Thursday, March 31, 2022

You Are Not My Mother



Síntomas: En un pequeño pueblo irlandés, la madre de Char Delaney (Hazel Doupe) desaparece misteriosamente, y todos temen lo peor porque estaba sufriendo una severa depresión. Entonces la madre regresa a casa... pero Char y su abuela sospechan que no es la misma persona.

Diagnóstico: Parece que You Are Not My Mother revela el misterio desde el título mismo... pero esa es solo la mitad de la historia.
La directora Kate Dolan aprovecha las leyendas folclóricas irlandesas para establecer un marco mitológico que podría explicar la desaparición de Angela Delaney (Carolyn Bracken). Pero su hija Char (Hazel Doupe) sabe que la depresión de su madre es la causa primaria de su errático comportamiento. Entonces Angela regresa con una actitud positiva, casi normal... aunque también adquirió algunos perturbadores hábitos. ¿Habrá sido suplantada por un espíritu del bosque, o simplemente está sufriendo los síntomas de su condición?
Esto significa que You Are Not My Mother es una genuina muestra de "horror psicológico", poniendo igual atención en los aspectos sobrenaturales de la historia, y en la crisis mental de Angela. La sobria visión de Dolan incrementa el suspenso con escenas de inquietante ambigüedad; pero también toma en serio el estigma de la depresión y sus consecuencias en una sencilla familia irlandesa, ya de por sí atormentada por factores sociales, económicos, y los inevitables conflictos domésticos de un hogar inestable.
Y, naturalmente, todo eso se amplifica desde la perspectiva adolescente de Char, quien debe encontrar su fuerza interna para enfrentar la crisis familiar.
Me gustó el metódico ritmo de You Are Not My Mother, donde el horror se expresa por medio de atmósfera y actuaciones en vez de sobresaltos o efectos especiales. La actriz Hazel Doupe hace un excelente trabajo en el papel de Char (diminutivo de "Charlotte", pero también es un juego de palabras relacionado con el tenebroso prólogo de la cinta), reprimiendo un torrente de emociones bajo el clásico estoicismo irlandés. Es otra de esas actuaciones engañosamente pasivas que siempre me asombran por su capacidad para decir tanto con tan poco. Hay actores que no cambian de expresión porque no saben actuar; y hay otros que no necesitan cambiar de expresión porque pueden transmitir con la mirada todo lo que siente el personaje.
También destaca Carolyn Bracken por hacer tan realistas los cambios de humor que sufre Angela. Ya sea que la causa sea química o espiritual, su actuación captura los impredecibles efectos de la manía depresiva, y el estrés que ocasiona en sus seres queridos.
Finalmente, mención especial para el diseño de audio de Die Hexen y la cinematografía de Narayan Van Meale por convertir la modesta casa de la familia Delaney en un laberinto de ruidos y sombras que incita paranoia y confunde los sentidos.
Mi única queja sería que You Are Not My Mother se siente un poco blanda en su desarrollo, sin la intensidad necesaria para explotar la dualidad de la premisa. Desde luego respeto la disciplina de Dolan para mantener el drama en un nivel racional que no trivializa el tema de la depresión; pero cuando llegamos al horror el cambio es muy brusco, y creo que hubiera sido mejor un incremento gradual para conectar orgánicamente las leyendas folclóricas con la realidad médica de la situación. Sin embargo You Are Not My Mother merece una recomendación como sólida muestra de psico-terror, y como valiosa adición al nuevo cine irlandés que replantea su mitología en un contexto moderno y socialmente relevante. Y ni siquiera han llegado al Kelpie.
Calificación: 8

IMDb

Monday, March 28, 2022

After Yang



Síntomas: El androide Yang (Justin H. Min) se descompone, y su ausencia afecta de distintas maneras a los miembros de la familia Fleming.

Diagnóstico: Al principio After Yang parece otro relato didáctico sobre los peligros de la tecnología que invade nuestras vidas (como lo fueron Kimi, Anon y The Circle); pero eventualmente se transforma en una melancólica exploración de la línea divisoria entre el humano y la vida artificial, creando una fascinante experiencia de ciencia ficción sostenida por ideas que será necesario enfrentar cuando se vuelvan reales las personas sintéticas. E incluso si esa fantasía nunca se cumple, me gustó la propuesta ideológica de After Yang y su refinada ejecución artística.
En el futuro no muy lejano, la familia Fleming compró un androide de segunda mano llamado Yang (Justin H. Min) para servir como "hermano mayor" de Mika (Malea Emma Tjandrawidjaja), la pequeña hija adoptiva de Kyra (Jodie Turner-Smith) y Jake (Colin Farrell). Entonces Yang se descompone, y los técnicos de la empresa "Brothers & Sisters" les recomiendan cambiarlo por un modelo más nuevo y confiable; pero Jake no quiere decepcionar a Mika, y lleva a Yang con un mecánico independiente para repararlo... y descubren algo extraño en la maquinaria del androide.
Así comienza un gentil misterio que Jake intenta resolver, en parte para conservar a Yang en su hogar, pero también para explicar los lazos emocionales que su familia desarrolló por el androide. Y, al igual que vimos en otras películas (como Ex Machina, Morgan y Archive), la respuesta no es tan simple, pues depende en gran medida de comprender la esencia de nuestra propia humanidad, antes de emitir juicios sobre los límites y potencial de la inteligencia artificial.
A pesar de abordar estos temas, el director Kogonada (Columbus) cuenta la historia con desdén intencional por los aspectos tecnológicos del futuro donde se ubica After Yang. Por ejemplo, Jake y su esposa Kyra comparten múltiples video-llamadas... pero solo vemos el contenido de las pantallas. Kogonada nunca muestra los dispositivos que utilizan para comunicarse. Igualmente hay varios viajes en el automóvil autónomo de Jake... pero solo vemos el interior. De este modo el director impide que el diseño distraiga nuestra atención del drama. Y también hay muchas preguntas sin respuesta sobre el funcionamiento de Yang. Baste decir que, sea cual sea la decisión sobre la reparación del androide, deben tomarla pronto.
Los mejores momentos de After Yang llegan en el tercer acto, cuando Jake descubre secretos que transforman por completo su opinión de Yang, así como su percepción de los "techno-sapiens" que comienzan como productos de consumo, y se convierten en valiosos miembros de la familia. ¿Es su apariencia lo que los hace "humanos"? ¿O es la programación que simula sentimientos? ¿O hay algo más profundo que conecta a los seres vivos... como sea que definamos esa ambigua condición?
A fin de cuentas After Yang no ofrece nuevas respuestas a las preguntas planteadas por incontables películas, series de televisión y novelas de ciencia ficción (incluyendo la obra teatral "Rossum's Universal Robots" publicada en 1920 por el dramaturgo ruso Karel Capek, generalmente considerada como el origen del robot moderno). Sin embargo la visión artística de Kogonada, las actuaciones del reparto, y el ingenio del libreto me permiten recomendar After Yang como una sólida muestra de "ciencia ficción seria", hermosa en su forma y profunda en su fondo. Además, en un nivel más simple, me gustó encontrar un futuro robótico más optimista que Terminator o Chopping Mall. Ya habrá tiempo para arrepentirnos de crear robots inteligentes; mientras tanto podemos soñar con una coexistencia pacífica y enriquecedora para ambas especies.
Calificación: 8.5

IMDb

Sunday, March 27, 2022

La Peor Persona del Mundo (Verdens Verste Menneske)



Síntomas: Varios años en la vida de Julie (Renate Reinsve), desde estudiante de medicina, hasta... lo que el destino le depare.

