...pero no en mi salud, sino en mi economía. Por eso me atreví a poner el botón de donativos por medio de PayPal. Si pueden, si quieren contribuir, cualquier aportación será inmensamente agradecida. Si no, no hay problema. Sin presiones, ni campañas, ni metas. Un abrazo a todos, ¡y cuídense mucho!
Wednesday, September 30, 2020
Blood Machines
Síntomas: La inteligencia artificial de la nave espacial Mima toma forma humana para escapar de los mercenarios que la persiguen.
Diagnóstico: No sé cómo clasificar Blood Machines. Su breve duración (50 minutos) la ubica en la categoría de mediometrajes; su estreno en Amazon fue en forma de mini-serie; pero su elaborada producción sugiere una auténtica película.
Como sea, el nicho comercial es irrelevante para disfrutar las delicias visuales de Blood Machines... y también para aceptar sus tropiezos narrativos. Lo importante es que la película/corto/mini-serie ofrece una espectacular experiencia sensorial, respaldada por ideas bastante trilladas, pero rara vez expresadas con semejante visión artística.
Es obvio que el director "Seth Ickerman" (pseudónimo del dueto francés Raphaël Hernandez y Savitri Joly-Gonfard) está más interesado en imágenes que en argumento, lo cual normalmente me parece uno de los grandes problemas del cine moderno. Sin embargo, cuando dichas imágenes conjugan sublimes niveles de imaginación y pericia técnica, puedo hacer una excepción y recomendar Blood Machines tan solo por su forma.
Además, para ser justos, el fondo no es tan malo. A pesar de su simplicidad, el argumento incluye suficientes detalles de "world building" para estimular nuestra imaginación y llenar los huecos de este exuberante universo post-moderno. Entre esos detalles: la existencia de una misteriosa organización paramilitar especializada en capturar transportes dañados para robar sus recursos y reciclar sus componentes; naves espaciales con inteligencias artificiales tan avanzadas que algunas personas las consideran seres vivos; y un culto de... voy a llamarlas "brujas cósmicas" (lo cual es cien por ciento un halago) dedicadas a rescatar esas naves "heridas" y liberar sus mentes sintéticas.
En un nivel más alegórico tenemos la eterna batalla de los sexos. Los mercenarios son hombres crueles e ignorantes que persiguen el beneficio personal sin preocuparse por las consecuencias de sus actos. Por su parte, las brujas cósmicas buscan la armonía entre naturaleza y tecnología. Entonces, cuando el mercenario Vascan (Anders Heinrichsen) secuestra a una de las "brujas" (Elisa Lasowski) para ayudar en la cacería de Mima (Joëlle Berckmans), no solo es un cliché de ciencia ficción, sino una metáfora del capitalismo, del patriarcado, o la ciega ambición que nos está llevando a un similar futuro distópico.
Al menos esa fue mi interpretación de los primeros veinte minutos de Blood Machines... cuando todavía podía pensar. Después de eso llega el épico tercer acto, donde los insulsos diálogos y las mediocres actuaciones desaparecen, y podemos disfrutar un extraordinario "performance" audiovisual, acompañado por la música retro-tecno de Carpenter Brut. La combinación es absolutamente electrizante, integrando diseño de producción con animación y una rica paleta de colores que explotan en nuestra retina y distorsionan nuestra mente mientras tratamos de deducir qué demonios está pasando. Es como un híbrido de Guardians of the Galaxy y Trolls: World Tour, escrito por Philip K. Dick cuando tenía 12 años.
O, para hacer una comparación más literaria: Blood Machines me recordó las historias de la revista Heavy Metal (en algunos países llamada Métal Hurlant), con arte de excepcional calidad, argumentos muy elementales, y exóticas mujeres provenientes de planetas donde la ropa es opcional.
Hablando de lo cual: entiendo la contradicción de asignar temas feministas a una fórmula tan sexista... pero quiero pensar que fue parte del contraste entre pasado y presente que maneja Blood Machines: valores gráficos (y culturales) de los años ochentas magníficamente realizados con técnicas de la era digital. Y si no sirve esa excusa... bueno, al menos podemos disfrutar las naves con dientes, el ballet más bizarro desde Suspiria, y robots gigerianos que ya se cansaron de servir a sus amos humanos. No hacen falta ideologías progresivas para compartir esa frustración.
Calificación: 7.5 (10 por imágenes, 5 por historia, dividimos entre 2 y sacamos promedio)
Monday, September 28, 2020
Ava
Síntomas: Después de un "trabajo" fallido, la asesina a sueldo Ava Faulkner (Jessica Chastain) debe luchar por su vida mientras trata de reconciliarse con la familia que abandonó.
Diagnóstico: Ava parece el resultado de un error de edición: alguien confundió las carpetas en FinalCutPro, y mezcló accidentalmente escenas de un drama familiar con una genérica cinta de acción. Lo único que tienen en común ambas carpetas son los actores... pero, afortunadamente, eso fue lo que rescató a Ava de su fracturada estructura.
Por el lado del drama familiar tenemos a Ava (Jessica Chastain), ex-militar, ex-adicta, y con un misterioso trabajo en las Naciones Unidas (al menos eso le dijo a su familia) que la mantiene ocupada en el extranjero durante largos períodos de tiempo. Entonces Ava regresa a la ciudad de Boston por la muerte de su padre, y trata de reconciliarse con su madre Bobbi (Geena Davis), su hermana Judy (Jess Weixler), y su "ex" Michael (Common). Pero no será fácil, ya que existen profundos resentimientos y recuerdos dolorosos que complican la situación.
Por el lado de la acción, Ava trabaja como asesina a sueldo para una misteriosa organización especializada en eliminar individuos que lo merecen (supuestamente). Su contacto, mentor y único amigo es Duke (John Malkovich), otro ex-militar que reclutó a Ava cuando salió del ejército. Ava tiene extraordinario talento para "cerrar casos" (matar gente), pero también es muy rebelde y no siempre obedece las reglas de su oficio. Entonces, cuando su más reciente trabajo se convierte en una masacre, sus superiores deciden eliminarla antes de que llame más la atención.
Y así, durante noventa minutos ambas historias se desarrollan paralelamente, mientras esperamos que el libreto de Matthew Newton encuentre la manera de conectarlas, o que el director Tate Taylor (The Girl on the Train) logre conciliar las divergentes misiones de la protagonista... lo cual solo ocurre parcialmente al final, pero sin la fuerza suficiente para consolidar la experiencia general de la película.
Sin embargo, como dije al principio, Ava me gustó más por el desempeño de los actores que por su coherencia narrativa.
El eje de todo el asunto es Jessica Chastain, una excelente actriz capaz de manejar las secuencias de acción con gran vigor y realismo; y también con el talento necesario para expresar las emociones que provoca su inusual familia. Gracias a eso podemos apreciar el impacto que cada escena tiene en las distintas identidades de la protagonista: Ava la asesina lucha contra sus atacantes no solo por instinto de supervivencia, sino porque está aprendiendo a valorar los aspectos de su vida que ignoró mientras ascendía en su profesión secreta. Y Ava la hija rebelde descubre que su trabajo no basta para satisfacer su vacío existencial, y por eso empieza a disfrutar la interacción con su familia... incluso si a veces la irritan porque exigen demasiado. Tal vez Ava funcionaría mejor si las historias estuvieran más entrelazadas; pero al menos la actuación de Chastain se encarga de mantener una presencia consistente a lo largo de la cinta.
Igualmente valiosas son las actuaciones del elenco secundario. Geena Davis y Jess Weixler interpretan a la madre y hermana de Ava, respectivamente. Ambas se alegran de tenerla de nuevo en sus vidas, pero no pueden evitar cierta desconfianza por las traiciones del pasado. Y aunque Common tiene pocas escenas en el papel de Michael, aporta nuevos retos a la redención de la protagonista.
Como parte de la vida secreta de Ava, John Malkovich se luce en el papel de Duke, quien realmente se preocupa por ella, aunque también comprende las necesidades de la organización a la que pertenecen. Colin Farrell es un enigmático villano que podría empeorar las cosas, o solucionar los problemas; pero definitivamente habrá sangre en su decisión. Y Diana Silvers (Booksmart) tiene un papel tan pequeño que parece un desperdicio de su talento... aunque podría volverse más importante en una hipotética secuela, en caso de que Ava tenga éxito económico.
Lo cual, francamente, dudo mucho. Ava no es una mala película, pero hay mejores dramas serios con Jessica Chastain (Molly's Game, Miss Sloane), y mejores películas sobre asesinas peleando con sus jefes (Atomic Blonde, Haywire). La irregular combinación de temas le resta puntos a Ava; pero el trabajo de los actores compensa la situación (en mi humilde opinión). Cada espectador sabrá cual aspecto de la cinta es más importante para su gusto personal. Y cada quién podrá decidir si el acento irlandés de Colin Farrell es su "firma personal", o si ya es incapaz de ocultarlo.
