Tuesday, February 27, 2018

Demonio de Medianoche (The Midnight Man)



Síntomas: La joven Alex (Gabrielle Haugh) está viviendo con su abuela Anna (Lin Shaye) para ayudarla tras el fallecimiento del abuelo. Y una noche, en compañía de dos amigos, Alex descubre en el ático un antiguo juego de salón que despierta una extraña presencia con terribles intenciones.

Diagnóstico: Demonio de Medianoche empieza bastante bien, con un siniestro juego de niños que provoca dos muertes sorpresivas y sangrientas, revelando que no estamos viendo una blanda cinta de fantasmas con clasificación "PG-13". Sin embargo, las ocasionales escenas "gore" no compensan una historia aburrida y un libreto sin pies ni cabeza que impone muchas reglas, pero carece del ingenio para seguirlas.
Quizás sea buen momento para señalar que Demonio de Medianoche fue dirigida por Travis Z, responsable por el reciente re-make de Cabin Fever, una de las peores películas que he visto en años recientes (por cierto, Demonio de Medianoche también es un re-make, aunque en esta ocasión no vi la cinta original). Para crédito del Sr. Z, Demonio de Medianoche es una película decentemente producida, con buena cinematografía, tenebrosos escenarios, y ocasionales momentos de suspenso que lamentablemente no conducen a algo más interesante. Los actores declaman sus diálogos con mínima convicción, y también podemos disfrutar la mini-reunión de Robert Englund y Lin Shaye, quienes trabajaron juntos en la legendaria A Nightmare on Elm Street hace más de treinta años (uf).
Con todos esos elementos positivos (o al menos "no negativos"), la culpa de esta tediosa experiencia recae en un libreto absolutamente inepto que parte de una premisa más o menos funcional (juego diabólico libera entidades del más allá), pero no sabe qué hacer con ella. Las supuestas reglas del "Juego de Medianoche" son absurdas y contradictorias ("No podemos movernos, pero tenemos que seguir moviéndonos"); jamás nos enteramos del auténtico propósito del juego (que ni siquiera es un juego propiamente, sino una hoja de papel y un salero aparentemente mágico, al que nunca se le acaba la sal); y aunque desde luego hay un "twist" para sorprendernos al final, resulta tan intrascendente como todo lo demás en la película. Además, todo lo anterior sale sobrando porque el epónimo Demonio de Medianoche ("Midnight Man", según el título en inglés) básicamente hace lo que quiere. Su "modus operandi" consiste en explotar los temores de sus víctimas... pero los guionistas tampoco le dieron seguimiento a esa característica, excepto en una ocasión cuando el villano toma la forma de conejo antropomórfico, nada más para añadir un poco de variedad visual, y no porque realmente sea relevante para la historia.
De los personajes, mejor ni hablar. Los amigos de Alex son simples víctimas desechables que no despiertan la menor emoción. Y la abuela Anna (Lin Shaye) y el Dr. Goodberry (Robert Englund) muestran un poco de gravedad y contribuyen al tenue suspenso con sus ambiguas intenciones; lástima que su comportamiento cambie bruscamente de una escena a otra, desinflando cualquier misterio que pudiera inyectar energía en la trama.
Los mencionados efectos de sangre fueron elaborados por el veterano Toby Lindala; y también me gustó la locación de la vieja casona de la abuela, llena de sombras y rincones donde puede ocultarse el Demonio para jugar con sus víctimas.
Sin embargo, como dije, nada de eso rescata la película, ni justifica la pérdida de noventa minutos en el cine (para variar, Demonio de Medianoche se estrenó en cines de México, en vez de tantas otras obras independientes que merecerían una audiencia más amplia). Fue divertido ver juntos de nuevo a Lin Shaye y Robert Englund... pero para eso hubiera preferido re-visitar A Nightmare on Elm Street, en vez de perder mi tiempo con Demonio de Medianoche. Irónicamente, el único "ganador" en este fiasco podría ser Travis Z, quien demostró no ser tan mal director... simplemente necesita elegir mejores libretos. Ojalá aprenda la lección; así Demonio de Medianoche no habrá sido un fracaso total.
Calificación: 4

IMDb

Monday, February 26, 2018

El Hilo Fantasma (Phantom Thread)



Síntomas: Durante los años cincuentas, el renombrado diseñador de modas Reynolds Woodcock (Daniel Day Lewis) encuentra una nueva musa y modelo llamada Alma (Vicky Krieps), quien intenta descifrar las peculiaridades del voluble genio.

Diagnóstico: Es muy afortunado que El Hilo Fantasma sea una de las películas más hermosas del año. El vestuario (obviamente), la iluminación, decorados, el uso de color y texturas, los encuadres... cada escena trae una nueva sorpresa visual, grande o pequeña, desde una elegante composición de elementos que evoca una pintura renacentista, hasta un engañosamente casual acomodo de flores para balancear los tonos fríos de un austero estudio de costura.
Es una suerte que el aclamado director Paul Thomas Anderson (también fungiendo como director de fotografía) haya dedicado extraordinaria atención a las imágenes que componen El Hilo Fantasma, ya que narrativamente me pareció tan vacía como los vestidos que cuelgan en el armario de Alma, y tan carente de espíritu como los maniquíes de madera que se usan para exhibirlos.
Las actuaciones se encargan de transmitir las caprichosas emociones de los protagonistas; Daniel Day Lewis construyó un personaje al mismo tiempo simple y complicado, con un intenso enfoque sobre su oficio que le impide relacionarse normalmente con el resto de la humanidad; y sin embargo necesita ese contacto para mantener viva su inspiración, usando (quizás sin darse cuenta) mujeres que desarrollan sentimientos por el enigmático genio, que él jamás podrá reciprocar.
Por su parte, Vicky Krieps expresa en el papel de Alma la mezcla de frustración y fascinación que siente por el mundo de Reynolds... ¿es su jefe, su amante, su mentor, o algo más difícil de definir? Al principio todo es glamour y novedad, pero la ambigüedad de sus roles genera tensión que ninguno de los dos sabe cómo resolver. O quizás sí saben, pero su temperamento les impide reconocerlo.
Todo esto significa que, detrás de la técnica cinematográfica y las potentes actuaciones, El Hilo Fantasma es un monótono retrato de una relación disfuncional donde ninguno de los participantes sabe lo que quiere. La excepción es Cyril (Lesley Manville), hermana de Reynolds y administradora de su taller, quien parece ser la única que comprende lo que está pasando... pero prefiere no meterse, porque sabe que nadie quiere escuchar la verdad. Además, el negocio es muy bueno, y no puede arriesgarse a contrariar a sus elegantes clientas, que no solo buscan los vestidos de la Casa Woodcock, sino la aprobación del diseñador.
Y así procede El Hilo Fantasma, entre trémulas discusiones sobre telas, espárragos, y el desequilibrio en la relación de Alma y Reynolds. Y desde luego tenemos desfiles de modas con vestidos que capturan la imaginación de la sociedad londinense de aquella época. Tomando en cuenta mi limitado vestuario personal (tallas extra, desde luego), es obvio que no estoy ni remotamente capacitado para evaluar las creaciones de Woodcock, ni supe apreciar su inflexible compromiso con la perfección sartorial (como quiera que se interprete esa falacia). En cierto momento de la película se insinúa un poco de suspenso que podría llevarnos a un final impactante... pero no fue así; la conclusión resulta igualmente blanda e insatisfactoria.
Después de la hipnótica y deliciosamente tergiversada Inherent Vice, El Hilo Fantasma se siente como un paso atrás para Paul Thomas Anderson; sin embargo, fue una mejoría sobre la tediosa The Master, así que tampoco puedo quejarme demasiado. Supongo que los aficionados a la moda (en particular de los años cincuentas) encontrarán valor adicional en los diseños de El Hilo Fantasma y en la pasión que transmite por el arte textil. Pero como simple aficionado al cine, me pareció una obra visualmente impresionante y dramáticamente plana, enfocada en personajes unidimensionales atrapados en una situación poco interesante. De cualquier modo, si realmente fuera el último trabajo de Daniel Day Lewis antes de su retiro, puede estar tranquilo con su excepcional desempeño personal. Solo desearía que hubiera adornado una historia digna de su talento.
Calificación: 7.5

