Monday, October 31, 2016

I Am the Pretty Thing That Lives in the House



Síntomas: La enfermera Lily Saylor (Ruth Wilson) fue contratada para cuidar a Iris Blum (Paula Prentiss), una famosa autora de novelas de terror que quiere pasar sus últimos días en su vieja casona de campo. Pero los días se extienden a meses, durante los cuales Lily experimenta extraños eventos que podrían relacionarse con el trágico pasado de la casa... y con las novelas de Iris.

Diagnóstico: Hace poco escribí sobre la notable cinta February, del director Osgood Perkins (estrenada en México bajo el título de "La Enviada del Mal"); y ahora, apenas dos semanas después, descubrí que su nueva película, I Am the Pretty Thing That Lives in the House, fue adquirida por Netflix para distribución digital internacional. ¿Coincidencia? Sí.
Creo que February me gustó más por sus complejos personajes y creativa estructura; sin embargo I Am the Pretty Thing That Lives in the House muestra con igual eficiencia el talento de Perkins para destilar los componentes de una "casa embrujada" y convertirlos en algo más refinado y cerebral... casi poético. Rechazando los clásicos trucos del género, Perkins se enfoca en la delicada psicología de la protagonista, cuya vulnerabilidad la convierte en terreno fértil donde florecerá la paranoia creada por una presencia sobrenatural en busca de atención... o al menos simpatía.
Desafortunadamente esta elevada ambición artística no se traduce en una película ágil o entretenida; por el contrario, I Am the Pretty Thing That Lives in the House se siente a veces lenta y frustrante (por no mencionar pretenciosa... solo vean ese título). La película dura aproximadamente noventa minutos, ochenta de los cuales transcurren entre crípticos monólogos de la incorpórea narradora, y escenas de Lily caminando por la casa, trabajando en la cocina, leyendo libros, o examinando el moho que se está formando en una pared. Sin embargo, el director Osgood Perkins imbuye una tensa atmósfera que vuelve hipnóticas hasta las más pueriles escenas... siempre y cuando tengamos la paciencia necesaria para aguantar el lánguido ritmo de la historia, y no esperemos sobresaltos constantes, apariciones digitales, o cualquiera de los demás clichés comunes en el horror contemporáneo.
Y la recompensa de esa paciencia son las migajas narrativas que Perkins nos deja a lo largo del camino, las cuales bastaron para mantenerme interesado en la resolución del gran misterio. No es un misterio particularmente complicado, pero su metódico desarrollo me pareció al mismo tiempo orgánico e intuitivo, alimentado por ambiguos "flashbacks" que podrían reflejar eventos reales, o fantasías de Lily, o quizás la imaginación de la semi-catatónica Iris. Definitivamente hay respuestas a las múltiples incógnitas que plantea I Am the Pretty Thing That Lives in the House... pero hay que trabajar para encontrarlas.
Si eso suena como una experiencia estimulante, probablemente apreciarán las parsimoniosas virtudes de esta cinta; si no, será mejor alejarse de ella y buscar algo más "normal" (Lights Out, Last Shift y The Conjuring 2 me parecieron buenas alternativas recientes de horror sobrenatural). Y, bueno, siempre queda conformarse con la excepcional cinematografía servida por Julie Kirkwood, la crispante música de Elvis Perkins, y el excelente desempeño de las tres actrices que complementan el rompecabezas físico y espiritual del libreto: Ruth Wilson captura sin dificultad el temperamento de una enfermera eficiente y pragmática, pero no inmune a la soledad y traumas emocionales del pasado. Lucy Boynton interpreta a la enigmática Polly (creí que ya había logrado olvidar "The Riddle of the Model"); y sin duda me gustó ver de nuevo en la pantalla a la veterana Paula Prentiss (¡una de las originales "Stepford Wives"!) en el papel de Iris Blum, casi muda, pero aún así expresiva.
Lo cual también describe la totalidad de I Am the Pretty Thing That Lives in the House. En vez de horror, diría que se trata de una íntima tragedia doméstica sobre soledad y arrepentimiento, aderezada por tenues elementos sobrenaturales. Así es el estilo de Osgood Perkins: primero se define el drama, y luego se exploran sus consecuencias... en esta vida u otra. Quiero ver más de sus experimentos, pero estaré mejor preparado con una taza de café.
Calificación: 7.5

IMDb

Saturday, October 29, 2016

Doctor Strange: Hechicero Supremo (Doctor Strange)



Síntomas: Después de un accidente que interrumpe su brillante carrera como neurocirujano, el Dr. Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) busca por todo el mundo una curación para recuperar la movilidad de sus manos; pero quizás la respuesta no estará en la medicina convencional, sino en una disciplina más espiritual y esotérica.

Diagnóstico: Como he mencionado varias veces, no me gustan los comics con magia o temas "cósmicos" (con algunas honrosas excepciones como Zatanna, Sandman y otros clásicos títulos de Vertigo); por eso nunca fui asiduo seguidor del Doctor Strange. Además, aceptémoslo, el personaje fue creado en los años sesentas por Stan Lee y Steve Ditko para explotar la moda psicodélica y las tendencias místicas cultivadas por los jóvenes de la "contra-cultura", quienes jamás comprarían un comic del Capitán América (¡fascista!), pero sí un comic acerca de un hechicero "far out" ilustrado con arte surrealista y escrito con solemne convicción pseudo-espiritual. Si algo sonaba "groovy", Lee y Ditko probablemente lo usaron en Strange Tales.
Entonces... ¿cómo encaja este anacrónico personaje en los comics contemporáneos de Marvel? La oportuna intervención de escritores como Brian Michael Bendis, Greg Pak y el genial Brian K. Vaughn (The Oath sigue siendo mi historia favorita del Doctor Strange) se encargaron de trasladarlo a la era moderna, ubicándolo en un marco psíquico más realista, y añadiendo un poco de ironía a su fundamental psicodelia "retro". Y ahora la película Doctor Strange: Hechicero Supremo se encarga de hacer lo mismo en el Universo Cinemático... con un resultado bastante entretenido, aunque un tanto superficial. Había material para hacer algo realmente bizarro, pero se quedaron en trilladas paradojas temporales y florituras visuales de MMORPGs.
Por otro lado, supongo que el director Scott Derrickson (más conocido por algunas competentes películas de terror como Sinister, The Exorcism of Emily Rose y Hellraiser: Inferno)(bueno, dos de tres no está mal) no quiso abrumarnos con excesiva mitología en la primera aparición del personaje, y prefirió ceñirse al esquema de una "historia de origen" clara y bien estructurada, cuya sencillez está balanceada con actores carismáticos y los más creativos efectos especiales que he visto en una película de Marvel Studios.
Hablando de lo cual: odié el nuevo logo de Marvel Studios; no me gustó la transición a tipografía 3D que hicieron hace un par de años; y esta nueva versión aún más complicada se siente como una desesperada separación de las cintas realizadas por otros estudios con personajes de Marvel... ya saben a quienes me refiero (Fantastic Four). Fin del berrinche editorial.
Regesando al tema: desde que anunciaron a Benedict Cumberbatch como Stephen Strange me pareció una elección perfecta, y su actuación no defraudó mis elevadas expectativas; Cumberbatch (como vimos en Sherlock) es capaz de dominar por igual el drama interno del personaje y el abundante humor del libreto. Abundante... pero menos exitoso que el de Ant-Man, en mi humilde opinión; hay demasiados chistoretes forzados e inconsistentes con el carácter del protagonista. Afortunadamente Cumberbatch tiene perfectos instintos para integrar drama y comedia con tanta naturalidad como fue posible. Por su parte, Rachel McAdams se siente un poco desperdiciada como la Dra. Christine Palmer; desde luego me gustó su personaje y su actuación, pero no es exactamente esencial como interés romántico; ojalá la aprovechen mejor en la secuela (por cierto, no olviden la escena durante los créditos, y el "stinger" al final donde se revela el siguiente villano). Chiwetel Ejiofor, Benedict Wong (como "Wong") y Benjamin Bratt contribuyen con sólidas participaciones que enriquecen considerablemente la historia. Pero mi actuación favorita fue la de Tilda Swinton como "The Ancient One"; el cambio de género (en el comic era un hombre) no perjudica para nada la narrativa, e incluso mejora la dinámica entre los tres hechiceros principales.
Para variar, el eslabón más débil de la cinta es el villano interpretado por Mads Mikkelsen. Ya se volvió costumbre en las cintas de Marvel que los antagonistas se vean definidos tan solo por sus vagos planes malignos y arbitrarias intervenciones, bien espaciadas para crear secuencias de acción cuando las cosas se están poniendo demasiado melodramáticas.
De cualquier modo encontré Doctor Strange: Hechicero Supremo muy recomendable y visualmente virtuosa (¿mencioné los efectos especiales? Ojalá me gustaran las drogas...), además de ser una valiosa adición a la Tercera Fase de Marvel. Aunque, siendo honestos, creo que el Doctor Strange servirá mejor a largo plazo como aliado en cintas colectivas (por ejemplo Infinity War) que como protagonista de sus propias secuelas... a menos que el mega-productor Kevin Feige pierda el miedo de sumergirnos hasta el cuello en los extravagantes conceptos de Strange Tales... como aquel hechicero llamado Sise-Neg (léanlo al revés) que viajó hacia atrás en el tiempo acumulando poder hasta llegar al inicio mismo del universo... donde podía modificarlo a su gusto. Esa es la escala que yo esperaba en una película del Doctor Strange. Pero aún hay tiempo, y con suerte llegaremos a esos niveles de psicodelia creativa. Entonces los Sesentas estarán realmente orgullosos.
Calificación: 8.5

IMDb

Friday, October 28, 2016

Yoga Hosers



Síntomas: Los sueños de Colleen M. (Harley Quinn Smith) y Colleen C. (Lily-Rose Depp) se hacen realidad cuando son finalmente invitadas a una fiesta de estudiantes "cool"; pero sus planes se complican cuando alguien empieza a matar gente en su pequeño pueblo... y las chicas podrían estar accidentalmente involucradas. Sin embargo el investigador franco-canadiense Guy Lapointe (Johnny Depp) está en la pista del auténtico asesino, y no se detendrá hasta encontrarlo.

