño experimento científico para comunicarse con su madre, quien se encuentra en estado de coma después de cometer terribles crímenes inspirados por sus disturbios emocionales... o por un demonio que tomó posesión de su cuerpo.

Diagnóstico: ¿Qué habrá pasado con Neill Blomkamp? Después de dirigir la fenomenal District 9 (2009), su carrera empezó a decaer con proyectos bastante irregulares a pesar de su sincero comentario social (Elysium, del 2013) y espectaculares efectos visuales (Chappie, del 2015). Y ahora Demonic, su nueva película, continúa esa tendencia negativa, destruyendo mi cauto entusiasmo por la incursión de este cineasta sudafricano en el género de terror.
Para empezar, Demonic (no confundir con la aún peor Demonic del 2015) se siente barata y apresurada en sus aspectos técnicos y artísticos (tal vez los inversionistas perdieron confianza en Blomkamp después de sus previos tropiezos). Las audaces ideas del director siguen presentes, combinando tecnología con religión, y construyendo una fascinante mitología que comienza con un pequeño drama familiar, y se extiende hasta los más altos niveles de la iglesia católica; pero Blomkamp no tuvo recursos suficientes para trasladar su visión a la pantalla, resultando en una mediocre "B-Movie" que apenas logra superar los bajos estándares del horror independiente.
Como fanático del género puedo disculpar la modesta producción de Demonic; pero es imposible ignorar un libreto confuso y pobremente construido, que no sabe acomodar sus piezas para contar una historia entretenida. A pesar de su minimalismo, Demonic tiene muchos personajes superfluos, abruptos cambios de tono que rompen el flujo de la historia y, lo peor de todo, una marcada indiferencia emocional que neutraliza cualquier esbozo de horror o suspenso.
La premisa no es mala: Carly (Carly Pope) creció con gran resentimiento contra su madre Angela (Nathalie Boltt), pero ahora tiene oportunidad de desahogar su rencor y reconciliarse por medio de una misteriosa técnica que le permitirá entrar a la mente su madre en estado de coma. Sin embargo, el experimento provoca siniestras consecuencias en el mundo real... y, desde luego, nada es lo que aparenta.
La tecnología que emplean los doctores en Demonic es un poco absurda (me recordó la estética retro de Come True), pero Blomkamp la hace visualmente atractiva con una combinación de cinematografía y manipulación digital que le da una apariencia única a las escenas dentro de la mente de Angela. No son efectos sofisticados ni convincentes, pero me gustaron los "glitches" y ángulos de cámara que evocan la perspectiva isométrica de videojuegos como Diablo y The Sims. Sin embargo toda esa pseudo-ciencia no tiene mucha influencia en el desarrollo de Demonic como otro predecible relato sobre posesión demoníaca, con algunos sobresaltos, incursiones en edificios abandonados, y una ambigua entidad sobrenatural que altera sus métodos y comportamiento según le convenga al director.
El tercer acto de Demonic se esfuerza por conectar el drama de Carly y su madre con la misión de los supuestos "doctores" que quieren ayudarlas; y aunque abundan las lagunas lógicas, al menos todo conduce a un final relativamente satisfactorio que justifica (hasta cierto punto) los desvaríos del libreto. En resumen: si fuera de cualquier otro director, Demonic sería apenas aceptable por sus conceptos y ocasionales aciertos visuales. Pero como la nueva película de Neill Blomkamp, fue una decepción. Me apena que se esté cumpliendo mi profecía de Neill Blomkamp como el nuevo M. Night Shyamalan: indudablemente talentoso como director, pero terrible como guionista. Estoy empezando a pensar que Ridley Scott tuvo razón al vetarlo como sucesor de la saga de Alien...
Calificación: 6.5 (solo por las secuencias "virtuales")

IMDb

Friday, August 27, 2021

The Green Knight



Síntomas: En tiempos del Rey Arturo, Sir Gawain (Dev Patel) acepta un reto del enigmático Caballero Verde (Ralph Ineson), y comienza una larga marcha para cumplir su misión... y tal vez encontrar su destino.

Diagnóstico: Sabía que The Green Knight no sería una típica aventura medieval, ya que el director David Lowery se especializa en contar historias que trascienden su contexto para explorar los laberintos de la naturaleza humana, al mismo tiempo que "deconstruyen" los componentes básicos de sus respectivos géneros. Eso fue lo que Lowery hizo en el 2017 con la excepcional cinta de "terror" A Ghost Story; y ahora le toca el turno a la fantasía heroica con The Green Knight, la cual se basa en un clásico poema épico para diseccionar el nudo temático de la mitología arturiana... y, para el caso, de cualquier relato enfocado en honor y valentía. ¿Qué es lo que ocultan estas historias?
Las respuestas que ofrece Lowery en The Green Knight no son particularmente complejas, ni originales, ni inspiradoras; pero me gustó el parsimonioso desarrollo de las aventuras (más bien desventuras) de Gawain (Dev Patel) en su búsqueda del Caballero Verde (Ralph Ineson), pues revelan gradualmente la vulnerabilidad de su ego y los temores (físicos y mentales) que alimentan sus neurosis y le impiden ser feliz a pesar de su privilegiada posición social como sobrino del Rey Arturo.
Bueno, estrictamente hablando la película nunca nombra al Rey (Sean Harris) ni a la Reina (Kate Dickie), y mucho menos a los caballeros que se sienten en una mesa que no es cuadrada. Además, The Green Knight tampoco es una película rigurosamente "histórica", aunque el diseño de producción de Jade Healy y la cinematografía de Andrew Droz Palermo se esfuerzan en crear imágenes "realistas", aprovechando (o simulando) la iluminación natural, al mismo tiempo que encuentran ángulos y encuadres estéticamente atractivos y narrativamente relevantes. En ese aspecto The Green Knight me recordó la reciente In the Earth, totalmente distinta en fondo y forma, pero con una similar reverencia por la belleza casual de la Naturaleza, sobre todo como contraste de la perversión humana.
En el papel de Gawain (se pronuncia "Garwin"), Dev Patel crea un anti-héroe trágico y melancólico que ignora la proverbial nobleza del caballero medieval para mostrar la realidad de un hombre profundamente inseguro, no solo de su habilidad física, sino de su posición social y los deberes que implica. Quizás por eso acepta impulsivamente el reto del Caballero Verde (Ralph Ineson), aunque podría costarle la vida. Y solo enfrentando esa responsabilidad podrá crecer como persona... si es que no lo matan los peligros que acechan en los bosques de Britannia, desde ladrones de caminos, hasta misteriosas mujeres (Alicia Vikander, Sarita Choudhury, Erin Kellyman, Helena Browne) que podrían ser reales, o alucinaciones, o funestos presagios del destino.
Toda esta palabrería significa que The Green Knight definitivamente no es una película de acción, sino una experiencia etérea, filosófica, y muy lenta (aunque no tanto como A Ghost Story), que probablemente decepcionará al público que quería un relato escapista sobre caballeros y dragones. Lo cual, desde luego, no tiene nada de malo; a mi también me gustan esas historias, y podría recomendar ejemplos recientes que, a su propia manera, encontraron variaciones interesantes de los mismos arquetipos, como Onward (homenaje a Dungeons & Dragons), The Kid Who Would Be King (fantasía infantil), Monstrum (caballeros asiáticos), The Head Hunter (horror medieval), y desde luego la incomprendida King Arthur: Legend of the Sword. Pero quienes acepten el reto de un "psico-drama" post-moderno inspirado en la mitología arturiana, The Green Knight presenta una fascinante alternativa que recompensa nuestra paciencia con suficientes ideas para digerir por muchos días. ¿Qué representan los gigantes? No estoy seguro. Pero tengo mis teorías sobre el zorro, obviamente primo del "coyote espacial" de Homero Simpson.
Calificación: 8.5