IMDb

Sunday, February 25, 2018

Yo, Tonya (I, Tonya)



Síntomas: La patinadora Tonya Harding (Margot Robbie) superó una niñez miserable y una madre abusiva para competir a nivel olímpico. Sin embargo, hoy no la recordamos por sus acrobacias sobre el hielo, sino por un "incidente" que cambió su carrera.

Diagnóstico: Al igual que mucha gente de mi generación, recuerdo vagamente las noticias transmitidas en los noventas sobre el "incidente" entre Tonya Harding y Nancy Kerrigan; pero ahora, después de ver Yo, Tonya, me doy cuenta de que los hechos reales fueron más complicados que aquellas distantes memorias. En ese aspecto, la película fue una revelación y un sólido melodrama pseudo-histórico; sin embargo, no me pareció suficientemente interesante para justificar la aclamación que ha recibido.
No me malinterpreten... Yo, Tonya es una película muy bien realizada, con un brillante elenco que da vida a personajes tan pintorescos que cuesta trabajo creer que alguna vez existieron (de hecho creo que todos siguen vivos). La dirección de Craig Gillespie es muy creativa, introduciendo incontables florituras que amenizan la narrativa y mantienen nuestra atención durante el repetitivo desarrollo de esta semi-biografía, adornada con "entrevistas" simuladas, fantásticas recreaciones de las rutinas de Harding sobre el hielo, e inesperado humor para ser un relato tan sórdido y vulgar. Los actores frecuentemente rompen la "cuarta pared" para aclarar puntos importantes de la trama, mientras que Gillespie juega con el tiempo y el espacio para describir un contexto familiar que explica muchas cosas sobre Harding, su madre LaVona, y su esposo Jeff. En resumen: una producción de primer nivel que ciertamente puedo recomendar por sus valores intrínsecos, y por su noble intención de revelar la verdad detrás del escándalo, al mismo tiempo que propone la inocencia (o sugiere la culpabilidad) de individuos atrapados en circunstancias fuera de su control... y en ocasiones fuera de su comprensión.
Pero incluso con tantas cosas a favor, Yo, Tonya me pareció un tanto frívola y olvidable.
Las actuaciones son buenas, destacando Margot Robbie en el papel principal, y Allison Janey como su madre LaVona, quienes nos sumergen con gran entusiasmo en la disfuncional dinámica que arruinó su relación, y al mismo tiempo fortaleció el carácter de Tonya para vencer la adversidad y aspirar al oro olímpico. Desafortunadamente el tóxico entorno de su juventud y malas decisiones profesionales se convirtieron en obstáculos que impidieron su consagración como estrella deportiva... y todo eso antes del mencionado "incidente". Sebastian Stan (más conocido como Bucky Barnes) adopta la extraña combinación de violencia y sumisión de Jeff Gillooly, cuyo co-dependiente matrimonio con Tonya empeoró las heridas emocionales de la patinadora, e hicieron aún más difícil su aceptación en los elitistas círculos del patinaje profesional. Y el hecho de que Gillespie prácticamente ignore a Nancy Kerrigan (interpretada por Caitlin Carver) durante gran parte de la película, revela que su interés no reside en el morbo del conflicto, sino en el análisis de los factores que condujeron a la caída de Tonya Harding. En otras palabras, el director no busca exonerarla, sino inspirar un poco de compasión por parte del espectador.
Todo eso está muy bien, pero al final de Yo, Tonya sentí que la experiencia fue demasiado ligera para resonar en el mismo nivel dramático de, por ejemplo, Molly's Game o Miss Sloane, similares películas sumidas en controversia acerca de mujeres haciendo cosas extraordinarias en los márgenes de la ley (y el sentido común). De hecho, Yo, Tonya me recordó la cinta Joy: buenas actuaciones, excelente manufactura... y una reacción final de "meh".
Sin embargo, como dije al principio, Yo, Tonya fue una lección de historia elaborada con suficiente estilo para capturar (brevemente) la imaginación del espectador; y también ofrece una honesta mirada al despiadado sub-mundo del patinaje competitivo, donde el talento no es garantía de éxito... solo el primer paso en una lucha contra los caprichos de los jueces. En cierto modo, Tonya Harding fue más víctima que culpable; supongo que nunca sabremos lo que realmente ocurrió, pero me gustó la versión de Craig Gillespie.
Calificación: 8

IMDb

Saturday, February 24, 2018

Lady Bird



Síntomas: En el año 2002, la joven Christine "Lady Bird" McPherson (Saoirse Ronan) sueña con estudiar en Nueva York, pero debe conformarse con una escuela católica en Sacramento, California. Sin embargo, cuando participa en el grupo teatral del colegio las cosas empiezan a mejorar. Al menos durante un tiempo.

