Wednesday, August 30, 2017

Band Aid



Síntomas: Anna y Ben (Zoe Lister-Jones y Adam Pally) están atravesando serios problemas en su matrimonio, exacerbados por una reciente tragedia personal. Entonces, en un arrebato de inspiración, deciden convertir sus peleas en canciones, y forman una banda de garage con ayuda de su excéntrico vecino Dave (Fred Armisen). Y así, curiosamente, el matrimonio empieza a mejorar. Pero, ¿será la música una solución definitiva a sus problemas?

Diagnóstico: Bajo la diestra mano de la directora/escritora/productora/actriz/compositora Zoe Lister-Jones, la película Band Aid recorre múltiples géneros para contar una historia profundamente emocional, cuyas agudas observaciones sobre las relaciones humanas podrían ayudar a algunas parejas que se encuentren en situaciones similares. Bueno, al menos esa fue mi perspectiva como viejo solterón... quizás me equivoco y Band Aid es una fantasía romántica con pocas conexiones con la realidad. Como sea, me gustó mucho, y podría recomendarla como una de las mejores películas "indie" que he visto este año.
Lister-Jones reunió un excepcional elenco para dar vida a este íntimo retrato de "los problemas de la gente bonita", el cual se siente suficientemente universal para trascender su estrecho nicho cultural. Y los números musicales, orgánicamente integrados a la trama, no solo aportan variedad a la narrativa, sino que expresan elocuentemente los sentimientos que la pareja reprimió durante mucho tiempo. Lister-Jones tomó la sabia decisión de no sobre-producir las canciones, grabándolas en vivo durante la filmación para conservar las imperfecciones y espontaneidad del auténtico rock de garage (la banda sonora, un poco más pulida, ya está en iTunes, Spotify y Google Music; busquen al grupo "The Dirty Dishes").
Pero, antes de que suene demasiado melodramático, Band Aid también es una hilarante comedia que añade risas como perfecto balance de los momentos dramáticos, sin restar un ápice de su impacto y relevancia. Y, claro, ayuda mucho que todos los actores tengan amplia experiencia en sitcoms donde afinaron sus instintos humorísticos.
Zoe Lister-Jones (Life in Pieces) interpreta a Anna como una mujer moderna e independiente que cree haber superado varios fracasos personales, sin reconocer las profundas heridas psicológicas que le dejaron. Adam Pally (Happy Endings) nos muestra a Ben como un "slacker" creativo cuyas buenas intenciones no bastan para comprender a su esposa. Ambos reconocen que hay graves problema en su relación, pero son incapaces de enfrentarlos. Entonces inician su curiosa “terapia musical”, y aunque parece ayudar, podría detonar nuevas y más profundas crisis personales.
Como parte del elenco secundario encontramos más rostros familiares: Fred Armisen (Saturday Night Live) es Dave, el solitario vecino que también es un excelente baterista. Hannah Simone (New Girl) es la mejor amiga de Anna, siempre con un buen consejo o chiste para aliviar su angustia; Retta (Parks and Recreation) es la terapista que abandonó toda esperanza de ayudar a la pareja; y Colin Hanks (Life in Pieces), Daryl Wein (Life in Pieces) y Chris D'Elia (Whitney) tienen breves cameos como pasajeros de Anna (quien trabaja como conductora de Uber) que hacen lo posible por arruinarle el día. Sí, se nota que Zoe Lister-Jones usó su lista de contactos como oportuna herramienta de casting.
Entonces, Band Aid es una literal "chick flick" (tan solo lean los créditos finales) que debería ser obligatoria para todos los hombres que quieran comprender mejor a las mujeres, y viceversa (por otro lado, ¿qué sé yo de esos asuntos?). Entre mis escasas reservas mencionaría algunos puntos un poco forzados en la trama (como la gran crisis que pone todo en peligro) y algunas escenas excesivamente didácticas, como la conversación entre Ben y su madre (me recordó aquellas cintas de ciencia ficción de los cincuentas donde siempre había un profesor para darnos explicaciones súper-científicas de algo simple). Pero las actuaciones, libreto y dirección compensan todos los problemas, y se conjugan para crear una experiencia única y muy satisfactoria. Y con canciones que estaremos silbando durante días. Puedo decir sin ironía alguna que nunca había utilizado el término "chick flick" con tanto respeto y admiración por los creadores de una película.
Calificación: 9

IMDb

Monday, August 28, 2017

Starship Troopers: Traitor of Mars



Síntomas: Los bichos llegaron a Marte. Nadie sabe cómo ocurrió, pero nunca se habían acercado tanto a la Tierra. Entonces la líder de la Federación, Amy Snapp (voz de Emily Neves), diseña un plan de contraataque que tendrá graves consecuencias para la humanidad... y el único que puede evitarlo es el Coronel Johnny Rico (voz de Casper Van Dien) y su "Patrulla Perdida" de ineptos cadetes marcianos.

Diagnóstico: Me dio mucho gusto enterarme del estreno de otra secuela de Starship Troopers... pero me decepcionó un poco descubrir que se trata de otra cinta animada, en el estilo de Starship Troopers: Invasion, en vez de una historia con actores reales, como Starship Troopers: Hero of the Federation, o Starship Troopers: Marauder. Pero, bueno... lo importante es que Starship Troopers: Traitor of Mars nos ofrece un capítulo más en la interminable lucha entre la humanidad y los "bichos", la cual ha inspirado diversas combinaciones de "ópera espacial" y sátira social no muy profunda, pero suficiente para añadir un interesante subtexto a estas películas.
La excepción fue Starship Troopers: Invasion, quizás por la ausencia del guionista original Edward Neumeier; pero me alegra confirmar que su regreso como escritor de Starship Troopers: Traitor of Mars, restaura el mordaz mensaje anti-bélico (y, hasta cierto punto, anti-gobierno) que siempre distinguió a esta saga. Y todo eso sin descuidar las épicas batallas contra los insectos extraterrestres y su creciente taxonomía de "soldados" con nuevos métodos para exterminar a los tenaces humanos.
Otro acierto fue el regreso de Casper Van Dien (al menos su voz) como el Coronel Johnny Rico. Su presencia presta una agradable continuidad a la saga, y nos recuerda el arduo camino que ha recorrido su personaje, transformándose de un "niño rico" a un experimentado guerrero... con las mismas líneas de siempre ("Do you want to live forever?"). Es parte de la tradición, supongo.
Esta vez encontramos a Rico como instructor a bordo de una base de entrenamiento militar orbitando el planeta Marte, el cual ya fue "terraformado" y colonizado por granjeros y ciudadanos cada vez más inconformes con las políticas pro-guerra de la Federación. Entonces, convenientemente, los bichos invaden Marte, y la Federación decide intervenir con la máxima fuerza posible para evitar que el enemigo llegue a la Tierra.
También tenemos una sub-trama donde la Capitana Carmen Ibanez (voz de Luci Christian) recibe un mensaje psíquico de su amigo, el General Carl Jenkins (voz de Justin Doran), pidiéndole que traicione a la Federación para ayudar a Johnny. ¿Qué está ocurriendo exactamente en Marte? ¿Habrá un motivo oculto tras el febril patriotismo de Amy Snapp?
Como dije, Edward Neumeier expande el universo de Starship Troopers (inspirado originalmente en una controversial novela de Robert A. Heinlein) con nuevas conspiraciones y revelaciones sobre la guerra contra los aliens, preparando el terreno para futuras secuelas que sin duda me gustaría ver. Sin embargo, la dirección de Shinji Aramaki y Masaru Matsumoto diluye las audaces ideas del libreto con una carencia general de energía y suspenso que afecta seriamente la experiencia.
Por el lado positivo, la calidad de la animación (realizada por el estudio Sota Digital Arts) se incrementó notablemente en los cinco años transcurridos desde Starship Troopers: Invasion. Los nuevos motores de iluminación global, las simulaciones de fluidos y colisiones, así como la captura digital de movimientos, nos ofrecen escenas de increíble realismo dinámico y visual, con impresionante atención a los detalles que quizás no notamos de inmediato, pero definitivamente enriquecen cada toma de la película (varias veces puse pausa para admirar alguna textura o un juego de luces que se ven absolutamente reales). Y entonces los personajes abren la boca y se derrumba la ilusión.
Por muy realistas que sean las imágenes, sigue faltando naturalidad en los rostros de los actores sintéticos. Las voces ayudan a expresar emoción, pero todo intento de drama se arruina por esos ojos muertos y rígidas bocas que se limitan a formar fonemas, sin reflejar la intención del actor humano que grabó los parlamentos.
Por eso, aunque me gustó Starship Troopers: Traitor of Mars, definitivamente preferiría nuevas secuelas con personas reales, pues hasta el peor actor (y, aceptémoslo, Casper Van Dien nunca ha sido particularmente bueno en su oficio)(aunque me cae bien y admiro su compromiso con las B-Movies donde lo he visto) resulta preferible a los maniquíes plásticos que habitan estas secuelas animadas. Por suerte las escenas de combate marciano, el diseño de los "bichos" extraterrestres, y las batallas espaciales compensan parcialmente esas limitaciones histriónicas, y me permiten recomendar Starship Troopers: Traitor of Mars como un entretenido relato de ciencia ficción que pudo ser mejor con la simple adición de más humanidad... figurativa y literalmente.
Calificación: 7.5

IMDb

Saturday, August 26, 2017

Duro de Cuidar (The Hitman's Bodyguard)



Síntomas: El asesino a sueldo Darius Kincaid (Samuel L. Jackson) es el único testigo con la evidencia necesaria para encarcelar al despiadado dictador europeo Vladislav Dukhovich (Gary Oldman). Pero, por azares del destino, el encargado de llevar a Kincaid sano y salvo a la Corte de la Haya es el guardaespaldas profesional Michael Bryce (Ryan Reynolds), quien tiene una cuenta pendiente con su “cliente”. Y, desde luego, los esbirros de Dukhovich intentarán eliminarlos antes de que puedan testificar.

