Wednesday, October 7, 2015
Me and Earl and the Dying Girl
Síntomas: El tímido estudiante Greg (Thomas Mann) y su "socio" Earl (R.J. Cyler) se divierten haciendo versiones caseras de famosas películas de arte. Pero cuando Greg se ve obligado a pasar más tiempo con la joven Rachel (Olivia Cooke), quien sufre de leucemia, empieza a cambiar su perspectiva de la vida.
Diagnóstico: En el 2014 el director Alfonso Gómez-Rejón hizo lo imposible: un re-make de terror (The Town That Dreaded Sundown) con gran calidad visual y narrativa que superaba con creces a la obra original, al mismo tiempo que rendía homenaje a su espíritu de "B-Movie". Y ahora, para su segundo largometraje, Gómez-Rejón cambió abruptamente de género para darnos un excepcional melodrama juvenil de inusual frescura y honestidad que nunca recurre al barato sentimentalismo para congraciarse con el espectador.
La verdad es que no pensé eso desde el principio. En sus cinco minutos iniciales, Me and Earl and the Dying Girl usa varios de los más temidos recursos del cine independiente: animación "cute" en stop motion, un narrador meta-irónico, y abundantes referencias eruditas para validar la "intelectualidad" oculta en su desenfadado tono. En otras palabras, me estaba preparando para aguantar hora y media de auto-indulgencia "indie" y humor hipster.
Afortunadamente Me and Earl and the Dying Girl evoluciona rápidamente hasta convertirse en una experiencia inolvidable. Los personajes ganan dimensión conforme los vamos conociendo, y el asunto de la adolescente moribunda resulta ser parte fundamental de una trama más ambiciosa, en vez de ser un barato "mcguffin" para hacernos llorar. Claro, Me and Earl and the Dying Girl nunca pierde ese barniz "indie" que algunas personas podrían considerar pretencioso; pero es muy fácil disculparlo en vista de sus considerables aciertos narrativos y estilísticos.
Para empezar, me gustó mucho que el libreto de Jesse Andrews (adaptado de su propia novela) no se enfoca en un trágico romance, sino en la sincera amistad de varios jóvenes desadaptados con diversos motivos para rechazar el contacto humano, prefiriendo el aislamiento como mecanismo de defensa contra sus temores y traumas personales. Quizás no sea una premisa muy original, pero bajo la dirección de Gómez-Rejón cobra vida como pocas veces he visto, mezclando humor y drama con agudas observaciones sobre la naturaleza humana que no se sienten como "lecciones de vida", sino como parte natural de la alianza que forjan los personajes... incluso cuando se resisten a ello.
Los actores Thomas Mann, R.J. Cyler y Olivia Cooke realizan un excelente trabajo complementando con su físico y actitudes las respectivas neurosis de Greg, Earl y Rachel, manifestando de sutiles maneras la transformación que gradualmente inspira su relación. El elenco adulto también brilla con breves pero memorables intervenciones de Connie Britton, Molly Shannon y Nick Offerman... por no mencionar un inesperado cameo auditivo de cierto mutante canadiense...
En el aspecto visual Me and Earl and the Dying Girl es un constante deleite gracias a la excelente cinematografía y dirección de cámara, que adopta excéntricos encuadres y movimientos para hacer más ricas e interesantes hasta las más triviales escenas. Y lo mejor es que este derroche de estilo no se siente como una afectación, sino como una propiedad orgánica del bizarro universo que estamos visitando.
Como dije, la cinta no está exenta de clichés, pero generalmente los usa a su favor; por ejemplo, ese asombroso momento cuando Greg describe las diversas facciones escolares: los deportistas, los goths, los hippies, etc. Hemos visto escenas como ésta en incontables películas (entre mis favoritas: Clueless, Mean Girls y Heathers), pero nunca como una larga toma continua con cientos de extras perfectamente coreografiados para lograr una impresionante rebanada de caótica vida estudiantil. Otro ejemplo: el bully/dealer local es un "wigger" con aspiraciones de rapero que no puede dejar de "rimar" ni cuando está peleando (mal) con sus víctimas. Se trata de una grotesca exageración cómica, pero aún así el personaje posee un intuitivo realismo que lo hace perfectamente creíble, y al mismo tiempo ridículamente gracioso.
Tal vez Me and Earl and the Dying Girl no entrará a mi rotación de cintas juveniles favoritas (creo que no fue suficientemente graciosa para garantizar visitas repetidas), pero sin duda se quedará en mi memoria como una obra única en su fondo y forma, dedicada al ideal de la amistad como base fundamental de una vida interna más rica y satisfactoria... incluso para "weirdos" antisociales como los que habitan la película. No puedo negar que me sentí levemente aludido; pero prefiero ignorar la lección y pasársela a otros que sepan aprovecharla mejor.
Calificación: 9
IMDb
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pablo te ecomiendo Deathgasm de nva zelandia y tremors 5 bloodlines, y ¿que opinion te merecio Scream la serie de MTV? saludos
ReplyDeleteXtro: Justamente vi Deathgasm este fin de semana y me gustó mucho; esperaba publicar la crítica esta semana, pero tendrá que esperar a la siguiente. Muchas gracias por las recomendaciones. Tremors 5 también está en mi lista de "indispensables", pero no sé si ya está disponible en VoD (qué milagro que no le pusieron "Tremor5"). La buscaré este fin de semana. Finalmente, vi los primeros episodios de Scream, y no me convencieron mucho. Pero ahora que llegó a Netflix probablemente le daré otra oportunidad, aunque sea para admirar a las actrices ;-) Claro que eso nunca compensa una historia deficiente. Muchos saludos y suerte!
ReplyDeleteFue una agradable sorpresa. Cuando supe de la película, pensé que sería otro "Fault in our Stars". Después ya vi que era Alfonso Gómez-Rejón y vi que le estaba yendo muy bien en algunos festivales y dije. "ok, vamos a ver qué tal".
ReplyDeleteComenzando a verla, pensé que sería totalmente un "indie-flick", pero fue agradable ver como jugaban con algunos de los clichés (aunque eso, por otro lado, me hizo esperar una completa deconstrucción del "género" que en realidad no sucedió).
Fuera de todo ese lío mental, la disfruté mucho (especialmente por no forzar el romance!), vale la pena verla y recomendarla.
Saludos! (Ya tenía rato de no pasar por acá)
Sergio Palacios: Estuve en el mismo caso; el argumento no me inspiraba mucha confianza, pero el trabajo del director Alfonso Gómez-Rejón me impresionó tanto en "The Town That Dreaded Sundown" que decidí arriesgarme, con resultados muy positivos. Muchas gracias por compartir tu opinión, y muchas gracias por regresar al blog. Ojalá sigas encontrándolo útil. Saludos y feliz fin de semana!
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