Sunday, January 28, 2024

Sobrevivientes Después del Terremoto (Concrete Utopia - Konkeuriteu Yutopia)


Síntomas: Los sobrevivientes de un devastador terremoto tratan de forjar una nueva vida en el único edificio de Seúl que no se derrumbó.

Diagnóstico: Debido a las experiencias telúricas que hemos vivido en mi país, siempre siento un poco de ansiedad cuando veo películas sobre terremotos. Sin embargo, el catastrófico evento que destruye la ciudad de Seúl en la película Sobrevivientes Después del Terremoto trasciende cualquier definición que tenemos del concepto. Y además ocurre en una brevísima escena en los primeros segundos de la cinta, así que no hay tiempo para preocuparse. Esto significa que Sobrevivientes Después del Terremoto no es una típica "película de desastre" enfocada en destrucción y efectos especiales, sino en lo que ocurre después: la lucha por sobrevivir cuando cae la Civilización y despiertan los peores instintos de la Humanidad. Y eso fue más terrorífico que los terremotos digitales de San Andreas o The Quake.
Incluso me atrevería a clasificar Sobrevivientes Después del Terremoto como un drama político, debido a la representación de una micro-sociedad que debe tomar difíciles decisiones (no siempre correctas) para proteger la integridad del enorme edificio Hwang Gung, el único que permanece en pie después del terremoto. Los retos inmediatos son agua, alimento y refugio (el terremoto ocurre en invierno); pero eventualmente surgen los inevitables problemas de la convivencia forzada, incluyendo luchas de poder y la creación de una jerarquía que beneficia a unos y perjudica a otros. En resumen, Sobrevivientes Después del Terremoto es un fascinante experimento sociopolítico en el estilo de la venerable novela Lord of the Flies (1954), virtual fundadora de este sub-género.
Hace un momento mencioné que Sobrevivientes Después del Terremoto no es una película enfocada en efectos especiales, pero eso no significa que no los tenga. Por el contrario, las vistas de la ciudad destruida son espectaculares y sobrecogedoras, sobre todo porque forman parte integral de la narrativa y definen las "misiones" de los sobrevivientes, desde la búsqueda de alimento hasta los conflictos con "invasores" que solo quieren protegerse del frío.
El director Tae-hwa Eom conduce la cinta con mesurado ritmo, complementando la tragedia del presente con "flashbacks" del pasado que nos muestran a los personajes en sus vidas anteriores. En particular destacan Park Seo-joon y Park Bo-young como una joven pareja con una perspectiva más flexible de la situación; y Lee Byung-hun (Ashfall) como el "delegado" elegido por la turba para hacer que se cumplan las reglas. Pero, naturalmente, el poder no siempre es buen consejero.
Por el lado negativo... Sobrevivientes Después del Terremoto fue una experiencia pesada y deprimente, debido a su cruda exploración de una comunidad desesperada por sobrevivir. Yo esperaba una aventura post-apocalíptica emocionante y entretenida, y lo que encontré fue una amarga dosis de realidad sobre la naturaleza humana sin el tenue barniz de civilización que hace tolerable la vida diaria. Es una lección sin duda valiosa... pero no necesariamente agradable en un formato de entretenimiento popular. Y ahora necesito ver un par de episodios de MST3K para recuperar el optimismo.
Calificación: 7.5

IMDb

Saturday, January 27, 2024

Destroy All Neighbors


Síntomas: El ingeniero de sonido William Brown (Jonah Ray Rodrigues) tiene problemas con su novia, problemas en el trabajo, y además su vecino Vlad (Alex Winter) hace ruido todo el día. Entonces William decide confrontar a Vlad, y las cosas se complican.