Diagnóstico: Una sinopsis alternativa de Yoga Hosers podría ser: "Dos hombres con mediana influencia en la industria cinematográfica quieren convertir a sus hijas en estrellas de cine, y filman con ellas una película en la errónea creencia de que tienen talento. Desafortunadamente será el público quien sufra las consecuencias de este capricho." Los hombres, sobra decir, son Kevin Smith y Johnny Depp, cuyas hijas Harley Quinn Smith y Lily-Rose Depp aparentemente son grandes amigas en la vida real. Y como ya habían trabajado juntas durante la atroz cinta Tusk, fue fácil escribir un libreto igualmente absurdo y asignarle un título tomado (otra vez) del popular "podcast" de Kevin Smith y Scott Mosier (quien tuvo el buen sentido común de no intervenir en este desastre).
Así es como surgió Yoga Hosers, una supuesta "película para niños" dirigida por Kevin Smith y ubicada en el mismo universo de Tusk (de hecho ambas forman parte de la trilogía "True North", que se completará en el futuro con Moose Jaws); y si bien Yoga Hosers me pareció marginalmente mejor que Tusk, no basta para darle una efusiva recomendación... aunque tampoco puedo negar que me hizo reír en algunos momentos, y encontré a las protagonistas simpáticas, precisamente por sus malas actuaciones y torpe presencia escénica.
Entre menos se hable del argumento, mejor; solo diré que involucra satanistas canadienses, salchichones "bratwurst", y bizarras posiciones de yoga como "Perro de Tres Patas" y "Cliente Insatisfecho". Sin embargo su absoluta incoherencia a veces trabaja a su favor, añadiendo una básica estructura a la película, (je, je... "básica") mientras Smith se burla (con afecto) de la cultura canadiense en todas sus formas (ejemplo: el nombre de la tienda donde trabajan las Colleens es "Eh-2-Zed"). Y todo eso mientras desfilan los cameos de múltiples amigos y conocidos de Smith, quienes seguramente se divirtieron más durante el rodaje que los incautos espectadores que pagarán por ver esta película (¡de hecho la vi gratis con la oferta introductoria de FlixFling!)
Para variar, las escasas risas que me inspiró Yoga Hosers provienen de pequeños detalles en los diálogos, "props" creativos, y astuto diseño de producción. Nunca fueron las aparatosas secuencias de humor forzado, como cuando el padre de Colleen C. (interpretado por Tony Hale) quiere acostarse con su pareja (Natasha Lyonne), pero no puede hacerlo porque lo conmueve la canción que está cantando su hija en otra habitación. Yoga Hosers tiene muchos momentos como ese, donde tenemos que rechinar los dientes para aguantar la "pena ajena" por los actores. Pero al mismo tiempo existen fugaces atisbos del ingenio que Smith alguna vez mostró en Clerks, Mallrats y Chasing Amy... aunque bajando el nivel de vulgaridad y eliminando casi por completo las referencias a las drogas para obtener la clasificación "PG-13"... o al menos tanto como podría acercarse Kevin Smith (no se preocupen... los mencionados salchichones penetran en sus víctimas a través del recto, así que tampoco estamos muy lejos del terreno habitual del director).
A pesar de tantas quejas, en verdad aprecié el amor paternal manifestado por este proyecto familiar; es como una "fiesta con tema" para la hija de Smith y su mejor amiga; y aunque no saben actuar ni cantar (aún así quiero el demo de Glamthrax), las encontré más tolerables que Jaden Smith, por ejemplo. Y, bueno, cualquier película que comienza con un cover de I'm the Man gana automáticamente mi simpatía... incluso si me hizo bostezar con alarmante frecuencia durante los siguientes ochenta minutos.
Mientras veía Yoga Hosers estuve pensando: ¿Dónde quedó el Kevin Smith de Red State? Hace apenas cinco años esa cinta presagiaba un "renacimiento artístico" del cineasta, listo para enfrentar temas serios y un estilo narrativo más maduro. No sé... imagino que fue más fácil regresar la "tienda de la esquina", pero esta vez sin groserías porque no quiere darle un mal ejemplo a su hija (¡ja, ja, ja!). En resumen: no me gustó el resultado, pero respeto el esfuerzo de Smith, y el compromiso de Depp con el personaje de Guy Lapointe. Encontré sus verrugas hipnóticas...
Calificación: 6

IMDb (Recomiendo no ver el trailer porque revela TODO; aunque, por otro lado, significa un ahorro de 78 minutos)

Wednesday, October 26, 2016

In a Valley of Violence



Síntomas: El ex-soldado Paul (Ethan Hawke) se dirige a México con su caballo Lady y su perro Abbie (Jumpy); pero al pasar por el pueblo de Denton se involucra en un pleito con el arrogante hijo del alguacil, y las consecuencias afectarán a todos los habitantes de la humilde comunidad.

Diagnóstico: El director Ti West ha ganado una merecida reputación con sus competentes cintas de terror (entre mis favoritas: The House of the Devil, The Innkeepers, y Cabin Fever 2: Spring Fever), cuyos elementales argumentos fueron complementados por una astuta sensibilidad "retro" que los distinguió del más convencional cine fantástico moderno. Y ahora, como frecuentemente ocurre con cineastas encasillados en un estilo específico, West extiende su visión a un género distinto y al mismo tiempo similar: el western.
Desde luego el cine "de vaqueros" es muy distinto en temática y tono al horror, pero ambos se fundamentan en estímulos y reacciones perfectamente definidos, que no requieren mucha innovación para satisfacer a sus aficionados... simplemente una ejecución eficiente que respete la tradición y no escatime en talento frente o detrás de la pantalla.
Creo que In a Valley of Violence cumple esas condiciones... sin embargo su premisa es TAN tradicional que me costó trabajo experimentar suspenso, emoción o general interés en algo tan simple y previsible. Además, el estreno de algunos superiores westerns en meses recientes (The Magnificent Seven, Bone Tomahawk y Jane Got a Gun, por mencionar unos cuantos) pone esta película en desventaja cuando comparamos atmósfera, actuaciones o la ambición de sus realizadores.
En otras palabras, Ti West realizó un sólido western que funcionaría mejor si no hubiéramos visto una sola cinta de ese género desde que "pasó de moda" hace cuarenta años.
Bajo ese hipotético punto de vista, In a Valley of Violence tiene muchas cosas buenas: un notable actor principal, un villano carismático y odioso, atractivas mujeres tratando de sobrevivir en un mundo dominado por hombres, excelente cinematografía (en stock real de 35mm), agrestes locaciones del genuino suroeste americano (nada de Canadá o Bulgaria para Ti West), y un encantador perrito que, SPOILER, no sobrevive ni a la mitad de la película; de hecho, es el factor clave en el conflicto entre el anti-héroe y el villano FIN DEL SPOILER.
La misión del lacónico Paul es clara y empática; Ethan Hawke no requiere palabras para explicar su motivación. Los villanos cuentan con cierta profundidad que explora las contradicciones del "viejo oeste"; John Travolta es el alguacil maduro que reconoce instintivamente el peligro que presenta el visitante, mientras que su hijo, interpretado por James Ransone, no mide riesgos porque siempre ha vivido bajo la protección de su padre. Desafortunadamente Taissa Farmiga y Karen Gillan no salen tan bien libradas debido a sus actuaciones exageradas y excesivamente artificiales. Creo que ambas son buenas actrices, así que debo atribuir esas malas decisiones al director. Quizás Ti West quería un fuerte contraste con el taciturno Paul; o tal vez no aprecié el humor de los personajes femeninos (sobre todo en el caso de Gillan); solo puedo decir que el resultado perjudicó sustancialmente la película, en mi humilde opinión.
Y, bueno, cuando llega el momento de los balazos, la violencia es realista y contundente, con un poco de sangre para justificar la clasificación "R". Tal vez con más exageración en ese departamento, y menos en las actuaciones, In a Valley of Violence hubiera ganado un poco de personalidad, en vez de parecer uno de esos genéricos westerns que de vez en cuando aparecen en Turner Classic Movies, pero en color. Y no me refiero a los de John Wayne, Clint Eastwood o Henry Fonda, sino a los de Gene Autry, Randolph Scott o Richard Widmark.
Aún así In a Valley of Violence merece una recomendación por sus valores intrínsecos; pero quienes hayan estado atentos a la evolución del "neo-western" encontrarán pocas razones para entusiasmarse demasiado con esta austera y desganada versión de una historia clásica de venganza que no alcanzó a cumplir su potencial. Solo queda esperar que Ti West regrese pronto al horror; o que haya aprendido la lección, y en su siguiente escape a otros géneros muestra mayor carácter e ingenio. Y menos exageración en el "comic relief", por favor.
Calificación: 6.5

IMDb

Monday, October 24, 2016

Phantasm: Ravager



Síntomas: Después de recuperar su Hemi 'Cuda en el desierto, Reggie (Reggie Bannister) enfrenta las esferas del Hombre Alto (Angus Scrimm)... y súbitamente se encuentra saltando en el tiempo, visitando diversos períodos de su historia personal. ¿Está realmente sufriendo los efectos de la demencia senil, o es otra trampa planeada por su eterno enemigo para deshacerse de Reggie de una vez por todas?