Diagnóstico: En algún momento de Duro de Cuidar, Ryan Reynolds dice: "¿¡Por qué tenemos que gritar todo el tiempo!?" Y lo dice gritando, naturalmente. Esa frase captura de manera concisa y elocuente el gran problema de esta comedia de acción.
Todo lo demás funciona: la acción es emocionante y está bien filmada; los escenarios europeos aportan novedad geográfica y variedad visual; y la historia podrá estar llena de clichés, pero fluye con buen ritmo y adecuada lógica. Sin embargo, las cacofónicas discusiones entre Kincaid y Bryce fue lo que terminó agotando mi paciencia. El asesino y su protector forman una clásica pareja dispareja con personalidades opuestas; Kincaid es caótico e impredecible, mientras que Bryce es metódico y preciso. ¡Si no los matan los villanos, terminarán matándose ellos solos! ¡Jo, jo, jo!
Y lo peor es que tanta gritería "cómica" también pone en peligro la integridad del argumento. Ya sé que no podemos tomar en serio la historia, ni dudamos por un segundo que Bryce y Kincaid sobrevivirán las miles de balas, choques, explosiones y demás ingredientes del cine de acción que les arroja la película (ejemplo: durante un accidente automovilístico uno de ellos sale volando por el parabrisas... y de inmediato se levanta y se sacude los fragmentos de vidrio; ese es el nivel general de "realismo" que ofrece Duro de Cuidar). Pero esa licencia cómica no justifica los tediosos exabruptos que dejan de ser graciosos casi de inmediato, para volverse irritantes y contaminar los aciertos de la cinta. Es como Midnight Run re-imaginada por los escritores de un sitcom mexicano. Y, desde luego, con la palabra "motherfucker" salpicada profusamente en cada página del libreto (obligación legal en todas las películas con Samuel L. Jackson).
A pesar de tantas quejas (muy subjetivas), Samuel L. Jackson y Ryan Reynolds realmente hacen buena pareja. Su "bromance" se desarrolla orgánicamente, y sus conversaciones (a gritos) incluyen interesantes observaciones sobre las diferencias y similitudes entre sus respectivas carreras (asesino a sueldo y guardaespaldas profesional), así como las causas de sus dificultades románticas, y los traumas del pasado que los llevaron a su situación actual. Pero, como dice Bryce... ¿por qué todo es con gritos y exageraciones que destruyen el potencial dramático de la relación? Aunque se trate de una comedia, el director Patrick Hughes no debió descuidar el balance de la relación que representa el eje emocional de la película entera.
Hablando de exageraciones, Salma Hayek obviamente tomó clases de locura con Nicolas Cage. Todo lo demás en Duro de Cuidar parece austero y mesurado cuando lo comparamos con las desorbitadas escenas de Hayek, quien interpreta a la esposa de Kincaid. Dejaré que cada quien decida si su actuación es buena o mala.
Y, como dije, las secuencias de acción están muy bien realizadas, desde una persecución por los canales de Amsterdam, hasta una brutal pelea en una cocina tan pequeña que no entiendo cómo entró el camarógrafo (¿tal vez la grabaron con una GoPro?) Sin embargo, como preámbulo de todos esos buenos momentos, aparece la inescapable tortura del parloteo entre Jackson y Reynolds.
Eliminando unos veinte minutos de diálogos, y enfocándose más en la amistad de Bryce y Kincaid, Duro de Cuidar quizás estaría al nivel de las mejores "buddy comedies" del cine moderno, como la mencionada Midnight Run, o incluso Lethal Weapon. Pero en su estado actual pierde puntos por no reconocer que a veces menos es más; y que los chistes no se vuelven más graciosos por el simple hecho de gritarlos a todo pulmón. Cuando Gary Oldman es el actor más sutil de la cinta, algo salió mal.
Calificación: 7.5

IMDb

Friday, August 25, 2017

La Torre Oscura (The Dark Tower)



Síntomas: Jack Chambers (Tom Taylor) sufre extrañas pesadillas sobre un hombre de negro que ataca una torre en las nubes. Sus padres, preocupados, quieren internarlo en una clínica para que reciba la ayuda necesaria, pero el niño escapa y descubre que el mundo es más complicado de lo que imaginaba. Empezando por la existencia de otros mundos contiguos al nuestro.

Diagnóstico: Después de muchos años de comienzos frustrados, planes cancelados, y múltiples cambios de formato (película, mini-serie televisiva, trilogía de películas, etc.), finalmente llega a la pantalla la adaptación de The Dark Tower, la increíblemente ambiciosa saga del escritor Stephen King que abarca ocho libros, y conecta oblicuamente muchas de sus novelas. Excepto que, en realidad, la película La Torre Oscura no pretende "adaptar" esa compleja historia, sino continuar y extender algunos eventos de la saga.
Por un lado, fue una sabia decisión no comprimir la densa mitología de los libros en una película tan corta, sino simplemente rendir homenaje a los conceptos creados por King, y forjar una nueva tangente narrativa. Por otro lado... ¿cuál fue el punto, entonces? El argumento de La Torre Oscura es suficientemente distinto para existir por sí mismo, sin aludir a la obra de King. Bastaría con cambiar el nombre de los personajes y darle un título más comercial como... no sé... "El Obelisco de Obsidiana". O, "Harry Potter y el Baluarte Negro". Ya saben... algo que venda.
Si fuera cínico, diría que el punto fue el dinero. Usar el nombre del novelista más famoso del mundo siempre ayuda a incrementar la recaudación de la taquilla.
Por todas esas razones, y en aras de la objetividad, será mejor evaluar La Torre Oscura como una entidad independiente... una película que vivirá o morirá en la imaginación del público tan solo por sus propios méritos. Como debe ser.
Desafortunadamente, en esos términos La Torre Oscura parece un genérico relato de fantasía "young adult", con un "niño especial" al centro de una tediosa aventura sobre la lucha entre el bien y el mal, ambientada en una dimensión llena de criaturas y fenómenos extraños (traducción: efectos especiales), pero a fin de cuentas irrelevantes por su superficial desarrollo y confusa función.
En el papel del joven Jake, Tom Taylor es un protagonista sin mucha personalidad, aunque con la ventaja de no ser demasiado irritante. Matthew McConaughey fue una extraña selección para interpretar al "Hombre de Negro", pues termina pareciendo una versión diluida de Kilgrave, el villano de la serie televisiva Jessica Jones. Y, finalmente, Idris Elba sería un excelente "pistolero" si hubiera escenas o diálogos con suficiente sustancia en La Torre Oscura para aprovechar su talento.
El diseño de producción me pareció bueno, pero olvidable. Estoy seguro de que en unos días no recordaré si el monstruo de madera salió en La Torre Oscura, o en algún otro relato sobre "tweens" que encuentran un mundo secreto de magia donde deberán superar sus inseguridades para triunfar sobre la adversidad.
El director Nikolaj Arcel pega todos estos elementos como mejor puede, pero no consigue generar suspenso, emoción, ni la más tenue evocación de una historia más grande... una épica de la que apenas percibimos un pequeño fragmento.
En resumen: La Torre Oscura ofrece buenos actores, sólidos valores de producción, y algunos intrigantes momentos (como la batalla final) que se pierden entre la torpe palabrería y arbitrarias reglas de un mundo pobremente construido. Pero el argumento no alcanza el mínimo nivel de entretenimiento para recomendarla como una aceptable película de fantasía... y mucho menos como adaptación de la magna obra de Stephen King. Pero, que quede claro... no hacen falta comparaciones para reconocer la mediocridad de La Torre Oscura. La película logró eso por sus propios "méritos".
Calificación: 5

IMDb

Wednesday, August 23, 2017

68 Kill



Síntomas: Chip Delacroix (Matthew Gray Gubler) está profundamente enamorado de la desequilibrada Liza (AnnaLynne McCord), y por eso acepta ayudarla a robar 68,000 dólares. Entonces las cosas se complican, y Chip descubre que Liza no es la persona que él creía.

