Thursday, March 30, 2023

Batman: The Doom That Came to Gotham


Síntomas: Durante los años veintes, Bruce Wayne (voz de David Giuntoli) investiga las actividades de un culto secreto dedicado a resucitar una entidad cósmica que consumirá el mundo, empezando por Gotham.

Diagnóstico: Para ser justos, los directores Sam Liu (Batman: Soul of the Dragon) y Christopher Berkeley (Green Lantern: Emerald Knights) simplificaron bastante el argumento de la novela gráfica The Doom That Came to Gotham (escrita por Mike Mignola y dibujada por Troy Nixey), eliminado escenas superfluas y reemplazando personajes para lograr una mejor integración con la continuidad moderna de Batman. Sin embargo, incluso con tantos remiendos, la nueva película animada Batman: The Doom That Came to Gotham conservó los problemas estructurales de la novela original, resultando en una experiencia narrativamente confusa pero visualmente impresionante que no recomendaría para el público casual, sino únicamente para fans de H.P. Lovecraft, y de las historias "Elseworlds" de DC Comics.
Batman: The Doom That Came to Gotham comienza con una misión de rescate a la Antártida, donde Bruce Wayne (voz de David Giuntoli) y sus asistentes descubren rastros de una antigua civilización con siniestras prácticas ocultistas. Posteriormente, ya de regreso en la ciudad de Gotham, Wayne sigue la pista del culto que quiere despertar una entidad cósmica para cumplir una profecía. O algo así.
La historia no es mala, pero da demasiadas vueltas y toma tangentes irrelevantes que solo sirven para incluir más villanos de Batman en versiones lovecraftianas. Algunas de esas tangentes son indudablemente ingeniosas (como el origen de las cicatrices de Harvey Dent), mientras que otras se sienten como caprichos del escritor que quería incluir a sus personajes favoritos (como el asunto de Oswald Cobblepot); pero a fin de cuentas Batman: The Doom That Came to Gotham captura la atmósfera de obsesión y paranoia característica de Lovecraft, así como las indescriptibles entidades que acechan en la periferia de nuestra realidad.
Lo cual nos lleva a los mejores atributos de Batman: The Doom That Came to Gotham: los escenarios, el diseño, y la animación de excelente calidad que supera el "viejo" estándar de Warner Animation, confirmando el compromiso del estudio con esta nueva fase del Universo Animado de DC Comics. Por cada escena incomprensible o diálogo repetitivo (¿cuántas veces dicen "Los pecados del padre recaen sobre el hijo"?) tenemos memorables imágenes de horrores cósmicos, reptiles humanoides, y tentáculos trans-dimensionales tratando de infiltrarse en nuestro universo. Y, bueno, los sacrificios que debe hacer Bruce Wayne para cumplir su destino ponen la identidad secreta de Batman en un nuevo contexto muy apropiado para el pesadillesco tono de la cinta.
Las voces me parecieron excelentes, incluyendo a Gideon Adlon como Barbara Gordon (probablemente mi escena favorita de la película), Christopher Gorham como Oliver Queen, y Tim Russ como Lucius Fox. Mención especial para Jeffrey Combs, cuya mera presencia (en el papel del Dr. Kirk Langstrom) constituye una referencia lovecraftiana. Sin embargo mi favorita fue Tati Gabrielle en el papel de Kai Li Cain, una versión "alt" de Cassandra Cain (al menos eso creo) que tiene el mejor arco dramático de la película.
Por todo lo anterior creo que Batman: The Doom That Came to Gotham será más interesante para devotos de Lovecraft que sepan apreciar las constantes referencias a la obra del autor, no solo en lo referente a los "Mitos de Cthulhu", sino a otros cuentos famosos en la cultura popular (como cierto doctor con cuestionables hábitos profesionales). Mis expectativas eran bajas por la decepción de la novela gráfica; pero Batman: The Doom That Came to Gotham corrigió algunos errores de la fuente literaria, y compensó los demás con un fantástico estilo visual. Incluso me hizo pensar que la animación es el camino correcto para filmar las historias "infilmables" de Lovecraft, como At the Mountains of Madness o The Lurking Fear. Mientras tanto, me quedo con los "radio-teatros" de The HPL Historical Society.
Calificación: 7

IMDb

Tuesday, March 28, 2023

Boston Strangler


Síntomas: A mediados de los años 60s, las reporteras Loretta McLaughlin (Keira Knightley) y Jean Cole (Carrie Coon) investigan una serie de asesinatos en la ciudad de Boston, y deducen que fueron cometidos por el mismo individuo.

Diagnóstico: El entretenimiento popular está saturado de historias "true crime", con incontables podcasts, docu-dramas y series dedicadas a examinar los "hechos reales" detrás de los crímenes más notorios de la era moderna. Es un formato popular que funciona bien cuando ofrece un final concreto, con el villano detrás de las rejas... pero es aún mejor cuando la resolución es ambigua, abierta a la interpretación del público, y con el mórbido deleite de un misterio sin respuesta.
La nueva película Boston Strangler (disponible en Star Plus) de algún modo satisface ambos criterios, analizando los crímenes de uno de los asesinos seriales más famosos del siglo veinte, al mismo tiempo que hace astutas preguntas sobre la versión oficial de los hechos.
Al principio de Boston Strangler conocemos a la reportera Loretta McLaughlin (Keira Knightley), cansada de  escribir sobre modas femeninas para el periódico Record American. Entonces se entera de un asesinato cercano a la casa de su madre, y deduce de que está conectado con otros crímenes recientes. Pero su jefe, el editor Jack Maclaine (Chris Cooper), no le da permiso de escribir un reportaje "serio" por su falta de experiencia. Sin embargo Loretta persiste, y eventualmente colabora con la reportera Jean Cole para encontrar nuevas pistas que podrían ayudar a la captura del asesino.
La investigación de las reporteras es interesante por derecho propio, enfocándose en los contrastes que favorecen su colaboración. Loretta es tenaz y siempre dispuesta a hacer las preguntas incómodas que los demás prefieren callar; mientras que Jean es más diplomática, más experimentada en asuntos policíacos, y con mejores conexiones entre las autoridades de la ciudad.
Al mismo tiempo Boston Strangler denuncia el sexismo que no solo obstruye el trabajo de las reporteras (por ejemplo, acusando a Loretta de "flirtear" con los policías para obtener información restringida), sino que complica sus vidas personales, obligándolas a decidir entre su familia y su carrera. No es el propósito principal de la película, pero añade relevancia y conexión con la época actual. 
Sin embargo, el aspecto más fascinante de Boston Strangler (en mi humilde opinión) fue la explicación "alternativa" sobre la identidad del Estrangulador de Boston. Solo diré que me pareció simultáneamente lógica, trágica y sorpresiva, sobre todo después de haber visto adaptaciones más convencionales de los mismos eventos. No sé si fue una teoría original, pero nunca la había escuchado, y eso bastó para capturar mi atención.
Por el lado negativo, Boston Strangler es una película fría y estéril, lo cual podría ser un reflejo intencional de la imparcialidad del reportero... o una falla del director que no supo crear suspenso ni emoción en el desarrollo de la historia. Las actuaciones son buenas, pero rara vez provocan las reacciones que debería causar en un relato tan sórdido, y además real.
Entonces, Boston Strangler no se acerca a los "grandes éxitos" del cine sobre asesinos seriales (como Zodiac, Summer of Sam o Monster), pero su naturaleza más profunda y reflexiva amerita una recomendación para aficionados al género, y para devotos de la moda "true crime" que quieran ver una nueva propuesta de un viejo tema. Cualquiera que sea la verdad, el caso sigue abierto.
Calificación: 7