Diagnóstico: Me gusta mucho la saga de Phantasm pero, aceptémoslo, su argumento es bastante monótono; tan sólo una esotérica persecución que ha durado treinta y siete años, donde el ex-vendedor de helados Reggie y los hermanos Mike (A. Michael Baldwin) y Jody (Bill Thornbury) persiguen al Hombre Alto, una siniestra criatura con forma humana pero incierto origen (extraterrestre, interdimensional o infernal; escojan su favorito), que viaja de pueblo en pueblo robando cementerios y transformando los cadáveres en grotescos homúnculos que cumplen sus órdenes. Claro, a lo largo de cuatro películas hemos visto algunas sorpresas y un poco de evolución en los personajes; por ejemplo, Jody no está exactamente vivo, pero tampoco muerto, y a veces se transforma en esfera metálica; y Mike, por su parte, fue reconociendo gradualmente su inesperado papel en los planes del villano. Además Don Coscarelli, el creador de la saga, supo aprovechar el envejecimiento natural de los actores para acentuar las consecuencias de su interminable cruzada. Pero por lo demás, cada secuela ha seguido la misma básica estructura: Reggie escapa del "cliffhanger" con el que terminó la cinta previa; recluta varios aliados, y se enfrenta al Hombre Alto, aprendiendo algo nuevo sobre su enigmática naturaleza.
¿Encontraremos lo mismo con la quinta parte, Phantasm: Ravager?
Sí y no. La cinta anterior, Phantasm IV: Oblivion, fue la más surrealista y confusa de la serie, jugando con la percepción del espectador y saltando en el tiempo para explorar las conexiones entre Mike, Jody, y el Hombre Alto... mientras Reggie seguía combatiendo a sus esbirros con ayuda de su cuádruple escopeta y su indestructible Hemi 'Cuda, que no sé cuántas veces ha explotado, pero sigue rodando. Y ahora, en Phantasm: Ravager, esa confusión y surrealismo revientan en un paroxismo de incoherencia... o tal vez todo es perfectamente lógico, siempre y cuando aceptemos la atmósfera de "pesadilla despierta" que la serie ha cultivado a lo largo de cuatro décadas.
En otras palabras, es inútil esperar una narrativa clara o lineal. Y creo que fue la decisión correcta para concluir la saga (aunque probablemente estaré en la minoría de fans que opinan esto).
Ravager comienza donde terminó Oblivion; y después de recuperar su automóvil, Reggie se encuentra súbitamente en una casa de reposo... un frágil anciano sufriendo alucinaciones provocadas por la demencia senil. Pero sus fantasías son tan reales... de regreso en 1979, el Hombre Alto le ofrece "borrar" eventos dolorosos del pasado, a cambio de que deje de interferir con sus funestos planes. Pero antes de que Reggie pueda decidir, se encuentra en un futuro alterno, donde una banda de rebeldes combate las fuerzas del Hombre Alto que han arrasado el planeta. Pero, ¿qué planeta? ¿Qué está pasando? ¿Cuál es la auténtica "realidad" de Reggie?
La respuesta es: no sé. Y prefiero que sea así. Con cada nueva película Phantasm ha borrado más y más la línea divisoria entre sueño, alucinación, realidad, y visiones implantadas de algún modo por el Hombre Alto para influenciar a sus perseguidores. O quizás tantos viajes a través de los cilindros cromados que permiten el tránsito interdimensional terminaron arruinando el "timeline" personal de Reggie, quien ahora salta de realidad en realidad sin control sobre sus acciones. O tal vez Reggie es un viejo agonizante en un asilo, ajeno a los problemas del mundo real.
En mi humilde opinión, ahí radica el auténtico terror de Phantasm... no en las esferas voladores que perforan cráneos y escupen sangre (roja o amarilla, según sea el caso), ni en el robo de tumbas, ni en los enanos encapuchados... sino en la incertidumbre de nuestra realidad, los estragos de la edad, y en la ignorancia de las fuerzas que manipulan el destino, ya sea con un despiadado plan, o con caótica indiferencia.
Por eso me gustó tanto Phantasm: Ravager. Hubiera sido un crimen robar el misterio del Hombre Alto. Es mejor dejarlo como un enigmático agente natural, a veces cruel, a veces benévolo, pero siempre impredecible. Y, en un nivel más "real", el Hombre Alto permanecerá como tributo al finado actor Angus Scrimm, para siempre identificado con estas cintas de culto. Me complace mucho que haya alcanzado a decir "Booooy!" una última vez.
Hablando de lo cual, el director David Hartman tuvo que usar un doble (al estilo de Bela Lugosi en Plan 9 From Outer Space) en algunas escenas, pero no afecta la narrativa. Y lo mismo aplica a los baratos efectos especiales, no muy convincentes, pero adecuados para transmitir las ideas de Coscarelli (sí, fue una sorpresa descubrir que Coscarelli no fue el director de la última parte, pero entiendo su decisión... después de todo, también ha envejecido a la par del elenco).
Lo importante es que, después de casi cuarenta años, quedó claro que Don Coscarelli tenía un plan. Y aunque dicho plan haya tenido muchos altibajos y modificaciones, su conclusión me pareció justificada, satisfactoria, y hasta emotiva (¿cuántas quintas partes en series de terror me han producido un nudo en la garganta?) Phantasm: Ravager definitivamente es una película creada para los fans. Los recién llegados no entenderán nada, y quedarán frustrados con la ausencia de respuestas. Estrictamente hablando, no es lo que yo quería... pero resultó ser lo que necesitaba. Larga vida al Hombre Alto.
Calificación: 8.5

IMDb

Sunday, October 23, 2016

Intriga Mortal (Body)



Síntomas: Para hacer algo diferente en la víspera de Navidad, las jóvenes Cali (Alexandra Turshen), Holly (Helen Rogers) y Mel (Lauren Molina) deciden pasar la noche en la fastuosa mansión de un pariente, aprovechando que la familia está de vacaciones. Sin embargo las cosas se complican, y las tres amigas terminan con un cadáver en las manos, lo cual desata una serie de eventos que cambiarán sus vidas para siempre.

Diagnóstico: Fui a ver Intriga Mortal con bajas expectativas, creyendo que sería otra genérica cinta de terror de bajo presupuesto. Ya saben... fantasmas, posesión, o tal vez un asesino enmascarado. Sin embargo, para mi sorpresa, resultó ser un inteligente thriller bien escrito, competentemente actuado, y dirigido con eficiencia y seguridad que rara vez encontramos en el cine "B", y mucho menos con cineastas primerizos.
Será difícil mencionar los aciertos de Intriga Mortal sin revelar sus mejores momentos, así es que empezaré por las actrices: Alexandra Turshen, Helen Rogers y Lauren Molina capturan orgánicamente la textura e interacción de una larga amistad. Sus conversaciones y ocasionales bromas se sienten naturales; sus personalidades parecen contradictorias pero se complementan bien; y los directores/guionistas Dan Berk y Robert Olsen establecen desde el principio una atmósfera de camaradería que se ve brutalmente destrozada cuando comienzan... los problemas.
En ese momento Intriga Mortal cambia de tono, y aprieta despiadadamente las tuercas del suspenso, presentándonos una situación imposible que no tiene respuesta fácil ni correcta, sino una gama de alternativas que pondrán a prueba la fibra moral y determinación de las protagonistas. Y, bueno, aunque hay algunos momentos sobre-actuados y un desenlace abrupto y ligeramente anticlimático, disfruté la mayor parte de la película, y me dejó con ganas de pasar más tiempo con estos personajes... bueno, no con todos; siempre debe haber un villano, ¿cierto?
Algunos comentarios en Internet compararon Intriga Mortal con las películas de Alfred Hitchcock (por ejemplo Ain't It Cool News, demostrando la ridícula hipérbole que me hizo abandonar ese sitio), y aunque sin duda es una gran exageración, entiendo su origen: el cine independiente casi siempre confunde "suspenso" con "anticipación" (generalmente rematada por un previsible sobresalto), pero Intriga Mortal realmente cultiva una atmósfera tensa e impredecible donde no sabemos de dónde llegará la siguiente amenaza... o cómo reaccionarán las muchachas ante la desafortunada situación que enfrentan.
Sin ser propiamente una cinta de terror, Intriga Mortal nos lleva por territorio emocional oscuro y perturbador; sin embargo la historia se desinfla al final y nos roba la catarsis que esperábamos. Supongo que es un desenlace más realista, pero me dejó con ganas de algo más fuerte... más apropiado para los niveles de tensión que mantuvo el argumento durante los previos cuarenta minutos. Hablando de lo cual, Intriga Mortal es un cinta tan breve que apenas califica como largometraje (menos de setenta minutos, sin contar los leeentos créditos finales), lo cual es buena muestra de una narrativa eficiente y precisa, libre de relleno o rodeos innecesarios. Incluso la primera media hora, donde parece que no ocurre nada, sirve para establecer los lazos de amistad que justificarán las difíciles decisiones de las chicas (me gustó mucho el asunto de los lentes oscuros... ridículo al principio y luego conmovedor).
Finalmente, un recordatorio: a pesar de tantos halagos, Intriga Mortal sigue siendo una modesta B-Movie de bajo presupuesto, así que será necesario disculpar algunas limitaciones estilísticas, técnicas y artísticas que empañan la experiencia (ejemplo: el actor que interpreta al novio de Holly es muy malo, y termina arruinando una escena que debería haber sido más intensa). Pero quien sea capaz de ver más allá de sus fallas superficiales, encontrará un entretenido y satisfactorio thriller psicológico con buenas dosis de suspenso y libre de clichés sobrenaturales. Si tan solo el final no se hubiera acobardado...
Calificación: 8

IMDb

Saturday, October 22, 2016

Operación Escobar (The Infiltrator)



Síntomas: En 1985, el agente de aduanas Robert Mazur (Bryan Cranston) está cansado de atrapar narcotraficantes de bajo nivel en Miami. Entonces, con ayuda de su excéntrico colaborador Emir Abreu (John Leguizamo), Mazur diseña un plan para "seguir el dinero" que los llevará hasta el legendario Cartel de Medellín y su peligroso líder, Pablo Escobar.