IMDb

Sunday, August 22, 2021

CODA



Síntomas: Ruby Rossi (Emilia Jones) trabaja con sus padres y su hermano en un bote de pesca, enfrentando los problemas normales de la adolescencia... y la complicación de ser la única persona que puede escuchar en una familia de sordomudos.

Diagnóstico: Supongo que CODA ("Children of Deaf Adults") (no confundir con ACOD, "Adult Children of Divorce") podría caer en la categoría de "coming of age", pues la historia se desarrolla desde el punto de vista de una adolescente enfrentando situaciones típicas de su edad, como conflictos familiares, dudas sobre el futuro, y su primer romance. Sin embargo, el contexto de CODA transforma la película en un fascinante estudio sobre una condición que rara vez se presenta en el cine con tanto realismo.
Cierto, el año pasado la sobresaliente cinta Sound of Metal nos sumergió (literalmente) en las confusas experiencias de un hombre que pierde el sentido del oído; pero CODA no recorre el mismo territorio, pues nos muestra una familia sordomuda perfectamente adaptada a sus rutinas domésticas y laborales. El problema no es con ellos, sino con la sociedad que no está acostumbrada a esa situación, y a veces los hace blanco de burlas y discriminación.
Afortunadamente la directora Sian Heder no hizo una tragedia sobre el sufrimiento de "víctimas incomprendidas", sino un cálido y sincero melodrama que nos muestra los retos normales de una familia muy unida que corre el riesgo de separarse cuando la hija Ruby desafía la tradición y trata de forjar su propio camino. Es una historia clásica (basada en la película francesa La Famille Belier) que se siente nueva y relevante porque, ya sea con palabras o con lenguaje de señas, las emociones que expresan los personajes son universales. Y eso es lo que hace una buena película... incluso cuando emplea tantos clichés como base de su argumento.
Así tenemos "joven rebelde", "padres inmaduros", "hermano celoso", "galán inofensivo", "pícara mejor amiga", y "profesor inspirador", junto con la obligatoria crisis que amenaza con destruirlo todo, a menos que los personajes resuelvan sus diferencias y aprendan a cooperar. O algo así.
Sin embargo, CODA trasciende su narrativa prefabricada con la fuerza de su mensaje y la simpatía de sus actores. Emilia Jones (High-Rise) es una excelente protagonista, evocando la fuerza interna que Ruby desarrolló durante una niñez difícil, pero con las inseguridades propias de su edad... y, para el caso, de cualquier edad cuando las responsabilidades se ponen en conflicto con los deseos personales. En los papeles de sus padres, Troy Kotsur y Marlee Matlin representan las contradicciones de adultos muy liberales en ciertos aspectos, pero posesivos en otros, lo cual inevitablemente crea tensión en su hogar... sobre todo con el hermano mayor Leo (Daniel Durant), quien resiente la importancia de Ruby en el negocio familiar, porque solo ella puede hablar con sus clientes y proveedores. Finalmente, Eugenio Derbez interpreta al Profesor Berrrrnardo Villalobos (así, con tantas erres), el mentor de Ruby que le muestra su potencial, así como el tremendo compromiso que deberá aceptar si quiere cumplir sus sueños.
Quizás era necesario un argumento rutinario para acomodar la diversidad de CODA y su franco examen de la comunidad sordomuda. Así es más fácil seguir la historia, al mismo tiempo que aprendemos cosas nuevas, y nos divertimos con las aventuras de la protagonista. Dudo que CODA gane mucha atención, pero fue una buena adición al anémico catálogo de Apple+, y puedo recomendarla con confianza como película "feel good" que además tiene algo que decir. Con o sin voz.
Calificación: 8.5

IMDb

Friday, August 20, 2021

Jason Rising



Síntomas: Dos alguaciles y dos policías buscan a varios prófugos en los alrededores de Crystal Lake... pero alguien más los encuentra primero.

Diagnóstico: La batalla legal por los derechos de Friday the 13th lleva casi una década y es muy complicada, pero se reduce básicamente a la disputa entre Sean S. Cunningham y Victor Miller (el director y el escritor de la cinta original, respectivamente). El primero clama propiedad sobre el nombre de "Friday the 13th", mientras que el segundo se adjudica los derechos del personaje "Jason Voorhees". Sin embargo, mientras se resuelve el problema, los fans se han encargado de mantener viva la franquicia con "fan films", algunos excelentes (como Never Hike Alone), y otros... imperfectos, pero divertidos y con audaces ideas para cambiar la fórmula e introducir elementos que solo se habían explorado superficialmente en esta longeva saga.
Ese es el caso de Jason Rising, un cortometraje (no estoy seguro si aplica esa descripción, pues dura casi una hora) distribuido gratuitamente en YouTube, y financiado por una campaña de Indie Go Go (sí, prepárense para una laaaaarga lista de agradecimientos al final de la película), lo cual permitió al director James Sweet expresar su visión sin comprometer los estándares del cine "slasher" (afortunadamente bastante bajos), y contratar un sólido elenco que toma en serio sus papeles, pero sin olvidar un sutil sentido del humor... porque, a fin de cuentas, las películas de Friday the 13th nunca se distinguieron por su seriedad ni su integridad narrativa.
Además, como Jason Rising no está sujeta a las reglas del "Voorheesverso", puede tomar tangentes extravagantes e impredecibles que desafían la mitología establecida, sin perder respeto por el espíritu de sus creadores. O algo así. No quiero revelar demasiado, así que solo diré que Jason Rising funciona como secuela de las cuatro primeras películas Friday the 13th, reviviendo (literalmente) algunos personajes, e invitando actores "clásicos" que no solo sirven como "fan service", sino como catártica redención de sub-tramas olvidadas.
Por el lado negativo... como dije, Jason Rising es una película realizada por los fans, para los fans, lo cual implica un cierto margen de tolerancia en la calidad de sus aspectos técnicos, desde la cinematografía hasta los efectos especiales. Desde luego hay abundante "gore"... pero no es particularmente realista. Aún así me dejó satisfecho, y me hizo sonreír con algunas ingeniosas muertes que rinden tributo a los "grandes éxitos" de la saga.
Los actores también varían en talento y convicción, destacando Patrick Green como el hijo de cierto finado Alguacil, y Anna Campbell como la Oficial Eve Glover, quien no cree en las leyendas del asesino que acecha en las orillas de Crystal Lake... hasta que es demasiado tarde. Y, en el papel de Jason, Dan Kyle me pareció un poco delgado, y no tan amenazador como el "auténtico" Jason, pero emula bien su inconfundible lenguaje corporal.
También vale advertir que el tercer acto podría decepcionar a los puristas por apoyarse demasiado en elementos sobrenaturales... aunque personalmente me agradó, porque siempre preferí las secuelas que se desviaron de la fórmula establecida, como Jason Goes to Hell y Jason X (sí, ya sé que mucha gente las odia, y estoy en la minoría de apologistas que las aprecian).
Por todo lo anterior solo recomendaría Jason Rising para fans indulgentes de Friday the 13th (como yo) que están cansados de esperar la apoteótica (e hipotética) décima tercera parte de una saga que empezó como simple explotación juvenil, y se transformó en un fenómeno cultural. Jason ciertamente vive, aunque sea en el entusiasmo de sus fans.
Calificación: 7

