Wednesday, March 31, 2021

The Father



Síntomas: A pesar de su avanzada edad, Anthony (Anthony Hopkins) no quiere una enfermera que lo ayude en su departamento de Londres, lo cual pone a su hija Anne (Olivia Colman) en la difícil posición de respetar la dignidad de su padre, o tomar las decisiones necesarias para su bienestar futuro.

Diagnóstico: The Father tiene un solo truco en su repertorio dramático; pero es un truco tan bueno que no me importó su constante repetición a lo largo de la película, pues expresa con desgarradora elocuencia los estragos de la edad en algunas personas mayores, y sus efectos en las familias que tienen que lidiar con este tipo de situaciones. En otras palabras, The Father presenta un inesperado punto de vista para explicar un problema social que nunca se había capturado con tanta honestidad y resonancia emocional.
El director Florian Zeller (basado en su propia obra teatral) establece con elegante eficiencia la condición de Anthony (Anthony Hopkins), acompañando al anciano en sus actividades cotidianas, hasta que empieza a sufrir lapsos de memoria que lo confunden y siembran dudas sobre las personas que conoce y los sitios que frecuenta. Y así, conforme se desarrolla la historia, compartimos la confusión de Anthony y la tristeza de su hija Anne (Olivia Colman) al reconocer las imposibles decisiones que le esperan.
Me dio mucho gusto encontrar a Anthony Hopkins en un papel que confirma su enorme talento, después de pasar tantos años como "actor mercenario" en proyectos mediocres que no parecían dignos de su presencia (algunos ejemplos: The Rite, The Grinch y Transformers: The Last Knight) (Ese fue el período que le dio el apodo de "Sir Anthony Paycheck"). Desde luego Hopkins tiene todo el derecho de aprovechar su reputación para ganar dinero... pero también parecía que estaba ensuciando el legado que forjó con tanto esfuerzo. Bueno, pues The Father restaura ese legado con una fenomenal actuación que conjuga la habilidad expresiva del actor con su presencia física para crear un personaje realista, complejo, y absolutamente devastador.
Los demás actores hacen un excelente trabajo, incluyendo a Olivia Colman, Olivia Williams, Mark Gatiss, Rufus Sewell e Imogen Poots; pero The Father le pertenece a Hopkins, y ciertamente merece la aclamación y nominaciones que está recibiendo por este papel.
Regresando al truco que mencioné al principio... no voy a entrar en detalles (aunque seguramente ya lo revelaron en los "trailers" y entrevistas) porque creo que es mejor experimentar de primera mano el desconcierto de Anthony y reconocer los cambios en sus procesos mentales que anuncian el avance de la demencia senil. El director encontró una manera clara y contundente de representar estos cambios sin diluir el carácter de Anthony ni sacrificar su dignidad. Es como un perfecto acto de magia que manipula nuestra percepción como parte integral de la narrativa, recurriendo tan solo a las más básicas herramientas del cine: actuaciones y edición.
A diferencia de otros dramas sobre crisis médicas, The Father no persigue lágrimas ni sentimentalismo barato. Por el contrario, la intención de Florian Zeller es ponernos en el lugar de Anthony para inspirar empatía y entender mejor los efectos del Síndrome de Alzheimer (o alguna de sus variantes), no solo en sus víctimas, sino en las familias que pierden un ser querido de manera gradual, lo cual puede ser más traumático a largo plazo que una muerte súbita. No es un tema fácil ni agradable; pero la sensibilidad artística de The Father lo hace tolerable, y hasta didáctico. En resumen: cine que trasciende el entretenimiento y se convierte en servicio social.
Calificación: 9

IMDb

Monday, March 29, 2021

The Arbors



Síntomas: Ethan Daunes (Drew Matthews) encuentra un extraño insecto en el campo, y lo lleva a su casa para enseñárselo a su hermano Shane (Ryan Davenport). Pero la criatura escapa y las cosas se complican.

Diagnóstico: Creo que The Arbors es la primera película de "horror metafórico" que me hubiera gustado más sin tanto simbolismo ni subtexto psicológico. The Arbors tiene todos los ingredientes de una excepcional "creature feature", pero su noble intención de explorar temas más complejos termina empañando sus aciertos y frenando el ritmo de la narrativa. Es como una de esas leches malteadas tan espesas que no se pueden beber y nos arruinan la comida (perdón, no sé de dónde vino esa analogía).
Los aspectos técnicos de The Arbors manifiestan la creatividad del director Clayton Witmer para elevar la historia con los recursos disponibles. Además de la cinematografía, diseño, y efectos especiales, me gustó el uso de locaciones en un genérico "pueblo pequeño" norteamericano, donde todos se conocen, y el bosque (con sus sombras y secretos) llega prácticamente al patio trasero de todas las casas.
Entonces, cuando algunas personas aparecen violentamente asesinadas, la Policía emprende la búsqueda del culpable mientras crece la paranoia entre los vecinos, quienes deciden tomar la ley en sus manos. Pero Ethan (Drew Matthews) sabe que el asesino no es humano, sino... algo muy diferente. Algo que encontró en el bosque, y que está creciendo conforme cobra más víctimas.
Hasta ahí The Arbors me estaba gustando mucho. Sin embargo, la trama del insecto asesino pasa a segundo plano para enfocarnos en la frágil condición mental de Ethan, un hombre solitario y retraído que nunca logró madurar, y sigue aferrado a "los buenos tiempos" que compartió con su hermano Shane (Ryan Davenport); pero, naturalmente, Shane creció, encontró trabajo, y formó su propia familia, creando un distanciamiento que confunde a Ethan. Por eso quería enseñarle el insecto a su hermano... de niños acostumbraban explorar el bosque y catalogar los "bichos raros" que encontraban. Pero el esfuerzo por recuperar esa conexión termina en tragedia, con una criatura desconocida matando gente sin control.
Y así, dividiendo su atención entre la crisis existencial del joven y el pánico en el pueblo, The Arbors avanza con extrema lentitud, ofreciéndonos algunas excelentes escenas de horror y suspenso, pero dedicando demasiado tiempo a las terribles decisiones que Ethan toma por simple desesperación, por sus abrumadores sentimientos de culpa, y porque, francamente, no es un individuo muy inteligente.
Durante el tercer acto The Arbors adopta un tono surrealista que conduce al "horror metafórico" antes mencionado, y las película mejora un poco... pero no pude evitar un par de bostezos y bastante irritación por las incomprensibles acciones de Ethan, un protagonista demasiado pasivo que no me pareció suficientemente interesante para atraparnos en su transformación figurativa de niño introvertido a adulto responsable.
Pero, bueno... las escenas del monstruo me gustaron mucho, y sin duda admiré el ingenio del director y co-guionista Clayton Witmer para complicar la vida de Ethan, quien parece más y más culpable conforme trata de ocultar la situación (¿mencioné que es un idiota?) Y desde luego la exploración de esa mente fracturada tiene sus propias virtudes, retratando con realismo y compasión el estancamiento emocional que frena el desarrollo del protagonista, al mismo tiempo que alimenta el fascinante misterio principal.
Cada elemento de The Arbors está impecablemente realizado; pero la combinación no funcionó para mi. De cualquier modo no me arrepiento de haberla visto, y hasta podría recomendarla para el público paciente que sepa sobrellevar las fallas de una película para disfrutar sus virtudes. Probablemente serán los mismos que se resignan a tomar una leche malteada con cuchara, porque a su propia manera sigue siendo deliciosa.
Califiación: 7

IMDb

Sunday, March 28, 2021

Akelarre



Síntomas: En el año 1609, cinco mujeres del País Vasco son arrestadas por brujería, y el Juez Inquisidor (Alex Brendemühl) las interroga para que revelen los secretos del "Sabbath".

