Tuesday, September 29, 2015

The Editor



Síntomas: Rey Ciso (Adam Brooks) era el mejor editor cinematográfico del mundo hasta que perdió los dedos de su mano derecha, y ahora trabaja con ayuda de una asistente en las violentas películas "giallo" del productor Francesco Mancini (Kevin Anderson). Pero cuando alguien empieza a matar a los actores en su más reciente proyecto, la línea divisoria entre realidad y ficción parece desaparecer...

Diagnóstico: El colectivo canadiense Astron-6 (Steve Kostanski, Adam Brooks, Matthew Kennedy, Conor Sweeney y Jeremy Gillespie) se ha especializado en parodiar la década de los ochentas con películas desbordantes de estilo, energía, y un particular sentido del humor que las hace trascender la simple nostalgia para convertirse en algo especial y memorable por sí mismas. Hasta el momento Astron-6 había satirizado el cine slasher con Father's Day, y la ciencia ficción post-apocalíptica con Manborg (por no mencionar sus numerosos cortometrajes, muchos de los cuales pueden verse en YouTube). Y ahora The Editor, su nueva cinta, realiza un homenaje/parodia del "giallo"; aquellos thrillers policíacos bañados en sangre y sexualidad que se popularizaron en Italia durante los setentas y ochentas. El más conocido exponente de esta corriente es, desde luego, Dario Argento, pero son muchos los que contribuyeron al sórdido género, incluyendo Sergio Martino, Umberto Lenzi y Mario Bava (algunos dirían que hasta Brian De Palma pertenece al movimiento).
Habiendo dicho todo eso, debo confesar que no soy muy aficionado al giallo. Sin duda aprecio su propensión al "gore" y la violencia (rara vez realista, pero siempre excesiva), y también me gusta la distintiva música electrónica que habitualmente lo acompaña (también conocida como "el sonido Goblin"); pero, con excepción de las cintas de Dario Argento, el giallo me parece simplista y repetitivo, con argumentos confusos e incoherentes que rara vez satisfacen en el más elemental nivel narrativo.
Afortunadamente esos "problemas" se convierten en virtudes cuando se filtran por la sensibilidad de Astron-6. El argumento de The Editor tiene todos los ingredientes requeridos por la receta (por no mencionar decenas de referencias a las obras e individuos que la inspiraron): muertes grotescas, mediocres efectos especiales, mujeres hermosas, mal doblaje, misoginia anacrónica, y una multitud de sospechosos que podrían ser el misterioso asesino de los guantes negros. ¿Será el arrogante actor que quiere un mejor papel en la película? ¿La actriz con ceguera histérica? ¿O el editor con un pasado de violencia y crisis psicológicas? Por cierto, todas las víctimas aparecen con los dedos mutilados, igual que el editor. Curioso.
La exagerada imitación de esos elementos es esencial para el humor de The Editor, pero no es su única cualidad. Como han hecho en sus previas películas, Astron-6 se sale gradualmente del terreno conocido para añadir torcidas digresiones e inesperadas sorpresas, incluyendo una serie de "twists" finales, cada uno más bizarro que el anterior, hasta llegar a un "final final" al mismo tiempo ingenioso y ridículo que me dejó con una sonrisa. Ahora que lo pienso, era obvio desde el principio...
Por el lado negativo, The Editor se siente tan larga y repetitiva como las cintas que pretende emular... lo cual es parte de su misión, supongo, pero no me evitó un par de bostezos y varias miradas al reloj. Quizás el problema sea que The Editor es la cinta más "normal" de Astron-6. A pesar de sus desvaríos creativos y visuales, casi parece una legítima película giallo; buena muestra de disciplina por parte de los cineastas, pero una decepción de mis expectativas sobre algo más extremo e impactante. Tal vez fue un error esperar algo tan estrambótico como Father's Day. Obviamente el grupo está madurando y sin duda seguiré muy interesado en sus obras futuras.
En el micro-universo de los homenajes, sátiras y "revivals" del cine giallo, yo ubicaría The Editor más o menos a la par de Amer y Berberian Sound Studio, pero por debajo de la sublime The Strange Color of Your Body's Tears, la cual fue básicamente incomprensible, pero con un manejo más fino y artístico del estilo giallo. Por otro lado, el personaje del editor de The Editor fue interpretado por Adam Brooks, quien también editó la película. Tan solo esa delirante meta-ironía basta para ponerla en un nicho particular que excluye cualquier otra consideración. Realmente existe un ignoto universo detrás de la moviola.
Calificación: 8.5

IMDb

Saturday, September 26, 2015

Sin Escape (No Escape)



Síntomas: Jack Dwyer (Owen Wilson), su esposa Annie (Lake Bell) y sus dos hijas acaban de mudarse a un país asiático para que Jack trabaje en una empresa transnacional... y de inmediato estalla un golpe de estado, con violentos disturbios callejeros y pandillas de disidentes ejecutando extranjeros por toda la ciudad. ¿Hasta dónde llegaran Jack y Annie para salvar a su familia?

Diagnóstico: La trama de Sin Escape parece engañosamente simple, pero ofrece incontables complicaciones y oportunidades para poner en peligro a la fotogénica pareja protagónica que, cosa rara, no posee "habilidades especiales", excepto su tenacidad y deseos de sobrevivir. Fue una agradable sorpresa entrar al cine esperando otra inepta variación de Taken, y encontrar un relato más realista y personal, fundamentado en emociones humanas en vez de balazos y explosiones.
Permítanme aclarar: hay abundantes balazos y explosiones en Sin Escape, pero no se utilizan como adorno visual ni fetiche pirotécnico, sino como auxiliar dramático que complementa la desesperada situación de la familia Dwyer. Esto representa el principal acierto de la cinta, aunque al mismo tiempo la hace un poco... no sé... blanda e impersonal.
Owen Wilson y Lake Bell forman una sólida pareja cinemática, con amplio talento para dominar por igual el melodrama familiar y las tensas persecuciones que los obligan a hacer cosas de las que jamás se imaginaron capaces. Creo que este es el primer papel de acción para Owen Wilson desde Behind Enemy Lines (allá por el año 2001) y le queda bastante bien, pues no depende tanto de su desempeño físico, sino de la fuerza interna que debe acopiar para mantener con vida a su esposa e hijas. Lo mismo aplica para Lake Bell, cuyos habituales roles humorísticos tienden a ocultar su capacidad para proyectar tremenda intensidad (aunque ya habíamos visto su rango real en Black Rock).
El que me decepcionó un poco fue Pierce Brosnan. Su actuación es funcional, pero el personaje que interpreta es un cliché viviente, y ni siquiera se siente necesario; simplemente es una figura anti-heroica para contrastar con la familia Dwyer... un "tiburón" inglés al lado de los "peces fuera del agua" norteamericanos que no fueron capaces de prepararse en lo más mínimo antes de mudarse a un país tan distinto del suyo. Ese es el problema eterno de los guionistas: quieren que sus personajes parezcan inteligentes, pero los obligan a cometer errores absurdos cuando necesitan una crisis motivadora, o algo así. Bueno, regresando al punto, si Hammond (el personaje de Pierce Brosnan) hubiera sido el auténtico protagonista (en vez de participar tan sólo en dos o tres escenas), Sin Escape sería ese clon de Taken que yo temía... y sin embargo sospecho que me hubiera gustado un poco más. Ya sé... nunca estoy contento.
El director John Erick Dowdle se forjó en el género de terror (Quarantine, Devil, y As Above, So Below), y parece que lidiar con zombies, demonios y fantasmas fue buena preparación para los más mundanos (y al mismo tiempo más temibles) horrores de la guerra civil y la familia en peligro. Su dirección se siente muy natural, aunque no faltan algunos trucos visuales para darle más estilo a la producción.
En resumen, Sin Escape me pareció un competente thriller de acción con más sustancia de lo normal, aunque no suficiente para hacerla realmente memorable. Podría recomendarla como  pasatiempo desechable de fin de semana, con el efecto adicional de eliminar todo deseo de visitar el sudeste de Asia. Con razón nunca mencionan el país al que se mudaron los Dwyer... así no hay riesgo de demandas o incidentes internacionales. A veces los abogados son tan importantes para una película como los escritores.
Calificación: 7.5

IMDb

Friday, September 25, 2015

Los Huéspedes (The Visit)



Síntomas: La niña Becca Jameson (Olivia DeJonge) y su hermano menor Tyler (Ed Oxenbould) se disponen a pasar una semana con sus abuelos maternos, a quienes no conocían porque su madre estuvo peleada con ellos durante muchos años. Becca quiere hacer un documental de la visita para mostrarlo a su madre... pero lo que graba con su cámara de video son eventos muy extraños que sugieren algo siniestro en la acogedora granja de los abuelos.