IMDb

Thursday, August 19, 2021

Kandisha



Síntomas: Después de un intento de violación, Amélie (Mathilde Lamusse) invoca a Kandisha, un espíritu del Medio Oriente que protege a las mujeres... y entonces sus amigos empiezan a morir.

Diagnóstico: Aunque parece otra película de horror "PG-13" orientada al público adolescente, Kandisha es una producción francesa dirigida por Alexandre Bustillo y Julien Maury, cuya cinta À l'Intérieur (2009) marcó un nuevo estándar de sangre y suspenso en el cine de terror europeo. Cierto, sus siguientes proyectos no alcanzaron la intensidad y calidad artística de aquella seminal obra, pero aún así merecen el beneficio de la duda, y por eso decidí ver Kandisha a pesar de la rancia premisa que no prometía nada nuevo.
Y, en cierto modo, así fue. La trama sigue a un grupo de amigas que conjuran una entidad sobrenatural, y pagan las consecuencias de sus actos. Sin embargo, Kandisha se distingue por su abundante sangre, incorrección política, y personajes con suficiente definición para superar las bajas expectativas que yo tenía sobre este tipo de historias
Por otro lado, eso no significa que Kandisha sea una "joya oculta"; tan solo una experiencia razonablemente entretenida que justificó mi optimismo, y conservó mi buena impresión de estos cineastas... por el momento.
Otro factor positivo de Kandisha fue la observación de la sociedad francesa afectada por las mismas divisiones culturales, crisis económicas y tensiones raciales que sufre el resto del mundo. Las protagonistas (interpretadas por Mathilde Lamusse, Suzy Bemba y Samarcande Saadi) bromean constantemente sobre sus estereotipos étnicos, pero mantienen una genuina amistad alimentada justamente por sus diferencias. Cada una complementa a las demás, y son más fuertes como grupo.
Lo cual resulta crucial en un entorno urbano lleno de crimen y violencia, donde las mujeres tienden a ser las víctimas más frecuentes. Por eso la leyenda de Kandisha despierta la curiosidad de Amélie (Mathilde Lamusse); y cuando su ex-novio trata de violarla, la joven solicita ayuda del más allá... con terribles consecuencias. Bueno, terribles para los hombres de su comunidad, pues Kandisha ataca indiscriminadamente, sin importar la inocencia o culpabilidad de sus presas (tal vez los directores quisieron hacer un comentario sobre #NotAllMen, pero no me voy a meter en esos asuntos).
Y, bueno, la película se desarrolla tal como esperamos, con la adición de abundante "gore" (incluyendo una bifurcación corporal al estilo de King Shark), y con un creciente suspenso conforme las chicas buscan la solución a su problema sobrenatural, el cual conduce a terribles decisiones que alguien deberá afrontar.
Entonces, Kandisha podrá ser "de los creadores de À l'Intérieur", pero de ninguna manera se aproxima a ese sublime nivel. Por el lado positivo, Kandisha me pareció superior a cualquiera de las obras desechables norteamericanas sobre adolescentes luchando contra espíritus vengativos (algunos ejemplos nada recomendables: Truth or Dare, The Midnight Man y The Bye Bye Man; un raro ejemplo recomendable: The Empty Man). Me da gusto que Francia siga promoviendo el cine de terror; pero ya se está agotando la buena voluntad que ganó a principios de siglo con obras tan impactantes y transgresoras como Haute Tension, Martyrs y la mencionada A L'Interieur (por favor no confundir con su blando remake). Ya durmieron demasiado en sus laureles (o, como dicen allá: "lauriers"); es hora de dar el siguiente paso en mi género favorito, por favor.
Calificación: 7.5

IMDb

Monday, August 16, 2021

Free Guy: Tomando el Control (Free Guy)



Síntomas: Un "extra" en un videojuego decide tomar control de su vida y convertirse en héroe. Mientras tanto, en el mundo real, los programadores del juego tratan de comprender lo que está pasando.