Diagnóstico: Sin muchos rodeos, creo que Akelarre es la mejor película que he visto sobre la cacería de brujas en la era medieval... lo cual significa que no necesita apoyarse en fenómenos sobrenaturales para explicar el auténtico significado de la "brujería", así como la razón del miedo tan grande que inspiraba en la sociedad puritana.
El director español Pablo Agüero y la co-guionista Katell Guillou examinan la cacería de brujas desde múltiples puntos de vista ingeniosamente integrados en la premisa misma de Akelarre (disponible en Netflix con el título alterno de "Coven of Sisters"). Por un lado tenemos la perspectiva de las acusadas: cinco amigas arrestadas por participar (supuestamente) en rituales satánicos, sin evidencia física ni proceso jurídico. Por otro lado tenemos a los acusadores: El Juez Rostegui (Alex Brendemühl) y su Consejero (Daniel Fanego) llevan mucho tiempo persiguiendo brujas en España, pero no han logrado obtener una sola confesión sobre los detalles del "Sabbath". Y, finalmente, tenemos la Iglesia local representada por el Padre Cristóbal (Asier Oruesagasti), quien no está convencido de que las muchachas sean culpables... pero tampoco puede defenderlas con demasiada vehemencia, porque eso lo haría cómplice de los mismos crímenes.
Y así, entre interrogatorios y torturas, se manifiestan gradualmente los componentes psicológicos de la cacería de brujas, incluyendo la ignorancia, la represión sexual, y la funesta costumbre de culpar a las mujeres por el comportamiento de los hombres... el más claro síntoma de "brujería" para estos hipócritas inquisidores.
El director cuenta una historia íntima que se siente épica gracias a la fotografía de Javier Agirre (sic) y al excelente diseño de Mikel Serrano. Casi toda la película se desarrolla en la celda de las jóvenes y en la oficina de la parroquia, pero el director aprovecha de vez en cuando los paisajes vascos para contrastar el idílico entorno natural con la maldad que se oculta en la conciencia humana... aunque, desde luego, nunca parece "maldad" para los que creen que están obedeciendo la voluntad de Dios.
Finalmente debo señalar el extraordinario desempeño del reparto entero, empezando por Amaia Aberasturi en el difícil papel de Ana, la "bruja" que diseña un plan para ganar tiempo y quizás salvar las vidas de sus amigas, interpretadas por Yune Nogueiras, Garazi Urkola, Jone Laspiur, Irati Saez de Urabain y Lorea Ibarra (sí, son seis en total porque durante la cinta se añade otra víctima de embrujo). Y aunque los personajes masculinos deben llegar a extremos un poco inverosímiles para rematar el mensaje de Akelarre, también merecen mención Alex Brendemühl, Daniel Fanego y Asier Oruesagasti como paladines religiosos con distintas opiniones del asunto... aunque devotos de la misma cuestionable doctrina.
La reciente cinta The Reckoning se enfocó en la tortura física de las brujas, con mediocres resultados. Afortunadamente Akelarre ofrece una visión más elevada de la misma situación, explorando las raíces del problema, e invitándonos a reflexionar sobre la forma que adquiere esa persecución ideológica en la sociedad contemporánea. Hace cuatro siglos la opresión se justificaba con supersticiones. ¿Cuál es la excusa de hoy?
Calificación: 9

IMDb

Friday, March 26, 2021

Slaxx



Síntomas: Los empleados de la tienda de ropa CCC se preparan para el lanzamiento de "Super Shapers", una revolucionaria línea de pantalones de mezclilla que se ajustan automáticamente al cuerpo. Pero el gran día se complica cuando uno de los pantalones cobra vida y empieza a matar gente.

Diagnóstico: Con esa ridícula premisa, Slaxx podría haber sido una simple "comedia de terror" sobre los sangrientos asesinatos de un objeto inanimado. Sin embargo, la directora Elza Kephart y la co-guionista Patricia Gómez trataron de darle a Slaxx un subtexto más ambicioso, no solo para "explicar" el origen del villano textil, sino para denunciar la industria del vestido que aprovecha las relajadas leyes laborales de otros países para explotar a sus trabajadores. Y aunque los temas tan dispares de Slaxx no siempre "pegan" bien, al menos le dan una conciencia social que enriquece los simples placeres viscerales del "gore" y los creativos métodos que emplean los pantalones vivientes para matar a sus víctimas.
La protagonista de Slaxx es Libby McClean (Romane Denis), la nueva empleada de Canadian Cotton Clothiers que está muy emocionada por participar en el lanzamiento de la línea "Super Shapers"; pero cuando descubre un cadáver destrozado y trata de convencer al gerente Craig (Brett Donahue) de que hay un asesino en la tienda, Libby se da cuenta de que la empresa no se preocupa tanto por sus empleados, sino por sus ganancias. Y así, balanceando las demandas de un nuevo trabajo y su instinto de supervivencia, Libby trata de sobrevivir la jornada mientras investiga el origen de los pantalones asesinos, lo cual conduce a situaciones muy extrañas... y un poco de baile.
Además del mensaje sobre comercio justo y procesos industriales ecológicos, Slaxx también satiriza el fenómeno de la "moda rápida", cuya existencia yo desconocía (mi criterio para comprar ropa es el siguiente: si de milagro encuentro algo que me queda, compro tres iguales y los uso hasta que se caen en pedazos) (sí, mis vecinos probablemente piensan que nunca me cambio), el cual consiste en mantener un flujo constante de nuevos estilos y ropa barata de baja calidad que será obsoleta en un mes, fomentando la compra obsesiva de nuevas prendas para consumidores jóvenes que quieren estar "a la moda". Por eso Slaxx incluye el personaje de Peyton Jewels (Erica Anderson), una "influenciadora" de Instagram contratada para promover los Super Shapers entre sus millones de seguidores. Y, bueno, sobra decir que la "promoción viral" termina en tragedia.
Los efectos especiales de Slaxx son excelentes, con un estilo artesanal que quizás no sea muy "realista" en el sentido convencional, pero revela considerable ingenio para dar vida y personalidad al incongruente asesino. Los pantalones empiezan como una simple prenda de ropa, pero se transforman gradualmente en un personaje por derecho propio, con expresión y carácter que hace más divertida su interacción con Libby. Por su parte, Romane Denis interpreta una protagonista simpática e insegura, pero con la fuerza interna de las mejores "chicas finales". También merecen mención Brett Donahue como el neurótico gerente; Jessica B. Hill como la jefa de vendedores que no tolera la indisciplina; y Sehar Bhojani como la empleada "slacker" que no pierde oportunidad de evadir sus responsabilidades para escuchar música de Bollywood.
A fin de cuentas Slaxx no es una gran película, pero puedo recomendarla como una curiosidad cultural que disfrutarán por igual los fans del "gore" y los discípulos de la moda... siempre y cuando tengan suficiente sentido del humor para aceptar la sátira social. La directora Elza Kephart hizo un buen trabajo combinando un concepto absurdo con temas relevantes y personajes realistas que nos atrapan en la narrativa; y hasta logró darle una motivación válida a los pantalones vivientes. Dentro del departamento de "ropa asesina", creo que me gustó más In Fabric; pero Slaxx gana un justo lugar en esa misma colección.
Calificación: 7.5

IMDb

Wednesday, March 24, 2021

Time Warp: The Greatest Cult Films of All Time



Síntomas: Documental en tres partes sobre las películas de culto más populares del mundo, con comentarios de actores, directores y expertos que tratan de responder la eterna pregunta: ¿qué es una película "de culto"?

Diagnóstico: La respuesta es: nadie lo sabe. O, mejor dicho, todos tienen su propia opinión, lo cual solo confirma la enigmática naturaleza de estas películas que casi siempre fracasaron durante su estreno, y eventualmente ganaron un devoto grupo de seguidores que las mantienen vivas en la cultura popular. Entonces, a falta de consenso, quizás la mejor manera de explicar el cine de culto es mencionar sus obras más famosas, y buscar características comunes que las elevaron a esa exótica posición.
Esa es la misión del documental Time Warp: The Greatest Cult Films of All Time, y en mi opinión hizo un excelente trabajo que será igualmente interesante para fanáticos del género (como yo) (¿es realmente un "género"? No creo, pero vamos a llamarlo así para simplificar las cosas), y para espectadores casuales que quieran aprender un poco sobre esta faceta semi-oculta del arte cinematográfico, donde lo importante no es la calidad ni las nominaciones, sino el entusiasmo que una obra despierta entre sus fans.
Time Warp: The Greatest Cult Films of All Time consta de tres secciones que se estrenaron individualmente a lo largo de año y medio (algunas están disponibles en YouTube, aunque no sé si sean legales): "Midnight Movies" (1 hora 41 minutos); "Horror & Sci Fi" (1 hora 23 minutos) y "Comedy & Camp" (2 horas 3 minutos).
La primera, "Midnight Movies", se enfoca en películas que ganaron fama en exhibiciones de medianoche, donde los fans podían reunirse en una especie de ceremonia secreta que combinaba la experiencia de una fiesta y un rito religioso. Entre esas cintas se encuentran la icónica The Rocky Horror Picture Show, Eraserhead, Reefer Madness, Freaks y Pink Flamingos, junto con otras menos conocidas que, francamente, yo ni siquiera sabía que se consideraban "de culto", como Harold and Maude, The Naked Kiss y Point Break.
La segunda parte es "Horror & Sci Fi", donde se incluyen algunas de mis películas favoritas de toda la vida, como Evil Dead, Dawn of the Dead, Re-Animator, Blade Runner y The Adventures of Buckaroo Banzai Across the Eighth Dimension. Los comentarios de actores, directores y críticos son bastante entretenidos, aunque inevitablemente superficiales; por ejemplo, cinco minutos de reminiscencias con Bruce Campbell nunca bastarán para capturar la tortuosa filmación de Evil Dead. Sin embargo, el propósito de Time Warp no es abarcar el fenómeno completo, sino servir como eficiente introducción a un universo rico y complejo que trasciende los límites del cine comercial.
La tercera parte, "Comedy & Camp", explora el humor subversivo, surrealista y a veces accidental de obras como Rock 'n Roll High School, Clerks, Beyond the Valley of the Dolls, Monty Phyton and the Holy Grail y The Room (entre muchas otras). Los comentaristas ofrecen datos interesantes sobre el origen de las cintas, anécdotas sobre su filmación, y detalles sobre el tortuoso recorrido al altar del culto. Baste decir que se me humedecieron los ojos cuando John Waters defiende los méritos de Plan 9 from Outer Space.
Hablando de lo cual, Danny Wolf y Paul Fishbein (director y productor del documental, respectivamente) reunieron un ecléctico grupo de comentaristas eruditos (o al menos graciosos) que incluyen a Joe Dante, Ileana Douglas, Kevin Pollak, Pam Grier, Sid Haig, Kevin Smith, Roger Corman, John Sayles, Jeff Bridges, Gary Busey, Jeff Goldblum y Amy Heckerling (podría llenar varios párrafos con la lista completa); cada uno, como dije, con su propia teoría sobre el cine de culto. Sin embargo no se trata de un debate, sino de una celebración de estas "joyas alternativas" que nos inspiran a re-descubrir sus cuestionables virtudes. A fin de cuentas, el culto no nace de un proceso lógico, sino de una reacción emocional.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, March 22, 2021