Diagnóstico: M. Night Shyamalan incursiona en la corriente del "found footage". ¿Estrategia desesperada o redención artística? La verdad será revelada... al final.
A estas alturas cuesta trabajo entusiasmarse por una nueva película de M. Night Shyamalan (hace quince años lo describían como "el nuevo Spielberg"); pero después de todos sus chascos y horribles decepciones, sigo pensando que es un excepcional director saboteado por inmensa arrogancia y malas decisiones como guionista. Para bien o para mal, Los Huéspedes no confirma ninguna de esas afirmaciones; la dirección no fue espectacular, y el libreto no fue tan malo como temía. En resumen: una mediana cinta de "found footage" con sólidos momentos de suspenso y una premisa refrescantemente simple, cuyo obligatorio "twist" no es demoledor, ni pretende serlo... simplemente adecuado para cerrar la historia de manera satisfactoria.
Los actores jóvenes me parecieron bastante buenos, manteniendo sin esfuerzo una simpática dinámica fraternal cuya naturalidad nos ayuda a aceptar la rancia técnica de video casero. Sin embargo el libreto los hace ver ocasionalmente precoces y sobre-articulados, no en el sentido cómico-post-moderno de Kevin Williamson, sino en el más pedante estilo de... sí, M. Night Shyamalan. Por cierto, no se si habrá sido intencional, pero las pretensiones artísticas de Becca como documentalista podrían interpretarse como una sátira del mismo Shyamalan, en un raro desplante de meta-humor. O tal vez cree que tomaremos en serio líneas como "Deja que el columpio se mueva orgánicamente". Como sea, el humor funciona para acentuar el misterio de los abuelos, quienes a veces parecen poseídos, y en otras ocasiones son tan dulces como cualquier niño podría desear.
También me gustó la ausencia casi total de música, realzando la atmósfera de aislamiento y melancolía rural; creo que hasta los ocasionales sobresaltos funcionaron mejor sin los estridentes acentos orquestales que generalmente se usan (y abusan) en otras películas de terror.
Hablando de lo cual, tal vez debería aclarar que Los Huéspedes no es exactamente terror; más bien se trata de un clásico "thriller psicológico" que examina la gradual disolución mental de dos ancianos separados de la sociedad, cuyos valores tradicionales contrastan con la vivaz e irreverente actitud de dos "tweeners" sumergidos en "gadgets" y tecnología digital. ¿O acaso hay alguna explicación sobrenatural para el errático comportamiento de los abuelos? Los mejores momentos de Los Huéspedes (en mi humilde opinión) fueron los que nos obligan a cuestionar esa premisa. Hay algo triste y casi trágico en el constante refrán de "ya están viejos; por eso son así" para justificar sus más bizarros desplantes. O quizás estoy proyectando mis temores, ahora que me encuentro más cercano a la senectud. Como sea, hay muchas y mejores películas para recibir sobresaltos; pero este tipo de reflexiones existenciales son menos comunes en el género fantástico, así que aprecio el esfuerzo de Shyamalan por incluirlas en su película (incluso si fue accidentalmente).
Por el lado negativo, Los Huéspedes se siente larga a pesar de durar apenas noventa minutos. Hay demasiadas escenas repetitivas que pretenden añadir profundidad a los personajes, pero se sienten como excusa para estiraaaaaar los períodos entre "sustos", y retrasar tanto como sea posible el inevitable "twist" final (esas aspiraciones raperas del niño me parecieron insufribles).
Entonces, la respuesta es: no. Los Huéspedes no fue el triunfal regreso de M. Night Shyamalan, pero podría parecerlo si la comparamos con sus obras de los últimos diez años. Creo que se trata de un interesante thriller, bien actuado y dirigido, cuyos ocasionales problemas provienen de la forzada técnica "casera", y de un libreto lento y monótono que no guarda tantas sorpresas como el director (y probablemente el público) esperaba. Aún así Los Huéspedes reforzó mi esperanza de que el Sr. Shyamalan le de una vuelta a su carrera, y regrese a la aclamación de antaño. Ese "twist" ciertamente me dejaría pasmado. ¿Podrá "el nuevo Spielberg" convertirse en el viejo Shyamalan?
Calificación: 7

IMDb

Wednesday, September 23, 2015

Air



Síntomas: Después de un conflicto nuclear que dejó la Tierra inhabitable, se construyeron bases subterráneas para mantener en animación suspendida a los técnicos y científicos que algún día podrían reconstruir la civilización humana. En una de esas bases, los ingenieros Bauer (Norman Reedus) y Cartwright (Djimon Hounsou) despiertan de su hibernación para hacer un chequeo semestral de los sistemas eléctricos; pero un accidente pone en peligro la integridad de la base, y tendrán que luchar contra la adversidad para cumplir su delicada misión.

Diagnóstico: La película Air es un buen ejemplo de una historia minimalista que aprovecha al máximo sus austeras locaciones, su minúsculo elenco, y una premisa fácilmente asimilable, pero con ingeniosas sorpresas para compensar su simplicidad. Obviamente Air se realizó con muy poco dinero, pero no lo aparenta; sus limitaciones forman parte integral del relato, y nunca sentimos que el director Christian Cantamessa estuviera "ahorrando dinero", sino realizando una película bajo las condiciones exactas para cumplir su potencial y garantizar un sólido núcleo emocional que nos invita a preguntarnos qué haríamos en las mismas circunstancias.
El asunto de las bases subterráneas como refugio de la guerra nuclear (o similares catástrofes) es una fórmula bien conocida en la ciencia ficción y la literatura sobre conspiraciones (mi favorita es la supuesta base en Dulce, Nuevo México). Esto permite al director conducir la historia de manera fluida y natural, sin detenerse a cada paso para explicar la situación o abrumarnos con detalles logísticos sobre la función de los protagonistas. Y cuando hace falta un poco de claridad, el guión de Chris Pasetto la integra sutilmente en forma de detalles de diseño o eficientes diálogos que transmiten la información necesaria sin complicar la trama ni alterar su tenso tono.
Sin embargo el eje de la película reside en la interacción de los personajes interpretados por Norman Reedus y Djimon Hounsou, cuyas marcadas diferencias físicas e ideológicas no impiden la existencia de una sincera lealtad forjada en circunstancias al mismo tiempo únicas (después de todo es el fin del mundo), y familiares para quien haya entablado amistades por "proximidad laboral" (como diría Ron Swanson). Pero al mismo tiempo sabemos que ambos guardan secretos que podrían cambiar fundamentalmente su relación, si las condiciones se vuelven suficientemente desesperadas... como sin duda ocurrirá, o de otro modo no habría película.
Por el lado negativo Air se siente en ocasiones más larga de lo necesario, sobre todo en lo que respecta a una sub-trama romántica (quizás imaginaria) que involucra a uno de los ingenieros y a una mujer en animación suspendida. Supongo que este es el "mcguffin" necesario para generar conflicto y confundir aún más las emociones de los personajes... pero la situación en el bunker parece suficientemente difícil por sí misma, y no sé si la adición de una trillado romance aporta algo realmente valioso, o es tan solo una distracción para no tener a dos fulanos discutiendo durante hora y media . Sin embargo me dio gusto ver en la pantalla a Sandrine Holt, una talentosa pero menospreciada actriz inglesa que siempre añade carácter e intensidad a los roles secundarios que generalmente interpreta (desde 24 hasta The Returned).
A fin de cuentas me gustó Air y podría recomendarla para fans de la ciencia ficción seria (sobre todo en su variedad post-apocalíptica), con énfasis en ideas y actuaciones, en vez de efectos especiales. Como he escrito antes, las raíces del género residen justamente en la propuesta de nuevos conceptos, creativas tangentes de la realidad, y en el desafío de las expectativas que albergamos sobre el futuro de la humanidad. Rara vez encontramos eso en los grandes "blockbusters", pero sigue presente en el cine independiente, donde es más difícil de encontrar, y por lo tanto más satisfactorio... aunque a veces se contamine con un poco de romance.
Calificación: 7.5

IMDb

Monday, September 21, 2015

Everest



Síntomas: En 1996, una expedición turística en las laderas del Monte Everest guiada por el montañista Rob Hall (Jason Clarke) encuentra severo clima que hace aún más difícil el ya de por sí peligrosísimo ascenso a la cima.