Diagnóstico: Creo que Free Guy: Tomando el Control sería una de las mejores películas inspiradas en el fenómeno de los videojuegos si se hubiera producido hace veinte años, cuando la cultura "geek" empezaba a prosperar y ganaban popularidad los "juegos multi-jugador masivos". Sin embargo, en pleno siglo veintiuno, Free Guy: Tomando el Control se limita a reciclar los mismos chistes, situaciones y clichés que ya vimos en otras sátiras como Wreck-It Ralph, Ready Player One, y hasta la atroz Pixels. En otras palabras, una floja comedia desesperada por parecer "cool", y repleta de efectos especiales de variable calidad para distraernos de un argumento elemental y predecible.
Sin embargo, el arma secreta de Free Guy: Tomando el Control es Ryan Reynolds, cuya inagotable energía y afinidad por el humor "meta" capturan nuestra atención y elevan las primitivas emociones del libreto (escrito por Matt Lieberman y Zak Penn), logrando una experiencia entretenida, pero absolutamente olvidable. En retrospectiva creo que debí esperar a su estreno en video casero. Un par de chistoretes sobre Grand Theft Auto y cameos de estrellas de Twitch no son razón suficiente para arriesgar la salud en el cine.
Pero, bueno... regresando a los aciertos de Free Guy: Tomando el Control, los actores secundarios hacen su parte para mejorar la película, aunque el material no los ayuda mucho. Además de las aventuras de "Guy" (Ryan Reynolds) dentro del videojuego, tenemos un poco de intriga y romance en el mundo real, gracias a la sub-trama de los programadores Millie (Jodie Comer) y Keys (Joe Keery). Su interacción humana es razonablemente natural, aunque pertenecen al gremio de "programadores de Hollywood" que proyecta una imagen ridículamente idealizada de esta actividad.
Hablando de lo cual, Taika Waititi se divierte como actor en el papel de Antwan, el obligatorio villano corporativo que controla el videojuego de "Free City". Y, como cereza del (rancio) pastel, tenemos algunos inesperados cameos de actores famosos que participaron como favor para el director Shawn Levy (o tal vez les pagaron enormes cantidades de dinero, porque dudo que los haya atraído el guión).
Finalmente, los efectos especiales son aparatosos y constantes, pero cumplen su misión de transportarnos al caótico universo de un videojuego donde todo puede suceder (como dije, probablemente se inspiraron en Grand Theft Auto, aunque también hay referencias a éxitos más modernos, como Fortnight y Minesweeper) (chiste).
A fin de cuentas Free Guy: Tomando el Control no es una mala película; simplemente fue otro genérico "blockbuster" donde la pereza del argumento se esconde tras la simpatía de los actores y los excesos de los efectos especiales. Por otro lado, tal vez eso es lo que la gente necesita para regresar al cine, en vez de la cínica violencia de James Gunn... lo cual no tiene nada de malo. Pero siento que los videojuegos ya maduraron, y merecían una parodia/homenaje más inteligente que Free Guy: Tomando el Control. Por ejemplo, algo más parecido a Boss Level.
Calificación: 7.5

IMDb

Friday, August 13, 2021

Out of Time



Síntomas: Tres misteriosas figuras emergen de una anomalía temporal en el desierto de Mojave. Mientras tanto, en la ciudad de Los Ángeles, la detective Lisa McAdams (Nadège August) investiga la desaparición de un veterano militar.

Diagnóstico: Out of Time no es una buena película, pero la disfruté de principio a fin por la cantidad de elementos de ciencia ficción que entrelaza en una historia interesante y bien planteada, aunque pobremente ejecutada. En resumen: una experiencia subjetivamente satisfactoria, pero no recomendable para el público casual.
Para describir Out of Time podría compararla con The Hidden, una de mis "B-Movies" favoritas de todos los tiempos. El argumento es distinto, pero se basa en conceptos similares, y mantiene la misma dinámica entre sus protagonistas. Además (como sugiere el título), Out of Time incorpora viaje en el tiempo, el misterio de Roswell, y debates morales sobre el futuro de la Tierra. Y todo eso realizado con tanta ambición que terminó excediendo la capacidad artística del director... por no mencionar su inexistente presupuesto.
No digo esto como insulto, sino como homenaje a la creatividad que sustenta al cine "micro-budget", y a la perseverancia de cineastas emprendedores que pueden llevar sus obras semi-caseras hasta plataformas tan grandes como Amazon Video (pero solo en el catálogo norteamericano, pues obviamente esperan vender los derechos internacionales de Out of Time, y Amazon quiere proteger la inversión de los distribuidores extranjeros) (*fin del sarcasmo*).
Por otro lado, la comparación con The Hidden podría resultar perjudicial si esperamos el mismo nivel de intensidad y virtuosismo en las escenas de acción. Desafortunadamente Out of Time se siente "amateur" en todos los aspectos de su producción, desde la dirección de Matt Handy que evoca un proyecto estudiantil, hasta la cinematografía que carece de identidad visual. El libreto (del mismo Handy) combina mis ingredientes favoritos de la ciencia ficción en una receta con gran potencial, pero mal cocinada. Al menos hay suficiente humor y "twists" para compensar los torpes diálogos y ocasionales incongruencias narrativas. Y mejor ni hablar de la edición, sonido, y efectos especiales probablemente creados en el iPhone del director.
Por el lado positivo, los actores Nadège August y Blake Boyd tienen buena química como la Detective Lisa McAdams y el Agente Cooper Miller, colaborando temporalmente (ja, ja... "temporalmente") para investigar una serie de enigmáticos secuestros y asesinatos en la ciudad de Los Ángeles. Creo que Nadège August fue el mejor descubrimiento de la película, pues tiene genuino carisma de estrella de cine, y una poderosa presencia que mantiene nuestro interés a pesar de algunas digresiones de dudosa importancia (como el asunto del novio infiel, o el simplista final).
Y sin embargo, esa letanía de quejas no disminuyó mi aprecio por Out of Time, en parte porque me recordó una versión contemporánea de The Hidden (con todas las reservas previamente expresadas), y por su deliciosa atmósfera "pulp", simultáneamente retro y post-moderna... aunque no estoy seguro si fue la intención del director. Como sea, me gustaría ver una secuela de Out of Time para pasar más tiempo con estos personajes, y para ver cómo aplica Handy las lecciones que aprendió con su imperfecto pero entretenido debut. Dentro de todo no fue un mal comienzo.
Calificación: 7 (solo para devotos masoquistas de las B-Movies)

IMDb

Wednesday, August 11, 2021

Ride the Eagle



Síntomas: Leif Reinhold (Jake Johnson) recibe el "video-testamento" de su madre Honey (Susan Sarandon), con una lista de actividades que debe realizar antes de recibir su herencia: una cabaña en el bosque.