Diagnóstico: La Peor Persona del Mundo parece una película noruega de Woody Allen, combinando las reflexiones filosóficas de la Nueva Ola francesa con toques de humor contemporáneo que sirven como contrapeso del drama. El resultado es un estudio de carácter mucho más accesible que aquellos culebrones franceses, pero aún así cansado por la irritante conducta de la protagonista.
El título de La Peor Persona del Mundo (versión internacional: The Worst Person in the World) es una exageración irónica que refleja las impulsivas (y a veces catastróficas) decisiones de Julie (Renate Reinsve), una mujer caprichosa e indecisa que cambia de opinión con alarmante frecuencia, lo cual afecta por igual su vida romántica, su desempeño laboral, y sus relaciones familiares. Parece un defecto que frena su desarrollo personal y lastima a sus seres queridos; pero de vez en cuando el director Joachim Trier lo presenta como una virtud que impulsa a Julie a buscar algo mejor, en vez de conformarse con los dictados del destino. Es al mismo tiempo frustrante e inspirador. O al menos esa fue mi interpretación para convencerme de que La Peor Persona del Mundo no es otro ejemplo de "gente horrible haciendo cosas horribles", aquella irritante moda que se ha vuelto muy popular en televisión, y ya empezó a infectar el cine mundial.
Afortunadamente La Peor Persona del Mundo tiene un repertorio más amplio, incluyendo maravillosas escenas que capturan situaciones complicadas con gran realismo y elocuencia (dos extraordinarios ejemplos: la velada que pasa Julie en una fiesta, flirteando con un desconocido; y la ruptura de una relación en una cocina). La elegante dirección de Tier se combina con un astuto libreto que entiende la fragilidad de las emociones humanas, así como los minúsculos ajustes de tono que transforman por completo el significado de una frase o la intención de un gesto.
Lo cual nos lleva al increíble reparto de La Peor Persona del Mundo. Renate Reinsve conduce la narrativa con gran aplomo, navegando los altibajos de Julie sin sacrificar la consistencia de su carácter (podríamos decir que es consistentemente inconsistente). Y en roles secundarios tenemos a Anders Danielsen Lie, Herbert Nordrum, y Hans Olav Brenner, a veces ofreciendo consejos razonables, o nuevas excusas para que Julie cambie de opinión.
Por el lado negativo diría que La Peor Persona del Mundo me aburrió un poco por la repetición de las mismas situaciones, con grandes o pequeñas variantes que reflejan la evolución de Julie... o su estancamiento en la misma espiral de indecisión. Fue un trabajo tan admirable del director y su elenco que me contagiaron la exasperación de las personas que rodean a Julie. Y si bien puedo recomendar La Peor Persona del Mundo por su calidad intrínseca, definitivamente me gustó más Thelma, la previa obra de Joachim Trier. Esa era la película que merecía los aplausos y nominaciones... pero ya sabemos lo que opina la Academia del cine de terror.
Calificación: 8

IMDb

Friday, March 25, 2022

Master



Síntomas: La profesora Gail Bishop (Regina Hall) y la estudiante Jasmine Moore (Zoe Renee) encuentran varias formas de racismo y fenómenos paranormales en la Universidad Ancaster.

Diagnóstico: La falla principal de Master (disponible en Prime Video de Amazon) fue apilar demasiado contenido sobre sus cimientos dramáticos. La cinta tiene muchas cosas que decir, y utilizó una apta metáfora sobrenatural para consolidar sus ideas en un relato tenso y entretenido... pero eventualmente se tambalea bajo el peso del simbolismo, y necesita descartar piezas cruciales para evitar un colapso narrativo. Sin embargo, debo admirar la convicción de la directora Mariama Diallo para contar la historia en sus propios términos, y su ingenio como escritora para encontrar un entorno muy normal (el campus de una moderna universidad norteamericana) (ficticia, desde luego) donde existen numerosos prejuicios ocultos tras una hipócrita fachada de tolerancia e inclusión.
La Universidad Ancaster quiere proclamar su diversidad cultural aceptando profesores y estudiantes de distintos grupos étnicos; pero en la práctica es muy difícil suprimir la discriminación fomentada por la tradición y las actitudes retrógradas de individuos que, simplemente, no saben reconocer su propio racismo. Esto es lo que descubren la Profesora Gail Bishop (Regina Hall) y la estudiante Jasmine Moore (Zoe Renee) durante su primer semestre en Ancaster. La profesora Bishop es la primera directora africana-americana de la Residencia Belleville; mientras que Jasmine es una estudiante de color en ese mismo dormitorio predominantemente caucásico. Ah, y además le tocó la habitación donde supuestamente aparece el fantasma de una bruja que fue ejecutada por puritanos en tiempos revolucionarios. Y así, con el paso de los meses, la profesora Bishop enfrenta los incómodos comentarios de sus colegas, mientras que Jasmine sufre el doble tormento de pesadillas nocturnas y humillaciones por parte de sus compañeras, creando una atmósfera tóxica y hasta peligrosa para ambas mujeres.
El racismo en sus múltiples formas es el foco principal de Master; pero, como dije, Diallo no se detiene ahí, y quiere mostrar todos los prejuicios escondidos en la vida diaria de la Universidad, lo cual inspira sub-tramas adicionales sobre disparidad económica, apropiación cultural, y hasta la pedantería intelectual de los académicos que ponen obstáculos invisibles en las carreras de profesores que consideran inferiores... sea cual sea su grupo étnico. Simplemente no forman parte del club, y por eso sus opiniones no cuentan.
La fusión de horror y comentario social funciona bien durante la primera mitad de Master; la bruja simboliza el espectro de la intolerancia, y se entrelazan para crear escenas llenas de suspenso y emoción. Sin embargo Mariama Diallo termina ignorando el aspecto sobrenatural para enfocarse en la discriminación... lo cual desde luego es más importante que otro genérico relato sobre fantasmas vengativos. Pero, si se hubieran integrado mejor, tendríamos otro clásico del "horror social" al estilo de Get Out o Candyman. Desafortunadamente Master se quedó a la mitad; y si bien merece una recomendación por la vehemencia del mensaje, no puedo negar que me decepcionó como fan del cine fantástico. Fue como una buena comida, pero sin el postre que esperaba. Aunque quizás fue mejor así, ya que hay mucho por digerir.
Calificación: 7.5

IMDb

Wednesday, March 23, 2022

Black Crab (Svart Krabba)



Síntomas: Durante una devastadora guerra en Europa, varios conscriptos reciben la misión de transportar un paquete secreto que podría significar la victoria sobre el enemigo.