IMDb

Sunday, March 26, 2023

John Wick 4 (John Wick: Chapter 4)


Síntomas: John Wick (Keanu Reeves) y sus escasos aliados sobrevivientes declaran la guerra contra "La Mesa Alta", el sindicato criminal que controla a los mejores asesinos del mundo.

Diagnóstico: Antes de exponer mis quejas, voy a aclarar que John Wick 4 me gustó mucho, y creo que incluye algunas de las mejores escenas de acción de la saga entera (y tal vez del cine mundial en los últimos diez años), reflejando el formidable compromiso y entusiasmo de todos los artistas involucrados, desde Keanu Reeves en un papel ideal para su estilo de actuación, hasta el director Chad Stahelski, quien realmente ha madurado en todos los aspectos de su oficio.
Considerando sus antecedentes profesionales (doble y coordinador de "stunts" durante veinticinco años en proyectos como The Matrix, Iron Man 2 y The Expendables) es fácil comprender la habilidad de Stahelski para filmar acción de alto impacto e impecable claridad visual (a diferencia de otros cineastas que se refugian en la "shaky cam" y la micro-edición para ocultar los defectos de sus escenas); sin embargo John Wick 4 también confirma la evolución de su estilo visual (en colaboración con el virtuoso cinematógrafo Dan Laustsen), su fino sentido del ritmo (con el apoyo del editor Nathan Orloff), y su disposición para invitar a las más grandes estrellas del género (esta vez Donnie Yen, Marko Zaror y, ¡por fin!, Scott Adkins) sin temor de que se roben la película, porque sabe que será benéfico para el proyecto. En resumen: John Wick 4 fue una de las experiencias más divertidas del año, y una justa validación del nivel que puede alcanzar el cine de acción cuando está realizado por personas (y perros) que saben lo que hacen.
Y ahora, después de vomitar tantos halagos... ¿por qué demonios John Wick 4 es tan larga?
La historia no es complicada. De hecho casi no hay historia, solo una sucesión de peleas, persecuciones y balaceras con breves interludios "dramáticos" que sirven para establecer dónde será la siguiente pelea, persecución o balacera. No los conté con exactitud (me distrajo la acción), pero creo que Keanu Reeves tiene menos de veinte diálogos en la película entera, y la mitad son "Yeah". Entonces, no hay razón lógica para extender un relato tan simple a ¡dos horas y cincuenta minutos! ¡John Wick no es Dune! Y de ahí surgen sus grandes problemas.
Para empezar, la acción se vuelve repetitiva. Claro, Stahelski y su equipo de "stunts" son muy creativos para encontrar locaciones interesantes donde pueden replantear las mismas rutinas en una nueva situación (algunos de mis ejemplos favoritos: el Arco del Triunfo, las escaleras frente a la iglesia, y el obligatorio "rave"). Pero aún así es demasiado, no solo para sostener nuestra atención, sino para mantener una tenue conexión con la realidad. Puedo aceptar que John Wick sobrevivió la caída de un edificio en la tercera película, porque tuvo graves consecuencias para su salud. Pero cuando eso ocurre varias veces seguidas, y lo único que hace es levantarse y seguir corriendo... perdón, pero eso ya no es un "thriller de acción" sino una caricatura del Correcaminos (o de Itchy and Scratchy, para el público joven) (¿existe otro ejemplo de caricaturas hiper-violentas contemporáneas? Supongo que la corrección política y los psicólogos infantiles ya extinguieron ese género para siempre). No digo que la saga de John Wick sea un bastión de realismo y rigor fisiológico... pero antes podíamos aceptar la supervivencia del héroe tan solo por su indestructible convicción moral. Sin embargo ahora... nada importa. No hay peligro ni riesgo tangible, excepto cuando le conviene al director. Muchas películas comparten este problema, pero la extrema ambición de John Wick 4 lo hace más patente. Y además es un problema que se extiende a la actitud de John Wick. Uno de los personajes dice: "Todo lo que toca muere", y es verdad. La cruzada de John Wick está destruyendo vidas inocentes (bueno, se trata de asesinos, pero son "inocentes" en el contexto de la historia), sin mostrar remordimiento ni empatía alguna. ¿No estaba retirado al principio de la original John Wick? ¿Por qué no regresa a disfrutar el resto de sus días en compañía de su perro? (Spoiler: todos los perros sobreviven) ¿Para qué iniciar una guerra sin motivo?
En fin... me voy a detener aquí, reiterando lo que dije al principio: John Wick 4 me gustó mucho, y tiene increíbles momentos de acción. Sin embargo, fue la cinta que menos disfruté de la serie, tan solo por la indulgencia excesiva de un director talentoso, pero que ya perdió la objetividad sobre su género favorito. Uno de los riesgos ocultos del éxito, supongo.
Calificación: 8

IMDb

Saturday, March 25, 2023

Children of the Corn


Síntomas: Los niños de un pequeño pueblo empiezan a actuar de manera extraña, mientras los adultos tratan de resolver una crisis económica provocada por el fracaso de la cosecha de maíz.