Diagnóstico: Ese parece el principio de una película de terror, pero en realidad Ride the Eagle es un sencillo melodrama "indie" sobre la relación entre un hombre y la madre que lo abandonó cuando era niño. Y aunque dicha relación consiste en un video VHS reproducido en un arcaico televisor de cátodos, el director Trent O'Donnell y el actor/co-guionista Jake Johnson obtienen mayor impacto emocional que muchos dramas de alto perfil sobre familias disfuncionales.
El secreto, supongo, está en el minimalismo de la premisa y la naturalidad de las actuaciones. Johnson aborda la historia con la simpatía y desenfado que distingue su particular estilo de actuación; es uno de esos actores con una sola rutina, pero con el buen sentido común de seleccionar proyectos que se ajustan a su personalidad (como hemos visto en cintas que van desde Safety Not Guaranteed hasta Win It All, sin olvidar la popular serie New Girl). El reparto secundario incluye a J.K. Simmons, D'Arcy Carden, y la perrita Nora, y todos aportan variados niveles de conflicto y excentricidades para balancear la pasividad del protagonista.
Esto se vuelve más importante cuando empezamos a notar las limitaciones técnicas de la producción. Al igual que la reciente How It Ends, Ride the Eagle se filmó durante la pandemia bajo la filosofía de "hágalo usted mismo", y tuvo que encontrar maneras "creativas" para utilizar a los actores sin arriesgar su salud. O'Donnell y Johnson escribieron el libreto con esto en mente, y creo que hicieron un buen trabajo transformando los obstáculos prácticos de la filmación en oportunidades para enriquecer el carácter de los personajes, e integrar complicaciones realistas al viaje personal de Leif... aunque de vez en cuando las precauciones se sienten un poco forzadas. Por ejemplo, hay un personaje que solo participa por medio de conversaciones telefónicas; y aunque tiene sentido en el contexto de la historia, le falta la inefable "energía dramática" que generan dos buenos actores compartiendo una escena bien escrita.
La trama de Ride the Eagle es simple pero eficiente, evitando el sentimentalismo prefabricado de Hollywood para enfocarse en las consecuencias del resentimiento, y la libertad que ofrece el perdón. Leif Reinhold (Jake Johnson) es un músico desempleado que perdió el contacto con su madre desde que lo abandonó a los doce años de edad; pero se siente intrigado por el "video-testamento" que podría darle una cabaña en el bosque (no es una cabaña desvencijada estilo Evil Dead, sino una casa de madera amplia y acogedora a orillas de un idílico lago). Y las condiciones descritas en el testamento involucran a otras personas que gradualmente cambian la perspectiva de Leif y revelan facetas de su madre que nunca imaginó... o que intencionalmente se rehusó a descubrir.
Y eso es todo: un hombre viendo el televisor, o paseando en el bosque con su perro, o interactuando con individuos que sufren sus propios traumas personales. Pero eso bastó para mantenerme entretenido durante noventa minutos, con algunas risas bien ganadas, y momentos de reflexión que sentí bastante cercanos a mi experiencia personal. Clásico cine de autor donde el resultado es mayor a la suma de sus partes, confirmando la vieja máxima de "menos es más". Y con un perro siempre es mejor.
Calificación: 8

IMDb

Monday, August 9, 2021

Pixie



Síntomas: La joven Pixie Hardy (Olivia Cooke) quiere mudarse a San Francisco para estudiar fotografía y escapar el crimen y violencia de su pequeño pueblo irlandés; pero sus planes cambian cuando se involucra accidentalmente en el asesinato de su ex-novio.

Diagnóstico: No estoy seguro si Pixie es una sátira del neo-noir británico que surgió a fines de los noventas como respuesta al "cine tarantinesco" de los Estados Unidos; o si es una propuesta post-moderna del mismo género, más acorde con la sensibilidad del nuevo siglo, donde aquellos viejos estereotipos y arcaicas actitudes ya no parecen tan simpáticos como hace veinte años. Sin embargo, cualquiera que haya sido su intención, Pixie me pareció una divertida comedia con buenas ideas y un refrescante punto de vista que examina los arquetipos criminales bajo un nuevo lente cultural. Por otro lado, Pixie se siente demasiado frívola para inspirar suspenso; y el argumento se apoya demasiado en coincidencias y conductas inverosímiles para alcanzar un final satisfactorio.
La principal innovación de Pixie fue añadir un sutil toque feminista al clásico thriller criminal, donde la protagonista quiere manipular al patriarcado (los líderes de la mafia irlandesa) para resolver un gran problema y quizás mejorar su vida. Sin embargo no será fácil, pues la jerarquía del crimen organizado tiene raíces muy profundas, y sus miembros no están particularmente abiertos al cambio. Para variar, Pixie no tiene héroes de inmaculada intención, sino villanos con distintos niveles de malicia.
Pixie Hardy vive relativamente protegida de la violencia porque su padre Dermot O'Brien (Colm Meaney) (sí, su personaje realmente se apellida "O'Brien", lo cual me hace pensar que el director es fan de Star Trek) es el líder de una organización criminal; pero la violencia ya está en casa, en la forma de su hermanastro Mickey (Turlough Convery), quien odia a Pixie por ciertos eventos del pasado. Por eso la joven está planeando su fuga con dinero ajeno...  pero las cosas no salen como esperaba, y el robo frustrado desata una guerra entre las pandillas locales... incluyendo su propia familia. Entonces Pixie recluta la ayuda de Frank (Ben Hardy) y Harland (Daryl McCormack), dos pretendientes que quieren impresionarla y harán todo para complacerla... perfecto material para más manipulación.
Y así llegan nuevas complicaciones, traiciones, y suficientes asesinatos para compensar el tono humorístico de la película, mientras la trama fluye con buen ritmo gracias a la dirección de Barnaby Thompson (St. Trinian's), y al reparto que añade un pícaro guiño en la periferia de sus actuaciones. Alec Baldwin es especialista en ese delicado balance de humor y seriedad, y tiene algunas de las mejores escenas como el Padre McGrath, un sacerdote católico profundamente irritado por la violencia en su comunidad... la cual, naturalmente, quiere combatir con más violencia.
Sin embargo, la atracción principal es Olivia Cooke, quien tanto me impresionó en cintas como Thoroughbreds, The Limehouse Golem, y Me and Earl and the Dying Girl (quienes solo la conozcan por Ready Player One apenas han visto una fracción de su talento). Y si bien el libreto de Pixie no le exige un gran esfuerzo, es agradable verla en un papel más ligero, moralmente ambiguo, pero con suficiente humanidad para congraciarse con el público a pesar de sus cuestionables decisiones. Después de todo, nadie sospecha de la joven tímida cuando hay tantos matones con escopetas y navajas.
Pixie me gustó como fugaz entretenimiento de fin de semana, pero le faltó la intensidad de un genuino noir feminista (como A Good Woman is Hard to Find). Y como sátira carece de profundidad para explorar las causas socioeconómicas de los eventos que retrata (como Blow the Man Down). En resumen: una placentera experiencia para fans de Olivia Cooke (como yo), pero probablemente una decepción para fans del cine criminal británico que esperaban más balazos, y menos corrección política. En cierto modo los entiendo.
Calificación: 7.5

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Sunday, August 8, 2021

El Escuadrón Suicida (The Suicide Squad)



Síntomas: Amanda Waller (Viola Davis) recluta un nuevo grupo de convictos con habilidades especiales para infiltrarse en la isla de Corto Maltese, y eliminar cierta información que podría perjudicar al gobierno norteamericano.