Diagnóstico: No cabe duda que Operación Escobar es una buena película con excelentes actuaciones, sólida dirección, y una fascinante historia donde los hechos reales se conjugan armónicamente con las fórmulas hollywoodenses para obtener un buen balance de suspenso y drama, sazonado con una pizca de acción. Y al centro de todo esto encontramos un honesto protagonista cuyas buenas intenciones empiezan a flaquear cuando reconoce la enormidad de la misión que tiene enfrente, así como los riesgos que significa para su familia.
Sin embargo (siempre hay algo)... creo que a Operación Escobar le faltó ese indescriptible "algo" para elevarla a un nivel clásico, o al menos hacerla menos genérica. En muchos aspectos tenía potencial para alcanzar un destacado lugar en el cine policíaco, junto a Donnie Brasco o Carlito's Way, pero se quedó en la categoría de Black Mass o Kill the Messenger (con la que está temáticamente relacionada; de hecho, Operación Escobar podría ser precuela de esta última). Aún así merece una recomendación, pues no todas las películas necesitan ser "clásicas" para pasar un rato agradable, emocionarnos un poco y hasta aprender algo nuevo (sin cometer el error de esperar una auténtica lección de historia).
Entonces, será mejor enfocarse en todo lo bueno que ofrece Operación Escobar.
Para empezar, Bryan Cranston entrega una excepcional actuación (como siempre) que expresa sin palabras el constante debate interno entre sus obligaciones como padre de familia, su deber como agente de la ley, y su particular obsesión con la captura de tantos "narcos" como sea posible. Aclaro desde ahora que Operación Escobar no es una película de acción, sino un metódico thriller criminal enfocado en el carácter de sus personajes y en la complicaciones técnicas y prácticas de una misión tan riesgos y extensa como la que planeó Mazur (por cierto, el libreto está inspirado en el libro The Infiltrator, escrito por el mismo Mazur, quien también co-produjo la película... lo cual tal vez explica la inflexible rectitud moral del protagonista). John Leguizamo se roba sus escenas como el audaz Emir Abreu, quien toma la cacería de narcos como un juego donde todo está permitido, con tal de ganar. Juliet Aubrey interpreta a Evelyn, la sufrida esposa de Robert, y al principio pensé que se vería limitada a las obligatorias escenas donde vemos cómo el trabajo del agente afecta su vida familiar; desde luego aparecen esas escenas, pero la participación de Aubrey resultó más profunda y relevante, enriqueciendo la historia y aprovechando mejor el talento de esta actriz. También los acompañan Olympia Dukakis, Amy Ryan, Jason Isaacs, Diane Kruger, Elena Anaya y Benjamin Bratt en papeles secundarios, pero esenciales para el complejo rompecabezas de héroes, villanos, y semi-inocentes atrapados en el negocio del narcotráfico. Y, claro, ¿cómo podríamos tener una película ubicada en los ochentas sin Michael Paré?
Hablando de lo cual, el director Brad Furman (The Lincoln Lawyer) nos traslada a aquella década con buen ojo para los detalles, pero sin convertir la película en un hueco desfile de nostalgia. Me gustó en particular la "avanzada" tecnología análoga empleada para grabar evidencia de manera subrepticia... realmente se necesitaban artistas/científicos para meter una grabadora de carrete en un portafolio. Y en cuanto a la música... Operación Escobar comienza con Tom Sawyer, de Rush. No hace falta decir más.
Como dije al principio, Operación Escobar me pareció una buena película por derecho propio, con un argumento intrincado pero perfectamente claro, y personajes bien dibujados para representar por igual su humanidad y su función en el mundo criminal. Sin embargo, sentí la falta de algún elemento adicional que la hiciera auténticamente memorable... no sé si sería más drama, más violencia, o un estilo narrativo más audaz y contundente. De cualquier modo Operación Escobar capturó mi atención de principio a fin, y puedo recomendarla por su meticulosa exploración del lado financiero del narcotráfico, quizás menos glamoroso, pero aún así fascinante. Y, de paso, nos recuerda el papel de las instituciones bancarias en el lavado de dinero... a esos niveles todo es posible y todo está permitido. Lo recordaré la próxima vez que me cobren una comisión por entrar al banco.
Calificación: 8.5

IMDb

Friday, October 21, 2016

Ouija: El Origen del Mal (Ouija: Origin of Evil)



Síntomas: En 1967, Alice Zander (Elizabeth Reaser) trabaja como médium, organizando lecturas psíquicas para sus clientes. Pero sus "poderes" son en realidad trucos mecánicos que realiza con ayuda de sus hijas Lina (Annalise Basso) y Doris (Lulu Wilson). Un día Lina asiste a una fiesta donde juegan con una ouija, y le sugiere a su madre incorporarla a las sesiones espiritistas. Entonces Alice compra una ouija, sin saber que el mundo de los espíritus puede ser más real de lo que creía.

Diagnóstico: Creo que Ouija: El Origen del Mal es mejor que su predecesora, Ouija, pero por un margen relativamente pequeño. Y desde luego voy a atribuir esa mejoría al director Mike Flanagan, cuya filmografía quizás no sea perfecta (de hecho siento que la calidad de sus obras ha disminuido con el paso del tiempo; por si a alguien le interesa, aquí están mis críticas de sus anteriores películas: Absentia, Oculus, Hush y Somnia), aunque ciertamente muestra imaginación y talento superiores al promedio del cine de terror que llega a cines de México.
Lo que más me duele es que Ouija: El Origen del Mal empieza muy bien y gradualmente degenera en caos y confusión que demeritan sus considerables virtudes. Para apreciarlas, podemos comparar la premisa de esta precuela con la de la original Ouija: en la primera cinta un grupo de amigos juega con una ouija y desatan la ira de un fantasma vengativo. Se nota claramente la falta de esfuerzo y creatividad; lo primero que llegó a la mente del guionista fue aprobado, porque no había ambición de intentar algo más novedoso. Por el contrario, Ouija: El Origen del Mal nos presenta una situación mucho más interesante: una "psíquica" fraudulenta, pero no maliciosa, tiene sinceras intenciones de aliviar el pesar de sus clientes con las "lecturas" falsas que organiza con ayuda de sus hijas, empleando trucos clásicos del espiritismo que ya se usaban en el siglo diecinueve. Tanto Alice como su hija Lina son escépticas de cualquier asunto sobrenatural, y su introducción a la ouija es tan solo con fines "teatrales", para hacer más convincente la experiencia de los clientes. Entonces empiezan a ocurrir cosas extrañas y ambas mujeres deben reconocer que, en efecto, existe algo más allá de nuestra prosaica existencia. Aquí podemos ver el talento de Flanagan para crear personajes muy humanos enfrentando circunstancias extraordinarias, donde el drama personal conduce la narrativa, en vez de servir como relleno entre los obligatorios "sustos".
Desafortunadamente, como dije antes, la segunda mitad de Ouija: El Origen del Mal pierde cohesión al mismo tiempo que introduce arbitrarias manifestaciones que se sienten forzadas y excesivas, casi hasta el punto de sacrificar el fascinante estudio de carácter que dominó su primera mitad. Sin fundamento alguno voy a especular que el productor Michael Bay le dijo a Flangan: "¡Necesitamos más sustos al final! ¡Más horror! ¡Más efectos! ¡Más! ¡Máaaas!". O algo similar. No sé; no soy psíquico. Y el resultado fue un final pesado y confuso que difícilmente aprovecha el potencial de la historia.
Aún así hay muchas cosas rescatables, como las actuaciones de Elizabeth Reaser, Annalise Basso (algunos la recordarán por su impresionante desempeño en Oculus), y Lulu Wilson, todas ellas expresando de manera creíble las presiones del inusual trabajo de Alice, los obligatorios problemas económicos que atraviesa la familia y, para colmo, las consecuencias de jugar con una ouija (las reglas son muy simples... ¿por qué nadie puede seguirlas?)
También merece mención Henry Thomas (sí, el niño de E.T.) como el sacerdote cálido y tolerante que se interesa en el caso de la familia Zander... y quizás en Alice misma. No lo culpo.
Entonces, después de un comienzo muy prometedor, Ouija: El Origen del Mal termina decepcionando por no mantener la misma disciplina narrativa a lo largo de su irregular desarrollo. Aún así logró entretenerme, y aunque algunos "sustos" se sienten fuera de lugar, creo que funcionan dentro de su modesto propósito. Ah, y no olviden quedarse hasta el final de los créditos para ver una breve escena que prepara otra secuela; además de sugerir una conexión (intencional o accidental) con otra popular franquicia de terror. En resumen: Ouija: El Origen del Mal me pareció una tolerable dosis de terror para ocupar hora y media de nuestro tiempo, pero indudablemente inferior a muchas películas más aptas para disfrutar en Halloween o Día de los Muertos. Y, personalmente, voy a abandonar mis altas expectativas cuando vea en el futuro el nombre de Mike Flanagan; quizás Absentia fue su mejor idea, y de ahí todo irá hacia abajo.
Calificación: 7

IMDb

Wednesday, October 19, 2016

I Am Not a Serial Killer



Síntomas: Una serie de brutales homicidios sacuden el pequeño pueblo de Clayton, y la policía especula sobre la posible presencia de un asesino serial. Pero John Wayne Cleaver (Max Records), un adolescente callado y antisocial, tiene sus propias teorías sobre los crímenes, aunque sabe que nadie le creerá.

