Monday, December 14, 2020

Castle Freak



Síntomas: La joven invidente Rebecca Reilly (Clair Catherine) hereda un castillo en Albania, pero cuando lo visita con su novio John (Jake Horowitz) descubre secretos familiares que cambiarán su vida para siempre.

Diagnóstico: La original Castle Freak (1995) completó la trilogía de adaptaciones de H.P. Lovecraft dirigidas por Stuart Gordon y estelarizadas por Jeffrey Combs y Barbara Crampton (las dos primeras fueron Re-Animator y From Beyond); aunque, francamente, no sé si podría considerarse como una auténtica adaptación, ya que Gordon solo tomó un par de conceptos de la historia corta "The Outsider" (por ejemplo, la escena del espejo) como punto de partida para crear un intenso drama familiar repleto de clichés, pero al menos bien actuado, con un poco de sangre, y excelente atmósfera. No es mi favorita de Stuart Gordon, pero tiene sus fans.
Y ahora Fangoria Films produjo el remake Castle Freak, tomando la idea general de la cinta original y añadiendo más clichés y personajes antipáticos, lo cual no mejoró la experiencia, en mi humilde opinión.
La herencia de una misteriosa propiedad es una buena excusa para llevar a los personajes a un sitio extraño y amenazador; además, el director Tate Steinslek (ex-supervisor de efectos especiales) encontró increíbles locaciones en Albania para darle a Castle Freak una apariencia más épica y elegante de lo que merece su tediosa narrativa. El libreto de Kathy Charles se aleja aún más de "The Outsider", pero incorpora numerosos términos lovecraftianos sin sentido ni razón, esperando que las menciones de Cthulhu, Yog-Sothoth (que cada actor pronuncia de manera distinta) y el legendario Necronomicon bastarán para convencernos de que la trama tiene un plan concreto, en vez de simplemente dar vueltas y perder el tiempo hasta llegar a un tercer acto suficientemente exuberante para rescatar la película.
Sin embargo, no sé si quince minutos de "gore", tentáculos y perversión bastan para compensar noventa minutos de bostezos en compañía de personajes odiosos, cuya única función es servir como víctimas del epónimo "freak" que vive oculto en las paredes del castillo.
Por el lado positivo, el origen del "freak" es más interesante que en la cinta original, y ofrece sorpresivas conexiones con el pasado de la joven Rebecca (por no mencionar una escena absolutamente grotesca, que debe haber sido la razón principal de Fangoria para co-financiar la película). Los efectos especiales son excelentes, y hay suficiente violencia para disimular que la historia que no conduce a ningún lado. Y aunque los actores no son buenos, su talento resulta irrelevante cuando el libreto no intenta definir a los personajes más allá de sus estereotipos básicos, como "la rubia", "el stoner" o "el nerd". Hablando de lo cual, una escena adicional durante los créditos sugiere una posible secuela que también funcionaría como remake de otro clásico lovecraftiano... pero ojalá no sea con este mismo director.
Después de cuatro sólidas producciones (Puppet Master: The Littlest Reich, Satanic Panic, VFW y Porno), era inevitable que Fangoria sufriera un tropiezo en su incipiente carrera cinematográfica. Y si bien Castle Freak no fue un fracaso absoluto gracias a su atractivo estilo visual, tampoco fue una digna continuación del legado establecido por Stuart Gordon hace más de treinta años. Es muy bueno que Fangoria apoye nuevos talentos para encontrar la siguiente generación de "Amos del Horror"; pero necesitan un criterio más estricto para no caer en los mismos errores de antaño. A estas alturas deben saber que ninguna cantidad de sangre puede ocultar un pobre libreto.
Calificación: 6

IMDb

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