Diagnóstico: Hace cinco años (!) escribí en mi crítica de Suicide Squad que este trágico "escuadrón" de asesinos y desadaptados no había encontrado al equipo creativo adecuado para contar sus historias (ni en el cine ni en los comics). Afortunadamente la secuela El Escuadrón Suicida por fin reunió esa mágica combinación de talento al frente y detrás de la cámara, y el resultado me gustó mucho porque logró varias cosas notables: es infinitamente superior a su predecesora; es la mejor película del Universo Cinematográfico de DC Comics (en mi humilde opinión); y cumple su propósito de redimir personajes "de segunda" (y hasta "de tercera") que en circunstancias normales jamás aparecerían en una película de este calibre. En resumen: un pequeño triunfo para Warner Bros., y una de las escasas secuelas que borran errores del pasado, rescatan aciertos previos, y preparan el terreno para continuar la saga en una dirección concreta. Y todo empezó cuando Marvel despidió a James Gunn. Quién lo hubiera imaginado.
Naturalmente El Escuadrón Suicida tiene algunos problemas de tono y estructura, pero son perfectamente disculpables en vista de sus virtudes. Por ejemplo, persiste la maldición de los villanos insípidos (ya sabíamos que no era problema exclusivo de Marvel, sino de cualquier adaptación de un comic). En este caso se trata de un genérico dictador (Juan Diego Botto) y su esbirro militar (Joaquín Cosio), quienes conspiraron para tomar control de la isla de Corto Maltese (los lectores de DC Comics recordarán ese país ficticio como frecuente escenario de horrores políticos y catástrofes humanitarias). Estos villanos son temáticamente consistentes con el tipo de misiones políticas que organiza la desalmada Amanda Waller (Viola Davis); pero el director James Gunn (Guardians of the Galaxy) no logró convertirlos en figuras realmente amenazadoras. Entonces, aunque El Escuadrón Suicida tomó inspiración de clásicos como The Dirty Dozen y Where Eagles Dare, carece del suspenso que debería ser parte fundamental de cualquier "misión suicida". Reconociendo esa limitación, Gunn tomó el camino opuesto y elevó el volumen del humor negro, matando arbitrariamente a sus personajes hasta cumplir la promesa del título: nadie tiene el futuro asegurado, y cualquiera puede morir. En cierto modo El Escuadrón Suicida perdió tensión al adoptar esta estrategia, pero también se volvió más divertida. Creo que puedo vivir con ese sacrificio.
Además, eso no significa que El Escuadrón Suicida sea una comedia; por el contrario, hay genuino drama en el libreto escrito por el mismo Gunn, aunque no siempre proviene de la dirección que esperamos. Y al decir "drama", me refiero a una intensidad emocional que pocas cintas de super-héroes (o super-villanos) logran alcanzar.
El Escuadrón Suicida conservó a los mejores actores de la primera película, como Viola Davis, Joel Kinnaman y desde luego Margot Robbie (por cierto, tomó tres películas, pero por fin tenemos una Harley Quinn comparable con la versión de la excelente serie animada), y añadió muchos otros que tomaría demasiado tiempo describir. Solo señalaré a mis favoritos, incluyendo John Cena como Peacemaker (quien pronto tendrá su propia serie... lo cual no significa necesariamente que sobrevive la película); Daniela Melchior como Ratcatcher 2; y la voz de Sylverster Stallone y la captura corporal de Steve Agee como King Shark (ahora me alegro de su ausencia en la primera película, porque seguramente lo hubieran desperdiciado).
El Escuadrón Suicida ofrece acción brutal y sangrienta; humor cínico y subversivo; y una historia bien construida a pesar de algunos tropiezos (como la banda de rebeldes revolucionarios que no conduce a nada). Y, bueno, el tercer acto es una maravillosa fusión de "ridículo" y "espectacular" en la mejor manera posible, incorporando un villano que, francamente, jamás imaginé ver fuera de un comic. Otra cosa que tampoco imaginé: un cameo de Mafalda en una película con tantas explosiones craneales.
Calificación: 9

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Friday, August 6, 2021

Pig



Síntomas: El ermitaño Rob (Nicolas Cage) vive en el bosque con su cerdo amaestrado, recolectando trufas para cambiarlas por comida y provisiones. Entonces alguien secuestra al cerdo, y Rob tiene que internarse en la ciudad para buscarlo.

Diagnóstico: Pig fue una película muy distinta de lo que yo esperaba, lo cual fue bueno... y ocasionalmente frustrante. Pero a fin de cuentas me pareció una historia emotiva y satisfactoria que podría recomendar para espectadores pacientes, y para ex-fans de Nicolas Cage que perdieron la fe después de tantas actuaciones exageradas y proyectos absurdos. Su talento sigue vivo... pero necesita material adecuado para mostrarlo al mundo.
Personalmente no dudaba de ese talento, ya que la reciente Willy's Wonderland (otro de esos "proyectos absurdos") demostró la capacidad de Cage para expresar el carácter de un personaje sin necesidad de palabras (literalmente). Y ahora Pig confirma esa habilidad... aunque el tiempo dirá si fue una transformación permanente, o un respiro fugaz antes de regresar a los desvaríos de antes. Como sea, lo importante es saber que, cuando Nicolas Cage quiere actuar, aún puede hacerlo con la misma destreza de los noventas (cuando ganó el Óscar).
La premisa de Pig (hombre en busca de su mascota secuestrada) me hizo imaginar una típica película de venganza con Cage despachando villanos a diestra y siniestra, hasta cumplir su misión. Sin embargo, el director y co-guionista Michael Sarnoski tuvo una visión más ambiciosa (y al mismo tiempo más simple) para conducir la historia por caminos inesperados, pero igualmente impactantes... aunque en un nivel más esotérico.
Pig es un melancólico relato sobre un hombre atormentado por su pasado, hasta que encuentra el valor para examinar su situación actual y reparar algunas relaciones que se marchitaron cuando abandonó la civilización. ¿Y el cerdito? No diré si lo encuentra o no; pero ciertamente es la motivación que Rob necesitaba para cambiar su vida. O al menos para reconocer la necesidad de un cambio. Sin embargo, los hábitos anti-sociales de Rob son muy fuertes, y tienen raíces muy profundas en su perfil psicológico; lo cual significa que su peregrinación urbana podría tener consecuencias fatales para el lacónico ermitaño.
Además de Nicolas Cage, también me gustó la actuación de Alex Wolff (Hereditary) en el papel de Amir, el joven empresario que compra las trufas de Rob y las utiliza para ascender en la jerarquía gastronómica de Portland, más complicada y traicionera de lo que uno imagina. De hecho, podríamos decir que Sarnoski utiliza el viaje espiritual de Rob para denunciar la salvaje competencia en la industria alimenticia, el tráfico de los ingredientes más codiciados, y las rivalidades que destruyen reputaciones, familias, y hasta la salud física y mental de sus empleados.
Sin embargo eso es tan solo el subtexto del estudio de carácter que Sarnoski realiza sobre el enigmático protagonista... un inmundo ermitaño con sorprendentes secretos que se revelan con preciso ritmo para desafiar nuestras expectativas y transformar nuestra percepción de Rob.
Por el lado negativo, esto significa que Pig es una película lenta y ocasionalmente difusa, con un argumento que parece arbitrario, hasta que empezamos a distinguir su auténtico objetivo. No es una historia de venganza, sino de restauración emocional; y, aunque a veces parece que pierde el rumbo, Nicolas Cage es nuestro guía para encontrar las respuestas que buscamos. Tal vez no serán las mismas respuestas para todos... pero esa es la magia de Nicolas Cage.
Calificación: 8.5

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Wednesday, August 4, 2021

How It Ends



Síntomas: En el día del fin del mundo, Liza (Zoe Lister-Jones) y la versión adolescente de Liza (Cailee Spaeny) recorren la ciudad de Los Ángeles para rectificar errores del pasado y encontrar paz interior antes de morir.