Diagnóstico: No sé si será la edad, o mi costumbre de ver The History Channel cuando tengo insomnio (al menos lo hacía cuando aún transmitían reportajes interesantes, en vez de basura de "reality"), pero el caso es que cada vez siento menos interés por películas "basadas en hechos reales". En varias ocasiones me ha gustado menos una película porque ya había visto un documental sobre los "hechos reales" que la inspiraron (algunos ejemplos: Valkyrie, Zero Dark Thirty, American Sniper). Creo que, a pesar del melodrama amplificado y la experta implementación de todas las herramientas cinematográficas, las versión "dramatizadas" tienden a sentirse menos impactantes y más artificiales que el escueto relato de la realidad. Y, si el director de un documental hizo bien su trabajo, ese "escueto" relato puede tener la misma intensidad emocional de cualquier actuación o libreto hollywoodense.
Este fenómeno (o manía personal) me inspiró bajas expectativas por la nueva cinta Everest, pero me complace decir que jamás sentí la historia disminuida por los mencionados factores "artificiales". Por el contrario, el director islándico Baltasar Kormákur y su hábil elenco nos llevan hasta el corazón de la tormenta (literal y figurativamente), logrando que no solo sintamos los rigores de la expedición, sino la motivación y carácter de los audaces (¿o insensatos?) alpinistas.
También me extrañó un poco que Kormákur no hubiera elegido dramatizar la primera exitosa llegada a la cima del Everest en 1953 (realizada por Edmund Hillary y Tenzing Norgay). En vez de eso, el libreto se enfoca en una expedición recreativa que tuvo lugar más de cuarenta años después, cuando el reto del Everest ya se había transformado en un "paquete guiado" que ofrecían varias compañías especializadas en "turismo extremo". Pero al final quedé convencido de que fue una buena idea pues, además de mostrarnos las inspiradoras aventuras y devastadoras tragedias que sufrieron los protagonistas, Everest nos permite un raro atisbo a la infraestructura (práctica, turística y económica) que se ha creado alrededor de la montaña, y los ineludibles problemas de logística que implican subir (y, más importante, bajar con seguridad) el pico más alto del mundo.
Los actores se encargan de dar abundante personalidad a los exploradores, lo cual es muy importante en un relato sin héroes ni villanos, donde los personajes pasan casi todo el tiempo con los rostros ocultos por espesas barbas, escarcha y goggles. Pero aún así comprendemos perfectamente sus variadas motivaciones y actitudes para enfrentar un desafío tan grande, balanceando adecuadamente la sensación de "triunfo del espíritu humano" con sus dramas individuales, mucho más simples y asimilables para el espectador casual que no sabe nada sobre alpinismo (como yo). Jason Clarke, en el papel del empresario neo-zelandés Rob Hall, podría considerarse como protagonista, pero todos comparten similar importancia en la narrativa, incluyendo a Jake Gyllenhaal como su amigo/rival Scott Fischer; Emily Watson como Helen Wilton, coordinadora del "campamento base" en las faldas de la montaña; y hasta Keira Knightley en el corto pero emocional papel de Jan Arnold, esposa de Hall, quien debe quedarse en casa porque está esperando su primer bebé, y solo puede enterarse por teléfono sobre las penurias que atraviesa su esposo.
El drama humano tiene preponderancia en Everest, pero no puedo dejar de mencionar sus asombrosos valores de producción y efectos especiales, que hacen virtualmente imposible distinguir las locaciones reales de las que fueron recreadas digitalmente. En verdad fue un trabajo espectacular del estudio Framestore y media docena más que contribuyeron a crear estas impresionantes imágenes.
Mi única objeción es que la película perdió la oportunidad de comentar sobre los estragos ecológicos que el "turismo extremo" está ocasionando en el Everest. Sí, hay una escena donde Hall, enojado, recoge del piso dos o tres envolturas de chocolate... pero esa simbólica representación no refleja el calibre de contaminación orgánica e inorgánica que los habitantes locales han denunciado en numerosas ocasiones. Supongo que hubiera restado un poco de heroísmo a la historia principal.
De cualquier modo Everest fue una experiencia memorable, no solo como entretenimiento, sino como análisis de las razones que algunos individuos tienen para intentar lo imposible. La respuesta clásica, "porque está ahí", no basta para capturar el nivel de tenacidad y valor que deben tener estas personas. Me gustaría buscar más información al respecto, pero tendría que subir al segundo piso, y son muchos escalones.
Calificación: 8.5

IMDb

Sunday, September 20, 2015

El Regalo (The Gift)



Síntomas: Simon Calem (Jason Bateman) y su esposa Robyn (Rebecca Hall) se mudan a la ciudad de Los Ángeles, y casi de inmediato se encuentran accidentalmente con Gordon Mosely (Joel Edgerton), compañero estudiantil de Simon a quien no veía desde hace muchos años. Simon y Robyn notan de inmediato que Gordon es un poco extraño, y sus sospechas se confirman cuando los visita en varias ocasiones, incomodando a Robyn con sus intrusiones pasivo/agresivas. E incluso deja pequeños regalos en la puerta cuando no encuentra a la pareja. ¿Será tan sólo un hombre solitario en busca de compañía, o tendrá intenciones más siniestras?

Diagnóstico: No me estaba dando mucha confianza la primera media hora de El Regalo, porque parecía ser una típica y previsible cinta del sub-género "psicópata que amenaza a una familia", como las que estaban de moda en los noventas (The Temp, Pacific Heights). Afortunadamente El Regalo muestra una marcada mejoría conforme se desarrolla la trama, añadiendo inesperadas revelaciones y complicando la situación con perverso ingenio, hasta llegar a un final ambiguo pero satisfactorio... y bastante perturbador.
Lo más notable es que El Regalo marca el debut del actor australiano Joel Edgerton (Warrior, Exodus: Gods and Kings) como director, y me complace decir que resultó sobresaliente en ese oficio, con una seguridad y dominio del lenguaje visual que rara vez encontramos en el cine B. Y no lo digo como insulto, sino como testimonio de lo mucho que Edgerton logró con muy poco.
Su trabajo en el papel del enigmático Gordon también es bastante bueno, pero la mejor actuación de la película probablemente sea la de Rebecca Hall como esposa de Simon y posible blanco del inestable visitante que podría o no estar obsesionado con ella. La actitud de Robyn cambia sustancialmente a lo largo de la historia, como puede esperarse, pero nunca pierde consistencia con su carácter, y siempre articula con precisión las emociones y sutiles gestos que enriquecen la cinta, refinando su textura y logrando que trascienda el simple nicho cinematográfico al que parece pertenecer.
Y digo "parece" porque el desenlace me convenció de que El Regalo no encaja en la misma categoría de cintas como The Boy Next Door o Swimfan; pero el director (también guionista) sabe lo que estábamos esperando, y juega diestramente con nuestras expectativas, haciendo la cinta imprevisible y muy entretenida.
Hablando de lo cual, un pequeño SPOILER para amantes de los perros (como yo): Mr. Bojangles sobrevive. En cualquier otra película de este tipo, el perro hubiera sido la primera víctima para establecer que "las cosas van en serio"; afortunadamente El Regalo tiene mayor ambición, y el talento necesario para respaldarla tanto enfrente como detrás de las cámaras.
A pesar de tantos elogios, dudo que El Regalo se convierta en una obra clásica. Me pareció un excelente thriller psicológico repleto de suspenso, competentes actuaciones y muy bien dirigido; e incluso nos deja con un importante mensaje, no muy novedoso, pero digno de repetir. Sin embargo le faltó algún tipo de impacto o elemento contundente para permanecer en nuestra memoria. Tal vez necesitaba una de esas escenas inolvidables que afianzan la cinta al tejido de la cultura popular, como Fatal Attraction o Basic Instinct. Pero de cualquier modo sigue siendo una sólida experiencia que recomendaría con confianza para aficionados al noir moderno que quieran ver algo al mismo tiempo familiar y muy distinto... algo predecible y al mismo tiempo sorpresivo. Y para demostrar que un sobresalto barato puede realmente formar parte integral de la historia, aunque no sea con un gato saltando.
Calificación: 8.5

IMDb

Friday, September 18, 2015

Magic Mike XXL



Síntomas: Después de abandonar el baile exótico, Magic Mike (Channing Tatum) se dedica a su negocio de muebles, como siempre soñó; pero en su interior extraña los escenarios. Entonces, cuando sus viejos amigos lo invitan a una convención de "strippers" en Myrtle Beach, Mike accede a acompañarlos, y durante el camino los convence para hacer algo especial en el gran evento. Pero... ¿Será aún "Mágico" Mike, o habrá perdido la magia por tratar de vivir como uno de los normales?

Diagnóstico: Lo primero que hace el director Gregory Jacobs es explicarnos por qué no veremos a Matthew McConaughey en Magic Mike XXL (su personaje murió, o se fue a Asia, o algo así). Es una lástima, pues su actuación fue una de las dos cosas que me parecieron interesantes en la original Magic Mike (2012). La otra, desde luego, fue la estilizada dirección de Steven Soderbergh... y también podemos despedirnos de eso. Entonces, Magic Mike XXL se ve reducida a una tediosa exploración de la melancólica vida de Mike y sus razones para regresar al escenario, las cuales expresa durante conversaciones "profundas" que sostiene con amigos y extraños, mientras comparten drogas, alcohol, o la simple experiencia del camino que siempre parece ofrecer excusas para quitarse la camisa y ¡bailar, bailar, bailar! No hay mucha coherencia narrativa ni sustancia dramática... pero desde luego nadie irá a ver Magic Mike XXL por su libreto, sino por los  bailes de Channing Tatum, Joe Manganiello y algunos inesperados "invitados", como el ex-futbolista Michael Strahan y el comediante/rapero Donald Glover (sí, el mismísimo Troy Barnes de Community; ¿qué diría Abed?)(Algo súper "meta", supongo).
Para bien o para mal, no sabría decir si los números de baile bastan para recomendarle esta película al público femenino (y parcialmente al masculino, lo cual no tiene nada de malo); pero como simple melodrama/road movie me pareció monótona y aburrida, sin el estilo de la primera ni las inesperadas revelaciones de un mundo "exótico" en la superficie, pero curiosamente mundano cuando descubrimos que tiene los mismos altibajos, responsabilidades y recompensas que cualquier otro trabajo. Aunque con más disfraces de bombero.
No es cierto. De hecho, hay largas discusiones entre los personajes sobre la posibilidad de desechar los clichés del bombero sexy, policía o motociclista, para ofrecer una experiencia más honesta y pura a las mujeres que asisten al espectáculo con una inagotable dotación de billetes de un dólar. Al parecer los bailarines no son solo piezas de carne, sino terapeutas, confidentes y hasta "healers" espirituales. O al menos esa fue la idea del director para validar esta hueca historia cuya obvia motivación comercial tiende a desinflar sus pretensiones filosóficas.
En el más convencional sentido cinematográfico, Magic Mike XXL está bien producida, pero carece de personalidad. Los actores pasan sin pena ni gloria, lo cual aplica por igual a los musculosos hombres y las atractivas mujeres (Andie McDowell, Elizabeth Banks, Jada Pinkett Smith); estas últimas en roles de control y poder, para demostrar que la cinta es una experiencia positiva y feminista, libre de morbo o explotación. Después de todo, nada dice "respeto" como sacudir la ingle a dos centímetros de la nariz de las clientas. Lo voy a intentar en mi siguiente junta de trabajo, si es que logro subirme a la mesa sin romperla.
Calificación: 6

IMDb

Wednesday, September 16, 2015

The Falling



Síntomas: A fines de los años sesentas, Abigail Mortimer (Florence Pugh) y Lydia Lamont (Maisie Williams) son inseparables amigas que comparten todo, incluyendo una actitud rebelde que no siempre encaja en la estricta academia para señoritas donde estudian. Entonces, cuando una tragedia altera su relación, se desata una epidemia de desmayos por toda la escuela, sin explicación racional. ¿Será una broma de las niñas, una ola de histeria colectiva... o algo aún más extraño?

