Síntomas: En 1916, la exploradora Lily Houghton (Emily Blunt) y su hermano MacGregor (Jack Whitehall) contratan al Capitán Frank Wolff (Dwayne Johnson) para llevarlos por el Río Amazonas hasta el sitio donde crece un legendario árbol cuyas flores tienen asombrosas propiedades místicas y medicinales.
Diagnóstico: Ojalá Jungle Cruise fuera 25% más corta, y 40% más seria. Entonces sería una divertida aventura familiar "retro" en el estilo de Indiana Jones, en vez de otro monolítico espectáculo de Disney repleto de efectos especiales, pero libre de encanto y emoción.
Aún así, como hemos visto en muchas ocasiones, esa fórmula funciona en virtud del espectáculo visual y el carisma de los actores que tratan de engancharnos en una aventura creada por una docena de guionistas y productores desesperados por crear otra próspera franquicia para el estudio, antes de renegociar sus contratos. ¡Bienvenidos al Reino de la Imaginación!
Primero lo bueno: me dio gusto encontrar al director español Jaume Collet-Serra detrás de un genuino "blockbuster" hollywoodense, después de trabajar tantos años en thrillers de mediana calidad (muchos de ellos con Liam Neeson). Sin embargo, en películas como Jungle Cruise no importa tanto la visión personal del director, sino su habilidad para manejar a los actores y coordinar múltiples departamentos técnicos. Bajo ese criterio, Collet-Serra dirigió una película dinámica y atractiva, donde cada escena tiene algo interesante para capturar nuestra atención. Jungle Cruise se filmó en Hawaii, aunque a estas alturas es imposible saber cuáles escenarios son reales, y cuáles son simulaciones digitales. El viaje del barco "La Quila" por el Amazonas ofrece impresionantes imágenes y la atmósfera primigenia de una jungla donde todo está vivo, y el peligro puede llegar desde cualquier dirección. Cierto, algunos animales se ven muy artificiales (como el jaguar); y el supuesto "peligro" nunca afecta a los personajes principales que pueden realizar cualquier proeza, por absurda que parezca, sin temor a morir... porque eso es justamente lo que los efectos especiales no pueden crear: la tensión del peligro, la urgencia de una persecución, y los dilemas morales de buscar algo que podría cambiar al mundo. Los guionistas no necesitan pensar en eso, porque es más fácil escribir "Lily corre por las ramas de un árbol gigante mientras la persigue una criatura hecha de abejas"; entonces ya no es su problema, sino de los diseñadores, técnicos, y animadores encargados de crear esa secuencia.
Dije que iba a mencionar lo bueno, y sin darme cuenta me pasé a lo malo. En un punto intermedio entre ambos extremos están las actuaciones de Emily Blunt y Dwayne Johnson. Bueno, no las llamaría "actuaciones", sino repeticiones de sus rutinas habituales; pero la película no necesita más. Johnson es el clásico "rudo sensible" con un irreverente sentido del humor; y Blunt es la aventurera proto-feminista con ideas demasiado avanzadas para la sociedad de 1916. Hablando de lo cual: Jack Whitehall interpreta a su hermano MacGregor, el primer personaje homosexual en una película de Disney (al parecer Olaf no cuenta); pero no hacen nada con esa revelación, excepto un juego de palabras que, para ser justos, me hizo reír. Como sea, es un detalle irrelevante que no afecta la textura familiar de Jungle Cruise.
Otro anacronismo sorpresivo: el compositor James Newton Howard se atrevió a usar una canción de Metallica como parte de la partitura musical de Jungle Cruise. Nunca escuchamos la canción propiamente, sino arreglos de su melodía incorporados en la música incidental. Sospecho que Newton Howard perdió una apuesta, o algo así; pero, por la razón que haya sido, tiene todo mi respeto por convencer a Disney de pagar la licencia de una canción de Metallica... para una película basada en una atracción turística.
Logré llegar hasta el final de la crítica sin mencionar Pirates of the Caribbean... pero esa es la comparación inevitable para describir Jungle Cruise. La trama es similar, los efectos especiales predominan sobre el drama, y el humor arruina (o mejora, según el gusto de cada espectador) los momentos de suspenso y pseudo-horror. Solo le faltó a Jungle Cruise un personaje tan memorable como Jack Sparrow; pero, por lo demás, Jungle Cruise me pareció una experiencia amena e inofensiva que olvidaré en cuanto publique esta crítica. O tal vez la recordaré el suficiente tiempo para escuchar la banda sonora un par de veces... porque nada más importa.
Calificación: 7.5
Pablo no te olvides de Lefou, de La Bella y la Bestia 2017.
ReplyDeleteSaludos cordiales Hugo desde Argentina.
Además los paisajes se ven muy artificiales. A los actores les aplican muchos filtros pierden naturalidad. Se empiezan a ver como si fueran de CGI.
ReplyDeleteSe extrañan las selvas tipo Depredador o las primeras de Indiana Jones.
Algo parecido pasó con el Hobbit comparado con el Sr. De los anillas.
Saludos cordiales Hugo desde Argentina.
Hugo: ¡Es verdad! No recordaba ese personaje de Beauty and the Beast; aunque creo que lo dejaron un poco ambiguo, como para que cada espectador lo interpretara a su gusto. En el caso de Jungle Cruise lo dejan tan claro como es posible, sin decir la palabra específica. En cuanto a los paisajes... bueno, desde luego no hay comparación entre las junglas reales de Predator y los "screensavers" de Jungle Cruise. Sin embargo, dentro de esa estética digital, me gustaron bastante, y se prestan para algunos interesantes trucos visuales, como la transición a los mapas. Muchas gracias por tu comentario, y cuídate mucho!
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