Diagnóstico: Me da mucho gusto que la escritora/directora Greta Gerwig (y también actriz, aunque no en esta película) esté obteniendo reconocimiento por su notable sensibilidad artística y peculiar voz narrativa... aunque, francamente, Lady Bird no me pareció su mejor libreto (Mistress America me gustó mucho más por su impredecible historia y torcida comedia). Cómo sea, Lady Bird merece la atención del público y tal vez ayude a que más gente descubra la obra de esta cineasta, quien salió del movimiento "mumblecore" para encontrar su propio estilo, igualmente espontáneo y natural, pero con un ácido sentido del humor y una palpitante interpretación de la vida contemporánea.
Lady Bird pertenece al estrato de cine independiente que prefiere explorar la personalidad de los protagonistas, en vez de contar una historia clara y formal. Es una decisión audaz que podría dejar perplejos a algunos espectadores debido a la ausencia de un flujo dramático convencional, que nos lleve del principio al final con un propósito concreto; en otras palabras, Lady Bird no es para todos los gustos.
Además, el humor casi siempre surge del contraste entre la gran seriedad e inherente ridiculez de situaciones que recordaremos de nuestra propia adolescencia, como la melancolía provocada por alguna canción cursi, o el distanciamiento de amigos que empiezan a desarrollar distintos intereses. El retrato de tantas emociones está bien manejado gracias a la dirección de Gerwig, bastante segura de sí misma, aunque con una variable energía que podría ser consecuencia del difuso libreto, o una decisión intencional para enfatizar los contradictorios sentimientos de la joven Lady Bird.
Hablando de lo cual, Gerwig tiene un excelente ojo para el "casting", seleccionando actores que encajan en sus peculiares roles sin artífice alguno, añadiendo un nivel de realismo que trasciende los límites de la historia para convertir a los personajes en individuos con vidas que rebasan los límites de la pantalla. Creo que esa es una de las cosas que más me atraen del cine "indie"... la sensación de que el universo de ciertas películas persiste fuera de cámara, más allá de la hora y media que pasamos en compañía de sus personajes.
Como sea, el punto es que no hay mucha historia en Lady Bird. Las escenas de la película se sienten dispersas y arbitrarias, aunque gradualmente revelan el avance de Lady Bird rumbo a una madurez menos caótica, gracias a las esporádicas lecciones de vida que se filtran entre momentos triviales y ocurrencias cotidianas cuya importancia descubrimos en retrospectiva.
Saoirse Ronan ofrece una de sus mejores actuaciones, en el sentido de que no parece actuación, sino las reacciones de una adolescente atrapada entre su floreciente independencia y la seguridad del entorno familiar. La acompañan Laurie Metcalf como su sufrida madre, Tracy Letts como el afable padre, y un desfiles de fantásticos actores de carácter que desbordan personalidad en sus efímeros roles secundarios (entre ellos: Lucas Hedges y Timothée Chalamet como novios potenciales de Lady Bird; Beanie Feldstein y Odeya Rush como amigas cercanas con muy diferentes personalidades; y Lois Smith, Stephen Henderson y Bob Stephenson como los bien intencionados profesores de la escuela religiosa que intentan inculcar valores cristianos en Lady Bird, con variables resultados).
Todos los años encontramos un par de cintas independientes en la mira de los grandes premios cinematográficos, para demostrar que los miembros de "la Academia" (y demás árbitros del arte cinematográfico) toman en cuenta obras de todo tipo, grandes y chicas. Sabemos que se trata de una simple pantomima para simular "objetividad"; pero, como dije, me da gusto que Lady Bird haya ganado esa dudosa distinción, aunque Greta Gerwig ha producido mejor material en su carrera, y el cine "indie" en general ofreció cintas más interesantes y profundas el año pasado (algunos ejemplos: Win It All, The Light of the Moon, y I Don't Feel at Home in This World Anymore). En fin... cualquier excusa es buena para explorar el cine ajeno a las fórmulas de Hollywood.
Calificación: 8.5

IMDb

Friday, February 23, 2018

Pantera Negra (Black Panther)



Síntomas: Tras la muerte de su padre, el príncipe T'Challa (Chadwick Boseman) regresa a Wakanda para reclamar la corona del reino. Pero antes deberá enfrentar graves retos provenientes del mundo exterior... y también de su propia nación.

Diagnóstico: Creo que Pantera Negra representa una de las más complicadas transiciones de comic a cine, pues arrastra décadas de evolución sociopolítica y un inestable balance entre orgullo cultural y la explotación racial que dio origen al personaje de Black Panther en los turbulentos años sesentas.
Afortundamente, bajo la dirección de Ryan Coogler, Pantera Negra logra conciliar las múltiples facetas del personaje, combinando intriga, drama y acción con un estilo único que, por fin, empieza a alejarse del prefabricado estándar de Marvel Studios. Y no me refiero necesariamente al contenido "étnico" (como la coronación de T'Challa, o el distintivo vestuario de sus súbditos), sino a una refrescante espontaneidad en la narrativa, que indudablemente toca los puntos básicos del cine de superhéroes, pero lo hace bajo sus propios términos, demostrando que Pantera Negra no busca imitar éxitos pasados (bueno, dentro de lo posible), sino establecer una perspectiva más amplia y ambiciosa, donde la diversidad no sea una curiosidad ocasional, sino parte integral de esta exitosísima franquicia (ya perdí la cuenta de las "Fases", pero claramente se están sembrando las semillas que veremos cosechadas post-Infinity War).
Chadwick Boseman confirma su talento para combinar las hazañas físicas de Black Panther y sus labores diplomáticas; Pantera Negra revela su "origen" de manera eficiente y creíble, sin apelar a insectos radioactivos ni accidentes atómicos, lo cual contribuye a crear una textura distinta a cualquier adaptación de comic. Lupita Nyong'o y Danai Gurira interpretan formidables mujeres guerreras con apropiado balance entre honor tradicional y sensibilidad moderna; Letitia Wright, en el papel de Shuri, está encargada de "gadgets" y "comic relief"; y aunque no destaca mucho en ambos trabajos, aporta ligereza para compensar la solemnidad de la historia. Finalmente, el villano (cuyo nombre no mencionaré, porque hay un par de "twists" que cambian la perspectiva de la cinta) es más interesante de lo habitual, con un plan que, francamente, me pareció bastante razonable y justificado.
Lo cual me lleva a los esporádicos puntos negativos que sentí en Pantera Negra.
Aunque entiendo la posición de Wakanda en la mitología de Marvel, así como la necesidad de integrarla orgánicamente al Universo Cinemático, la verdad es que no pude evitar una sensación de incomodidad ante la idea de una nación social y tecnológicamente avanzada que se oculta entre la pobreza y desigualdades de África. Claro, esa ambivalencia moral forma parte fundamental del argumento... pero aún así me dejó un mal sabor.
Y ya sé que es un efecto "cool", pero estoy cansándome de uniformes mágicos que aparecen de la nada. Ya parecía un visual forzado en Guardians of the Galaxy, pero en Pantera Negra se convierte en un recurso inverosímil y perezoso (a diferencia, por ejemplo, de Spider-Man: Homecoming, donde el traje era más creíble, y además complementaba el carácter del protagonista). Y, hablando de Spider-Man, Black Panther también se ve demasiado artificial en las secuencias de acción, lo cual demerita algunos sorprendentes "stunts", como la persecución automovilística por las calles de Busan.
Sin embargo Coogler y el co-guionista Joe Robert Cole mantienen el énfasis en la persona detrás de la máscara, permitiendo que Pantera Negra capture nuestra atención con la humanidad de T'Challa y sus aliados, dejando el espectáculo como simple aderezo del drama.
En resumen: me hubiera gustado encontrar más conexiones con el Universo de Marvel (Martin Freeman como el Agente Ross apenas logra ser un blando reemplazo del Agente Coulson); y en ocasiones la "ciencia" de la película rebasa el nivel aceptable de credibilidad... incluso para una cinta de superhéroes. Pero me gustaron los personajes, y Coogler hizo un buen trabajo siguiendo los pasos de directores con una fuerte visión personal, como James Gunn y Taika Waititi, lo cual probablemente salvará a Marvel de un futuro demasiado homogéneo que podría aburrir a sus fans (y lo digo como “fanboy” de toda la vida). Además, en un nivel personal, esta tendencia de Marvel a intentar cosas nuevas mantiene viva mi esperanza de una nueva cinta de Howard the Duck. O de Silver Surfer, basada en la era de Dan Slott/Michael Allred.
Calificación: 8.5

IMDb

Friday, February 16, 2018

Suspensión Temporal de Actividades



Debido a una desafortunada combinación de trabajo excesivo y la hospitalización de mi mamá, no podré publicar críticas nuevas (y quizás tampoco ver películas) durante algunos días. No estoy cerrando el blog. Tan solo es una pausa provisional (con suerte una semana o menos) mientras mi vida recupera un poco de estabilidad. Mis disculpas por las molestias ocasionadas. Y, sí, tengo muchísimas ganas de ver Black Panther pero, como bien dijo Iron Man, no siempre obtenemos lo que queremos (no estoy seguro si realmente lo dijo, pero no tengo tiempo para encontrar una cita apropiada y más inspiradora ;-). Muchas gracias por su comprensión, ¡y mucha suerte!