Diagnóstico: Créanme, yo fui el más sorprendido: Children of the Corn es una buena película... hasta que deja de serlo.
No estoy diciendo que sea una gran película, y mucho menos una "joya oculta"; pero si la comparamos con las previas cintas basadas en el cuento corto de Stephen King (¡ya van diez!), es prácticamente una obra maestra... hasta que deja de serlo.
Children of the Corn toma los rasgos básicos de la historia original (publicada en la colección Night Shift, de 1978) como punto de partida para desarrollar una historia con varias sub-tramas que funcionan de acuerdo a la edad de los personajes.
Por el lado de los adultos tenemos el colapso económico de un pueblo agricultor debido a sus cuestionables prácticas comerciales, incluyendo el uso de nuevos herbicidas y semillas genéticamente modificadas. El último recurso de los granjeros es sacrificar las plantaciones de maíz, y ampararse en los subsidios gubernamentales que podrían salvar la economía del pueblo, aunque también causarán más daño ecológico.
Los adolescentes del pueblo tienen su propio plan: iniciar una campaña en las redes sociales para humillar públicamente a los adultos que quieren salir del apuro por la vía fácil, en vez de corregir sus errores.
Y los niños... bueno, nadie pone atención a los niños mientras juegan en el campo, inventando cuentos sobre una misteriosa figura que vive en los surcos del maíz. Después de todo son simples fantasías infantiles... ¿o podrán ser alucinaciones causadas por el polvo tóxico de las cosechas enfermas?
El director Kurt Wimmer (Equilibrium, Ultraviolet) entreteje estas sub-tramas de manera lógica y realista (en lo que cabe), balanceando drama y horror en escenas bien filmadas con adecuado ritmo y visión artística (mención especial para el cinematógrafo Andrew Rowlands, quien añade gran personalidad a los campos de maíz marchito). Las actuaciones son un poco blandas, pero cubren los requerimientos del guión, destacando Elena Kampouris (Before I Fall) como la joven idealista que quiere salvar al pueblo de Rylstone (por alguna razón no usaron el nombre de "Gatlin"), mientras planea su escape del círculo vicioso de pobreza y desolación; y Kate Moyer (Buffaloed) en el papel de Eden, la líder de los niños que podría estar peleando por el futuro de su generación... u obedeciendo las órdenes de una maligna deidad vegetal. O simplemente sufre perturbaciones mentales por la infección del maíz y el fertilizante sintético que comenzó todo el problema.
Desafortunadamente Wimmer pierde el rumbo en el tercer acto, cuando los temas de la cinta se derrumban en un final absurdo e inverosímil... pero razonablemente satisfactorio. Y entonces llega un ridículo epílogo que añade un "susto" innecesario e inconsistente con el tono de la cinta. Me atrevería a especular que fue la propuesta de un clásico "ejecutivo de Hollywood" que dijo: "Necesitamos un final al estilo de Stephen King".
A pesar de todo, Children of the Corn resultó mejor de lo que yo esperaba, y hasta podría decir que fue la mejor adaptación (no necesariamente la más fiel) de aquel legendario cuento de Stephen King. Por otro lado, dudo mucho que Children of the Corn reciba una evaluación imparcial por el público y la crítica, debido a la terrible fama que la franquicia viene arrastrando desde hace cuarenta años. Mala suerte para la excepción que confirma la regla.
Calificación: 7

IMDb

Thursday, March 23, 2023

Consecration


Síntomas: La Dra. Grace Farlo (Jena Malone) visita un remoto convento en Escocia para investigar la muerte de su hermano, pues no puede creer que realmente se haya suicidado.

Diagnóstico: Sin mucha publicidad ni reconocimiento crítico, el director Christopher Smith ha desarrollado una variada filmografía que abarca múltiples sub-géneros del Horror (comedia slasher, cine "raro", leyendas urbanas, folclore histórico, "road movie", drama sobrenatural, etc.) , pero siempre con una visión más profunda de las fórmulas que los definen. Sin importar el tema, Smith trata de ver más allá de lo obvio; y aunque a veces tropieza con su propia ambición, definitivamente me parece una actitud más interesante que la repetición de rutinas tan común en este género.
Todo lo cual podemos confirmar en Consecration, un relato mixto (horror, religión, drama familiar) con un poco de sangre, atractiva estética visual, y una clásica confrontación entre ciencia y superstición, representada por la investigación de un asesinato en un convento donde la devoción de las monjas hace muy difícil la discusión de la realidad objetiva: "¿Estaba sola la víctima?" "No, Dios siempre está observando". ¿Cómo pueden obtenerse respuestas claras en ese contexto?
Esa es la intención de la Dra. Grace Farlo (Jena Malone) cuando llega al convento de una orden muy conservadora en Escocia, donde su hermano aparentemente se suicidó después de asesinar a un sacerdote. Pero, después de examinar el cadáver, Grace cree que las heridas no son consistentes con el testimonio de los testigos. Entonces, con el renuente apoyo de un policía local, Grace interroga a las monjas... pero también empieza a tener siniestras visiones que podrían indicar un auténtico fenómeno paranormal. ¿O serán alucinaciones provocadas por su frágil estado emocional?
Y, bueno, no diré lo que Grace descubre, pero sí advertiré que Smith y la co-guionista Laurie Cook echaron a volar su imaginación en el tercer acto con eventos más bizarros de lo que la premisa podría justificar. Algunos directores hubieran preferido un final más ambiguo... pero Smith no teme saltar a un abismo absurdista, y al mismo tiempo profundo por su perspectiva del mundo sobrenatural y la doctrina religiosa que aparentemente lo sustenta... aunque tal vez sean fenómenos completamente independientes.
O al menos esa fue mi teoría de los desorbitados "twists" que Consecration nos arroja en los últimos veinte minutos. Primero pensé que Smith estaba arruinando la película con esa ambición desmedida que mencioné al principio... pero entre más lo pensaba, más lógico me pareció su desplante creativo. Y además deja respuestas abiertas a la interpretación del espectador, para que completemos el misterio con nuestra propia ideología.
Todo lo cual significa que Consecration será una película polarizante, con buena razón. El desarrollo tradicional ofrece adecuados momentos de suspenso y terror, pero el final es demasiado extremo para recomendarla con absoluta confianza. Por el lado artístico, las actuaciones de Jena Malone (The Neon Demon, Antebellum), Janet Suzman (como la Madre Superiora) y Danny Houston (como el enviado del Vaticano que también quiere descubrir la verdad) son excelentes; y la música y cinematografía se conjugan para encontrar el lado tétrico de la hermosa campiña escocesa. Sin embargo, el reto más grande para el fanático del horror (como yo) será mantener la mente abierta y pensar más allá de los clichés del género. Exactamente lo que hizo Christopher Smith, pero sin preocuparnos por las consecuencias.
Calificación: 7.5

IMDb

Monday, March 20, 2023

¡Shazam! La Furia de los Dioses (Shazam! Fury of the Gods)


Síntomas: Billy Batson (Asher Angel) y su familia de superhéroes protegen la ciudad de Filadelfia... o al menos lo intentan. Entonces las Hijas de Atlas regresan para reclamar los poderes mágicos que legítimamente les pertenecen por derecho familiar.