Calificación: 7.5
Sunday, September 27, 2020
Impetigore (Perempuan Tanah Jahanam)
Síntomas: La joven Maya (Tara Basro) visita un remoto pueblo en la isla de Java con su amiga Dini (Marissa Anita) para conocer la casa que su padre le heredó. Pero lo que encuentran son terribles secretos familiares que ponen sus vidas en peligro.
Diagnóstico: No sé de dónde sacaron ese título, pero Impetigore no tiene tanto "gore" como sugiere su nombre. En vez de eso, se trata de un parsimonioso "thriller rural" muy atmosférico sobre una mujer que regresa a sus raíces con funestos resultados.
Al principio de Impetigore Maya y Dini trabajan como cobradoras en casetas de autopista, hasta que el ataque de un maniático las obliga a renunciar. Entonces Maya se entera de que su padre (al que apenas recuerda) falleció en el pueblo de Harjosari, famoso por sus exhibiciones de "wayang" (el arte tradicional de títeres de sombras). Pero cuando Maya llega a la decrépita mansión familiar, descubre un misterio conectado con sus antepasados, cuyos efectos persisten hasta el presente.
Después de dirigir la excelente cinta de super-héroes Gundala, el director Joko Anwar regresa al horror rústico y espiritual de Satan's Slaves, aunque con un estilo más reposado y "javacéntrico", con lo cual quiero decir que no copia los esquemas del horror occidental, sino que rescata leyendas folclóricas de Java, inspiradas por la compleja fusión de doctrinas en la isla (principalmente budista e islámica), y las religiones autóctonas locales. De este modo Anwar rinde tributo a su legado cultural, pero en un formato de horror compatible con el público occidental... y, desde luego, con un poco de sangre para justificar el título. Supongo que la violencia es el auténtico lenguaje internacional.
Tara Basro y Marissa Anita hacen una excelente pareja de amigas con personalidades opuestas pero complementarias. Maya es reservada, mientras que Dini es impulsiva y habladora, logrando una simpática interacción que subraya la diferencia entre el pragmatismo urbano de las jóvenes, y el espiritualismo provincial predominante en el pueblo.
Una vez que llegan a Harjosari la trama se complica con varios personajes de incierta motivación, incluyendo al líder local Ki Saptadi, interpretado por Ario Bayu con fría cortesía que apenas oculta su desdén por las visitantes de la gran ciudad; Asmara Abigail tiene el papel de Ratih, la vendedora de comida que podría ayudar a Maya o traicionarla por una tragedia del pasado; y también hay tres niñas que... bueno, baste decir que no les piden nada a las gemelas diabólicas de The Shining.
De hecho hay demasiadas "tragedias del pasado" compitiendo por nuestra atención en Impetigore (algunas de las cuales se revelan en "flashbacks" un poco confusos); pero creo que ese es el punto de la película: denunciar las consecuencias del egoísmo de los padres sobre la siguiente generación que termina sufriendo sin saber por qué, y sin ser responsables por los errores del pasado. Incluso podríamos ver la película como alegoría de cualquier crisis actual, desde el cambio climático hasta la economía... pero no hace falta buscar significados ocultos en Impetigore. El suspenso, la extraordinaria cinematografía nocturna (un gran punto débil del horror en general), y la perfecta dirección de Joko Anwar se encargan de envolvernos en una narrativa enriquecida por las leyendas de una cultura que se rehúsa a olvidar sus tradiciones frente al avance de la civilización. Lo que para algunos es "superstición", es para otros evidencia palpable de la perversión humana.
Calificación: 8
Friday, September 25, 2020
Enola Holmes
Síntomas: Enola Holmes (Millie Bobby Brown), la hermana menor de Sherlock Holmes (Henry Cavill), escapa de su casa para buscar a su madre desaparecida. Pero lo que encuentra es una conspiración que podría cambiar el futuro de Inglaterra.
Diagnóstico: Desde niño leía con avidez las historias de Sherlock Holmes escritas por Sir Arthur Conan Doyle (aunque probablemente las entendí hasta la adolescencia). Y ya en edad adulta descubrí versiones "alternas" del personaje, creadas por escritores o cineastas que rendían tributo a Doyle con nuevas interpretaciones de su famoso detective. Algunas de estas versiones conservaban el mismo estilo de los cuentos originales (como la película Murder By Decree, y la novela "A Slight Trick of the Mind" de Mitch Cullin); otras proponían traviesos replanteamientos que hoy llamaríamos "meta" (como la cinta They Might Be Giants); y de vez en cuando surgían fusiones de incongruentes universos (como la historia corta "A Study in Emerald", de Neil Gaiman, donde Holmes investiga un caso con tintes lovecraftianos). Algunas de estas re-invenciones son buenas, y otras no tanto; pero siempre me parece interesante explorar un viejo clásico a través de una nueva visión artística.
Lo cual nos lleva a Enola Holmes, la nueva película de Netflix basada en el libro de Nancy Springer, cuya epónima (y apócrifa) protagonista es la hermana menor de Sherlock (Henry Cavill) y Mycroft Holmes (Sam Claflin), ignorada por los hombres de su familia, pero entrenada en todo tipo de disciplinas físicas y mentales por su madre Eudoria (Helena Bonham Carter)... quien una noche desaparece de su mansión en la campiña inglesa. Entonces, para evitar que Mycroft la recluya en una "escuela para señoritas", Enola escapa e inicia su propia investigación, encontrando asesinos, intriga política, y hasta un poco de romance.
El resultado es agradable, pero menos ingenioso de lo que yo esperaría en un genuino tributo a Sherlock Holmes. Los poderes deductivos de Enola parecen limitarse a juegos de palabras y acertijos básicos. Y aunque su madre entrenó a la niña para valerse por sí misma y no depender de los demás, casi todas las pistas que descubre son por coincidencia (ejemplo: en el primer "pub" que visita en Londres, Enola encuentra a una mujer que conocía a su madre). Pero, bueno... este tipo de manipulaciones y atajos narrativos son muy comunes en las historias "Young Adult", así que no puedo quejarme demasiado. Solo hubiera deseado que el director Harry Bradbeer y el guionista Jack Thorne (y probablemente la autora del libro) hubieran encontrado auténticos retos para demostrar la astucia de la protagonista que supuestamente comparte las cualidades de su legendario hermano.
Otra cosa que me irritó fueron los constantes comentarios que Enola hace al espectador, rompiendo la "cuarta pared" para compartir opiniones, o para explicar lo que está haciendo. Además de violar la regla dorada de "muéstralo, no lo cuentes", me da la impresión de que el director temía que algunos elementos de la historia fueran demasiado complicados para el público juvenil, y por eso Enola describe literalmente cada etapa de su investigación, pensando en voz alta, y hasta haciendo pequeños chistes para aliviar la tensión en situaciones de peligro.
Afortunadamente la simpatía de Millie Bobby Brown (Stranger Things) en el papel principal ayuda a tolerar la condescendencia del libreto; y también me sorprendió disfrutar tanto el desempeño de Henry Cavill como Sherlock Holmes, pues aunque no corresponde a la descripción tradicional del personaje, consigue evocar el espíritu analítico y frío raciocino que ocultan emociones reprimidas. Las discusiones entre Sherlock y Enola fue lo que más me gustó de la película.
En el papel de Mycroft Holmes, Sam Claflin parece una caricatura del pomposo aristócrata victoriano (aunque me decepcionó que no lo hicieron gordo); mientras que Louis Partridge es un adecuado aliado/galán en el papel del Marqués de Basilwether, no muy memorable, pero con una afable personalidad que complementa la seriedad de Enola.
Sin ser propiamente una historia sobre Sherlock Holmes, Enola Holmes respeta los principios básicos de la leyenda... al menos tanto como lo permite la fórmula "Young Adult". La combinación no siempre funciona, pero ciertamente entretiene, gracias a los actores y la dirección de Bradbeer, quien maneja múltiples sub-tramas sin descuidar la motivación primaria de la protagonista. Finalmente, me gustaría ver una secuela donde Enola encuentre su propio Moriarty; y tal vez un "crossover" con la nieta del Profesor Challenger, un héroe olvidado de Conan Doyle que merece su propia franquicia.
Calificación: 7.5
Wednesday, September 23, 2020
Spinster
Síntomas: Después de que su novio la abandona, Gaby (Chelsea Peretti) decide evaluar las opciones románticas que tiene una mujer soltera de 39 años.