Diagnóstico: I Am Not a Serial Killer cuenta con dos "ganchos" muy ingeniosos que la distinguen de otras modestas cintas sobre asesinos seriales. Pero solo puedo revelar uno de esos ganchos, pues el otro fue una genuina y muy agradable sorpresa que jamás soñaría con arruinar.
John Wayne Cleaver (ja, ja), el protagonista de I Am Not a Serial Killer, vive preocupado porque su perfil psicológico concuerda con el de un asesino serial. De niño cumplió los tres requisitos básicos: piromanía, mojar la cama y crueldad con los animales. Pero ahora, en plena adolescencia, John recibe tratamiento terapéutico del Dr. Neblin (Karl Geary), y juntos hacen todo lo posible para controlar sus impulsos agresivos y evitar el siguiente paso hacia la violencia física. Esa inusual situación se traduce en un protagonista melancólico y torturado por el temor de ceder a sus mortales instintos... lo cual también lo pone en una posición única cuando comienzan los asesinatos en su pueblo. ¿Será posible que sus tendencias le permitan impartir “justicia ciudadana”? Por otro lado, su carencia de empatía tal vez lo haga indiferente al sufrimiento ajeno. Esta cinta no es una representación de un psicópata tan buena como Nightcrawler, pero se aproxima bastante.
Es posible que esta premisa suene como "Dexter Adolescente"; sin embargo I Am Not a Serial Killer me recordó más las cintas de David Lynch (guardando respetuosas distancias, desde luego) donde se explora la corrupción y oscuros secretos ocultos tras la pintoresca fachada de un pueblo pequeño. El estilo analítico de la narrativa, los fríos escenarios invernales, y los excéntricos personajes que rodean a John son parte tan importante de la historia como la turbulencia interna del joven, y enriquecen la película con detalles menores, pero no por ello menos significativos.
Por ejemplo, John vive rodeado de mujeres: su madre April (Laura Fraser) y su tía Margaret (Christina Baldwin) son dueñas de la casa funeraria donde el joven trabaja en su tiempo libre; su hermana Lauren (Anna Sundberg) los visita ocasionalmente, y contribuye al melodrama doméstico que John no comprende por completo debido a su incapacidad para experimentar emociones normales. Y el gran Christopher Lloyd interpreta al Sr. Crowley, el anciano vecino que se ha vuelto mejor amigo de John que cualquiera de sus compañeros escolares, casi todos "bullies" que lo molestan por la inusual ocupación de su familia.
Y cuando aparece ese segundo "gancho", la historia da un giro abrupto que cambia nuestra perspectiva del asesino, y hace más valiosa la sensibilidad sociopática de John... aunque tal vez no será suficiente para salvar su vida y la de las personas que le importan; es cierto que John no tiene emociones tradicionales, pero su conciencia es la diferencia esencial que lo distingue del villano.
En cuanto al "gore", hay algunas escenas sorprendentes y bien realizadas con efectos prácticos apoyados con sutil manipulación digital. Casi nunca vemos las acciones del asesino; solo sus resultados en el frío y antiséptico entorno de la casa funeraria, donde John y su familia preparan los cuerpos para su entierro. Lo cual, de paso, me pareció una apta metáfora de la condición psicológica de John.
El final tal vez estira un poco nuestra credulidad pero, como dije, se mantiene consistente con el marco emocional de la cinta, lo cual garantiza una entusiasta recomendación para I Am Not a Serial Killer. Creo que los fans del horror "indie" apreciarán por igual el estilo visual de la película, las sorpresivas vueltas que da el libreto (adaptado por el director Billy O'Brien de una novela de Dan Wells, lo cual explica el fino detalle de los personajes y la subversiva naturaleza del misterio), y las perfectas actuaciones que, sin titubeo alguno, nos transportan a la perturbadora realidad de un asesino serial que no quiere serlo. O quizás dos. En corto: una experiencia muy satisfactoria para quien busque algo distinto en esta "siniestra" temporada.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, October 17, 2016

Los Parecidos



Síntomas: Debido a una tormenta de inusual intensidad, ocho personas quedan atrapadas en una estación de autobuses en las afueras de la Ciudad de México, donde empiezan a percibir extraños fenómenos que despiertan su paranoia, incitan al conflicto, y quizás amenazan su existencia misma.

Diagnóstico: Entre las escasas películas mexicanas del género fantástico que me han gustado en años recientes (quizás décadas), señalaría El Incidente (del director Isaac Ezban) como una de las más imaginativas y memorables... aunque no exenta de cierta frustración provocada por su complejo argumento, denso simbolismo y ambiguo final que dejó muchas cosas a la interpretación del espectador. Y ahora el mismo cineasta nos ofrece otra dosis de ingeniosa fantasía con Los Parecidos. Si El Incidente rendía tributo a Lost y similares misterios televisivos, Los Parecidos podría describirse como un explícito homenaje a The Twilight Zone, empleando esquemas muy populares en aquella seminal serie, pero ligeramente modernizados para su fácil consumo por audiencias contemporáneas. Ah, y sin olvidar una narración al principio y al final en el mejor estilo de Rod Serling.
Tendré que ser cuidadoso al escribir sobre Los Parecidos, pues fue un placer descubrir gradualmente sus secretos, y no quiero robar esa oportunidad a quien no la haya visto. Baste decir que el clásico escenario de "personas atrapadas en un lugar aislado" sirve como base para desarrollar una intrigante premisa, a veces perturbadora, a veces levemente absurda, pero siempre ejecutada con absoluta convicción que nos captura de inmediato en el micro-universo de la película.
Los fenómenos que experimentan los individuos atrapados en la estación de autobuses empiezan inocentemente, como posibles trucos de percepción que podrían tener explicación racional. Pero conforme se vuelve evidente que, sí, algo muy extraño está ocurriendo, la fantasía pasa a segundo plano para enfocarnos en el colapso mental y moral de los protagonistas, revelando así sus particulares obsesiones y prejuicios, desde la madre sobre-protectora que solo está interesada en el bienestar de su hijo (Carmen Beato y Santiago Torres), hasta el estudiante "rojillo" (Humberto Busto) que detesta cualquier tipo de interferencia gubernamental.
Es buen momento para mencionar que los bizarros eventos de Los Parecidos se desarrollan en la madrugada del 2 de Octubre de 1968 (la víspera de la Masacre de Tlatelolco), lo cual no afecta necesariamente la parte fantástica del argumento, pero sin duda añade un válido comentario social y profundiza en la psicología de varios personajes... por no mencionar que forja una artera conexión entre Los Parecidos y El Incidente (la cual, por cierto, añade nuevas pistas para explicar esta última).
Las actuaciones requieren particular entrega por parte del elenco, para disimular algunos "rechinidos" de los engranes narrativos que de vez en cuando me sacaron de la película. Los personajes se sienten realistas, pero no siempre se comportan de manera lógica, ni hacen las preguntas obvias, y se dejan llevar muy fácilmente por sus emociones en vez de mostrar el más elemental sentido común. Sin embargo fueron problemas leves que no afectaron mi aprecio global por las virtudes de esta cinta.
El calificativo "retro" que podría describir Los Parecidos no solo se refiere a la cinematografía tan desaturada que simula blanco y negro; ni a la puesta en escena semi-teatral que confina la acción a un par de habitaciones; y tampoco a la excelente música de Ely Lan que evoca el espíritu de Bernard Herreman; más allá del estilo superficial, Los Parecidos me recordó la ciencia ficción clásica, enfocada en plantear ideas provocativas e inesperadas metáforas que simplificaban la exploración de la experiencia humana, en vez de apoyarse exclusivamente en efectos especiales y drama pre-fabricado. En resumen: Rod Serling, Richard Matheson o Charles Beaumont hubieran escrito esta historia si se les hubiera ocurrido hace cincuenta años. Aunque quizás entonces sería un poco más corta.
Calificación: 8

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Sunday, October 16, 2016

La Enviada del Mal (February - The Blackcoat's Daughter)



Síntomas: Por razones ajenas a su voluntad, las adolescentes Kat (Kiernan Shipka) y Rose (Lucy Boynton) se ven obligadas a pasar las vacaciones invernales en el internado femenil donde estudian. Entonces, además de la soledad, deberán enfrentar las consecuencias de los graves secretos que ambas ocultan. Mientras tanto, una joven mujer llamada Joan (Emma Roberts) se dirige al internado con misteriosas intenciones...

Diagnóstico: Generalmente me gustan las películas lentas y ambiguas, pero sólo cuando se percibe un firme propósito creativo por parte del director. La Enviada del Mal (exhibida en festivales bajo los títulos de February y The Blackcoat's Daughter) cuenta con esa rara cualidad, aunque de vez en cuando exagera la parsimonia de su oblicua narrativa, cruzando la línea entre "metódico suspenso" y "frustrantes rodeos". De cualquier modo me pareció una obra madura e inteligente que rehúsa encasillarse en un género específico, resultando en una experiencia rica y satisfactoria que nos obliga a pensar al mismo tiempo que nos inquieta con sus terribles connotaciones. Sólo hay que tener paciencia y confiar en que el guionista y director Oz Perkins sabe lo que está haciendo en esta excepcional ópera prima.
La sinopsis de La Enviada del Mal sugiere un simple refrito de "casa embrujada" (o "escuela embrujada"), y ciertamente hay algo de eso. Rose y Kat experimentan fenómenos siniestros de indeterminada procedencia. Podrían ser sus nervios (ambas tienen razones para estar preocupadas), o quizás son ciertos los rumores sobre el viejo edificio y los pasatiempos de las monjas que manejan la escuela.
Sin revelar demasiado, diré que el misterio es más simple de lo que parece, pero está presentado de una ingeniosa manera que nos pone a dudar sobre su auténtica naturaleza. La Enviada del Mal cuenta con una narrativa no lineal que juega con el tiempo y confunde nuestra percepción, por medio de "capítulos" dedicados a cada una de las mujeres (Kat, Rose y Joan). Entonces, algunas escenas se repiten desde distintos puntos de vista, añadiendo nuevas dimensiones e información que a veces nos toma por sorpresa... y a veces es tan predecible que reduce su impacto.
Afortunadamente las actrices se encargan de compensar los ligeros problemas del libreto con fuertes actuaciones, rebosantes de significado en cada minúscula expresión y movimiento. Kiernan Shipka destaca en el papel de Kat, la más joven alumna que apenas está descubriendo los secretos de su nueva escuela. Creo que solo conocía a esta actriz por su breve participación en Unbreakable Kimmy Schmidt (nunca fui fan de Mad Men, donde Shipka interpretó a la hija de Don Draper durante ocho años), y fue una auténtica revelación presenciar su cambio de niña estudiosa a... algo más intenso y conmovedor. Lucy Boynton (de la excelente Sing Street) interpreta a Rose, más madura y experimentada que Kat, pero no por ello más ecuánime cuando se incrementa el peligro. Finalmente, Emma Roberts encarna a Joan con una mezcla de melancolía y fragilidad emocional que la hacen doblemente intrigante... aunque un poco estereotípica. De cualquier modo me pareció una actuación superior a la que desempeñó en la reciente Nerve.
Si toda esta palabrería resulta demasiado vaga, es porque no quiero revelar los mejores momentos de La Enviada del Mal (uf... qué título). Como dije antes, es un poco lenta y da más vueltas de las necesarias para contar su interesante historia; pero todo se compensa con las actuaciones, la tenebrosa atmósfera, y el ingenioso "twist" que añade profundidad a un relato que parecía convencional, hasta que analizamos las motivaciones de las protagonistas. En resumen: tiene algunas fallas, pero La Enviada del Mal ofrece una mezcla de horror psicológico y visceral que recordaré durante largo tiempo gracias a su creativa estructura e inusitada compasión. Y no es muy común encontrar esa palabra asociada a una obra de terror, lo cual solo confirma su singular sensibilidad.
Calificación: 8.5

IMDb

Saturday, October 15, 2016

Inferno



Síntomas: El Profesor Robert Langdon (Tom Hanks) despierta con amnesia parcial después de recibir un balazo en la cabeza; no sabe dónde está, ni por qué está experimentando visiones apocalípticas. Entonces, con ayuda de la Dra. Sienna Brooks (Felicity Jones), Langdon tratará de descifrar el misterio que lo llevó a Florencia, Italia... si es que logra mantenerse un paso adelante de los asesinos y policías que lo persiguen.