Diagnóstico: ¿Quién es el enemigo? ¿Cuál fue la causa de la guerra? ¿Qué países están involucrados? Esas son algunas de las preguntas que el thriller sueco Black Crab deja en el aire para enfocarse en la parte humana del conflicto, representada por un pequeño grupo de individuos con variados temperamentos, motivaciones, y opiniones sobre la validez de su misión. Lo único que tienen en común es que saben patinar... lo cual será indispensable para cruzar un archipiélago congelado repleto de peligros que incluyen patrullas enemigas, frío paralizante... y sospechas de traición que dividen aún más a los soldados.
Claro que "soldados" quizás no sea el término correcto. Por ejemplo, Caroline Edh (Noomi Rapace) era una madre de familia cuya vida se derrumbó después de una tragedia, y fue reclutada para pelear en un ejército improvisado que no solo combate al anónimo enemigo, sino a una población hostil desesperada por sobrevivir. Sin embargo Caroline tiene experiencia como patinadora, y por eso fue seleccionada para la "Operación Cangrejo Negro", con un incentivo adicional que la transforma en el miembro más tenaz del pelotón. Algunos de sus compañeros tienen entrenamiento militar, mientras que otros son civiles como ella que apenas comprenden la situación. Pero no hay tiempo para explicaciones, y así comienzan su azaroso recorrido sobre un mar congelado para infiltrarse en territorio enemigo.
Obviamente no todos llegarán a su destino; sin embargo el director Adam Berg (haciendo un sólido debut en largometrajes) encuentra oportunidades para explorar el carácter individual de los conscriptos, mostrando una variedad de reacciones ante eventos que ponen a prueba su lealtad e incrementan el peso emocional de la película. En resumen, una clásica "misión suicida" donde el objetivo es tan importante como el suspenso del trayecto.
En el papel principal, Noomi Rapace continúa su notable racha de roles complejos e inusuales que ya quisieran muchas estrellas de Hollywood. Varias de esas películas (incluyendo Black Crab) se estrenaron en Netflix; no sé si Rapace tiene un contrato con la empresa, o si los ejecutivos son fans de la actriz. Como sea, me da gusto que alguien aproveche su talento.
Los papeles secundarios incluyen a Aliette Opheim, David Dencik, y Dar Salim, contribuyendo al drama de Black Crab y añadiendo "twists" inesperados (como el joven francotirador con excelente puntería, pero demasiado sensible para la presión del combate).
Finalmente, Black Crab ofrece fantásticas imágenes que combinan la cinematografía de Jonas Alarik con escenarios digitales creados por el estudio sueco Haymaker. Hay un par de escenas un poco falsas (claramente filmadas en un foro), pero los impresionantes paisajes helados son absolutamente convincentes, así como las ocasionales secuencias de acción con vehículos militares, tiroteos y explosiones. Por cierto, Netflix describe Black Crab como una película de ciencia ficción, pero no hay elementos fantásticos en la trama, excepto por el conflicto armado a gran escala... lo cual, desafortunadamente, no parece muy lejano en nuestra realidad. De cualquier modo es preferible conocer ese detalle para no decepcionarse por la ausencia de aliens, mutantes o similares ingredientes del cine post-apocalíptico. Los eventos de Black Crab podrían estar ocurriendo en este momento; y ojalá las decisiones de vida o muerte estén a cargo de un personaje interpretado por Noomi Rapace, pues sabemos que siempre hará lo correcto. Incluso si eso requiere más explosiones.
Calificación: 8

IMDb

Monday, March 21, 2022

The Cursed



Síntomas: A fines del siglo diecinueve, un patólogo inglés investiga la maldición gitana que está acabando con una acaudalada familia en la campiña francesa.

Diagnóstico: Creo que ya no es correcto llamar "gitanos" a los miembros del pueblo Romaní, pero utilizo respetuosamente ese término para describir con mayor exactitud la premisa de The Cursed, y también para establecer su conexión implícita con la seminal obra de Universal Pictures The Wolf Man (1941), donde se estableció por primera vez la relación entre la cultura gitana y la maldición que transforma a su víctima en un hombre lobo.
Sin embargo, la situación no es tan simple en The Cursed.
El director/escritor/cinematógrafo Sean Ellis creó una clásica historia de venganza con un moderno subtexto que abarca temas tan variados (y tan vigentes) como el colonialismo, la opresión de pueblos indígenas, y la arrogancia de las clases privilegiadas que no pueden (o no quieren) reconocer su participación en una crisis que ellos mismos crearon. Este trasfondo ideológico añade profundidad a la investigación del patólogo John McBride (Boyd Holbrook) sobre los trágicos eventos que atormentan al patriarca Seamus Laurent y su familia desde que el niño Edward (Max Mackintosh) recibió una misteriosa mordida. No revelaré el origen de la mordida, pero les aseguro que no es lo que están imaginando.
The Cursed (exhibida en festivales bajo el título Eight for Silver) combina religión y folclor con el balance justo para prestar "realismo" al ocultismo europeo medieval, al mismo tiempo que añade un componente psicológico al drama familiar. Y todo eso sin olvidar el suspenso y la sangre derramada por los ataques de una exótica criatura en los alrededores de la Mansión Laurent. En resumen: un ingenioso replanteamiento del "hombre lobo" que aprovecha sus ingredientes tradicionales para forjar una nueva mitología envuelta en ideas rara vez contempladas en este particular sub-género.
Para lograr esto, Ellis se apoya en un notable reparto de actores británicos que incluye a Alistair Petrie, Mary Kelly Reilly y Nigel Betts... interpretando nobles franceses. Fue una decisión extraña, pero a fin de cuentas la nacionalidad de los personajes no es crucial para entender sus problemas y compartir sus emociones. Boyd Holbrook interpreta a John McBride, patólogo inglés con razones personales para seguir la pista del "hombre lobo" (o lo que sea). Se supone que es el protagonista, pero su participación se siente tangencial y pasiva. Solo hasta el tercer acto gana fuerza por ser el único que entiende lo que está pasando... y aún así le falta mucho por aprender. Su actitud sobria y racional contrasta con las reacciones impulsivas de los campesinos franceses, añadiendo otro nivel metafórico sobre la transición entre ciencia y superstición.
Lo cual nos lleva a "lo bueno": la criatura realizada con efectos prácticos (no estoy convencido de llamarle "hombre lobo"); la tremenda dirección de Ellis durante los ataques; y los sangrientos resultados que dejan valiosas pistas para desentrañar el misterio de su existencia (incluyendo la autopsia más grotesca desde The Thing). The Cursed no está enfocada exclusivamente en el "gore", pero no teme mostrarlo cuando la situación lo amerita. Por cierto, el espantapájaros de la película es una de las cosas más crueles y perturbadoras que he visto en mi vida; realmente pone en perspectiva la brutalidad de "los viejos tiempos".
El hombre lobo es mi criatura favorita del horror clásico, pero no podría afirmar que The Cursed pertenece a esa categoría. Afortunadamente su taxonomía cultural es irrelevante para recomendarla como un excepcional thriller sobrenatural, simultáneamente inteligente, ambicioso, y capaz de expresar ideas que trascienden el horror... el cual también es de primera calidad. Mi única queja sería el final abrupto que desperdicia el potencial de conectar la conclusión con el prólogo ubicado en la Primera Guerra Mundial. Casi parece que Ellis se resistió a la posibilidad de una secuela. Pero, bueno... por lo demás, aplausos para todos.
Calificación: 9

IMDb

Sunday, March 20, 2022

Ambulancia (Ambulance)



Síntomas: Cuando un robo bancario se sale de control, los hermanos Danny (Jake Gyllenhaal) y Will Sharp (Yahya Abdul-Mateen II) roban una ambulancia para escapar, involucrando accidentalmente a la paramédica Cam (Eiza González) y al paciente que estaba atendiendo.

