Sunday, September 30, 2018

Hotel de Criminales (Hotel Artemis)



Síntomas: En el año 2028, la ciudad de Los Ángeles sufre una violenta crisis por la escasez de agua. Pero los criminales y demás individuos al margen de la ley tienen un santuario en el Hotel Artemis, donde la Enfermera (Jodie Foster) cura sus heridas y no hace preguntas... siempre y cuando paguen sus cuotas de membresía.

Diagnóstico: El contenido futurista de Hotel de Criminales se reduce a dos simples elementos: la avanzada tecnología que utiliza la Enfermera para curar a sus clientes (cuyas actividades ilegales les impiden visitar hospitales normales); y el entorno social de una ciudad atormentada por versiones avanzadas de nuestros problemas actuales (cambio climático, colapso económico, etc.) Fuera de eso, la historia de Hotel de Criminales podría ubicarse en cualquier época, ya que se fundamenta en los conflictos de varios personajes cuya lealtad se pone a prueba durante una fatídica noche, ya sea por lazos familiares, instinto de supervivencia, o por la responsabilidad profesional que los pone en situaciones imposibles... y todo ello bajo la custodia de una mujer igualmente tenaz en sus labores médicas y en el cumplimiento de las reglas que permiten la existencia del hospital clandestino.
Escena por escena me gustó mucho Hotel de Criminales, pero sentí la narrativa un poco superficial por la abundancia de personajes, traiciones y planes secretos que tienden a perderse entre una multitud de sub-tramas sin suficiente desarrollo. Así tenemos al ladrón (Sterling K. Brown) que quiere salvar a su hermano (Brian Tyree Henry) herido durante un asalto bancario; una misteriosa sicaria (Sofia Boutella) con una bala en un brazo; el arrogante traficante (Charlie Day) que exige trato especial; y un misterioso "paciente" escoltado por un ejército de secuaces que no quieren seguir las reglas del hotel. Y no estoy contando el drama personal de la Enfermera (Jodie Foster), su relación maternal con el enfermero Everest (Dave Bautista), y la policía (Jenny Slate) que pone en peligro el secreto del hotel.
No me malinterpreten... disfruté enormemente la frenética narrativa de Hotel de Criminales, y admiré al ecléctico elenco que da vida y humanidad a estos pintorescos personajes a pesar de su limitado tiempo en pantalla; pero, con apenas ochenta y cinco minutos de duración (sin contar créditos), Hotel de Criminales no alcanza a aprovechar todos estos ingredientes positivos, y termina con demasiados cabos sueltos. Simplemente, yo quería más.
Por otro lado, la ágil dirección de Drew Pearce (en un tremendo debut) y el increíble talento de los actores de encargan de llenar algunos de estos huecos, y hacen interesantes hasta las escenas más triviales, como la Enfermera tomándose un breve respiro para escuchar una canción de Buffy St. Marie; o Everest preparándose metódicamente para una pelea. Pequeños detalles como esos refuerzan el carácter de los personajes y revelan el pasado que determina su presente.
Jodie Foster interpreta a la Enfermera como el ojo del huracán, incansable en su oficio y serena en el caos. El maquillaje prostético que la envejece incrementa su intensidad sin ocultar sus emociones, y el resultado es realmente memorable. Dave Bautista repite su clásica rutina de "gigante gentil", pero lo hace tan bien que no importa si es lo único que sabe hacer. Sofia Boutella me pareció fenomenal como la asesina a sueldo con un gran secreto; Marvel necesita urgentemente reclutarla en el Universo Cinemático, y tengo al personaje ideal: Felicia Hardy, alias "Black Cat". Su exótica fisonomía no se vería mal con cabello blanco.
Pero bueno, regresando al punto, el resto del elenco de Hotel de Criminales es igualmente brillante, incluyendo a Sterling K. Brown, Charlie Day, Zachary Quinto, Jenny Slate, y uno más que no mencionaré, porque es uno de mis actores favoritos y su aparición fue una gran sorpresa.
Si tuviera más sustancia dramática, Hotel de Criminales podría ascender a la categoría de Cine de Culto. Pero de cualquier modo me pareció un thriller visualmente atractivo, violento, y con grandes dosis de humor para balancear el mediano melodrama. Recordemos que "la risa es la mejor medicina", como decían antes de que existieran las medicinas.
Calificación: 9

IMDb

Saturday, September 29, 2018

Un Pequeño Favor (A Simple Favor)



Síntomas: A pesar de ser mujeres muy distintas, Emily (Blake Lively) y Stephanie (Anna Kendrick) se hacen amigas cuando se conocen en la escuela de sus hijos. Entonces Emily desaparece, y Stephanie usa sus poderes de "super-mamá" para investigar lo que realmente ocurrió con su mejor (y única) amiga.

Diagnóstico: Es como un sueño hecho realidad... una película con Anna Kendrick y Blake Lively, dos de mis actrices favoritas, interpretando complejos personajes que aprovechan al máximo sus respectivos talentos, y con una historia deliciosamente impredecible que nunca sigue el camino que esperamos... excepto en las partes donde toma exactamente el camino que esperamos. Pero, bueno; a pesar de sus altibajos, no puedo negar que Un Pequeño Favor me divirtió mucho durante dos horas de incómoda comedia y disfuncional psicología.
El libreto (basado en la novela "A Simple Favor", de Darcey Bell) mantiene un precario balance entre thriller y farsa cómica, donde Stephanie, una madre dócil y responsable, hace inexplicable amistad con Emily, tan sofisticada y segura de sí misma que intimida a todos, incluyendo a su esposo Sean (Henry Golding), un escritor venido a menos que nunca repitió el éxito de su primera novela.
En un caso de "opuestos se atraen" (platónicamente)(¿o quizás no?), Stephanie y Emily comparten secretos, ambiciones y vulnerabilidades, todo lo cual toma nuevo significado cuando Emily desaparece y Stephanie descubre que no conoce a su "mejor amiga" tanto como creía.
Anna Kendrick captura perfectamente el carácter obsesivo de Stephanie, tan dedicada a su hijo que ya se atrofió su sensibilidad adulta. Y Blake Lively, desechando la imagen de "chica buena", aborda el papel de Emily con desafiante convicción... una "mujer fatal" que no teme destruir a sus enemigos o seguir su vocación, incluso si descuida a su familia. La interacción entre las actrices es fascinante... graciosa por sus ocasionales exageraciones, pero siempre realista en las emociones que expresan. Son los mejores papeles que Lively y Kendrick han tenido en mucho tiempo, y no puedo pensar en otras actrices que hubieran alcanzado la misma tensión dramática. Bueno, se me ocurren varias, pero no hubiera sido lo mismo.
Por el lado negativo... son pocas cosas, realmente. El director Paul Feig se esforzó por trascender la simplista comedia de sus previas obras (como Bridesmaids, Spy y Ghostbusters), para reinventarse como cineasta "serio" (aunque no muy serio) con un relato "noir" a plena luz del día y con un perverso sentido del humor. El problema es que la línea divisoria entre thriller y comedia tiende a borrarse, provocando que el misterio pierda gravedad, y que el humor se sienta artificial, en vez de funcionar como eficaz contrapunto del drama. Y la situación empeora durante el tercer acto, cuando hubiera sido indispensable mantener el control de la narrativa para explotar sus sórdidas sorpresas. Aquí sí podría mencionar algunos directores capaces de ejecutar esa difícil maniobra narrativa, como Edgar Wright, los Hermanos Coen o Steven Soderbergh (aunque, para ser justos, todos ellos han fallado en proyectos con similar dualidad temática).
A pesar de esa ocasional incertidumbre, el trabajo de Feig me pareció bueno, y sus actrices elevan el material hasta encontrar un nuevo estrato de "thriller suburbano" donde no hay detectives alcohólicos ni interrogatorios en "strip clubs", sino una adorable detective amateur asistiendo a reuniones de padres de familia, organizando cenas que envidiaría Martha Stewart, y grabando su "vlog" de decoración y consejos domésticos. En resumen: Un Pequeño Favor fue una experiencia única y muy recomendable, no tanto por el misterio que explora, sino por los métodos que emplea para resolverlo. De hecho, me gustaría visitar nuevamente el universo de Stephanie Smothers, la perfecta Nancy Drew para el siglo veintiuno: neurótica pero eficiente; socialmente inepta pero persistente; tímida pero energética. Y con un "soundtrack" de pop francés que nos distrae del incesto y el suicidio.
Calificación: 9

IMDb

Friday, September 28, 2018

Papillon: La Gran Fuga (Papillon)



Síntomas: El ladrón Henri "Papillon" Charrière (Charlie Hunnam) es enviado a presidio por un asesinato que no cometió. Entonces hace amistad con el millonario falsificador Louis Dega (Rami Malek), y empiezan a planear su fuga.