- Pablo del Moral

Sunday, February 11, 2018

Victor Crowley



Síntomas: La joven Chloe (Katie Booth) quiere filmar una película sobre los asesinatos cometidos por Victor Crowley (Kane Hodder) hace diez años en los pantanos de Louisiana. Al mismo tiempo Andrew Yong (Parry Shen), el único sobreviviente de aquella masacre, viaja a los mismos pantanos para grabar una entrevista que aparecerá en un programa de televisión. Entonces, debido a un accidente, ambos equipos de producción quedan atrapados en el sitio donde todo ocurrió... y descubrirán que la leyenda de "Hatchet Face" es más real de lo que imaginaban.

Diagnóstico: En efecto, la original Hatchet ya tiene diez años, a lo largo de los cuales originó tres secuelas (contando esta última), e inspiró una nueva generación de cine slasher con los clásicos elementos del género, incluyendo efectos prácticos, "kills" sádicos y creativos, y un travieso sentido del humor para no tomar muy en serio la violencia.
De hecho, la nueva cinta Victor Crowley, pone tanto énfasis el humor que casi parece una "comedia de terror". Y si bien los chistes son bastante obvios y bobalicones, al menos consiguen arrancar un par de sonrisas, gracias a la simpatía de un reparto con plena consciencia de su situación: víctimas desechables en una "B-Movie" de bajo presupuesto diseñada para exprimir unos dólares más de la franquicia antes de que sea olvidada por las nuevas generaciones... o, peor aún, antes de que llegue el inevitable "reboot" que probablemente alguien ya está planeando.
Como sea, me da gusto que el director Adam Green haya regresado para la cuarta parte, pues bien podría ser el cierre de la saga... o un nuevo comienzo, según se interprete la escena adicional durante los créditos finales.
Otra pista sobre ese posible futuro es la atención que el libreto dedica a los aspectos sobrenaturales de Victor Crowley, los cuales francamente ya había olvidado. Y aunque me parecieron un poco innecesarios (sobre todo porque requieren una excusa muy forzada para repetir el hechizo voodoo que resucitó originalmente al asesino), supongo que ofrecen una razón válida para explicar los eventos de esta cinta. Claro que "válida" es un término muy relativo en este tipo de cine.
Y lo mismo aplica a las actuaciones, con el grado justo de exageración para complementar la incongruente mezcla de humor y terror, donde la misma escena puede provocar simultáneamente risas y repulsión (lo cual es algo positivo en el perverso universo de esta película). La gran estrella de Victor Crowley es sin duda Kane Hodder, repitiendo con gran gusto su interpretación del imponente asesino con la cara deformada. Aunque el rostro de Hodder queda oculto bajo el denso maquillaje, su lenguaje corporal sigue proyectando implacable propósito y agresión instantánea contra los despistados que se atreven a invadir su territorio. El resto del elenco es una diversa colección de víctimas potenciales que luchan desesperadamente por mantenerse con vida; mis favoritos fueron Dave Sheridan como el guía local con aspiraciones de actor; Krystal Joy Brown como la arrogante conductora del programa amarillista que quiere entrevistar a Yong; y Laura Ortiz como Rose, la astuta artista de efectos de maquillaje que asimila la situación mejor que los demás, no porque sea particularmente valiente, sino porque su cínico pragmatismo le permite evitar el pánico que siempre se transforma en malas decisiones ("¡Crowley no nos encontrará si corremos por el bosque!"). Ah, y también tenemos un cameo de Jonah Ray, para fans del nuevo MST3K.
Finalmente, el gore es grotesco y abundante, tal como me gusta; sin embargo su calidad artesanal se redujo desde la previa secuela, y en algunas escenas casi llega a niveles Tromáticos, lo cual no es necesariamente malo, aunque se siente como un paso atrás en una saga orgullosa de lucir las técnicas de antaño.
El tiempo dirá si Hatchet sigue prosperando como franquicia, o si Victor Crowley fue su último capítulo. Cualquiera que sea el caso, me pareció una divertida cinta recomendable para fans del cine slasher, gracias a muchos satisfactorios momentos sangrientos, adecuado humor, y sincero amor por este menospreciado género. En general me gustaron más las dos primeras películas, pero para ser una cuarta parte es sorprendente que Victor Crowley siga conservando el espíritu de la original.
Calificación: 7.5

IMDb

Saturday, February 10, 2018

El Sacrificio del Ciervo Sagrado (The Killing of a Sacred Deer)



Síntomas: El cirujano Steven Murphy (Colin Farrell) se hace amigo del joven Martin (Barry Keoghan), quien podría tener una razón secreta para buscar esa amistad.

Diagnóstico: No soy muy aficionado al cine del director griego Yorgos Lanthimos, aunque reconozco que tiene un estilo inconfundible. Sus películas son como obras teatrales producidas por extraterrestres que conocen perfectamente los hábitos de los humanos, pero desconocen la esencia de la humanidad (no es un insulto, sino una aproximación de la sensación que me dan sus películas).
O podríamos simplificar diciendo que las obras de Lanthimos tienden a ser "raras", con un hipnótico surrealismo que genera tensión hasta en los momentos más triviales. Que casi siempre resultan ser menos triviales de lo que suponíamos.
Lamentablemente no puedo revelar la rareza fundamental de El Sacrificio del Ciervo Sagrado, porque sería un grave spoiler, y se manifiesta muy tarde en la película. Pero mientras llega, podemos apreciar el metódico establecimiento de los personajes, sus cambiantes relaciones, y las circunstancias que conducirán a una pesadillesca situación. Y no se preocupen... nadie mata ciervos en la película; todo es "simbólico" (como bien indica Martin), y tal vez inspirado en un mito griego.
Para destilar esta alquímica pócima de emociones, Lanthimos exige actuaciones que no buscan realismo, sino una intensidad y matiz apropiado para su caprichoso estilo. Así encontramos a Colin Farrell como el cirujano que gradualmente abandona su naturaleza racional para contemplar posibilidades que jamás hubiera imaginado en su vida normal. Lo acompañan Nicole Kidman en el papel de Anna, la esposa de Steven, igualmente sacudida por los eventos que atraviesan, aunque quizás más abierta a una solución cruel pero efectiva; Sunny Suljic y Raffey Cassidy interpretan a sus hijos Bob y Kim (respectivamente), inocentes víctimas potenciales de la crisis que atraviesa Steven; y, finalmente, Barry Keoghan como el enigmático Martin, mentalmente inestable (o más sano que los demás), con un oscuro propósito y suficiente motivación para alcanzarlo.
Por el lado negativo, El Sacrificio del Ciervo Sagrado tiene... peculiaridades similares a otras películas de Lanthimos; algunos las verán como virtudes, y respeto esa opinión; pero siento que impiden la asimilación orgánica de la narrativa. En vez de sumergirnos en la historia, Lanthimos prefiere que nos fijemos en sus excentricidades, como si fueran un fin por sí mismas, y no las herramientas necesarias para transmitir su mensaje (sobre el cual no puedo siquiera especular).
Habiendo dicho eso, admiro el manejo del suspenso y la cuidadosa revelación de información que altera constantemente nuestra percepción de los personajes y sus acciones. A lo largo de El Sacrificio del Ciervo Sagrado hay una deliciosa contradicción entre lo que vemos y lo que sentimos. El director nos presenta eventos fáciles de comprender, que sin embargo parecen turbios y misteriosos... lo cual debe ser exactamente su intención. Como dije, Lanthimos posee un raro talento que lo ubica en la cercanía de cineastas como David Lynch, Guy Maddin y Roman Polanski (no estoy exagerando); pero al mismo tiempo me parece un estilo empalagoso, y a veces antipático.
A pesar de tantas quejas, tengo que darle una sincera recomendación a El Sacrificio del Ciervo Sagrado, simplemente porque no hay nada igual en el cine actual, y porque cualquier obra que genera este tipo de reacciones merece ser vista, incluso por simple curiosidad. Talento es talento, aunque no siempre sea compatible con nuestros gustos. Esa fue la lección que aprendí con El Sacrificio del Ciervo Sagrado.
Calificación: 8.5

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Thursday, February 8, 2018

The Cloverfield Paradox



Síntomas: En el futuro cercano la Tierra sufre una crisis energética, y los tripulantes de la estación espacial Cloverfield se preparan para iniciar un controversial experimento que producirá energía ilimitada para el planeta. Sin embargo, el experimento podría tener consecuencias inesperadas.

