Síntomas: El ermitaño Rob (Nicolas Cage) vive en el bosque con su cerdo amaestrado, recolectando trufas para cambiarlas por comida y provisiones. Entonces alguien secuestra al cerdo, y Rob tiene que internarse en la ciudad para buscarlo.
Diagnóstico: Pig fue una película muy distinta de lo que yo esperaba, lo cual fue bueno... y ocasionalmente frustrante. Pero a fin de cuentas me pareció una historia emotiva y satisfactoria que podría recomendar para espectadores pacientes, y para ex-fans de Nicolas Cage que perdieron la fe después de tantas actuaciones exageradas y proyectos absurdos. Su talento sigue vivo... pero necesita material adecuado para mostrarlo al mundo.
Personalmente no dudaba de ese talento, ya que la reciente Willy's Wonderland (otro de esos "proyectos absurdos") demostró la capacidad de Cage para expresar el carácter de un personaje sin necesidad de palabras (literalmente). Y ahora Pig confirma esa habilidad... aunque el tiempo dirá si fue una transformación permanente, o un respiro fugaz antes de regresar a los desvaríos de antes. Como sea, lo importante es saber que, cuando Nicolas Cage quiere actuar, aún puede hacerlo con la misma destreza de los noventas (cuando ganó el Óscar).
La premisa de Pig (hombre en busca de su mascota secuestrada) me hizo imaginar una típica película de venganza con Cage despachando villanos a diestra y siniestra, hasta cumplir su misión. Sin embargo, el director y co-guionista Michael Sarnoski tuvo una visión más ambiciosa (y al mismo tiempo más simple) para conducir la historia por caminos inesperados, pero igualmente impactantes... aunque en un nivel más esotérico.
Pig es un melancólico relato sobre un hombre atormentado por su pasado, hasta que encuentra el valor para examinar su situación actual y reparar algunas relaciones que se marchitaron cuando abandonó la civilización. ¿Y el cerdito? No diré si lo encuentra o no; pero ciertamente es la motivación que Rob necesitaba para cambiar su vida. O al menos para reconocer la necesidad de un cambio. Sin embargo, los hábitos anti-sociales de Rob son muy fuertes, y tienen raíces muy profundas en su perfil psicológico; lo cual significa que su peregrinación urbana podría tener consecuencias fatales para el lacónico ermitaño.
Además de Nicolas Cage, también me gustó la actuación de Alex Wolff (Hereditary) en el papel de Amir, el joven empresario que compra las trufas de Rob y las utiliza para ascender en la jerarquía gastronómica de Portland, más complicada y traicionera de lo que uno imagina. De hecho, podríamos decir que Sarnoski utiliza el viaje espiritual de Rob para denunciar la salvaje competencia en la industria alimenticia, el tráfico de los ingredientes más codiciados, y las rivalidades que destruyen reputaciones, familias, y hasta la salud física y mental de sus empleados.
Sin embargo eso es tan solo el subtexto del estudio de carácter que Sarnoski realiza sobre el enigmático protagonista... un inmundo ermitaño con sorprendentes secretos que se revelan con preciso ritmo para desafiar nuestras expectativas y transformar nuestra percepción de Rob.
Por el lado negativo, esto significa que Pig es una película lenta y ocasionalmente difusa, con un argumento que parece arbitrario, hasta que empezamos a distinguir su auténtico objetivo. No es una historia de venganza, sino de restauración emocional; y, aunque a veces parece que pierde el rumbo, Nicolas Cage es nuestro guía para encontrar las respuestas que buscamos. Tal vez no serán las mismas respuestas para todos... pero esa es la magia de Nicolas Cage.
Calificación: 8.5
Hola Pablo
ReplyDeleteA leer la premisa yo me imaginaba que Cage se había subido al coche de todos los que buscaban crear su propia versión de Taken, afortunadamente segun tu reseña la película toma un rumbo diferente, ya veré qué tal está.
Saludos
John: Yo pensé lo mismo, y fue una gran sorpresa descubrir que Pig no encaja en el formato de Taken (o del cine "normal" de venganza, para el caso). Si te animas a verla cuéntanos qué te pareció. Muchos saludos, y feliz resto de la semana!
ReplyDelete