Diagnóstico: La cinta Shazam! (2019) me pareció una simpática distracción del estilo trágico y sombrío que arrastra el Universo Cinematográfico de DC Comics desde su inicio. En vez de seguir la fatalista doctrina de Zack Snyder, el director David F. Sandberg regresó al humor de los comics originales de la Editorial Fawcett (más antigua que Marvel o DC), y encontró al actor ideal (Zachary Levi) para capturar la dualidad de inocencia y poder que representa el personaje de Shazam (voy a ignorar la discusión del nombre original, Captain Marvel, para ahorrarme explicaciones históricas). No fue una gran película (la volví a ver recientemente, y me pareció más aburrida de lo que recordaba), pero cumplió su misión de establecer una mitología paralela que funciona bajo sus propias reglas, al mismo tiempo que co-existe con los héroes "normales" de DC. Y ahora la secuela, ¡Shazam! La Furia de los Dioses construye sobre los aciertos de su predecesora... y también repite sus errores, resultando en una experiencia divertida y visualmente espectacular, pero demasiado enredada en los temas que intenta manejar.
Varios años después de aceptar los poderes de la Roca de la Eternidad (?), Billy Batson (Asher Angel) y su familia adoptiva se encargan de proteger la ciudad de Filadelfia, con variables resultados. Pero la familia empieza a distanciarse porque, a fin de cuentas, son adolescentes que aún están creciendo y haciendo planes para sus respectivos futuros. Entonces aparecen las Hijas de Atlas, Hespera (Helen Mirren) y Kalypso (Lucy Liu), presentándose inicialmente como aliadas... hasta que revelan su auténtica intención: romper la barrera entre el mundo mágico y el mundo real. O algo así. El punto es que Shazam y sus hermanos deberán resolver sus diferencias, madurar como héroes y personas, y aprender a cooperar para salvar al mundo.
Nada nuevo ni especial, pero adecuado para extender la confusa mitología de la saga, y preparar el camino de futuras secuelas... asumiendo que James Gunn y Peter Safran, los nuevos "overlords" del Universo Cinematográfico de DC Comics, decidan conservar esta versión de Shazam... lo cual, francamente, dudo mucho. Pero eso es tema para otro día.
Entre lo bueno de ¡Shazam! La Furia de los Dioses señalaría la introducción de figuras mitológicas en el entorno urbano de Filadelfia. Eso fue lo que me mantuvo despierto durante dos horas de blando melodrama familiar y tediosos conflictos mitológicos. Hay dragones, unicornios y cíclopes realizados con fantástica imaginación y visión artística... aunque su interacción con el mundo real no sea muy convincente. Pero no me importó porque todo se ve increíble.
El aspecto dramático de la película es menos afortunado, basándose en los típicos problemas de una familia disfuncional, con demasiados secretos, un poco de romance, y el contraste entre el inmenso poder de los héroes "adultos" y la inmadurez de sus identidades juveniles. Zachary Levi (como Shazam) y Jack Dylan Grazer (como Freddy Freeman adolescente) se roban la película, pero permiten que las luminarias invitadas (Helen Mirren, Lucy Liu y Rachel Zegler) tengan buenos momentos de lucimiento individual. Y no pueden faltar las escenas post-créditos que fortalecen la conexión de Shazam con el (¿difunto?) universo de DC, al mismo tiempo que indican la dirección de la próxima secuela, asumiendo que bla bla bla... ya hablamos de eso.
Entonces, ¡Shazam! La Furia de los Dioses no me pareció ni buena ni mala... simplemente funcional como entretenimiento desechable que olvidaré de inmediato porque no ofrece sustancia ni emoción más allá de su abigarrada superficie. Bueno, tal vez recordaré al cíclope durante más tiempo, pero solo porque rinde tributo a la obra del inmortal Ray Harryhausen.
Calificación: 7

IMDb

Sunday, March 19, 2023

Oso Intoxicado (Cocaine Bear)


Síntomas: Después de consumir gran cantidad de cocaína extraviada por una banda de traficantes, un oso negro inicia una serie de ataques en los bosques de un parque nacional.

Diagnóstico: Aunque tiene largos períodos de hibernación (ja, ja), el "horror ursino" (historias sobre osos asesinos) se ha mantenido presente en la cultura popular desde su auge en los años setentas, con cintas como Grizzly (1976), Claws (1977), The Edge (1997), Bear (2010) y Backcountry (2014). Y ahora la directora Elizabeth Banks (Charlie's Angels, Pitch Perfect 2) nos entrega una divertida sátira del género con Oso Intoxicado, cuya bizarra fusión de comedia, "gore" y conciencia ecológica evita la demonización del oso titular, y lo convierte en víctima inocente de las circunstancias... y de los vicios humanos. Fue una astuta decisión para satisfacer la corrección política, y para diluir el mal sabor que dejaban aquellas películas del siglo veinte sobre animales asesinos (ver la reciente Beast como otro ejemplo de moderna perspectiva sobre una vieja fórmula).
Supuestamente basada en hechos reales, Oso Intoxicado comienza con la caída de un avión cargado de cocaína, la cual es accidentalmente consumida por un oso negro en el Parque Nacional de Chattahoochee. Naturalmente el oso enloquece y empieza a atacar a las personas que tienen la mala fortuna de encontrarlo. Entre ellos: dos niños extraviados (Brooklynn Prince y Christian Convery); su madre (Keri Russell) y los guardabosques que los están buscando (Margo Martindale y Jesse Tyler Ferguson); y los narcotraficantes que quieren recuperar su mercancía (O'Shea Jackson Jr., Alden Ehrenreich y el finado Ray Liotta, a quien está dedicada la película). Y desde luego hay más víctimas potenciales para elevar el "saldo rojo" de la película, pero sin convertirla en tragedia.
Y ahí es donde Oso Intoxicado pierde el frágil balance de su premisa. Con tanta muerte y destrucción, creo que Elizabeth Banks tenía miedo de hacer una película demasiado macabra, y por eso elevó el volumen de la comedia en escenas que hubieran funcionado mejor con un tono más natural, para servir como contraste de los momentos más descabellados. Por ejemplo, el libreto de Jimmy Warden (The Babysitter: Killer Queen) dibuja a los narcotraficantes como bufones con "daddy issues", o con actitudes demasiado irreverentes para tomarlos en serio como despiadados criminales que harán cualquier cosa para recuperar su inversión. Desde luego la comedia es altamente subjetiva, y cada espectador tendrá su propio umbral de tolerancia para la receta de risas y terror que ofrece Oso Intoxicado; pero, en mi caso personal, siento que no hacía falta tanta ligereza, cuando el concepto mismo del "oso intoxicado" es más que suficiente para establecer la intención de la película.
Pero, bueno... tal vez estoy cometiendo el error de sobre-analizar una película inherentemente absurda, en cuyo caso terminaré diciendo que Oso Intoxicado me pareció recomendable por su sólida producción (los efectos especiales son buenos, aunque el movimiento del oso digital es un poco artificial), por la convicción de los actores en escenas ridículas (mención especial para Margo Martindale y Ray Liotta, los veteranos que mejor asimilan la sensibilidad de la cinta), y por su mera existencia como "B-Movie" que escapó su modesto nicho para convertirse en un fenómeno cultural (al estilo de Snakes on a Plane). Oso Intoxicado es el tipo de película que tiene que verse para creerse. Y, a pesar de sus fallas, cumplió su misión de simpatizar con el oso asesino... porque, a fin de cuentas, entendemos sus motivos y lamentamos su situación.
Calificación: 7.5

IMDb

Friday, March 17, 2023

Desconectada (Missing)


Síntomas: Cuando desaparece su madre durante un viaje a Colombia, la joven June Allen (Storm Reid) inicia una búsqueda desesperada desde su computadora en Los Ángeles, utilizando todas las herramientas disponibles en el mundo digital.