Diagnóstico: Después del chasco de The Craft: Legacy, la actriz y directora Zoe Lister-Jones regresa con un melodrama "indie" sencillo y muy personal (esta vez co-dirigido con su esposo Daryl Wein), donde el fin del mundo funciona como catalizador para examinar el pasado de la protagonista y reconocer sus errores, no solo en sus relaciones con otras personas, sino en su percepción de sí misma. Y, como se filmó durante la pandemia de Covid-19, How It Ends gana un nivel adicional como reflexión sobre una sociedad al borde del colapso... pero no el colapso catastrófico del cine apocalíptico tradicional, sino el colapso introspectivo de la soledad y el remordimiento. ¿Qué pudimos hacer mejor antes de llegar a nuestro metafórico final? Además, las precauciones sanitarias le dan a How It Ends una curiosa identidad visual, pues los personajes siempre se mantienen separados, o solo participan por medio de video-llamadas. Desde luego fue un requerimiento práctico para seguridad de los actores... pero también simboliza la distancia emocional de Liza con sus semejantes, y el aislamiento espiritual que interfiere en su felicidad. No sé si fue la intención de los directores, o una afortunada consecuencia de una complicada situación, pero me gustó mucho el resultado, y podría recomendar How It Ends para fans del cine independiente basado en ideas... aunque no siempre sean ideas claras ni particularmente universales.
Las protagonistas son Liza (Zoe Lister-Jones), y una manifestación metafísica de Liza en su juventud (Cailee Spaeny), quien aún conserva el optimismo y energía de la adolescencia, antes de perderlos por las realidades de la vida adulta. Así, Liza y Liza Joven pueden compartir conversaciones brutalmente honestas sobre equivocaciones del pasado, los sueños que abandonaron en su transición a la madurez, y las decepciones románticas y familiares que afectaron su auto-estima.
Sí, How It Ends está firmemente establecida en territorio de "los problemas de la gente bonita", con abundante palabrería psicológica y vagas afirmaciones extraídas de libros de auto-ayuda. Sin embargo, las actuaciones de Lister-Jones, Cailee Spaeny, y un pintoresco reparto secundario hacen más accesibles las homilías "new age", con un chispeante sentido del humor que me hizo reír con suficiente frecuencia para disculpar su pretencioso mensaje. Uno de mis ejemplos favoritos: la confrontación entre Liza y Larry (Lamorne Morris), un ex-novio egoísta y emocionalmente abusivo, que sin embargo es muy simpático y sincero sobre sus constantes infidelidades. Es una escena graciosa que dice mucho sobre la condición humana, pero sin eximir a Larry de sus deslices.
Como buena productora independiente, Lister-Jones recurrió a su lista de contactos para reclutar al elenco, invitando actores con los que trabajó en distintas películas y series de televisión (como Lamorne Morris y Mary Elizabeth Ellis de New Girl; Colin Hanks y Angelique Cabral de Life in Pieces; Whitney Cummings de Whitney; Fred Armisen de Band Aid; y la misma Cailee Spaeny de The Craft: Legacy), por no mencionar colegas que elevan la película con su presencia, incluyendo Olivia Wilde, Tawny Newsome, Nick Kroll, Bradley Whitford, Rob Huebel, Paul Scheer, Charlie Day, Helen Hunt y Pauly Shore (sí, Pauly Shore eleva la película a su propia manera).
Casi lo olvidaba: la causa del "fin del mundo" es un asteroide que está por chocar con la Tierra; y aunque lo vemos de vez en cuando en el cielo, obviamente How It Ends no es un thriller de ciencia ficción con efectos especiales, sino una inteligente tragicomedia sobre el vacío existencial que sienten muchas personas con vidas privilegiadas, pero de algún modo incompletas en el aspecto emocional. Como dije: no son temas exactamente universales, pero Wein y Lister-Jones encuentran abundantes risas entre el psicoanálisis amateur; y los actores se encargan de conectar con el público casual. Hacía tiempo que no veía una comedia "indie" tan divertida y satisfactoria; y además, como fan de Zoe Lister-Jones, me dio gusto encontrarla en plena forma creativa después del tropiezo de The Craft: Legacy. Veremos si puede mantener este nivel de talento cuando termine la pandemia. Y si nunca termina... bueno, al menos servirá de inspiración para más "comedias fatalistas" como How It Ends.
Calificación: 8

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Monday, August 2, 2021

Settlers



Síntomas: En el futuro lejano, el planeta Marte fue exitosamente terraformado; pero la vida es muy difícil para las familias que se aventuraron a colonizar el nuevo mundo.

