Friday, June 12, 2020
The Blackout (Avanpost)
Síntomas: Algo o alguien provocó un apagón global que extinguió millones de vidas, excepto en una pequeña región de Europa Oriental. Entonces, varios escuadrones militares rusos exploran la "Zona de Cuarentena" para descubrir la causa del fenómeno.
Diagnóstico: The Blackout es una de esas películas con muchas cosas buenas, y unas cuantas cosas malas que podrían arruinar la experiencia para algunos espectadores. En mi caso personal, lo bueno compensó lo malo... pero es difícil defender esa posición con estricta objetividad. Entonces, en mi opinión, The Blackout merece el beneficio de la duda porque, como siempre he dicho, prefiero una película que tropieza con su excesiva ambición, en vez de tantas otras que ni siquiera se atreven a intentarlo.
Con esa confusa apología fuera del camino, procederé a vaciar elogios sobre The Blackout.
Para empezar, el estilo visual diseñado por los directores Egor Baranov y Nathalia Hencker y los cinematógrafos Yuriy Korobeynikov y Sergey Trofimov emula el futurismo de obras como Blade Runner, Metropolis, y Ghost in the Shell, pero incorporando elementos del clásico grafismo soviético. Es un excepcional trabajo en dirección de arte que captura el optimismo de la tecnología al servicio de la Humanidad, sin ignorar el inmenso peligro de confiar demasiado en ella. Y eso es solo el principio, cuando nos introducen a la ciudad de Moscú en el futuro no muy lejano, repleta de "drones" policíacos, publicidad holográfica, y estilizada arcología que no se preocupa por la ley de la gravedad. Como dije: similar a Blade Runner, pero con su propia identidad.
Entonces pasamos al misterio del apagón global. Desde luego no revelaré la causa, pero corresponde a un cliché popular en la ciencia ficción que en esta ocasión abarca temas más amplios sobre el pasado, presente, y futuro de la raza humana, al mismo tiempo que establece una tono nihilista que podemos sentir en la actitud de los soldados rusos, cada uno con su particular melodrama para incrementar el suspenso y darle relevancia a la acción.
Desafortunadamente, como ocurre en muchas "películas evento" (de cualquier nacionalidad), los personajes no están a la altura del material. Parece que entre más detalles personales cargan sobre los héroes, más superficiales se vuelven. En este caso, tenemos a Oleg (Aleksey Chadov) y Yuriy (Pyotr Fyodorov), dos soldados cuyos distintos temperamentos generan conflictos cuando deben tomar decisiones que podrían determinar el futuro del planeta. Ah, y además están atrapados en un triángulo romántico absolutamente insípido con la Dra. Alyona (Lukerya Ilyashenko).
Paradójicamente, los personajes secundarios se sienten más sustanciales e interesantes, incluso si no sabemos mucho sobre ellos. En particular me gustó el trabajo de Kseniya Kutepova como la Mayor Osmolovskaya, perfectamente racional y disciplinada en circunstancias fuera de toda comprensión humana; Svetlana Ivanova como la reportera Olga, más curiosa y compasiva que los soldados que la rodean; y Artyom Tkachenko como Id, supuesto sobreviviente del Apagón que sabe más de lo que aparenta. Y con la gabardina de cuero más Dark City que he visto en muchos años.
Y entonces llega el final, tan enredado en su propia filosofía que requiere un ENORME "deus ex machina" para atar sus cabos sueltos. Sin duda admiro la imaginación de los directores y del guionista Ilya Kulikov... pero siento que volaron demasiado alto, y perdieron el control de la película cuando más necesitaba una mano firme para continuar hasta su lógica conclusión.
Finalmente, para cerrar con algo positivo, mencionaré los extraordinarios efectos especiales de los estudios Kinopost, AmalgamaVFX y Film Direction FX (entre otros). Desde pequeños detalles, como las luces de gel (?), hasta los impactantes panoramas de destrucción urbana, The Blackout mantiene un estándar de calidad genuinamente internacional, que no le pide nada a las mega-producciones de Hollywood. Y no es porque hayan gastado muchísimo dinero (al parecer el presupuesto fue de apenas 5 millones de dólares), sino porque supieron invertirlo de la manera más eficiente posible para obtener pasmosos resultados. Lo cual también significa que tuvieron que pensar antes de filmar, en vez de tratar de resolver todo en post-producción.
Para no extenderme más, terminaré diciendo que me gustó mucho The Blackout a pesar de algunas desafortunadas decisiones creativas. La historia da muchas vueltas y el final es absurdo... pero los conceptos que maneja y el virtuosismo de la acción despertaron mi "geek" interno (es broma; nunca está dormido), y me inclinan a recomendarla como una memorable propuesta de cine apocalíptico que hace lo mismo de siempre, pero de manera inesperada. Esa es la mejor estrategia posible para disfrazar el Fin del Mundo.
Calificación: 8
IMDb
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