Diagnóstico: Hace algunos años Searching me pareció uno de los mejores "thrillers de interfase" (donde la película entera se desarrolla en pantallas de dispositivos electrónicos), no necesariamente por su peculiar formato, sino por el meticuloso desarrollo de un misterio con un fascinante subtexto sociocultural. Y ahora, la pseudo-secuela Desconectada (dirigida por Nicholas D. Johnson y Will Merrick, los editores de Searching) repite ese milagro, aunque pierde puntos por su excesiva duración, y por algunos aspectos de la trama que me dejaron confundido... o tal vez debí fijarme mejor en la multitud de pistas y detalles que aparecen en la interfase de la película. Como sea, Desconectada me pareció recomendable para aficionados a esta tangente del "found footage" (representada por cintas como The Den, Host y Profile), y para curiosos que no la conocían.
Searching se enfocó en un adulto explorando el laberinto de las redes sociales juveniles, mientras que Desconectada hace lo opuesto: June Allen (Storm Reid) es una adolescente indiferente que no pone atención cuando Grace (Nia Long), su madre viuda, emprende un viaje romántico a Colombia con su nuevo pretendiente. Pero cuando no regresan en la fecha indicada, June empieza a indagar por medio de su computadora... y descubre duras realidades que transforman su perspectiva del mundo, y la obligan a madurar.
Es difícil evaluar las actuaciones cuando los rostros son pequeñas piezas de un rompecabezas digital; pero eso subraya la importancia del realismo en las reacciones de Storm Reid (A Wrinkle in Time) en el papel principal, y de los individuos que encuentra durante su pesquisa virtual, incluyendo a Amy Landecker (Bombshell) como la mejor amiga de su madre, Daniel Henney (X-Men Origins: Wolverine) como el agente del FBI encargado de la investigación oficial, y Joaquim de Almeida (Our Brand is Crisis) como un "asistente remoto" contratado por June para tener una presencia física en Colombia. En la cacofonía tecnológica de Desconectada, los actores aportan el elemento humano que nos conecta con la misión de June.
Hablando de cacofonía... la historia y las actuaciones están bien, pero lo que más me impresionó fue el extraordinario trabajo de los animadores que reprodujeron con pasmosa precisión los servicios digitales utilizados por June a lo largo de la cinta, desde algo tan simple como una búsqueda en Google, hasta un frenético paseo por Venmo para financiar una fiesta estudiantil. Parecen legítimas "capturas de pantalla", pero son increíbles recreaciones que emulan nuestra interacción con laptops y teléfonos, acercándonos más al proceso deductivo de June y su crisis existencial. Cuando Ethan Hunt cuelga del ala de un avión es muy entretenido, pero muy distante de nuestra experiencia personal. Sin embargo, cuando June trata de recuperar una contraseña perdida... sabemos exactamente la ansiedad que siente. Y ahí radica la magia del "thriller de interfase": convertir lo trivial en aventura.
Calificación: 7.5

IMDb

Tuesday, March 14, 2023

65: Al Borde de la Extinción (65)


Síntomas: Un astronauta del planeta Somaris se estrella en la Tierra durante la era Mesozoica, y enfrenta temibles criaturas mientras intenta regresar a casa.

Diagnóstico: Con esa premisa (astronauta vs. dinosaurios) podemos suponer que 65: Al Borde de la Extinción no será una película de ciencia ficción "seria", sino un divertido relato "pulp" inspirado por los comics de los años cincuentas (como Weird Fantasy o Incredible Science Fiction), donde un concepto creativo y un final inesperado eran más importantes que la lógica o el realismo.
Por eso los directores Scott Beck y Bryan Woods (Haunt) escribieron una película ágil y divertida que no se detiene a pensar demasiado; y aunque usaron trucos muy gastados para establecer un marco emocional (otro caso de "niña en peligro"), a fin de cuentas crearon suficiente suspenso y "acción prehistórica" para pasar noventa minutos de entretenimiento desechable. 65: Al Borde de la Extinción pudo llegar más lejos en todos los sentidos, pero me dejó satisfecho con su mediano esfuerzo.
Todo empieza en el lejano planeta Somaris, donde el piloto Mills (Adam Driver) acepta participar en una misión espacial de dos años para pagar el tratamiento médico de su hija. Pero la colisión con un asteroide provoca la caída de la nave en un planeta desconocido, repleto de flora y fauna hostil que Mills deberá sobrevivir para regresar con su familia. Y entonces descubre que no está solo.
Conviene aclarar que 65: Al Borde de la Extinción (el título alude a 65 millones de años en el pasado) es una película de mediano presupuesto, y por lo tanto muy cuidadosa con el uso de efectos especiales... lo cual significa que los dinosaurios solo intervienen esporádicamente. Los demás obstáculos que enfrenta Mills tienden a ser más prosaicos, como arena movediza, cavernas traicioneras, y fallas en la tecnología que rescató de la nave caída.
Y cuando por fin aparecen los dinosaurios, no son las especies típicas de la cultura popular, sino versiones más exóticas y peligrosas que justifican el terror de un visitante que nunca vio Jurassic Park.
En el papel de Mills, Adam Driver desarrolla un personaje motivado por la supervivencia personal, hasta que encuentra a Koa (Ariana Greenblatt), sobreviviente de los pasajeros en animación suspendida que transportaba la nave espacial. El paralelo de la hija enferma con la niña en peligro se siente forzado e innecesario; pero contribuye a forjar una dinámica más interesante que las torpes manipulaciones del libreto. Y, como dije al principio, tampoco estamos hablando de drama shakesperiano, sino de un comic viviente que evoca aquellas coloridas portadas de Wally Wood, Jack Davis o Frank Frazetta (antes de su etapa de fantasía heroica).
65: Al Borde de la Extinción es una producción de Sam Raimi, quien conoce el valor de una historia simple con momentos memorables, y con un carismático protagonista capaz de navegar los altibajos de un libreto imperfecto. Una vez que entendemos esa perspectiva de "diversión ante todo", podremos disfrutar 65: Al Borde de la Extinción por todo lo que hizo bien, en vez de señalar lo que pudo hacer mejor. Habiendo dicho eso, Outlander lo hizo mejor.
Calificación: 7

IMDb

Sunday, March 12, 2023

Scream VI


Síntomas: Las hermanas Sam y Tara Carpenter (Melissa Barrera y Jenna Ortega) se mudaron a Nueva York para iniciar una nueva vida después de sus trágicas experiencias en Woodsboro. Pero otro imitador de Ghostface quiere asesinarlas.