Diagnóstico: El sorpresivo estreno de The Cloverfield Paradox en Netflix parece apropiado para la misteriosa saga Cloverfield, que desde su inicio se apoyó en "campañas virales" y enigmáticos anuncios planeados por el mega-productor J.J. Abrams para crear expectativa y despertar la curiosidad del público.
Desafortunadamente The Cloverfield Paradox resultó ser una terrible película que no solo desaprovechó los amplios recursos dedicados a su producción, sino que arruinó la oportunidad publicitaria de su inusual estreno. Aplauso para los mercadólogos, y pena ajena para los cineastas.
Al igual que ocurrió con 10 Cloverfield Lane, la nueva cinta The Cloverfield Paradox empezó como un libreto independiente (titulado "The God Particle"), que fue adquirido por Abrams y retrabajado para conectarlo tangencialmente con la saga de Cloverfield. Hubiera sido una buena idea si la historia fuera interesante, o racional, o siquiera entretenida. Sin embargo The Cloverfield Paradox es un desastre de principio a fin, repleta de inconsistencias narrativas, personajes estúpidos, y "sorpresas" absolutamente arbitrarias, que existen tan solo porque le parecieron "cool" al guionista, y decidió incluirlas sin saber cómo conectarlas con el resto del relato. Sería difícil arruinar una película tan mala revelando “spoilers”, pero aún así me abstendré de mencionar todas las veces que The Cloverfield Paradox me hizo enojar con sus absurdas decisiones y patéticos intentos de drama; solo mencionaré un ejemplo representativo del enfoque del director Julius Onah: en una escena, un personaje queda atrapado en una exclusa que, sin explicación alguna, se llena de agua. Entonces la presión rompe los sellos de la escotilla, y el agua queda expuesta al espacio exterior, con las consecuencias que podemos imaginar. Es un momento visualmente atractivo, creado con buenos efectos y edición... pero sin lógica alguna. Simplemente un "kill" creativo para distraer al público unos minutos antes de continuar con la misma rutina hasta el forzado final.
Hablando de lo cual, el único atributo de los personajes es su diversidad cultural; pero, sin importar su raza o nacionalidad, todos son igualmente ineptos. ¿En serio estos son los "científicos" encargados de salvar al mundo? Sus impredecibles reacciones parecen salir de cualquier bodrio de The Asylum, y el "drama" que los impulsa es tan insípido como sus personalidades. Parece casi admirable que Onah haya alcanzado este nivel de mediocridad con actores tan buenos como Daniel Brühl, David Oyelowo, Gugu Mbatha-Raw y Chris O'Dowd. Eso fue lo único que encontré intrigante en The Cloverfield Paradox.
Y aunque no sirven de mucho, los aspectos técnicos de la película son bastante buenos, y los efectos digitales de Industrial Light & Magic crean una experiencia espacial visualmente estimulante. Pero cuando la historia está descompuesta desde el principio, no hay imágenes que la rescaten.
No sé cómo afectará este chasco al futuro de Cloverfield; las dos previas películas me gustaron mucho, y confiaba en que Abrams y su equipo de colaboradores (Drew Goddard y Matt Reeves aparecen como co-productores en esta cinta) mantendrían un similar nivel de calidad para estas "secuelas paralelas", creando un universo congruente alrededor del fascinante misterio central. Pero obviamente alguien perdió las riendas del proyecto, y Netflix pagará las consecuencias del error (aunque es dudoso que pierdan dinero). Lo mejor que podemos esperar es que aprendan de esta experiencia y tengan más cuidado con las futuras entregas de la saga... aunque tengan que sacrificar los trucos mercadológicos. Cuiden el contenido, y esa será toda la publicidad que necesiten.
Calificación: 5

IMDb

Wednesday, February 7, 2018

Batman: Gotham by Gaslight



Síntomas: A fines del siglo diecinueve la ciudad de Gotham vive aterrada por una serie de brutales asesinatos, y la cantante Selina Kyle (voz de Jennifer Carpenter) podría ser la siguiente víctima. Pero Bruce Wayne (voz de Bruce Greenwood), heredero de una inmensa fortuna, tiene un secreto que podría salvarla.

Diagnóstico: Las novelas gráficas "Elseworlds" fueron la respuesta de DC Comics al popular título "What If" de Marvel, donde se contaban historias alternativas sobre los bien conocidos superhéroes de la compañía. Por ejemplo: "¿Qué pasaría si Spider-Man hubiera salvado a Gwen Stacy?", o "¿Qué pasaría si los artistas de Marvel tuvieran los poderes de los Cuatro Fantásticos?" (sí, Stan Lee era Mr. Fantastic y Jack Kirby era The Thing). Claro, el tono de Elseworlds siempre fue un poco más serio, pero igualmente exploraba variaciones creativas del Universo DC; y quizás la más famosa de estas historias es "Gotham by Gaslight", donde el escritor Brian Augustyn y el dibujante Mike Mignola concibieron a Batman en la era victoriana, persiguiendo al famoso asesino Jack el Destripador (el segundo lugar en popularidad probablemente sea "Red Son", donde el bebé Kal-El aterrizó en la Unión Soviética, y se convirtió en el gran defensor del régimen comunista).
Y ahora Warner Bros. nos ofrece una película animada inspirada en Gotham by Gaslight, siguiendo el ejemplo de otras exitosas adaptaciones como Batman: Year One y Batman: The Dark Knight Returns. Sin embargo, Batman: Gotham by Gaslight se aleja mucho de la novela gráfica original, lo cual es al mismo tiempo un acierto y una cuestionable decisión que genera algunos problemas para esta "alternativa de la alternativa".
Por el lado positivo, los cambios implementados por el guionista James Krieg significan que los fans del comic encontrarán una perspectiva fresca con mayor contenido "geek", incluyendo versiones victorianas de viejos conocidos como Harvey Bullock (voz de John DiMaggio), Poison Ivy (voz de Kari Wuhrer) y Hugo Strange (voz de William Salyers); así como un nuevo final, muchas escenas de acción, y divertidos paralelismos con la mitología moderna de Batman. En otras palabras, el director Sam Liu (Batman and Harley Quinn, Batman: The Killing Joke) tomó la premisa del libro como punto de partida para crear su propia historia, y el resultado no me pareció malo; simplemente un poco inesperado por desechar material original tan aclamado por los fans.
Por el lado negativo, me decepcionó un poco el estilo visual de Batman: Gotham by Gaslight. Hubiera preferido que Liu respetara la maravillosa estética de Mike Mignola, en vez de ceñirse al "look" genérico del Warner/DC. Considerando los temas maduros y locaciones urbanas que maneja el libreto, los claroscuros de Mignola y su desaturada paleta hubieran complementado maravillosamente la narrativa, y ubicarían la cinta en una categoría única dentro del universo animado... tal como correspondería a una historia "Elseworlds".
Pero, bueno; comprendo la necesidad de utilizar la técnica normal para ahorrar dinero y no reinventar la rueda. Afortunadamente Batman: Gotham by Gaslight es bastante entretenida por derecho propio, y aprovecha al máximo el contexto histórico para armar una historia interesante y bien estructurada, con un siniestro villano, perturbadores asesinatos, y las mencionadas escenas de acción que sazonan el drama y sirven para lucir los métodos del Batman “análogo”, limitado por la tecnología de la época, pero sin perder su destreza física y agudeza mental; después de todo, los "gadgets" son divertidos, pero los principales "poderes" de Batman son la observación, análisis y deducción.
Ah, y no he mencionado el excelente trabajo de Jennifer Carpenter (Dexter, Quarantine) como Selina Kyle, cantante de revista cuyas sugestivas rutinas de burlesque la convierten en blanco del Destripador... y también en pareja potencial de Bruce Wayne (voz de Bruce Greenwood), el hombre más rico de Gotham que compite con el fiscal Harvey Dent (voz de Yuri Lowenthal) por el corazón de la cantante.
¿Será Dent el Destripador? ¿O será el "alienista" Hugo Strange? ¿O algún otro villano de Batman en versión "retro"? La respuesta es un poco predecible, pero supongo que tiene cierta lógica. Y, a fin de cuentas, en un relato como Batman: Gotham by Gaslight lo importante es la atmósfera, y el ingenioso contraste entre los elementos modernos y antiguos para revelar nuevos aspectos de un personaje muy usado, que sin embargo sigue encontrando formas novedosas de entretener a sus fans. Incluso si esas "novedades" se escribieron hace casi treinta años. Y ahora, solo queda esperar que adapten Red Son; sería interesante ver cómo manejan la era soviética en el clima político actual.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, February 5, 2018