Diagnóstico: La invención de los "drones" fue una bendición divina (o infernal) para el director Michael Bay, pues ahora tiene nuevos ángulos para filmar sus desorbitadas secuencias de acción, ya sea que adopte el punto de vista de unos zapatos colgando del cableado eléctrico, o pasando por abajo de un automóvil en pleno vuelo. Y, sí, como ocurre con todos los juguetes nuevos, Bay abusa de ellos; pero al menos las piruetas sirven para ocultar la monotonía de Ambulancia, su más reciente thriller... y una de sus mejores películas en la categoría de "Acción Sin Sentido".
Cierto, el melodrama de Ambulancia es penosamente elemental, y sus conatos de emoción rara vez funcionan (esposa enferma; bebé adorable; perro en peligro) (no le pasa nada). Pero para eso está la bombástica música de Lorne Balfe y el libreto (basado en la cinta danesa Ambulancen) que añade complicaciones cada diez minutos (policía enamorado; cirugía improvisada; A Martínez) con el fin de incrementar el suspenso y justificar dos horas y cuarto de persecuciones, balaceras y explosiones. Después de todo, la lógica es irrelevante en el "Bayverso", y lo único que importa son las escenas "cool" que alimentan la visión de este iconoclasta peliculista.
Michael Bay no se intimida con el peligro o la complejidad de las secuencias de acción; por el contrario, parece disfrutar los retos que le presentan la gravedad, las leyes físicas y la prudencia. Prácticamente toda la destrucción y stunts de Ambulancia ocurren en el mundo real. Creo que solo vi un choque digital; todo lo demás es el fruto de incontables especialistas dedicados a explotar vehículos, recrear el vértigo de la velocidad, y capturar el "crunch" visceral del metal y el concreto en exhilarante colisión. Bay definitivamente sabe lo que quieren sus fans, y los complace con generosidad.
Los humanos enfrente de las cámaras son piezas incidentales en la visión de Bay, pero cumplen su función. Yahya Abdul-Mateen II es el estoico ex-militar que acepta participar en el robo para ayudar a su familia (en más de un sentido); Eiza González tiene la mejor actuación de la película, no porque sea particularmente buena, sino porque representa el ojo del huracán en torno al cual gira el caos sensorial; y Jake Gyllenhaal hace el peor papel de su carrera, lo cual no constituye necesariamente un insulto en este tipo de película. Es muy fácil imaginar a Bay dirigiendo Ambulancia desde uno de sus Lamborghinis, y gritándole a Gyllenhaal con un altavoz: "¡Mas emoción! ¡Más gritos! ¡MÁS, MÁS MÁS!"; y el actor simplemente siguió las órdenes del dictador. Tal como le enseñaron en la Academia Nicolas Cage de Actuación Sin Limites®.
A estas alturas cada quién tendrá su propia opinión de Michael Bay. Personalmente creo que es un terrible "storyteller", pero respeto su dedicación como productor, y su creatividad como artista visual. En el caso de Ambulancia lo bueno compensa lo malo (en mi humilde opinión), y hasta me dio la esperanza de un cambio en la actitud del director. ¿Será posible que esté madurando? ¿O solo encontró una historia tan simple y lineal que es imposible descarrilarla? Supongo que el tiempo dirá. Por lo pronto, Ambulancia me pareció recomendable porque no me puso a dormir. ¡Y también es la cinta menos sexista de Bay! Progreso es progreso, aunque se sienta forzado.
Calificación: 8

IMDb

Friday, March 18, 2022

Offseason



Síntomas: Marie Aldrich (Jocelin Donahue) y su novio visitan una remota isla para reparar la tumba de su madre. Pero lo que encuentran son secretos familiares que ponen sus vidas en peligro.

Diagnóstico: Uno de mis placeres cinéfilos es encontrar cineastas que mostraron potencial en sus primeras obras, y observar su evolución en sus siguientes proyectos... sobre todo en el género de terror. Algunos ejemplos notables de la última década: Leigh Janiak (Honeymoon, la trilogía de Fear Street); las Hermanas Soska (American Mary, See No Evil 2, Rabid), Joe Begos (Almost Human, The Mind's Eye, VFW, Bliss), y ahora Mickey Keating (Pod, Carnage Park), cuya nueva película, Offseason, refleja una notable madurez como artista narrativo y visual. Desde luego no es una cinta perfecta (ninguna lo ha sido), pero como fan de la literatura lovecraftiana y los relatos sobre pueblos malditos, disfruté mucho la pesadillesca atmósfera de Offseason, la tenebrosa investigación de Marie Aldrich (Jocelin Donahue) en el pasado de su madre, y la conclusión simultáneamente épica y minimalista que resolvió suficientes dudas para dejarme satisfecho, pero sin arruinar el misterio de la isla. En resumen: una sólida experiencia de terror "indie" que podría recomendar para conocedores del género, aunque probablemente decepcionará al público que prefiere los sobresaltos y fórmulas del horror hollywoodense (lo cual no tiene nada de malo; a mi también me gustan).
Al igual que otras cintas filmadas durante la pandemia de Covid-19, Offseason emplea locaciones aisladas, repartos pequeños, y situaciones simples en su forma pero ricas en subtexto. Keating transforma estas limitaciones en virtudes, empezando por la pintoresca isla que se encuentra semi-desierta por el final de la temporada turística (de ahí viene el título). Keating y el director de fotografía Mac Fisken hacen maravillas con la playa solitaria, las calles abandonadas, y los edificios clausurados... pero no necesariamente vacíos. Y los habitantes del pueblo que permanecen en la isla durante el invierno inspiran su propia variedad de terror, pues no sabemos si son simplemente excéntricos, o cómplices de una malévola conspiración.
Otro detalle que indica el progreso de Keating como director es el reparto que reunió en Offseason. Desde luego no estamos hablando de "estrellas de cine", sino de sólidos actores de carácter con amplia experiencia en el género, como Jocelin Donahue (Doctor Sleep, I Trapped the Devil) en el papel de Marie; Joe Swanberg (más conocido como director de cintas "mumblecore") en el papel de George, el inútil novio de Marie; Richard Brake (3 From Hell, Tremors: Shrieker Island) como el guardia del puente que conecta la isla con el continente (su mera presencia bastaría para salir corriendo); Melora Walters (Cam, Short Term 12) como Ava, la madre de Marie, a quien vemos en "flashbacks" que revelan el deterioro mental que sufrió antes de su muerte; y Jeremy Gardner (Spring, After Midnight) como un enigmático pescador con respuestas a las preguntas de Marie... aunque podría ser una trampa para evitar que escape de la isla.
Todo lo cual se combina en una tenebrosa historia un poco lenta (sobre todo durante el segundo acto), pero con suficiente tensión y sorpresas para capturar mi atención durante ochenta eficientes minutos. Y, bueno, el final fue lo que más me gustó por su conexión con ciertos mitos que me obsesionaron en mi adolescencia. Clásica receta del horror "indie": un relato donde lo importante no es lo que vemos, sino lo que permanece en las sombras.
Calificación: 8 (solo para fans del horror lovecraftiano; para el resto del público probablemente sería 7)

IMDb

Wednesday, March 16, 2022

Turning Red



Síntomas: La niña Mei Lee (voz de Rosalie Chang) se esfuerza todos los días por seguir las enseñanzas de su madre Ming (voz de Sandra Oh), pero también quiere establecer su independencia personal. Y, para complicar las cosas, Mei se transforma en un enorme panda rojo cuando pierde el control de sus emociones.

Diagnóstico: Nunca imaginé comparar una película de Pixar con la clásica de terror Ginger Snaps (2000)... pero acabo de ver Turning Red y creo que la comparación es apropiada. Ambas cintas retratan las experiencias de una niña durante la transición a la madurez; y los cambios de la adolescencia se expresan como metamorfosis en una criatura difícil de controlar. En Ginger Snaps la criatura era un lobo, mientras que en Turning Red es un adorable panda rojo; y aunque nadie muere destrozado en Turning Red, ambas historias capturan las confusas emociones de ese, ahem, "período" tan crucial en el desarrollo de una mujer.
Y desde luego hay otras diferencias.
Tal vez la directora Domee Shi ubicó el argumento de Turning Red en el año 2002 y en la ciudad de Toronto por razones auto-biográficas, pero los retos que enfrenta Mei Lee (voz de Rosalie Chang) son universales para cualquier descendiente de inmigrantes: el choque de culturas; la necesidad de integrarse a un nueva sociedad; y el conflicto entre padres e hijos por tener diferentes perspectivas del futuro. Una situación ya de por sí volátil, exacerbada por los efectos de la pubertad que causan tensión hasta en el hogar más armonioso.
Afortunadamente la niña Mei Lee encuentra un robusto soporte emocional en sus amigas Miriam (voz de Ava Morse), Abby (voz de Hyein Park), y Priya (voz de Maitreyi Ramakrishnan), todas ellas "outsiders", pero con fuertes lazos de amistad que las protegen de las agresiones externas y les dan confianza para perseguir sus sueños. La dinámica de las niñas es graciosa y realista, y bastaría por sí sola para construir una sólida historia "coming of age" para toda la familia. Entonces Mei se transforma en un panda rojo, y las cosas se complican.
No es necesario conocer la mitología del panda rojo para apreciar el simbolismo que aporta a la narrativa y al estilo visual de Turning Red. Una vez más los artistas de Pixar crearon un universo rico y detallado que mantiene un sano balance entre el realismo de los escenarios urbanos y la travieso diseño de los personajes... tanto humanos como animales. Las voces me parecieron excelentes, y me gustó que fueran actores relativamente desconocidos (con algunas excepciones) para evitar la "contaminación cultural" que a veces diluye la identidad de los personajes cuando tienen voces demasiado famosas.
Lo que me gustó menos fue el final, cuando Turning Red adopta un sub-género que generalmente adoro... aunque en esta ocasión me pareció excesivo como remate de una historia que debería mantenerse en un nivel más humano, en vez de recurrir a exageraciones sin duda espectaculares, pero no siempre compatibles con los temas de la cinta. Sabrán a lo que me refiero cuando lo vean.
Por lo demás, disfruté Turning Red más de lo que esperaba, y creo que fue mi película favorita de Pixar en los últimos cinco años (con la posible excepción de The Incredibles 2). Y también conviene advertir que algunas escenas de Turning Red son ligeramente "PG-13" por abordar situaciones adolescentes que podrían inspirar preguntas incómodas en los niños más pequeños. Pero probablemente estarán distraídos con las travesuras del panda rojo, así que no hay problema. Ya tendrán oportunidad de ver Ginger Snaps cuando crezcan.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, March 14, 2022