Diagnóstico: Lo único que diré sobre la original Papillon (de 1973, dirigida por Franklin J. Schaffner y famosamente estelarizada por Steve McQueen y Dustin Hoffman) es que la vi una vez durante mi adolescencia, y no me pareció tan maravillosa como mucha gente piensa. Lo cual significa que ahora pude ver Papillon: La Gran Fuga sin demasiados prejuicios ni las habituales expectativas (positivas o negativas) que inspira el remake de una obra clásica.
De hecho, las comparaciones son el menor problema de Papillon: La Gran Fuga. Antes de eso tenemos que lidiar con la irregular dirección del danés Michael Noer, dividida entre violentas peleas, arbitrarios momentos dramáticos, y la tortura psicológica que sufren los protagonistas. Aquí es donde Papillon: La Gran Fuga muestra su auténtico potencial... no en las secuencias de acción ni en la crudeza del libreto (basado por igual en los libros de Henri Charrière y en el guión de Dalton Trumbo y Lorenzo Semple Jr.), sino en la relación entre "Papi" y Dega, la cual comienza como un simple acuerdo comercial, y evoluciona hasta formar una sincera amistad que inyecta energía en la película y casi compensa sus pasajes más tediosos.
Por el lado positivo, Noer tiene buen ojo para las locaciones y atmósfera de la pesadillesca prisión tropical donde los protagonistas cumplen sus condenas. Las condiciones son brutales, los guardias no tienen clemencia alguna, y la muerte puede llegar en cualquier momento, por cualquier motivo. El director y el reparto capturan el horror del confinamiento y la deshumanización en esas prisiones insulares de principios del siglo veinte (la historia se ubica en los años treintas).
Sin embargo Papillon: La Gran Fuga depende por completo de la química entre Charlie Hunnam y Rami Malek, y me complace decir que hacen buena "pareja dispareja", enfocándose inicialmente en sus diferencias, para luego revelar las similitudes que los hacen más fuertes como equipo. Personalmente no trago mucho a Charlie Hunnam, pero reconozco su talento, y hasta me atrevería a decir que se acerca al carisma y presencia de Steve McQueen en la cinta original. Y, ya que estoy pisoteando un clásico, también diré que la interpretación de Rami Malek es más realista y centrada que la de Dustin Hoffman, sin tantas afectaciones para ganar un imaginario "duelo de actuación".
Aún así sentí Papillon: La Gran Fuga excesivamente larga, sobre todo durante la segunda mitad, cuando parece que nos acercamos al final, pero todavía falta otro "twist" que pondrá en peligro los planes de los protagonistas... ¿o será una bendición disfrazada? No, es simplemente más sufrimiento, más tortura, y más degradación para los prisioneros. Pero eventualmente la trama retoma el rumbo original, y nos lleva hasta el emotivo final que esperábamos cuarenta minutos antes.
No siento que Papillon: La Gran Fuga haya sido un remake absolutamente inútil, pues introduce esta interesante historia (basada en hechos reales) a una nueva generación; pero tampoco parece esencial para aficionados al cine carcelario (o como se le llame a este sub-género), donde jamás desbancará a los auténticas clásicos como The Shawshank Redemption, Cool Hand Luke y The Rock. Estoy bromeando con esta última... pero no mucho.
Calificación: 7

IMDb

Thursday, September 27, 2018

I Think We're Alone Now



Síntomas: Después de una epidemia que consumió a la humanidad, el sobreviviente Del (Peter Dinklage) pasa su tiempo limpiando casas, leyendo libros, y escuchando a Rush. Entonces descubre que no está solo.

Diagnóstico: Lo advierto desde el principio: I Think We're Alone Now no utiliza aquella icónica canción ochentera de Tiffany. Parece un buen señuelo para atraer al público nostálgico, pero quedarán decepcionados si solo la ven por esa razón.
Afortunadamente I Think We're Alone Now tiene mucho que ofrecer, incluyendo excelentes actuaciones, atractiva cinematografía, y un poderoso análisis de la soledad como un estilo de vida que no requiere la compasión de los demás, ni ayuda para "corregirlo".
Rara vez me había sentido tan identificado con una película.
A pesar del contexto post-apocalíptico, I Think We're Alone Now no se enfoca en la catástrofe externa, sino en el viaje interno de sus personajes. Cuando conocemos a Del parece un individuo metódico y centrado, dedicando su abundante tiempo libre al mantenimiento de la biblioteca local, y sepultando los cadáveres de quienes fueron sus vecinos antes de la epidemia. Este comportamiento podría interpretarse como un mecanismo de defensa, o un patético intento por restaurar alguna semblanza de civilización... sin embargo, gradualmente reconocemos que, por fin, Del encontró la felicidad donde otros solo verían desesperación. Entonces esa felicidad se ve amenazada por la llegada de otro sobreviviente, y la cinta cambia de tono sin sacrificar su ideología, examinando la interacción de dos personas con perspectivas muy distintas sobre su inesperada situación.
Para no revelar más de la cuenta, solo diré que la exuberante Grace (Elle Fanning) representa una perturbación intolerable en la rutina de Del (el siempre espectacular Peter Dinklage). Sin embargo, con el paso de los días, empieza a desarrollarse una... no diría "amistad", sino tal vez "simbiosis" que beneficia a ambos en formas que nunca habían imaginado. Y cuando la cinta empieza a sentirse monótona, llega un demoledor "twist" que sacuda las bases mismas del relato... sin mejorar sustancialmente la película.
Mi teoría es que la directora Reed Morano y el guionista Mike Makowsky no sabían exactamente cómo terminar I Think We're Alone Now, y le endilgaron a la fuerza el tercer acto de otra película de ciencia ficción, cuyos nuevos temas y tono no encajan armónicamente en la íntima micro-distopia forjada por Del y Grace.
Pero, bueno... supongo que el final tiene sentido, y no contradice por completo el mensaje de I Think We're Alone Now, así que puedo recomendarla como una de las más personales y expresivas películas post-apocalípticas que he visto recientemente, trascendiendo el simple melodrama de supervivencia (como vimos en Here Alone, Into the Forest y Cargo) para explorar lo que ocurre después del Gran Evento, y ofrecernos una visión pragmática (¿tal vez positiva?) de la soledad y la auto-suficiencia. Leer libros, ver películas de Harold Lloyd y escuchar a Rush... rara vez había encontrado tan atractivo el fin del mundo.
Calificación: 8

IMDb

Wednesday, September 26, 2018

Becks



Síntomas: Después de una decepción romántica que la dejó en bancarrota y sin hogar, Becks (Lena Hall) se muda con su madre, y trata de encontrar una nueva dirección para su vida.

Diagnóstico: ¿Qué puedo decir? Me gustan estas modestas películas "indie" que retratan las experiencias de personas normales (bueno, "normales" para estándares cinemáticos), donde generalmente alguien descubre algo nuevo sobre sí mismo, o experimenta un cambio en su perspectiva de la vida, o simplemente reflexiona sobre su lugar en el mundo. Y el proceso casi siempre implica "regresar a sus raíces", lejos del acondicionamiento mental que impone la rutina del trabajo y la coexistencia social.
Tal vez mi afición por estas películas es una especie de antídoto para compensar mi obsesión con el cine de horror lleno de sangre y violencia; o una vicaria catarsis de emociones que nunca he sentido porque mi vida es bastante monótona (y así prefiero que siga; no tengo interés en buscar "drama", así como tampoco quiero que me persiga un asesino enmascarado con un machete)(¡Ja, ja! "Me persiga"... como si realmente pudiera correr).
Como sea, el punto es que disfruto cintas como Garden State, Blue Jay, Adult Life Skills, y ahora Becks, horneada en el mismo molde, pero con su particular sabor cultural y un ameno sentido del humor para aligerar los problemas de la epónima protagonista (en realidad se llama Rebecca, pero "Becks" sonaba mejor en su ex-banda de rock).
Entonces Becks escapa de la gran ciudad para refugiarse en el pueblo del Medio Oeste donde vive su madre Ann (Christine Lahti); pero ahí surgen nuevos problemas (o, mejor dicho, reviven los viejos problemas de su juventud), como el resentimiento de su madre por el lesbianismo de su hija; la apatía hacia cualquier carrera "real" (que no sea tocar la guitarra); y malas decisiones románticas que ahora amenazan con repetirse en una ciudad menos tolerante, donde un "fling" casual podría destruir vidas y arruinar reputaciones.
No es una premisa muy profunda ni innovadora, pero incluye todos los ingredientes que disfruto en este tipo de historias, incluyendo un libreto con agudas observaciones sobre la naturaleza humana; agradable dirección de Daniel Powell y Elizabeth Rohrbaugh, quienes aprovechan la atmósfera de "pueblo pequeño" sin caer en sus clichés; y, desde luego, excelentes actuaciones del elenco entero, empezando por Lena Hall en el papel principal, igualmente confortable en las escenas dramáticas y durante interludios musicales donde interpreta canciones en el inmundo bar local (Hall fue la vocalista del grupo The Deafening, y además tuvo una ilustre carrera en Broadway, donde participó en musicales de gran éxito como Kinky Boots y Hedwig and the Angry Inch). El menospreciado comediante Dan Fogler interpreta a Dave, el dueño del mencionado bar, tratando de apoyar a su amiga en esta nueva etapa de su vida. La increíble Christine Lahti es la madre de Becks, haciendo un genuino esfuerzo por conciliar su fe cristiana con los hábitos "alternativos" de su hija; y Mena Suvari aparece como la insegura esposa de Mitch (Darren Ritchie), el "ex" de Becks, lo cual podría despertar antiguas rivalidades estudiantiles.
A fin de cuentas Becks no pretende cambiar al mundo, ni tiene aspiraciones de gran arte cinematográfico; sin embargo su afable estilo y cálida narrativa nos invita a pensar mientras nos divertimos con las aventuras (y desventuras) de Becks, y escuchamos un poco de "alt-folk" inocuo pero placentero. En resumen: una historia pequeña en su forma y mediana en su fondo. Y además me hizo reír más que muchas comedias "de estudio" con grandes estrellas y presupuestos millonarios. "Menos es más" triunfa de nuevo.
Calificación: 8

IMDb

Monday, September 24, 2018

Hunt for the Skinwalker



Síntomas: Documental sobre el legendario "Rancho Skinwalker" en el condado de Uintah, Utah, donde cientos de testigos han reportado experiencias paranormales de muy diversa índole.