Most Beautiful Island



Síntomas: Para sobrevivir en la ciudad de Nueva York, la inmigrante española Luciana (Ana Asensio) tiene que soportar una serie de trabajos humillantes y mal pagados. Entonces su amiga Olga (Natasha Romanova) la invita a una fiesta donde le pagarán cuatro mil dólares. Suena demasiado bueno para ser verdad, pero Luciana está desesperada y acepta la propuesta sin saber exactamente lo que implica.

Diagnóstico: "Todo es posible en Nueva York", dice uno de los personajes de Most Beautiful Island, y desafortunadamente parece ser cierto.
Cuando una película de terror asegura estar "basada en hechos reales", casi siempre es una ridícula exageración de eventos dudosos y manipulados para mayor efecto dramático. Sin embargo, los "hechos reales" de Most Beautiful Island se sienten angustiosamente ciertos, ya que no rebasan las posibilidades del abuso en un mundo cínico y despiadado.
Desde luego no revelaré los secretos de Most Beautiful Island, pues ya de por sí es una película extremadamente simple, con un argumento lineal que no permite digresiones ni complicaciones adicionales al sobrio recuento de las experiencias de Luciana durante ese fatídico día. Sin embargo la directora, escritora y actriz Ana Asensio encuentra la manera de transformar esa simplicidad en la fuerza motriz del drama, siguiendo la rutina de la protagonista con una creciente tensión que contrasta con la trivialidad de sus actividades cotidianas, como lidiar con los antipáticos niños que a veces cuida, ir al doctor, o buscar ropa apropiada para la supuesta "fiesta".
Y cuando por fin descubrimos la verdad, resulta menos esotérica o morbosa de lo que esperábamos... pero de alguna manera ese "anti-clímax" hace la película más horrible porque, en efecto, se siente perfectamente creíble que ocurran cosas así en Nueva York, o cualquier otra gran ciudad con individuos adinerados en busca de nuevas emociones, y donde existe una provisión inagotable de gente necesitada que hará cualquier cosa para resolver sus problemas económicos. En otras palabras, no son los extremos "transgresores" de Hostel, sino algo más cercano y posible, lo cual hace la historia más desoladora.
La manufactura de Most Beautiful Island es un poco burda, pero incluso sus pequeñas fallas subrayan la eficiencia de Ana Asensio para lograr mucho con muy poco, en una excelente muestra de cine independiente realizado con una visión clara y contundente que realmente tiene algo que decir, y lo dice con plena convicción. El trabajo de Asensio como actriz me pareció excepcional, expresando sin palabras la desesperación de Luciana, así como algunos traumas del pasado que sin duda contribuyeron a su situación actual. Sin embargo, Luciana no es una víctima indefensa, sino una mujer racional que evalúa los riesgos y toma las decisiones necesarias para prosperar en el mundo, sin sacrificar la humanidad que hace al personaje tan realista y entrañable.
En su faceta de directora, Asensio aprovecha las calles de la ciudad y las locaciones reales para sumergirnos en el caos urbano que no perdona el menor error, pues siempre habrá alguien listo para aprovechar la debilidad de otros para beneficio personal. En ese crudo y deprimente entorno, todo parece posible (como aquel personaje señaló), y por eso tememos por el destino de Luciana incluso antes de la invitación a la fiesta. Y Asensio también merece respeto por participar en algunas escenas inquietantes sin dobles ni efectos especiales. No diré más.
Aunque no es estrictamente horror, Most Beautiful Island me pareció una experiencia intensa y perturbadora, cuya brevedad sirve para concentrar el impacto emocional e incrementar el insoportable suspenso. También es simultáneamente una denuncia del hipócrita "Sueño Americano", y un homenaje al espíritu de los inmigrantes, con una perspectiva femenina que añade una dimensión frecuentemente ignorada en cintas de similar tema, que prefieren la ruta del morbo y la superficialidad. En resumen: un impresionante debut de Ana Asensio, con un poderoso mensaje que no podemos ignorar.
Calificación: 9

IMDb

Sunday, February 4, 2018

Maze Runner: La Cura Mortal (Maze Runner: The Death Cure)



Síntomas: Vince (Barry Pepper) tiene un plan para escapar definitivamente de la Corporación CRUEL, pero Thomas (Dylan O'Brien) y sus amigos no quieren irse sin rescatar a Minho (Ki Hong Lee), quien está siendo torturado por Ava Paige (Patricia Clarkson) con la esperanza de encontrar la curación de la plaga que infectó a la humanidad.