Zack Snyder's Justice League



Síntomas: El villano cósmico Steppenwolf (voz de Ciarán Hinds) quiere destruir la Tierra para congraciarse con su amo Darkseid (voz de Ray Porter); mientras tanto, Bruce Wayne (Ben Affleck) empieza a reclutar individuos con habilidades especiales para defender el planeta.

Diagnóstico: Empecé a ver Zack Snyder's Justice League con bastante escepticismo y sin intención de escribir una nueva crítica, pues no creí posible que una re-edición con algunas escenas restauradas constituiría un cambio sustancial de la versión que se estrenó hace cuatro años. Sin embargo, después de invertir seis horas de mi vida en ella (dos de la original para refrescar mi memoria, y cuatro de esta nueva monstruosidad), debo reconocer que la visión pura y sin diluir de Zack Snyder ofrece una experiencia muy distinta de Justice League... mejor en algunas cosas y peor en otras respecto a la versión de Joss Whedon, pero a fin de cuentas con una textura única que justifica una evaluación separada de su predecesora.
Primero, lo bueno: Zack Snyder's Justice League ofrece espectaculares secuencias de pasmosa creatividad visual que realmente contribuyen al desarrollo de los héroes individuales, lo cual era muy necesario porque nunca se introdujeron adecuadamente en las previas obras de DC Comics (con excepción de Superman, Batman y Wonder Woman, obviamente). Y aunque el proceso a veces es torpe en concepto y ejecución (por ejemplo, la escena donde Cyborg ayuda a una mujer necesitada), al menos aporta suficiente información para establecer la ideología de los personajes y enriquecer su dinámica cuando empiezan a trabajar juntos. Lo cual nos lleva al más grande acierto de esta versión: el argumento de Zack Snyder's Justice League sigue siendo un poco confuso, pero explica mejor el propósito del villano, incrementa la coherencia general de la trama, y clarifica los métodos de Bruce Wayne, sobre todo durante la Gran Batalla Final que ahora sí tiene sentido. Como dice Barry Allen (Ezra Miller): "Por fin tenemos un plan". Y también se eliminó la familia rusa que intentaba darle un rostro humano a las víctimas de la destrucción. Entiendo su función para incrementar el drama, pero su presencia se sentía muy forzada.
Y ahora, lo malo: ¡¿Cuatro horas?! ¿En serio? Una cosa es dejar que la historia "respire" y encuentre su propio ritmo. Otra cosa muy distinta es mostrar excesiva indulgencia con cada capricho artístico que se le ocurrió al director. ¿De verdad necesitábamos escuchar completo el canto fúnebre islandés? Y lo mismo aplica a todas esas secuencias en cámara lenta acompañadas por alguna melancólica balada pop. Son tan frecuentes que empezaron a darme risa. Snyder las utiliza como "atajo" narrativo para inspirar emociones cuando el libreto no puede generarlas por sí mismo, lo cual es válido hasta cierto punto; pero tampoco debería ser el único truco en su repertorio. Un buen ejemplo es el accidente automovilístico de Iris West (Kiersey Clemons)... ¿para qué esforzarse en escribir una buena escena, cuando es más fácil pagar la licencia de una canción que expresa los sentimientos apropiados? No quiero empezar a hacer comparaciones, pero... ¿cuántas veces hicieron eso en 23 películas de Marvel? ¿Tal vez una o dos?
Y, bueno, ese interminable "epílogo" de Zack Snyder's Justice League se siente como una amenaza de repetir la misma historia en una secuela que no tengo interés en ver. Es como cuando salimos del dentista exhaustos y adoloridos, pero contentos de que ya terminó la tortura... y entonces la recepcionista dice "El siguiente viernes tiene cita para continuar el procedimiento".
No me malinterpreten, por favor. A fin de cuentas me alegra la existencia de Zack Snyder's Justice League, y espero sinceramente que deje satisfechos a los fans que exigieron su realización. En muchos aspectos me gustó más que Justice League porque resolvió algunas de sus fallas, pero no puedo ignorar los nuevos problemas que trajo consigo. Una cosa por otra, supongo. Y también debo agradecer que, por fin, después de casi diez años, encontramos un Superman ligeramente (MUY ligeramente) más fiel a la versión de los comics. Además, me gustaron los "rayos Omega" de Darkseid; se ven idénticos a los que dibujaba Jack Kirby.
Calificación: 8.5 (igual que la anterior, pero por distintas razones)

IMDb

Sunday, March 21, 2021

The Swordsman (Geom-gaek)



Síntomas: Dos espadachines rivales se encuentran después de muchos años, y descubren que no son tan diferentes como pensaban.

Diagnóstico: Esa sinopsis no es muy precisa porque la relación entre los espadachines se define hasta el tercer acto de la película, y no quiero arruinar el placer de seguir su tortuoso desarrollo. Baste decir que The Swordsman no es una típica "buddy movie" donde los protagonistas se odian al principio y se hacen amigos al final. Lejos de eso, la trama es demasiado complicada para acomodar los clichés del cine de acción.
Hablando de lo cual, The Swordsman tampoco es una cinta de artes marciales (o, específicamente, del sub-género "chanbara"), ni una fantasía "wuxia" donde los personajes surcan el aire en imposibles maniobras que desafían la gravedad. En vez de eso podríamos describirla como un thriller histórico donde los duelos y la violencia son consecuencias de la intriga que surge entre las dinastías Joseon y Qing en Corea a mediados del siglo diecisiete.
Dicha intriga es bastante espesa, y requiere poner atención a la conducta de individuos que nunca dicen lo que piensan, ya sea por diplomacia o por temor. Y ahí es donde se lucen las actuaciones del reparto entero. Los duelos con espadas llegan después; pero primero debemos sumergirnos en las bizantinas maniobras de gobernantes corruptos, soldados honorables, y un vagabundo que vive en el bosque con su hija adolescente.
El vagabundo es Tae-yul (Jang Hyuk), soldado retirado por heridas que sufrió hace muchos años defendiendo al Rey de Joseon. Tae-yul está perdiendo la vista, y su hija Tae-ok (Kim Hyun-soo) quiere ir al pueblo cercano para comprar la medicina que podría curar a su padre.
El otro espadachín es Seung-ho (Jung Man-sik), un guardia imperial dedicado a mantener la paz en Joseon, lo cual se vuelve más difícil cuando Gurutai (Joe Taslim), miembro de la familia real de Qing, empieza a secuestrar granjeros y venderlos como esclavos... a menos que sus familiares paguen el rescate para liberarlos.
Y así, lo que comienza como una visita a la farmacia para comprar hierbas medicinales, se transforma en una lucha por el honor de Seung-ho, por la vida de Tae-ok, y por la redención de Tae-yul.
The Swordsman no es una película épica como Shadow o Mulan, pero se siente auténtica en sus vestuarios y locaciones, magníficamente retratados por el director de fotografía Won-ho Son. Y aunque las secuencias de acción son relativamente modestas, gozan de excelente coreografía que el director Choi Jae-hoon luce con largas tomas y creativos encuadres que permiten a un solo espadachín enfrentar decenas de oponentes sin insultar nuestra inteligencia. En particular me gustó la batalla en el patio del Rey, donde Tae-yul aprovecha la arquitectura para cubrirse y limitar el movimiento de sus oponentes.
No negaré que The Swordsman me confundió de vez en cuando con sus densas maquinaciones políticas; afortunadamente el director mantiene el foco de la narrativa en las emociones de los personajes, haciendo la cinta accesible para el público casual (como yo) que no conoce de memoria la historia medieval de Corea. Y, bueno, los duelos en defensa del honor se entienden en cualquier cultura; para bien o para mal, la espada sigue siendo un lenguaje universal.
Calificación: 8

IMDb

Friday, March 19, 2021

Cherry



Síntomas: "Cherry" (Tom Holland) se enlista en el ejército después de una decepción romántica, y así comienza una cadena de eventos que lo transformarán en un ladrón de bancos adicto y sin futuro.