Diagnóstico: 68 Kill no es una película muy sutil, como podemos confirmar desde la primera escena, donde una mosca queda atrapada en un charco de miel. Y, durante los siguientes noventa minutos, veremos esa metáfora convertirse en una dolorosa realidad para Chip, uno de los protagonistas más ingenuos e ineptos del cine noir.
Porque, en el fondo, 68 Kill es un moderno noir que invierte los roles masculinos y femeninos: el gángster fuera de control es Liza, y la damisela en peligro es Chip.
Sin embargo, el director Trent Haaga (egresado de Troma Films) no está tratando de darnos una lección sobre feminismo o corrección política (¿o quizás sí?); simplemente establece un ambiente sórdido y surrealista con igualdad de oportunidades para ambos sexos, y deja que los personajes sigan sus más bajos instintos. El resultado, sobra decir, me pareció muy divertido, con grandes cantidades de sangre, y amplias dosis de humor negro para balancear la violencia.
Basada en una novela de Bryan Smith, 68 Kill nos atrae (como la mosca) con hermosas mujeres y estilizadas imágenes, para luego capturarnos con inesperados "twists" que se acumulan hasta formar una estructura pesadillesca, pero inflexiblemente metódica y consistente con el carácter de los personajes.
O falta de carácter, en el caso de Chip.
Es difícil crear un personaje pusilánime que logre congraciarse con el público. ¿Por qué debería importarnos lo que le suceda a este idiota timorato? Afortunadamente el actor Matthew Gray Gubler (Suburban Gothic) nos ofrece suficientes razones con su honesta interpretación de la única persona más o menos decente en 68 Kill. Es muy fácil simpatizar con su terrible situación pues, si bien se ha exagerado hasta extremos "noir", está firmemente basada en el trauma universal de descubrir el lado oculto de la persona amada. Gray Gubler logra convencernos de que los asesinatos, torturas y desmembramientos que eventualmente ocurren son menos dolorosos que la traición sentimental de su novia Liza.
Hablando de lo cual, AnnaLynne McCord (Excision) ofrece una de las mejores interpretaciones de "mujer psicótica" que he visto en mucho tiempo. Es fácil simular locura... pero no es tan fácil combinarla con el genuino amor que siente por Chip. Incluso si surge la necesidad de matarlo, no será porque lo odia, sino porque las circunstancias lo demandan.
Y Liza no está sola. Chip parece condenado a encontrar mujeres depredadoras que lo identifican de inmediato como presa fácil. Es una premisa un poco inverosímil, pero el libreto de Haaga (con apoyo del autor de la novela original) nos permite aceptar el desfile de "femmes fatales" (incluyendo Sheila Vand, de A Girl Walks Home Alone at Night) sin estirar demasiado la credibilidad de la película, y sin romper el precario balance entre thriller criminal y febril alucinación romántica.
Como siempre, llegó el momento de advertir que el reducido presupuesto de 68 Kill restringe su impacto visual. Sin embargo, la cinematografía, efectos especiales y locaciones cumplen perfectamente los requerimientos dramáticos de la película, así que podríamos ver la falta de recursos como un beneficio adicional que fortalece la inmunda atmósfera noir y nos transporta a una dimensión de malicia y amoralidad que es divertido visitar durante hora y media, para escapar de inmediato en cuanto aparecen los créditos finales.
Después de tantos "thrillers" sin suspenso ni personalidad, fue un placer encontrar 68 Kill. Y lo mejor es que nunca me inspiró a pensar la palabra "tarantinesco".
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, August 21, 2017

Batman and Harley Quinn



Síntomas: Poison Ivy (voz de Paget Brewster) y Jason Woodrue (voz de Kevin Michael Richardson) tienen un plan para "resolver" los problemas ecológicos del mundo... pero existen altas probabilidades de que termine en catástrofe. Entonces Batman (voz de Kevin Conroy) y Nightwing (voz de Loren Lester) intentan detenerlos, y descubren que necesitarán la ayuda de Harley Quinn (voz de Melissa Rauch), lo cual puede resultar tan peligroso como la misión principal.

Diagnóstico: Pues parece que se cumplió mi deseo... hasta cierto punto. En mi crítica de Justice League Dark comenté que me gustaría ver a Poison Ivy haciendo equipo con Swamp Thing para vengar al planeta Tierra por los crímenes ecológicos de la humanidad. Y, bueno, ese es exactamente el argumento de Batman and Harley Quinn... excepto que, en vez de Swamp Thing, el "villano vegetal" en turno es Jason Woodrue (también conocido como "Floronic Man"), cuyo origen es más místico que científico.
Sin embargo, para bien o para mal, el plan de los villanos no es lo que define a Batman and Harley Quinn, sino su inesperada incursión en el género de la comedia.
No esperaba esta súbita transformación, y al principio la sentí un poco forzada... pero el libreto de Bruce Timm y James Krieg, junto con las excelentes caracterizaciones (dirigidas por Sam Liu), rápidamente disiparon mi confusión y me hicieron reír consistentemente hasta el final de la película.
En otras palabras: la historia y la acción... meh. Pero los chispeantes diálogos y perfectas actuaciones se encargaron de hacer Batman and Harley Quinn una de mis películas favoritas del Universo Animado de DC Comics.
Lo cual no significa que sea perfecta, ni "la mejor" (al menos en mi humilde opinión). Con tanto énfasis en la interacción de Harley, Batman y Nightwing (donde Batman es naturalmente el "straight man" que debe soportar los desvaríos de sus jóvenes aliados), la historia principal pierde fuerza, convirtiendo el apocalíptico plan de Poison Ivy en un simple "mcguffin" sin la gravedad necesaria para convencernos de sus terribles consecuencias. Y luego, durante el tercer acto de la película, ocurre lo contrario... el drama se incrementa y termina opacando el humor que disfrutamos durante los previos sesenta minutos.
Sin embargo, confío en que las irregularidades de tono y ejecución no serán un problema insuperable para los fans del Universo Animado, pues ya estamos acostumbrados a los atajos y saltos lógicos que frecuentemente se utilizan para abreviar estas historias y hacerlas más accesible para el público general.
También me decepcionó la superficialidad de Harley Quinn como "villana retirada". Había mucho potencial en la exploración de una ex-criminal cuyo pasado hace extremadamente difícil su integración a la sociedad "normal". Por debajo de los chistes hay un par de observaciones bastante amargas sobre la falta de alternativas laborales, lo cual podría revivir algunos malos hábitos. Pero tal vez no eran temas compatibles con el ligero humor de la película. Quién sabe... tal vez guardarán ese análisis para cuando Catwoman se redima (estoy especulando).
Regresando a lo bueno, las voces me parecieron fantásticas. Kevin Conroy Y Loren Lester repiten los roles de Batman y Dick Grayson (esta vez como Nightwing) que interpretaron en la clásica serie Batman: The Animated Series, donde Harley Quinn tuvo su origen. Y ahora Harley tiene la voz de Melissa Rauch (en vez de Arleen Sorkin), perfectamente capaz de expresar los extremos de su personalidad, y con el nivel justo de exageración en el acento neoyorquino para derramar “actitud” mientras discute con Batman (y para que sus insinuaciones sexuales se sientan menos crudas). Paget Brewster y Kevin Michael Richardson merecen mención como Poison Ivy y Jason Woodrue pero, como dije, su historia termina relegada a segundo plano para darle más tiempo a las peripecias del "trío dinámico".
Entonces, incluso si la combinación de capas y comedia no siempre "pega" bien, tengo que darle una recomendación a Batman and Harley Quinn tan solo por la cantidad de veces que me hizo reír (¿mencioné los números musicales? ¿No? Lástima; tendrán que verlos personalmente). Sin duda no fue la película que yo esperaba, y no sé cómo la tomarán los puristas de Batman... pero a mi me gustó mucho, incluso con sus inconsistencias narrativas. Además, Batman and Harley Quinn establece que el Universo Animado de DC Comics está dispuesto a tomar riesgos, y podrían sorprendernos en el futuro con similares "super-comedias" con Plastic Man, Ambush Bug o Booster Gold (quien, por cierto, tiene un hilarante cameo vocal en Batman and Harley Quinn). Aunque dudo que se cumpla mi deseo de una cinta con Lobo donde vuele libremente la locura de Keith Giffen.
Calificación: 9

IMDb

Sunday, August 20, 2017

Mujer en Llamas (Kidnap)



Síntomas: Cuando su pequeño hijo Frankie (Sage Correa) es secuestrado, la mesera Karla Dyson (Halle Berry) comienza una frenética persecución que pondrá en peligro su vida... y también la del niño.

Diagnóstico: Mujer en Llamas (sospecho que el distribuidor mexicano usó ese título para insinuar una conexión con Man on Fire) es una decente B-Movie en toda la extensión de la palabra, realizada a bajo costo, con una premisa simple pero impactante (sobre todo para espectadores con hijos pequeños), y con una estrella cien por ciento comprometida con su papel, que no teme recurrir a ridículas exageraciones para ocultar las incongruencias del argumento. El libreto, como puede suponerse, tiene muchos altibajos y requiere una abundancia de coincidencias, "deus ex-machina", y similares trucos sucios para mantener la historia en movimiento. Pero, si logramos pasar por alto todos esos problemas, encontraremos que Mujer en Llamas cumple su misión de entretener al público con acción constante, grandes dosis de suspenso, y un ágil ritmo que nos lleva casi en tiempo real hasta un final apropiado y satisfactorio. Lo cual no necesariamente significa "feliz".
Habiendo dicho eso, comprendo por qué Mujer en Llamas recibió tantos comentarios negativos en línea (y admito que muchos están justificados); sin embargo se me ocurre que los críticos profesionales esperaban algo más "fino" por parte de la ganadora del Óscar Halle Berry, y lo que encontraron fue un modesto thriller con obvias limitaciones en todos los aspectos de su producción. Lo que no pudieron (o quisieron) reconocer es que Mujer en Llamas sabe lo que es, y no niega sus defectos... simplemente incorpora suficiente "ruido y furia" para disimularlos (en lo posible), y entregar una experiencia entretenida que no nos deja tiempo para pensar. Entonces termina la película, y nos damos cuenta de que no fue tan buena como parecía hace un momento.
Pero, bueno... como fiel seguidor (y ocasional apologista) del cine "B", siento genuino respeto por lo que logró el director Luis Prieto y su equipo técnico. A pesar de las fallas mencionadas, Mujer en Llamas está bien realizada, desde la cinematografía de Flavio Martínez Labiano que nos regala interesantes ángulos y emplazamientos para darle variedad a la monotonía de la persecución automovilística; hasta la edición de Avi Youabian, quien pone gran esmero en mantener la acción clara y comprensible, en vez de refugiarse en el odioso "shaky cam" de cineastas con menos talento (como ejemplo puedo señalar la escena donde la camioneta de Karla tiene que desviarse, para luego regresar a la autopista principal... es notable cómo Prieto y su equipo manejaron la cámara para entender la geografía de la locación y las maniobras de Karla).
Parece que me estoy esforzando demasiado por encontrar virtudes aisladas entre las múltiples imperfecciones de Mujer en Llamas; pero siento que la cinta merece la oportunidad de demostrar su valía en este particular nicho cinematográfico. No es la película que hubieran realizado Ridley Scott o Steven Spielberg... pero no necesita serlo para ofrecer noventa minutos de diversión desechable y bien filmada. Aunque The Call sigue ganando en el micro-sub-género de "Halle Berry vengadora".
Calificación: 7.5

IMDb

Friday, August 18, 2017

Annabelle 2: La Creación (Annabelle: Creation)



Síntomas: Después de perder a su pequeña hija en un accidente, el fabricante de muñecas Sam Mullins (Anthony LaPaglia) y su esposa Esther (Miranda Otto) convierten su enorme casa rural en un orfanato para niñas, quizás para llenar el vacío que quedó en sus vidas. Entonces dos de las nuevas huéspedes descubren que algo extraño ocurre en la habitación de la niña fallecida.

