Síntomas: En 1918, la joven Pearl (Mia Goth) sueña con la fama y el glamour de Hollywood; pero la realidad es muy distinta en la granja donde vive con su estricta madre y su padre discapacitado.
Diagnóstico: Fue una estrategia arriesgada pero exitosa: mientras filmaba la película X, el director Ti West preparó una precuela para explicar el origen de uno de sus personajes principales. Y ahora, seis meses después, podemos ver Pearl, un perturbador thriller psicológico que complementa los temas de X, pero con una estética completamente distinta, evocando la Era Dorada de Hollywood que inspiró a la protagonista para encontrar su propio destino. Es como The Wizard of Oz con gusanos y sangre.
En 1918 el mundo atraviesa la doble crisis de la Primera Guerra Mundial y la pandemia de "Influenza Española". Y, en un pequeño pueblo de Texas, la joven Pearl sufre el tormento personal de una situación doméstica que le impide seguir sus aspiraciones artísticas. Entonces Pearl se entera de que la iglesia local está buscando bailarinas para una gira nacional, y reconoce la oportunidad que estaba buscando. Pero no será fácil convencer a sus padres con todas las obligaciones que tiene en casa.
La original X me pareció una excepcional cinta slasher con una brillante fusión de sangre y comentario social. Sin embargo Pearl se aleja de esa formula (al menos al principio) para presentar un drama rural con una etérea atmósfera que rinde tributo (o tal vez satiriza) el glamour de Hollywood. West y su cinematógrafo Eliot Rockett capturan vívidos paisajes "rockwellianos" que contrastan con la textura granulosa y deslavada de X... lo cual resulta apropiado, pues son películas muy diferentes a pesar de estar conectadas por un trauma común. Fue una apuesta arriesgada que funciona gracias a la extraordinaria actuación de Mia Goth en el papel de Pearl, un complejo personaje meticulosamente desarrollado con impecable realismo técnico y emocional. Independientemente del período histórico y ubicación geográfica, la experiencia de Pearl es universal. Sus acciones podrán ser terribles, pero entendemos perfectamente su motivación.
Por el lado negativo, siento que no hay suficiente historia para justificar la existencia de Pearl como largometraje. El libreto (co-escrito por West y Goth) se alarga demasiado con digresiones y reincidencias de las mismas ideas. Además, la historia se detiene en 1918, dejando un hueco de sesenta años entre el final de Pearl y el principio de X. ¿Estará planeando West más precuelas? ¿O simplemente asumió que la "historia de origen" resuelve todas las incógnitas de la cinta original? Como sea, la actuación de Mia Goth es razón suficiente para recomendar Pearl, advirtiendo que la trama es un poco lenta, y tarda mucho en llegar al horror. Pero cuando llega es más impactante que cualquier "slasher" común porque presenciamos el dolor, impotencia y frustración que condujeron a la violencia. En resumen: las zapatillas de Dorothy eran rojas por la sangre derramada.
Calificación: 8