Diagnóstico: No es spoiler revelar el destino de Cherry (la persona), ya que Cherry (la película) empieza con un asalto bancario motivado por el vicio. Entonces regresamos al año 2007 para examinar cada catastrófica decisión que tomó Cherry en el tortuoso camino a una vida de crimen y adicción. Desafortunadamente me pareció un camino aburrido y pretencioso, que luce el talento visual de los Hermanos Russo, pero revela su pobre comprensión del drama humano.
Decidí ver Cherry porque es el primer proyecto de Anthony y Joe Russo después de colaborar en algunas de las mejores películas de Marvel Studios (Captain America: The Winter Soldier; Captain America: Civil War; Avengers: Infinity War y Avengers: End Game). Con ese sobresaliente historial, los Russo probablemente tenían carta blanca para elegir cualquier proyecto que quisieran... y decidieron adaptar a cine la novela auto-biográfica de Nico Walker sobre un ex-soldado adicto a la heroína. Fue una estrategia audaz e inesperada que ciertamente admiro. Sin embargo siento que la visión "blockbusterizada" de estos cineastas no resultó compatible con los temas de la cinta.
Esa es la única explicación que se me ocurre para justificar este drama excepcionalmente filmado, pero curiosamente estéril y vacío. Bueno, hay otra explicación: el problema es conmigo, y no con la película. Tal vez estoy demasiado viejo para identificarme con las crisis de los jóvenes protagonistas, y por eso no sentí empatía alguna por sus forzadas tragedias.
Entonces, tratando de ser objetivo, puedo afirmar que Cherry es una película impecablemente producida, con buenas actuaciones y abundantes digresiones artísticas que embellecen una sórdida historia de sufrimiento y perdición.
En el papel de Cherry, Tom Holland alcanza niveles dramáticos que nunca había explorado en sus previas películas (ya no digamos las de Spider-Man, sino las más "normales", como In the Heart of the Sea y The Lost City of Z). Su compromiso con el personaje de "Cherry" (nunca conocemos su nombre real) es inquebrantable, expresando intensas emociones con gran realismo, y atrapándonos en la lerda narrativa tan solo con su carisma. Ojalá esa brillante actuación adornara una mejor película; pero, a fin de cuentas, Cherry funciona gracias a Tom Holland, lo cual demuestra que los Hermanos Russo eligieron bien a su protagonista.
Los papeles secundarios son clichés unidimensionales, pero los actores se esfuerzan con el mediocre material que les asigna el libreto, destacando Ciara Bravo como Emily, la novia de Cherry; y Jack Reynor, Michael Rispoli y Daniel R. Hill como variados cómplices, compañeros o colegas de dudosa reputación.
Creo que Anthony y Joe Russo buscaron una historia completamente distinta para demostrar que su capacidad va más allá del cine de super-héroes. Pero tal vez debieron reducir su ego, y no utilizar tantas florituras en un relato que debería enfocarse en el alma de los personajes, y no en los alardes satíricos de los directores.
En fin... creo que los Hermanos Russo (apoyados por su hermana Angela Russo-Ostot como co-guionista) quisieron hacer Trainspotting para la "Generación Marvel", y tal vez lo lograron. Cherry es más espectáculo que emoción, con actores atractivos en papeles sin substancia, y con un barniz "artístico" tan genuino como un póster de la Mona Lisa. Aún así, Cherry merece una recomendación por la calidad de sus componentes... incluso si el resultado fue menor a la suma de sus partes. Pero lo peor fue que perdí la confianza en los Hermanos Russo para hacer la hipotética película de Community. Bueno, solo si invitan a Dan Harmon.
Calificación: 7

IMDb

Wednesday, March 17, 2021

Come True



Síntomas: La adolescente Sarah Dunne (Julia Sarah Stone) escapó de su casa, y además tiene problemas para dormir. Entonces participa en un estudio clínico sobre problemas del sueño, y su situación empeora.

Diagnóstico: Mis disculpas de antemano por recurrir al adverbio "cronenbergiano" (uno de los calificativos más usados después de "lovecraftiano"), pero no hay otra manera de describir la genial película Come True, no solo por su origen canadiense, sino por su bizarra atmósfera de perversión científica, las grotescas pesadillas semi-orgánicas de la protagonista, y hasta la apariencia del Dr. Meyer (Christopher Heatherington), el director del estudio clínico que se parece físicamente a David Cronenberg... lo cual sospecho que fue intencional para confirmar la inspiración de la cinta.
Pero, bueno... independientemente de sus atributos "cronenbergianos", Come True me pareció una fantástica película que desafía nuestras expectativas, al mismo tiempo que propone interesantes ideas sobre la naturaleza de los sueños, un tema que siempre me ha interesado.
Claro, si analizamos esas ideas descubriremos que no son exactamente nuevas, ya que se han utilizado en otras películas y series de televisión (desde Max Headroom hasta Inception), pero creo que nunca se habían retratado con la perturbadora estética visual de Come True, ni su etérea narrativa que nos contagia la confusión de Sarah (Julia Sarah Stone) y el terror de reconocer la tenue división entre nuestras vidas oníricas y el mundo real.
Sarah Dunne es una joven estudiante que huyó de su casa y está durmiendo en el parque, o en la casa de una amiga, o en la escuela. Pero "dormir" no es la palabra correcta, pues todas las noches la despiertan siniestras pesadillas que parecen llevarla a un destino desconocido. Entonces Sarah encuentra un anuncio solicitando voluntarios para un estudio sobre el sueño, donde no solo le pagarán por participar, sino que podrá dormir cómodamente durante varios días, con la única condición de usar un traje con sensores electrónicos, y responder algunas preguntas cada mañana. Suena perfecto. Sin embargo, nada es lo que parece, especialmente en los sueños de Sarah.
El director/guionista/compositor/editor/cinematógrafo Anthony Scott Burns se rehúsa a seguir los esquemas tradicionales del horror, lo cual significa que Come True es deliciosamente impredecible. En varias ocasiones creí adivinar hacia dónde se dirigía la historia, pero Scott Burns me sorprendió con súbitas tangentes que, para ser honestos, no siempre funcionan; sin embargo impulsan la trama en inesperadas direcciones mientras se resuelve el fascinante misterio central.
Julia Sarah Stone captura a la perfección la fuerza y vulnerabilidad de Sarah. No sabemos por qué huyó de su casa, pero los detalles de su actuación aportan toda la información necesaria sin diluir el enigma que la rodea. Otros actores notables en Come True son Tedra Rogers como su amiga Zoe; Carlee Ryski y Landon Liboiron como Anita y "Riff", dos de los técnicos que conducen el estudio de sueños; y el mencionado Christopher Heatherington como el Dr. Meyer, quien fácilmente podría haber sido un clásico "genio loco"; pero, como dije, Scott Burns prefiere seguir sus propias reglas.
La música de Electric Youth y "Pilotpriest" (pseudónimo del director), la cinematografía del mismo Scott Burns, y el increíble diseño de producción deleitan nuestros sentidos al mismo tiempo que nos contagian la ofuscación mental de Sarah y transforman la película entera en una exploración de los sueños que es un sueño por sí misma, a veces placentero, y a veces terrorífico.
Mi única queja serían los dos "twists" que llegan al final en rápida sucesión, y que me parecieron absurdos e innecesarios. Aunque, por otro lado, los sueños no se distinguen por su lógica, así que tal vez ese oblicuo final funciona un nivel más sutil que no logré comprender. Como sea, Come True es una de las mejores películas que he visto sobre el complejo tema de los sueños, pues refleja su ambigua naturaleza: a veces tienen un significado específico, y a veces son fugaces distracciones de la rutina. Igual que el cine.
Calificación: 9

IMDb

Monday, March 15, 2021

The Vigil



Síntomas: El joven Yakov Ronen (Dave Davis) participa en el ritual judío de "la vigilia", que consiste en acompañar durante la noche el cuerpo de un difunto mientras se reza por su alma. Pero con el paso de las horas empiezan a ocurrir cosas extrañas que Yakov no puede explicar.