Diagnóstico: Después de recibir un balazo en la cabeza, el Prof. Langdon permanece seis meses en el hospital, recuperándose y sometiéndose a terapias físicas y psicológicas para restaurar su memoria... si estuviera en el mundo real. Pero Inferno se desarrolla en el delirantemente inverosímil universo del novelista Dan Brown, de modo que en menos de cinco minutos Langdon ya está corriendo por su vida, escalando paredes y descifrando misterios ocultos en las obras maestras de los grandes museos italianos, que desde luego nunca tienen guardias, ni alarmas, y pueden abrirse con un pequeño empujón de la puerta. Y nunca hay turistas, excepto cuando son necesarios para confundir a los malos. O a los buenos. Rara vez sabemos quién es quién. Y, naturalmente, Langdon es auxiliado por una hermosa mujer europea con vastos conocimientos sobre arte y acertijos.
Para ser honestos, algunas de estas incongruencias se justifican eventualmente, cuando se revelan nuevos detalles y nos damos cuenta de que NADA ES LO QUE APARENTA. Incluyendo el rostro de Tom Hanks... ¿cómo puede verse tan joven? Sin embargo nada excusa la irracionalidad general del plan del villano y de las estrategias de los policías, asesinos y académicos que persiguen a Langdon.
Hablando de estrategias, creo que a estas alturas ya quedó bastante clara la metodología de Dan Brown: tomar conceptos "prestados" de múltiples fuentes (Indiana Jones, James Bond y Robert Ludlum, por mencionar unos cuantos), añadir acertijos artísticos, y envolver todo el paquete en una rancia aventura repleta de clichés fáciles de tragar porque ya los conocemos de memoria. Sus libros han obtenido gran éxito y tiene muchos admiradores, pero definitivamente no me cuento entre ellos.
En el caso de la película Inferno (no confundir con la de Dario Argento, que sin duda prefiero), me gustó la premisa inicial y la situación del protagonista, cuya principal arma (su mente) quedó dañada en misteriosas circunstancias. Pero, en vez de continuar esa provocativa idea, el director Ron Howard regresa de inmediato a las rutinas establecidas por The Da Vinci Code y Angels & Demons, acumulando improbables deducciones y planes maquiavélicos que no tienen el menor sentido (¿quién demonios ocultaría información en la máscara mortuoria de Dante?). No puedo revelar demasiado por aquello de los spoilers, pero baste decir que el gran misterio de Inferno me pareció absolutamente ridículo... aunque su origen plantea una interesante disyuntiva moral que no conduce a nada, porque ya sabemos cómo se resolverá.
Mientras tanto... ¡Persecuciones! ¡Museos! ¡Pasadizos secretos! ¡Google Books! Y, ¿mencioné la atractiva acompañante, interpretada por Felicity Jones? Al menos fue un buen preparativo para apreciar su talento antes de Rogue One: A Star Wars Story.
También debo admitir cierta admiración por el director Ron Howard; The Da Vinci Code revitalizó su carrera y, a cambio, Howard se mantuvo fiel a la trilogía, dedicando el mismo empeño artístico y narrativo a las tres películas. Lo cual no significa que su dirección sea particularmente buena; pero sabe manipular al espectador y maneja muy bien el ritmo de la historia para crear suspenso donde solo debería haber incredulidad y risas involuntarias.
A pesar de todo, si el espectador es capaz de aceptar la disparatada realidad del "Brownverse", Inferno ofrece suficiente entretenimiento para ganar una moderada recomendación, apoyada por la actuación del siempre confiable Tom Hanks, y algunas buenas ideas esparcidas entre las más espectaculares ridiculeces del libreto (adaptado por el guionista estrella David Koepp). Quizás Inferno sea buen momento para concluir las aventuras de Robert Langdon (queda un libro pendiente, pero imagino que por algo se lo saltaron); o, en su defecto, Brown necesita encontrarle un nuevo "gimmick"; hay tanto material disponible para robar "inspirarse" que no debería limitarse al Renacimiento. Escuché por ahí que hay grandes secretos del universo ocultos en los garabatos de Jackson Pollock, y en las latas de Andy Warhol.
Calificación: 7

IMDb

Friday, October 14, 2016

Mentes Maestras (Masterminds)



Síntomas: En 1997, David Ghantt (Zach Galifianakis) está a punto de casarse y tiene un trabajo estable como conductor de camiones blindados; pero cuando su colega Kelly Campbell (Kristen Wiig) le sugiere robar su propio camión, David acepta porque cree que Kelly se fugará con él a México. Naturalmente el robo no sale exactamente como planearon, y las cosas se complican con alarmante rapidez.

Diagnóstico: El director Jared Hess tuvo un auspicioso debut con Napoleon Dynamite, una singular comedia "indie" cuyo incómodo sentido del humor capturó la imaginación del incipiente público milenario; desafortunadamente el encanto se rompió con la menos divertida Nacho Libre. Y luego... bueno, la verdad es que ni siquiera conocía la existencia de las siguientes películas de Hess, Don Verdean y Gentlemen Broncos. Pero ahora, doce años después de Napoleon Dynamite, Jared Hess ganó la confianza de un mediano estudio (hoy en quiebra) y reclutó un elenco de alto perfil para contar una historia que parecería absurda si no estuviera basada en hechos reales (un rápido paseo por Wikipedia indica que los criminales eran bastante ineptos, pero no hasta el extremo que sugiere la película).
Independientemente de su fidelidad histórica, Mentes Maestras me pareció una comedia de vez en cuando graciosa, dedicada a celebrar la estupidez de varios individuos motivados por la ambición, y sometidos a los incongruentes caprichos del destino, que a veces los ayudan y en otras ocasiones los perjudican. Es un estilo de comedia difícil de definir, y aún más difícil de ejecutar con el balance apropiado de sátira y seriedad para evitar caricaturizar demasiado a los personajes. Jared Hess lo consigue estableciendo primero las excéntricas personalidades del reparto; una vez que los aceptamos como humanos más o menos "creíbles", las demás piezas del rompecabezas caen en su lugar... hasta cierto punto. Hay algunas coincidencias hilarantes, pero tan inverosímiles que rompen ese frágil balance y revelan la mano manipuladora del cineasta. Afortunadamente las actuaciones se mantienen consistentes hasta el final, ayudándonos a tragar hasta las más extravagantes digresiones de esta "historia real".
Zach Galifianakis nació para interpretar "losers" con buen corazón; su bizarra apariencia y su capacidad para hacer el ridículo sin perder su (escasa) dignidad lo convierten en el protagonista ideal, raro por fuera, pero con emociones sinceras. Lo mismo puede decirse de Kristen Wiig como la "seductora" Kelly Campbell, quien debe mantener ambiguas sus intenciones durante gran parte de la película... ¿realmente está interesada en David, o es solo parte del plan? Owen Wilson es perfecto como el "cerebro" de la operación (detalle real confirmado: la pintura de Elvis), y Jason Sudeikis destila repugnancia como el asesino a sueldo encargado de... atar cabos sueltos. Redondeando el elenco tenemos a Kate McKinnon repitiendo la perturbadora manía pasiva de Ghostbusters; Leslie Jones como la agente del FBI encargada del caso; y Ken Marino como un vecino entrometido que podría arruinar la fuga de los ladrones.
En sus mejores momentos Mentes Maestras representa la evolución natural de Jared Hess: mismo humor incómodo, pero mayor disciplina narrativa; y, desde luego, con  personajes peculiares atrapados en una aventura absolutamente descabellada, y aún así consistente con su carácter y motivación. No es un humor universal, pero lo encontré más accesible que el de Napoleon Dynamite, y ocasionalmente gracioso, en vez de ser solo “awkward”. Creo que muchos otros directores se hubieran amparado en el talento de los comediantes para rescatar la película; pero Hess sabe que todo comienza por la historia. Y si la historia ya fue extraña en el mundo real, su versión no puede ser menos que chiflada. Ojalá continúe en este mismo estilo; una especie de Wes Anderson menos pretencioso, y mucho más estúpido (lo digo como cumplido).
Calificación: 7

IMDb

Thursday, October 13, 2016

Popstar: Never Stop Never Stopping



Síntomas: Conner Friel (Andy Samberg) y sus mejores amigos, Owen (Jorma Taccone) y Lawrence (Akiva Shaffer), obtuvieron inmensa fama cuando formaron el trío musical Style Boyz, pero las inevitables diferencias creativas separaron al grupo, y ahora Conner trabaja como solista. Su primer álbum lo consagró como una de las más grandes estrellas de la música pop; y seguramente el segundo será aún más exitoso... si es que Conner logra controlar su ego.

