Síntomas: El apicultor Adam Clay (Jason Statham) quiere vengar la muerte de una amiga, sin saber que los culpables están conectados con más altos niveles de la burocracia norteamericana. O algo así.
Diagnóstico: Parece otra típica película de venganza con Jason Statham, pero Beekeeper: Sentencia de Muerte tiene el valor agregado del director David Ayer (End of Watch, Fury) y el guionista Kurt Wimmer (Equilibrium, Ultraviolet), asegurando una visión artística más sofisticada de la que generalmente encontramos en el cine B. Entonces... ¿por qué Beekeeper: Sentencia de Muerte no me dejó tan satisfecho como otras cintas menores del género "Jason Statham"?
La respuesta, en mi humilde opinión, es que Beekeeper: Sentencia de Muerte complica la trama con dos elementos que no siempre "conectan" armoniosamente.
El primero es la obtusa mitología de una organización secreta conocida como "Los Apicultores", quienes protegen la "colmena humana" (la sociedad) de los peligros que amenazan su estabilidad... o algo así. Es un poco confuso, pero sirve para justificar la destreza sobre-humana del ex-agente Adam Clay (Jason Statham), "apicultor" retirado que ahora pasa su tiempo atendiendo sus panales de abejas. Sí, el apicultor metafórico es ahora apicultor literal. ¡Qué creativo!
El segundo elemento es la denuncia de los más grandes villanos del siglo veintiuno: los defraudadores por Internet. Claramente David Ayer leyó artículos de Wired y The Verge sobre el riesgo que presentan estos criminales, sobre todo entre individuos de cierta edad que no han escuchado términos como "phishing", "ingeniería social", y "ransomware". Es una denuncia indudablemente merecida, pero torpemente implementada porque el guión intenta conectarla con el gobierno, con los "tech bros" de Silicon Valley y, bueno, con cualquier otro villano de moda en los blogs políticos. David Ayer quiere educar al público y entretenerlo al mismo tiempo, lo cual me parece admirable; pero el resultado fue una revoltura de géneros insuficiente en ambos niveles. Aprecio el mensaje, pero no sé si la mejor manera de expresarlo fue entre peleas de Jason Statham.
Por el lado positivo tenemos esas mismas peleas de Jason Statham, tan brutales y creativas como siempre, con el beneficio adicional de estar dirigidas contra villanos repulsivos que representan los peores aspectos de la codicia corporativa y la impunidad política. Y todo eso con el socarrón humor de Statham que nunca se toma completamente en serio.
Entonces, Beekeeper: Sentencia de Muerte es una película indecisa sobre su intención: podría haber sido un thriller "hi-tech" sobre el peligro de los "scammers" en Internet; o una cinta de venganza orgullosa de sus clichés, sin contaminar el placer visceral de la violencia. La combinación de dos estilos tan distintos no fue mala... pero tampoco particularmente recomendable para invertir nuestro tiempo en el cine. Sería mejor esperar su estreno en Netflix, y mientras tanto divertirnos con Homefront, Wrath of Man, o alguna otra cinta del género "Jason Statham" con menos delirios de grandeza.
Calificación: 7
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