Saturday, April 26, 2014
The Grand Budapest Hotel
Síntomas: En 1985 un famoso autor recuerda la conversación que tuvo en 1968 con el anciano millonario Zero Moustafa (F. Murray Abraham), quien narra las extrañas circunstancias que lo llevaron a convertirse en dueño del Hotel Grand Budapest. Todo comenzó en 1932, cuando Zero (Tony Revolori) era un humilde botones en dicho hotel, trabajando bajo las órdenes del estricto pero amable conserje Monsieur Gustave (Ralph Fiennes), cuyo inusual afecto por una aristocrática dama cambió irremediablemente el curso de sus vidas.
Diagnóstico: Las películas del director Wes Anderson son inconfundibles, tanto por su afectado estilo visual, como por la caprichosa narrativa que lleva a los pintorescos personajes por absurdas rutas de drama y comedia que rara vez conducen hacia donde el público esperaba. Desde luego esta densa sopa de adjetivos no es del gusto de todas las audiencias; yo me cuento entre sus admiradores, y aun así no he logrado tragar algunas de sus más celebradas obras (como la tediosa The Darjeeling Limited). Afortunadamente The Grand Budapest Hotel nos muestra a Anderson en plena forma, invirtiendo inmenso cuidado en cada pequeño detalle para garantizar que la trama siempre sea interesante, que los personajes se sientan reales a pesar de sus excentricidades, y que cada cuadro de la película sea un deleite para la vista. De ese modo, hasta cuando alguna escena cruza la línea de la idiosincrasia a la irritación (de las cuales hay bastantes), podemos distraernos con el extraordinario diseño de producción, la maravillosa fotografía, o la visión de un director con la rara habilidad de conjugar imágenes y emociones en una obra graciosa, melancólica y profunda. Pero, como dije antes, no todos apreciaran esta visión, y quizás encontrarán pretencioso el universo con el que Anderson enmarca (en distintos aspectos de pantalla, por cierto) una farsa tragicómica a veces confusa y artificial. O quizás les parecerán ridículos los efectos especiales "retro" y el uso de maquetas en muchas escenas exteriores (como el observatorio en los Alpes). A mi me pareció apropiado, pues incluso los sets de tamaño real parecen maquetas en las películas de Wes Anderson. Y quizás por eso nos transmite la sensación de que los personajes son juguetes controlados por un niño con demasiada imaginación para dejar que la lógica o la "realidad" interfieran con sus vivaces fantasías. Claro que no muchos niños acompañan sus juegos con perfecta música de Alexandre Desplat, ni cuentan con un ejército de actores famosos listos para llenar pequeños roles por el simple placer de participar en el juego de Anderson (¿me equivoco, o vi a George Clooney por una fracción de segundo?). A fin de cuentas creo que Moonrise Kingdom me gustó más por su variedad de personajes y temas, pero aún así considero The Grand Budapest Hotel como una de las mejores cintas de Wes Anderson, disciplinada cuando debe controlar la historia, e impredecible cuando quiere sorprendernos con sus desplantes creativos. En resumen, una experiencia muy recomendable para quien acepte pasar un par de horas en un universo extravagante, a veces violento (sigue sin hacerme gracia el "cómico" animalicidio - simulado, desde luego), pero siempre consciente de sus deberes como película. Y como juego infantil en igual medida cruel y divertido.
Calificación: 9
Trailer
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Creo que el estilo Anderson ya esta muy trabajado o muy visto, o mas bien sus ultimas cintas no me llaman mucho la atencion, me sorprende que los guiones o la historia se vean tan originales, yo desde El maravilloso señor Zorro no me clavo mucho con sus cintas, y antes de esa bottle rocket y Rushmore me gustaron mas.
ReplyDeleteZombidromo: Claro, es totalmente válido preferir la etapa "temprana" de un director (solo pregúntale a Woody Allen ;-) Pero en lo personal me ha gustado la evolución de Anderson, y su progresión a historias que parecen más "internas" a pesar de sus adornos externos. En fin, si decides ver The Grand Budapest Hotel, espero que te guste, y que nos digas qué te pareció. Un abrazo y feliz fin de semana!
ReplyDeleteMe pareció muy interesante el concepto temporal que incorporó Wes Anderson en esta película muy al estilo del escritor Mario Vargas Llosa, va desarrollando diversas lineas de tiempo paralelamente unas con lazos bien visibles y otras con dudosa conexión pero en general, a mi parecer, una manera muy original de percibir la historia y ver las consecuencias que se supone tuvieron los hechos a lo largo del tiempo, y el espacio.
ReplyDeletePABLO, ALEXANDRE DESPLAT GANO EL OSCAR POR ESTA PELICULA, QUE BUENO QUE EL OSCAR LE HIZO JUSTICIA A LA PERFECTA MUSICA DE ESTA PELICULA
ReplyDeleteFERZEN: De acuerdo; la música de Desplat contribuyó en gran medida a la "personalidad" de la película, y creo que sin ella se hubiera perdido gran parte del humor. Habiendo dicho eso, pensé que ganaría Hans Zimmerman por Interstellar, como "premio de consolación" para Christopher Nolan ;-) Muchos saludos y suerte!
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