Diagnóstico: Settlers es básicamente un "western" ubicado en el planeta Marte, lo cual me pareció una idea fantástica. Sin importar la época o el nivel tecnológico, los retos siguen siendo los mismos para los pioneros de esta nueva frontera: la lucha contra la naturaleza, la soledad, y la codicia que transforma al ser humano en su peor enemigo.
El director Wyatt Rockefeller (sí, de AQUELLOS Rockefellers) explora la vida en Marte por medio de una pequeña familia compuesta por el granjero Reza (Jonny Lee Miller), su esposa Ilsa (Sofia Boutella), y su pequeña hija Remmy (Brooklynn Prince), quien es la protagonista de la película, pues a través de sus ojos seguimos el desarrollo de la historia. La vida en la granja marciana ya es bastante difícil, y además hay algún tipo de disputa territorial que inspira actos de violencia y replantea el futuro de Ilsa y Remmy. Y de su puerquito.
El libreto (del mismo Rockefeller) no ofrece muchas explicaciones sobre la colonización de Marte, pero hay suficientes pistas para deducir que no fue un capricho científico, sino el éxodo desesperado de una Tierra inhabitable. Personalmente me hubiera gustado más "world building" para conocer la política marciana, el proceso de "terraformación" (hacer la atmósfera compatible con la vida humana), y en general más detalles de la ciencia que permitió establecer comunidades auto-suficientes en el planeta rojo (en otras palabras, yo quería una versión "indie" de Red Mars/Green Mars/Blue Mars, la trilogía literaria de Kim Stanley Robinson que me obsesionó en mi juventud)... pero esa nunca fue la intención del director. Como su título indica, Settlers se enfoca en los dramas individuales que podrían existir en cualquier tiempo y lugar, porque los vicios y virtudes de la humanidad no cambian aunque estemos en el futuro, o en otro planeta.
Hablando de futuro, Settlers podrá ser un "western" parsimonioso y minimalista, pero eso no impide algunos lujos tecnológicos, como el robot "Steve". Su función es estrictamente utilitaria, y parece una caja con patas, pero los animadores le dan suficiente personalidad para convertirlo en un personaje por derecho propio, y una presencia indispensable en el manejo de la granja.
En cuanto a los personajes humanos, tenemos a Jonny Lee Miller (Hackers) como Reza, el granjero dispuesto a todo para defender el patrimonio que sus rivales quieren arrebatarle; pero también es un padre cálido y comprensivo que educa a Remmy sobre las realidades de la vida. En el papel de Ilsa, Sofia Boutella (The Mummy) muestra una faceta más sensible de su talento, después de interpretar tantas "mujeres de acción" en cintas como Atomic Blonde, Hotel Artemis, y Kingsman: The Secret Service. Fue un buen cambio de estilo, y podría abrirle las puertas a una variedad más amplia de proyectos en el futuro; aunque, desafortunadamente, Settlers es un proyecto demasiado pequeño para llamar la atención de los grandes estudios.
Finalmente, la pequeña Brooklynn Prince (The Florida Project) sostiene la película entera con una fenomenal actuación que requiere la madurez emocional de un adulto y la inocencia de una niña que no siempre entiende los eventos que afectan su vida... pero sabe adaptarse para sobrevivir.
Para este momento debe quedar claro que Settlers no es una película de acción futurista, sino un lento y melancólico estudio de carácter que podría aburrir al público con su metódico ritmo. Admito que Settlers no tiene mucha historia; incluso podría haber sido un episodio de media hora de The Twilight Zone (como los clásicos "Third From the Sun" y "I Shot an Arrow Into the Air", ambos relacionados con la colonización espacial). Y tampoco hay aliens ni exóticas criaturas que amenacen a Remmy (aunque esas gallinas marcianas deben ser bastante rudas). Por eso solo recomendaría Settlers para fans de la ciencia ficción "seria", donde se utiliza el futuro para reflexionar sobre el presente, y la imaginación para entender nuestra realidad. Y además con un robot simpático y leal; ¿qué más podemos pedir?
Calificación: 8

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Sunday, August 1, 2021

Jungle Cruise: Bienvenidos a Bordo (Jungle Cruise)



Síntomas: En 1916, la exploradora Lily Houghton (Emily Blunt) y su hermano MacGregor (Jack Whitehall) contratan al Capitán Frank Wolff (Dwayne Johnson) para llevarlos por el Río Amazonas hasta el sitio donde crece un legendario árbol cuyas flores tienen asombrosas propiedades místicas y medicinales.

Diagnóstico: Ojalá Jungle Cruise fuera 25% más corta, y 40% más seria. Entonces sería una divertida aventura familiar "retro" en el estilo de Indiana Jones, en vez de otro monolítico espectáculo de Disney repleto de efectos especiales, pero libre de encanto y emoción.
Aún así, como hemos visto en muchas ocasiones, esa fórmula funciona en virtud del espectáculo visual y el carisma de los actores que tratan de engancharnos en una aventura creada por una docena de guionistas y productores desesperados por crear otra próspera franquicia para el estudio, antes de renegociar sus contratos. ¡Bienvenidos al Reino de la Imaginación!
Primero lo bueno: me dio gusto encontrar al director español Jaume Collet-Serra detrás de un genuino "blockbuster" hollywoodense, después de trabajar tantos años en thrillers de mediana calidad (muchos de ellos con Liam Neeson). Sin embargo, en películas como Jungle Cruise no importa tanto la visión personal del director, sino su habilidad para manejar a los actores y coordinar múltiples departamentos técnicos. Bajo ese criterio, Collet-Serra dirigió una película dinámica y atractiva, donde cada escena tiene algo interesante para capturar nuestra atención. Jungle Cruise se filmó en Hawaii, aunque a estas alturas es imposible saber cuáles escenarios son reales, y cuáles son simulaciones digitales. El viaje del barco "La Quila" por el Amazonas ofrece impresionantes imágenes y la atmósfera primigenia de una jungla donde todo está vivo, y el peligro puede llegar desde cualquier dirección. Cierto, algunos animales se ven muy artificiales (como el jaguar); y el supuesto "peligro" nunca afecta a los personajes principales que pueden realizar cualquier proeza, por absurda que parezca, sin temor a morir... porque eso es justamente lo que los efectos especiales no pueden crear: la tensión del peligro, la urgencia de una persecución, y los dilemas morales de buscar algo que podría cambiar al mundo. Los guionistas no necesitan pensar en eso, porque es más fácil escribir "Lily corre por las ramas de un árbol gigante mientras la persigue una criatura hecha de abejas"; entonces ya no es su problema, sino de los diseñadores, técnicos, y animadores encargados de crear esa secuencia.
Dije que iba a mencionar lo bueno, y sin darme cuenta me pasé a lo malo. En un punto intermedio entre ambos extremos están las actuaciones de Emily Blunt y Dwayne Johnson. Bueno, no las llamaría "actuaciones", sino repeticiones de sus rutinas habituales; pero la película no necesita más. Johnson es el clásico "rudo sensible" con un irreverente sentido del humor; y Blunt es la aventurera proto-feminista con ideas demasiado avanzadas para la sociedad de 1916. Hablando de lo cual: Jack Whitehall interpreta a su hermano MacGregor, el primer personaje homosexual en una película de Disney (al parecer Olaf no cuenta); pero no hacen nada con esa revelación, excepto un juego de palabras que, para ser justos, me hizo reír. Como sea, es un detalle irrelevante que no afecta la textura familiar de Jungle Cruise.
Otro anacronismo sorpresivo: el compositor James Newton Howard se atrevió a usar una canción de Metallica como parte de la partitura musical de Jungle Cruise. Nunca escuchamos la canción propiamente, sino arreglos de su melodía incorporados en la música incidental. Sospecho que Newton Howard perdió una apuesta, o algo así; pero, por la razón que haya sido, tiene todo mi respeto por convencer a Disney de pagar la licencia de una canción de Metallica... para una película basada en una atracción turística.
Logré llegar hasta el final de la crítica sin mencionar Pirates of the Caribbean... pero esa es la comparación inevitable para describir Jungle Cruise. La trama es similar, los efectos especiales predominan sobre el drama, y el humor arruina (o mejora, según el gusto de cada espectador) los momentos de suspenso y pseudo-horror. Solo le faltó a Jungle Cruise un personaje tan memorable como Jack Sparrow; pero, por lo demás, Jungle Cruise me pareció una experiencia amena e inofensiva que olvidaré en cuanto publique esta crítica. O tal vez la recordaré el suficiente tiempo para escuchar la banda sonora un par de veces... porque nada más importa.
Calificación: 7.5

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