Diagnóstico: Durante casi un siglo (según la tradición oral de la tribu americana Ute), los habitantes del valle Uintha han reportado luces en el cielo, "espíritus" traviesos, y visitas de animales extintos o desconocidos. Y desde hace aproximadamente veinte años, varias investigaciones serias y bien financiadas se han organizado en el epicentro de los fenómenos: el misterioso Rancho Skinwalker; pero ninguna de esas investigaciones ha obtenido resultados concluyentes. Entonces, antes que nada, es necesario advertir que el documental Hunt for the Skinwalker no incluye videos de OVNIs (perdón, "Fenómenos Aéreos No Explicados"), ni fantasmas, ni criaturas criptozoológicas; simplemente el testimonio de testigos e investigadores que han quedado perplejos, no solo por sus bizarras experiencias, sino por la sensación de algún tipo de inteligencia detrás de los fenómenos, haciendo casi imposible su estudio formal y, por lo tanto, negando la "evidencia" que necesitamos para creer tan descabellados relatos. En otras palabras, Hunt for the Skinwalker no pretende convencer a los escépticos, sino despertar nuestra curiosidad, promover la discusión, y quizás elevar ligeramente la legitimidad de cualquier estudio realizado sobre estos controversiales temas, en vez de descartarlos de inmediato como fraudes y pseudo-ciencia.
El reportero investigador George Knapp (uno de los pocos "expertos" que me inspira un poco de confianza) co-escribió el libro "Hunt for the Skinwalker" en el 2005, y muchos de los videos que grabó en aquella época fueron "enlatados" cuando el magnate de bienes raíces Robert Bigelow (dueño del rancho en aquel entonces) canceló el documental que acompañaría al libro. Y ahora, trece años después, el nuevo dueño (otro millonario que prefiere conservar el anonimato) permitió al cineasta Jeremy Corbell grabar nuevo material y resucitar las cintas de Knapp, formando un interesante complemento audiovisual del libro, y al mismo tiempo ofreciendo nueva información generada en la última década.
Lo mejor del documental son aquellas arcaicas cintas grabadas por Knapp a principios de siglo (en video de resolución estándar, lamentablemente), donde entrevistó testigos, analizó los métodos de los investigadores, y consultó "expertos" ajenos al rancho, todo ello bajo un criterio medianamente balanceado entre sano escepticismo y una mente abierta a contemplar explicaciones que no siempre encajan en el concepto tradicional del universo.
Si el documental Hunt for the Skinwalker estuviera integrado exclusivamente por esos viejos videos de Knapp, yo hubiera quedado satisfecho. Sin embargo el director Jeremy Corbell añadió su propia investigación, y los resultados no son tan interesantes ni tan imparciales como los de su mentor. Aún así ofrecen nuevos datos y entrevistas que acentúan el misterio, sin acercarse jamás a resolverlo. Por ejemplo: el dueño actual del rancho sigue financiando el trabajo de una organización llamada BAASS (Bigelow Aerospace Advanced Space Studies). Y en diciembre del 2017 el periódico New York Times reveló la noticia de que el Pentágono tiene un programa llamado AATIP (Advanced Aerospace Threat Identification Program), dedicado a investigar avistamientos de objetos no identificados. Y ahora resulta que uno de los proveedores independientes de AATIP es BAASS, lo cual significa que, con muchas vueltas e intermediarios, el gobierno de los Estados Unidos está investigando el Rancho Skinwalker. ¿Qué significa ésto? Cada quien sacará sus propias conclusiones. Lo único que puedo decir es que me sigue pareciendo un misterio fascinante, aunque dudo que alguna vez se resuelva. En cuanto al documental, podría recomendarlo para interesados en estos temas, pero no para el público "normal", ya que no hay nada espectacular ni contundente en su contenido. Como dijo Fox Mulder: "Quiero creer". Pero tampoco puedo tragar a ciegas semejantes historias.
Calificación: 7

IMDb

Sunday, September 23, 2018

El Depredador (The Predator)



Síntomas: Un Depredador (Brian Prince) se estrella en México, y el francotirador norteamericano Quinn McKenna (Boyd Holbrook) oculta algunas piezas de tecnología extraterrestre para evitar que el gobierno las confisque. Pero el Depredador las necesita para escapar de la Tierra...

Diagnóstico: El Depredador tiene más sangre, más violencia, y más ciencia ficción que cualquiera de sus predecesoras. También tiene mucho humor, personajes con "actitud", e ingeniosos guiños para complacer a los fanáticos de la saga (como yo). Sin embargo nada de eso compensa un libreto confuso y profundamente estúpido ("¡Tiene un exoesqueleto bajo la piel!") enfocado en humanos antipáticos que no encontré tan interesantes como el director supone. No quiero decir que El Depredador sea la peor cinta de la serie, porque realmente tiene momentos increíbles y escenas que disfruté muchísimo... pero, en el mejor de los casos, fue una oportunidad desperdiciada, y doblemente decepcionante por provenir de un cineasta que admiro.
El director Shane Black tiene historia con el Depredador, ya que participó como actor en la original Predator (dirigida por John McTiernan en 1987). Desde entonces Black se convirtió en un cotizado guionista (Lethal Weapon, The Last Boy Scout) y sólido director con talento para el cine de acción (Kiss, Kiss, Bang, Bang, Iron Man 3). Pero esa ilustre carrera no explica la ineptitud narrativa de El Depredador, ni su incapacidad de decidir lo que quiere hacer hasta que es demasiado tarde. Y ni siquiera me molestaron los cambios que Black implementó en los métodos y mitología de los Depredadores (incluyendo una incongruente sub-trama sobre manipulación genética, esa mágica "explicación" que no explica nada).
El principal problema, en mi humilde opinión, fue el elenco. Black creó personajes con rasgos muy distintivos para identificarlos y congraciarnos con sus respectivas disfunciones (la mayoría son soldados con Síndrome de Estrés Post-Traumático). Despúes de tantas películas con soldados intercambiables que no dejan impresión alguna en el espectador, encontré admirable la dedicación de Black para combatir ese problema... pero tal vez su solución fue exagerada, pues creó una colección de caricaturas humanas que parlotean demasiado y nunca toman en serio su situación. Por lo tanto no hay suspenso, ni horror, y mucho menos la sensación de que estamos viendo personas normales superando sus limitaciones para sobrevivir. Y, claro, no puede faltar el niño genio/autista para motivar a los héroes, porque no puede faltar un elemento "personal" en la pelea contra criaturas extraterrestres que cazan humanos por deporte.
A pesar de todo eso, los actores no son malos... simplemente inapropiados para sus respectivos papeles. Los peores ejemplos son Thomas Jane, quien debería haber sido el héroe principal, pero por alguna razón terminó como "comic relief"; y Olivia Munn como la Profesora Casey Bracket, experta en "biología evolutiva" que se siente completamente fuera de lugar en la película, ya sea que esté persiguiendo al Depredador con un rifle de dardos tranquilizantes, o tratando de bromear con los rudos soldados que no saben cómo tratar a una mujer. Aunque el unicornio fue un buen detalle.
Para no amargarme más, mencionaré algunas cosas que me gustaron de El Depredador. Primero que nada, el Depredador mismo. El actor Brian Prince lo hace temible y expresivo; y el traje prostético fabricado por los genios del Estudio ADI (todos discípulos del finado Stan Winston, diseñador de la criatura original) es increíblemente realista y "orgánico". Es uno de los mejores Depredadores de la saga (lamentablemente la versión digital que utilizan en muchas secuencias de acción no es tan creíble). Y, como dije antes, la violencia del Depredador es asombrosa, matando no solo para obtener trofeos, sino para recuperar su libertad y continuar su búsqueda de la tecnología robada. El Depredador ofrece múltiples muertes sangrientas y creativas, aunque no siempre congruentes con la premisa (ejemplo: la nave ESPACIAL del Depredador tiene turbinas de aire como cualquier avión comercial; no diré más). Finalmente, me gustaron los "in-jokes" y referencias a las cintas previas, como la presencia de Jake Busey en el papel del hijo del personaje que su padre Gary Busey interpretó en Predator 2. Ah, y no puede faltar una excusa para usar la frase "Get to the chopper!".
En resumen, El Depredador funciona cuando se enfoca en la criatura misma (¿o criaturas?), pero falla cuando trata de engancharnos en los insípidos personajes humanos (otra incomprensible pifia de "casting": Yvonne Strahovski, con su excelente currículum de acción, se ve relegada al papel de esposa contrariada por tener tantos soldados en su casa). El Depredador tiene abundantes aciertos, pero el balance final tiende al lado negativo. Aunque, para ser justos, estimo que El Depredador funcionará mejor para audiencias modernas que desconozcan el legado de la saga. Como genérica cinta de acción no está mal. Pero eso no basta cuando se trata del Depredador.
Calificación: 6.5

IMDb

Saturday, September 22, 2018

Buscando... (Searching)



Síntomas: Cuando la joven Margot Kim (Michelle La) desaparece, su padre David (John Cho) se sumerge en las redes sociales de su hija para buscar alguna pista sobre su ubicación.