Diagnóstico: El año pasado la cinta Scream (supongo que deberíamos llamarle Scream V, ya que la secuela es Scream VI) fue una adecuada "recuela" de la saga, pero me decepcionó la repetición de las ideas que definieron la memorable original de 1996. Desde luego la fórmula es integral para la identidad de la franquicia; pero el cine "slasher" ya evolucionó desde entonces (en gran parte gracias a Scream), y me pareció ingenuo regresar a los mismos trucos de hace veintisiete años, sin aportar algo nuevo para demostrar que la saga creció al mismo tiempo que los fans. Y lo peor fue que Scream V y Scream VI se apoyaron excesivamente en el cliché que más me irrita del cine slasher: una y otra vez (y otra, y otra, y otra...) los personajes tienen oportunidad de neutralizar al asesino, pero prefieren huir para darle tiempo de recuperarse y regresar a la persecución. Este cliché puede ser tolerable en genéricas cintas de horror donde las víctimas se encuentran en "estado de shock"; pero en el caso de Scream (cualquiera de ellas), los personajes conocen la intención del villano, conocen sus métodos, y están preparados para los ataques. Y aún así se transforman en cretinos ineptos cada vez que aparece Ghostface. No sé si estoy exagerando en mi reacción (tal vez como resultado de haber visto la misma situación en decenas de películas), o si el problema es que ya no siento el terror necesario para "suspender la incredulidad" y aceptar la película en sus propios términos. Pero, sea cual sea la razón, esa práctica me ha arruinado películas que hubiera apreciado en otras circunstancias por sus valores intrínsecos.
En fin... ya llené media crítica explicando lo que no me gustó de Scream VI. Ahora mencionaré lo que sí me gustó: todo lo demás.
La realización de Scream VI me pareció excelente, desde las actuaciones (casi todas), hasta la dirección de Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (Ready or Not), perfectamente balanceada entre el drama y la violencia que afectan a las hermanas en su nueva locación. Sam (Melissa Barrera) vive con el miedo constante de que Ghostface regresará para terminar lo que comenzó en el pueblo de Woodsboro; pero Tara (Jenna Ortega) prefiere olvidar el pasado y disfrutar su nueva vida en Nueva York. Entonces alguien empieza a matar a las personas cercanas a ellas, y el horror comienza de nuevo.
El contenido "meta" sigue presente en Scream VI, pero es menos relevante para el desarrollo de la historia... hasta el desorbitado tercer acto. Mientras tanto, el libreto de James Vanderbilt y Guy Busick se enfoca en la crisis mental de Sam, quien teme haber heredado la psicosis de su padre, exacerbada por los rumores en las redes sociales sobre los asesinatos del año pasado. Me pareció una buena decisión que aprovecha el talento de Barrera y Jenna Ortega como hermanas con una fuerte conexión emocional, pero con personalidades muy distintas que inspiran reacciones opuestas a las mismas circunstancias. Lo cual es una manera complicada de decir que Sam y Tara son protagonistas más interesantes que cualquier "chica final" contemporánea.
El elenco secundario flaquea de vez en cuando, pero proyecta abundante convicción; y el "gore" podría ser el más impactante de la saga, con "kills" que me tomaron por sorpresa con su despiadada brutalidad.
A fin de cuentas el balance de fallas y aciertos se inclina al lado positivo (en mi humilde opinión), y podría recomendar Scream VI como secuela imperfecta en sus detalles, pero competente en su ejecución, preparando el camino para el futuro de la saga. Además, en un nivel personal, me gustó que Scream VI haya cumplido la promesa que Friday the 13th Part VIII: Jason Takes Manhattan dejó inconclusa sobre el asesino suelto en la gran ciudad. Tardaron treinta y cuatro años, pero al fin lo hicieron bien.
Calificación: 7.5

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Saturday, March 11, 2023

Los Espíritus de la Isla (The Banshees of Inisherin)


Síntomas: La enemistad entre Pádraic Súilleabháin (Colin Farrell) y Colm Doherty (Brendan Gleeson) afecta a muchos habitantes en la pequeña isla irlandesa de Inisherin.

Diagnóstico: Creo sinceramente que Los Espíritus de la Isla (mis respetos para el Maestro Traductor por ese título simple y accesible que preserva la esencia de la película) (no es sarcasmo) es una excepcional obra cinematográfica con impresionantes valores artísticos, desde las actuaciones del reparto entero (incluyendo actores cuadrúpedos), hasta los maravillosos paisajes rurales capturados por el director de fotografía Ben Davis, y sin olvidar la música de Carter Burwell que evoca la magia mística de la "Isla Esmeralda".
Al mismo tiempo, Los Espíritus de la Isla funciona como alegoría de la guerra civil irlandesa que comenzó en los años veintes (la película se desarrolla en 1923), y cuyas consecuencias resonarían en el Reino Unido durante el resto del siglo veinte. La súbita ruptura de dos individuos aparentemente inseparables podría representar la división de una nación por causas ideológicas difíciles de comprender para observadores casuales que no conocen los detalles de la situación.
Finalmente, Los Espíritus de la Isla también es un estudio de las dinámicas humanas en una comunidad insular (literalmente), donde vicios y emociones reprimidas se fermentan hasta explotar en violencia a veces visible, y a veces oculta por la monotonía de la convivencia cotidiana.
En resumen: una experiencia audiovisual con ambiciosas ideas y atractiva apariencia.
Habiendo dicho todo eso, Los Espíritus de la Isla no me gustó, y además me dejó emocionalmente insatisfecho.
Los Espíritus de la Isla promete mucho al principio, pero nunca profundiza en su mensaje, ni justifica los extremos a los que llegan los personajes para manifestar su descontento. El resultado es una fábula ciertamente impactante, pero hueca y manipuladora (en mi humilde opinión), con excelentes actuaciones para distraer nuestra atención, y una variedad de sub-tramas más interesantes que el conflicto principal. Entre ellas: la disyuntiva laboral de Siobhán (Kerry Condon), la hermana de Pádraic; la corrupción de Peadar (Gary Lydon), el policía local; y hasta las aventuras de Jenny, la simpática burrita que quiere vivir en casa, pero no la dejan porque "los animales van afuera". Cualquiera de esas historias hubiera sido preferible a la amarga discusión sin propósito entre Colm y Pádraic.
Pero, bueno... obviamente estoy en la minoría, en vista de la aclamación que ha recibido Los Espíritus de la Isla. Y desde luego la merece por el gran trabajo realizado por el director Martin McDonagh (In Bruges, Three Billboards Outside Ebbing, Missouri) al frente y detrás de las cámaras. Pero sentí la premisa como un berrinche creativo similar al de los protagonistas: demasiado orgullo y poca reflexión.
Calificación: 7.5

IMDb

Tuesday, March 7, 2023

Ellas Hablan (Women Talking)


Síntomas: Una serie de violaciones en una remota comunidad provoca una discusión entre las mujeres sobre el siguiente paso a seguir: abandonar el pueblo, quedarse a pelear, o aceptar la situación.

