Síntomas: Gabbie (Rosario Dawson) y su hijo Travis (Chase W. Dillon) se mudan a una vieja mansión en Nueva Orleans, y descubren que está embrujada. Entonces contratan a un sacerdote, un científico, y una médium para "limpiar" la casa, o al menos averiguar qué necesitan los espíritus para pasar al "Otro Lado".
Diagnóstico: Mansión Embrujada es una pesadilla... pero no porque sea terrorífica, sino porque desperdicia un buen reparto (por no mencionar efectos especiales, decoración y cinematografía de primera calidad) en una historia insípida y genérica, que realmente parece escrita por una inteligencia artificial para cumplir el mandato de una corporación temerosa de innovar, ofender al público, o comprometerse con una visión creativa. En resumen: los peores defectos del "antiguo" Disney, resucitados en el zombie de una película que murió hace veinte años.
Sí, me refiero a The Haunted Mansion (2003), inspirada en una famosa atracción de Disneylandia, y producida con la esperanza de repetir el éxito de Pirates of the Caribbean (2003). En aquel entonces The Haunted Mansion mostró la ineptitud de Disney para realizar una "comedia de terror" marginalmente divertida; y, desafortunadamente, el "nuevo" Disney no aprendió lo suficiente para corregir la situación.
Pero, bueno... por el lado positivo, el reparto de la nueva Mansión Embrujada tiene suficiente talento para sostener nuestra atención escena por escena, incluso cuando el director Justin Simien pierde el tiempo conectando el melodrama individual de los personajes con el misterio de la casa.
Así tenemos a Gabbie (Rosario Dawson), tratando de iniciar una nueva vida después de una mala experiencia marital; su hijo Travis (Chase W. Dillon), lidiando con "bullies" en la escuela; y los "cazafantasmas" en turno: Ben (LaKeith Stanfield), astrofísico retirado que inventó un "lente cuántico" (?) para retratar fantasmas; el Padre Kent (Owen Wilson), más interesado en el dinero que en la religión; la médium Harriet (Tiffany Haddish) que intentará expulsar a los espíritus; y el historiador Bruce (Danny DeVito), cuyos conocimientos sobre el pasado de Nueva Orleans podrían revelar el origen del embrujo.
El humor de la cinta repite rutinas de Abbott y Costello que ya parecían simplonas hace setenta años (¡Puertas que se abren solas! ¡Objetos flotantes!); pero, eso sí, recreadas con impecables valores técnicos que nos distraen durante las escenas más "emocionantes", como la persecución por el jardín, o el ataque de un cocodrilo fantasma. Y aunque Mansión Embrujada no se acerca ni remotamente al "terror" (o siquiera "miedo"), al menos evoca una convincente atmósfera gótica con elementos que van desde retratos vivientes hasta mazmorras secretas. Claramente Disney pagó buen dinero para crear una experiencia visualmente estimulante; solo faltó la historia para aprovechar los escenarios.
¡Pero no todo está perdido! Los Muppets hicieron su propia versión de The Haunted Mansion en el 2021, en un especial de Halloween para el servicio Disney+; y sobra decir que fue más gracioso, original y creativo que Mansión Embrujada. O, si prefieren ejemplos de Disney experimentando con auténtico terror, siempre quedan las reliquias ochenteras The Watcher in the Woods (1980) y Something Wicked This Way Comes (1983). No tienen humor "meta" ni canciones de Stevie Wonder, pero aún pueden provocar un par de escalofríos. Las veré en la noche para "limpiar el paladar" de Mansión Embrujada.
Calificación: 6 (solo por las imágenes)