Diagnóstico: Pensé que el "desktop thriller" ya se habría extinguido, pero regresa sorpresivamente con Buscando..., una de las mejores muestras del género gracias a la creatividad de su estructura y las emociones que inspira bajo su fría manufactura digital.
Para empezar, el concepto de las pantallas como escenario del drama respeta las reglas de la tecnología contemporánea y la funcionalidad de los múltiples servicios que David emplea para buscar a Margot. A diferencia de otras cintas, Buscando... obtuvo las licencias necesarias para mostrar los sitios de Google, Facebook, Yahoo, y demás herramientas cuya familiaridad nos atrapa de inmediato en la historia, ya que vemos reflejadas nuestras actividades cotidianas, y podemos seguir la lógica del protagonista durante sus pesquisas. Parece algo muy frívolo, pero incrementa enormemente el realismo de la película y enriquece el misterio de la desaparición de Margot. Bueno, hasta el tedioso proceso de recuperar un "password" olvidado genera altos niveles de tensión porque sabemos lo que significa en el contexto de la historia.
John Cho sigue demostrando su versatilidad y evolución como un excepcional actor dramático (¿quién lo hubiera imaginado en la época de Harold and Kumar?)(Y Kal Penn terminó trabajando con Barack Obama, así que nunca se sabe).
Apoyando a Cho tenemos a Debra Messing como la Detective Vick, encargada de la investigación oficial. Creo que nunca la había visto fuera de una comedia, pero su desempeño es excelente, sobre todo cuando debe balancear su profesionalismo con los métodos "amateur" de David.
Producida por el visionario ruso Timor Bekmambetov, Buscando... parece engañosamente simple, pero es el producto de decenas de animadores que reprodujeron minuciosamente los sistemas operativos, programas y comportamiento de las numerosas pantallas que integran el relato, desde una vieja computadora con Windows XP hasta una moderna MacBook, sin olvidar iPhones, cámaras de seguridad, y hasta televisiones tradicionales donde se transmiten noticias sobre la desaparición de Margot. La ilusión visual es perfecta, y contribuye en gran medida al éxito de la narrativa.
Aunque, por el lado negativo, el punto de vista estático se vuelve cansado de vez en cuando, sobre todo durante escenas que podrían considerarse como "relleno" (no daré ejemplos, porque aquello de los "spoilers"). Y también son inevitables algunas trampas para seguir a David cuando la investigación lo aleja de su computadora.
Como dije al principio, creo que Buscando... es el mejor "desktop thriller" que he visto hasta el momento, lo cual no significa que sea perfecto; pero definitivamente fue superior a Open Windows, Unfriended y #WarGames. La única cinta de similar calidad sería The Den, pero su reducido presupuesto haría injusta cualquier comparación.
A fin de cuentas, lo mejor que puedo decir de Buscando... es que me pareció un excelente thriller, independientemente de su técnica o del "gimmick" utilizado para contar su historia. Lo importante es el suspenso que provoca, las emociones que compartimos con el protagonista, y el ingenio del misterio que investiga. Ahora sólo falta esperar que otros géneros adopten este formato (como ocurrió con el "found footage"), y tengamos dramas de escritorio, ciencia ficción, y hasta comedias confinadas a una pantalla. ¡En poco tiempo no necesitaremos ni actores!
Calificación: 9

IMDb

Friday, September 21, 2018

Locamente Millonarios (Crazy Rich Asians)



Síntomas: Rachel Chu (Constance Wu) viaja a Singapur con su novio Nick (Henry Golding) para asistir a una boda; pero durante el viaje Rachel descubre algunas cosas sobre la familia de Nick que podrían destruir su relación.

Diagnóstico: En su más básico nivel, Locamente Millonarios es una comedia romántica amena pero bastante predecible. Primero conocemos a la feliz pareja, luego se revelan secretos que ponen a prueba su relación, y eventualmente llegamos a la Gran Crisis que cambiará su futuro. Los personajes prefabricados resultan simpáticos gracias a los actores que los interpretan; y, como siempre, la parte cómica de esta "comedia romántica" tiende a ignorarse por culpa de un blando libreto que rara vez ofrece situaciones genuinamente graciosas. Cuando mucho tenemos algunos chistes fáciles sobre la increíble afluencia de la familia de Nick (asumo que no es SPOILER, ya que se revela desde el título mismo de la película) y el choque cultural que experimenta Rachel después de llevar una vida modesta y normal. Ah, y un par de escenas donde Ken Jeong repite sus rutinas políticamente incorrectas. Fuera de eso, Locamente Millonarios es tan creativa como un sitcom televisivo (y hasta siento que estoy insultando a los sitcoms).
Sin embargo, la respuesta positiva de la crítica y el enorme éxito económico obtenido por Locamente Millonarios en los Estados Unidos se fundamentan en la exploración de un nicho cultural rara vez retratado en el cine moderno... al menos en este lado del mundo. Y además, el elenco totalmente asiático retrata con gentil indulgencia los estereotipos de su cultura, al mismo tiempo que se burlan de los clichés establecidos por el cine norteamericano. No sé qué tan acertada sea la sátira del libreto (basado en una popular serie de novelas escritas por Kevin Kwan), o si cruza ocasionalmente la línea de la insensibilidad... pero supongo que no es necesario analizar los motivos del director John M. Chu (G.I. Joe: Retaliation) para apreciar esta simplista fantasía con un barniz étnico que la distingue de sus contrapartes hollywoodenses. Ambas perspectivas son igualmente artificiales, pero quiero pensar que todo es parte del mensaje. ¿Cuál es el mensaje? No sé. ¿Todo se resuelve con un "makeover"? ¿El dinero no trae la felicidad? ¿Cásate con el heredero de un imperio industrial?
Hablando de lo cual, Locamente Millonarios está siendo criticada por su excesivo materialismo y carencia de "valores asiáticos" (como quieran interpretarlo). Son observaciones válidas, tomando en cuenta la obsesión de la cinta con el estilo de vida de los ricos y famosos; pero lo mismo podríamos decir de Sex and the City, 50 Shades of Grey, y similares historias dedicadas al consumo y decadencia de "la gente bonita".
En lo personal no encuentro estas historias particularmente interesantes. Y aunque Locamente Millonarios incluye algunas sólidas actuaciones de Rachel Chu, Michelle Yeoh y Nico Santos (como la "oveja arcoiris" de la familia)(por cierto, el sitcom Superstore donde trabaja Santos me parece una representación más honesta y realista del mundo multi-cultural contemporáneo), no bastaron para redimir esta frívola experiencia que, en el mejor de los casos, puede funcionar como atractivo panfleto turístico sobre Singapur y los placeres que ofrece al visitante audaz que no teme gastar algunos millones de dólares en un fin de semana con sus amigos. O en una "despedida de solteros" en aguas internacionales. Son experiencias universales, ¿cierto?
Calificación: 6.5

IMDb

Thursday, September 20, 2018

Elizabeth Harvest



Síntomas: Elizabeth (Abbey Lee) se casó con el renombrado científico Henry Kellenberg (Ciarán Hinds), y viven en una enorme mansión modernista donde solo existe una regla: Elizabeth no debe entrar a un cuarto secreto. Y desde luego es lo primero que hace.