Diagnóstico: Cuando estaba joven y aún no se afincaba por completo mi condición de soltero empedernido, sentía de vez en cuando la presión de parientes y conocidos que insistían en que me casara, que tuviera hijos, que le diera nietos a mi mamá, etc. Yo siempre contestaba con algún chiste ("Estoy esperando a la mujer perfecta: la mujer a la que ninguna otra mujer le encuentra defectos")(le robé el chiste a Jack Benny), o con vagas promesas de "Sí, más adelante; por ahora estoy ocupado con el trabajo". Quizás por eso sentí una fuerte conexión con Gaby, la protagonista de Spinster... aunque desde luego la situación es más agresiva con una mujer. En la película casi todos los personajes le sugieren (o incluso le exigen) que se case y tenga hijos, porque ese es (al menos en opinión de algunas personas) el único camino viable para el sexo femenino.
Sin embargo Spinster presenta una alternativa muy válida, donde una mujer no necesita esposo o hijos para encontrar satisfacción en la vida... sin importar lo que piensen los demás.
No es un concepto nuevo, y desde luego se ha vuelto más popular en el moderno cine feminista. Pero me gustó el enfoque gentil y humorístico que adoptan la directora Andrea Dorfman y la guionista Jennifer Deyell para refutar la idea del matrimonio como destino final del desarrollo humano. Y, bueno, cuando la mujer en cuestión está interpretada por la comediante Chelsea Peretti (más conocida por su participación en Brooklyn Nine Nine, uno de mis "sitcoms" favoritos), podemos esperar comentarios cáusticos y una sardónica perspectiva del mundo que, sin embargo, no amarga la película.
Por el contrario, Gaby afronta racionalmente los retos de su nueva soltería, comparando aspectos positivos y negativos, y decidiendo que lo que funciona mejor para ella. Y solo para ella. De este modo Spinster representa la experiencia individual de una persona, y no un panfleto demagógico sobre "la trampa del matrimonio"... aunque definitivamente hay algunos chistes al respecto.
Acompañan a Peretti en papeles secundarios David Rossetti como su hermano Alex, tratando de cambiar de carrera en la edad madura (otro tema con el que también me identificaría); Nadia Tonen como Adele, la sobrina de Gaby que necesita ampliar su estrecha visión del mundo; Susan Kent como Amanda, la obligatoria "mejor amiga" casada y con hijos, que ofrece un punto de vista alterno (no necesariamente opuesto); y Peat como Trudy, la perrita adoptada que satisface parcialmente el instinto materno de Gaby.
Supongo que podríamos describir Spinster como un melodrama "indie" ligeramente subversivo, pero no demasiado para no asustar al público "mainstream". O quizás es una "comedia anti-romántica" donde la pareja de la protagonista es su propia independencia. Como sea, Spinster no tiene grandes carcajadas, pero me hizo sonreír con frecuencia, y confirmó la calidad de Chelsea Peretti como actriz semi-seria con suficiente textura para trascender sus rutinas de "stand-up". Por el lado negativo, Spinster podría parecer muy blanda como comedia, y excesivamente tímida como manifiesto feminista. Pero quien haya sufrido incontables variaciones de "¿Por qué no te has casado?" durante alguna celebración familiar, gozará la pequeña catarsis de encontrar una película que conoce la respuesta a esa pregunta. Y desde luego no es la misma respuesta para todos.
Calificación: 8
Monday, September 21, 2020
Antebellum
Síntomas: La joven Eden (Janelle Monae) sufre los horrores de la esclavitud en una plantación del Sur de los Estados Unidos. Pero Eden está determinada a cambiar su vida, por cualquier medio necesario.
Diagnóstico: Antebellum empieza con una toma continua de varios minutos que, sin necesidad de palabras, explica con brutal eficiencia el funcionamiento de una plantación de algodón durante la Guerra Civil norteamericana. La mansión principal de la familia blanca está al frente, mientras que las cabañas de los esclavos están atrás (muy atrás), donde cotidianamente se cometen horribles actos de tortura para inculcar "lealtad" en los desafortunadas individuos que son tratados como objetos tan solo por el color de su piel.
Los directores Gerard Bush y Christopher Renz (haciendo su debut en largometrajes después de una breve carrera en videos musicales de artistas como Jay-Z y Khalid) aprovechan este desolador entorno no solo para denunciar las injusticias de la esclavitud en tiempos coloniales, sino para conectar las tragedias del pasado con las tensiones raciales del presente. Es una noble intención que, sin embargo, a veces se siente tan exagerada que se acerca a la caricatura. No estoy negando las crueles situaciones retratadas en Antebellum... pero el volumen del mensaje es tan estridente que distrae la atención de su valioso contenido.
Por otro lado, tal vez ese volumen es necesario para hacerse escuchar entre la algarabía de voces y opiniones divergentes sobre estos temas. No pretendo ser experto en la materia, pero claramente la sociedad norteamericana está atravesando un momento crítico en el conflicto racial que se viene fermentando desde hace siglos, poniendo en peligro el bienestar de millones de ciudadanos... por no mencionar inmigrantes y demás minorías que ya sufren bastantes vejaciones por el racismo institucional que mucha gente prefiere negar. Y ya sé que el cine no es el mejor lugar para aprender Historia... pero sigue siendo útil para crear conciencia, enfocar la opinión pública, y fomentar el diálogo sobre temas relevantes, incluso si para lograrlo recurre a géneros que no siempre asociamos con la realidad, como el horror o la fantasía.
En este punto conviene aclarar que Antebellum no es propiamente una película de terror (aunque utiliza horrores reales para inspirar emociones intensas en el espectador). Sería más apropiado describirla como "thriller social" al estilo de Jordan Peele (Get Out, Us) con un toque de realismo mágico para apoyar el drama, pero sin cruzar la línea del cine fantástico. Esto podría decepcionar al público que esperaba algo más simple y lineal, pero en lo personal encontré muy ingenioso el balance entre las experiencias individuales de los personajes y la disección del orden social que permite esas atrocidades.
En el papel de "Eden" (no es su nombre real, sino el que le asignan sus "amos"), Janelle Monae muestra indomable espíritu que los tormentos de la esclavitud no consiguen aplastar. Tongayi Chirisa, Kiersey Clemons y Gabourey Sidibe interpretan personajes más superficiales, pero a fin de cuentas útiles para mantener la cohesión de un argumento que toma inesperadas digresiones (intencionales), jugando con el tiempo y manipulando nuestra percepción para hacer más elocuente su mensaje. Y, en los papeles antagónicos encontramos a Jena Malone, Eric Lange, y Jack Huston, muy fáciles de odiar, y más peligrosos de lo que parecen porque no representan villanos aislados, sino una insidiosa ideología que penetra en todos los niveles de la sociedad.
Nada en Antebellum es oblicuo ni sutil, lo cual le resta puntos como "cine de prestigio". Y aunque su apasionada retórica tiende a ofuscar la narrativa, es imposible negar la validez de sus ideas. Pero, más allá de todo eso, Antebellum me pareció recomendable en su más básico nivel visceral como un thriller bien filmado (mención especial para el director de fotografía Pedro Luque Briozzo), con una fuerte protagonista, y un catártico final que no pretende cambiar el mundo, sino dejar satisfecho al espectador. Sin embargo, por algo se empieza.
Calificación: 8.5
Sunday, September 20, 2020
Children of the Sea (Kaijû no Kodomo)
Síntomas: Durante sus vacaciones de verano, la niña Ruka Azumi (voz de Mana Ashida) visita a su padre en el acuario donde trabaja, y conoce a Umi (voz de Hiiro Ishibashi) y Sora (voz de Seishû Uragami), dos niños que fueron criados por animales marinos, lo cual está haciendo muy difícil su adaptación a la vida en tierra firme.
Diagnóstico: Desde hace muchos años cualquier mención del estudio japonés Toho Films evocaba en mi mente imágenes de Godzilla; sin embargo, la subsidiaria Toho Animation está cambiando esa asociación, gracias a las impresionantes películas de "anime" que han producido en años recientes. Entre ellas: Your Name, Weathering With You, Promare... y, bueno, la trilogía animada de Godzilla. Supongo que las cosas no han cambiado tanto.
Lo importante es que cualquier película de Toho Animation despierta mi interés, y por eso me dio gusto encontrar otra monumental obra de ese estudio llamada Children of the Sea, visualmente más ambiciosa que sus predecesoras, y con un argumento más místico que lógico. Afortunadamente las espectaculares imágenes se encargan de llenar los huecos narrativos, generando emociones que se sienten reales, aunque no estemos cien por ciento seguros de su significado. En resumen: otra obra maestra del medio animado, pero esta vez enfocada en el simbolismo de la experiencia visual, en vez del melodrama "young adult".
De hecho, fue un alivio descubrir que Children of the Sea no gira en torno a otro romance adolescente. En vez de esa arcaica fórmula, el director Ayamu Watanabe recurre a otra arcaica fórmula: una historia "coming of age" donde la niña Ruka experimenta una transformación literal y figurada tras su encuentro con dos misteriosos niños que fueron criados por "dugongs" (una sub-familia de las "vacas marinas", similares a los manatíes). ¿Suena imposible que estos animales hayan criado dos bebés sin ahogarlos? No hay problema... porque, como dije, Children of the Sea no está interesada en las limitaciones del mundo real, sino en las posibilidades infinitas de la mente, la memoria, la creación, y otros eventos cósmicos que influyen en el comportamiento humano... o viceversa. No estoy seguro. Pero no importa porque... ¿mencioné las imágenes?