Diagnóstico: Me interesó The Falling por las comparaciones (generalmente positivas) que algunos críticos hicieron con la clásica cinta Picnic at Hanging Rock, una de mis películas favoritas del género "terror que no es realmente terror" (otros ejemplos: Lost Highway e Inland Empire). Y aunque The Falling no alcanza ese sublime estrato de onírica ansiedad, ciertamente comparte un similar estilo de "gótico rural" británico, así como un aire mágico que también invitaría comparaciones con The Wicker Man. En resumen: una irresistible fusión de influencias que se traducen en una hipnótica experiencia, más recomendable por su fino manejo de atmósfera e intensas actuaciones que por su tenue historia e incierta resolución.
No soy fan de Game of Thrones, y por lo tanto no conocía el trabajo de Maisie Williams, pero su desempeño en The Falling es simplemente espectacular. El disciplinado estilo de la directora Carol Morley requiere actuaciones sobrias en la superficie pero turbulentas en su interior, con pasiones (y hormonas) adolescentes que no siempre son lógicas o siquiera comprensibles; y Williams domina con fantástica precisión cada escena, cada situación en el complicado tapiz generado por la fricción entre las viejas costumbres inglesas y los potentes impulsos de la pubertad. Por su parte, Florence Pugh fue un excelente descubrimiento en el papel de Abigail, y un auspicioso debut con inmenso potencial a futuro. El elenco adulto (interpretando parientes y maestras que tampoco saben cómo reaccionar ante la extraña afección de las niñas) también brilla con la presencia de actrices como Greta Scacchi, Monica Dolan y Morfydd Clark. Es como una torcida versión de St. Trinian's ubicada en The Twilight Zone.
Aunque el libreto de The Falling no está basado en un caso específico, las "epidemias de desmayos" son reales, y se han registrado a lo largo de la historia moderna sin encontrarse una explicación satisfactoria. O, mejor dicho, se han ofrecido muchas explicaciones sin prueba definitiva de su validez. Esa es la actitud general de esta película... el punto no es resolver el misterio, sino explorar sus consecuencias en un micro-universo humano gobernado por arcaicas leyes y costumbres que resultan incompatibles con la revolución cultural de los años sesentas, la cual despertó sentimientos de rebelión en las "niñas bien" de la sociedad inglesa... aunque sus actos de rebeldía fueran tan sutiles como poner demasiado énfasis al leer los poemas de William Wordsworth, o usar faldas ligeramente más cortas de lo que dicta el manual escolar.
Conviene advertir en este punto que The Falling es una obra lenta y deliberada, que no busca aceptación comercial, sino la expresión de ideas a veces oscuras, a veces optimistas, y a veces profundamente perturbadoras. Y, desde luego, el final no se preocupa por atar cabos sueltos, prefiriendo adoptar una frustrante/provocativa ambigüedad que nos pone a pensar durante largo tiempo después de terminar la película.
Entonces, The Falling me gustó bastante, pero no es el tipo de película que pueda recomendarse con absoluta confianza, dado su bizarro tono y barroco argumento con muchas vueltas que no conducen a un final concreto. Pero los fans de las cintas mencionadas (Picnic at Hanging Rock, The Wicker Man y la obra de David Lynch) probablemente apreciarán esta curiosa mezcla de suspenso y "coming of age" que ignora fórmulas tradicionales para seguir su propio camino. No es un paseo libre de obstáculos, y el destino final quizás no sea tan satisfactorio como esperábamos, pero la directora sabe que incluso cuando estamos perdidos podemos encontrar cosas que ni siquiera estábamos buscando. Como una nueva razón para ver Game of Thrones.
Calificación: 9

IMDb

Tuesday, September 15, 2015

Addicted to Fresno



Síntomas: Las hermanas Martha (Natasha Lyonne) y Shannon (Judy Greer) se esfuerzan por sobrevivir en su ingrato trabajo como camareras de un pequeño hotel en la ciudad de Fresno; pero las cosas se complican cuando tienen que deshacerse de un cadáver sin ser descubiertas por su jefe o por la policía; y todo ello sin arruinar sus patéticas vidas románticas. Afortunadamente parece que la ciudad de Fresno está llena de idiotas, así que no será tan difícil que las hermanas se salgan con la suya.

Diagnóstico: No estoy seguro si Addicted to Fresno es un afectuoso tributo a la quinta ciudad más grande del estado de California, o una amarga venganza perpetrado por una de sus hijas nativas (la escritora Karey Dornetto, veterana de Community, South Park, Arrested Deveolpement y Portlandia), quien parece disfrutar perversamente al burlarse del sofocante clima, ausencia de cultura, y supuesta apatía de los habitantes en aquella región. Lo que sí puedo asegurar, sin embargo, es que no fue una película particularmente buena, a pesar de su brillante elenco y ocasionales destellos de ácido humor surrealista.
Parece un pecado reunir en una película a Judy Greer, Aubrey Plaza, Natasha Lyonne, Jessica St. Clair y Molly Shannon, y no ofrecerles material adecuado para explotar su talento. Aún así los precisos instintos del elenco y su natural carisma se conjugan para ayudarnos a pasar el rato, estableciendo una creíble tensión de amor/odio entre dos hermanas que no se soportan, pero se necesitan.
Sobra decir que Addicted to Fresno me interesó principalmente por la presencia de Judy Greer en un papel principal. Esta versátil actriz ha sufrido incontables roles de "mejor amiga" o "secretaria sarcástica" a lo largo de su extensa carrera, y ya merecía un proyecto para ella sola (aunque podríamos decir que lo comparte con Natasha Lyonne). Lástima que no haya sido una película muy buena... pero al menos fue un paso en la dirección correcta, y con suerte el futuro le deparará mejores libretos y personajes menos irritantes (¿o al menos un lanzamiento oficial de Miss Guided en servicios digitales?)
En los demás aspectos Addicted to Fresno me pareció una mediana comedia "indie", razonablemente bien producida, y fundamentada en una sólida premisa: la evolución de dos hermanas que deben aprender a reconocer (y quizás controlar) sus respectivas neurosis para lograr una convivencia más estable y tolerante, donde el mutuo apoyo reemplace el antagonismo que sufren desde su adolescencia. Tal vez suena sentimental y empalagoso, pero está manejado de manera sobria y pragmática, forjando un eje emocional que mantiene la estabilidad de la película durante las más exageradas tangentes "cómicas" (ese asunto del cadáver quiere parecer muy gracioso, pero no alcanza siquiera el nivel de Weekend at Bernie's). La directora Jamie Babbit encontró un balance afortunado de drama y comedia en algunas de sus previas películas (But I'm a Cheerleader, Itty Bitty Titty Committee), pero en esta ocasión dejó que la historia saliera de control, casi hasta el punto de la caricatura.
En fin... no todo el cine "indie" debe ser "intelectual" o pretencioso; hay espacio para todas las corrientes, y para todas las neurosis de la psique humana, ya sea el rencor fraternal... o el odio por una ciudad específica. Al menos espero que Addicted to Fresno haya sido una fantástica terapia para Karey Dornetto.
Calificación: 6

IMDb

Monday, September 14, 2015

Entre la Fama y la Familia (Ricki & The Flash)



Síntomas: Hace muchos años Ricki Rendazzo (Meryl Streep) abandonó a su familia para perseguir su sueño de convertirse en estrella de rock. Y ahora, en su edad madura, trabaja de día como cajera en una tienda de alimentos, y de noche como cantante de una banda de "covers" en un pequeño bar de Los Ángeles. Un día su ex-esposo Peter (Kevin Kline) la llama para avisarle que su hija Julie (Mamie Gummer) está atravesando un doloroso divorcio, y tal vez necesita el apoyo de su madre ausente. Entonces Ricki decide viajar a la ciudad de Indianápolis para reparar las relaciones con la familia que no ha visto en varias décadas.