Diagnóstico: En cierto modo Elizabeth Harvest es un thriller gótico con todos los ingredientes del género: una inocente mujer en peligro, un hombre con siniestras intenciones, y una vasta mansión con sirvientes de dudosa lealtad. Sin embargo, el director Sebastián Gutiérrez juega astutamente con estos elementos para desafiar nuestras expectativas y llevarnos por rutas oblicuas hasta un enigmático final con más preguntas que respuestas. O viceversa; cada quién tendrá su propia interpretación de los hechos.
El secreto del cuarto prohibido se revela demasiado rápido, lo cual significa que las cosas se complicarán aún más. De hecho, Elizabeth Harvest se enreda tanto que corre el riesgo de perder no solo la dirección de la historia, sino la credibilidad de las descabelladas situaciones que nos presenta en casi cada escena. Sin embargo Gutiérrez y su dedicado reparto mantienen el control por medio de actuaciones honestas y elocuentes, atrapándonos en la marea de relaciones que pueden cambiar en cualquier momento y transformar el destino de los personajes.
Incluso sin conocer el contenido del cuarto secreto queda claro desde el principio que hay algo extraño en el matrimonio de Elizabeth y Henry, no solo por la diferencia de edades e intereses culturales, sino por la aparente función de Elizabeth como "esposa trofeo"... otra hermosa decoración para adornar la casa del científico, y nada más.
Claire (Carla Gugino) y el joven Oliver (Matthew Beard) están a cargo del mantenimiento de la mansión, pero obviamente saben más de lo que aparentan... ¿serán cómplices de Henry, o víctimas de su paranoia? Elizabeth intenta encontrar las respuestas, pero hay una pieza faltante que no logra, o no quiere encontrar. Ah, y de vez en cuando el Detective Logan (Dylan Baker) hace visitas inesperadas, como si también sospechara que algo raro ocurre en la mansión Kellenberg.
Abbey Lee es una modelo convertida en actriz con el talento necesario para afrontar los considerables retos que presenta el papel de Elizabeth. Algunos la recordarán como una de las "novias" en Mad Max: Fury Road, donde también demostró ser mucho más que un rostro bonito. Ciarán Hinds expresa la obsesión de un hombre tan dedicado a su trabajo que no acepta límites morales para cumplir su misión; y Carla Gugino se roba sus escenas como "ama de llaves" (o lo que sea) con la visión más clara y pragmática de la situación.
Finalmente, disfruté mucho las imágenes creadas por el director de fotografía Cale Finot, quien utiliza una brillante paleta de colores para identificar no solo las distintas áreas de la casa, sino la función de las escenas, incluyendo flashbacks, sueños, y visiones especulativas. Es un estilo similar al de Mandy, pero dedicado a clarificar la narrativa.
A fin de cuentas disfruté la impredecible naturaleza de Elizabeth Harvest y su acertado manejo de venerables temas góticos como identidad, memoria, y obsesión. La historia da tantas vueltas que en ocasiones me "desconectó" de la película, pero las actuaciones y la dirección se encargaron de recuperar mi atención, y el resultado fue un interesante misterio que se resuelve hasta dejarnos satisfechos, sin extinguir nuestra curiosidad. Ideal balance entre "realidad" e imaginación.
Calificación: 8

IMDb

Wednesday, September 19, 2018

Mandy



Síntomas: Después del brutal ataque de un grupo de cultistas, el leñador Red Miller (Nicolas Cage) hará hasta lo imposible por vengarse.

Diagnóstico: No me malinterpreten: me gustó mucho Mandy, pero al mismo tiempo me pareció un paso atrás para el director Panos Cosmatos, después de la brillante y esotérica Beyond the Black Rainbow (una de mis películas favoritas del 2012, y posiblemente de toda mi vida).
Después de pensarlo mucho, creo que encontré la razón de mi (ligera) decepción: Beyond the Black Rainbow incluyó un fascinante misterio que me mantuvo pensando durante la película entera, tratando de desentrañar el significado de escenas bellísimas pero incomprensibles, y la conexión entre bizarros personajes que no ofrecían muchas pistas sobre sus intenciones o motivación. Era el tipo de película que exigía múltiples visitas para asimilar sus detalles y descubrir sus secretos.
Por el contrario, siempre sabemos exactamente lo que está pasando en Mandy. La historia es muy simple, y los personajes apenas tiene sustancia debajo de su apariencia. Bueno, hay un ligero misterio sobre un grupo de "bikers" que contribuyen a la tortura de Red, pero se explica rápidamente y regresamos al thriller de venganza que hemos visto cien veces.
Aunque, para ser justos, nunca se había visto como Mandy.
Aquí es donde entra en juego la genialidad de Panos Cosmatos y su delirante estilo visual, inundando nuestros ojos con vivos colores y nuestros oídos con tonos electrónicos que perturban los nervios más que la violencia, la sangre, y la crueldad de los villanos (y en ocasiones del héroe). Mandy es una obra de arte de principio a fin; y utiliza la trillada historia de venganza como conducto de su sensibilidad artística, contrastando la belleza de sus escenas con el horror de las acciones perpetradas en la pantalla.
El ataque que sufre Red es increíblemente brutal... casi incomprensible. Por lo tanto, su reacción debe ser igualmente extrema, justificada por el sufrimiento que lo acompaña durante la segunda mitad de Mandy. Y naturalmente Nicolas Cage es el individuo ideal para capturar la febril visión de Cosmatos, quien deja libre al actor para seguir sus desorbitados instintos, siempre y cuando conserve el inflexible propósito de su misión. De hecho, estuve pensando si éste habrá sido el plan de Cage durante la década pasada... desarrollar un nuevo estilo de actuación, confiando en que el cine eventualmente alcanzaría ese mismo nivel de exuberante intensidad. Werner Herzog fue el primero en reconocerlo con The Bad Lieutenant: Port of Call - New Orleans; después llegó Mom and Dad... y ahora con Mandy podemos confirmar que existe un método detrás de la locura de Cage, y tan solo se adelantó a su tiempo. O quizás estoy viendo lo que quiero ver, y Panos Cosmatos simplemente encontró el proyecto correcto para explotar la manía de un actor fuera de control. Lo que haya sido... funciona muy bien.
Por su parte, Andrea Riseborough se convierte en la conexión espiritual de la película, aprovechando su exótico rostro para darle al personaje de Mandy un aura etérea e irreal... casi alienígena. Y Linus Roache, como el líder de los cultistas, es apropiadamente egomaníatico, pero consciente de las mentiras que fundamentan su doctrina religiosa.
Mandy se ubica en 1983 ("A.D."), pero no abusa de referencias culturales. La cinta comienza con una canción de King Crimson, y el resto de la banda sonora (esos "tonos electrónicos" que mencioné hace un momento) está a cargo del finado compositor alemán Jóhann Jóhannsson (a quien está dedicada la película).
Panos Cosmatos filtra todos estos elementos a través de su singular estética, y el resultado es una película inolvidable por su forma... pero superficial en su fondo. De cualquier modo Mandy exige una entusiasta recomendación, así como continua atención a la carrera de Panos Cosmatos, pues se confirma su talento para crear experiencias únicas y memorables que desafían las convenciones del cine comercial. Solo espero que dedique más tiempo al libreto de su próxima película; las luces de colores y trucos de edición atrapan los sentidos por un momento, pero prefiero las ideas que resuenan en el cerebro después de terminar la película. Así es como se gesta un clásico.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, September 17, 2018

Trench 11



Síntomas: En los días finales de la Primera Guerra Mundial, una unidad de soldados británicos, americanos y canadienses reciben la misión de explorar una instalación subterránea supuestamente utilizada por los alemanes para fabricar armas químicas. Pero lo que encuentran es más extraño y terrorífico.

Diagnóstico: A riesgo de revelar demasiado, confirmaré desde ahora que Trench 11 no incluye elementos paranormales. Cuando descubrimos el secreto de la instalación alemana me sentí levemente decepcionado de que no fueran demonios (como en Devil's Rock), ni fantasmas (como en Deathwatch), ni horrores lovecraftianos (como en Hellboy). No, lo que descubren los soldados es un poco más prosaico... pero bajo la diestra mano del director Leo Scherman (ex-asistente de David Cronenberg), la amenaza se complica exponencialmente, conjugándose con la opresiva atmósfera de los túneles y un temible misterio que acecha a la vuelta de cada esquina. Gracias a eso, mi decepción se disipó casi de inmediato y pude disfrutar esta modesta pero bien realizada película que enfrenta soldados con amenazas desconocidas, una premisa que siempre he disfrutado.
También me gustó que Trench 11 se desarrolle en el contexto histórico de la Primera Guerra Mundial. Casi todas las películas de este estilo se enfocan en experimentos nazis de la Segunda Guerra Mundial, o su (supuesta) obsesión con el ocultismo. En vez de eso, Trench 11 aborda el tema de las armas químicas, uno de los horrores reales en aquella época que no requiere adorno alguno para inspirar temor. Y lo mismo podríamos decir de la "guerra de trincheras", cuyas inhumanas condiciones extinguieron tantas vidas como los ataques del enemigo.
Pero, bueno... Trench 11 no es una lección de historia, sino una película de terror, y en ese nivel ofrece buenas dosis de suspenso, frecuente "gore", y grotescos efectos especiales (cortesía del estudio canadiense MindWarp), no siempre realistas, pero impactantes por su diseño e imaginación (esa autopsia... uf).
El eficiente libreto de Matt Booi emplea soldados de diversas nacionalidades para crear un poco de drama mientras llegamos a "lo bueno". Los británicos quieren seguir sus órdenes al pie de la letra; los norteamericanos se rebelan y quieren romper las reglas cuando descubren que la situación es muy distinta a la que esperaban; y el "excavador" canadiense solo gira los ojos y se dedica a su trabajo, el cual consiste en sacar a todos con vida de los pesadillescos túneles. Desde luego no todos sobrevivirán; pero los actores hacen un buen trabajo estableciendo esa importante conexión con el espectador que inspira interés por su destino.
Al ser una producción canadiense de bajo presupuesto, Trench 11 falla un poco en el aspecto visual, con escenarios que no siempre "venden" la ilusión de un enorme complejo subterráneo. Aún así los diseñadores lograron crear algunas siniestras locaciones (como el laboratorio), y suficientes esquinas oscuras para ocultar... lo que sea que acecha a los soldados. Y, como casi toda la película se desarrolla bajo tierra, estos claustrofóbicos espacios contribuyen a la sofocante atmósfera que exacerba la paranoia de los personajes.
Sin llegar a ser una "joya oculta", Trench 11 me pareció entretenida y con suficientes virtudes para recomendarla como sólida muestra de "horror militar", con abundante sangre y una amenaza realista, aunque ligeramente exagerada para elevar la tensión y hacer más peligrosa la misión de los protagonistas. A pesar de mi decepción inicial, Trench 11 me dejó satisfecho al final; no puedo pedir más.
Calificación: 7.5

IMDb

Sunday, September 16, 2018

El Jefe de la Mafia: Gotti (Gotti)



Síntomas: Durante una conversación en presidio con su hijo John Jr. (Spencer Rocco Lofranco), el famoso líder criminal John Gotti (John Travolta) recuenta su ascenso en la jerarquía de la Mafia, y las lecciones que aprendió durante su turbulenta vida.