El estudio Toho Animation utiliza de nuevo la técnica de escenarios digitales y personajes animados a mano, y la combinación es aún más gloriosa que en Your Name. Los temas marítimos del argumento sirven como excusa para crear maravillosas vistas acuáticas, que van desde los tanques del acuario donde trabaja el padre de Ruka, hasta el fondo del mar, donde todo tipo de criaturas se preparan para un gran "festival" que podría tener consecuencias globales. O al menos los biólogos marinos le llaman "festival", porque no saben exactamente qué ocurrirá... solo que está relacionado con un meteorito que cayó recientemente en el mar.
¿Cómo se conecta eso con Ruka y sus nuevos amigos? Ahí es donde el libreto de Daisuke Igarashi y Hanasaki Kino se vuelve un poco ambiguo, y nos obliga a seguir la historia sin adecuado sustento narrativo. Las acciones de Umi y Sora son inescrutables; y la fascinación que Ruka siente por ellos parece inicialmente la atracción de una niña en los albores de la adolescencia... pero eso no explica sus visiones de "fantasmas marinos", ni su inesperada reacción a una grabación del canto de las ballenas. Y todo esto se plantea con una etérea visión artística que hipnotiza al espectador y sintoniza nuestro cerebro en la frecuencia correcta para aceptar (no necesariamente entender) la densa mitología de Children of the Sea. Incluso me atrevería a decir que el final de la película cruza la misma frontera científica/espiritual que el final de 2001: A Space Odyssey... excepto que en esta ocasión las imágenes son más hermosas porque fueron creadas por artistas con herramientas del siglo veintiuno, en vez de simples trucos ópticos de los años sesentas.
Entonces, Children of the Sea puede sentirse ocasionalmente frustrante, pero sería un error evaluarla tan solo por su coherencia dramática. Por el contrario, lo importante es la experiencia sensorial (estoy incluyendo la música de Jo Hisaishi)(excepto por esa blanda canción de J-Pop en los créditos finales), las emociones que inspira, y la ilusión de visitar un mundo de belleza indescriptible y misterioso contenido. En otras palabras: para esto se hizo el cine.
Calificación: 9
Friday, September 18, 2020
The Babysitter: Killer Queen
Síntomas: Dos años después de sobrevivir el ataque de un culto satánico (como vimos en The Babysitter), Cole Johnson (Judah Lewis) enfrenta un nuevo infierno: la escuela preparatoria. Y, para empeorar las cosas, descubre que los miembros del culto aún lo persiguen.
Diagnóstico: Parecería absurdo realizar una secuela de The Babysitter sin la niñera del título, y con el "niño" Cole Johnson ya crecido, enfrentando decepciones románticas, "bullies", y demás vicisitudes de la adolescencia; sin embargo me complace decir que The Babysitter: Killer Queen encontró ingeniosas maneras de continuar la historia sin repetir (demasiado) las ideas de la cinta original, y sin enredar (demasiado) su mitología. Cierto, me sigue gustando más The Babysitter (en gran medida por la chispeante actuación de Samara Weaving), pero la secuela no fue el desastre que yo esperaba... sobre todo tomando en cuenta la tendencia del director McG a perder el balance entre su irreverente sentido del humor y los requerimientos de una historia congruente (como ejemplo de ese defecto puedo señalar su mediocre fantasía juvenil Rim of the World, también exclusiva de Netflix).
Pero, bueno... regresando al punto, The Babysitter: Killer Queen encuentra a Cole en peligro de ser enviado a un hospital psiquiátrico porque nadie cree su historia de cultos satánicos en los suburbios. Ni siquiera su vecina Melanie (Emily Alyn Lind) recuerda los ataques de aquella fatídica noche... aunque sí recuerda que se besaron. Pero ahora Melanie tiene novio, mientras que Cole sufre las burlas de todos por sus bizarras "fantasías" satánicas. Entonces llega a la escuela Phoebe Atwell (Jenna Ortega), una nueva estudiante con reputación de haber matado a sus padres... y con el mismo tatuaje que tenía la niñera diabólica. ¿Será posible que la historia se repita?
A partir de esa premisa McG y su comité de guionistas construyen una eficiente cinta de terror con algunos altibajos, pero también con un sólido misterio que inspira un poco de suspenso y derrama abundante sangre para aderezar el melodrama. El estudio Crafty Apes combina efectos prácticos y digitales para arrancar cabezas, explotar cuerpos, y llevar la "comedia de terror" tan lejos como sea posible, sin perder el tono travieso que la hace accesible para consumo masivo.
Los actores tienen oportunidad de seguir desarrollando los personajes que interpretaron en la primera película. Judah Lewis incorpora al comportamiento de Cole las consecuencias psicológicas de su terrible experiencia, pero sin quedar como víctima indefensa (entre esas consecuencias incluiría su traje de tres piezas de terciopelo marrón). Emily Alyn Lind muestra compasión y simpatía como Melanie, la atractiva vecina que podría convertirse en interés romántico de Cole... si no fuera por su antipático novio Jimmy (Maximilian Acevedo). Y Jenny Ortega interpreta a Phoebe con mucha "actitud" (seguramente por orden de McG) para ocultar su auténtica motivación, lo cual es esencial para atrapar a Cole en otra intriga sobrenatural de la que quizás no saldrá con vida.
Lo que nadie puede negarle a McG es el talento visual que distingue sus obras; y ahora, en colaboración con el director de fotografía Scott Henriksen, obtiene una B-Movie con excelentes imágenes (¡esos cielos nocturnos!), increíbles locaciones campestres, y una atmósfera de pesadilla febril que nos envuelve de principio a fin en el subversivo universo de McG.
Hablando de lo cual: conviene advertir que en este universo nadie se comporta como un humano normal. Los profesores dicen más groserías que los alumnos, los villanos tienen mejor sentido del humor que los héroes, y cada escena necesita al menos una referencia de cultura popular (desde The Matrix hasta Deliverance), y una canción de rock que subraya las emociones de la situación. Incluso con poco dinero, McG encuentra música que armoniza muy bien con sus imágenes; aunque probablemente gastó una buena parte de su presupuesto en la canción de Queen mencionada en el título de la cinta.
A fin de cuentas The Babysitter: Killer Queen superó mis expectativas... pero solo porque eran extremadamente bajas. Y aunque no superó a la cinta original, me pareció una secuela que se sostiene por sus propios méritos sin pisotear el legado de su predecesora. Pero hasta ahí, por favor... la historia ya se estiró demasiado, y no creo que soporte más secuelas. Es mejor retirar la franquicia mientras aún genera pensamientos positivos; porque si Cole sigue obsesionado con su niñera cuando llegue a la edad adulta, ya no sería una película de Netflix, sino de Cinemax.
Calificación: 8
Wednesday, September 16, 2020
Tenet
Síntomas: Durante un atentado terrorista en la Ópera de Ucrania, un agente de la CIA (John David Washington) descubre una organización criminal cuyos miembros pueden desafiar el flujo normal del tiempo.
Diagnóstico: "No trates de entenderlo", dice un personaje de Tenet; y creo que fue un buen consejo para disfrutar la película sin cuestionar sus arbitrarias manipulaciones temporales e impredecibles transposiciones de causas y consecuencias. Y si ese párrafo no quedó claro, solo confirma el consejo: es mejor no pensar demasiado durante Tenet... pero definitivamente hay que poner atención para seguir el laberíntico argumento donde el anónimo Protagonista viaja de una ciudad a otra en busca de una carga de plutonio que podría o no ser real. En otras palabras: Tenet es como cualquier thriller de espionaje moderno, pero con la adición de un ingenioso ingrediente de ciencia ficción que hace todo más misterioso e inexplicable. No es un mal truco, y admito que Tenet me mantuvo hipnotizado durante más de dos horas, compartiendo la confusión inicial del Protagonista, y asimilando las revelaciones de la gran conspiración donde Nada Es Como Parece.
Afortunadamente esta típica persecución de "mcguffins" mejora considerablemente con la virtuosa dirección de Christopher Nolan, quien continúa su tradición de utilizar escenarios y efectos prácticos para crear pasmosas secuencias de acción que impresionan por su escala y realismo (porque son reales). Es un maravilloso antídoto contra todas aquellas mega-producciones saturadas de efectos digitales que no inspiran emoción alguna porque todo se ve tan falso y artificial. Pero cuando Nolan hace explotar un edificio... bueno, solo espero que no haya habido heridos.