Diagnóstico: La cinta Annabelle (2014) me pareció un eficiente aunque innecesario "spin-off" de la exitosa saga de The Conjuring. Sin embargo, parece que tuvo suficiente éxito para generar la obligatoria precuela donde, como promete el título, nos enteramos del auténtico origen de la muñeca encantada. Y, contra todas mis expectativas, me complace decir que Annabelle 2: La Creación fue una notable experiencia de terror cuya tenebrosa atmósfera y competentes actuaciones complementan las virtudes de un argumento que evita los incontables clichés de su predecesora.
Si hacemos cuentas, la historia de Annabelle 2: La Creación, comienza a fines de los años cincuentas o principios de los sesentas, lo cual añade un sabor histórico muy distinto al "kitsch" setentero de la original Annabelle. Pero el período no es tan solo una excusa para incorporar canciones antiguas (en el dominio público) y sumergirnos en tecnología adorablemente obsoleta (como teléfonos de disco), sino que evoca los clásicos valores religiosos del medio oeste norteamericano, contrastándolos con la energía demoníaca que acecha en los rincones del orfanato para niñas.
Esa fue otra agradable sorpresa de Annabelle 2: La Creación. Creo que desde The Descent no había encontrado otra película de terror con un reparto casi exclusivamente femenino, que desafía las normas de identidad sexual, pero sin parecer un manifiesto feminista. Las niñas y su maestra, la Hermana Charlotte (Stephanie Sigman) simplemente se adaptan a las circunstancias y no requieren la ayuda de héroes ni galanes para averiguar lo que está pasando, ni para luchar contra la fuerza maligna que... bueno, solo diré que el "origen" de la muñeca Annabelle se siente lógico, accesible y triste... una apropiada combinación de emociones para contrarrestar los ocasionales desplantes de la cinta.
Con esto quiero decir que el director David F. Sandberg (responsable por la entretenida Lights Out, del 2016) tiende a caer en exageraciones estilísticas que chocan con el sobrio tono de su película. En particular sentí fuera de lugar la primera escena con efectos digitales, pues rompió el hipnótico embrujo del lenguaje visual "clásico" que Sandberg utiliza para generar considerable tensión y ansiedad. Afortunadamente son momentos aislados, y la película se apega en lo posible a la filosofía de "menos es más", dejando que nuestra imaginación complete los vagos rasgos de maldad que rodean a las niñas.
Hablando de lo cual, Sandberg se sacó la lotería cuando encontró a las jóvenes actrices Talitha Bateman (en el papel de Janice) y Lulu Wilson (como Linda). La química entre ambas es perfecta, y sus reacciones ante los eventos paranormales poseen una sincera mezcla de candor e ingenio infantil que pocos niños actores podrían transmitir. A pesar de ser las proverbiales "niñas en peligro", nunca parecen víctimas indefensas, ni adultos miniatura con inverosímiles niveles de madurez.
También me gustó la actuación de Stephanie Sigman como la Hermana Charlotte, jovial pero sensata maestra de las niñas, que confía en ellas lo suficiente para no descartar de inmediato la posibilidad de una presencia sobrenatural. Por su parte, Anthony LaPaglia y Miranda Otto tienen papeles relativamente breves pero relevantes para el melancólico origen de la muñeca encantada.
Sin embargo, por encima del drama rural, Annabelle 2: La Creación es una película de terror que sabe cómo asustarnos, no solo con típicos sobresaltos, sino con un aura de perversidad que se infiltra en las esquinas de nuestra conciencia, sembrando semillas de inquietud que eventualmente florecerán como deliciosos escalofríos bien ganados y expertamente implementados para máximo impacto emocional. Y, aunque tiene clasificación "R", Annabelle 2: La Creación tampoco abusa de la sangre ni la violencia... pero no se intimida al usarla cuando es necesaria para impulsar la historia.
En resumen: una secuela mejor que la original (en mi humilde opinión), quizás un poco larga y con ocasionales tropiezos narrativos; pero aún así, una sólida adición al universo de The Conjuring, parcial redentor del "horror de estudio" que hace unos años se encontraba en franca decaída. No sé si exista material para otra secuela/precuela, pero definitivamente seguiré con atención la carrera de David F. Sandberg. Entre Annabelle 2: La Creación y Lights Out (por no mencionar sus fantásticos cortometrajes), tenemos un incipiente "maestro del horror" que podría ayudar a definir el rumbo del género para la siguiente generación.
Calificación: 9

IMDb

Wednesday, August 16, 2017

En la Mira del Francotirador (The Wall)



Síntomas: Durante los días finales de la guerra en Irak, dos soldados norteamericanos vigilan un campo petrolero que fue atacado por tropas enemigas... y se convierten en blanco de un misterioso francotirador cuya puntería es legendaria. Pero su único refugio es una pared de piedra a punto de derrumbarse.

Diagnóstico: No tuve oportunidad de ver En la Mira del Francotirador cuando se estrenó en cines de México; pero ahora, dos semanas después, ya está disponible en Video On Demand... y me alegra haber esperado, pues aunque no me pareció mala, tampoco fue una muestra particularmente brillante de cine "minimalista".
Generalmente me atraen las películas ubicadas en una sola locación, y con un reducido número de personajes, pues presentan un reto fascinante para el equipo creativo. ¿Lograrán mantener nuestra atención con buenas actuaciones y una historia interesante? ¿O terminarán aburriéndonos con la monotonía inherente de una situación semi-estática?
Creo que la primera película que vi de este estilo fue Lifeboat (1944) de Alfred Hitchcock (probablemente la vi en televisión durante los años setentas... estoy viejo, pero no tanto como para haber asistido al estreno), y desde entonces he disfrutado obras de corte similar, incluyendo Tape (2001, de Richard Linklater), Frozen (2010, de Adam Green), y Buried (2010, de Rodrigo Cortés). La premisa de En la Mira del Francotirador es muy distinta, pero emplea los mismos trucos para mantenernos entretenidos: sorpresas ocasionales que cambian la perspectiva de la situación, diálogos introspectivos que revelan el carácter de los personajes, y un gradual incremento de tensión que nos atrapa en la experiencia... y a veces nos invita a disculpar algunos problemas de congruencia o credibilidad.
En el caso de En la Mira del Francotirador, los trucos funcionaron la mitad del tiempo. El comienzo me pareció excelente, estableciendo una simple misión de reconocimiento que se convierte en una grave crisis para el Sargento Allen Isaac (Aaron Taylor-Johnson), quien deberá superar algunos traumas del pasado para salir con vida... y aún así no tiene la victoria asegurada. Pero la segunda mitad pierde energía al estancarse en rutinas melodramáticas que no promueven el avance de la historia. Entonces llega el final con un poco de acción... y tampoco me dejó satisfecho. ¿Tanta espera para esto?
Las actuaciones se encargan de salvar la experiencia, en particular la de Aaron Taylor-Johnson, con quien compartimos no solo la amenaza del francotirador, sino las turbulentas emociones del Sargento Isaac, buscando la solución de un problema imposible mientras se desangra y se extingue su esperanza. John Cena, como el Sargento Shane Matthews, tiene un papel más pasivo, pero funciona como sólido contrapeso de su más volátil compañero. Y, aunque solo escuchamos su voz, Laith Nakli realiza un sólido trabajo como el francotirador que sabe cómo manipular psicológicamente a los soldados.
El director Doug Liman es más conocido por sus películas de acción (Edge of Tomorrow, The Bourne Identity, Jumper), pero creo que En la Mira del Francotirador no pertenece a ese género. Sería más exacto describirla como un thriller militar combinado con un estudio de carácter donde el conflicto externo es tan importante como la lucha interior de los protagonistas. Y si bien los valores de producción rebasaron mis expectativas, no evitaron el cansancio ni la decepción (en mi caso particular) de ese inesperado desenlace. Es un problema comprensible, tomando en cuenta las escasas alternativas de los personajes; sin embargo debió resolverse mejor desde el libreto mismo. Finalmente (a riesgo de ofender), siento que la guerra en Irak ya caducó como plataforma dramática del entretenimiento popular. El argumento de En la Mira del Francotirador se desarrolla en el año 2007, pero hubiera funcionado en cualquier conflicto bélico actual; tal vez Liman debió ubicar su película en los Balcanes, en África, o en Siria, donde el mensaje social se volvería más elocuente y ayudaría a limar las asperezas de la cinta. Pero, bueno... la guerra es la guerra, y la situación que nos presenta En la Mira del Francotirador siguen siendo terrible, sin importar su posición geográfica. Solo hubiera deseado que el drama "minimalista" se esforzara más, en vez de menos.
Calificación: 7

IMDb

Monday, August 14, 2017

Cut Shoot Kill



Síntomas: Desesperada por la falta de papeles serios, la actriz Serena Brooks (Alexandra Socha) acepta participar en una película de terror independiente que se filmará en una remota área boscosa. Pero cuando algunos actores desaparecen durante la producción, se empieza a borrar la línea entre realidad y ficción.