Diagnóstico: Partiendo de esas tres alternativas (escapar, pelear o aceptar), la directora Sarah Polley (basada en una novela de Miriam Toews) explora múltiples puntos de vista sobre la opresión femenina en la historia moderna, demostrando que no hay una causa única ni una solución mágica para eliminar (o al menos reducir) las injusticias cometidas en todos los niveles de la sociedad. Y aunque esa descripción puede sonar como una pesadilla para el público cansado del "cine feminista" (como quieran definirlo), la verdad es que Ellas Hablan no es una estridente repetición de las mismas acusaciones de siempre, sino un análisis metódico y racional de los factores involucrados en un círculo vicioso donde ambos sexos son víctimas y culpables.
La trama de Ellas Hablan parece simple, pero se vuelve infinitamente compleja cuando profundizamos en los detalles de la situación. Todo empieza con una serie de violaciones en una comunidad religiosa separada de la civilización; pero cuando capturan a uno de los culpables, nadie sabe exactamente cómo proceder. Entonces las mujeres del pueblo se reúnen en el granero local para discutir sus opciones, con la esperanza de crear un futuro más seguro para las siguientes generaciones. Sin embargo sus opiniones son tan distintas que será muy difícil encontrar un consenso.
El excepcional reparto de Ellas Hablan (Judith Ivey, Sheila McCarthy, Rooney Mara, Claire Foy, Jessie Buckley, Kate Hallett y Liv McNeil) interpreta personajes a veces lógicos, a veces impulsivos, y no siempre consistentes con el objetivo que persiguen. Pero todas comparten las mismas buenas intenciones a pesar de sus diversas personalidades y contradictorias experiencias... ¿quién tiene la opinión correcta? ¿Quién está equivocada? Y, sobre todo, ¿quién puede decidir algo tan personal?
Habiendo dicho eso, lo que más me impresionó de Ellas Hablan es lo que NO se dice. Polley deja que la causa más obvia del problema (en mi humilde opinión) flote invisible sobre cada escena, influyendo en la conversación y en las decisiones de los personajes, pero en un nivel tan profundo que tal vez ni ellas se dan cuenta. O tal vez la directora dejó huecos en la historia para que cada espectador los llene según su contexto cultural, alterando el significado de la película y obligándonos a reflexionar sobre nuestros prejuicios y actitudes. No esperaría menos de Sarah Polley, una directora audaz y creativa que no teme romper las reglas del "cine feminista" accesible y comercial (algunos de mis ejemplos favoritos: Battle of the Sexes, Moxie y Misbehaviour), pero menos memorable porque ya nos habituamos a su inocua narrativa.
Finalmente, por el lado negativo, Ellas Hablan se siente lenta y excesivamente "teatral", aunque la cinematografía de Luc Montpellier y la música de Hildur Guðnadóttir (¡dos películas en la misma semana!) se esfuerzan por añadir variedad estética y emocional a las incontables escenas de mujeres hablando. Y hablando, y hablando. Solo resta esperar que la sociedad escuche.
Calificación: 8

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Sunday, March 5, 2023

Creed III


Síntomas: Después de un último triunfo profesional, Adonis Creed (Michael B. Jordan) decide retirarse para pasar más tiempo con su familia y administrar su academia de boxeo. Entonces aparece una figura del pasado que podría arruinar su carrera... o inspirarlo para regresar al cuadrilátero.

Diagnóstico: Las películas Creed y Creed II ofrecieron una amena combinación de nostalgia y modernismo, continuando la saga boxística más famosa del mundo mientras cultivaron su propia identidad contemporánea. Los directores Ryan Coogler (Creed) y Steven Caple Jr. (Creed II) entendieron ese frágil balance, y le dieron a los fans (viejos y nuevos) lo que querían.
Y ahora Creed III, dirigida por Michael B. Jordan, se aleja de esa fórmula y reemplaza la nostalgia con los típicos clichés del cine deportivo: el conflicto entre carrera y familia; los peligros de la fama; y la lucha por el honor.
Lo cual no es necesariamente malo. Incluso diría que Michael B. Jordan realizó una sólida película de Rocky sin Sylvester Stallone (quien solo aparece en los créditos como uno de tantos productores); pero definitivamente sentí la ausencia de esa mágica dinámica entre mentor y estudiante que formó el eje emocional de las cintas anteriores. En vez de eso, Jordan y sus guionistas Keenan Coogler (hermano de Ryan) y Zach Baylin (de la insufrible King Richard) dedican gran parte de Creed III a establecer la nueva vida de Adonis Creed (Michael B. Jordan), más maduro y seguro de sí mismo porque cumplió sus metas profesionales, formó una bonita familia, y puede dedicar su tiempo a entrenar a la siguiente generación de estrellas del boxeo. Entonces llega su viejo amigo Damian Anderson (Jonathan Majors), recién salido de presidio, y Adonis decide ayudarlo a iniciar una nueva vida. Y, bueno, las cosas se complican, surgen inesperadas rivalidades (con buena razón), y eventualmente todo culmina en el cuadrilátero.
La introducción de Jonathan Majors (Ant-Man and the Wasp: Quantumania) mejora instantáneamente la película, enriqueciendo una trama más compleja que cualquier competencia deportiva... pero también hace comparativamente más aburridas las escenas familiares de Adonis, no porque sean malas (de hecho me gustó el trabajo de Tessa Thompson, Phylicia Rashad y Mila Davis-Kent como la esposa, madre e hija de Adonis, respectivamente), sino porque nunca son tan interesantes como las escenas con Adonis y Damian reviviendo su amistad y navegando los retos profesionales que surgen en el camino a la redención... o a la mutua destrucción. No diré que la relación de Adonis y Damian compensa la ausencia de Rocky Balboa... pero al menos canaliza la energía de los personajes en una nueva dirección que rescata a Creed III de su inflado melodrama.
Y ni siquiera he llegado a la virtuosa presentación de las peleas de box, filmadas con espectacular dinamismo y estilo visual... ¿tal vez demasiado? Se ven increíbles, pero tanta floritura digital demerita el esfuerzo físico de los actores (o dobles, o lo que haya sido), perdiendo el impacto visceral de aquellas peleas "reales" en las películas de Rocky. Después de todo, no me gustaría que la saga de Creed se convirtiera en el "Fast and the Furious" del cine deportivo, donde las exageraciones estilísticas distraen del objetivo original: la contundente experiencia del boxeo, con toda la fuerza (física), resistencia (mental) y dolor (espiritual) que poseen los boxeadores. Y ni siquiera me gusta el box, así que Jordan hizo bien su trabajo.
Calificación: 7.5

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Saturday, March 4, 2023

We Have a Ghost



Síntomas: La familia Presley se muda a su nueva casa, y descubren que tienen un fantasma en el ático.