Por la parte humana, Nolan confía en el talento de sus actores para crear personajes profundos y expresivos, con la convicción necesaria para sostener las descabelladas ideas de Tenet. John David Washington (BlacKkKlansman) es un protagonista innato, navegando sin dificultad un libreto con tanta información que hubiera abrumado a cualquier actor con menos disciplina. Robert Pattinson encuentra su mejor papel hasta el momento como el confiable Neil, añadiendo el toque de humor para evitar que Tenet se derrumbe bajo el peso de su seriedad. Kenneth Branagh aprovecha la rara oportunidad de interpretar a un psicópata para explorar su lado oscuro, y el resultado es escalofriante; creo que ningún "villano sofisticado" (al menos desde Hans Gruber) había alcanzado esa combinación de maldad y arrogancia. Y esto nos lleva a la mejor actuación de la película (en mi humilde opinión): Elizabeth Debicki como Kat, la esposa del villano que añade un rostro humano a la ecuación para recordarnos que no todo es violencia y tecnología. Desde luego Debicki ya había demostrado su talento en cintas como Everest y Widows, pero creo que Nolan supo darle el papel correcto para impulsarla al siguiente escalón de su carrera.
Finalmente, como fan de la ciencia ficción, y en particular de las historias sobre viaje en el tiempo (lo cual no describe exactamente a Tenet), encontré el concepto de la "entropía invertida" un poco torpe e inverosímil. Pero, bueno... al igual que hizo en Inception, Nolan prefiere omitir explicaciones para que cada quien saque sus propias conclusiones; o, mejor aún, para que no busquemos grietas que derrumben su castillo en el aire. Y si bien Doctor Who hizo algo similar con "tiempo invertido", creo que Tenet tiene mayor influencia de las novelas The Peripheral y Agency, de William Gibson... lo cual considero como un gran halago.
Entonces, Tenet me pareció un recomendable thriller de ciencia ficción cuyo rutinario argumento se redime con una espectacular ejecución, excelentes actuaciones, y las palindrómicas ideas de Christopher Nolan que nos obligan a pensar mientras desafían (una vez más) nuestra percepción de los niveles artísticos e intelectuales que puede alcanzar un "blockbuster" contemporáneo.
Nota pandémica: Al igual que otras películas de Christopher Nolan (como Memento, The Prestige, Inception e Interstellar), creo que Tenet necesita verse dos veces (por lo menos) para apreciar por completo su exquisita filigrana narrativa; pero sería irresponsable recomendar eso mientras solo se exhiba en cines. Entonces, esperaré hasta su estreno en Video On Demand para confirmar mis teorías y absorber la totalidad de la visión de Nolan. Será una larga espera, pero así tendré más tiempo para "digerirla" en mi cabeza.
Calificación: 9
Monday, September 14, 2020
Superman: Man of Tomorrow
Síntomas: El joven Clark Kent (voz de Darren Criss) se muda a la ciudad de Metrópolis para comenzar su vida profesional, pero la llegada de un invasor extraterrestre lo obliga a decidir entre ocultar sus poderes o revelarlos al mundo.
Diagnóstico: No sé ustedes, pero mis ojos se desenfocan y mi mente divaga cada vez que encuentro OTRA repetición del origen de un superhéroe muy conocido (en serio, voy a gritar y arrojar mis nachos a la pantalla si Matt Reeves nos receta en The Batman otra escena "artística" con Thomas y Martha Wayne, y el ladrón, y las perlas cayendo en cámara lenta; por favor, no más). Por eso no me entusiasmaba mucho Superman: Man of Tomorrow, la primera película del Universo Animado de DC después del mega-evento de Justice League Dark: Apokolips War (no estoy contando Deathstroke: Knights & Dragons, porque pertenece a una continuidad alterna, más cercana al "Berlantiverso" del canal CW), donde se consolidaron y concluyeron múltiples sub-tramas que venían arrastrándose desde The New 52.
Entonces Superman: Man of Tomorrow tiene ahora la responsabilidad de empezar todo de nuevo, con otro origen de Superman. Afortunadamente el escritor Tim Sheridan y el director Chris Palmer (¿será pariente de Ray Palmer?) reconocieron el problema de la "fatiga de orígenes", y seleccionaron momentos "inéditos" en la niñez y juventud de Clark Kent que no se habían presentado en ninguna otra película ni serie televisiva (creo), y que además contribuyen a revelar el carácter de Clark y sus inseguridades en ese temprano período de su vida (por ejemplo, me gustó mucho el asunto de la B-Movie de terror, pues refleja el miedo de Clark a quedar marcado como "diferente" en un mundo que teme a lo desconocido).
La llegada de Lobo (voz de Ryan Hurst), cazador de recompensas extraterrestre, inyecta energía en la narrativa y motiva a Clark para actuar de forma más abierta en Metrópolis, al mismo tiempo que lo obliga a evaluar la responsabilidad de tener poderes tan grandes que podrían cambiar el curso del planeta... para bien o para mal.
Hablando de planeta, esta nueva versión de Superman incluye el periódico Daily Planet, con algunos reporteros que ya conocemos y otros conspicuamente ausentes. Perry White (voz de Piotr Michael) es como una versión obesa de J.Jonah Jameson (en otras palabras, soy yo); Ron Troupe (voz de Eugene Byrd) es la voz de la experiencia; y Lois Lane (voz de Alexandra Daddario) es una estudiante de periodismo que ganó su puesto por descubrir una monumental noticia... y ahora quiere demostrar que no fue un accidente.
Superman: Man of Tomorrow incluye otros villanos que no mencionaré; pero todo funciona bastante bien en el corto tiempo disponible, logrando lo que parecía imposible: crear una versión moderna de Superman sin traicionar su legado de ochenta años, y al mismo tiempo establecer las bases de un Universo fresco y consistente, con gran potencial para el futuro.
En el aspecto visual, Superman: Man of Tomorrow también representa un nuevo comienzo con mejor animación, excelente diseño de producción, y escenas de acción claras y dinámicas que no pierden de vista el elemento humano. No diré más, excepto que el final incluye una épica batalla donde lo importante no es la destrucción, sino la compasión de un alien y la conciencia de un humano. No, el alien no es Lobo; dudo que conozca la palabra "compasión".
Calificación: 8.5 (me gustó bastante... pero en el fondo es otro "origen" innecesario)
Sunday, September 13, 2020
Avalancha: Desastre en la Montaña (The Climbers - Pan Deng Zhe)
Síntomas: En 1960, el gobierno de China organiza un Equipo de Alpinistas para ascender el Everest por la cara norte, lo cual se consideraba imposible. Y quince años después, el montañista Fang Wuzhou (Jing Wu) recibe la oportunidad de repetir su hazaña.
Diagnóstico: Encuentro muy entretenidos los nuevos "blockbusters" chinos, pero es imposible ignorar su función secundaria como propaganda cultural. Generalmente no afecta la narrativa, y solo se manifiesta como fervor patriótico que admira el poder militar de China, celebra el heroísmo de sus servidores públicos, o conmemora eventos históricos. Sin embargo, Avalancha: Desastre en la Montaña (la pandemia podrá estar afectando la asistencia a cines, ¡pero el Maestro Traductor sigue al pie del cañón!) es más obvia en su intento de re-escribir la Historia (con mayúscula), omitiendo "detalles" sobre la relación entre China y Tibet que podrían empañar las nobles aventuras de estos heroicos alpinistas. Pero, bueno... la película me pareció suficientemente entretenida para tolerar su revisionismo histórico; y además se enfoca en el valor de individuos ajenos a la intriga política, que solo quieren honrar a sus familias y cumplir su misión de escalar el Monte Everest a pesar de los tremendos obstáculos que se interponen en el camino. Claro, la decisión de escalar el Everest por el lado más difícil tuvo una clara motivación política (simbolizar el dominio de China sobre Tibet), pero la película prefiere rendir tributo a los hombres y mujeres involucrados en el proyecto, y no al régimen que daba las órdenes.
O al menos esa fue mi racionalización para disfrutar Avalancha: Desastre en la Montaña, un épico relato de triunfo y tragedia que cumple todos los requisitos de un "blockbuster" internacional (lo cual puede ser bueno y malo).
El director Daniel Lee (Black Mask) incorpora múltiples sub-tramas para atraer a la audiencia más amplia posible. El tema principal, obviamente, es el ascenso del Everest (no una, sino dos veces), lo cual no solo requiere alpinistas con nervios de acero y perfecta condición física, sino un equipo de soporte que incluye guías tibetanos, doctores para atender los efectos del frío y la altitud, y meteorólogos que miden constantemente las condiciones del viento para predecir las "ventanas" climáticas apropiadas para la misión.
Además de eso tenemos dos romances al estilo chino, con lánguidas miradas, metáforas geológicas, y emociones reprimidas... tal como me gustan. Y también encontramos abundantes conflictos entre individuos con opiniones opuestas sobre la práctica del alpinismo, sobre el honor, y sobre la amistad. En resumen: una espesa sopa de emociones que a veces se vuelve un poco indigesta, pero cumple su propósito de sazonar el suspenso y la acción.