Diagnóstico: Esa sinopsis sugiere una cinta de horror "post-moderna" en el estilo de The Final Girls o Fear, Inc.; pero en realidad Cut Shoot Kill prefiere un enfoque más elemental, donde la filmación de una cinta de terror no es necesariamente un meta-comentario sobre el género, sino tan solo una excusa para llevarnos a una locación aislada donde un grupo de individuos enfrentarán una amenaza desconocida.
Pero eso viene después. Al principio Cut Shoot Kill me gustó por su honesto retrato de las dificultades propias de una filmación de bajo presupuesto. En otras palabras, el director Michael Walker intercambió los clichés del cine slasher por los clichés del "cine sobre hacer cine", incluyendo a la actriz que toma demasiado en serio su oficio; el actor veterano tratando de revivir glorias pasadas; los asistentes de producción absolutamente comprometidos con la filmación; y el director ego-maníaco que sobre-estima su talento. El libreto podrá ser una obra de ficción, pero me atrevería a especular que Walker se inspiró en experiencias de la vida real.
Entonces comienzan los asesinatos y, por alguna razón, el director nos muestra de inmediato todas sus cartas, eliminando la posibilidad de un misterio que mantuviera viva nuestra curiosidad, o al menos confundiera nuestras expectativas sobre lo que realmente está ocurriendo. En ese momento me pareció una desafortunada decisión que diluye el suspenso de la cinta y reduce considerablemente su impacto. Sin embargo, con el paso del tiempo surgen nuevas complicaciones que cambian la perspectiva de la historia; y entonces me di cuenta de que todo estaba cuidadosamente planeado... aunque el resultado final tampoco fue muy satisfactorio.
Mis disculpas por estos vagos comentarios, pero no quiero robarle a Cut Shoot Kill las escasas oportunidades que tiene para sorprendernos. En vez de eso, señalaré algunas cosas que me gustaron de la película, empezando por un perfecto reparto cuyas actuaciones capturan los contrastes entre la "magia del cine" y la brutal realidad detrás de las cámaras, donde abunda la explotación de los trabajadores, y los choques de egos fuera de control. En particular destaca Alexandra Socha como Serena, la actriz formalmente entrenada que acepta "rebajarse" al nivel de una cinta de terror porque necesita pagar la renta. Sus comentarios sobre la pureza de la actuación y la motivación de su personaje son ciertamente válidos... pero no se da cuenta de que una película semi-amateur en el bosque es muy distinta a una puesta en escena "off-Broadway". Esto genera conflictos instantáneos con el director Alabama Chapman (Alex Hurt), cuya "visión" no permite desplantes de actores indisciplinados; la actuación de Hurt muestra un preciso balance entre genio incomprendido y mini-dictador con delirios de grandeza (para bien o para mal, he conocido directores con esa misma actitud... y solo en comerciales televisivos; supongo que en la industria del cine debe ser mucho peor). También me gustó el trabajo de Zanny Laird como Chloe, la ingenua principiante con estrellas en los ojos que se apagan cuando se da cuenta de que solo la contrataron porque aceptó quitarse la ropa. Y, finalmente, Henry Zebrowski es el "productor ejecutivo" que se considera por encima de todos porque está financiando la película. No diré quiénes viven y quiénes mueren, pero al final de Cut Shoot Kill encontraremos violentos cambios en la jerarquía del equipo, y despiadadas acciones que van más allá de la simple supervivencia.
Habiendo dicho eso, hay algo raro en el desarrollo de Cut Shoot Kill que casi me arruinó la experiencia. La atmósfera natural parece diseñada para eliminar la "mistica" del cine y revelar la cruda realidad detrás de una filmación. Pero en el nivel de terror me hizo falta mayor energía e intensidad emocional... cualquier cosa para aprovechar tantos elementos positivos e integrarlos armónicamente con el melodrama que tan bien manejaron al principio.
De cualquier modo Cut Shoot Kill merece una recomendación tan solo porque sus productores contaban con los elementos para hacer una película de "jóvenes de vacaciones en el bosque encuentran un asesino enmascarado", y en vez de eso los utilizaron para crear algo distinto, más interesante e innovador. Cut Shoot Kill tendrá sus defectos, pero ganó mi respeto por su ambición.
Calificación: 7

IMDb

Sunday, August 13, 2017

Tu Nombre (Your Name - Kimi no na wa)



Síntomas: Cansada de la rutinaria vida en un pequeño pueblo japonés, la joven Mitsuha (voz de Mone Kamishiraishi) empieza a tener sueños muy vívidos donde se transforma en un muchacho que vive en la gran urbe de Tokio. ¿O acaso será al revés? ¿Quien está soñando a quien? ¿Y qué tiene que ver el cometa que pronto brillará sobre los cielos de Japón?

Diagnóstico: Con frecuencia me quejo sobre la baja calidad de las películas que de algún modo terminan exhibiéndose en los cines de México (no me refiero a los grandes "blockbusters", sino a cintas pequeñas que no reciben mucha publicidad). Sin embargo, por simple ley de probabilidades, a veces ocurre lo contrario. Caso concreto: Tu Nombre, una fantástica cinta animada proveniente de Japón (¿donde más?), cuya compleja historia combina géneros y desafía nuestra concepción del tiempo para dar inmensa gravedad a un romance adolescente que gira en torno a un misterio de difícil descripción. Tu Nombre es el tipo de película que no puede explicarse sin arruinar su magia... es mejor verla, y dejarse llevar por la etérea narrativa y fascinante lógica de sueño lúcido.
Lo que definitivamente puedo describir (o al menos puedo gastar espacio intentándolo) es el extraordinario valor artístico de esta producción, realizada por el estudio CoMix Wave. Tu Nombre iguala la magnificencia del legendario Estudio Ghibli, e incluso me atrevería a decir que lo supera. La fluidez de la animación, la profundidad de los paisajes, la atención al detalle en cada personaje y escenario que aparece en la pantalla... es simplemente abrumador. No me considero fanático del "anime", y rara vez he visto obras de este tipo en el cine, así que no tengo mucho punto de comparación... pero Tu Nombre fue una experiencia sensorial única en la pantalla grande.
En cuanto a la historia... como dije, prefiero no revelar demasiado, así que solo diré que lo que comienza como un oblicuo romance adolescente termina incorporando exploraciones de género, identidad, clase, y hasta religión. Esto significa que algunas escenas perdieron algo en la traducción, pues no comprendí bien las metáforas espirituales y referencias a rituales que, francamente, ni siquiera sé si pertenecen al Budismo o al Shinto, las dos religiones predominantes en Japón. Afortunadamente esta "disparidad cultural" es muy tenue, y no resta el menor impacto a la experiencia global de Tu Nombre.
Como toda genuina obra de arte, Tu Nombre evoca emociones universales que serán comprendidas por cualquier tipo de público (incluso un viejo amargado como yo). El director Makoto Shinkai (quien también escribió el libreto, inspirado en su propia novela, convirtiendo Tu Nombre en la mejor muestra de "integración vertical" literaria que he visto en mi vida) introduce con perfecto ritmo y proporción los elementos prácticos y metafísicos de la historia, permitiendo al espectador una asimilación gradual de las enormes ideas que eventualmente sustentan las aventuras de la joven Mitsuha y de Taki (voz de Ryûnosuke Kamiki), el muchacho con quien desarrolla una relación "a larga distancia" bastante inusual. Y, al mismo tiempo que la pareja, vamos descubriendo la mecánica de su comunicación y la posible causa de un fenómeno incomprensible... y al mismo tiempo muy lógico cuando se completan las partes del rompecabezas.
Será mejor detenerme antes de revelar más de la cuenta. Baste decir que Tu Nombre se ubicó de inmediato como una de mis cintas animadas favoritas (junto con algunas clásicas obras como Ghost in the Shell, Akira, Perfect Blue y Princess Mononoke). Como dije, no soy fan del "anime", pero no hace falta serlo para disfrutar la sublime magia visual y narrativa de Tu Nombre. Y recomiendo hacerlo en el cine, para gozar los detalles que quizás se perderían en las pantallas caseras. Ah, y para escuchar a gran volumen la música de Radwimps. Otro descubrimiento que merece exploración.
Calificación: 10

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Saturday, August 12, 2017

Baby: El Aprendiz del Crimen (Baby Driver)



Síntomas: El joven Baby (Ansel Elgort) presta sus servicios como experto conductor en los robos bancarios organizados por el misterioso Doc (Kevin Spacey), con quien tiene una deuda desde hace muchos años. Sin embargo, esa deuda quedará saldada después del siguiente "trabajo", y Baby podrá llevar una vida normal. Entonces conoce a Debora (Lily James), y las cosas se complican.