Diagnóstico: A estas alturas podríamos considerar al director y guionista Christopher Landon como un incipiente "Maestro del Horror", con algunos chascos en su filmografía (a todos les pasa), pero también con notables re-invenciones de géneros clásicos, incluyendo zombies (Scouts Guide to the Zombie Apocalypse, Viral), "found footage" (varias cintas en la saga de Paranormal Activity), y el cine slasher (Freaky, Happy Death Day y su secuela). ¿Qué podrá hacer ahora con la arcaica fórmula de "casa embrujada"?
Respuesta: mucho y poco a la vez.
We Have a Ghost (disponible en Netflix) empieza como muchas cintas de terror: una familia se muda a su nueva casa sin saber que fue escenario de un crimen, y descubren una misteriosa presencia en el ático... y entonces We Have a Ghost se desvía de la ruta habitual para incursionar por nuevos géneros e interpretaciones de los estereotipos fantasmales.
Entre esos estereotipos tenemos el melodrama de una familia en transición: Frank Presley (Anthony Mackie) y su esposa Melanie (Erica Ash) buscan un nuevo comienzo en un nuevo hogar. Fulton (Niles Fitch), el hijo mayor, pasa su tiempo en el frívolo mundo de las redes sociales; y su hermano menor Kevin (Jahi Winston) se refugia en la música que reemplaza las emociones que no puede (o no quiere) expresar en la vida real (mención especial para la banda sonora con canciones de Alice Cooper, AC/DC y Deep Purple, entre otros). Por eso, cuando Kevin descubre a un fantasma (David Harbour) en el desván, su reacción no es de temor, sino de curiosidad por conocer otra "alma en pena" que comparte su soledad. Y así se desarrolla una amistad que cambiará el futuro de la familia.
La premisa se basa en incontables clichés, pero los actores añaden dimensión a los personajes y textura a su relación. Mi actuación favorita fue la de David Harbour como el melancólico fantasma, inseguro del contacto con personas vivas, y con la obligatoria tragedia del pasado que podría regresar para afectar a los nuevos habitantes de la casa.
Por el lado del horror, We Have a Ghost me pareció demasiado inocua. Las manifestaciones iniciales ofrecen un poco de suspenso, y hay una buena escena de "actividad paranormal" que involucra una "medium" interpretada por Jennifer Coolidge; pero, por lo demás, We Have a Ghost mantiene el "coeficiente terrorífico" de una película de Disney.
Y lo mismo ocurre con los demás aspectos de la película, incluyendo la crítica contra las redes sociales, las secuencias de acción aparatosas e innecesarias, y el obligatorio "twist" que añade elementos de Ghostbusters, Men in Black, y hasta The Frighteners.
A fin de cuentas We Have a Ghost me pareció una comedia familiar entretenida pero olvidable; y aunque no podría recomendarla como genuino terror (me gustó más A Ghost Waits en este peculiar nicho), sin duda aprecié la creatividad de Christopher Landon para conectar piezas tan distintas de un ecléctico rompecabezas sin destruir la lógica interna de la película, y sin sacrificar la esencia emocional de un buen relato fantasmal. En el peor de los casos, espero que We Have a Ghost tenga suficiente éxito para que Landon pueda hacer el "crossover" de Freaky y Happy Death Day que nos viene prometiendo desde hace tiempo. Entonces We Have a Ghost habrá justificado su existencia.
Calificación: 7

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Thursday, March 2, 2023

Tár



Síntomas: La aclamada directora de orquesta Lydia Tár (Cate Blanchette) enfrenta situaciones que podrían salvar o destruir su carrera.

Diagnóstico: De niño tuve un breve interés en la música clásica porque leí un libro sobre Beethoven que encontré en la casa de mis abuelos. Pero después encontré los discos de "rocanrol" de la hermana menor de mi abuelita, y bueno... mis gustos cambiaron para siempre.
Afortunadamente no fue necesario conocer (o siquiera apreciar) la música clásica para disfrutar la tremenda actuación de Cate Blanchett en Tár, otro "drama de prestigio" demasiado largo (casi tres horas), pero a fin de cuentas recomendable como fábula moral contemporánea de inusual elegancia e impacto emocional.
La siempre brillante Cate Blanchett toma posesión de un papel con múltiples niveles que cuestionan el valor del genio detrás de la persona, y ponen a prueba nuestra tolerancia por la "excentricidad" de artistas indudablemente talentosos, pero con imperfecciones naturales de la condición humana. No quiero decir que Tár es una película sobre "cancel culture" porque eso alejaría a muchas personas, pero definitivamente aborda el escabroso tema de las consecuencias provocadas por las acciones de individuos que, ya sea por ego, accidente o ignorancia, se consideran por encima de las reglas.
Además, ese aspecto de Tár es secundario respecto a su propósito principal (o al menos eso quiero pensar): analizar la función del director de orquesta, su relación con los músicos que dirige, y su influencia en la interpretación de obras maestras cuyas arcaicas notaciones no siempre transmiten la intención de sus autores.
Por eso mis escenas favoritas de Tár fueron los apasionados monólogos y discusiones que Lydia Tár (Cate Blanchett) tiene con sus colegas y estudiantes, desafiando sus expectativas sobre alguna pieza musical (Lydia se especializa en la obra de Gustav Mahler), o debatiendo la relevancia de los compositores euro-céntricos que ya no "conectan" con las nuevas generaciones habituadas a una mayor diversidad cultural. Son debates interesantes que cada espectador interpretará según su preferencia personal; pero, cualquiera que sea nuestra postura en la discusión, Tár merece aplauso por extender nuestros horizontes (al menos los míos) sobre la música en todas sus formas. Hablando de lo cual, Tár probablemente es la primera película que incluye en sus diálogos a la persona que compuso la música de la película (Hildur Guðnadóttir). Es como si Ian Malcolm y el Dr. Alan Grant hubieran tenido una conversación sobre John Williams en Jurassic Park.
Menos entretenido fue el drama que inevitablemente interfiere con las reflexiones musicales de Tár. La genialidad de Lydia se ve empañada por su egoísmo y desconsideración hacia las personas que la apoyan en sus labores diarias, como su sufrida asistente Francesca (Noémie Merlant), su sufrida esposa Sharon (Nina Hoss), y su sufrido patrocinador Eliot (Mark Strong). Sí, todos sufren por la arrogancia de Lydia, la cual puede llegar a extremos peligrosos para su carrera.
En resumen, Tár ofrece eruditas conversaciones sobre música clásica, soberbias actuaciones, y un intrincado argumento que exige nuestra atención absoluta para conectar sus causas y consecuencias... algo que me pareció más difícil con cada minuto que Todd Fields extiende la cinta innecesariamente con repeticiones de las mismas ideas que ya habíamos entendido desde el principio. En la música se le llama "variaciones de un tema"; pero en el cine es auto-indulgencia del director.
Calificación: 7

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