Diagnóstico: No me entusiasmaba la premisa de "vecinos en guerra", pero Destroy All Neighbors la utiliza como base de una pesadilla ontológica que combina elementos de David Lynch, George Romero y Groucho Marx... una grotesca fábula con lecciones sobre perseverancia y responsabilidad personal, presentada con sangrientos efectos especiales y un irreverente sentido del humor que subraya las ideas del director Josh Forbes y su equipo de guionistas.
Como siempre, habrá quien prefiera ignorar el mensaje para enfocarse en el horror (o la comedia), pero al final me sorprendió el fino equilibrio entre drama existencial y los aspectos más "psicodélicos" de la película, realizados con perversa creatividad y pericia técnica por el veterano de efectos especiales Gabe Bartalos (From Beyond, Guyver) y su estudio Atlantic West Effects.
Sin embargo, a pesar del "gore" y los excesos, Destroy All Neighbors nunca descuida el subtexto filosófico. Las atrocidades que cometen los personajes podrían existir únicamente en la mente de William Brown (Jonah Ray Rodrigues), un ingeniero de sonido obsesionado con el rock progresivo que quiere grabar su propio álbum a pesar de las burlas de sus compañeros de trabajo y el escepticismo de su novia Emily (Kiran Deol). Incluso podríamos decir que la obsesión musical de William es un mecanismo de defensa para evadir sus problemas en el mundo real y crear excusas para su estancamiento emocional. Entonces, cuando William por fin se atreve a pedirle a su vecino Vlad (Alex Winter) que no haga tanto ruido, se desata una cadena de tragedias que podrían arruinar la vida del joven... o darle la confianza necesaria para seguir sus sueños. Claro, asumiendo que sobreviva las consecuencias de sus actos.
No negaré que Destroy All Neighbors tropieza ocasionalmente con sus abruptos cambios de tono. El desfile de catástrofes que se acumulan sobre la conciencia de William mantienen cierta lógica, pero a veces se nota la manipulación del director para resolver situaciones imposibles. Sin embargo las emociones del libreto, la exuberante dirección de Forbes (mención especial para la cinematografía de Will Stone) y la simpatía de Jonah Ray Rodrigues (Satanic Hispanics, Christmas Bloody Christmas) nos ayudan a navegar los altibajos del libreto, sobre todo cuando la línea entre fantasía y realidad se borra por completo y quedamos atrapados en la pesadilla viviente de William, compartiendo su locura... pero también su entusiasmo por enderezar su vida y superar los obstáculos que frenaron su crecimiento personal. O algo así.
Entonces, Destroy All Neighbors me pareció una recomendable combinación de temas serios y surrealista ejecución. Su caótica presentación podría desorientar al público que esperaba una "comedia de terror" convencional, pero Destroy All Neighbors desafía nuestras expectativas con una historia simultáneamente absurda y reflexiva, donde el horror siempre tiene algo que decir. Depende de nosotros si queremos escuchar, o tan solo reír con las decapitaciones, mutaciones orgánicas, y pretensiones del "prog rock".
Calificación: 8

IMDb

Tuesday, January 23, 2024

One More Shot


Síntomas: El Teniente Jake Harris (Scott Adkins) salvó a Amin Mansur (Waleed Elgadi) de los mercenarios contratados para silenciarlo (como vimos en One Shot); pero aún no aparece la "bomba sucia" que los terroristas quieren detonar en la ciudad de Washington. Entonces Harris comprende que su misión no ha terminado...