Diagnóstico: Francamente no recuerdo como Maze Runner pasó de ser una copia de Lord of the Flies a una copia de Day of the Dead, pero no creo que importe mucho. Los fans de los libros (escritos por James Dashner) sabrán lo que está pasando, y los espectadores casuales encontrarán una genérica aventura post-apocalíptica con inocua acción, personajes de papel, y notables efectos especiales para distraernos de la ausencia de suspenso, horror, o interés en saber cómo terminará todo. ¿Se salvará la raza humana? ¿Quién morirá arbitrariamente para simular drama? ¿Entenderemos cuál fue el punto del Laberinto?
Sobra decir que Maze Runner: La Cura Mortal funcionará mejor para quien tenga memorizada la complicada secuencia de alianzas y traiciones que condujeron a este punto de la historia.
Por mi parte, esperaba que se cumpliera la promesa de monstruos que nos hicieron en las previas películas... pero fallaron de nuevo. En vez de eso tenemos la epidemia de infectados por el virus "Flare" (básicamente zombies semi-racionales) que se ha extendido por casi todas las zonas habitadas; y una cuestionable misión de rescate que incluirá algunas amargas experiencias para los jóvenes héroes, llevándolos finalmente a donde todo comenzó. O algo así.
Sin ofrecer actuaciones estrictamente buenas, el elenco se siente cómodo en sus estereotípicos papeles, y alcanzan el mínimo realismo en la limitada gama de emociones que requiere Maze Runner: La Cura Mortal. Como podemos suponer, el cincuenta por ciento de los diálogos consisten en el inevitable "vocabulario de acción" ("¡Cuidado!", "¡Vamos!", "¡Corran!", por no mencionar los gritos de los nombres de los personajes en peligro... "¡Thomas!", "¡Newt!" "¡Teresa!", etcétera).
A diferencia de otras sagas literarias "young adult", Maze Runner tiene una villana  ligeramente más sustanciosa y complicada, pues Ava Paige (interpretada por una fría y calculadora Patricia Clarkson) no solo personifica los obligatorios clichés de represión social y ciencia fuera de control, sino que a su vez enfrenta sus propios antagonistas corporativos, con ideas muy distintas sobre la solución a la crisis que amenaza al mundo. No es mucho, pero cualquier cosa es buena para olvidar los risibles villanos de The Hunger Games, Twilight, y Divergent.
Hablando de lo cual, creo que Maze Runner: La Cura Mortal representa uno de los últimos vestigios de la frenética competencia por encontrar la siguiente franquicia que capture la imaginación (y el dinero) del público adolescente. Hace un par de años abundaban los estrenos de cintas basadas en alguna popular novela "young adult" (dirigidas a lectores jóvenes); pero con resonantes fracasos como Allegiant, The Giver y The 5th Wave, probablemente estamos viendo el fin de un género. Al menos hasta que los hijos de los "potterheads" descubran su propia mitología y el ciclo comience de nuevo.
Pero, bueno... por lo pronto, Maze Runner me pareció una de las menos antipáticas sagas en este estilo, aunque Maze Runner: La Cura Mortal tiende a arruinar lo poco que había funcionado hasta el momento. Algunos "stunts" me parecieron buenos, y un par de secuencias de acción me convencieron de que no estaba perdiendo mi tiempo... pero todo lo demás se siente intrascendente y repetitivo (infiltración-persecución-escape, infiltración-persecución-escape, etc.) Solo la recomendaría para los más asiduos fans de las novelas, y para el público que busca un poco de ruido para llenar dos horas de insulso entretenimiento durante el fin de semana. A estas alturas, eso es lo más que podemos esperar de cualquier aventura "young adult".
Calificación: 6

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Saturday, February 3, 2018

Llámame Por Tu Nombre (Call Me By Your Name)



Síntomas: El estudiante de arqueología Oliver (Armie Hammer) pasa una temporada en Italia con la familia Perlman para ayudar en la clasificación de ciertas reliquias romanas. Pero las cosas se complican cuando Elio (Timothée Chalamet), el hijo del anfitrión, se siente atraído por el carismático americano.

Diagnóstico: Este es el problema que tengo con el cine romántico (y desde luego es sólo MI problema, no del género mismo... una clásica situación de "no eres tú, soy yo"): personalmente siento que el romance no basta para sustentar una película entera.
No estoy en contra del romance en el cine, pero prefiero verlo acompañado por algún elemento que lo valide narrativamente. Por ejemplo, me gusta cuando se apoya en comedia genuinamente graciosa (Kissing Jessica Stein, Man Up); o cuando se usa como punto de partida para explorar diversas facetas de la experiencia humana (como en la clásica Love, Actually, o su secuela espiritual About Time); o simplemente como catalizador emocional en historias de otros géneros (como The Fly o la reciente Thelma).
Pero, ¿dos horas y cuarto dedicadas exclusivamente al parsimonioso desarrollo de un romance veraniego? Francamente, la principal reacción que tuve fueron bostezos.
Por el lado positivo, Llámame Por Tu Nombre es una película tan abierta, apasionada, y visualmente rica, que siempre hay algo interesante para despertar la imaginación y alejar el sueño (incluso en robots sin emociones como yo). Ya sea una larga toma de un árbol de chabacanos, o un paseo en bicicleta por un idílico pueblo italiano, o las absolutamente orgánicas actuaciones de Armie Hammer y Timothée Chalamet... Llámame Por Tu Nombre nunca deja de observar y deleitarse con los detalles de una relación en su fase más intensa e impulsiva.
Aún así... ¿mencioné que dura dos horas y cuarto?
Casi todas las películas que utilizan la campiña italiana como marco de un romance terminan pareciendo panfletos turísticos de la Cámara de Comercio local (algunos ejemplos: Eat, Pray, Love y Letters to Juliet). Pero el director Luca Guadagnino tiene un gran ojo para capturar los paisajes y geografía como parte integral de la vida cotidiana, y no como tarjetas postales retocadas para crear envidia en quienes nos quedamos en casa.
El desempeño de Armie Hammer rara vez me ha convencido como "estrella de cine" (por ejemplo, en The Lone Ranger); pero en Llámame Por Tu Nombre revela un aspecto distinto de su talento en un papel más íntimo y personal, sin cargar con la presión de un blockbuster de millones de dólares repleto de efectos especiales. Sin duda Hammer tiene apariencia de estrella de cine, pero creo que descubrimos su vocación como actor de carácter. Y si bien el joven Timothée Chalamet también realiza un excelente trabajo, no puede evitar verse opacado por el carisma de su colega. Lo cual en realidad funciona bien para la dinámica de sus personajes, así que no hay problema.
No puedo decir que Llámame Por Tu Nombre me haya gustado mucho, pero reconozco que es una buena película con excepcional manufactura y profundidad emocional. Por otro lado, me pareció un poco frívola y monótona, y me hicieron falta esos elementos adicionales para "sazonar" la historia. Finalmente, sobra decir que pudo recortarse un poco sin perder esa lánguida atmósfera de vacaciones libres de preocupaciones y abiertas a todas las posibilidades. Incluyendo la posibilidad de quedarse dormido. APAGAR_RoboPablo.exe_BZZZT
Calificación: 8.5 (Punto extra por estar dedicada a Bill Paxton)

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Friday, February 2, 2018

The Post: Los Oscuros Secretos del Pentágono (The Post)



Síntomas: En 1971, Kay Graham (Meryl Streep) enfrenta una decisión crucial que determinará el futuro del periódico The Washington Post. Al mismo tiempo, el editor Ben Bradlee (Tom Hanks) investiga un escándalo con el potencial de cambiar la opinión del público sobre la guerra en Vietnam. Sin embargo, la auténtica noticia podría ser la respuesta del gobierno norteamericano ante estas explosivas revelaciones.