Y así llegamos a lo mejor de Avalancha: Desastre en la Montaña: las secuencias de acción me parecieron fantásticas, reflejando con claridad los retos del Everest (frío, viento, terreno muy traicionero) y resolviendo problemas imposibles con heroísmo sobrehumano... que no siempre basta para evitar tragedias con genuina resonancia dramática. Los efectos especiales flaquean de vez en cuando, pero se compensan con la espectacular cinematografía de los sitios reales donde ocurrieron estos eventos (con excepción de la cima del Everest, por razones obvias).
Sería injusto comparar Avalancha: Desastre en la Montaña con la reciente cinta Everest, debido a sus distintos contextos históricos y culturales. Habiendo dicho eso, creo que Avalancha: Desastre en la Montaña me gustó más porque no se avergüenza de sus exageraciones ni oculta su propósito de entretener al espectador por cualquier medio posible. Básicamente es como una de las mejores cintas de Roland Emmerich, pero sin perrito en peligro. Y con el gobierno chino mirando por encima del hombro para verificar que no haya ideas disidentes.
Calificación: 9
Friday, September 11, 2020
Abrakadabra
Síntomas: El mago Lorenzo Mancini (Germán Baudino) es el principal sospechoso en el asesinato de una mujer; pero Mancini cree que el culpable podría ser el mismo individuo que mató a su padre treinta años atrás.
Diagnóstico: No soy exactamente fan del cine "giallo" italiano, pero me gusta su estilo visual repleto de colores saturados, anacrónicos trucos de cámara (como zoom y "split-screen"), y sangre, sangre, sangre, tan roja que parecía saltar de la pantalla. Narrativamente el giallo tiende a ser muy elemental, combinando horror y drama policíaco con crímenes que casi siempre tienen un componente sexual. Pero, al igual que el horror "slasher" de los ochentas, el cine giallo posee una identidad tan peculiar y distintiva que es muy fácil parodiarla... lo cual han estado haciendo muchos cineastas en el siglo veintiuno, aprovechando las herramientas digitales del medio, y explotando la nostalgia de viejos como yo que apreciamos las cuestionables virtudes de géneros cinematográficos extintos.
En ese contexto, Abrakadabra (una co-producción argentino-neozelandesa) cumple su propósito de celebrar/satirizar los excesos del cine giallo ("amarillo" en italiano), con una historia simple pero interesante que involucra un lacónico protagonista en busca de redención, y un desfile de sospechosos con ambiguos motivos para destruir su carrera.
Todo empieza con el descubrimiento de una mujer asesinada con "props" mágicos en el teatro donde Lorenzo Mancini (Germán Baudino) prepara su triunfal regreso. El detective a cargo del caso (Gustavo Dalessanro) sospecha de Mancini, pero el mago tiene una buena coartada, pues pasó la noche con su asistente Antonella (María Eugenia Rigón). Entonces se descubren nuevos cadáveres y Mancini decide investigar por su cuenta... antes de que el asesino lo encuentre a él.
Los directores Luciano y Nicolás Onetti muestran su afecto por el cine giallo con un "soggetto" (co-escrito por Carlos Goitia) bien equilibrado entre clichés y elementos relativamente modernos para atraer al público contemporáneo. El entorno "mágico" añade una atmósfera mística y amenazante, que además genera inesperados obstáculos en la misión del protagonista (por ejemplo: Mancini es famoso, y mucha gente lo reconoce durante su investigación amateur). Y desde luego el mago conoce a muchas mujeres que podrían ayudarlo o traicionarlo por las decepciones románticas del pasado. En resumen: un clásico misterio policíaco con la mórbida receta italiana de sexo y violencia que hizo tan popular esta corriente cinematográfica.
Por el lado negativo (aunque esto sería debatible), la trama de Abrakadabra no tiene mucho sentido, y el sorpresivo "twist" final es tan absurdo que no podemos tomarlo en serio. Los diálogos están doblados al inglés con hilarante ineptitud (tal como ocurría con aquellas películas italianas de los setentas), lo cual afecta bastante las actuaciones... pero hasta eso forma parte de los sórdidos placeres del giallo. Las "fallas" reflejan el momento histórico que Abrakadabra intenta reproducir, así que cualquier crítica técnica resulta ilógica.
Comparada con otros pseudo-giallos modernos, Abrakadabra me pareció inferior a The Editor (una inspirada sátira con desbordante imaginación) y The Strange Color of Your Body's Tears (incomprensible, pero con imágenes de espectacular belleza), y más o menos al mismo nivel de Berberian Sound Studio (mejor producida, pero demasiado lenta para duplicar la intensidad del giallo). Además, creo que el "Direttore della Fotografía" Carlos Goitia exageró la corrección de color hasta el punto de cansar la vista. La estética policromática funciona mejor cuando se obtiene por medio de luces (como la secuencia de la escalera), en vez de simples filtros digitales. Pero bueno, como dije: todo es parte de la ilusión, y Abrakadabra aprovecha su exuberante estilo para ocultar las partes más toscas de su manufactura. Clásica estrategia de los magos para desviar la atención del espectador.
Calificación: 7.5
Wednesday, September 9, 2020
Los Nuevos Mutantes (The New Mutants)
Síntomas: Cinco jóvenes mutantes viven en un hospital secreto mientras aprenden a controlar sus poderes. Pero, desde luego, la situación no es tan simple como parece.
Diagnóstico: (Paréntesis Pandémico Previo a la Película: Mi regreso a una sala de cine después de seis meses no fue ni tan bueno ni tan malo como imaginé. Obviamente aprecié las medidas higiénicas adoptadas por los cines (no había usado tanto gel desinfectante desde que se terminó mi última botella, allá por Abril), pero ni así sentí la misma seguridad de antes, cuando comer palomitas con la mano parecía perfectamente natural, en vez de un riesgo absurdo e irresponsable. Por eso decidí no comer nachos, ni palomitas, ni nada que requiera quitarme la mascarilla. Pero lo peor fue descubrir que, después de seis meses... ya no extrañaba ir al cine. La explosión de Streaming y Video On Demand ofrece una variedad infinita de películas en casa; y la tecnología de video casero ya redujo la ventaja que tenía el cine en imagen y sonido (sobre todo en países con proyección mediocre, como México). Habiendo dicho eso, admito que Solo en Cines® podemos disfrutar la emoción de una sala llena de gente compartiendo la misma experiencia colectiva; sin embargo eso es exactamente lo que debemos evitar, al menos durante algún tiempo.
No me malinterpreten: desde luego quiero apoyar a la industria cinematográfica, y disfrutar en la pantalla grande los estrenos que me interesan (como Tenet, Black Widow y Wonder Woman 84); pero ya no se siente como entretenimiento, sino como obligación. Y además una obligación peligrosa. En fin... no sé qué pasará en el futuro. Por lo pronto, ya no veré tantas películas en el cine, y trataré de ir entre semana para evitar multitudes (o su equivalente en la "nueva normalidad"), lo cual retrasará un poco las críticas. Mis disculpas anticipadas por cualquier inconveniente que esto pueda ocasionar. Y, por favor, obedezcan las reglas y cuídense mucho para que todo esto pase tan rápido como sea posible. Extrañé mucho los nachos.)
Bueno, pues el paréntesis se extendió más de lo que esperaba, y ahora queda poco espacio para comentar sobre Los Nuevos Mutantes. Pero no importa, porque no hay mucho que decir.
Los Nuevos Mutantes me pareció una floja e inconsecuente tangente de X-Men, enfocada en un grupo de jóvenes mutantes cuyos poderes están conectados con eventos traumáticos de su pasado. El formato de la historia es similar a una película de terror (cinco adolescentes confinados en un viejo edificio lleno de sombras, donde todo puede suceder), pero no hay mucho suspenso, y relativamente poca acción.
Las conexiones con el Universo de X-Men son tenues, y creo que Los Nuevos Mutantes podría existir por sí misma como cualquier otra película sobre "super-héroes realistas" que no requiere el contexto de un comic para explorar las contradicciones de los poderes especiales... ¿son bendiciones que nos ayudan, o enfermedades que deben "curarse"? Los Nuevos Mutantes no aporta mucho a esa vieja discusión, pero al menos lo hace con buen estilo visual y una variedad de dramas individuales que aprovechan parcialmente al atractivo elenco: Sam Guthrie (Charlie Heaton), Roberto Da Costa (Henry Zaga) y Danielle Moonstar (Blu Hunt) perdieron seres queridos en trágicas circunstancias; Illyana Rasputin (Anya Taylor-Joy) y Rahne Sinclair (Maisie Williams) fueron segregadas por sus incipientes poderes mutantes; y ahora estos jóvenes rechazados por la sociedad tienen oportunidad de encontrar una nueva "familia postiza" bajo la tutela de la Dra. Cecilia Reyes (Alice Braga), siempre dispuesta a orientarlos sobre sus nuevas habilidades. En otras palabras: una versión "Young Adult" de X-Men, repleta de temas adolescentes (inseguridad, confusión, el primer romance, etc.) que podrían resonar entre el público juvenil al que Los Nuevos Mutantes obviamente está dirigida.