Diagnóstico: One Shot fue una de mis películas favoritas del 2021 (categoría: acción directa a video) por la asombrosa ejecución técnica que elevó una típica historia de "estado de sitio". Lo que no sabía en aquel entonces es que el director británico James Nunn estaba planeando una trilogía; y ahora la segunda parte, One More Shot, nos ofrece otra frenética dosis de acción en tiempo real sobre la cacería de un prisionero con información sobre un posible ataque terrorista. Y el único que puede evitarlo es un Marine empeñado en completar su misión por cualquier medio necesario.
Antes que nada, no creo que sea indispensable haber visto One Shot para apreciar las virtudes de One More Shot. La trama no es particularmente complicada (básicamente "Die Hard en un aeropuerto"); y aunque el libreto incluye vagas referencias a una conspiración, creo que serán más relevantes para la conclusión de la trilogía (por cierto, espero sinceramente que el gran Michael Jai White tenga más escenas en la tercera parte). Fuera de eso, One More Shot puede disfrutarse como una sólida B-Movie con virtuosa dirección, ingeniosas rutinas de artes marciales, y el carisma de Scott Adkins, quien ya merece ser "descubierto" por los grandes estudios de Hollywood. Sí, su participación en John Wick: Chapter 4 fue un buen comienzo (ni siquiera voy a contar su cameo en Doctor Strange), pero lo que necesita es un proyecto individual que lo mande a las "grandes ligas".
En fin... regresando al punto, One More Shot se filmó en un aeropuerto real, donde Nunn y su equipo de stunts encontraron nuevas oportunidades para coreografiar acción creativa y visceral. Escaleras, túneles de servicio, y hasta pistas de aterrizaje se convierten en escenario de peleas y balaceras que me dejaron doblemente impresionado... primero por su brutalidad, y después por la coordinación requerida para mantener la ilusión del "plano secuencia". Desde luego One More Shot no se filmó realmente en una toma continua, pero las "costuras" de la edición están bien disimuladas, y las escenas fluyen con mayor naturalidad, favoreciendo actuaciones más creíbles y espontáneas... dentro de los estándares del cine B directo a video.
Habiendo dicho eso, la monotonía del aeropuerto hace la acción un poco confusa, con un laberinto de locaciones tan genéricas que me costó trabajo seguir los movimientos de los personajes, o entender sus estrategias. Bajo cualquier criterio One More Shot es una película más grande y ambiciosa... pero creo que la reducida escala de One Shot la hizo más clara y accesible para el público general.
Afortunadamente es una queja menor que no me impide recomendar One More Shot como competente secuela, y como entretenida experiencia de acción para fanáticos del género que sepan apreciar lo mucho que James Nunn logró con muy poco. Esperaré con impaciencia la tercera parte (¿"Last Shot"?), así como nuevas obras de este cineasta con genuina afinidad por el género. Finalmente, un pequeño detalle "geek": One More Shot se filmó en el aeropuerto Stansted de Londres, el cual tiene su propio misterio ufológico... pero nada tan famoso como el Parque Bentwaters en la película anterior. Ni hablar... tal vez para la próxima.
Calificación: 8

IMDb

Sunday, January 21, 2024

Justice League: Crisis on Infinite Earths - Part One


Síntomas: Barry Allen (voz de Matt Bomer) salta incontrolablemente entre dimensiones paralelas, donde versiones alternas de la Liga de la Justicia enfrentan una amenaza que podría destruir el Multiverso.

Diagnóstico: Sí, otra historia de superhéroes sobre los problemas del Multiverso. Sin embargo, para ser justos, la mini-serie original Crisis on Infinite Earths se publicó en 1985, convirtiéndola no solo en pionera del género, sino en la guía que han seguido prácticamente todos los relatos sobre dimensiones paralelas.
Y ahora el director James Wamester (Justice League: Warworld, Legion of Super-Heroes) afronta la ingrata labor de adaptar Crisis on Infinite Earths al Universo Animado de DC Comics, tratando de hacer que lo viejo parezca nuevo, y que los mismos clichés de siempre capturen el interés de un público agotado por las repeticiones de la misma premisa.
Y creo que lo logró, al menos para fans de DC Comics suficientemente indulgentes para aceptar los cambios en la trama original, así como algunos ajustes para integrarla a la continuidad actual. ¿Es pedir demasiado? No sé, pero en lo personal me gustó.
La nueva película animada Justice League: Crisis on Infinite Earths - Part One recurre nuevamente al poder de Barry Allen (voz de Matt Bomer) para viajar entre mundos paralelos... aunque alguien más está controlando sus saltos interdimensionales. Entonces Allen encuentra distintas versiones de la Liga de la Justicia enfrentando una catástrofe que podría destruir al Multiverso. Pero... ¿logrará Flash convencerlos para cooperar antes de que sea demasiado tarde?
La respuesta es obvia, pero razonablemente bien desarrollada por Wamester y el guionista James Krieg, quien merece aplauso por resumir la magna obra de Marv Wolfman y George Pérez (a quien está dedicada la película) en noventa densos minutos con buen balance entre drama y acción. Tal vez hay demasiadas escenas dedicadas al romance de Isis West (voz de Ashleigh LaThrop) y Barry Allen, pero en retrospectiva sirven para humanizar la crisis cósmica, y para delinear un marco cronológico que puede volverse confuso.
Por lo demás, Justice League: Crisis on Infinite Earths - Part One ofrece ingredientes rancios pero aún apetecibles, incluyendo versiones alternas de héroes y villanos, batallas entre aliados que se convierten en rivales (y viceversa), y una saludable selección de personajes olvidados para deleitar a los "geeks" (como yo) que crecieron con estos comics. La dirección de Wamester arrastra sus típicos problemas de edición, pero reconozco que ha mejorado bastante desde sus primeros chascos. Y aunque la animación no es tan detallada como en otras recientes cintas del Universo Animado, cumple su misión de reflejar la escala del Multiverso, así como el abrumador concepto de las "Terras Infinitas" aludidas en el título.
Hablando de lo cual, Justice League: Crisis on Infinite Earths - Part One es tan solo la primera parte, lo cual significa que tendremos que esperar varios meses para ver cómo se resuelve el tremendo "cliffhanger" del final; sin embargo la Primera Parte cuenta una historia satisfactoria por sí misma, y ese es el mejor halago que puedo darle.
En resumen: Justice League: Crisis on Infinite Earths - Part One llegó muy tarde a la moda del Multiverso, pero me pareció una sólida adaptación de los comics que sentaron las bases de este popular sub-género. Y aunque está orientada primariamente a los fans que apreciarán los "deep cuts" de la trama, creo que también podría disfrutarla el público con curiosidad sobre este clásico tema. Claro que, en ese caso, también podrían leer la novela gráfica, más filosófica en su fondo y más nostálgica en su forma.
Calificación: 8.5