The Adam Project



Síntomas: El piloto Adam Reed (Ryan Reynolds) viaja del año 2050 al año 2022 para reclutarse a sí mismo cuando tenía doce años, y emprender una misión que salvará al futuro... o lo destruirá.

Diagnóstico: Como fanático de los relatos sobre viaje en el tiempo, estoy acostumbrado a aceptar las reglas arbitrarias y confusas que se necesitan para contrarrestar las inconsistencias lógicas tan frecuentes en este sub-género; pero solo puedo aceptarlas cuando el argumento es suficientemente sólido para despertar mi imaginación y atraparme en la narrativa. Desafortunadamente ese no fue el caso de The Adam Project, una frívola fantasía tan obsesionada con el drama familiar que olvidó contar una buena historia. Por suerte el director Shawn Levy (Free Guy) sabe cómo distraernos con vistosos efectos especiales, estruendosa música (de Rob Simonsen) para indicar las emociones que deberíamos sentir, y la irreverente presencia de Ryan Reynolds que inspira los mejores momentos de la película... aunque sus detractores opinarán lo contrario.
Bajo ese indulgente criterio, podría describir The Adam Project como un típico estreno de Netflix que llamará la atención del público durante un fin de semana, para olvidarse el siguiente viernes, cuando llegue otra cinta realizada con el mismo fin. La fábrica sigue produciendo, y el público (incluyéndome) sigue consumiendo. Podría ser peor, supongo.
La premisa de The Adam Project tenía potencial: En el distópico futuro del año 2050, un piloto rebelde descubre indicios de que alguien manipuló la "línea temporal" en el año 2018, y regresa en el tiempo para corregir el flujo natural de la Historia. Pero su nave dañada (la "máquina del tiempo" es un jet ultra-moderno) se estrella accidentalmente en el año 2022; y, por razones que es mejor no analizar, Adam adulto del año 2050 (Ryan Reynolds) necesita la ayuda de Adam niño del año 2022 (Walker Scobell) para reparar su vehículo y completar su misión. Lo cual es asombrosamente simple porque, como dije, Levy y su comité de guionistas no tienen particular interés en la ciencia ficción, sino en exprimir todos los sentimientos posibles de una tragedia que dañó la relación entre el niño Adam y su madre Ellie (Jennifer Garner). ¿Podrán Adam y Adam reparar la Historia, y también los lazos familiares?
Los actores no se esfuerzan demasiado en sus roles, pero no es un problema importante en este tipo de películas. Ryan Reynolds es Ryan Reynolds, así que no hay sorpresas en su "actuación". Walker Scobell interpreta a Adam como un niño razonablemente tolerable (la mayor parte del tiempo) que acepta de inmediato a su "yo" futuro porque eso le enseñó la cultura popular. Mark Ruffalo es el científico que inventó el viaje en el tiempo; Zoe Saldaña es una misteriosa mujer que podría ayudar a Adam²; y Catherine Keener y Alex Mallari Jr. interpretan a Maya Sorian y su guardaespaldas Christos, los villanos corporativos empeñados en impedir que se repare la Historia.
La interacción entre Reynolds y Scobell es el eje de la película, pero todos tienen oportunidad de contribuir (para bien o para mal) a un caótico relato que necesita todo el drama posible para ocultar su vacío temático. Lo cual no tiene nada de malo; no toda la ciencia ficción necesita un mensaje, y a veces hasta un "blockbuster" desechable basta para distraernos del mundo real que nadie podría reparar viajando al pasado. O tal vez ya ocurrió, y no nos dimos cuenta porque estábamos viendo Netflix. El Algoritmo ataca de nuevo.
Calificación: 7.5

IMDb

Sunday, March 13, 2022

Luz Negra (Blacklight)



Síntomas: Travis Block (Liam Neeson) es un consultor de seguridad especializado en "extraer" agentes del FBI que se infiltraron en organizaciones criminales. Pero su más reciente caso revela una conspiración que pone en peligro su vida y la de su familia.

Diagnóstico: Liam Neeson es un excelente actor, pero rara vez tiene oportunidad de demostrarlo en esta faceta de su carrera como héroe geriátrico de acción, donde se apoya exclusivamente en su carisma y en la imagen de tipo duro que cultivó a lo largo de los años. Es una pena, pues de vez en cuando sus mediocres thrillers incluyen ideas interesantes que podrían haberse explorado con mayor seriedad, en vez de ser excusas para crear insípidas secuencias de acción y blandas peleas apropiadas para un abuelito de setenta años.
No lo digo como insulto, sino como descripción del papel que Neeson interpreta en Luz Negra. Después de muchos años de fiel servicio para el Director del FBI (Aidan Quinn), Travis Block (Liam Neeson) quiere retirarse para pasar más tiempo con su hija Amanda (Claire van der Boom) y su nieta Natalie (Gabriella Sengos). Pero antes debe resolver la situación de Dusty Crane (Taylor John Smith), un agente con graves problemas psicológicos a consecuencia de su más reciente trabajo... o al menos eso afirman las autoridades. Entonces Travis descubre que Crane no es tan inestable como dicen, pues realmente tiene información sobre un operativo ilegal... y la única que puede ayudarlos es la reportera Mira Jones (Emmy Raver-Lampman).
Estoy tratando de describir el argumento de Luz Negra con cierta claridad, pero la verdad es que el libreto de Nick May es un revoltijo de escenas y conceptos sin mucho sentido. Sin embargo, me gustó la idea de un consultor dedicado a rescatar agentes que quedan trastornados por pasar demasiado tiempo (incluso años) infiltrados en organizaciones criminales. Desafortunadamente el director Mark Williams (Honest Thief) ignora casi de inmediato esa premisa para enfocarse en las previsibles traiciones, persecuciones y flojísima intriga de Luz Negra. Y además añade inútiles sub-tramas que frenan la película y ofuscan más la narrativa. Por ejemplo, la condición obsesivo-compulsiva de Travis que le obliga a hacer todo en grupos de tres; la forzada relación con su hija; y las dificultades de una reportera para convencer a su jefe de que realmente existe corrupción en los más altos niveles del FBI. Como dije, una mezcolanza de clichés para llenar el tiempo entre secuencias de acción.
Y, por cierto... ¿Qué tan buena es la acción? ¿Sirve al menos para rescatar la película? ¡Ja, ja! Desde luego que no. El único momento medianamente emocionante es una persecución con un enorme camión de basura que arrasa todo a su paso. Está bien filmada para lucir el trabajo del equipo de "stunts", e incluye abundante destrucción de vehículos reales, con mínima intervención digital. Lástima que ocurre durante el primer acto, y la cinta nunca recupera ese mismo nivel de intensidad.
Entonces, no veo razón para recomendar Luz Negra, e incluso siento que los fans incondicionales de Liam Neeson quedarán decepcionados por su actuación indiferente, su escasa participación en las peleas, y por el argumento libre de tensión. En vez de perder el tiempo con Luz Negra recomendaría Cold Pursuit o Widows, no porque sean particularmente buenas, sino porque utilizaron mejor el talento de Neeson, o adoptaron un tono distinto al "Taken diluido" que ya vimos tantas veces. Mientras tanto, voy a buscar mi viejo DVD de Darkman para revivir los buenos tiempos de Liam Neeson como auténtico héroe de acción, cuando aún se preocupaba por actuar... y cuando aún no tenía nietos.
Calificación: 5