Diagnóstico: Aunque me gustan casi todas las películas del director británico Edgar Wright (no he visto la primera, A Fistful of Fingers), confieso que mi entusiasmo se redujo progresivamente con cada nuevo proyecto, desde el máximo alcanzado por Shaun of the Dead (2004), hasta la tibia diversión de The World's End (2013). Por eso me alegra decir que Baby: El Aprendiz del Crimen (me da pena ajena escribir ese título, así que me referiré a la película en lo sucesivo con su nombre original) representa un apoteótico regreso al virtuosismo visual, narrativo y emocional que Wright mostró desde los inicios de su carrera, creando odas a la cultura "geek" que reflejan la irreverente sensibilidad del cineasta y su afinidad por historias sobre "outsiders" sobreponiéndose a la adversidad para plantar su pie en el mundo que los rechaza.
En este caso, el "outsider" es Baby, renuente cómplice de un genio criminal que reconoció el talento innato del joven para conducir (y robar autos), y lo reclutó como parte de su pandilla. Sin embargo es obvio que Baby no pertenece a ese mundo, y espera con anhelo el momento de su libertad. Pero, claro, sin conflicto no habría película; y ahí es donde Wright brilla como guionista, construyendo una estructura dramática increíblemente sólida y eficiente, donde no hay escenas innecesarias ni personajes irrelevantes. Todo está interconectado, y el descubrimiento de esas complejas relaciones es tan emocionante como las maravillosas escenas de acción, y (obviamente) las persecuciones automovilísticas, editadas al ritmo de incontables canciones que establecen el tono de la película y expresan lo que Baby no puede decir con palabras.
Algunas escenas se sienten excesivamente coreografiadas para seguir el ritmo de piezas particulares (por ejemplo, una visita a la cafetería al compás de The Harlem Shuffle -versión original de Bob & Earl-), pero con el paso del tiempo la simbiosis de imágenes y música le da a la película una cadencia muy particular que se integra orgánicamente al drama. Una cosa es musicalizar una persecución con alguna canción de moda (como hemos visto en incontables películas); pero es muy distinto dictar la edición de las escenas y alterar su atmósfera general siguiendo la pauta de canciones perfectamente seleccionada para la ocasión. Y Wright hace esto durante casi toda la película, sugiriendo un nivel de planeación durante la filmación y edición que debe haber sido tremendamente difícil de mantener. Pero el resultado compensa con creces el esfuerzo.
Sin embargo, Baby Driver es más que un simple gimmick audiovisual. La historia es casi perfecta en su balance de suspenso, acción y romance, con personajes realistas y bien definidos que evocan los arquetipos del Hollywood clásico. Si cerramos los ojos cuando habla Kevin Spacey, casi podemos imaginar a James Cagney enunciando diálogos similares.
No esperaba mucho de Ansel Egort en el papel principal (después de haberlo visto en mediocres melodramas adolescentes), pero resultó un protagonista fuerte y sincero que sigue su propia conciencia, independientemente de lo que opinen sus colegas criminales. Kevin Spacey se roba la película (jo, jo) con su interpretación de "Doc", el líder criminal con suficiente humanidad para poner la lealtad por encima del dinero... a menos que sea MUCHO dinero. Jon Hamm, Jon Bernthal, Eiza González y Jamie Foxx interpretan cómplices cuyas impredecibles disfunciones añaden más peligro a las aventuras de Baby; y Lily James es la chica perfecta que representa un mejor futuro para Baby... o un señuelo potencial para manipularlo.
Entonces, sigue gustándome más Shaun of the Dead, pero creo que acabo de descubrir mi segunda película favorita de Edgar Wright. Baby Driver es un placer para fans del cine, de la música, y de los coches... aunque mi única queja es que, después de la brillante persecución inicial, la película no pone tanto énfasis en el lucimiento de los "stunt drivers" que hicieron posible esta película. O al menos no tanto énfasis como yo esperaba. Aún así, Baby Driver merece una efusiva recomendación, sobre todo en un cine con buen sonido. Y, desde luego, la banda sonora será muy útil para que parezcan más "cool" nuestras actividades diarias... desde pasear al perro, hasta escribir críticas demasiado largas. Solo una canción más...
Calificación: 9.5

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Friday, August 11, 2017

El Círculo (The Circle)



Síntomas: La mega-corporación tecnológica El Círculo diseña una serie de productos y servicios dedicados a conectar toda la información del mundo (pública y privada) para beneficio de la humanidad. Pero Mae Holland (Emma Watson), nueva empleada de la compañía, descubre gradualmente el peligro de una sociedad totalmente transparente.

Diagnóstico: Después de la crisis bancaria del 2008 se estrenaron múltiples "thrillers financieros", donde se denunciaban las funestas estrategias que sustentan la economía global. Y ahora, cuando el tema de moda es la privacidad y el tráfico de información personal, está surgiendo una nueva generación de "tecno-thrillers" dedicados a explotar el miedo a una cultura dominada por titanes informáticos como Google, Facebook y... um... debe haber otros... ¿MySpace? No sé.
El punto es que la nueva película, El Círculo, cumple su misión de exacerbar nuestra paranoia y subrayar el peligro que implica compartir todo con todos en todo momento. Sin embargo, su éxito como propaganda no significa que sea una buena película.
Tampoco es terriblemente mala... sólo insípida, improbable y bastante floja por culpa de un libreto carente de energía e imaginación (basado en la novela de Dave Eggers), donde todo ocurre por medio de forzadas coincidencias en vez de ingenio narrativo. La protagonista, Mae Holland, es un títere de los guionistas, libre de iniciativa, y sometida a los caprichos dramáticos necesarios para conducir la historia por una ruta infestada de clichés, hasta llegar al obligatorio "twist" que podemos adivinar desde la mitad de la película.
El desarrollo de Mae es demasiado rápido (desde su primer día de trabajo se convierte en amiga y confidente de una figura muy importante); sus decisiones parecen contradictorias a su carácter; y el proyecto que eventualmente le asignan jamás sería posible en el mundo real, debido a las restricciones legales y el temor a un escándalo de relaciones públicas que determinan las acciones de empresas similares (al menos eso quiero imaginar). En otras palabras: para transmitir su mensaje (sin duda válido), El Círculo necesita grandes exageraciones, inmensos agujeros lógicos, y personajes sin el menor rastro de inteligencia o sentido común. Ah, y no olvidemos la tecnología semi-mágica que hace posible el gran plan de Eamon Bailey (Tom Hanks), el apasionado CEO de El Círculo, cuyo único deseo es hacer un mundo mejor (sin la ironía de la serie Silicon Valley).
Pero, como dije al principio, El Círculo tiene elementos positivos que la hacen entretenida y vagamente tolerable. Los actores conservan la honestidad emocional de sus personajes incluso en las peores escenas (por ejemplo, la risiblemente melodramática discusión sobre votos electrónicos). Emma Watson sigue creciendo como actriz, y aunque no ganará premios por su trabajo en El Círculo, se le nota mayor confianza y rango de expresión. Sus padres, interpretados por Glenne Headley y el gran Bill Paxton (en su última actuación cinematográfica, lamentablemente) ofrecen la perspectiva humana del "Big Data". Tom Hanks transmite genuino entusiasmo como genio visionario ambicioso e idealista... y totalmente desconectado de la realidad. Patton Oswalt es el abogado que apoya las descabelladas ideas de su jefe; y Karen Gillan y John Boyega complementan el reparto como compañeros de trabajo de Mae con distintas opiniones sobre el desempeño de la compañía.
Finalmente, el diseño de producción, la música electrónica de Danny Elfman, y la dirección de James Ponsoldt (quien ha hecho cosas mucho mejores en territorio "indie", como The Spectacular Now y Smashed) complementan el tono de la cinta y apoyan sus pretensiones didácticas.
Con un libreto más inteligente, El Círculo podría haber sido un manifiesto contundente sobre los riesgos de la economía informática y el auténtico precio que pagamos, casi siempre sin darnos cuenta, por servicios útiles pero insidiosos. Desafortunadamente el resultado final parece absurdo y absolutamente inverosímil. O tal vez eso es lo que "ellos" quieren que creamos...
Calificación: 6.5

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Wednesday, August 9, 2017

Brave New Jersey



Síntomas: A fines de Octubre del año 1938, el pequeño pueblo de Lullaby, Nueva Jersey, se prepara para la instalación de una ordeñadora mecánica que podría reactivar la economía local. Pero la plácida calma de Lullaby se convierte en pánico cuando escuchan en el radio que los marcianos aterrizaron en una ciudad vecina.