Diagnóstico: Aunque no es fundamentalmente distinto en sus fórmulas, el "horror judío" aporta interesantes variaciones en los ritos, mitología, y simbolismo que acompañan con frecuencia al cine de terror. Sí, la doctrina judía también tiene espíritus, demonios y posesiones, pero el simple hecho de pertenecer a otra cultura inspiran curiosidad y renuevan nuestro temor a lo desconocido.
Lo cual nos lleva a The Vigil, un eficiente thriller sobrenatural (distribuido por Blumhouse) que el director Keith Thomas extiende con trágicas revelaciones sobre el pasado del difunto, y con el conflicto interno que siente Yakov (Dave Davis) por su religión, sobre todo después de un trágico evento que cambió su vida. Y así, la vigilia del cadáver no solo inspira fenómenos sobrenaturales, sino reflexiones personales que complementan las tenebrosas escenas de The Vigil, así como el delicioso suspenso ejecutado con elegante simplicidad visual.
Por el lado negativo, The Vigil se siente un poco lenta a pesar de su breve duración; y la cinematografía de Zach Kuperstein es tan oscura que no siempre entendí lo que ocurría en la pantalla. Claro, la oscuridad es parte integral de la atmósfera que envuelve cada escena de la película, y las sombras estimulan la paranoia del espectador y dejan que nuestra imaginación dibuje los horrores que el director solo insinúa. Pero cuando dicha atmósfera interfiere con la narrativa, es hora de prender un foco o dos.
Afortunadamente la falta de visibilidad no arruina la película ni obstruye la actuación de Dave Davis, notable por las emociones que expresa y por los pensamientos que oculta, incluyendo una decepción general con la religión; la angustia de un futuro sin prospectos económicos (Yakov aceptó fungir como "shomer" de la vigilia porque le ofrecieron 400 dólares, y no porque fuera pariente o amigo del occiso); y, en un nivel más práctico, el temor de recaer en la crisis psicológica de la que apenas se está recuperando. Por eso Yakov no está seguro si las cosas que ve en la casa de la viuda Litvak (Lynn Cohen) son reales, o manifestaciones de aquel evento traumático que lo hizo abandonar su fe.
Las respuestas a esas preguntas tal vez llegan con demasiada facilidad, pero tienen sentido en el contexto de la cinta, ya que todo ocurre en una noche, y no hay tiempo para buscar al típico experto en asuntos sobrenaturales, como ocurre en otras películas. Además, a fin de cuentas, lo importante es aprovechar todos los recursos disponibles en este compacto formato de "casa embrujada" (¿o tal vez "cadáver embrujado"?) para agilizar la trama y enriquecer el crispante drama que se desarrolla durante la vigilia. Hablando de lo cual, mención especial para la espeluznante banda sonora compuesta por Michael Yezerski, capaz de evocar por sí sola toda clase de malsanas fantasías.
No sé si podría llamarle "joya oculta" a The Vigil, pero el director Keith Thomas sin duda hizo un excelente trabajo (¡en su primera película!) conjugando sólidos momentos de terror con un profundo estudio de carácter; y todo eso bajo conceptos del judaísmo que añaden un sabor distinto y muy agradable a esta premisa relativamente simple. En resumen: una buena lección religiosa que aprendemos mejor por medio del horror; no es una herramienta didáctica común, pero funciona.
Calificación: 8

IMDb

Sunday, March 14, 2021

Sentinelle



Síntomas: Después de una mala experiencia en combate, la oficial Klara (Olga Kurylenko) es transferida a la "Operación Sentinelle", consistente en patrullas militares que recorren las calles de Francia como protección contra el terrorismo. Entonces su hermana Tania (Marilyn Lima) sufre un ataque que la deja en el hospital, y Klara utiliza su entrenamiento para encontrar al culpable.

Diagnóstico: Sí, Sentinelle es otra película sobre un "vigilante" que toma la ley en sus manos para vengar una tragedia familiar; y aunque no se desvía mucho de la fórmula que hemos visto en incontables obras similares, el director Julien Leclercq introduce cambios que la hacen más realista, alejándose de las genéricas fantasías de acción para enfocarse en los factores psicológicos que motivan a la protagonista. Esto significa que Klara (Olga Kurylenko) no es una invencible justiciera, sino una mujer falible y vulnerable que comete errores, y no siempre mide las consecuencias de sus actos. O tal vez sí las mide, pero no le importan, lo cual es aún más representativo de su frágil estado mental.
Sentinelle (disponible en Netflix) empieza en algún lugar del Medio Oriente, donde un operativo militar termina en tragedia, dejando a Klara con estrés post-traumático suficientemente severo para retirarla del combate activo y enviarla de regreso a Francia, donde vigilará sitios turísticos (en este caso la ciudad de Niza, donde vive su familia) contra posibles ataques terroristas. Sin embargo eso no es lo que Klara quería hacer en su carrera militar, lo cual solo empeora su depresión. Entonces, durante una noche de fiesta, alguien viola a su hermana Tania (Marilyn Lima), y Klara empieza a abusar de su rango militar para obtener información sobre el atacante, creando conflictos con sus superiores y con los policías encargados de la investigación oficial.
Hasta ahí suena como cualquier thriller de venganza, pero la diferencia está en los detalles. A pesar de su entrenamiento militar, Klara no es inmune a los efectos de la violencia, y de vez en cuando necesita un baño caliente para aliviar el dolor de, por ejemplo, una pelea contra tres hombres en un club nocturno. Su misión de venganza parece moralmente justa, pero implica romper tantas leyes (militares y civiles) que Klara se arriesga a convertirse en un peligro tan grande como los villanos que persigue. Y así, nublando la línea entre obsesión y justicia, Sentinelle incorpora sutiles comentarios sobre las causas del problema, al mismo tiempo que nos satisface con la catarsis de la acción.
La cual, conviene advertir, tampoco es excesiva ni exagerada, pues sigue los lineamientos de realismo que mencioné al principio. Las peleas son breves y brutales; los métodos de Klara son torpes e improvisados; y aunque hay tiroteos con un poco de sangre, Sentinelle no pretende glamorizar la violencia, sino mostrarnos sus consecuencias en ambos lados del conflicto.
Como fan de Olga Kurylenko, no sé si podré ser totalmente objetivo sobre su desempeño en esta película, pero creo que su interpretación establece el tono de la narrativa y nos invita a reflexionar sobre los clichés del cine de acción, lo cual sería (en mi humilde opinión), razón suficiente para recomendar Sentinelle. Por el lado negativo, esa mesura y realismo podrían decepcionar al público que buscaba un thriller más "convencional", con héroes invencibles y la satisfacción de la venganza como objetivo principal del argumento. En ese caso, Sentinelle no es lo que buscan; pero fue exactamente lo que yo necesitaba.
Calificación: 8

IMDb

Friday, March 12, 2021

The Mauritanian



Síntomas: En noviembre del 2001, Mohamedou Ould Slahi (Tahar Rahim) es arrestado en Mauritania y recluido en la cárcel de Guantánamo sin justificación legal. Entonces la abogada Nancy Hollander (Jodie Foster) y su asistente Teri Duncan (Shailene Woodley) aceptan defender a Mohamoud a pesar de los terribles crímenes que se le imputan.

Diagnóstico: La historia que relata The Mauritanian es ciertamente interesante y merece difundirse para recordarnos los horribles abusos que se cometen en nombre del patriotismo, la religión, o cualquier otra causa fundamentada en emociones en vez de pensamiento racional. Desafortunadamente el director Kevin McDonald (Black Sea) no logró decidir cuál era el aspecto más relevante de esa historia, y decidió utilizarlos todos, resultando en una cinta bien realizada, pero sin dirección concreta para enfocar su mensaje.
Por un lado, tenemos al ciudadano mauritano Mohamedou Ould Slahi (Tahar Rahim), quien podría ser culpable de reclutar a los terroristas que estrellaron los aviones contra las Torres Gemelas de Nueva York. La evidencia no es muy convincente y el Gobierno de los Estados Unidos no lo ha acusado formalmente de un crimen, pero aún así lo mantienen preso durante más tiempo (mucho, MUCHO más tiempo) del que permite la Ley.
Por otro lado tenemos a la abogada Nancy Hollander (Jodie Foster), especialista en derecho militar que ha formado una impresionante carrera denunciando los abusos del gobierno... exactamente como el que están cometiendo contra Mohamedou. Sobra decir que la defensa de un terrorista podría tener graves consecuencias sociales, profesionales y políticas... pero eso no detendrá a Nancy ni a Teri Duncan (Shailene Woodley), su joven asistente.
Finalmente, el Teniente Coronel Stuart Couch (Benedict Cumberbatch), es el fiscal militar responsable de recolectar la evidencia necesaria para demostrar la culpabilidad de Mohamedou y condenarlo a muerte, como exigen sus superiores (incluyendo al Presidente George W. Bush). Además, Stuart tiene una conexión personal con el ataque del 11 de Septiembre, lo cual le da motivación adicional para cumplir su objetivo.
Kevin McDonald hace un buen trabajo estableciendo los retos personales y mentalidad de cada individuo, destacando obviamente Mohamedou y el prolongado cautiverio que vemos en forma de "flashbacks". Al principio los interrogatorios parecen amistosos, pero gradualmente se transforman en sesiones de tortura física y psicológica cuando el hombre se rehúsa a "confesar" por un crimen que tal vez no cometió.
De ninguna manera niego la importancia de esas escenas, ni el mensaje general de The Mauritanian... pero la cinte siente curiosamente desconectada de su propia realidad, tal vez porque no tiene un punto de vista definido, o porque separó demasiado sus tres sub-tramas, en vez de entrelazarlas de una manera más orgánica y convincente.
Lo que sí puedo afirmar es que las actuaciones rescatan la situación. Tahar Rahim humaniza de inmediato a Mohamedou, y casi nos convence de su inocencia... pero al mismo tiempo parece que oculta algo, de modo que nunca estamos seguros de cuál será el veredicto (a menos que hayamos leído el libro "Guantánamo Diary" en el que se inspira la película, o recordemos los noticieros de hace algunos años, cuando se reportó este caso). Jodie Foster transmite la pasión y compromiso de la abogada Nancy Hollander, pero el libreto no le da suficiente material para atraparnos en su interpretación. Y aunque Shailene Woodley tiene menos escenas, las dudas morales de Teri le dan un poco de profundidad. Sin embargo, el mejor papel probablemente sea el de Benedict Cumberbatch, interpretando un fiscal competente y dedicado a su trabajo, pero plenamente consciente de que está bajo el control de entidades que no buscan necesariamente justicia, sino venganza. Al principio me desconcertó escuchar a Cumberbatch con acento norteamericano, pero me acostumbré rápidamente gracias a su excelente actuación.
El director Kevin McDonald inyectó claridad y emoción en un relato complicado y controversial; pero el libreto no logró conjugar sus componentes en una narrativa congruente, de modo que The Mauritanian pierde fuerza conforme avanza, y se siente más lenta de lo que sugieren sus dos horas de duración. Sin embargo, como dije al principio, The Mauritanian es una película importante por demostrar que las consecuencias de los errores pasados persisten durante más tiempo del que imaginamos. En otras palabras, el sufrimiento de las víctimas casi siempre continúa aunque ya no salgan en las noticias.
Calificación: 8