IMDb

Friday, March 11, 2022

Fresh



Síntomas: Noa (Daisy Edgar-Jones) está cansada de salir con patanes que conoce en las "apps" románticas. Entonces conoce a Steve (Sebastian Stan), y parece que por fin encontró al hombre perfecto... pero desde luego Steve no es lo que parece.

Diagnóstico: Me gustó mucho Fresh, y creo que estará entre mis películas de horror favoritas del año (últimamente estoy haciendo muchas declaraciones optimistas, sin saber lo que nos depara el destino); pero lo que me impresionó más fue el trabajo de la directora Mimi Cave, haciendo un auspicioso debut con enorme potencial para el futuro. Y aunque me encantaría que permaneciera en el género de terror, será interesante seguir su carrera en cualquier forma que pueda tomar.
Fresh es un buen ejemplo del cine como combinación de todas las Bellas Artes. Desde las más obvias, como Actuación, Literatura (el inteligente libreto escrito por Lauryn Kahn) y Música (no solo la crispante partitura incidental de Alex Somers, sino la banda sonora de canciones románticas que contrastan con los horrores visuales de la cinta), hasta las menos evidentes como Arquitectura (la enorme casa donde se desarrolla la mayor parte de la cinta), Danza (hay una escena de baile crucial), Escultura (las grotescas creaciones prostéticas que casi me provocaron náusea), y Pintura (las ricas composiciones visuales del director de fotografía Pawel Pogorzelski)... todos los aspectos de Fresh ofrecen algo interesante para los sentidos y estimulante para la mente, al mismo tiempo que apoyan una clásica historia de horror con ágil ritmo y agobiante intensidad.
No hablaré más del argumento para conservar sus secretos. Baste decir que la premisa no es particularmente innovadora, pero está bien balanceada entre drama, humor y suspenso, mostrando las dificultades de Noa (Daisy Edgar-Jones) para encontrar una pareja aceptable en el mundo moderno, donde las "apps" de citas transforman las relaciones humanas en un cruel videojuego imposible de ganar.
En el papel principal, Daisy Edgar-Jones captura la soledad de Noa, exacerbada por las expectativas de la sociedad y las falsas versiones del romance que abundan en la cultura popular. Jojo T. Gibbs interpreta a Mollie, su mejor amiga, cuya perspectiva de la situación es más cínica debido a las decepciones del pasado... aunque nada podría prepararla para lo que le espera. En papeles secundarios tenemos a Charlotte Le Bon, Dayo Okeniyi y Andrea Bang como posibles aliados, antagonistas, o víctimas de las mismas circunstancias. Pero quien realmente me sorprendió fue Sebastian Stan con una actuación al mismo tiempo cálida, malévola, y vulnerable. Parece que Stan es uno de esos actores con imagen de "estrella de cine" que funcionan mejor en roles dramáticos (como Henry Cavill y Armie Hammer), donde el carácter es más importante que la acción. Por eso declaro el final oficial de los chistes sobre Bucky; y espero que otros directores descubran la versatilidad de este actor.
También vale mencionar que Fresh (disponible en starplus.com) (y también en el catálogo canadiense de Disney+) incluye un claro subtexto feminista, pero expresado con mayor sutileza que otros thrillers del mismo estilo, como A Vigilante o Promising Your Woman. Sin embargo Fresh es horror de principio a fin, realizado por una directora con firme visión, y el talento necesario para ejecutarla con los recursos disponibles. Finalmente advierto que Fresh no es una cinta "gore", pero incluye escenas perturbadoras que podrían ofender al público más sensible. Procedan con precaución. Pero por favor procedan.
Calificación: 9

IMDb

Wednesday, March 9, 2022

Drive My Car (Doraibu Mai Kâ)



Síntomas: Mientras se recupera de una tragedia personal, Yûsuke Kafuku (Hidetoshi Nishijima) es invitado a la ciudad de Hiroshima para dirigir una obra teatral. Entonces, con el paso de los días, sus conversaciones con Misaki Watari (Tôko Miura), su chofer asignada, le ayudan a aclarar su mente y encontrar su visión creativa.

Diagnóstico: Cuando los créditos INICIALES de una película tardan cuarenta minutos en llegar, podemos asumir que el director no tiene prisa para contar la historia. Y, en efecto, con tres horas de duración, Drive My Car es una cinta lenta, difusa, y ocasionalmente aburrida. Pero el cineasta Ryûsuke Hamaguchi tiene un plan, y solo nos pide un poco de paciencia para procesar las emociones reprimidas de los personajes y permitirles evolucionar a su propio ritmo, resultando en una experiencia rica y satisfactoria que vale la pena esperar; aunque tampoco culparé a quienes abandonen la película durante esas largas escenas del epónimo automóvil viajando por caminos que no parecen llegar a ningún lado (literal o metafóricamente); o durante los ensayos de una obra teatral que toman tangentes de incierto propósito. Pero, como dije, todo es parte del plan. O al menos eso creo.
Podríamos considerar los cuarenta minutos previos a los créditos como un prólogo donde se establece el confuso estado mental de Yûsuke Kafuku (Hidetoshi Nishijima), un renombrado actor y director teatral que perdió la inspiración debido a una tragedia... por no mencionar los sentimientos de culpa que no sabe resolver. Entonces Kafuku recibe una invitación de la ciudad de Hiroshima para dirigir una puesta en escena de "Tío Vanya" (la obra clásica de Anton Chekhov), y acepta porque quiere realizar un ambicioso experimento teatral donde cada personaje habla un lenguaje distinto. Pero, por razones legales, los productores le asignan una conductora durante su estancia en la ciudad. Kafuku inicialmente rechaza los servicios de Misaki Watari (Tôko Miura) porque no le gusta que alguien más conduzca su automóvil (un viejo Saab rojo con el volante del lado izquierdo, en un país donde todos conducen del lado derecho); pero Misaki resulta ser una excelente conductora, y además una inteligente acompañante que gradualmente comparte sus propias experiencias, creando una inesperada dinámica que ayudará a ambos a transformar sus vidas.
Naturalmente hay más sub-tramas que no revelaré; y la obra teatral "Tío Vanya" tiene gran relevancia por su atmósfera de agobio existencial que se conecta con la situación de Kafuku. En resumen: una densa sopa de ideas diluida por la indulgencia del director y su tendencia a dejar muchas cosas en el aire para que el público las perciba según su propia perspectiva. Genuino arte cinematográfico que se rehúsa a seguir las reglas del cine comercial.
Habiendo dicho todo eso... creo que existe una excelente película de noventa minutos escondida en las tres horas de Drive My Car. Si el director hubiera condensado todos esos temas en los diálogos de Kafuku y Misaki durante sus viajes por Hiroshima, tendríamos una obra igualmente profunda, pero más accesible y recomendable. Claro que, en ese caso, no hubiera recibido una nominación al Óscar® como Mejor Película del Año, porque no sería suficientemente pretenciosa para atraer la atención de la Academia®. Una cosa por otra, supongo®.
Calificación: 7.5

IMDb®

Monday, March 7, 2022

Catch the Fair One



Síntomas: La boxeadora Kaylee "K.O." Uppashaw (Kali Reis) se retiró del deporte porque está entrenando para una misión más peligrosa: rescatar a su hermana de los traficantes humanos que la secuestraron.