Diagnóstico: En la víspera de Halloween de 1938, Orson Welles transmitió por radio una adaptación de la clásica novela The War of the Worlds, de H.G. Wells, y desató pánico en múltiples ciudades que creyeron estar escuchando un evento real. Parece una situación absurda, que solo podría ocurrir en una época inocente y poco sofisticada; pero cuando por fin logré escuchar ese legendario programa (lo encontré en cassette en la sección de "audio libros" de una modesta librería durante las vacaciones de Navidad de 1983... lo recuerdo bien porque fue uno de los momentos "geeks" más grandes de mi vida)(lo cual me da un poco de pena admitir), comprendí la razón del malentendido: Welles presentó The War of the Worlds como una serie de boletines noticiosos que, para radioescuchas casuales, emulaban perfectamente una velada de radio con música en vivo, interrumpida ocasionalmente por reportes sobre un meteorito que había caído en las afueras de Grover's Mill, Nueva Jersey (podríamos decir que Orson Welles inventó el formato "pseudo-documental"). Y así, con "noticias" cada vez más alarmantes, fue escalando la reacción del público.
La película Brave New Jersey ofrece una versión dramatizada de ese pánico, supuestamente basada en hechos reales, pero en realidad bastante manipulada para explorar los problemas y secretos que se esconden tras la pintoresca fachada de un pueblo pequeño, donde todos se conocen y mantienen fuertes lazos comunitarios... al menos hasta que enfrentan una amenaza extraterrestre.
Lullaby, Nueva Jersey (un pueblo ficticio, por cierto) está habitado por una fotogénica colección de individuos cuya fibra moral se pondrá a prueba durante la "invasión" alienígena. Así tenemos a los ricos del pueblo (Heather Burns y Sam Jaeger), empeñados en instalar la ordeñadora automática contra los deseos del Alcalde Hill (Tony Hale), quien preferiría mantener las costumbres antiguas y no tentar al destino con innovaciones descabelladas. Por otro lado, el sacerdote local (Dan Bakkedahl) verá la supuesta llegada de los marcianos como inesperada oportunidad para resolver sus dudas sobre la existencia de un poder divino... aunque su respuesta podría ofender (o inspirar) a los miembros de su iglesia. Mientras tanto la niña Ann (Grace Kaufman) y el huérfano Ziggy (Harp Sandman) escapan de la escuela para ver a los aliens con sus propios ojos, y descubren algo que no esperaban. Finalmente, la recatada maestra Peg Prickett (Anna Camp) recibe el anillo de compromiso que tanto esperaba; pero, ¿habrán cambiado sus prioridades en su último día de vida? Y así seguimos a los ciudadanos de Lullaby respondiendo a la crisis según su carácter particular, incluyendo a la turba que organiza la defensa del pueblo bajo el comando de un anciano militar retirado (Raymond J. Barry), que por fin encontró una razón para salir de su casa.
Son muchas sub-tramas, y no todas se integran con igual armonía a la historia global; pero Brave New Jersey es una película tan corta (aproximadamente ochenta minutos, sin contar créditos) que no hay tiempo de aburrirse mientras salta de personaje a personaje, ofreciendo momentos cómicos, dramáticos e, inevitablemente, románticos.
El director Jody Lambert tiene cuidado de no caricaturizar a los habitantes de Lullaby, consiguiendo emociones honestas y actuaciones creíbles que, si bien pertenecen al idealizado universo de la película, podemos reconocer como actitudes muy humanas en circunstancias extraordinarias. La invasión podrá ser falsa, pero las consecuencias se sienten reales.
Como fan de la ciencia ficción clásica y del "Old Time Radio" me sentí satisfecho con esta nostálgica mirada a un evento semi-olvidado del siglo veinte; por lo tanto, comprendo que Brave New Jersey no será para todos los gustos, y hasta podría parecer cursi. Pero, en lo personal, me dejó con una sonrisa de satisfacción por su bien balanceada historia, y por la simpatía de las actuaciones, además de hacer interesantes observaciones sobre la naturaleza humana en situaciones de peligro. Y también fue un agradable descanso del "cine evento" propio de esta temporada. Brave New Jersey no tiene efectos especiales... excepto por un platillo volador. Pero es un plato literal que alguien arroja por el aire. No esperaba menos.
Calificación: 8

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Monday, August 7, 2017

The Gracefield Incident



Síntomas: Tres parejas se disponen a pasar un fin de semana en una elegante casa de campo, pero su diversión se interrumpe cuando cae un meteorito y empiezan a manifestarse extraños fenómenos en el bosque, y en la casa misma. Afortunadamente todo queda grabado en múltiples cámaras de seguridad, así como en la cámara miniatura que Matthew (Mathieu Ratthe) tiene implantada en su ojo derecho.

Diagnóstico: No puedo negar que The Gracefield Incident encontró una respuesta bastante creativa a la pregunta que todos nos hemos hecho cuando vemos películas de "found footage":  ¿por qué los personajes siguen grabando en vez de huir aterrados? Pues bien: en este caso, el protagonista sufrió un accidente automovilístico (por estar distraído filmando a su esposa) y perdió un ojo. Entonces, usando su pericia técnica, fabricó un ojo artificial con la cámara de un iPhone, de modo que puede grabar absolutamente todo lo que ve.
Suena bastante improbable, pero puedo aceptar la premisa. Sin embargo, el director Mathieu Ratthe arruina su coartada al introducir múltiples cámaras en uso durante el fin de semana, cuyos dueños (¡sorpresa!)... siguen grabando cuando deberían huir despavoridos. Entonces, de nada sirvió la excusa del ojo cibernético.
Y ese es tan solo un problema menor de The Gracefield Incident. Con o sin ojo biónico, las actuaciones del elenco son terribles; la técnica favorita de los actores es gritar TODOS sus diálogos, incluso antes de que empiece el terror. Y, para variar, sus personalidades resultan intolerables desde las primeras escenas, lo cual destruye toda posibilidad de simpatizar con ellos y preocuparnos por su supervivencia cuando enfrentan... algo vivo que acecha en el bosque, y que podría o no estar relacionado con la caída del meteorito. Sí, la trama suena similar a Extraterrestrial, otro tedioso pseudo-documental con elementos de terror y ciencia ficción. Pero, como dije, entramos al rancio género del "found footage", así que sería absurdo esperar algún esbozo de originalidad.
Habiendo dicho todo eso, The Gracefield Incident tiene algunos aspectos sobresalientes que compensan parcialmente su absurdo libreto y mediocre reparto. La dirección de Ratthe consigue algunos momentos de genuina tensión, y un par de "sustos" bien ganados que anuncian una amenaza distinta a los fantasmas habituales del cine pseudo-documental. Además, la cinematografía es excelente, tanto de día como de noche (incluyendo la obligatoria visión nocturna). Quizás esto rompe un poco la ilusión de filmación casera, pero fue un placer distinguir lo que está ocurriendo, en vez de conformarnos con las confusas tomas oscuras y borrosas de similares producciones independientes. En particular me gustó un recorrido nocturno por la casa de campo, aparentemente iluminado por fuentes naturales de luz, y aún así perfectamente claro para entender la geografía del lugar, y los sutiles elementos que contribuyen al suspenso.
Entonces, con excepción de algunos cuestionables efectos digitales durante el tercer acto (que explican por qué muchos directores prefieren ocultar al monstruo hasta el final), The Gracefield Incident tiene valores técnicos dignos de "cine de estudio". Desafortunadamente las actuaciones y libreto permanecieron firmemente en el nicho del cine amateur, y arruinaron lo que podría haber sido un entretenido híbrido de horror y ciencia ficción, cuyas ocasionales buenas ideas se pierden entre diálogos risibles y débiles trucos dramáticos (los protagonistas perdieron un bebé en el accidente del principio, lo cual altera sus decisiones durante la crisis en el bosque), por no mencionar los más cansados clichés de ambos géneros: por ejemplo, el perro Teddy es la primera víctima... aunque no se especifica si le pasó algo malo, o solo escapó para alejarse de sus estúpidos dueños. No lo culpo. Yo solo los conocí durante noventa minutos, y también quería correr.
Calificación: 6.5

IMDb

Sunday, August 6, 2017

París Puede Esperar (Paris Can Wait - Bonjour Anne)



Síntomas: Anne Lockwood (Diane Lane), la esposa de un famoso productor de cine, decide viajar de Cannes a París en automóvil. Entonces, con ayuda de su chofer, Jacques (Arnaud Viard), descubre aspectos de Francia que nunca hubiera apreciado desde un avión.

Diagnóstico: En otras palabras: una guapa mujer madura, aburrida de su perfecta vida, tiene una aventura (metafórica, y quizás literal) que le da una nueva perspectiva del mundo, y renueva algunas ambiciones de su juventud.
El cine comercial ha usado está fórmula en múltiples ocasiones (algunos ejemplos: Eat, Pray, Love, Under the Tuscany Sun -también con Diane Lane-, y A Good Year -con un hombre usurpando el papel de viajero introspectivo-), pero podríamos decir que París Puede Esperar es el artículo genuino, dirigida por Eleanor Coppola (esposa de Francis Ford), haciendo su debut en largometrajes a los 81 años, con un libreto intensamente personal (¿tal vez auto-biográfico?) que revela genuina pasión por los simples placeres que tienden a ignorarse en la agitada vida moderna. O al menos así decidí interpretar esta inflada película del canal Lifetime que se estrenó en cines de México probablemente por la fama que acompaña al apellido "Coppola".
No bromeo al decir que París Puede Esperar es una película de Lifetime, pues se trata de una coproducción entre ese canal televisivo (famoso por sus películas sobre mujeres combatiendo hombres malignos, rescatando a su hija/hijo de algún peligro mortal, o sobreponiéndose con gran valor a alguna adversidad) y el estudio Zoetrope, establecido por Francis Ford Coppola. Confieso que nunca hubiera imaginado esa colaboración, aunque en la práctica resultó bastante compatible, tanto a nivel práctico como temático.
Lo cual no significa que París Puede Esperar me haya parecido una película muy buena... simplemente bien realizada y con un propósito concreto que sin duda logró cumplir.
El argumento es prácticamente inexistente. Lo que debería haber sido un viaje de unas cuantas horas se convierte en un "travelogue" de varios días, con visitas a pintorescos hoteles, restaurantes exclusivos, y museos de diversos temas (incluyendo el origen del cine). Bueno, hasta hay tiempo para gozar un picnic "improvisado" a orillas de un fotogénico lago francés, cuando se descompone el automóvil de Jacques (un minúsculo convertible muy europeo, naturalmente).
El único suspenso radica en la creciente tensión sexual entre Anne y Jacques, socio de Michael (Alec Baldwin), quien está lidiando con diversos problemas en alguna remota filmación mientras su esposa pasea por la campiña francesa en compañía de un "bon vivant" experto en seducir mujeres. Por lo demás, París Puede Esperar es como un video promocional de la Cámara de Turismo francesa, luciendo la magia de ciudades provinciales que no son París ni Cannes... y con más fotos de comida que un novato en Instagram.
Entonces, mientras no esperemos un complicado melodrama romántico (o de cualquier otro tipo), París Puede Esperar puede disfrutarse en el mismo nivel que un libro de arte con preciosas imágenes, pero carente de narrativa. Y con el nombre "Coppola" en la portada para llamar nuestra atención e inspirar curiosidad... ¿será la matriarca tan buena directora como el esposo o los hijos? No realmente... pero su sensibilidad fue perfecta para el canal Lifetime. Y, en esta ocasión, no lo digo como insulto.
Calificación: 7

