Síntomas: Después del asesinato de su esposa, el reportero John (John Liu) se pone un uniforme de ninja e inicia su venganza contra los criminales de Nueva York.
Diagnóstico: New York Ninja se estrenó en el 2021... pero se filmó en 1984. Por eso no voy a escribir sobre la película, sino sobre el arduo proceso que la llevó a las pantallas caseras después de casi cuarenta años. Les aseguro que es mejor así.
El actor taiwanés John Liu ganó fama en la explosión del cine "kung fu" de los años setentas. Fue estudiante del venerable instructor de taekwondo Tan Tao-liang, y participó en las primeras películas de Yuen Woo-Ping (el aclamado coreógrafo de cintas como The Matrix, Kill Bill, y Crouching Tiger, Hidden Dragon). Posteriormente protagonizó sus propias películas de acción, financiadas por inversionistas que buscaban una versión "barata" de Bruce Lee para el mercado internacional. Esto lo llevó a filmar en París, México... y eventualmente Nueva York. Desafortunadamente para ese momento había disminuido el interés por el cine de artes marciales, y los productores de 21 Century Distribution Corp. no quisieron arriesgar mucho dinero porque no sabían si podrían vender el producto final.
Todo lo cual nos lleva a New York Ninja, realizada alrededor de 1984 con mínimos recursos y nula organización. Liu filmó con las clásicas técnicas del "cine de guerrilla", operando en secreto y escondiéndose de las autoridades porque no podía pagar permisos de filmación, personal de seguridad, ni servicios profesionales. En vez de eso usó a sus amigos, estudiantes de cine, y hasta algunos fans que ayudaron solo para conocer a Liu. Y el resultado, como puede esperarse, fue... imperfecto. Tanto así, que Liu no encontró financiamiento para terminar la película, y los rollos de celuloide se perdieron cuando quebró el estudio 21 Century.
Ese parecía el final de New York Ninja... hasta varias décadas después, cuando el pietaje fue adquirido por la distribuidora Vinegar Syndrome (famosa por sus restauraciones de viejas cintas de horror y explotación) como parte de un lote de "películas perdidas". Nadie sabía exactamente lo que contenían esas latas marcadas "N. Y. Ninja". No había libreto, créditos, pistas de audio, y mucho menos notas de continuidad. Pero un empleado de Vinegar Syndrome llamado Kurtis Spieler era fan de John Liu, y propuso la idea de revivir New York Ninja, editando el material para que tuviera sentido (dentro de lo posible), grabando nuevas voces con actores de culto (entre ellos: Don "The Dragon" Wilson, Cynthia Rothrock, Linnea Quigley, Michael Berryman, y Ginger Lynn Allen), y añadiendo música (sintetizadores ochenteros, obviamente) compuesta por el grupo VOYAG3R.
Y así fue como New York Ninja se estrenó en Blu-Ray y VoD en el 2021, culminando una larga aventura con tantas vueltas y sorpresas que merecería su propia película.
¿Valió la pena la espera? ¿Contribuyó Vinegar Syndrome al enriquecimiento cultural de la humanidad? ¿Se cumplió la visión de John Liu? Las respuestas a esas preguntas son irrelevantes ("no", "supongo", y "¿quién sabe?") Lo importante es admirar el esfuerzo y determinación de los historiadores (y fanáticos del cine) que ponen igual importancia en la preservación de películas como New York Ninja, que en las obras maestras de Truffaut y Godard. Estos "arqueólogos fílmicos" del siglo veintiuno como Vinegar Syndrome, Arrow Video y Shout Factory continúan el trabajo iniciado en el siglo veinte por titanes como Frank Henenlotter y el finado Mike Vraney de Something Weird, y Michael J. Weldon de Psychotronic Video, rescatando de la oscuridad incontables películas que muchos consideran basura... pero que algunos aprecian en un nivel más profundo, no tanto por su calidad intrínseca, sino por su valor como reliquias históricas que definen la identidad de una era. Y eso es más importante que las horribles actuaciones y pésimos efectos de New York Ninja. ¿Quién sabe? Tal vez en el futuro alguien pondrá el mismo esmero en revivir las películas de M. Night Shyamalan y Michael Bay.
Calificación: N/A