En lo que respecta a la acción, el director Josh Boone (The Fault in Our Stars) ignora la épica escala de la saga de X-Man para enfocarse en el micro-universo del hospital, donde los jóvenes se ven obligados a confrontar temores y pesadillas que podrían destruirlos... a menos que aprendan a trabajar como grupo y superen la difícil transición a su nueva realidad mutante. El tercer acto de la película no tiene mucho sentido, pero es lo más cercano que he visto a una fusión de horror y super-héroes (algo así como Brightburn, pero del lado de los buenos).
A fin de cuentas Los Nuevos Mutantes entretiene con genérica fantasía juvenil durante hora y media, pero no logró introducir una nueva generación de héroes capaces de continuar la saga. Por otro lado, el cambio de estudio (de Fox a Disney) significa que Los Nuevos Mutantes estaba condenada al fracaso, así que no perdimos nada. Lástima; me gustó mucho lo que hicieron con Lockheed. Ojalá lo hubieran aprovechado antes.
Calificación: 7
Monday, September 7, 2020
I'm Thinking of Ending Things
Síntomas: Lucy (Jessie Buckley) está nerviosa porque conocerá por primera vez a los padres de su novio Jake (Jesse Plemons). Mientras tanto, el intendente de una escuela realiza sus monótonas labores de limpieza.
Diagnóstico: Francamente, ya no tengo mucho interés en lo que Charlie Kaufman intenta decir. Claro, hace veinte años quedé maravillado con los ingeniosos libretos de Being John Malkovich, Adaptation, y Eternal Sunshine of the Spotless Mind. ¡Cine intelectual para las masas! ¡Películas que nos hacen pensar sin sacrificar la diversión!
Sin embargo, cuando Kaufman empezó a dirigir su propio material perdió la accesibilidad de antaño (¿o quizás nunca la tuvo, y solo existió gracias a los directores que trabajaron con él?) Desde luego admiré el meta-humor de Synecdoche, New York, y la ambiciosa fusión de "stop motion" y estudio de carácter en Anomalisa. Pero también siento que fueron indulgentes monumentos a su propia creatividad, mucho menos satisfactorios que sus obras tempranas.
Y ahora, para bien o para mal, su nueva película I'm Thinking of Ending Things (basada en una novela de Iain Reid) continua esa tendencia con una historia aparentemente simple que se transforma en una compleja exploración de resentimiento familiar, oportunidades perdidas, y la erosión de la identidad por la influencia de los medios (creo). Los actores son excelentes, y la dirección se acerca al virtuosismo... pero la película se vuelve tan obtusa que me costó trabajo mantener la atención durante tanto tiempo (dos horas y cuarto). El misterio solo es interesante cuando creemos que tiene solución.
Por el lado positivo, Kaufman construye escenas que inspiran indescriptibles sensaciones de ansiedad y alienación. Sus diálogos son profundos y eruditos (incluso cuando se satiriza a sí mismo), y su manejo de emociones denota una fina comprensión de la naturaleza humana, así como los frágiles lazos afectivos que crecen o se extinguen bajo el peso de nuestros traumas psicológicos.
O algo así. El punto es que Kaufman reconoce las grandes verdades ocultas tras la inocua fachada de lo cotidiano, y tiene la iniciativa de escarbar y escarbar hasta encontrar esas migajas de revelación personal que hacen a sus personajes tan reales, incluso en contextos surrealistas. Así es como I'm Thinking of Ending Things toma una inocente visita familiar y la transforma en una pesadilla viviente con múltiples niveles de significado. Para crédito de Kaufman, su libreto ofrece suficientes pistas para "entender" la película; pero eso no le impide complicar las cosas hasta extremos absurdistas que ofuscan el proceso deductivo. En otras palabras: cuando llegamos a la danza moderna, yo ya veía mi reloj con impaciencia.
En este tipo de películas los actores pueden volverse irrelevantes, o convertirse en el vínculo que conecta al espectador con los desvaríos del director. I'm Thinking of Ending Things pertenece a la segunda categoría (afortunadamente), reuniendo un notable elenco que incluye a Jesse Plemons, David Thewlis, Toni Collette y Jessie Buckley (me volví fan instantáneo de ella desde Wild Rose, y me da gusto que esté ascendiendo tan rápido). Kaufman crea interacciones tan bizarras que confundirían a cualquier actor; pero el reparto mantiene la integridad de los personajes, incluso cuando no sabemos quién es real, quién es imaginario, o si existe diferencia alguna.
No me arrepiento de haber visto I'm Thinking of Ending Things (disponible en Netflix) porque realmente admiro la inteligencia de Charlie Kaufman, su estética visual (parece una película de terror, pero en la categoría de "horror existencial"), y la inesperada belleza de sus metáforas. Sin embargo, ya me cansaron sus pretenciosas elucubraciones metafísicas. El talento de Charlie Kaufman es innegable; pero su mensaje me deja indiferente.
Calificación: 7.5
Sunday, September 6, 2020
Gundala
Síntomas: Después de quedar huérfano, Sancaka (Abimana Aryasatya) creció en las calles de Jakarta, donde aprendió a defenderse y a no meterse en problemas ajenos. Pero cuando un líder criminal amenaza su comunidad, Sancaka deberá tomar una decisión que cambiará su vida.
Diagnóstico: Aparentemente Indonesia tiene una próspera industria de comics en la que destaca el estudio BumiLangit, con más de 500 personajes en su acervo creativo. Y ahora, siguiendo los pasos de Marvel, BumiLangit inicia su propio universo cinemático con Gundala, una notable combinación de acción y fantasía con enorme potencial para convertirse en algo especial... siempre y cuando logren corregir algunos problemas comunes en el cine de super-héroes.
Como ejemplo basta señalar los múltiples clichés que encontramos a lo largo de la película. Entre ellos: el niño llorando sobre el cadáver de su padre; un misterioso mentor que le enseña a pelear; los villanos adictos al monólogo; el momento crítico que define al héroe; y la creación del uniforme para ocultar su identidad.
Afortunadamente el director Joko Anwar (Satan's Slaves) encontró la manera de replantear estos clichés en el contexto de Indonesia, añadiendo temas relevantes dentro de su país, pero suficientemente universales para resonar entre el público internacional. Y aunque Gundala tiene algunos problemas estructurales, creo que representa una de las mejores películas de super-héroes realizada fuera de los Estados Unidos. Definitivamente me pareció superior a la cinta rusa Guardians, y tal vez la ubicaría al mismo nivel de la coreana Psychokinesis.
Gundala está dividida en tres secciones, algunas de las cuales funcionan mejor que las demás. La primera hora se enfoca en el origen de Gundala, y me pareció fenomenal. Todo empieza con una tragedia que deja huérfano al niño Sancaka (interpretado por el excelente actor infantil Muzakki Ramdhan), obligándolo a vivir en las calles de Jakarta, donde conoce a Awang (Faris Fadjar Munggaran), quien lo salva de las pandillas locales. Más adelante encontramos a Sancaka en edad adulta (ahora interpretado por Abimana Aryasatya) trabajando como guardia de seguridad en una fábrica, donde continúa su tradición de no meterse en los problemas de los demás. Al mismo tiempo conocemos al villano Pengkor (Bront Palarae), cuyo origen es genuinamente escalofriante. Nada de arañas radioactivas ni rayos cósmicos... estos personajes fueron forjados por el destino y moldeados por la tragedia. Y todo eso ocurre ANTES de introducir los súper-poderes y demás componentes de fantasía.
El segundo acto de Gundala se vuelve un poco difuso porque intenta hacer demasiadas cosas al mismo tiempo. Sin embargo, su principal función es establecer las bases conceptuales del Universo donde se desarrollarán las demás películas de la franquicia (supongo), lo cual incluye intriga política entre los legisladores de Jakarta, conexiones con las mafias locales, y el enredado plan del villano que me pareció un poco ridículo. O quizás el asunto del arroz tiene connotaciones culturales que no supe interpretar. Como sea, el estudio BumiLangit parece más interesado en lucha de clases e injusticia social que en invasiones alienígenas, lo cual me parece admirable y más interesante que cualquier villano convencional. En vez de ser un simple "vigilante justiciero", Gundala representa la esperanza para un pueblo abandonado por sus líderes y traicionado por la economía. ¿Cuántas veces hemos visto eso en las películas de Marvel o DC? (Mención especial para los comics sesenteros de Green Arrow/Green Lantern, que abordaban exactamente esos temas).