Diagnóstico: Prácticamente todas las películas acerca de reporteros y periodistas siguen una fórmula simple y bastante específica: la búsqueda de la Gran Noticia (así, con mayúsculas) que cambiará al mundo, o al menos revelará la corrupción de las altas esferas que el Público (también con mayúsculas) tiene derecho a conocer.
En la película The Post, para bien o para mal, esa confiable fórmula representa tan solo un tercio de la historia total. Entonces, además de la investigación periodística (con toda la intriga y suspenso que podemos esperar), también exploramos las graves consecuencias que la noticia tendrá para el Washington Post, y la respuesta del gobierno ante la difusión de secretos que guardó durante muchos años. En resumen: material para tres películas distintas, condensado en dos horas de tensas discusiones, conflictos éticos y lecciones sobre el auténtico significado de la libertad de prensa. A veces es mucho... y a veces no es suficiente.
El saturado libreto de Liz Hannah y Josh Singer (veterano de Spotlight, otro sobresaliente "thriller periodístico") se esfuerza por balancear los variables aspectos de la película, entretejiendo arteramente causas y consecuencias para obtener un flujo natural de eventos que se mantiene siempre claro a pesar de las impersonales locaciones, vagos datos históricos, y multitud de personajes que no hay tiempo para introducir ni desarrollar adecuadamente (imagino que será útil una visita a Wikipedia después de ver la película, para comprender plenamente el marco histórico e importancia de los individuos involucrados).
Que no quede duda; The Post es un triunfo de estructura y dirección. Sin embargo (obviamente se veía venir un gran "pero"), en muchas ocasiones me encontré deseando que el aclamado director Steven Spielberg se decidiera por cualquiera de esas sub-tramas, y concentrara su considerable talento para explotarla al máximo. De otro modo, el enfoque de la cinta se fragmenta y resta fuerza a los hechos que retrata.
Afortunadamente, escena por escena The Post captura nuestra atención con apoyo de los brillantes actores que ocupan papeles chicos y grandes, contribuyendo por igual a la textura y energética atmósfera de un periódico al borde del desastre, o de la consagración pública. Y, como siempre, Spielberg es un experto para encontrar detalles minúsculos pero muy significativos que rematan el impacto emocional de la trama. Por ejemplo: la vibración de un foco, y luego una taza... irrelevantes por sí mismos, pero enormes cuando se ubican en el contexto de las escenas que acabamos de ver. Además, parece que el director se divierte capturando los rasgos culturales del período, que pueden ir desde adustos teléfonos de baquelita hasta el casual sexismo de algunos personajes (que luego Spielberg trata de sobre-compensar con medianos resultados). Finalmente, en un plano personal, fue un placer ver el armado de las placas de un periódico en la era "análoga", antes del diseño editorial por computadora (me tocaron los últimos vestigios de esas arcaicas tecnologías cuando empecé a trabajar en diseño gráfico).
Entonces, The Post tiene una sobre-abundancia de temas e ideas que a veces compiten por la atención del espectador; pero el desempeño del extraordinario reparto y la disciplina de Steven Spielberg consiguen que tales ideas coexistan sin derrumbarse bajo su mutuo peso, lo cual es un logro notable, y razón suficiente para recomendar esta película.
Además, no he mencionado la relevancia que The Post tiene para la situación actual que atraviesa el mundo (especialmente los Estados Unidos). Cada quien sacará sus propias conclusiones, aunque resulta bastante obvio lo que intentó decirnos el director. Es una pena que casi medio siglo después siga siendo necesario repetir esas simples verdades. Ojalá sirva de algo el recordatorio.
Calificación: 8.5

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Thursday, February 1, 2018

Please Stand By



Síntomas: Wendy Welcott (Dakota Fanning) sufre un nivel moderado de autismo, y vive en una casa comunal donde la Dra. Scotlyn Kyle (Toni Collette) la ayuda a integrarse a la sociedad. Pero Wendy está obsesionada con la serie de televisión Star Trek, y cuando un concurso ofrece la oportunidad de borrar la línea entre realidad y ficción, la joven inicia un viaje que podría cambiar su vida.

Diagnóstico: Como fan de Star Trek desde hace casi medio siglo, tenía mucho interés en ver Please Stand By (por si a alguien le interesa, mi serie favorita es The Next Generation, aunque disfruto todas las demás en diversos grados); y desde luego me gustó que esta icónica serie televisiva formara parte de la película... pero la verdad es podría haber sido cualquier otra cosa y hubiera dado lo mismo. Si Wendy fuera fanática de Lost In Space, Star Wars o Blake's 7, no habría diferencia alguna en el desarrollo de Please Stand By. Bueno, quizás no hubiéramos escuchado el lenguaje klingon (en una de las escenas más inverosímiles de la película); pero, por lo demás, Star Trek termina siendo irrelevante para el resultado final. Cierto, el libreto insinúa algunos paralelismos entre la condición de Wendy y la naturaleza vulcana de Spock, pero lo mismo aplicaría a muchos aliens de cualquier otro universo de ciencia ficción. Y algunas escenas imaginarias que transportan a Wendy a otro planeta intentan emular el estilo visual de las películas, pero terminan siendo genéricas e innecesarias. Sospecho que para lograr algo más distintivo, el director Ben Lewin y el guionista Michael Golamco hubieran necesitado la aprobación de Paramount Pictures, y ya sabemos que no son exactamente generosos con las licencias de esta redituable franquicia (sí, sigo amargado por el berrinche que hicieron por el "fan film" Axanar).
Entonces, descartando mi fanatismo por Star Trek, diría que Please Stand By es una mediana película "indie", un poco blanda y predecible, pero entretenida y con un mensaje positivo, sin cruzar la línea de la cursilería, y sin explotar inapropiadamente el autismo para fines comerciales.
De hecho, la actuación de Dakota Fanning me pareció sobresaliente por su sensible manejo del "espectro autista", mostrándonos de manera realista los retos que Wendy enfrenta día a día, y las ingeniosas soluciones propuestas por la Dra. Kyle (apropiadamente conocida con el apodo "Scottie"... aunque se escriba distinto, los trekkies entenderán la referencia), interpretada por Toni Collette sin mucha energía, pero con su habitual calidez. Por su parte, Alice Eve tiene el papel de Audrey, la hermana de Wendy, y aunque la quiere mucho, teme integrarla a su familia por las consecuencias que podrían acarrear sus ocasionales crisis (además Eve aporta una genuina conexión al universo de Star Trek).
Sin embargo, todo eso pasa a segundo plano cuando Wendy inicia su peregrinación al altar Trek (metafóricamente), y su comportamiento se mantiene consistente con su condición, sin contradecir las necesidades dramáticas de la película. En otras palabras, tal vez Please Stand By se toma ocasionales licencias creativas, pero es fácil aceptarlas porque nunca exageran ni sacrifican el carácter de Wendy para facilitar el flujo de la narrativa. Mi única queja (además de la ligera simplicidad que envuelve la película entera) sería el trillado uso de un accidente automovilístico para crear "drama instantáneo". Hablando de lo cual, el perrito "Pete" (Blaster) usa uniforme azul, así que no es necesario preocuparse por él.
Afortunadamente las pequeñas trampas del libreto me parecieron justificables, y no me impidieron disfrutar Please Stand By, la cual podría recomendar no solo para fans de Star Trek, sino para seguidores del cine independiente que quieran ver una película sólidamente construida, quizás corta en ambición, pero igualmente satisfactoria y optimista, sin pretensiones “de autor”. Tan solo una historia honesta sobre personas reales venciendo sus limitaciones y compartiendo sus emociones. No podría pedir más. Aunque ahora no dejo de pensar en una "road movie" sobre fans de Blake's 7 que intentan encontrar la nave Liberator...
Calificación: 8

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