IMDb

Tuesday, January 16, 2024

Maestro


Síntomas: Biografía del compositor Leonard Bernstein (Bradley Cooper), enfocada en su matrimonio con la actriz chilena Felicia Montealegre (Carey Mulligan).

Diagnóstico: Creo que Maestro es una excelente biografía que captura al hombre detrás de la leyenda, poniendo en segundo plano la carrera musical de Leonard Bernstein (compositor, pianista y conductor de orquesta) para explorar los contrastes de su vida personal, empezando por su notoria bisexualidad, su irrefrenable creatividad, y las consecuencias que ambas tuvieron en su matrimonio.
El desempeño de Bradley Cooper me pareció fantástico enfrente y detrás de la cámara. Como actor desarrolla un personaje profundo y complicado, pero siempre accesible por su pasión en todas las facetas de su vida, ya sea que esté seduciendo colegas deslumbrados por su talento, o discutiendo teoría musical. Su transformación física también es impresionante, apoyada por el maquillaje prostético de Kazu Hiro (discípulo de Rick Baker, nada menos). Y en los breves momentos cuando el látex no es cien por ciento convincente, la actuación de Cooper se encarga de completar la ilusión. Lo mismo podemos decir de Carey Mulligan en el papel de Felicia Montealegre, compañera inseparable que aceptó a Bernstein a pesar de sus deslices, aún sabiendo que conducirían a momentos difíciles.
Como director, Bradley Cooper emplea una narrativa espontánea y natural (mención especial para la extraordinaria cinematografía de Matthew Libatique), sumergiéndonos en complejas discusiones sin explicaciones ni contexto. Tal vez algunas personas entenderán quiénes son "Jerry" (Jerome Robbins) y "Stevie" (Stephen Sondheim), sus colaboradores en la puesta teatral original de West Side Story (Bernstein compuso la música); pero como no es información necesaria para entender las emociones de la escena, Cooper deja los detalles en el aire... porque sabe que podemos leerlos en cualquier enciclopedia.
Lo cual me lleva a la única gran queja que tengo sobre Maestro: en vista del tremendo compromiso que Cooper mostró en A Star is Born (su debut como director), yo tenía la esperanza de que Maestro abordaría el aspecto musical con igual fervor artístico. Maestro (disponible en Netflix) dura más de dos horas, pero solo vemos a Bernstein dirigir una orquesta durante cinco minutos. Creo que Maestro hubiera sido una perfecta oportunidad para introducir la música clásica a una nueva generación, y también para definir el papel del conductor en una interpretación sinfónica. Hay una maravillosa escena casi al final de la película donde Bernstein está dando clase, y sus consejos nos permiten un fugaz atisbo a los misterios de la conducción musical. Con más escenas como esa, y menos discusiones con su esposa, Maestro sería una biografía auténticamente integral, asignando igual importancia al hombre y a su obra. Pero, bueno... Cooper tomó un camino distinto, y aunque realizó una recomendable biografía de un hombre excepcional, siento que pudo llegar más lejos como celebración de la música misma. Incluso nos hubiera ayudado a entender mejor la genialidad de Bernstein.
Calificación: 8.5

IMDb

Sunday, January 14, 2024

Beekeeper: Sentencia de Muerte (The Beekeper)


Síntomas: El apicultor Adam Clay (Jason Statham) quiere vengar la muerte de una amiga, sin saber que los culpables están conectados con más altos niveles de la burocracia norteamericana. O algo así.