Diagnóstico: La premisa de "reunión familiar disfuncional" se ha vuelto bastante popular en años recientes, ya sea en forma de drama (August: Osage County), comedia (This Is Where I Leave You), o una combinación de ambos (Danny Collins... la cual también seguía a un músico de rock tratando de reconciliarse con su familia). De hecho, ahora que lo pienso, el más reciente largometraje del director Jonathan Demme (Rachel Getting Married, del 2008) también usó un similar argumento. Entonces, con pleno conocimiento de causa, Demme retoma la fórmula en su nueva película, Entre la Fama y la Familia; y aunque no aporta mucho al sub-género, terminó gustándome por sus excelentes actuaciones, honesta sensibilidad musical, y desde luego por el incisivo libreto de Diablo Cody, quien se muestra más madura y "realista", sin perder sus ocasionales desplantes de irreverencia verbal.
Sé que esta escritora tiene muchos detractores que no soportan el rebuscado estilo que empleó en sus primeras películas (como Juno y Jennifer's Body). Pero no se preocupen; si no hubiera visto su nombre en los créditos, probablemente jamás hubiera adivinado que fue la autora del libreto (aunque tal vez lo hubiera sospechado con líneas como "No nos interesa tu fibra metálica").
En fin... regresando al tema, Entre la Fama y la Familia se desarrolla más o menos como uno espera, con momentos humorísticos, dramáticos y mucha música para acompañar la evolución emocional de personajes bien dibujados aunque un tanto genéricos. Meryl Streep entrega una de sus acostumbradas actuaciones repletas de entusiasmo y fino detalle humano... pero me ocurrió lo mismo que con la mencionada Danny Collins: tampoco tragué a Meryl Streep como cantante de rock, por más ridículo que sea su peinado "rockero" (en Danny Collins tuve el mismo problema con Al Pacino... aunque tenía mejor cabello). Afortunadamente Johnathan Demme tiene suficiente experiencia musical para compensar la situación, habiendo dirigido abundantes conciertos y videos musicales de artistas como Neil Young, Bruce Springsteen y The Pretenders. Por lo tanto, Demme toma la música en serio, y nos deleita (o nos tortura, según el gusto de cada espectador) con bastantes números musicales de The Flash, la banda semi-amateur de Ricki. Y debo decir que Meryl Streep lo hace bastante bien. Tal vez carece de "vibra" de estrella de rock, pero tiene buena voz y se siente confortable como parte de un quinteto, tocando la guitarra eléctrica e imprimiendo genuina emoción en los "covers" que interpretan a lo largo de la cinta. La mayor parte son canciones de "rock dinosaurio" (y si fueron dinosaurios para mi, no sé que pensaran las nuevas generaciones). Pero, bueno, el punto es que la música funciona bien como interludio narrativo, como complemento del arco dramático de la protagonista, y como parte integral de su carácter. Buen trabajo al frente y detrás de las cámaras, y buena química entre actriz y director.
Lo mismo aplica al elenco secundario, que incluye confiables veteranos como Kevin Kline y Audra McDonald (en el papel de Maureen, la nueva esposa de Peter), así como rostros menos conocidos pero no por ello menos talentosos, entre los que podría mencionar a Mamie Gummer como la inestable/sarcástica Julie (sobra señalar que Gummer es la hija de Meryl Streep en la vida real... el parecido físico lo dice todo), el cantante Rick Springfield como Greg, el nuevo novio de Ricki, y Hailey Gates como la futura nuera de Peter. Su boda incluye una sutil pero acertada sátira del comercialismo de esa industria, y de las "bridezillas" pasivo-agresivas que toman demasiado en serio la ceremonia; es un papel pequeño pero muy divertido.
Lo cual también describe la experiencia general de Entre la Fama y la Familia; una película menor, con un argumento "de estudio" pero realizada con sensibilidad independiente y convicción de cine de autor. No espero recordarla mucho tiempo, y dudo que sea una entrada notable dentro de las filmografías de Demme, Streep o Cody; pero me hizo pasar cien minutos bastante entretenidos, en compañía de personajes simpáticos que se sienten al mismo tiempo familiares y únicos, gracias al eficiente trabajo del director, la escritora y los actores. Además, nunca había experimentado el delicioso surrealismo de ver a Rick Springfield interpretando a un guitarrista amateur que toca covers de canciones de Rick Springfield. Mind blown.
Calificación: 8.5

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Sunday, September 13, 2015

El Incidente



Síntomas: Un policía corrupto y dos hermanos quedan atrapados en las escaleras de un edificio sin salida. En otro lugar, una familia viaja en automóvil por una solitaria carretera que no parece tener fin.

Diagnóstico: No acostumbro ver mucho cine mexicano, pero siempre me dan curiosidad las escasas obras de terror o ciencia ficción que esporádicamente se producen en este país. Y aunque casi siempre resultan decepcionantes, de vez en cuando aparece una obra distinta, de difícil clasificación, que desafía expectativas y nos sorprende con su ambición e inesperado ingenio en un género asediado por clichés y fórmulas copiadas del cine norteamericano. El Incidente no escapa algunos de estos problemas, pero me complace decir que resultó ser una experiencia interesante y provocativa, adornada con excelente dirección y sólidas actuaciones; y si bien el final fue demasiado "espiritual" para mi gusto, me alegra haberla visto y podría recomendarla como sólida muestra de cine fantástico que aprovecha las herramientas del género para expresar ideas atrevidas y estimulantes... aunque no me pidan que las explique en su totalidad.
No conviene revelar demasiado sobre las dos (¿o más?) historias de El Incidente, así que será mejor limitarse a describir sus retos filosóficos y posible procedencia. El director y guionista Isaac Ezban parece haberse inspirado en autores y obras con "lógica alternativa", desde Lost hasta Philip K. Dick (ambos tienen referencias directas en la pantalla). Sin embargo, en algunos aspectos el relato es altamente racional, encontrando soluciones lógicas a problemas genuinamente extraños que, afortunadamente, no encontramos en la vida cotidiana, y nos ponen a pensar cuando vemos cómo fueron resueltos por estos pintorescos personajes, cada uno manifestando diversos aspectos de la experiencia humana. Algunos personajes evolucionan y quizás mejoran gracias a su bizarra situación; mientras que otros "de-volucionan" y regresan a los instintos primordiales que tal vez dominaban sus vidas normales, antes de encontrar "el incidente".
Por cierto, el póster de la película y las connotaciones del título sugieren algún tipo de "contacto extraterrestre" o similar fórmula de ciencia ficción. Espero que no sea "spoiler" revelar que no hay nada de ese estilo en El Incidente. De hecho, también podría añadir que el "twist" final es menos M.Night Shyamalan y más The Twilight Zone, donde no se requiere específicamente una causalidad congruente, sino un mensaje emocional... incluso paradójico, o como quieran llamarlo. El punto es que el final no es "Ahhhhh!", sino "Ummmmm..."
Las actuaciones, como mencioné, me parecieron excelentes en todos los niveles, desde los niños Santiago Mendoza Cortés y Paulina Montemayor hasta los bien definidos adultos interpretados por Raúl Méndez, Humberto Busto, Fernando Álvarez Rebeil, Nailea Norvind y Hernán Mendoza (omito algunos porque podrían ser "spoilers"). No conocía su trabajo, pero me dejaron impresionado y renovaron mi fe en la disciplina histriónica mexicana, que aparentemente ya está dejando atrás el "síndrome de telenovela". O quizás sea simplemente que El Incidente no fue co-producida por Televisa (espero). Por otro lado, como dije, no veo mucho cine mexicano, así que tal vez ha mejorado sin que me diera cuenta, y estoy llegando tarde a la fiesta. Hablando de lo cual, también merece celebración la cinematografía de Rodrigo Sandoval, la extraordinaria música de Edy Lan y el increíble diseño de producción de Adelle Achar. Todos lograron mucho con muy poco, y su trabajo eleva sustancialmente la película a pesar de su minimalista (pero muy competente) producción.
Creo que El Incidente merece una recomendación por el simple hecho de su existencia; cine inteligente y ambicioso en un medio plagado de mediocres "caprichos de autor" y películas financiadas por conexiones gubernamentales. El desarrollo de su argumento me pareció fascinante, aunque el final afectado/confuso/trascendental podría exasperar a algunas personas que esperaban una conclusión más limpia y concreta; pero es un error entrar al cine con esa actitud. El Incidente es como un sueño que cuesta trabajo explicar a quienes no lo vivieron. Buena o mala, es mejor ser parte de la experiencia en vez de buscar explicaciones de segunda mano. Y si la entendieron perfectamente, por favor compartan sus conclusiones. Todo fue un sueño, o algo así, ¿verdad?
Calificación: 9

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Friday, September 11, 2015

Maze Runner: Prueba de Fuego (Maze Runner: The Scorch Trials)



Síntomas: Tras escapar del Laberinto, el joven Thomas (Dylan O'Brien), Teresa (Kaya Scodelario) y sus amigos son rescatados por el amable Sr. Janson (Aidan Gillen), quien los alberga en un complejo industrial con la promesa de llevarlos a un santuario donde podrán vivir tranquilamente para siempre. Pero, desde luego, Las Cosas No Son Lo Que Parecen®, y al poco tiempo los jóvenes se dan cuenta de que no es tan fácil evadir a la malévola corporación CRUEL.