Diagnóstico: Después de casi diez años de inicios frustrados, negociaciones interrumpidas, y múltiples productores y directores que abandonaron el proyecto (¡el IMDb lista 57 productores!), por fin John Travolta logró filmar el proyecto de sus sueños: El Jefe de la Mafia: Gotti. Es admirable la dedicación de Travolta y el compromiso que muestra en la interpretación del célebre criminal... desafortunadamente tantos años de esfuerzo no bastaron para hacer una buena película sobre este pintoresco personaje.
La actuación de Travolta no es mala, pero tampoco es suficientemente buena para redimir la película. Se me ocurre que Travolta se interesó en John Gotti porque en verdad existe un parecido físico entre ambos; y el director Kevin Connolly (más conocido como actor en la serie Entourage) consigue una atractiva atmósfera neoyorquina que abarca las últimas décadas del siglo veinte, con sus obligatorias referencias culturales (aunque con varias incongruencias musicales). Esto significa que, escena por escena, El Jefe de la Mafia: Gotti cumple su misión de capturar la volátil personalidad del protagonista y el torcido sentido del honor y la lealtad que lo llevaron hasta los más altos niveles de la familia criminal Gambino.
Sin embargo, parecería que los guionistas (Leo Rossi y Lem Dobbs) y el editor (Jim Flynn) conspiraron para destruir la cohesión de El Jefe de la Mafia: Gotti, convirtiéndola en un incomprensible desfile de situaciones y personajes sin flujo narrativo ni una clara idea de su significado histórico. Así podemos ver a Gotti asesinando a un rival en 1973; inmediatamente después está regañando a su hijo en 1999 porque quiere colaborar con la Policía; y luego saltamos a 1980 para presenciar una tragedia familiar cuyas repercusiones consumen los siguientes quince minutos de la película, quizás para enfatizar el lado humano de Gotti antes de celebrar sus crímenes. En resumen: una ensalada de escenas bien realizadas, pero sin el contexto necesario para formar una biografía lógica y satisfactoria. Solo hasta el tercer acto la trama gana cierta consistencia, pero es demasiado tarde para recuperar el tiempo que perdimos en caprichosas tangentes y digresiones sin propósito concreto.
Tal vez Travolta y Connolly intentaron copiar la estructura no lineal de Goodfellas, pero sin saber exactamente cómo lograrlo. Solo sabían que necesitaban trajes finos, automóviles ostentosos, y ese peculiar acento de "Nu Joisy" (New Jersey) que parece más apropiado para una parodia de Saturday Night Live que para un drama histórico con aspiraciones al Óscar que, obviamente, jamás alcanzará (aunque podría atraer algunos "Razzies").
Es una pena, pues John Gotti realmente es una leyenda (para bien o para mal) dentro del crimen organizado, y sería interesante una biografía más apegada a la realidad, con una línea cronológica definida. Lamentablemente el entusiasmo de John Travolta no bastó para compensar la ineptitud del proceso creativo, y el resultado fue una lenta y tediosa colección de "clichés mafiosos" recomendable solo para los más devotos fanáticos de Travolta que consideren este desastre como una "labor de amor" incomprendida por el público en general. Como parte de ese público, prefiero aquel episodio de Community ("Contemporary American Poultry", Temporada 1, Episodio 21) donde parodiaron Goodfellas, pero con "chicken fingers" en vez de cocaína. No tenía 57 productores, pero al menos tenía sentido.
Calificación: 5

IMDb

Saturday, September 15, 2018

El Juego del Diablo (Bedeviled)



Síntomas: Alice Gorman (Saxon Sharbino) y sus amigos sufren terroríficos eventos después de instalar una "app" que les da acceso a una inteligencia artificial llamada "Mr. Bedeviled" (Jordan Essoe).

Diagnóstico: "El mundo está obsesionado con los teléfonos; vamos a hacer películas de terror sobre teléfonos". Imagino que ese fue el principio y final de la "tormenta creativa" que nos ha dado películas como Truth or Dare, Slender Man, y ahora El Juego del Diablo. Cada una encontró su "gimmick" particular, pero todas se reducen a lo mismo: un grupo de amigos amenazados por una presencia sobrenatural relacionada con la tecnología que utilizan constantemente.
Claro, el "j-horror" ya practicaba esta fusión de temas desde la década pasada (en cintas como Pulse y One Missed Call). Sin embargo, El Juego del Diablo se distingue por la absoluta apatía que muestra hacia el concepto de "Siri diabólica". Los personajes no tienen sustancia, las "visiones" que los atormentan son patéticas, y sus exageradas reacciones arruinan el desempeño de los actores. Por mucho que intenten expresar emoción, el blando libreto sabotea cualquier intento de drama... y mejor ni hablemos del inexistente "suspenso" que los directores Abel y Burlee Vang tratan de inspirar con los sobresaltos que rematan casi todas las escenas. Su único truco consiste en subir el volumen al máximo cada vez que quieren "asustarnos", pero lo hacen con tanta frecuencia que terminan diluyendo su efecto (si es que alguna vez lo tuvo).
Además, las muertes carecen de sangre e imaginación; y el gran misterio de la app demoníaca no tiene explicación, ya que sus "reglas" se improvisan para ajustarse a cada escena, en vez de establecer una narrativa coherente con causas y consecuencias. Hay un tenue esbozo de ingenio en los métodos de Mr. Bedeviled, quien hace realidad los más grandes temores de sus víctimas... pero ni siquiera pueden mantener la consistencia de esa premisa. Tal vez temían demandas de Stephen King y los productores de It.
Entonces, El Juego del Diablo se limita a desfilar todos los clichés de "tecnología como conducto del mal", y espera que el público joven se identifique con los personajes que utilizan obsesivamente sus teléfonos, aún conociendo el peligro que representan.
Supongo que todas estas tonterías podrían justificarse como una rancia advertencia sobre los riesgos de la tecnología y la erosión del genuino contacto humano que estamos reemplazando con las pantallas de nuestros dispositivos... pero eso le daría demasiado crédito a El Juego del Diablo. Tan solo se trata de otra mercenaria película de terror producida para ganar dinero con las complejidades de la distribución digital, y para robarnos noventa laaaargos minutos que se sienten eternos porque ya vimos mejores versiones de la misma historia. En vez de El Juego del Diablo, recomendaría cualquier episodio de Black Mirror... y ni siquiera soy muy devoto de esa serie. Pero al menos puedo verla en casa sin perder mi tiempo en el cine con una película que insulta al público con su mera existencia. Siri, ¿Por qué estrenaron esta película en México? "Aquí hay una lista de cines en México". No me ayudó, pero al menos no intentó matarme.
Calificación: 4

IMDb

Friday, September 14, 2018

Upgrade: Máquina Asesina (Upgrade)



Síntomas: Después de sufrir una terrible tragedia personal que lo dejó paralizado, Grey Trace (Logan Marshall-Green) recibe la oportunidad de recuperar la movilidad; pero el precio podría ser más alto de lo que imagina.

