Sunday, December 6, 2020

The Trial of the Chicago 7



Síntomas: En agosto de 1968, una manifestación contra la Guerra de Vietnam se sale de control en la ciudad de Chicago, y los líderes de varias organizaciones pacifistas son posteriormente enjuiciados por instigar la violencia.

Diagnóstico: Aunque retrata eventos que ocurrieron hace más de cincuenta años, The Trial of the Chicago 7 se siente moderna en sus temas y ejecución. El director y guionista Aaron Sorkin (Molly's Game) sabe que los mismos problemas sociales que existían en los turbulentos años sesentas continúan en el presente (algunos peor, otros ligeramente mejor), lo cual conviene recordar en todo momento para no asumir que el pasado se quedó en el pasado.
En su adaptación de este intrincado relato, Sorkin utiliza diálogos elocuentes y precisos (algunos dirían "rebuscados y artificiales") para transmitir las ideas de los personajes con hipnótico ritmo, creando una especie de poesía post-moderna que nos atrapa en una narrativa compleja, pero fácil de asimilar... o al menos fácil de seguir, aunque no entendamos por completo lo que se está discutiendo. En otras palabras: Sorkin sabe transformar la situación más banal en una absorbente escena llena de suspenso y energía, lo cual fue absolutamente indispensable para condensar seis largos y tortuosos meses (la duración real del juicio) en dos horas de excepcional entretenimiento cinematográfico, que además describe algunos retos que enfrentará la sociedad norteamericana (y, lamentablemente, el resto del mundo) durante el siglo veintiuno. The Trial of the Chicago 7 no es una película importante solo por lo que muestra, sino por lo que augura.
Habiendo dicho eso, el "estilo Sorkin" implica la mencionada artificialidad que resta impacto a la cinta como documento histórico. Todo es tan perfecto y meticulosamente coreografiado que se vuelve muy teatral, poniendo mayor importancia en celebrar la genialidad de Sorkin que en honrar los hechos reales. No me estoy quejando de que The Trial of the Chicago 7 sea más entretenida que el auténtico juicio; solo quiero establecer la enorme diferencia entre un brillante thriller legal y una sobria lección de historia (como siempre he dicho, para eso está Wikipedia)(Peligro: obviamente hay grandes "spoilers" en este enlace).
Además de su talento como escritor y director (en ese orden), Aaron Sorkin también tiene impecable instinto para el casting. En serio, nunca hubiera imaginado a Sacha Baron Cohen en el papel del legendario líder de la "contra-cultura" Abbie Hoffman, pero funciona increíblemente bien. No hay un eslabón débil en el reparto, aunque mis favoritos fueron Jeremy Strong como el "yippie" Jerry Rubin; John Carroll Lynch como David Dellinger, activista muy distinto a los demás "revolucionarios"; Mark Rylance como William Kunstler, el abogado de "los 7"; Joseph Gordon-Levitt como Richard Schultz, el fiscal con algunas dudas sobre el juicio; y el gran Frank Langella como el juez Julius Hoffman, ostensible villano de la historia que además representa la corrupción e intolerancia del gobierno de Richard Nixon... y otros gobiernos posteriores.
Quizás el mejor halago que puedo darle a The Trial of the Chicago 7 es que posee el vigor y convicción de Oliver Stone en los años noventas. Desde el comienzo con material documental de la época, hasta los sutiles (y no tan sutiles) comentarios políticos, Sorkin emplea todos los recursos a su disposición para restaurar la vigencia a un pasaje histórico que no debemos olvidar, en un momento cuando el mundo está en peligro de repetir los mismos errores. Y supongo que alguien más dirá lo mismo en un par de décadas, cuando se estrene la película sobre las protestas del 2020.
Calificación: 9

IMDb

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