Diagnóstico: Parece otra típica película de venganza con Jason Statham, pero Beekeeper: Sentencia de Muerte tiene el valor agregado del director David Ayer (End of Watch, Fury) y el guionista Kurt Wimmer (Equilibrium, Ultraviolet), asegurando una visión artística más sofisticada de la que generalmente encontramos en el cine B. Entonces... ¿por qué Beekeeper: Sentencia de Muerte no me dejó tan satisfecho como otras cintas menores del género "Jason Statham"?
La respuesta, en mi humilde opinión, es que Beekeeper: Sentencia de Muerte complica la trama con dos elementos que no siempre "conectan" armoniosamente.
El primero es la obtusa mitología de una organización secreta conocida como "Los Apicultores", quienes protegen la "colmena humana" (la sociedad) de los peligros que amenazan su estabilidad... o algo así. Es un poco confuso, pero sirve para justificar la destreza sobre-humana del ex-agente Adam Clay (Jason Statham), "apicultor" retirado que ahora pasa su tiempo atendiendo sus panales de abejas. Sí, el apicultor metafórico es ahora apicultor literal. ¡Qué creativo!
El segundo elemento es la denuncia de los más grandes villanos del siglo veintiuno: los defraudadores por Internet. Claramente David Ayer leyó artículos de Wired y The Verge sobre el riesgo que presentan estos criminales, sobre todo entre individuos de cierta edad que no han escuchado términos como "phishing", "ingeniería social", y "ransomware". Es una denuncia indudablemente merecida, pero torpemente implementada porque el guión intenta conectarla con el gobierno, con los "tech bros" de Silicon Valley y, bueno, con cualquier otro villano de moda en los blogs políticos. David Ayer quiere educar al público y entretenerlo al mismo tiempo, lo cual me parece admirable; pero el resultado fue una revoltura de géneros insuficiente en ambos niveles. Aprecio el mensaje, pero no sé si la mejor manera de expresarlo fue entre peleas de Jason Statham.
Por el lado positivo tenemos esas mismas peleas de Jason Statham, tan brutales y creativas como siempre, con el beneficio adicional de estar dirigidas contra villanos repulsivos que representan los peores aspectos de la codicia corporativa y la impunidad política. Y todo eso con el socarrón humor de Statham que nunca se toma completamente en serio.
Entonces, Beekeeper: Sentencia de Muerte es una película indecisa sobre su intención: podría haber sido un thriller "hi-tech" sobre el peligro de los "scammers" en Internet; o una cinta de venganza orgullosa de sus clichés, sin contaminar el placer visceral de la violencia. La combinación de dos estilos tan distintos no fue mala... pero tampoco particularmente recomendable para invertir nuestro tiempo en el cine. Sería mejor esperar su estreno en Netflix, y mientras tanto divertirnos con Homefront, Wrath of Man, o alguna otra cinta del género "Jason Statham" con menos delirios de grandeza.
Calificación: 7

IMDb

Wednesday, January 10, 2024

Priscilla


Síntomas: La joven Priscilla Beaulieu (Cailee Spaeny) atrae la atención del cantante Elvis Presley (Jacob Elordi), y comienza un romance que cambiará la vida de Priscilla. Y quizás también la de Elvis.