Diagnóstico: La sinopsis sugiere una versión femenina de Taken, pero Catch the Fair One es una experiencia completamente distinta. En vez de regurgitar las catárticas fantasías del cine de venganza, el director Josef Kubota Wladyka mantiene los pies en tierra firme, mostrándonos la devastadora realidad del tráfico humano, y la negligencia de las autoridades para combatirlo... sobre todo cuando se trata de minorías étnicas. Lamentablemente hay miles de mujeres nativo-americanas que desaparecen anualmente en los Estados Unidos (y muchos otros países, seguramente), sin causar indignación en el gobierno ni en los medios de comunicación. En ese trágico contexto parece lógica la misión imposible de la boxeadora Kaylee Uppashaw (Kali Reis), quien se siente culpable por la desaparición de su hermana Weeta (Mainaku Borrero), y decide tomar el asunto en sus manos.
En este punto conviene aclarar que Catch the Fair One no es una película de acción. La trama ciertamente incluye sangre y violencia, pero solo como consecuencia de las situaciones en las que Kaylee se mete (accidental o intencionalmente) mientras sigue la pista de la red de tráfico humano en un pequeño pueblo norteamericano, donde el racismo y la mala economía generan un desfile constante de jóvenes mujeres en busca de un mejor futuro, lo cual las convierte en víctimas fáciles de estafadores que prometen un escape, cuando en realidad las preparan para la esclavitud sexual. Como dije, es un relato desolador, pero redimido por el coraje de la protagonista y su implacable propósito... aunque eso no es garantía de éxito.
Wladyka obtiene mucho con muy poco, compensando sus escasos recursos con excelente dirección, opresiva atmósfera, y actuaciones engañosamente simples que reflejan las facetas de un crimen cínico e impersonal. En el papel principal, Kali Reis (auténtica campeona de boxeo haciendo un tremendo debut como actriz) derrocha carisma y presencia física para convencernos de que puede enfrentar enemigos más grandes que ella con buenas posibilidades de ganar... o al menos con suficientes "trucos" para sorprenderlos y aprovechar sus errores. Es como cuando vemos a Jessica Chastain (por ejemplo) vencer enormes terroristas con un par de patadas... excepto que Catch the Fair One nos muestra el entrenamiento necesario para lograr esa proeza, admitiendo que no siempre da resultado.
De los villanos no quiero hablar mucho, pero están interpretados por Sam Seward, Gerald Webb y Kevin Dunn, ninguno de los cuales parece un despiadado criminal... y por eso es tan fácil ocultar su negocio ilegal. Bueno, eso y la indiferencia de la Policía.
A fin de cuentas Catch the Fair One no ofrece soluciones ni promesas de justicia, lo cual la hace demasiado dura para calificar como simple distracción. Sin embargo es una competente "B-Movie" con un mensaje importante y suficiente calidad para recomendarla... aunque me dejó deprimido durante varios días. Pero no importa, porque ya habrá más películas de acción con el simple propósito de entretener (lo cual no tiene nada de malo). Lo importante es recordar que no todas las historias tienen un final feliz, y que los eventos de Taken no siempre ocurren en remotos países balcánicos, sino que pueden estar pasando a la vuelta de la esquina.
Calificación: 8

IMDb

Sunday, March 6, 2022

Batman (The Batman)



Síntomas: Alguien está asesinando a las figuras públicas más importantes de Gotham, y el detective James Gordon (Jeffrey Wright) forma una alianza con el vigilante Batman (Robert Pattinson) para encontrar al culpable, antes de que ellos mismos se conviertan en víctimas.

Diagnóstico: Sin pensarlo demasiado, la nueva Batman es mi película favorita de Batman, no porque sea excepcionalmente buena (no está mal), sino porque logró evitar los problemas de sus predecesoras.
La duología de Tim Burton me gustó mucho, pero fueron fantasías insustanciales... comics vivientes diseñados con gran estilo para ocultar su oquedad dramática. Por el contrario, Batman cuenta una historia rica en significado y compleja en su desarrollo, que comienza como una simple cacería del villano y se transforma en un análisis moral donde se cuestionan las acciones de los personajes (empezando por Batman mismo), y se revela la hipocresía de la sociedad.
Las bati-películas de Joel Schumacher no me parecieron tan terribles como al resto del mundo, pero tampoco puedo defender su existencia; cuando mucho las disculparía como sátiras incomprendidas del cine super-heroico, denunciando sus excesos por medio de más excesos. En comparación, Batman se siente minimalista, enfocándose en el carácter de los personajes en vez de los "gadgets", y tratándolos como seres humanos capaces de evolucionar cuando descubren cosas nuevas sobre su trágico pasado.
La trilogía de Christopher Nolan fue visualmente espectacular y temáticamente profunda, poniendo en primer plano la psicología de Bruce Wayne y los factores que motivaron su cruzada criminal; sin embargo ese riguroso realismo me pareció incompatible con los elementos fantásticos de la historia, empezando por el millonario que se disfraza de murciélago... y ya no digamos sus pintorescos villanos. Por su parte, el director Matt Reeves (Cloverfield) ubica Batman en un universo relativamente normal, pero con un margen surrealista que permite la presencia de un siniestro vigilante cuyos métodos y apariencia son un reflejo de la violencia callejera. Digamos que lo único "raro" de Batman son las orejas puntiagudas de su máscara; por lo demás, parece un soldado acorazado protegiendo su identidad, y listo para enfrentar cualquier situación que le arroje la ciudad.
Finalmente, el Batman de Zack Snyder... bueno, ni siquiera era Batman, así que no hace falta refutarlo. Baste decir que la nueva Batman mantiene un sano equilibrio entre el oficio detectivesco del personaje, su código moral, y las secuencias de acción donde puede cometer errores, salir lastimado, y tomar decisiones impulsivas que revelan al humano detrás de la criatura nocturna.
Por el lado negativo... Batman tiene detalles irritantes que desafían la tenue lógica de su premisa. Por ejemplo, la ridícula máscara de Selina Kyle (Zöe Kravitz) que oculta aproximadamente un cinco por ciento de su rostro; la facilidad con la que Batman se deja seducir (figurativamente) por esta enigmática mujer que tiene sus propias razones para infiltrarse en el crimen organizado de Gotham; y la inconcebible falta de discreción del Detective Gordon (Jeffrey Wright) al permitir que un vigilante examine la escena de un crimen ENFRENTE DE DECENAS DE POLICÍAS (¿dónde quedaron esas reuniones secretas junto a la Bati-Señal?) Y mi última queja es que Robert Pattinson me pareció un sólido Batman, pero un mediocre Bruce Wayne. Entiendo que Bruce está joven y le falta mucho por aprender, pero tampoco debería parecer el "chico malo" de una boy-band noventera. Parece que no aprendieron nada de Lewis Wilson.
Calificación: 9

IMDb

Friday, March 4, 2022

The Pirates: The Last Royal Treasure (Haejeok: Doggaebi Gitbal)



Síntomas: Dos tripulaciones rivales deben unirse bajo las órdenes de la Capitana Hae-Rang (Han Hyo-joo) para encontrar el tesoro perdido de la dinastía Goryeo. Pero no son los únicos que están buscando.