Diagnóstico: Antes que nada, las habituales advertencias: viejito amargado, no leí los libros, estoy harto de este tipo de películas, etc. Por el lado bueno, la primera cinta de la saga The Maze Runner me pareció entretenida y muy bien realizada, a pesar de su forzada premisa e incongruente final, que parece aún menos lógico en vista de lo que ocurre en Maze Runner: Prueba de Fuego. Pero me estoy adelantando.
Desafortunadamente la secuela sufre el Síndrome de Segunda Parte®, convirtiéndose en una larga persecución donde los protagonistas huyen por el desierto, por túneles, por ciudades derruidas, por más túneles, etc., hasta llegar a un final bastante previsible y no tan distinto del final de la primera película. En otras palabras, Maze Runner: Prueba de Fuego no contiene suficiente material para justificar sus dos horas de duración, aunque ciertamente lo intenta, introduciendo más personajes desechables, nuevos escenarios magníficamente realizados con efectos digitales, y algunas tenues pistas sobre el rumbo que tomará la tercera parte (¿y última, supongo?)
Los actores nuevamente rescatan la situación con interpretaciones llenas de energía y buenas intenciones, que casi nos inspiran suficiente emoción para interesarnos por lo que les ocurra en ésta o en la siguiente película. O quizás el elemento decisivo fue la dirección de Wes Ball, continuando su eficiente labor en una secuela más plana en el aspecto narrativo, pero mucho más rica visualmente, creando amplias oportunidades de sorprendernos con dinámicas escenas de acción y buen manejo de la tecnología digital como complemento de la historia (bueno, hasta cierto punto).
En el papel de Thomas, Dylan O'Brien tiene dominadas las expresiones de "héroe atormentado", pero sin tomarse tan en serio como los pesados de Divergent/Insurgent (se necesita cierto humor para repetir TANTAS veces: "Go, go, go!", "This way!", "RUUUUUN!" sin perder la razón). Patricia Clarkson es una villana bastante creíble, con tintes de tragedia en su pasado que le confieren una interesante dimensión y evitan que se convierta en un "coco" unidimensional, como desgraciadamente ocurre con Donald Sutherland en The Hunger Games. Y las nuevas adiciones, incluyendo a Rosa Salazar, Aidan Gillen y Giancarlo Esposito, se ganan su lugar rápidamente y humanizan sus roles de interés romántico, antagonista corporativo, y sinvergüenza con corazón de oro, respectivamente. La única que flaquea es Kaya Scodelario, quien se acerca peligrosamente en algunas escenas a la titubeante nulidad de Kristen Stewart en Twilight. Pero... con menos.... pausas.... en sus diálogos.
La trama de Maze Runner: Prueba de Fuego no me inspiró particular interés por conocer el desenlace de la saga... sin embargo el director nos lanza uno que otro detalle (para ser claro: monstruos) que despertaron mi curiosidad, y probablemente me llevarán al cine en dos años, cuando se estrene la tercera parte, Maze Runner: The Death Cure... siempre y cuando Prueba de Fuego recaude suficiente dinero. ¿Es mi imaginación, o ya se está enfriando la fiebre de novelas "Young Adult"? Como sea, de todas las adaptaciones cinematográficas de este género que surgieron a raíz del éxito de Twilight y The Huger Games, The Maze Runner es la que he encontrado más tolerable. Si eso constituye una recomendación, perfecto. aunque no me hubiera molestado esperar a verla en televisión. Y sigo sin ganas de leer los libros, así que tampoco ocurrió un milagro. Se puede ver, y eso ya fue ganancia; pero me quedo con Turbo Kid.
Calificación: 7

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Thursday, September 10, 2015

The Curse of Downers Grove



Síntomas: Hace diez años la escuela preparatoria de Downers Grove se construyó sobre territorio sagrado de una tribu nativa, y desde entonces ha muerto un estudiante cada año en los días previos a la fiesta de graduación. Naturalmente esto ha provocado rumores de una “maldición” que se cierne sobre la escuela, pero la astuta estudiante Chrissie Swanson (Bella Heathcote) piensa que se trata de coincidencias... accidentes o tragedias "normales" acarreadas por la mala conducta y estupidez de los jóvenes. Sin embargo Chrissie se ve obligada a reconsiderar su opinión cuando ciertos eventos amenazan con causarle daño a ella y a sus mejores amigos. ¿Será la maldición, o simplemente los peligros que acechan a los adolescentes modernos?

Diagnóstico: No sé exactamente qué esperaba en una película de terror escrita por el novelista Brett Easton Ellis, pero no era esto. Para empezar, ni siquiera es una película de terror... o al menos no del tipo de terror que sugiere la publicidad. Además, The Curse of Downers Grove está basada en una novela de Michael Hornburg, así que Ellis solo se encargó de la adaptación a cine; es posible que los problemas de la cinta vinieran del material original. Pero aún así me cuesta trabajo entender cómo llegaron a esta incongruente mezcolanza de formas y estilos.
Y lo peor es que realmente existe una historia interesante al centro de The Curse of Downers Grove. La escasez de elementos sobrenaturales (dependiendo del criterio de cada espectador) no le impide retratar horrores de naturaleza más cotidiana y realista, como "bullying" escolar, asalto sexual, corrupción policíaca... bueno; será mejor no revelar más de la cuenta. Baste decir que The Curse of Downers Grove maneja temas mucho más perturbadores que cualquier fantasma vengativo o genérica maldición tribal.
Por esta razón creo que el argumento hubiera funcionado mejor en forma de drama familiar, donde dichos temas podrían abordarse con la madurez necesaria para no disminuir su impacto y relevancia social. O quizás el autor debió sumergirse por completo en la mística de la superstición pueblerina para crear un relato más oscuro y psicológico. No sé. Admiro la ambición de tratar de abarcar tantas categorías, pero siento que cuando el "bullying" y el acoso sexual se ubican en el mismo contexto de maldiciones y espíritus... ninguno gana y todos pierden. La cruda realidad opaca a la fantasía, y la fantasía se empaña con crueles situaciones que no pueden resolverse con un oportuno exorcismo, o un sacrificio a alguna deidad local. Claro, hay películas de terror que conjugan perfectamente horror y comentario social (The Babadook, They Live); pero, aceptémoslo, The Curse of Downers Grove está muy, muy lejos de llegar a ese nivel.
Por el lado positivo, las actuaciones me parecieron bastante buenas. Bella Heathcote navega con aplomo los altibajos de la narrativa, enfrentando con igual energía las agresiones de sus compañeros y la hipotética influencia sobrenatural sobre los eventos que la atormentan. Lástima que el libreto destruye una y otra vez la consistencia de su personaje; en una escena está criticando a los jóvenes que toman malas decisiones, y en la siguiente acepta asistir a una fiesta con desconocidos de muy dudosas intenciones. Esa es la increíble pereza narrativa que no esperaba ver asociada al nombre de Brett Easton Ellis.
Como dije, hay ideas interesantes en The Curse of Downers Grove, y no puedo negar que el final, ridículamente simplista y conveniente, logró satisfacerme en su más básico nivel (mejor no hablar del "twist" posterior, totalmente frustrante e innecesario). Pero no puedo recomendar The Curse of Downers Grove, excepto para masoquistas curiosos que quieran ver cómo se descarrila una buena historia cuando no logran definir su intención desde el principio. O cuando deciden añadir espíritus y maldiciones para mejorar sus perspectivas comerciales. Seguramente pensaron: "Es como Heathers mezclada con Poltergeist", y resultó más como "Ed Wood en escuela preparatoria". Lo cual sin duda tiene su encanto... pero no es un encanto que pueda recomendar.
Calificación: 6

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Monday, September 7, 2015

Turbo Kid



Síntomas: En el desolador futuro post-apocalíptico del año 1997, un joven (Munro Chambers) trata de sobrevivir recolectando reliquias del viejo mundo para cambiarlas por agua en el mercado local. Pero cuando una inocente mujer llamada Apple (Laurence Leboeuf) es secuestrada por el malévolo cacique Zeus (Michael Ironside), el joven deberá tomar la iniciativa para salvarla. Y, para lograrlo, buscará inspiración en su comic favorito: Turbo Rider.