Diagnóstico: Una película sobre la esposa de Elvis Presley durante los años más turbulentos de su carrera podría haber sido un sórdido despliegue de excesos y corrupción. Sin embargo ese no es el estilo de Sofia Coppola (On the Rocks, The Beguiled), y por eso Priscilla es un drama discreto y minimalista que evita el escándalo para enfocarse en los pequeños momentos que definen una relación.
Lo cual, supongo, podría decepcionar al público que esperaba el ataque sensorial de la reciente Elvis, pero con una voz femenina. Para bien o para mal Priscilla no es esa película, sino algo más similar a Spencer, donde el carácter y la atmósfera son más importantes que el espectáculo visual.
Priscilla sigue una estructura cronológica que hace la cinta clara y accesible, empezando por el encuentro inicial del famosísimo cantante Elvis Presley (Jacob Elordi) y la estudiante de quince años Priscilla Beaulieu (Cailee Spaeny) en una base militar de Alemania. La relación es claramente problemática, pero la directora la examina objetivamente para comprender su evolución práctica y sentimental. A veces el romance parece sincero, y a veces manipulador; pero Coppola se abstiene de emitir juicios morales para que cada espectador saque sus propias conclusiones. ¿Era Priscilla víctima de acoso sexual, o la protagonista del cuento de hadas que soñaban todas las mujeres del mundo? Tal vez ambas realidades eran ciertas; o tal vez podemos achacarlo a los arcaicos valores de una época pasada.
Entonces empieza la vida marital de la pareja, revelando la paradoja de libertad y esclavitud que representa la fama. Priscilla tiene todo lo que siempre quiso; pero también está sujeta a los caprichos de un hombre errático y temperamental, más interesado en pasar el tiempo con sus amigos que en satisfacer (o siquiera entender) las necesidades afectivas de su esposa. Y así, con pequeños trazos se va dibujando una imagen de represión emocional y desilusión existencial. Pero, eso sí, siempre a la moda.
Las actuaciones me parecieron excelentes por su precisión y sutileza. No encontraremos aquí las exageraciones que les gustan a los críticos, sino delicadas texturas más elocuentes que cualquier exabrupto dramático. Cailee Spaeny definitivamente se lleva los aplausos, pero también me gustó el trabajo de Jacob Elordi como Elvis Presley. Hubiera sido fácil caer en la caricatura del ícono cultural, pero su actuación está en perfecta armonía con Spaeny para no romper el frágil equilibrio de su interacción.
Por el lado negativo... la visión de Sofia Coppola nunca ha sido particularmente comercial, y puede sentirse monótona en el contexto del cine moderno. Además, Priscilla es una biografía enfocada en la transformación interna de los personajes, y no en los eventos que los hicieron famosos, lo cual la hace más interesante como "cine de arte", pero menos satisfactoria como relato histórico. En otras palabras: Priscilla no es para fans de Elvis Presley, sino para devotos de Coppola que no le tienen miedo al parsimonioso ritmo de Somewhere, ni a la melancolía de Lost in Translation.
Calificación: 8

IMDb

Monday, January 8, 2024

Aguas Siniestras (Night Swim)


Síntomas: Ray Waller (Wyatt Russell) y su familia se mudan a una nueva casa con piscina, donde podrá hacer ejercicios de terapia acuática que le ayudarán a recuperarse de una condición médica. Pero la piscina tiene otros planes...