Entonces llega la tercera y última sección, con la Gran Batalla Final... que fue una gran decepción. Casi anticlimática. Vale aclarar que Gundala tiene buenos efectos especiales, pero Anwar mantiene la historia en una escala modesta y semi-realista. En vez de amenazas globales y destrucción masiva tenemos peleas entre pandillas, artes marciales, y (más importante) el conflicto interno de los personajes. Esto significa que Gundala no es una historia épica sino introspectiva, aprovechando el origen de un solo personaje para definir los parámetros morales de una mitología que podría extenderse en muchas direcciones. Y aunque Gundala tropieza al final, creo que sembró con éxito las semillas de un Universo que me encantaría visitar (por cierto: no olviden la escena durante los créditos; no entendí nada, pero se siente importante para el futuro de la saga). Entre los retrasos provocados por la pandemia y el incierto futuro de Marvel Studios, sería increíble tener un nuevo Universo "alternativo" para satisfacer nuestro apetito de acción heroica y poderes especiales... por no mencionar la posibilidad de nuevos "cross-overs". Mi sugerencia: Gundala Vs. Thor: Lightning Strikes Twice. Comuníquense con mi agente, por favor (es mi perro).
Calificación: 8.5
Friday, September 4, 2020
Tesla
Síntomas: A fines del siglo diecinueve, Nikola Tesla (Ethan Hawke) encuentra grandes obstáculos e inesperadas oportunidades para cambiar el futuro de la industria eléctrica.
Diagnóstico: La leyenda de Nikola Tesla ha alcanzado niveles tan exagerados que sería imposible destilarla en una biografía convencional. Tal vez por eso el director Michael Almereyda (Marjorie Prime) decidió transformar la vida de aquel célebre inventor en una delirante alegoría barroca, inspirada en hechos reales, pero sin permitir que limiten su interpretación creativa de un genio que cambió el mundo... o al menos imaginó que podría hacerlo.
Esto significa que la película Tesla no es muy precisa como simple biografía. Almereyda (también autor del libreto) juega con el tiempo y el espacio de manera casi teatral; introduce incongruentes anacronismos para sazonar el drama (ejemplo: "Everybody Wants to Rule the World"); e inventa situaciones ostensiblemente falsas... pero solo para insinuar su impacto histórico si realmente hubieran ocurrido.
Afortunadamente el público interesado en los vicios y virtudes de Nikola Tesla tiene muchas alternativas para conocer "los hechos" (mi favorito es el documental American Experience: Tesla, aunque hay muchos otros que no he visto). Pero si prefieren una especie de "tributo espiritual" a la vida y obra del inventor, Tesla cumplirá sus expectativas... hasta cierto punto.
Entre lo bueno mencionaría al reparto que hace un excelente trabajo manifestando emociones y actitudes reales en un entorno altamente surrealista. La impecable técnica de Ethan Hawke subraya los polos opuestos (ja, ja) de Nikola Tesla: un genio retraído que no encuentra su lugar en la sociedad; y al mismo tiempo un robot insensible que no puede ver más allá de sus inventos. Alrededor de Tesla giran varios individuos atrapados en el magnetismo de sus ideas (ja, ja), incluyendo a Anne Morgan (Eve Hewson), la hija del magnate financiero J.P Morgan; Anital Szigeti (Ebon Moss-Bachrach), el sufrido asistente de Tesla que tenía sus propias ideas e inventos; y hasta la famosa actriz Sarah Bernhardt (Rebecca Dayan), más atraída por la fama de Tesla que por el hombre mismo. Sin embargo mi favorito fue Kyle MacLachlan en el papel de Thomas Alva Edison, primero patrón y luego rival de Tesla. A diferencia de la reciente cinta The Current War (donde Edison fue interpretado con mayor heroísmo por Benedict Cumberbatch), MacLachlan captura la arrogancia de Edison, su desprecio por los animales, y el enorme ego que arruinó avances tecnológicos que tal vez podríamos estar disfrutando en este momento (por ejemplo, electricidad inalámbrica). Además, con el cabello blanco y un poco de maquillaje, MacLachlan se parece muchísimo al auténtico Thomas Alva Edison. Es fácil compararlos, gracias a las escenas donde la narradora de la película usa Google para buscar fotos de los personajes reales (¿mencioné que no es una biografía convencional?)
Creo que Michael Almereyda no quería resolver el enigma de Nikola Tesla, sino ilustrar por qué sigue siendo fascinante hasta nuestros días, lo cual me parece admirable. Sin embargo Tesla también se siente como una caprichosa paráfrasis de eventos que no necesitaban tantos adornos para capturar nuestro interés. Aún así podría recomendarla tan solo por las actuaciones y su abstracto estilo narrativo; pero, si queremos información real, será necesario buscarla en Google (igual que la narradora), ya que Almereyda estaba demasiado envuelto en su visión artística para preocuparse por la verdad.
Calificación: 7
Wednesday, September 2, 2020
Rogue
Síntomas: En algún lugar de África, Samantha O'Hara (Megan Fox) y su equipo de mercenarios buscan a una mujer secuestrada por una banda de traficantes humanos; pero la misión se complica por los ataques de una leona en busca de venganza.
Diagnóstico: Rogue no es una buena película, pero creo que está recibiendo excesivo odio en Internet por utilizar a Megan Fox en el papel principal. Cierto, es difícil aceptarla como ruda ex-militar al frente de un equipo de mercenarios, pero lo mismo podríamos decir de muchas "estrellas" masculinas (como Kellan Lutz, Casper Van Dien y Adrian Grenier) que tampoco se ven muy creíbles cuando interpretan policías rebeldes, ex-marines, o vigilantes con una tragedia en su pasado, en incontables B-Movies de acción... donde muchas veces la acción es tan mediocre como sus protagonistas.
Por el contrario, Rogue está dirigida por MJ Bassett, cuya larga carrera en cine y televisión le ha dado suficiente práctica en la filmación de combate militar (la serie de Cinemax Strike), "gore" (Ash Vs. Evil Dead), suspenso (Deathwatch), y hasta aventuras "pulp" (Solomon Kane). Gracias a esa experiencia Rogue nunca es aburrida, su manufactura es razonablemente competente (con una excepción), y su argumento es lógico y fluido (no dije "realista"). Y aunque admito que Megan Fox no fue la selección ideal para el papel de Samantha (mi sugerencia hubiera sido Gina Carano), al menos alcanza un adecuado desempeño en escenas que capturan la tensión del combate en la jungla, donde cualquier error puede ser fatal.
Y vaya que cometen errores en Rogue.
Entre las cuestionables virtudes de Rogue incluiría la imperfección de su heroína. Samantha comete errores, confía demasiado en la suerte, y manipula a sus subalternos. Sin embargo, también posee una voluntad inquebrantable que justifica su posición como líder de un escuadrón de rescate, cuyos integrantes evitan el síndrome de "víctima anónima" por medio de pintorescas personalidades que los distinguen del montón. Los actores Philip Winchester, Sisanda Henna y Greg Kriek no ganarán premios, pero nos convencen de su lealtad y habilidades especiales (mi favorito fue el francotirador con sentido del humor). Claro, los personajes siguen siendo recortes de cartón desechables, pero hasta el menor rasgo de humanidad ayuda mucho en este tipo de películas.
También es importante señalar el mensaje de Rogue, enfocado en la denuncia de "granjas" de leones donde los animales sufren espantosos abusos para que algún imbécil millonario pueda sentirse muy hombre matando bestias salvajes, y así ocultar sus inseguridades como basura humana (exactamente como el hijo de Trump). Hubiera sido muy satisfactorio ver al león despedazando alguno de esos idiotas, pero bueno... al menos algunos villanos reciben su merecido por esos crímenes ecológicos.
Lo cual nos lleva al más grande problema de Rogue... el león digital. En años recientes he alabado la calidad de los efectos especiales producidos en Europa y Asia, que no les piden nada a los de Hollywood... pero lamentablemente no podría decir lo mismo de la industria sudafricana. Y ni siquiera hace falta comparar al león de Rogue con los animales ultra-realistas de The Lion King o The Jungle Book; por sí mismo es claramente atroz, no solo por la animación, sino hasta por su diseño. Al menos la integración con los escenarios reales es buena, pero no sirve de nada cuando la criatura se ve tan falsa.
Por todo lo anterior me atrevería a clasificar Rogue como película "tan mala que es buena", lo cual no debería tomarse como un veredicto positivo, sino como advertencia para el público "normal" que no sepa apreciar los aciertos de la cinta ni esté dispuesto a tolerar sus múltiples problemas (empezando por el león). Sin embargo, para "conocedores" de las B-Movies (traducción: masoquistas como yo), Rogue ofrece honesto entretenimiento que pueden disfrutarse con un poco de indulgencia y buen humor. Además, ¿cuántas veces podremos ver a Megan Fox y una leona despachando terroristas abusadores de animales? Definitivamente no hubiera sido lo mismo con Kellan Lutz.
Calificación: 6