Diagnóstico: Leigh Whannell ganó fama en el género de horror como co-creador de las sagas Saw e Insidious, y ahora incursiona en la ciencia ficción con resultados igualmente memorables. Claro que Upgrade (al igual que Insidious) toma prestadas ideas de múltiples fuentes (por ejemplo, algunas novelas de Neal Stephenson y la película Ex Machina), pero lo hace con tal ingenio y seguridad que forja su propio camino, explorando temas relevantes de nuestro presente en un fascinante futuro donde la humanidad ha cedido tanto control a las máquinas que es imposible definir quién trabaja para quién.
No diré más sobre la trama de Upgrade; baste saber que, a pesar de ciertos tropiezos lógicos, el libreto de Whannell me pareció un eficiente "noir cyber-punk" sobre un hombre en busca de respuestas que quizás estaremos buscando más pronto de lo que imaginamos. En otras palabras... ciencia ficción que divierte al mismo tiempo que nos hace pensar.
Para lograr todo esto, Whannell utiliza creativas técnicas de filmación y efectos especiales que retratan con sorprendente intensidad los cambios que atraviesa Grey, un modesto trabajador tecnofóbico cuya inesperada situación lo obliga a cambiar sus prioridades sin sacrificar su eje moral. El actor Logan Marshall-Green (Prometheus, The Invitation) altera sutilmente el carácter del protagonista durante los alucinantes eventos y revelaciones que encuentra en este futuro no muy lejano y absolutamente plausible. Es como si Apple y Google se infiltraran (aún más) en todos los aspectos de nuestras vidas, ofreciendo infinitas ventajas a cambio de nuestra humanidad. Francamente, yo tampoco podría resistir esa oferta.
Apoyando a Marshall-Green tenemos a Melanie Vallejo en el corto pero significativo papel de Asha, la esposa de Grey; Harrison Gilbertson como un genio visionario de incierta moralidad; y Betty Gabriel como la Detective Cortez, encargada de investigar la tragedia que comienza la transformación del protagonista. Sus actuaciones se basan en estereotipos del cine moderno, pero se sienten reales en el contexto de la historia, y facilitan la asimilación de eventos cada vez más bizarros y complejos.
Finalmente, una mención especial para el director de fotografía Stefan Duscio por las creativas soluciones prácticas que encontró para capturar la confusión de Grey y su gradual metamorfosis en algo más que humano (o quizás menos). No diré que sus energéticas tomas subjetivas y exóticos "rigs" mecánicos sean tan innovadores como el "bullet time" de The Matrix, pero sin duda crean una identidad visual que no solo es atractiva para los ojos, sino útil para complementar la atmósfera de la película.
En resumen, Upgrade confirma que el cine B puede incluir ambiciosas ideas y sorprendentes imágenes para darnos una de las mejores películas de ciencia ficción del año, con amplias dosis de acción, drama, y especulación sobre un futuro simultáneamente terrible e inspirador. Y con la cantidad exacta de "gore" para tomar en serio sus consecuencias. Después de todo, "hack" tiene más de un significado...
Calificación: 9.5

IMDb

Wednesday, September 12, 2018

He's Out There



Síntomas: Laura (Yvonne Strahovski) y sus pequeñas hijas se disponen a pasar unos días de descanso en su casa de campo. Pero un asesino ronda por el bosque con mortales intenciones.

Diagnóstico: La premisa de He's Out There no podría ser más "Lifetime"... una mujer defiende a su familia de un agresor masculino. Afortunadamente el director Quinn Lasher rompe los límites de la fórmula para crear una sangrienta cinta "slasher" con buenas actuaciones, abundante suspenso... y algunas exageraciones que disipan parcialmente el horror. No la recordaré durante mucho tiempo, pero He's Out There funcionó mejor de lo que esperaba porque supo aprovechar sus modestos recursos.
Entre esos recursos: Yvonne Strahovski. Después de la memorable serie Chuck, Strahovski no tuvo mucha suerte en sus proyectos cinematográficos y finalmente regresó a televisión, donde ganó merecido reconocimiento en 24 y The Handmaid's Tale. Y ahora me da gusto encontrarla en otra película de terror, demostrando su afinidad por el género, aunque haya sido con medianos resultados.
El papel de Laura no exige una actuación muy complicada, pero Strahovski añade detalles que prestan realismo a la situación; y tampoco es una madre prefecta, lo cual enriquece su transformación a lo largo de la película. Las niñas Anna y Abigail Pniowsky (buena idea usar hermanas en la vida real) mantienen la vulnerabilidad infantil sin convertirse en simples víctimas potenciales... aunque definitivamente gritan mucho. O tal vez fue un comentario del director sobre los riesgos de sobre-proteger a los hijos y negarles los instintos de conservación que podrían ayudarlos en circunstancias extremas.
En cuanto al villano, no revelaré mucho porque no hay mucho que revelar. Sí, es un asesino enmascarado, pero el reducido elenco limita el número de víctimas, y no podemos esperar "kills" continuos para mantener nuestra atención. Además, los métodos del villano son bastante extraños, y despiertan graves dudas sobre el libreto de Mike Scannell, pero eventualmente llega una explicación parcial, que no me pareció totalmente satisfactoria. En fin... al menos reconocieron la necesidad de justificar las excentricidades del villano.
Hablando de lo cual, la identidad del asesino no es el único misterio de He's Out There. Al parecer el director "Quinn Lasher" no existe, y es tan solo un pseudónimo similar al infame "Alan Smithee". En realidad He's Out There fue dirigida por Dennis Iliadis (Delirium, The Last House on the Left), lo cual tiene sentido cuando examinamos la violencia y estilo visual de la película. Pero por alguna razón Iliadis abandonó el proyecto y ahora tenemos un "director fantasma" en los créditos. Afortunadamente esto no indica un absoluto desastre fílmico, pues si bien He's Out There tiene algunas partes lentas y repetitivas, no me pareció una mala película de horror/suspenso. Simplemente le faltó ambición y más muertes sangrientas para considerarse una cinta "slasher" memorable. En resumen: He's Out There desafía su atmósfera televisiva con más violencia de la habitual, y con una buena actriz en el papel principal. Podría recomendarla para fans de Yvonne Strahovski (como yo), y para espectadores casuales que no requieren horror "hardcore" para pasar noventa minutos de (in)sano entretenimiento. Créanme que hay peores cintas slasher. Las he visto, y ni Strahovski podría salvarlas.
Calificación: 7

IMDb

Monday, September 10, 2018

UFO



Síntomas: Después del avistamiento de un misterioso objeto sobre el aeropuerto local, el estudiante universitario Derek Echevaro (Alex Sharp) usa la magia de las matemáticas para realizar su propia investigación, con resultados inesperados.

Diagnóstico: Por fin, la película seria sobre OVNIs que estuve esperando durante tantos años.
Después de cintas como Hangar 10, Extraterrestrial, Phoenix Forgotten y no sé cuántas más, ya había perdido la esperanza de una buena película sobre el escabroso tema de los "fenómenos aéreos no explicados" (así se les llama ahora porque los "OVNIs" y la "UFOlogía" han adquirido tan mala reputación que nadie quiere utilizar esos términos). Y si bien UFO no es perfecta, definitivamente representa una inmensa mejoría sobre todas aquellas "B-Movies" con aliens como simples monstruos asesinando jóvenes en el bosque.
Casi me atrevería a decir que UFO es una versión moderna de Close Encounters of the Third Kind... pero sin efectos especiales ni espectáculo visual. En vez de eso, el director y guionista Ryan Eslinger propone una fascinante teoría sobre las causas y orígenes de estos "avistamientos", siguiendo paralelamente la investigación secreta que realiza el gobierno (incluyendo guiños a los "hombres de negro"), y los esfuerzos de un obsesivo estudiante de matemáticas que detectó algo inusual en las transmisiones radiales de la torre de control del aeropuerto.
No sé qué tan precisos son los cálculos y ecuaciones que Derek utiliza para analizar el enigma, pero suenan reales y suficientemente accesibles para seguir la historia sin necesidad de una Licenciatura en Matemáticas. Las dudas que surgen a lo largo de la investigación se resuelven lógicamente, sin hacer trampas (creo), y con un brillante manejo del "suspenso académico" (por llamarlo de algún modo), donde las discusiones del joven con sus compañeros o maestros bastan para capturar nuestra atención, sin necesidad de artificios narrativos ni escenas de acción. UFO consiste básicamente en gente hablando, resolviendo problemas matemáticos, y sacando extraordinarias conclusiones que hacen volar nuestra imaginación. O al menos así será para "geeks" como yo, hambrientos de un relato que tome en serio el estudio de los Fenómenos Aéreos No Explicados sin reducirlos a un chiste o un estereotipo de terror.
Y para evitar que UFO se convierta en una seca discusión sobre números primos y constantes universales, Eslinger diseñó una serie de personajes cuya interacción construye un arco dramático realista y emotivo, enfocándose en la obsesión de Derek y su efecto en las personas que lo conocen.
Hablando de lo cual: después de The X-Files, imagino que Gillian Anderson recibió decenas, quizás cientos de ofertas para participar en películas de índole paranormal... y la única que ha aceptado hasta el momento es UFO, lo cual es buen indicio de la calidad del libreto y el compromiso del director con sus actores. El papel de Anderson ("Profesora Hendricks") es breve pero esencial para la historia. Y lo mismo podemos decir del gran David Strathairn como el Dr. Ahls, encargado de la investigación oficial, incluyendo el "cover-up" de los hechos reales. Sin embargo Ahls no es un típico villano gubernamental que recibirá su merecido a manos del joven rebelde; por el contrario, su personaje es tan inteligente como Derek, e igualmente empeñado con encontrar respuestas a preguntas imposibles.
Finalmente, Alex Sharp interpreta a Derek como un clásico genio socialmente inepto, pero con suficientes rastros de humanidad para evitar que se vuelva antipático. Su evolución emocional es sutil, y tan satisfactoria como las deducciones que conducen al excelente final, que resuelve algunas dudas y plantea nuevas incógnitas para dejarnos pensando durante largo rato.
Entonces, UFO es una de las mejores películas que he visto sobre fenómen... OVNIs. Les voy a llamar OVNIs. Casi no tiene efectos especiales, pero no los necesita, ya que sus ideas se sostienen por sí mismas, y las actuaciones reflejan múltiples puntos de vista sobre estos controversiales temas. Por cierto: el avistamiento que inicia la cinta UFO está inspirado en un evento real. ¿Objeto inexplicable, o "fenómeno climático"? Ustedes decidan.
Calificación: 9

IMDb

Saturday, September 8, 2018

La Monja (The Nun)



Síntomas: En 1952, una monja se suicida en una remota abadía rumana, y el Vaticano envía al Padre Burke (Demián Bichir) y la Novicia Irene (Taissa Farmiga) para investigar las causas del terrible pecado.