Diagnóstico: Reconozco que hay cierta novedad en la premisa de la piscina maldita; sin embargo, fuera de eso, Aguas Siniestras se desarrolla exactamente como cualquier relato de "casa embrujada". La única diferencia es que los fenómenos no ocurren en el ático o en el sótano, sino en la piscina que oculta algo más peligroso que agua sucia y hojas secas.
El director Bryce McGuire gasta media hora en establecer la situación, lo cual parece excesivo considerando que es lo mismo de siempre: una familia en crisis (el padre sufrió una enfermedad que arruinó su carrera deportiva) se muda a una nueva casa, y encuentran manifestaciones que nadie toma en serio hasta que es demasiado tarde. Desde luego hay una tragedia del pasado conectada con la actividad paranormal; una búsqueda de información en Internet; y la obligatoria visita con la enigmática anciana que podría guardar la clave del misterio. A eso añadimos algunos sobresaltos, efectos especiales, y el twist final para confundir nuestras expectativas, y quizás preparar el terreno para la secuela (o precuela), dependiendo del éxito en taquilla. Resultado: noventa minutos de genérico "horror" que olvidaremos al salir del cine.
Lo cual, a pesar de todo, no es tan malo si vemos Aguas Siniestras con bajas expectativas y un poco de afinidad por el "horror acuático", un sub-género que siempre disfruto, incluso cuando la experiencia es menor a la suma de sus partes.
Entre esas partes: los fenómenos causados por la piscina son suficientemente ambiguos para inspirar curiosidad sobre su origen. Parece que cada miembro de la familia encuentra algo distinto, de modo que no sabemos si se trata de un fantasma vengativo, una entidad demoníaca, o hasta una "creature feature" ubicada en el incongruente marco de un suburbio norteamericano.
Otro elemento positivo fueron las actuaciones, un poco más detalladas de lo habitual. Wyatt Russell (The Falcon and the Winter Soldier) interpreta al padre afable que quiere ver el lado bueno de una mala situación; su prometedora carrera como beisbolista profesional terminó antes de tiempo, pero ahora puede pasar más tiempo con sus hijos. Kerry Condon (The Banshees of Inisherin) es la madre dispuesta a todo para proteger a su familia; y Amélie Hoeferle y Gavin Warren son los niños curiosos que sospechan algo mucho antes que sus padres. Y todos tienen la habilidad de un nadador olímpico. O al menos así parece durante las secuencias submarinas donde nadie necesita respirar.
Los efectos especiales son adecuados, complementando la cinematografía de Charlie Sarroff que combina locaciones acuáticas y "secas" sin perder consistencia visual durante la transición. Particularmente me impresionaron las tomas nocturnas, donde la cámara captura con igual nitidez los eventos dentro y fuera del agua.
No sé si esos aciertos técnicos bastan para recomendar Aguas Siniestras; pero el misterio de la piscina podría divertir al espectador casual en busca de sustos prefabricados y una historia muy elemental que no exige esfuerzo alguno... lo cual me hace pensar que Aguas Siniestras funcionará mejor en video casero. Tan solo otro experimento de Blumhouse con mediocres resultados, y algunas valiosas lecciones para su siguiente incursión en el horror acuático. Por ejemplo: un mejor diseño para la criatura. O fantasma, o demonio, o lo que sea.
Calificación: 6

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Sunday, January 7, 2024

Operación Hunt (Heon-teu)


Síntomas: A principios de los ochentas, dos funcionarios de inteligencia en Corea del Sur deben hacer a un lado su rivalidad para encontrar a un espía de Corea del Norte oculto entre sus propios agentes.

Diagnóstico: Operación Hunt es un thriller coreano absolutamente electrizante, con virtuosa dirección, edición, y las actuaciones más intensas que he visto este año (apenas estamos en enero, pero aún así cuenta). Por el lado negativo, Operación Hunt se siente ocasionalmente confusa por la cantidad de información que arroja al espectador sin explicación alguna, y por la multitud de factores políticos involucrados en un libreto tan denso que daría material suficiente para varias series televisivas.
Entonces, sí, Operación Hunt requiere esfuerzo y atención para seguir el laberinto de personajes, traiciones y motivaciones ocultas entre representantes de tres países (obviamente los Estados Unidos meten la nariz en algún momento) con distintas opiniones sobre la dictadura que sufría Corea del Sur a principios de los ochentas, la cual amenazaba con seguir los pasos totalitarios de Corea del Norte. Algunos personajes conservan el sueño de unificación; otros luchan por la erradicación de sus enemigos; y unos cuantos solo quieren detener la violencia. ¿A cuál categoría pertenecen los protagonistas de Operación Hunt?
No estoy seguro. Y ahí radica la atracción de la cinta, con tantos giros y sorpresas que nunca sabemos quiénes son "buenos" o "malos"... asumiendo que una división tan clara sea posible en un mundo pintado en tonos de gris, donde todos cometen atrocidades con buenas intenciones, o acciones benevolentes con siniestros propósitos.
En fin... para simplificar las cosas, diré que los protagonistas son Park Pyong-ho (Lee Jung-jae), director de la Unidad de Inteligencia Foránea; y Kim Jung-do (Jung Woo-sung), director de la Unidad de Inteligencia Interna (más o menos equivalentes de la CIA y el FBI en los Estados Unidos). Ambos reciben órdenes de identificar al espía de Corea del Norte con el nombre clave "Donglim", quien está planeando algo grande para desestabilizar al gobierno (o algo así). El problema es que Pyong-ho y Jung-do se odian por ciertos eventos del pasado, y su mutua desconfianza podría causar más daños que las acciones del espía.
Y, para conectar las piezas, el director Lee Jung-jae (sí, uno de los actores principales) encuentra un óptimo balance entre espionaje, formidables secuencias de acción, y drama personal que refleja el lado humano de la cacería política. En resumen: una genial combinación de ingredientes que solo podría venir de Corea del Sur, reforzando su posición como el "Nuevo Hollywood" del mundo, ahora que el Viejo Hollywood colapsa en cámara lenta bajo el peso de sus malas decisiones. Hablando de lo cual, Operación Hunt haría buen trío con Escape From Mogadishu y The Berlin File, pues aunque sus argumentos son distintos, las tres proponen relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur más optimistas que las del mundo real. Desafortunadamente el optimismo no siempre implica un final feliz...
Calificación: 8.5 (me gustó mucho, pero en verdad hay que romperse la cabeza para seguir la historia)