IMDb

Wednesday, March 10, 2021

Moxie



Síntomas: Cansada del sexismo en su escuela preparatoria, la joven Vivian Carter (Hadley Robinson) publica un panfleto feminista titulado "Moxie!", e inicia un movimiento estudiantil con inesperadas consecuencias.

Diagnóstico: En el 2019 la actriz y comediante Amy Pohler debutó como directora con Wine Country, y aunque me pareció una película recomendable para sus fans (como yo), la verdad es que no presentó grandes retos técnicos ni dramáticos, ya que consistía básicamente en videos caseros de Pohler con sus amigas de Saturday Night Live (lo cual no tiene nada de malo, y me hizo reír bastante). Y ahora, dos años después, Pohler regresa con un proyecto más maduro y complejo que pone a prueba su capacidad como directora... y el resultado me pareció admirable, no exento de problemas, pero auspicioso para su carrera futura. Obviamente Pohler posee una genuina visión artística que, en este caso, no solo resulta compatible con el mensaje de Moxie, sino que eleva la cinta al prestigioso nicho de comedias juveniles que realmente tienen algo que decir.
Bueno, le estoy llamando "comedia juvenil" a Moxie porque utiliza elementos comunes en ese género, incluyendo el clásico entorno de la "high school" norteamericana, un poco de romance, y conflictos estudiantiles. Sin embargo, los temas que maneja son demasiado importantes para trivializarse con humor, lo cual significa que Moxie no es una "comedia" tan graciosa como, por ejemplo, Pitch Perfect o Booksmart, sino un melodrama con un tono más parecido a Edge of Seventeen y Eighth Grade. En otras palabras: asuntos serios presentados en un contexto ligero para capturar la atención del público joven, pero sin diluir el mensaje con demasiados chistes. Fue una buena decisión de la directora, aunque podría decepcionar a quienes esperaban otra frívola comedia juvenil de Netflix, como The Kissing Booth o la trilogía de To All the Boys... Desde luego no me opongo a esas comedias (aunque no me gustaron mucho); solo estoy advirtiendo que el principal propósito de Moxie no es hacernos reír, sino pensar.
Basta de apologías. Moxie (un término anacrónico que significa "valor" o "iniciativa") está basada en una novela de Jennifer Mathieu, lo cual explica algunos de sus problemas estructurales. Como ocurre con muchas adaptaciones literarias, el libreto de Moxie (adaptado por Tamara Chestna y Dylan Meyer) se siente difuso y superficial, avanzando a saltos en vez de lograr un flujo natural de eventos, y con triunfos demasiado fáciles y crisis abruptas que no tienen mucha explicación (aunque podríamos atribuirlas a los altibajos de las hormonas adolescentes). Por el lado positivo, la variedad de sub-tramas añade nuevos puntos de vista que revelan la complejidad del feminismo en la época actual (creo que esa es la "interseccionalidad" que menciona la madre de Vivian, interpretada por la misma Amy Pohler).
En el papel principal, Hadley Robinson (Little Women) maneja con impecable realismo la transformación ideológica de Vivian cuando descubre antiguos panfletos (o "'zines") entre los recuerdos de su madre, y empieza a reconocer las injusticias que ocurren diariamente en su escuela. Lauren Tsai, Alycia Pascual-Peña, Sabrina Haskett, Sydney Park y Josie Totah interpretan a las estudiantes que se involucran en el movimiento revolucionario con distintos grados de convicción; y Marcia Gay Harden es la Directora Shelly, culpable por ignorar los problemas de su escuela, pero al mismo tiempo víctima de la apatía que afecta al sistema educativo.
Finalmente, merece mención la banda sonora de punk feminista que va desde Bikini Kill hasta TopLady (solo faltaron The Donnas y X-Ray Spex; tal vez las están guardando para la secuela), reforzando las ideas de Vivian y sus amigas, y estableciendo la larga historia de un movimiento que, lamentablemente, sigue vigente porque las cosas no han cambiado lo suficiente a lo largo de los años. Hablando de lo cual: si les gustó Moxie, busquen la joya oculta Strike! (también conocida como All I Wanna Do y The Hairy Bird) para ver dónde empezó todo.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, March 8, 2021

Coming 2 America



Síntomas: El Príncipe Akeem (Eddie Murphy) y su amigo Semmie (Arsenio Hall) regresan a Nueva York para buscar al hijo ilegítimo que Akeem dejó en su previa visita, pues su presencia es crucial para el futuro del reino de Zamunda.

Diagnóstico: Me gustó la primera mitad de Coming 2 America a pesar de sus digresiones innecesarias (como un aparatoso funeral), y el ridículo "ret-con" que justifica la existencia del hijo ilegítimo, producto de una noche de pasión tan intoxicada que el Príncipe Akeem ni siquiera la recuerda. Pero, bueno... una vez que superé esos obstáculos, encontré un nostálgico desfile de personajes y situaciones que rinden homenaje a la clásica comedia Coming to America, al mismo tiempo que rectifican algunos de sus errores (como el horrible sexismo del Reverendo Brown) y replantean sus ideas para el mundo del año 2021, muy distinto al de 1988. Desafortunadamente la segunda mitad de Coming 2 America pierde coherencia conforme empiezan a apilarse sus múltiples sub-tramas, muchas de las cuales no contribuyen a la historia principal, y solo sirven para complicar un argumento que debería haber sido tan simple como la primera vez: un "pez fuera del agua" asimilando una cultura diferente, mientras busca algo que no pudo encontrar en su propia tierra.
De hecho, el director Craig Brewer (Dolemite Is My Name) y su ejército de escritores encontraron una ingeniosa inversión de la premisa original: en vez de Akeem (Eddie Murphy) y Semmi (Arsenio Hall) explorando Nueva York, esta vez Lavelle (Jermaine Fowler), el hijo ilegítimo de Akeem, y su madre Mary (Leslie Jones), visitan el Reino de Zamunda y encuentran grandes diferencias que ponen a prueba su carácter, sus principios, y eventualmente su concepto de la felicidad. En otras palabras, en vez de enfocarse en los ricos que visitan a los pobres, Coming 2 America usa a los pobres para cuestionar la opulenta vida de los ricos, señalando sus contradicciones y tratando de establecer puntos en común para entenderse mejor. Hasta ahí todo iba bien, con Eddie Murphy y Arsenio Hall repitiendo su simpática rutina, Wesley Snipes añadiendo un poco de peligro como un malicioso dictador, y Jermaine Fowler reaccionando con apropiada sorpresa ante los excesos de Zamunda. Pero cuando Coming 2 America se vuelve seria y melodramática empiezan a surgir grietas en una estructura demasiado débil para soportar tantas tangentes y forzado comentario social.
Que quede claro: no me opongo a esos mensajes, y desde luego coincido con ellos; pero en su esfuerzo por extender los temas de la película, Brewer diluyó el humor, perdió el rumbo de la historia, y desperdició sus mejores atributos (los actores).
Eddie Murphy es uno de mis comediantes favoritos, y ni así encontré suficientes risas en su interpretación de un Príncipe Akeem más maduro y responsable porque escuchó las lecciones de su padre (James Earl Jones). Jermaine Fowler es agradable en el papel Lavelle, pero su presencia divide el enfoque de la cinta... ¿exactamente quién es el protagonista? No sé, y creo que el director tampoco. Arsenio Hall no tiene mucho que hacer, pero me gustó verlo de nuevo como apoyo moral de Akeem. Shari Headley regresa al papel de Lisa (y se ve fantástica... quizás mejor que en 1988), junto con otros actores que dejaron su huella en la cinta original (incluyendo a John Amos, Louie Anderson y Clint Smith), demostrando el esfuerzo de Murphy (en su faceta de productor) y del director para conservar los elementos que el público recuerda con afecto, y que contribuyeron al tremendo éxito de Coming To America hace más de treinta años.
Desafortunadamente la nostalgia no basta para sostener este castillo en el aire; y si bien Coming 2 America no me pareció totalmente mala (tan solo por los vestuarios y diseño de producción vale la pena verla), tampoco cumple las expectativas que inspira su predecesora... sobre todo cuando tuvieron tanto tiempo para planear el regreso a Zamunda. Habiendo dicho eso, espero que Coming 2 America tenga suficiente éxito para que Amazon (o Netflix, o Apple, o quien sea) se anime a producir más películas con Eddie Murphy. Si algo bueno puede salir de este mediocre refrito, es la resurrección de su carrera; solo espero que no sea con una secuela de Pluto Nash.
Calificación: 7