Diagnóstico: Desafortunadamente no conocía la existencia de la cinta coreana The Pirates (2014) (¿dónde está ese omnisciente Algoritmo cuando uno lo necesita?); pero la secuela ya está disponible en Netflix, y me pareció una divertida aventura marítima que combina comedia, artes marciales, y la estética general de Pirates of the Caribbean, aunque sin maldiciones ni fantasmas lovecraftianos... lo cual no significa que sea "realista".
Primero lo malo para salir del paso: The Pirates: The Last Royal Treasure (medio punto menos por el cacofónico doble "the") se siente demasiado larga (dos horas seis minutos), y es por culpa de un primer acto aburrido y redundante donde el director Jeong-hoon Kim establece una, y otra, y otra, y otra vez el conflicto entre los piratas de alta mar de la Capitana Hae-Rang (Han Hyo-joo), y los bandidos de tierra firme de Woo Moo-Chi (Kang Ha-Neul). Dos tripulaciones con distintos valores y filosofías tratando de convivir y resolver sus diferencias durante casi una hora repleta de las mismas discusiones (¿quién manda a bordo del barco pirata?) y los mismos chistes (piratas y bandidos burlándose de sus respectivas costumbres), con ocasionales "flashbacks" a la caída de la Dinastía Goryeo, donde vemos cómo se perdió su gran tesoro... el cual ahora podría usarse para hacer ricos a los piratas, o para financiar las ambiciones políticas de Heung-soo (Kwon Sang-woo), un general hambriento de sangre y poder.
A pesar de mi afición por el cine coreano, admito que me cuesta trabajo asimilar su sentido del humor, y ese ha sido el factor negativo (en mi opinión) que contaminó algunas películas notables en todos los demás aspectos (dos ejemplos: The Host y Ashfall). Las escenas "cómicas" en The Pirates: The Last Royal Treasure sufren el mismo problema: no me parecieron particularmente graciosas (con una o dos excepciones), y además perjudican el flujo del melodrama que hubiera funcionado mejor con más seriedad y peso emocional. Vamos, hasta el pseudo-romance entre dos personajes principales parecería menos irritante si se basara en genuina química personal, en vez de discusiones a gritos para enfatizar el cliché de "extremos opuestos se atraen".
Por el lado positivo, The Pirates: The Last Royal Treasure mejora sustancialmente en la segunda mitad, cuando dirige su atención a la cacería del tesoro. Tampoco es una trama innovadora ni complicada, pero muestra genuino ingenio en las pistas que ambos bandos (los piratas de Hae-Rang y los esbirros de Heung-soo) deben seguir para encontrar la ubicación del oro perdido. Y si bien los obstáculos que enfrentan pueden ser ocasionalmente absurdos (desde un río subterráneo hasta una bandada de pingüinos), al menos ofrecen fantásticas imágenes, aceptable suspenso, y peleas de artes marciales dinámicas y bien filmadas.
Las actuaciones no son exactamente buenas, sino simpáticas para balancear los roles prefabricados, destacando Han Hyo-joo como la Capitana Hae-Rang; Park Ji-hwan como el primer oficial con sueños de convertirse en capitán; Chae Soo-bin como una estafadora que se une a la tripulación; y Kwon Sang-woo como un astuto villano con un plan concreto que trasciende la genérica maldad de los antagonistas contemporáneos.
Para ser honestos, no sé cuántas de mis quejas desaparecerían si hubiera visto la primera película... pero siento que los problemas descritos en esta crítica pertenecen específicamente a la secuela. Habiendo dicho eso, una vez que pasaron los altibajos del primer acto, terminé disfrutando The Pirates: The Last Royal Treasure como una sólida versión coreana de Pirates of the Caribbean, realizada con los valores del clásico cine "swashbuckler", y con una sensibilidad moderna para satisfacer al público de hoy... siempre y cuando puedan tolerar el desconcertante humor coreano y la tediosa reiteración de los mismos conflictos como base del drama. Todo eso quedará olvidado cuando vean un hermoso buque de vela surfeando un tsunami... o admirando un duelo de espadas durante una tormenta eléctrica. Lo único que faltó fue una figura tan icónica como el Capitán Jack Sparrow. Ni hablar... tal vez para la tercera parte.
Calificación: 7

IMDb

Wednesday, March 2, 2022

The Burning Sea (Nordsjøen)



Síntomas: Sofia (Kristine Kujath Thorp) y Arthur (Rolf Kristian Larsen) diseñan robots submarinos, y reciben una llamada de emergencia para buscar sobrevivientes en una plataforma petrolera que se desplomó por un hundimiento del subsuelo... y ese es tan solo el preludio de una catástrofe más grande que se aproxima.

Diagnóstico: Las películas noruegas The Wave y The Quake incorporaron su idiosincrasia nacional a la fórmula hollywoodense del "cine de desastre"; y aunque tuvieron algunas fallas, su calidad técnica y narrativa bastó para competir exitosamente en el mercado internacional y divertir a los fans del género (como yo). Y ahora las desventuras de Noruega se extienden al mar con The Burning Sea, una irregular aventura que empieza como Deepwater Horizon y termina como algo diferente, más relevante desde el punto de vista ecológico, pero menos satisfactorio como película de desastre.
Al principio de The Burning Sea parece que seguiremos el incendio de una plataforma petrolera, pero esa crisis se resuelve con relativa rapidez, y la investigación posterior revela el potencial de un peligro aún mayor, que el director John Andreas Andersen (The Quake) aprovecha para transmitir un mensaje a la industria petrolera de su país (y del resto del mundo, supongo). El desarrollo de la trama es razonablemente lógico, y el libreto escrito por Harald Rosenløw-Eeg y Lars Gudmestad evita en lo posible los clichés que conocemos de memoria. Por ejemplo, hay varios personajes que podrían haber sido los típicos "villanos corporativos" más preocupados por las ganancias de la empresa que por la seguridad de sus empleados; pero, para mi sorpresa, su comportamiento fue más decente de lo normal, tomando decisiones correctas para salvar vidas, en vez de mantener el precio de sus acciones. Tal vez así son los negocios en Noruega, en cuyo caso los envidio.
Por el lado negativo, Andersen se empeña tanto en crear drama familiar que recurre a coincidencias absurdas para obtener el máximo nivel de suspenso, poniendo a los protagonistas en situaciones muy forzadas que se sienten como manipulación sentimental, en vez de seguir el flujo natural de la historia.
Pero, bueno... si podemos aceptar esas triquiñuelas, el resultado es ameno e impecablemente producido, con fantásticos efectos especiales del estudio Storm, y sólidas actuaciones de un reparto que mantiene el clásico estoicismo europeo para generar emociones sin necesidad de exagerar. Kristine Kujath Thorp y Rolf Kristian Larsen interpretan a los ingenieros que diseñan robots articulados a control remoto, capaces de navegar entre las tuberías y pasillos de barcos sumergidos. Henrik Bjelland y Anders Baasmo Christiansen son supervisores de una plataforma que corre peligro cuando el fondo marino empieza a fracturarse. Y por el lado corporativo tenemos a Ane Skumsvoll y Bjørn Floberg, cuyos graves rostros expresan el debate interno entre hacer lo correcto, o seguir el camino más fácil.
Por último, debo advertir que el final de The Burning Sea fue menos satisfactorio de lo que yo esperaba, al menos desde el punto de vista visceral. Sin embargo funciona bien como remate del discurso ecológico sobre los peligros de la explotación petrolera, cuyas consecuencias pueden volverse globales y trascender los incendios y los derrames, ya de por sí catastróficos. En resumen: otra recomendable cinta de desastre noruega con buenos actores, vistosas imágenes, y un adecuado balance entre acción y "realismo"... pero por favor no analicen el asunto del bote salvavidas, porque se desmorona toda la premisa.
Calificación: 7.5

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