IMDb

Friday, August 4, 2017

Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas (Valerian and the City of a Thousand Planets)



Síntomas: En el lejano futuro, la Estación Espacial Alpha alberga millones de habitantes de miles de especies existentes en el Universo. Pero una amenaza desconocida acecha en el corazón mismo de la estación, y los agentes Valerian (Dane DeHaan) y Laureline (Cara Delevingne) deberán encontrar la causa, que podría estar relacionada con un misterioso planeta extinto desde hace décadas.

Diagnóstico: Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas empieza con una maravillosa secuencia que nos muestra la evolución de la Estación Espacial Alpha (al ritmo de la icónica canción Space Oddity, de David Bowie), desde sus humildes orígenes orbitando el planeta Tierra, hasta su traslado a la Nube de Magallanes, donde se convirtió en uno de los más importante centros políticos, culturales y comerciales de la galaxia. Sin embargo, la convivencia de tantas formas de vida a veces genera conflictos, y por ello la Federación de Humanos Unidos (¡ja, ja!) estableció una agencia para mantener el orden y hacer que se cumplan las leyes. Ah, y al final del prólogo: Rutger Hauer, nada menos.
Entonces comienza propiamente la película y empieza también la decepción. Los personajes principales, Valerian y Laureline, son penosamente unidimensionales, y su "tensión romántica" es tan falsa como las sonrisas de Cara Delevingne. Supongo que el director Luc Besson (¿cómo va ese retiro?) pensó que no harían falta personajes humanos interesantes cuando estarían rodeados por exóticas criaturas, aparatosos efectos especiales y secuencias de acción incomprensibles, llenas de peleas, escapes y mágica tecnología ultra-futurista... pero con los mecanismos dramáticos más arcaicos y flojos que pudieron encontrar. Ah, y también hay una rutina de burlesque con Rihanna, nada más porque sí (por cierto, su talento como actriz no ha variado desde Battleship; cada quién decida si eso es un halago o un insulto).
Pero, bueno... para no ofender más (sin malicia) a los fans de Rihanna, procederé a mencionar las cosas que sí me gustaron de Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas. Para empezar, el diseño de producción es espectacular: la secuencia inicial con criaturas cada vez más "alienígenas", el Gran Mercado (básicamente el "mall" más grande del Universo... tan grande que solo puede existir en una dimensión paralela), y algunas ingeniosas tecnologías empleadas por héroes y villanos, fueron un placer para "geeks" como yo que disfrutan la presencia de personajes raros en locaciones únicas. Sin embargo, el esmero artístico está en proporción inversa con la coherencia del argumento. Básicamente hay un obligatorio "mcguffin" que buscan desesperadamente múltiples razas de aliens, cada una con sus propios métodos, y no siempre con buenas intenciones. Obviamente existe una Gran Conspiración Donde Nada Es Lo Que Aparenta (excepto si tenemos la más básica capacidad para deducir que cualquier personaje vestido como nazi y con soldados de plástico negro no puede ser otra cosa que el villano); y todo eso aderezado por el sexista pseudo-romance entre Valerian y Laureline. Sus flirteos y duelos de palabras pretenden ser "cute" y sensuales, pero parecen escritos por un niño que acaba de descubrir el "innuendo" de Barbarella. Ese supuesto romance debería generar suspenso y emoción cuando, por ejemplo, alguien secuestra a Valerian, y Laurentine intenta rescatarlo; o viceversa, lo cual ocurre con alarmante frecuencia en esta película, demostrando la absoluta carencia de ambición dramática para respaldar las fantásticas imágenes conjuradas por estudios como Weta, Industrial Light & Magic, y media docena más que ciertamente se ganaron su sueldo.
Habiendo dicho eso, y a pesar de mis frecuentes bostezos (¿en serio se necesitaban dos horas y media para contar esta historia?), no me arrepiento de haber visto Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas en el cine, pues el espectáculo visual lo amerita; pero al final fue tan solo otro atractivo catálogo de criaturas y efectos especiales sin relevancia alguna. Podría haberme quedado en casa leyendo Saga y escuchando a David Bowie, y hubiera sido una experiencia de ciencia ficción más satisfactoria. Y tampoco me opondría a escuchar una canción o dos de Rihanna. Siempre y cuando no me obliguen a verla actuar.
Calificación: 6.5

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Wednesday, August 2, 2017

It Stains the Sands Red



Síntomas: Molly (Brittany Allen) y Nick (Merwin Mondesir) tienen un plan para escapar de Las Vegas cuando se declara una epidemia de zombies. Desafortunadamente el plan falla de inmediato, y Molly se ve obligada a huir a pie por el desierto... perseguida por un persistente zombie hambriento de carne humana.

Diagnóstico: Últimamente he visto muchas películas sobre mujeres enfrentando el fin del mundo (Into the Forest, Here Alone, The Girl With All the Gifts, y hasta The Bad Batch podría encajar en esa descripción). Pero It Stains the Sands Red es la única que combina un saludable sentido del humor con una capacidad genuinamente "romeresca" (en paz descanse el gran George A. Romero) para utilizar a los zombies como catalizadores de una narrativa más profunda e introspectiva. Y todo eso con una minimalista producción que pasa el ochenta por ciento del tiempo con dos personas en el desierto (bueno, una persona y un muerto viviente).
En un nivel más personal, me sorprendió descubrir que los cineastas responsables por esta pequeña joya del horror fueron los "Hermanos Vicious". Esta vez no utilizaron ese pseudónimo, pero Colin Minihan (director y escritor) y Stuart Ortiz (co-guionista) son los mismos realizadores de Grave Encounters y Extraterrestrial, dos películas que, francamente, no me gustaron, aunque aprecié su afecto por las fórmulas clásicas del horror, así como su sólida manufactura con un presupuesto reducido.
Bueno, pues mi opinión ciertamente cambió con It Stains the Sands Red. El inusual concepto de una persecución lenta por el desierto se desarrolla gradualmente hasta formar un fascinante estudio de carácter donde Molly, bailarina exótica y genérica "bimbo", revela notable complejidad de carácter, y una fuerza interna que ocultó durante mucho tiempo, tal vez para no ahuyentar a los hombres que la consideraban un objeto sexual desechable.
Esto no significa que Molly se convierte en una "Ripley" indestructible... simplemente en un ser humano entero y con múltiples niveles que es muy satisfactorio descubrir a lo largo de la película. Y tampoco quiero mencionar la palabra "feminista", porque podría dar una idea equivocada sobre el auténtico propósito de It Stains the Sands Red... aunque el subtexto está presente, para quien quiera buscarlo.
Nada de esto funcionaría sin la tremenda actuación de Brittany Allen en el papel principal. Con mínimos diálogos y una pragmática actitud nos revela poco a poco la astucia e iniciativa que se ocultaba tras el cabello oxigenado y las mallas de leopardo. Pero lo más importante es su interacción con el zombie que la persigue, interpretado por Juan Riedinger, quien consigue expresar mucho con simples gruñidos y lenguaje corporal. Tal vez no llega a aquel sublime "Bud" de Day of the Dead, pero me atrevería a decir que se acerca bastante.
Me temo que tantos halagos crearán expectativas irreales sobre It Stains the Sands Red, así que mencionaré algunas cosas que enfriaron un poco mi entusiasmo. Entre ellas: algunos eventos cerca del final contradicen el carácter de los personajes y parecen demasiado inverosímiles; creo que el director se sintió inseguro sobre el nivel emocional de la cinta, y prefirió exagerar las cosas. En cuanto al final... no sé... creo que me hubiera gustado más si terminara unos minutos antes, dejándonos en un punto ambiguo pero optimista, en vez de explicar más de la cuenta.
Fuera de eso, disfruté It Stains the Sands Red más de lo que esperaba. El libreto me pareció inteligente y bien planteado, las actuaciones cumplen con creces los requerimientos de la historia, y los valores técnicos superan el estándar del horror "indie" de bajo presupuesto. En particular me gustó la música de Blitz/Berlin (a quienes también escuchamos en The Void), y la cinematografía de Clayton Moore, rica en colores saturados que convierten el desierto en un paisaje de surrealista belleza. Lo cual (en mi humilde opinión) podría indicar que, en el fondo, It Stains the Sands Red es un moderno cuento de hadas, donde la princesa encuentra a su príncipe, pero no como meta final, sino como auxiliar para alcanzar su auténtico destino. ¿Qué importa si el príncipe es zombie? Al menos no oculta lo que realmente desea.
Calificación: 9

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