Diagnóstico: La primera película semi-oficial del trío cómico The Lonely Island (integrado por Andy Samberg, Jorma Taccone y Akiva Shaffer) fue Hot Rod, del 2007; y aunque me pareció más o menos graciosa, cometió el error de poner la historia por encima de la comedia. Normalmente apoyaría esa actitud, pero el trabajo colectivo de The Lonely Island indica que su talento se expresa mejor en formatos cortos, como las canciones y sketches que realizaban en Saturday Night Live. Afortunadamente Samberg, Taccone y Shaffer aprendieron la lección de Hot Rod, y ahora su nueva película Popstar: Never Stop Never Stopping (me voy a cansar rápido de escribir ese título) explota al máximo el estilo del trío, con abundantes canciones, excéntricos personajes y momentos de genial incongruencia humorística presentados con vertiginoso ritmo y alto nivel de energía mientras satirizan (con más afecto que malicia) el contradictorio mundo de la música popular y las celebridades desechables que obtienen fama y fortuna por un instante, para luego pasar al olvido.
¿Y la historia? Entre menos se diga, mejor... un pastiche de clichés tomados de Behind the Music y similares documentales sobre ascenso al éxito, estrepitoso fracaso y eventual redención. Pero no importa, porque la cinta ofrece risas casi constantes y brillantes parodias de una industria que las necesita urgentemente.
Estructurada como pseudo-documental, Popstar: Never Stop Never Stopping sigue las aventuras de Conner4Real, un artista con buen corazón, pero tan afectado por la fama que ya perdió contacto con el mundo real. Su "entourage" incluye, entre otros, un especialista en cejas, dos cargadores de paraguas (uno para lluvia y otro para sol), un “manipulador de perspectiva” (no pregunten), y un golpeador de testículos (para mantener la humildad). Y así, entre excesos y crisis personales, vemos cómo colapsa lentamente el imperio de Conner4Real, y los esfuerzos de su manager Harry (Tim Meadows) y su publicista Paula (Sarah Silverman) para mantener viva a la gallina de los huevos de oro.
Pero, como dije, lo importante son los videos musicales, los continuos cameos de figuras populares, desde Ringo Starr hasta Mariah Carey (pongan atención al chef de Conner), y los bizarros desvaríos que tan acertadamente maneja The Lonely Island. Es cierto que no todos funcionan, pero el promedio tiende a ser positivo (en mi humilde opinión); y también ayuda mucho la presencia de sólidos comediantes en papeles secundarios. Además de Silverman y Meadows, tenemos a Maya Rudolph, Joan Cusack, Imogen Poots, Chris Redd, Will Arnett, Chelsea Peretti, Eric André, Bill Hader, y muchos más. Popstar: Never Stop Never Stopping es el tipo de película dispuesta a todo para congraciarse con el público, desde una oscura referencia a Tony! Toni! Toné! hasta un elaborado número musical que sexualiza la muerte de Bin Laden. Y la mayor parte sin cobijarse en vulgaridad excesiva. Desde luego hay drogas, groserías, y un par de escenas bastante explícitas, pero son la minoría; cuando hay tantas y tan variadas ideas para la avalancha de chistes, no hace falta aludir constantemente a fluidos corporales ni obscenidades sin justificación. De cualquier modo dudo que sea una cinta apropiada para niños.
Entonces, para fans de The Lonely Island, Popstar: Never Stop Never Stopping ofrece una gran dosis de su característico humor, a veces en forma de costosas secuencias musicales (como el video "Equal Rights"); a veces en la simple interacción de tres amigos durante un momento emotivo; y a veces en la humillación de Justin Timberlake. Aún así creo que prefiero los cortos digitales, donde la variedad de temas y estilos visuales enriquecía la comedia. Habiendo dicho eso, seguiré esperando la película de Laser Cats.
Calificación: 8

IMDb

Wednesday, October 12, 2016

Hunt for the Wilderpeople



Síntomas: El niño maori Ricky Baker (Julian Dennison) ha sido expulsado de muchos hogares adoptivos por su mala actitud y largo historial de infracciones menores. Entonces, para alejarlo de las tentaciones de la ciudad, la trabajadora social encargada de Ricky lo asigna a Bella (Rima Te Wiata) y Hector Faulkner (Sam Neill), una pareja madura que vive en una remota granja. Bella es tolerante y cariñosa, pero Hector no quiere saber nada de Ricky; sin embargo un trágico evento los obligará a cooperar para sobrevivir en los densos bosques de Nueva Zelanda.

Diagnóstico: Me da gusto que el cineasta neozelandés Taika Waititi (responsable por el genial pseudo-documental What We Do in the Shadows) se haya integrado al Universo de Marvel como director de Thor: Ragnarok (ojalá Hollywood no arruine su talento); pero antes de ver lo que puede hacer con un "blockbuster" de esa magnitud, tenemos oportunidad de disfrutar su peculiar "voz" artística en Hunt for the Wilderpeople, otra astuta comedia donde Waititi muestra igual afecto y comprensión por varios excéntricos personajes rechazados por la sociedad, pero aún así repletos de humanidad.
El concepto básico es poco original: un viejito gruñón y un niño rebelde no se soportan, pero eventualmente cambian de actitud y aprenden muchas cosas uno del otro. Suena como típico drama familiar de Hallmark; sin embargo, bajo la dirección de Waititi (también autor del libreto, inspirado en la novela "Wild Pork and Watercress" de Barry Crump) Hunt for the Wilderpeople revela insospechados niveles de ingenio narrativo, humor al mismo tiempo cálido y subversivo, y un elocuente mensaje sobre la importancia de valerse por uno mismo y forjar su propio camino, independientemente de lo que piensen los demás. "Remar en tu propia canoa", como diría Ron Swanson (con quien el personaje de Hector Faulkner tiene bastantes similitudes).
Sam Neill es absolutamente brillante como Hector, un campesino hosco y lacónico que básicamente viviría como salvaje si no fuera por la influencia positiva de su esposa Bella, interpretada por Rima Te Wiata (quien dejó muy buena impresión en la notable Housebound). La edad le sienta muy bien a Neill, a quien no había visto en una producción neo-zelandesa desde la memorable The Piano (1993); sobra decir que su talento está intacto, y que deberían contratarlo más seguido en Hollywood (también lo veremos en Thor: Ragnarok, aparentemente).
El niño Julian Dennison fue un fantástico descubrimiento, igualando a Neill en talento e instinto humorístico, lo cual se manifiesta por igual durante los momentos cómicos y los pasajes dramáticos o melancólicos. En el fondo Hunt for the Wilderpeople es una amable cinta familiar, pero no teme mostrar algunas crueles realidades de la vida, así como la mejor manera de asimilarlas con ayuda de gente que las entiende.
Y, ¿qué decir de los paisajes neo-zelandeses? Creo que desde la trilogía de Lord of the Rings (o quizás desde Xena: Warrior Princess) no había visto los escenarios naturales de Nueva Zelanda retratados con tal afecto y cruda belleza (cortesía del director de fotografía Lachlan Milne). Hablando de lo cual, Hunt for the Wilderpeople incluye algunas instancias de animales muertos (después de todo Hector vive de la cacería). SPOILER: Y también aparecen dos encantadores perritos ("Zag" y "Tupac", interpretados por Finn y Tuss, respectivamente), pero solo uno sobrevive. FIN DEL SPOILER. Es una escena triste (simulada, desde luego) que me amargó un poco la experiencia, pero me pareció totalmente válida para reafirmar la relación entre Hector y Ricky. Sería injusto disuadir a alguien de ver esta excelente cinta tan solo por esa escena.
En resumen, Hunt for the Wilderpeople probablemente estará entre mis películas favoritas del año. El humor varía entre sutileza y ridiculez, con momentos de auténtica genialidad y sátira de los estereotipos neo-zelandeses (los mejores ejemplos son la trabajadora social y el policía); pero por debajo de la comedia yace una fuerte veta emocional que a fin de cuentas es lo que terminaré recordando de esta maravillosa aventura fílmica. En serio, no puedo esperar para ver qué hace Taika Waititi con Thor. O con los hombres lobo de We're Wolves.
Calificación: 9.5

IMDb

Tuesday, October 11, 2016

Pasión por las Letras (Genius)



Síntomas: En la ciudad de Nueva York, al borde de la Gran Depresión de 1929, Maxwell E. Perkins (Colin Firth) se ha convertido en el editor estrella de la Casa Editorial Scribner, y ha trabajado con luminarias literarias como Ernest Hemingway (Dominic West) y F. Scott Fitzgerald (Guy Pearce); pero cuando recibe el primer manuscrito de Thomas Wolfe (Jude Law), Perkins reconoce un raro talento en bruto que necesita refinarse para convertirse en uno de los más exitosos novelistas de su época.

Diagnóstico: Las palabras clave son: "de su época". A pesar de mi gusto por la lectura, debo admitir que nunca había oído del autor Thomas Wolfe (no confundir con el moderno Tom Wolfe, más conocido por vestir siempre de blanco y por haber escrito The Right Stuff, The Bonfire of the Vanities y The Electric Kool-Aid Acid Test). Sin embargo, la película Pasión por las Letras me enseñó que Thomas Wolfe fue un novelista muy famoso en la primera mitad del siglo veinte, y que su obra influyó en escritores de la talla de William Faulkner, Jack Kerouac y Ray Bradbury. Sin embargo, como otras oblicuas biografías, Pasión por las Letras no se enfoca en Wolfe mismo, sino en Maxwell Evarts Perkins, el editor de la Casa Scribner (que aún existe, pero como parte de Simon & Schuster) que reconoció el talento de Wolfe por debajo de su exuberante personalidad y caótico proceso creativo.
Al principio parece extraño dedicar una película a la relación entre Perkins y Wolfe, en vez de utilizar a los más famosos Hemingway y Fitzgerald, quienes aparecen en la cinta como figuras secundarias, aconsejando a Perkins o sirviendo como contraste del excéntrico Wolfe; pero eventualmente me di cuenta de que Pasión por las Letras (al igual que la novela de A. Scott Berg que la inspiró) busca trascender la simple función biográfica para sumergirnos en el arcano proceso de edición, donde un individuo mitad artista y mitad mercadólogo se "atreve" a modificar una obra literaria (en colaboración con el autor, desde luego), con el fin de mejorarla e incrementar sus posibilidades de éxito económico. Es una volátil mezcla de arte y comercio poco comprendida, incluso por los aficionados a la lectura.
Y ahí es donde encontramos el poder de Pasión por las Letras; además de mostrarnos la vida profesional y doméstica de dos individuos unidos por la literatura, presenciamos el fascinante proceso de moldear una novela a través de un incansable "estira y afloja" entre la pasión del artista y la inexorable lógica del editor.
Sí, ya sé... no suena como un tema particularmente dinámico o emocionante; pero para eso están los carismáticos actores que se encargan de enganchar nuestra atención, aportando energía y vitalidad a las secas escenas en polvorientas oficinas y bares de mala muerte (aparentemente el alcohol es parte esencial del proceso de edición). Colin Firth es perfecto como Maxwell Perkins, irónicamente lacónico a pesar de su vasto conocimiento del lenguaje. Pocos actores podrían expresar tanto con un minúsculo giro de ojos o discreta sonrisa. Jude Law interpreta lo opuesto: un genio pomposo y grandilocuente con auténtico talento que su ego es incapaz de controlar. La interacción entre ambos extremos crea drama creíble y escenas sin duda impactantes... siempre y cuando disfrutemos discusiones sobre adjetivos, sintaxis y el balance entre lírica y mensaje. Un similar contraste existe entre sus esposas Louise Perkins (Laura Linney) y Aline Bernstein (Nicole Kidman); Louise brinda balance a la vida personal de Maxwell, mientras que Aline es tan apasionada que llega a sentir celos por el tiempo que Thomas pasa con su editor. Sus actuaciones son igualmente buenas, aunque la sub-trama de Aline me pareció el elemento más prescindible de la película.
Sobra decir que Pasión por las Letras es una película madura y parsimoniosa que podría recomendar para aficionados al drama adulto que no necesariamente atrae un público casual. Las actuaciones bastan para justificar la película, pero lo más interesante para mi fue el análisis del proceso creativo-comercial que convierte un manuscrito en un auténtico libro. Aunque no diré que me dieron ganas de leer la obra de Thomas Wolfe. Demasiado florido para mi gusto.
Calificación: 8