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Wednesday, January 3, 2024

The Holdovers


Síntomas: En diciembre de 1970, el Profesor Paul Hunham (Paul Giamatti) permanece en la Academia Barton durante las vacaciones de Navidad para supervisar a los alumnos que no saldrán con sus familias. Es una labor ingrata, pero tal vez le enseñará cosas nuevas sobre sus estudiantes y sobre sí mismo.

Diagnóstico: Por enfocarme recientemente en el horror navideño dejé pasar un melodrama muy entretenido, con un elocuente mensaje de unidad y tolerancia que afortunadamente evade los peores clichés de la temporada decembrina. Y, aunque no espero adoptarlo como tradición anual, The Holdovers me pareció un simpático relato con valores tradicionales, pero con una sensibilidad suficientemente moderna para atraer al público hastiado de las cursilerías de Hallmark y Lifetime. Y con mejores actores, además de todo.
The Holdovers se ubica a fines de 1970 en la exclusiva Academia Barton, donde Paul Hunham (Paul Giamatti) ganó fama como profesor estricto e intransigente en la materia de Civilizaciones Antiguas. Por eso recibe la poco envidiable tarea de permanecer en la escuela durante las vacaciones de Navidad para supervisar a los escasos estudiantes que no visitarán a sus familias. Y así es como Hunham, la cocinera Mary Lamb (Da'Vine Joy Randolph), y media docena de estudiantes se preparan para pasar dos semanas de convivencia forzada que nadie espera disfrutar.
Y, bueno, no diría que las cosas se complican, pero definitivamente surgen situaciones que obligan a jóvenes y adultos a reconsiderar sus prejuicios, rectificar sus expectativas, y forjar relaciones libres del antagonismo inherente del sistema escolar... porque solo cuando caen (temporalmente) las barreras autoritarias pueden apreciar su auténtico valor como personas, y no solo como estudiantes o maestros. Es una historia graciosa y profunda, pero sin volverse empalagosa.
Buena parte del crédito pertenece al genial Paul Giamatti, colaborando nuevamente con el director Alexander Payne desde la memorable Sideways. Ya pasaron veinte años para ambos, y se nota la madurez que ganaron en sus respectivos oficios, formando una maravillosa simbiosis enfrente y detrás de la cámara que aprovecha sus mejores atributos y fomenta una camaradería que se contagia al espectador. También merece mención Da'Vine Joy Randolph (Dolemite is My Name) como Mary, la cocinera de la escuela con una reciente tragedia que añade nuevos niveles de subtexto, incluyendo división de clases, racismo, y hasta la controversia de Vietnam. Las guerras vienen y van, pero los prejuicios que las alimentan se mantienen constantes.
Y ese es tan solo uno de tantos temas que contribuyen a la evolución del profesor, de la cocinera, y del estudiante Angus Tully, brillantemente interpretado por Dominic Sessa.
Por el lado negativo... cuando mucho diría que The Holdovers se siente un poco larga por una serie de interludios que no fueron absolutamente indispensables, aunque ciertamente enriquecen el carácter de los personajes (por ejemplo, la visita a la ciudad de Boston). Fuera de eso, recomendaría The Holdovers como una excelente película navideña que no se siente como un producto pre-fabricado, sino como un honesto melodrama ubicado en fechas que inspiran un poco de compasión... incluso si estamos atrapados con individuos que normalmente nos irritan. En The Holdovers es una escuela preparatoria; pero lo mismo ocurre con muchas familias. Afortunadamente nunca es tarde para aprender las lecciones que imparten Payne y compañía.
Calificación: 9

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