IMDb

Sunday, March 7, 2021

La Llorona



Síntomas: El General Enrique Monteverde (Julio Díaz) es acusado de genocidio en Guatemala; pero su preocupación principal es el llanto de una mujer que escucha en su casa. ¿Será el legendario fantasma de La Llorona, o una manifestación de sus sentimientos de culpa?

Diagnóstico: Me dio mucho gusto encontrar una excelente muestra de "horror metafórico" proveniente de Guatemala, pues una vez más valida el terror como instrumento dramático capaz de acomodar los más difíciles temas sin sacrificar sus elementos esenciales. Habiendo dicho eso, el horror en La Llorona no proviene de aquel legendario fantasma latinoamericano, sino de una terrible realidad histórica oculta durante mucho tiempo. Algunos prefieren ignorar el pasado; otros luchan por sacarlo a la luz pública; y los más afectados simplemente quieren justicia.
La Llorona explora las consecuencias del genocidio en el amplio marco de la sociedad guatemalteca, pero también en el micro-universo doméstico del anciano General Enrique Monteverde, quien será juzgado por ordenar en 1981 el exterminio del pueblo Maya-Ixil para sofocar una rebelión armada. Por eso, entre la frágil salud mental del General y la ansiedad del juicio, su familia no le cree cuando asegura que escucha un misterioso lamento en la noche.
Es un buen comienzo para una película de terror, pero el director Jayro Bustamante mantiene los elementos sobrenaturales en segundo plano para enfocarse en la dinámica de la familia Monteverde, en cierta manera cómplices del General, aunque con distintas perspectivas de la situación.
Carmen (Margarita Kenéfic), la esposa del General, representa el privilegio del poder en su máxima expresión, criticando la veracidad de las acusaciones, e insultando a los sirvientes de la casa. Su hija Natalia (Sabrina De La Hoz) sospecha que su padre es culpable de los crímenes que le imputan, pero su seguridad personal (y la de su hija) también depende de la impunidad que cobija a su familia desde hace tantos años. Y aunque la nieta Sara (Ayla-Elea Hurtado) es muy joven para entender, está más abierta a la verdad porque no comparte los prejuicios de los adultos. Y así, mientras crece la paranoia en la casa del General, se borran las líneas entre pasado y presente, y entre realidad y superstición.
Bustamante retrata todo esto con un virtuoso lenguaje visual de largas tomas fijas que transmiten abundante información con mínimo esfuerzo (la escena del juicio debería enseñarse en escuelas de cine). La Llorona es un gran ejemplo del ingenio que transforma las limitaciones del cine independiente en virtudes, destilando la historia en sus más puros componentes, y creando un tapiz audiovisual más impactante que cualquier efecto visual o exabrupto dramático.
Lo cual, naturalmente, requiere actores con gran talento para representar el conflicto interno de los personajes. Margarita Kenéfic, Sabrina De La Hoz y Ayla-Elea Hurtado reflejan las buenas y malas cualidades de sus respectivas generaciones, así como el cambio gradual de actitud que estimula el progreso y pone a temblar a los gobiernos construidos sobre bases demagógicas, porque la credulidad de gente tiene un límite (un fenómeno universal que no está limitado a Guatemala). En el papel del General Monteverde, Julio Díaz mantiene la cínica arrogancia del criminal convencido de su inocencia porque solo seguía órdenes, o porque estaba haciendo lo correcto para el bienestar de su país... en su propia opinión. Y las actrices María Telón y María Mercedes Coroy interpretan al escaso personal de servicio que queda en la casa de los Monteverde, observando el drama familiar con mayor objetividad y lucidez que sus egocéntricos patrones.
En resumen, Jayro Bustamante integró elementos clásicos del horror en un excepcional thriller psicológico cuyo propósito trasciende los límites de ambos géneros. La Llorona no es una película con sangre, sustos ni efectos especiales; y sin embargo su impacto es mayor por la brutalidad de los eventos que retrata, y por el dolor que persiste en la memoria de las víctimas, y en la conciencia colectiva de la sociedad. O tal vez esa es la auténtica maldición de La Llorona: olvidar el pasado y condenarnos a repetirlo. Eso explicaría muchas cosas.
Calificación: 9

IMDb

Friday, March 5, 2021

The Kid Detective



Síntomas: Cuando tenía 12 años, Abe Applebaum (Adam Brody) se hizo famoso como "niño detective" en el pueblo de Willowbrook, resolviendo casos sencillos para sus amigos y maestros. Pero ahora, muchos años después, Abe es un adulto deprimido y sin dirección, tratando de revivir glorias pasadas mientras busca mascotas perdidas. Entonces llega a su puerta un caso de asesinato que podría redimir su carrera y restaurar su orgullo.

Diagnóstico: Como aficionado a las novelas de Nancy Drew y los Hermanos Hardy (al menos en mi adolescencia), me atrajo la irreverente premisa de The Kid Detective: un ex-"niño detective" enfrentando las realidades de la vida adulta mientras se aferra a las rutinas de su infancia; y me complace decir que el resultado excedió mis expectativas. El director Evan Morgan realizó un excelente trabajo conjugando la nostalgia de aquellos relatos juveniles con un sólido argumento "noir" que nos sumerge en los turbios secretos de un pueblo pequeño, al mismo tiempo que explora el carácter del protagonista y toma su punto de vista como referencia para hacer astutos comentarios sobre la sociedad contemporánea.
Sí, son muchas cosas al mismo tiempo, pero ahí reside la "magia" de The Kid Detective... el misterio se resuelve casi por accidente mientras Abe busca pistas con la inmadurez de un niño, siguiendo sus instintos sin preocuparse por la lógica de la investigación. La víctima fue el novio de Caroline (Sophie Nélisse), pero la Policía no encuentra al culpable, y por eso la joven decide recurrir al famoso "niño detective" que no ha resuelto un caso importante en casi dos décadas.
Evan Morgan (también autor del libreto) mantiene un delicado balance entre el humor inherente de la situación, y el auténtico drama que genera el asesinato y la melancolía del detective frustrado. La comedia fluye del contraste entre los métodos obsoletos de Abe y el moderno sub-mundo criminal de Willowbrook; Abe nunca abandonó el pueblo, pero vivió muchos años en su propia esfera de recuerdos y casos triviales que nunca le enseñaron el trágico cambio en la textura de su comunidad. Por eso Abe y Caroline forman una "pareja dispareja" curiosamente competente, donde Abe demuestra su ingenio para unir cabos sueltos, y Caroline aporta información sobre cosas que los habitantes de Willowbrook prefieren ignorar, desde las nuevas drogas que consumen los jóvenes, hasta las pandillas que operan en el pueblo... por no mencionar los sórdidos rumores que comparten sus amigos en la escuela.
En el papel de Abe, Adam Brody (Ready or Not) encontró uno de los mejores roles de su carrera (en mi humilde opinión), aprovechando su desenfadada actitud de "perdedor simpático" para congraciarse con el público a pesar de sus fallas morales. Sophie Nélisse (The Rest of Us) interpreta a Caroline como una joven inocente atrapada en una marea de corrupción. Pero... ¿será posible que todo sea un truco y se transforme en la clásica "mujer fatal"? No revelaré la respuesta; solo diré que su función dentro de la gran conspiración fue realmente sorprendente. Y también merece mención Sarah Sutherland (sí, la hija de Jack Bauer) en el papel de Lucy, la ácida secretaria de Abe, cuyos sarcásticos comentarios deben haber contribuido bastante a la depresión de su jefe.
En el aspecto visual The Kid Detective es simple pero funcional; lo que realmente importa es el meticuloso desarrollo de la historia y los personajes imperfectos pero muy humanos que nos guían a través de un argumento cuya engañosa simplicidad oculta sorpresas impactantes donde menos esperábamos. En resumen, creo que The Kid Detective es una joya oculta del "noir" que pertenece al nicho de "detectives alternativos" donde residen obras como Inherent Vice, Brick y The Singing Detective. Los mismos clichés de siempre, pero con nuevos puntos de vista que enriquecen este género, y lo renuevan de vez en cuando para deleite de sus fans. Raymond Chandler estaría orgulloso. O tal vez furioso; pero, como sea, definitivamente le pondría atención al niño detective.
Calificación: 8.5

IMDb

Wednesday, March 3, 2021

Willy's Wonderland



Síntomas: Para pagar la reparación de su automóvil, un hombre (Nicolas Cage) acepta limpiar un salón de fiestas abandonado, sin saber que durante la noche las atracciones mecánicas cobran vida para buscar víctimas.