IMDb

Monday, October 10, 2016

Kubo y la Búsqueda Samurai (Kubo and the Two Strings)



Síntomas: El niño Kubo (voz de Art Parkinson) vive en una cueva junto al mar, donde cuida a su madre enferma con dinero que gana animando figuras de origami con la magia de su "shamisen" (guitarra de tres cuerdas). Pero cuando Kubo intenta contactar al espíritu de su padre durante el Festival de los Ancestros, desata la ira de varias entidades sobrenaturales que deberá combatir con ayuda de un escarabajo samurái (voz de Matthew McConaughey) y de un mono llamado... Mr. Monkey (voz de Charlize Theron).

Diagnóstico: Fue una revelación descubrir que las dos películas animadas que más me han gustado este año (la otra fue Zootopia) no tienen nada que ver con Pixar. Supongo que era inevitable pues, por un lado, ya no veo tanta películas animadas como antes; y por otro lado, Pixar dejo de ser garantía de calidad excepcional desde hace mucho tiempo (¿en que año se estrenó Cars? Eh, no importa).
Kubo y la Búsqueda Samurái (¿qué demonios significa eso?) fue realizada por el estudio americano Laika, y lo primero que llama la atención es su inusual técnica, combinando la hermosa estética artesanal de las maquetas y stop motion, con la flexibilidad y realismo de la animación digital. Ya habíamos visto algo similar en las previas cintas de este estudio (como Coraline y ParaNorman), pero rara vez con la escala y ambición de Kubo y la Búsqueda Samurái; en serio, después de ver la película busquen el "detrás de las cámaras" (aquí está) para asombrarse con todas las cosas que parecían digitales y resultaron ser prácticas. Y lo mejor es que esta fusión de técnicas no solo resulta notable por las extraordinarias imágenes que produce, sino por su valiosa contribución a la narrativa de la película. En otras palabras, el diseño y ejecución de lugares y personajes forman parte integral de la historia, en vez de ser mero adorno para distraer a los niños y vender juguetes (personalmente me gustaría comprar el samurái de origami que ayuda a Kubo durante su aventura).
Dicha historia, sin embargo, se siente un poco ordinaria, al menos desde el punto de vista estructural; se trata simplemente de otro niño "especial" con una imposible misión que requiere sobreponerse a sus inseguridades, resolver sus sentimientos hacia una figura paterna desaparecida, y aprender a colaborar con aliados (y quizás enemigos) que representan metafórica o literalmente los retos de la madurez y las responsabilidades de la vida adulta. Básicamente otro relato "coming of age" envuelto en un contexto fantástico para hacerlo más asimilable y atractivo.
Afortunadamente la genialidad de Kubo y la Búsqueda Samurái reside en los detalles; desde el ambiguo período histórico de la película, rico en cultura japonesa pero sin ceñirse a una época específica; hasta la facilidad con la que el director Travis Knight y sus guionistas introducen elementos fantásticos sin requerir complicadas explicaciones ni estorbosos preámbulos tan comunes en este tipo de cine. Otros directores se hubieran protegido con una torpe narración introductoria, pero Knight empieza en plena acción y deja que los eventos y personajes llenen gradualmente los huecos del argumento; e incluso se atreve a dejar muchas preguntas sin respuesta, añadiendo misterio y la sensación de que apenas estamos atisbando un rincón de un complejo universo mitológico.
Los actores de voz (muchas gracias al distribuidor por traer a México la versión subtitulada) realizan un excelente trabajo, ya sean famosos (Matthew McConaughey como el escarabajo, Charlize Theron como el mono) o relativamente desconocidos (Art Parkinson como Kubo, expresando el punto exacto entre inocencia infantil y responsabilidad adulta). Y desde luego Knight reclutó algunas voces memorables para elevar ciertos papeles secundarios, incluyendo a Ralph Fiennes, Rooney Mara, Brenda Vaccaro y el inimitable George Takei. De hecho es muy imitable. Escuchen esto: "Oh, my". Je, je. Idéntico.
Rara vez me dan ganas de ver dos veces una película en el cine; y aunque en este caso sería más por las imágenes que por la historia, Kubo y la Búsqueda Samurái (¿la búsqueda misma tiene propiedades de samurái, o debería ser "la Búsqueda DEL Samurái, o simplemente metieron la palabra "samurái" para indicar acción y artes marciales?) sigue siendo una experiencia absolutamente recomendable para toda la familia, y elocuente testimonio de la capacidad del stop motion para competir con cualquier obra digitalmente animada. Sí, incluyendo las de Pixar; hay algo mágico en la existencia física de escenarios y personajes que la computadora simplemente no puede imitar. Quizás son aquellas microscópicas imperfecciones que evocan nuestra propia falibilidad. Suena cursi, pero ahora díganlo con la voz de George Takei.
Calificación: 9

IMDb

Saturday, October 8, 2016

Sangre de Mi Sangre (Blood Father)



Síntomas: Cuando la joven Lydia Carson (Erin Moriarty) se mete en problemas con una banda de criminales, decide contactar a su padre John (Mel Gibson), a quien no había visto en muchos años. John acepta ayudarla pero, ¿qué podrá hacer un ex-presidiario ex-alcohólico y acabado?

Diagnóstico: ¿Una hija en peligro y un padre dispuesto a todo para protegerla? ¿Estamos viendo otro refrito de Taken? Afortunadamente no. En todo caso diría que Sangre de Mi Sangre se parece más a la reciente Term Life, pero como casi nadie la vio, no hay problema.
Por cierto, el título mexicano de Sangre de Mi Sangre me hizo creer por un momento que se trataba de la cinta italiana de vampiros que tanto me han recomendado... pero obviamente no fue así; sólo otro chasco del Maestro Traductor cuya misión en la vida es confundir al público tanto como sea posible. Fin del comentario editorial.
Regresando al punto, Sangre de Mi Sangre no es un clon de Taken, pero eso no significa que sea particularmente original. Aún así la competente dirección de Jean-François Richet (responsable por el sólido remake de Assault on Precinct 13) y las enérgicas actuaciones de Mel Gibson y Erin Moriarty (más conocida como Hope en Jessica Jones) rescatan la situación, creando un denso trasfondo emocional que rara vez encontramos en el moderno Cine B. Porque, a fin de cuentas, eso es Sangre de Mi Sangre... una modesta B-Movie que entretiene con máxima eficiencia, sin adornos ni relleno innecesario. Bueno, exceptuando esa larga secuencia con Michael Parks como ex-biker; me gustó verlo actuando de verdad, aunque no fuera muy relevante para la trama.
Incluso diría que todo el asunto de los criminales sirve tan sólo como catalizador de la relación entre el padre y su hija, separados durante tanto tiempo que son prácticamente desconocidos; sin embargo persiste el inquebrantable afecto familiar que los motiva a superar sus debilidades para ofrecerse mutuo apoyo.
¿Qué es esto, una película del canal Lifetime?
Habiendo dicho eso, la historia no puede evitar ocasionales tropiezos; la relación entre John y Lydia progresa con inverosímil rapidez; la joven parece demasiado "normal" para el estilo de vida que llevaba; y cuando John busca información entre sus antiguos colegas, las respuestas llegan muy fácil y con convenientes conexiones con figuras de su pasado; supongo que todos los delincuentes pertenecen al mismo club, o algo así. De cualquier modo el libreto de Peter Craig y Andrea Berloff (basados en una novela de Craig) mantiene un buen nivel de inteligencia, añadiendo agradables destellos de humor y suficiente honestidad en los puntos clave de la historia para ayudarnos a tragar las aventuras de esta disfuncional familia, en la cual incluiría al personaje de Kirby, el mejor amigo de John, interpretado por el siempre confiable William H. Macy (la "H" es inicial de "Hall"; siempre tuve esa curiosidad). Mel Gibson nos confirma que sigue en plena forma, aprovechando su madurez para añadir carácter al abrumado personaje... y también explotando su historial de racismo, con algunos graciosos/ofensivos insultos contra México. En fin, digamos que esa es la opinión del ficticio John, y no del real Mel (espero).
Por su parte, Erin Moriarty hace un buen trabajo como hija pródiga, a veces muy avispada, a veces ingenua, pero siempre sincera en su misión de redimirse sin arruinar la incipiente relación con su padre. Finalmente, Diego Luna evita las habituales exageraciones de los villanos en B-Movies, dándole mayor realismo como agente de bienes raíces con un "hobby" demasiado lucrativo.
En cuanto a la acción, la cinta incluye algunas balaceras y persecuciones, pero son bastante esporádicas; Sangre de Mi Sangre encaja mejor en el género de thriller, con mayor énfasis en suspenso que en violencia.
En resumen, Sangre de Mi Sangre me pareció una cinta modesta pero bastante entretenida, recomendable para pasar el rato sin grandes complicaciones. Los fans de Mel Gibson se alegrarán de re-encontrar su viejo talento; y sus detractores verán que aprendió algo de sus errores públicos. Sobrevivir a toda costa en una industria que nunca olvida... no esperaba menos del original Mad Max.
Calificación: 8

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