Diagnóstico: Como esa sinopsis sugiere, Turbo Kid es otro "retro-homenaje" al cine post-apocalíptico de los ochentas. Y, como corresponde a este nicho cultural, la película está repleta de clichés (intencionales), mediocres efectos digitales, y despliegues de gore tan extremos que inspiran más risa que repulsión.
Al principio pensé que Turbo Kid sería una pálida copia de las obras realizadas por el colectivo canadiense Astron-6, cuya inmensa energía y perversa sensibilidad (lo digo como elogio) han llevado el "homenaje ochentero" hasta extremos de excelsa grotesquería. Sin embargo, para ser honestos, las obras de Astron-6 (incluyendo cintas como Father's Day,  Manborg, y el cortometraje Lazer Ghosts 2: Return to Laser Cove)(Sí, escribí correctamente el título) tienden a ser más estilo que sustancia. La gran ventaja que tiene Turbo Kid (también de manufactura canadiense) es una historia concreta y bien estructurada que, a pesar de sus clichés y exageraciones humorísticas, incluye personajes entrañables y un sincero arco emocional que eventualmente toma preponderancia sobre la violencia y los tributos al cine post-apocalíptico. En otras palabras, Turbo Kid seguiría siendo recomendable incluso sin el nostálgico universo que busca emular.
Desde luego esto no significa que los directores franco-canadienses François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell descuiden el humor que sirvió como señuelo inicial. Por el contrario, su eficiente libreto mantiene un preciso balance entre el drama del protagonista y la comedia post-modernista que reconoce los incontables vicios y defectos del cine de acción ochentero (en particular la variedad post-apocalíptica que estaba de moda en aquel entonces, quizás como consecuencia de la "Crisis Nuclear" de 1983), para explotarla en muy distintos niveles, desde lo obvio (esa fantástica canción inicial) hasta lo deliciosamente sutil (cereal "Soleil Vert"). Por el lado negativo, esto limita el potencial comercial de Turbo Kid... no sé si los espectadores indiferentes a la cultura ochentera entenderán las referencias, o apreciarán las múltiples parodias/homenajes que adornan casi cada escena. Como sea, yo disfruté bastante este pintoresco ejemplo de "historia alternativa", no solo por el factor nostálgico, sino por su ágil argumento, agradables personajes (¿quién no sacrificaría todo para salvar a una chica como Apple?), y hasta por el final, cuyo sabor agridulce refleja inesperada madurez en un relato engañosamente simple que gana satisfactoria complejidad conforme nos adentramos en sus pormenores narrativos.
Y ni siquiera he mencionado el sólido desempeño de Munro Chambers como Turbo Kid (¡ex-alumno de Degrassi!), Laurence Leboeuf como la adorable Apple, Aaron Jeffery como el irascible "cowboy" Frederic (quien parece el hijo de Snake Plissken y Clint Eastwood), y desde luego el icónico Michael Ironside como el villano Zeus, obsesionado con el control del más precioso recurso: agua limpia.
Después de tantos halagos debo advertir que Turbo Kid se realizó con un minúsculo presupuesto; y si a eso añadimos los efectos especiales de baja calidad (en parte intencionales, en parte por la modestia de la producción), tenemos un producto bien hecho, pero de apariencia inevitablemente barata, así que no hay que esperar calidad de "blockbuster", o ni siquiera de televisión. Más bien es una versión semi-amateur de "Teen Mad Max”, orientada hacia el público dispuesto a aceptar las "fallas" como encantadores aciertos que hacen aún más divertido este tragicómico relato sobre el cruel futuro que nos espera en el año 1997. Afortunadamente las cosas mejorarán bastante para el año 2001, cuando tendremos turismo en la Luna y viajes tripulados a Júpiter.
Calificación: 9

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Saturday, September 5, 2015

El Agente de C.I.P.O.L. (The Man from U.N.C.L.E.)



Síntomas: En el turbulento año 1963, al comienzo de la guerra fría, el agente de la CIA Napoleón Solo (Henry Cavill) se ve obligado a colaborar con un agente de la KGB llamado Illya Kuryakin (Armie Hammer), para detener una siniestra corporación controlada por ex-nazis, cuya meta secreta es la construcción de una poderosa bomba atómica. Y el primer paso para Solo y Kuryakin será convencer a Gaby (Alicia Vikander), la hija del líder científico de los nazis, para que les ayude a infiltrarse en la corporación.

Diagnóstico: La original The Man from U.N.C.L.E. (co-creada por Ian Fleming) es una de las series de televisión que admiraba intensamente de niño, pero no de adulto. Sí, de vez en cuando veo uno que otro episodio (sobre todo si encuentro alguno especial, como cuando sale William Shatner, o los que escribió Harlan Ellison), pero ya no atrapa mi imaginación como antes. Ahora me doy cuenta de que casi todos los episodios tienen el mismo argumento, además de que el "suspenso" es casi inexistente, y no hay tantos "gadgets" futuristas como yo recordaba. Sin embargo, lo que sigue gustándome es el humor y química entre los protagonistas: un agente norteamericano y uno ruso que deben cooperar a pesar de las rivalidades políticas entre sus naciones.
En ese aspecto la nueva película El Agente de C.I.P.O.L. (me voy a cansar muy rápido de escribir ese título) cumplió mis expectativas, conservando el mismo sardónico sentido del humor y creando una simpática tensión patriótica entre Napoleón Solo e Illya Kuryakin, pero con más violencia que en la inocente serie televisiva. A pesar de mis reservas sobre los actores, Henry Cavill y Armie Hammer encajan bastante bien en sus papeles. Sigo pensando que Cavill es un actor mediocre, pero debo reconocer que su imitación de Robert Vaughn (quien interpretó a Solo en televisión) es bastante acertada y, aunque a veces fallan sus intentos de humor, funciona bien como balance del más frío y calculador Kuryakin, interpretado con notable seriedad por Armie Hammer. A diferencia de muchas personas, yo no odié su interpretación en The Lone Ranger, y creo que este actor tiene gran potencial para encabezar algún futuro "blockbuster". Lástima que sea víctima de una maldición que impide el éxito en taquilla de sus películas (Mirror, Mirror, The Lone Ranger, y ahora El Agente de C.I.P.O.L.) Por su parte, Alicia Vikander es simplemente adorable como damisela en peligro con excelente gusto por la ropa "mod". Su papel gana sustancia conforme avanza la película, y para el final me dejó con ganas de ver una secuela con ella como protagonista (después de todo, también existía la serie The Girl from U.N.C.L.E., con Stefanie Powers... aunque solo duró una temporada).
En lo que respecta al argumento, es una variación de cualquier Mission: Impossible, pero reduciendo sustancialmente la escala de la acción, acrobacias y secuencias de espionaje, lo cual será bueno o malo, dependiendo del gusto de cada espectador. Por un lado, las aventuras de Solo y Kuryakin se sienten más realistas dentro de su idealizada versión de la guerra fría; pero tampoco son tan ingeniosas como para sostener la película entera (ejemplo: para infiltrarse en una elegante fiesta de sociedad, Napoleón Solo usa el viejo truco de tropezarse con alguien para robar una invitación; Ethan Hunt hubiera empleado máscaras de látex y canapés holográficos, o algo así). Al mismo tiempo, la acción se siente "pequeña" para los estándares de un tradicional "blockbuster". Y tampoco ayuda que el director Guy Ritchie use demasiados efectos digitales que chocan con el estilo visual "retro" que empapa cada cuadro de esta película.
Lo cual me lleva al mayor acierto de El Agente de C.I.P.O.L.: la ambientación sesentera, incluyendo vestuario, música, y hasta cinematografía saturada y granulosa que evoca el "look" Kodachrome de aquella década. A fin de cuentas el puro estilo no compensa los problemas narrativos de El Agente de C.I.P.O.L. (uf, para qué desinstalé Texter), ni hace más ágil su difusa narrativa repleta de tangentes innecesarias y forzadas complicaciones; pero logra que hasta las más tediosas escenas se conviertan en un deleite visual.
En resumen: me gustaron las actuaciones, las divertida interacción entre los personajes (Hugh Grant es perfecto como un refinado/insensible Mr. Waverly), y el estilo general de El Agente de C.I.P.O.L.; sin duda me pareció mejor que la reciente Hitman: Agent 47, pero mucho menos satisfactoria que Mission: Impossible - Rogue Nation. Lo mejor que puedo decir es que, a pesar de sus problemas, me hubiera gustado ver futuras secuelas (sobre todo si se centraran en el personaje de Gaby), pero su fracaso en taquilla probablemente destruirá cualquier intento de prolongar la franquicia. Y, lo peor de todo (o lo mejor), es que me dieron ganas de ver más episodios de la serie televisiva; ¿será posible que no haya sido tan mala como recuerdo? No sé; pero quiero confirmar si el estilo visual sesentero es mejor en su versión original, o en la réplica artificial del siglo veintiuno. Sospecho que la imitación será la ganadora.
Calificación: 7.5

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Friday, September 4, 2015

Siniestro 2 (Sinister 2)



Síntomas: El ex-policía que investigó el trágico caso de la familia Oswalt (como vimos en Sinister) sigue la pista de similares asesinatos cometidos bajo la influencia de la entidad demoníaca llamada Bughuul (Nicholas King); y ahora sospecha que las próximas víctimas serán Courtney Collins (Shannyn Sossamon) y sus dos hijos, Dylan y Zachary (Robert Daniel Sloan y Dartanian Sloan). Lo que nadie sabe es que uno de los niños ya está experimentando terroríficas visiones de las previas familias asesinadas.