Diagnóstico: A estas alturas ya estamos acostumbrados a las desorbitadas actuaciones de Nicolas Cage, y su incomprensible selección de proyectos que continúan erosionando el legado artístico que forjó en cintas como Raising Arizona, Moonstruck y Leaving Las Vegas.
Sin embargo, a veces las malas decisiones rinden frutos positivos, como fue el caso de Willy's Wonderland, un thriller sobrenatural de cuestionable calidad técnica, pero bastante divertido gracias a que el director Kevin Lewis supo aprovechar el talento de Cage (sí, aún existe) para crear un personaje cuya intensidad y carácter nos ayudan a aceptar su descabellada situación. Como reza el dicho: "Hasta un reloj descompuesto dice la hora correcta dos veces al día" (mis disculpas para lectores jóvenes que no entiendan esa metáfora análoga).
Todo empieza con un accidente que daña las llantas del Camaro que conduce "el Intendente" (Nicolas Cage) (Nunca conocemos su nombre real, pero mi teoría es que es Nicolas Cage interpretando a Nicolas Cage). La reparación es costosa, y el mecánico del pequeño pueblo de Hayesville no acepta tarjetas de crédito; pero un empresario local ofrece pagar la cuenta si el Intendente acepta limpiar durante la noche el salón de fiestas infantiles "Willy's Wonderland", clausurado desde hace años por ciertos problemas legales. El Intendente acepta y comienza su ingrata labor, tomando descansos ocasionales para jugar "pinball" y beber su refresco favorito... y entonces las figuras animatrónicas que adornan el escenario cobran vida para atacarlo.
Al mismo tiempo, la joven Liv (Emily Tosta) y sus amigos se preparan para incendiar "Willy's Wonderland" porque conocen su siniestro secreto, y quieren evitar más muertes, incluyendo la del recién llegado; pero eso no es razón suficiente para que el Intendente interrumpa su trabajo.
Y aquí es donde encontramos el gran secreto para obtener una buena actuación de Nicolas Cage (podría ser SPOILER, pero lo voy a revelar de cualquier modo): el Intendente no habla. Obviamente es tan "cool" que puede responder cualquier pregunta con su mirada, o con un imperceptible movimiento de cabeza. Además, el silencio genera un aura mística que se incrementa con cada pelea, y transforma nuestra percepción del misterioso individuo. Y así, sin el beneficio de la voz para gritar diálogos insulsos (como ha hecho en incontables películas), Cage se ve obligado a actuar de verdad, utilizando lenguaje corporal y expresiones faciales para transmitir todo lo que necesitamos saber sobre el Intendente... y el resultado me pareció fenomenal. Desde luego eso no le impide exagerar de vez en cuando (por ejemplo, cuando baila) (No pregunten), pero fue un placer encontrar de nuevo a Nicolas Cage, el actor, en vez de Nicolas Cage, la caricatura que arruina películas con sus irracionales excesos. En esta ocasión Cage rescata la película, y nos recuerda lo que puede lograr cuando realmente se esfuerza.
Y eso no es todo; otras virtudes de Willy's Wonderland incluyen la cinematografía de David Newbert, extrañamente distorsionada por medio de un lente semi-anamórfico (?) que acentúa la pesadillesca atmósfera del salón de fiestas; la música de Émoi, quien no solo compuso la obligatoria música electrónica "retro" de la cinta, sino las pegajosas canciones que cantan las figuras animatrónicas del salón de fiestas; y el macabro diseño de las "mascotas corporativas" que quieren parecer amigables, aunque el resultado es muy distinto. Las peleas utilizan demasiada "shaky cam" para ocultar sus limitaciones, pero al combinarlas con la pulsante música de Émoi y la ferocidad de Cage se vuelven genuinamente impactantes... aunque no siempre tengan sentido (¿es sangre o aceite lo que derraman los monstruos?)
Sería fácil darle a Willy's Wonderland el calificativo de "tan mala que es buena", pero en realidad no me pareció mala. Su premisa es intencionalmente absurda como parte del humor; y su enérgica ejecución muestra pericia y creatividad en los aspectos más importantes de la producción (en mi humilde opinión), obteniendo un contraste temático más interesante que muchas cintas de similar manufactura. Y, por si fuera poco, Willy's Wonderland demuestra que Nicolas Cage no perdió su talento; solo necesita el proyecto adecuado para sacarlo del armario, sacudirlo un poco, y usarlo como en sus mejores épocas. Es increíble lo que puede lograr una comadreja robótica poseída por el espíritu de un asesino. Me refiero a Willy, no a Nicolas Cage.
Calificación: 8

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Monday, March 1, 2021

Wrong Turn



Síntomas: Seis amigos visitan las Montañas Apalaches para admirar sus maravillas naturales; pero descubren que el bosque oculta secretos mortales.

Diagnóstico: No sé si podríamos considerarla como un "clásico", pero la original Wrong Turn (2003) fue un divertido replanteamiento del "horror rural" setentero (representado por cintas como The Texas Chain Saw Massacre, The Hills Have Eyes, y hasta Deliverance), con un elenco atractivo y grotescos efectos especiales para complementar la inevitable batalla entre turistas urbanos y caníbales rústicos. Pero, más allá de eso, Wrong Turn inició una próspera franquicia que abarcó cinco secuelas de muy variable calidad (mi favorita fue Wrong Turn 2: Dead End, aunque aprecié todas en mayor o menor medida), que terminaron adoptando una fórmula de "sangre, violencia y venganza" bastante repetitiva, pero funcional dentro de su estrecha ambición.
Y ahora, casi veinte años después de la original, el director Michael P. Nelson (The Domestics) nos ofrece el re-boot Wrong Turn, respetando la receta básica, pero cambiando algunos ingredientes para darle un nuevo sabor, e incorporando temas relevantes para la época actual. El resultado me pareció bueno (en el contexto de "re-boots innecesarios"), aunque demasiado distante de la experiencia original para satisfacer a los fans de la saga.
Los protagonistas son seis adultos jóvenes cuya diversidad no solo cubre los requisitos de la corrección política, sino que realmente contribuye a la trama. Jennifer (Charlotte Vega) y Darius (Adain Bradley) son una pareja de raza mixta; Milla (Emma Dumont) y Adam (Dylan McTee) son "hipsters" inofensivos, pero un poco arrogantes; y Luis (Adrian Favela) y Gary (Vardaan Arora) son una pareja homosexual acostumbrada a la tolerancia de la gran ciudad. Su visita a un pequeño pueblo en las Montañas Apalaches causa fricciones con algunos patanes, y casi terminan peleando en el bar local. Pero el auténtico peligro les espera en el bosque, donde los jóvenes se desvían de la ruta turística para buscar unas ruinas de la Guerra Civil... e invaden accidentalmente al territorio de un clan violento y agresivo. Sin embargo, la situación no es exactamente como parece...
Ahí empiezan los cambios más significativos respecto a la cinta original, y cada espectador deberá decidir si fueron fallas o aciertos. Personalmente me gustó la transformación de los villanos en algo más complicado que simples caníbales rurales. La dirección de Michael P. Nelson genera buenas dosis de suspenso para compensar la relativa ausencia de sangre (al menos en comparación con los niveles de la saga), y los actores manejan con aceptable realismo las terroríficas situaciones que suben de tono conforme se revela la intención de los villanos. Pero... ¿son realmente villanos? Tal vez todas esas muertes y atrocidades no fueron producto de la malicia, sino de prejuicios en ambos lados del conflicto que ofuscan la razón y predisponen sus reacciones.
A fin de cuentas Wrong Turn comparte importantes similitudes con la cinta original, pero es muy distinta en ejecución, lo cual será un reto para los fans que esperaban otra dosis de caníbales mutantes (lo cual no tiene nada de malo). Sin embargo, en sus propios términos Wrong Turn me pareció horror de buena calidad, con sólidos valores de producción, y un equipo creativo (incluyendo a Alan B. McElroy, guionista de primera película) que se atrevió a explorar una visión alternativa de la misma fórmula, con más énfasis en las causas que en las consecuencias. Creo que fue un experimento audaz y parcialmente exitoso... pero también comprendo la desilusión de los fans. Como sea, la puerta queda abierta para más secuelas, así que aún hay oportunidad de revivir al mutante "Tres Dedos" y su depravada familia de "hermanos-hijos" y "esposas-hermanas".
Calificación: 8.5

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