Diagnóstico: En el año 2012, la cinta Sinister encontró un ángulo ligeramente original para diferenciarse de las historias sobre casas embrujadas/espíritus vengativos que se estaban poniendo de moda. Y ahora la secuela Siniestro 2, dirigida por Ciarán Foy, se esfuerza por expandir la mitología del espectral Bughuul, al mismo tiempo que aprovecha su cruel "modus operandi" para darnos un final satisfactorio, aunque no necesariamente feliz; al parecer ya no está permitido que todos sobrevivan, pues entonces no tomaremos en serio la película (así imagino que piensan los productores de Hollywood).
Desafortunadamente para llegar a ese final tenemos que pasar por un lento desarrollo que vaga sin rumbo durante largo rato, con ocasionales sobresaltos para amenizar la espera, y con varias visitas al baúl de viejas películas caseras donde Bughuul guarda el testimonio visual de sus previos sacrificios. Estas grotescas muertes filmadas en granulosa película de ocho milímetros (o tal vez dieciséis) fueron el más memorable elemento de la primera Sinister, y los productores saben que estaremos esperando más y mejor de lo mismo... y hasta cierto punto cumplen lo prometido, aunque ya no se siente tan impactante como antes... menos como "found footage" y más como filtro de Instagram.
Al menos los protagonistas Shannyn Sossamon y James Ransone (como la abrumada madre divorciada y el ex-alguacil sin nombre, respectivamente) hacen buena pareja, enfrentando horrores de distinta índole con suficiente convicción para capturar al espectador (sobre todo si los comparamos con los desechables protagonistas del horror contemporáneo). En particular me gustó la sub-trama de Courtney, cuyo previo matrimonio con un hombre abusivo añade drama "real" que se vuelve igual o más importante que los eventos sobrenaturales.
Pero, como dije, gran parte de la hora y media se pierde en pesadillas repetitivas, sobresaltos baratos y digresiones innecesarias (como la obligatoria visita al "experto" que llena algunos huecos sobre la historia de Bughuul). Esto tiende a diluir la experiencia, y subraya el hecho de que no hacía falta realmente una secuela. Pero la primera ganó bastante dinero, y eso basta en estos días como justificación artística.
En general podría recomendar Siniestro 2 por sus fugaces momentos de imaginación, su inusual tema, y por las adecuada actuaciones del elenco (incluyendo a los niños, afortunadamente). Ah, y por el excelente diseño de sonido, cuyos inquietantes susurros y crispantes ruidos se conjugan con la percusiva música de tomandandy para crear una atmósfera auditiva realmente perturbadora. Esa sería la única razón para ver Siniestro 2 en un cine con buen sistema de sonido. Pero, por lo demás, no habría inconveniente en esperar su estreno por televisión... o su conversión a viejos carretes Super-8, para completar la ilusión de cine snuff.
Calificación: 7

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Wednesday, September 2, 2015

Digging for Fire



Síntomas: Tim (Jake Johnson) y su esposa Lee (Rosemarie DeWitt) están cuidando una elegante casa mientras el dueño se encuentra en Europa. Un día Tim descubre en el bosque cercano una pistola oxidada y un hueso, y empieza a obsesionarse con encontrar el hipotético cadáver que podría estar enterrado ahí. Mientras tanto Lee visita a sus padres y tiene su propia crisis existencial que la llevará a cuestionar su matrimonio con Tim.

Diagnóstico: Aunque estoy plenamente consciente de sus pretensiones "intelectuales" y afectada actitud, me ha gustado en general el movimiento "mumblecore" (ejemplificado por la obra de directores como Joe Swanberg, Lynn Shelton y los Hermanos Duplass), así como la evolución que ha seguido hasta su estado actual, un poco más comercial y accesible para el público general. Sí, todavía son "los problemas de la gente bonita", con argumentos difusos y personajes quejumbrosos... pero lo que me ha convencido es la intensidad emocional de las historias, y el realismo de diálogos semi-improvisados que de algún modo capturan grandes verdades sobre la experiencia humana en el mundo contemporáneo... generalmente acompañadas por agradable música "indie" y una cinematografía muy natural que no deja de ser artísticamente satisfactoria.
Habiendo dicho eso, Digging for Fire resultó ser una gran decepción a pesar de cumplir puntualmente con todas esas condiciones.
Para empezar, el elenco de Digging for Fire incluye algunos de mis actores favoritos: Jake Johnson, Rosemarie DeWitt, Brie Larson, Anna Kendrick, Sam Rockwell y Jane Adams... pero no logra hacer algo interesante con ellos. La pareja protagónica (interpretada por Johnson y DeWitt) tiene obviamente el arco dramático más significativo, y aún así se siente como una sub-trama secundaria que serviría mejor como apoyo de una historia más interesante o personal. El cliché del matrimonio en problemas que necesita experimentar una crisis para arreglarse o disolverse se ha cubierto en muchas otras películas (incluso de la misma corriente), y francamente yo esperaba un enfoque más creativo u original del director/co-guionista Joe Swanberg, cuyas previas cintas (Happy Christmas, Drinking Buddies) manejaron temas similares con incisivo análisis psicológico. Sin embargo esta vez parece un hueco ensayo en el camino a algo más sustancial... un "workshop" donde aún no se establecen los temas principales, ni el ritmo del relato, y mucho menos el final que ate los cabos sueltos y nos deje con una experiencia más satisfactoria. Y no estoy pidiendo una moraleja o "mensaje" épico y devastador sobre la dificultad del romance moderno; simplemente un final que no se sienta como interrupción porque se les llenó el disco duro de la cámara RED (no estoy seguro si usaron cámaras RED, pero el punto aplica con cualquier otra marca)(Premio a la explicación más innecesaria de la década).
Digging for Fire incluye buenos momentos y sólidas actuaciones que sugieren la gradual construcción de una narrativa más grande, pero el resultado final se queda en eso... fragmentos de un "estudio de carácter" sin estructura para darles contexto y relevancia. Tal vez para la próxima se pondrán de acuerdo antes de ponerse a improvisar, para que no parezca que cada actor estaba en una película distinta. O quizás eso sea demasiado "Hollywood" para estos cineastas independientes.
Calificación: 6.5

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Tuesday, September 1, 2015

The Harvest



Síntomas: La Dra. Katherine Young (Samantha Morton) y su esposo Richard (Michael Shannon) cuidan incansablemente a su hijo Andy (Charlie Tahan), quien está demasiado enfermo para salir de su remota casa de campo. Entonces una vecina llamada Maryann (Natasha Calis) entabla amistad con Andy, y el niño recupera un poco de ánimo al tener alguien de su edad con quien hablar y jugar videojuegos. Sin embargo la Dra. Katherine no aprueba esta amistad, y hará hasta lo imposible para evitar que la recién llegada perturbe la frágil condición de Andy.

Diagnóstico: Después de realizar una de las más perturbadoras películas de terror que he visto (Henry: Portrait of a Serial Killer, de 1986), el director John McNaughton enfocó su atención en otros géneros, alcanzando cierto éxito con cintas como Wild Things y Mad Dog and Glory, aunque nunca con la misma notoriedad de su tremendo debut. Y ahora, catorce años después de su último largometraje, McNaughton nos ofrece un excelente thriller de bajo perfil pero alto impacto, tan solo opacado por un final un poco exagerado que (en mi humilde opinión) no encaja por completo en el cálido y sobrio tono del relato.
Será necesario andar con cuidado para no revelar las ingeniosas sorpresas que nos depara The Harvest. Solo diré que la primera mitad me estaba gustando mucho como una sencilla historia "coming of age" entre dos adolescentes muy aislados (uno en el nivel físico y otro en el emocional) que empiezan a recuperarse gracias a la inocente conexión que desarrollan. Sin embargo me encontré pensando: "Está muy bien escrita; los actores son excelentes; pero ¿dónde está la parte de terror?" Entonces llega la inesperada revelación que pone la amistosa relación de los niños en un contexto más perturbador, y de ahí hasta el final McNaughton "aprieta los tornillos" de la tensión hasta llegar al mencionado final, al mismo tiempo triste y optimista, que me dejó bastante satisfecho a pesar de sus variaciones de tono.
También conviene aclarar que The Harvest no es una película de terror, como yo esperaba. Su argumento no apela a elementos sobrenaturales para crear suspenso; por el contrario, su tono cuasi-científico y altamente pragmático nos invita a cuestionar los extremos a los que podríamos llegar en una situación similar, lo cual es clara señal de un competente thriller psicológico que consigue meterse en nuestra cabeza.
Los nombres famosos del elenco son Samantha Morton y Michael Shannon (este último sigue asombrándome con cada nueva película donde lo veo... se está convirtiendo en uno de los "secretos mejor guardados" de Hollywood; ojalá lo descubran más directores), y ciertamente interpretan sus papeles con gran pasión y realismo. Pero son los niños Charlie Tahan y Natasha Calis quienes se roban la película con actuaciones tan naturales que casi opacan a los adultos. ¿Dónde estaban cuando George Lucas hizo el "casting" de The Phantom Menace? (Ah, sí... probablemente ni siquiera habían nacido).
Sin embargo nada de esto serviría sin la firme mano de John McNaughton dirigiendo la narrativa con elegante simplicidad y demoledor efecto emocional. Supongo que nunca será famoso porque carece de un notable estilo visual o afectada excentricidad estética, pero su sólido desempeño a lo largo de las décadas revela genuino talento y consistencia artística... lástima que no estén entre las cualidades principales que busca Hollywood en estos días.
A fin de cuentas The Harvest es una película de manufactura simple y complejo desarrollo, cuyo íntimo melodrama familiar me pareció tan interesante como las eventuales revelaciones de algo más siniestro. No tiene mucha acción ni grandes estrellas, pero disfruté bastante su ingenioso libreto, así como el trabajo de los actores y la dinámica entre los personajes. Hablando de lo cual, siempre es bueno escuchar a Peter Fonda (como el abuelo de Maryann) diciendo "Far out!" con una irónica sonrisa. Me da gusto cuando los antiguos hippies hacen algo de provecho con su vida.
Calificación: 8.5

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