Diagnóstico: The Conjuring sigue dando, y dando, y dando...
Creo que se trata de un caso único en el cine de terror (o cualquier género, ahora que lo pienso), donde una exitosa película no solo inspira secuelas, sino una serie de "spin-offs" que pretenden extender el universo de la cinta original, o explicar los "orígenes" de personajes (¡o cosas!) que parecían detalles irrelevantes hasta que algún productor creativo (James Wan, probablemente) tuvo la visión de transformarlos en estrellas de sus propias películas.
Así, además de las secuelas "oficiales" The Conjuring 2 y The Conjuring 3 (por estrenarse en el 2019), The Conjuring también "inspiró" Annabelle, su secuela Annabelle: Creation, La Monja, y la próxima The Crooked Man (en este punto me abstendré de mencionar la teoría que conecta The Conjuring con el universo de Insidious).
Al igual que los demás "spin-offs", La Monja no parece particularmente necesaria ni relevante para la mitología de The Conjuring; pero tiene buenas actuaciones, una excepcional atmósfera gótica, y suficientes valores de producción para justificar nuestro tiempo, incluso si no añade mucho a la narrativa global.
La Monja empieza bastante bien, con el Padre Burke y la Novicia Irene investigando el suicidio de una monja y sus inusuales consecuencias. La primera media hora establece un fascinante misterio que, desde luego, podría relacionarse con eventos del pasado que regresarán para obstruir o ayudar en la investigación. Demián Bichir no parece muy convencido en el papel de sacerdote-detective, pero podríamos atribuirlo al conflicto interno de un hombre atrapado entre la metodología pseudo-científica y su devoción religiosa. Taissa Farmiga se roba la película por default, pues es la única que toma en serio el material y adapta su actuación al voluble tono del libreto, el cual varía entre adecuada tensión (aquellos paseos nocturnos por los corredores de la abadía), hasta el aparatoso espectáculo de efectos especiales que el director Corin Hardy (The Hallow) emplea como último recurso para asustarnos, o al menos distraernos del tergiversado libreto que divaga de un lado a otro, hasta que por fin recuerda el punto de la película (sí, la Monja del título).
De todos estos "spin-offs", el que más ha gustado es Annabelle: Creation, justamente porque cultivó el suspenso y el estudio de carácter por encima de los efectos especiales. Para bien o para mal, La Monja hace lo contrario, apresurando el paso durante las partes "lentas" (todo aquello que me parecía interesante) para llegar tan rápido como sea posible a los gritos, los sobresaltos, y las pesadillescas visiones que podrían explicar el suicidio... así como la mala reputación que tiene la abadía entre los habitantes locales.
Y los efectos no son malos, después de todo, combinando técnicas tradicionales (cortesía del gran Estudio ADI) con truquería digital de buena calidad... pero con poco significado dramático. Sin revelar más de la cuenta, diré que me gustó bastante la Gran Explicación sobre el origen de la Monja, y quizás de la franquicia entera; pero no hay suficiente historia para llenar noventa minutos de película, haciendo necesario el "relleno" de eventos arbitrarios sin influencia sobre la premisa principal. La cual, por cierto, se parece a uno de mis episodios favoritos de The Twilight Zone. No diré más.
Dentro del "Conjureverso" yo ubicaría La Monja más o menos al mismo nivel de la primera Annabelle... algunas buenas ideas, un par de escenas tenebrosas, y un adecuado elenco que casi rescata la cinta con su desempeño personal. No hay nada en La Monja que sea único o innovador; pero podría recomendarla para devotos de la franquicia y para espectadores casuales con ganas de sustos genéricos que no requieren demasiada atención ni empatía por los personajes (véanla en un cine con buen sistema de sonido). En resumen: horror "chatarra" que satisface durante un momento y se olvida de inmediato. Excepto para quienes sufren esfeniscifobia (miedo a las monjas)(o a los pingüinos... no estoy seguro).
Calificación: 7

IMDb

Thursday, September 6, 2018

What Keeps You Alive



Síntomas: Jules (Brittany Allen) y su esposa Jackie (Hannah Emily Anderson) celebran su primer aniversario en una casa de campo a orillas de un pintoresco lago. Sin embargo durante el fin de semana surgirán secretos del pasado con mortales consecuencias.

Diagnóstico: What Keeps You Alive ofrece una variación de "cabaña en el bosque" donde no hacen falta fantasmas ni demonios para inspirar temor, pues ya sabemos que el humano es el peor monstruo de todos. O también podríamos verla como un relato de "invasión doméstica", donde la invasión proviene de una dirección tan inesperada que destruye la fórmula y la transforma en algo más íntimo y perturbador, dedicado por igual a la torcida psicología de los personajes y a la violencia que desatan.
A fin de cuentas lo importante de What Keeps You Alive no es el género al que pertenece, sino su experto manejo del suspenso y las revelaciones que cambiarán para siempre la relación de las protagonistas, atrapadas en una situación que rebasará los límites que creían tener. O quizás ya sabían, y solo necesitaban la motivación apropiada para mostrar su auténtica naturaleza.
Por el lado negativo, son muy notorios los agujeros lógicos que requiere el libreto del director Colin Minihan para mantener la trama en movimiento. Y también hay muchas oportunidades de terminar la historia prematuramente, si ciertos personajes mostraran un poco de iniciativa. Pero, bueno, tampoco podemos esperar que todos se conviertan instantáneamente en Ripley o John McClane cuando la situación lo amerita.
Estos "pecados de omisión" reducen parcialmente el impacto de What Keeps You Alive e instigan irritación por el desarrollo de algunas escenas; pero también subrayan la capacidad de Minihan y su elenco para forjar una conexión con el espectador que distrae nuestra atención de los errores y nos envuelve en el conflicto emocional.
Brittany Allen y Hannah Emily Anderson prestan realismo a un matrimonio que aún se encuentra en la etapa romántica, pero con dificultades potenciales debido a los secretos que una de ellas está guardando. Y cuando eventualmente se encuentran en peligro, ambas actrices enfrentan con aplomo las rigurosas escenas de violencia que atormentan a Jules y Jackie. Bueno, a una más que a la otra.
La previa película del director Colin Minihan (It Stains the Sands Red) me gustó mucho por su innovadora perspectiva de los zombies y la ingeniosa evolución que atraviesa su protagonista (también interpretada por Brittany Allen). En esta ocasión Minihan escribió una historia más madura y sin zombies (ni elementos sobrenaturales), pero con similares retos dramáticos que las actrices resuelven con absoluta convicción. Cierto, el director hace trampa de vez en cuando para guiar la historia en la dirección correcta; pero el resultado justifica sus decisiones y transforma una cansada premisa de terror en un eficiente thriller psicológico lleno de sorpresas y traiciones. Lo que debemos temer no es la cabaña misma, sino el aislamiento que representa... físico y mental.
Calificación: 8

IMDb

Wednesday, September 5, 2018

November



Síntomas: En una provincia de Estonia donde la magia y los espíritus son realidades cotidianas, la joven Liina (Rea Lest) se enamora de Hans (Jörgen Liik), pero él solo está interesado en la hija del Barón alemán que controla la región.

Diagnóstico: A veces una película nos cautiva por su historia, o por las imágenes que ofrece, o por las actuaciones de un elenco que captura perfectamente la realidad de sus personajes. Y en otras ocasiones es porque, simplemente, nunca habíamos visto algo similar.
Me complace decir que November responde a ambas descripciones: su excepcional manufactura y estilo visual complementan un argumento al mismo tiempo simple y absolutamente impredecible, creando una experiencia única que desafía la imaginación y deleita los sentidos.
Paradójicamente, es imposible darle una efusiva recomendación a November porque su oblicuo argumento podría frustrar a algunas personas que lo interpretarán como un capricho creativo sin pies ni cabeza, lo cual es un punto de vista completamente válido. Sin embargo, con un poco de paciencia encontraremos una visión tan original que cuesta trabajo describirla. Pero lo voy a intentar: November es una combinación de The Witch, David Lynch, y alguna pesadilla folclórica conjurada en las páginas de Sandman o Hellboy.
En otras palabras: November es un regalo para fans del cine "raro" que quieran visitar un mundo lleno de misterios y emociones donde los fantasmas son reales, el diablo acude para hacer tratos cuando uno silba en una encrucijada, y las plagas pueden evitarse con ingeniosos disfraces.
El asunto del triángulo romántico sirve para darle una estructura vagamente coherente a November, pero lo más importante (en mi humilde opinión) es la revelación gradual de las reglas que gobiernan este alucinante universo. Desde luego no hay que esperar explicaciones claras y concretas; la mayor parte del tiempo estaremos preguntándonos qué demonios está pasando, y solo con el paso del tiempo encontraremos la lógica de la magia y la motivación de los personajes... por irracional que pueda parecer.
Además, hay que tomar en cuenta que November está basada en una novela muy popular en Estonia, así que probablemente existen incontables factores que se "perdieron en la traducción" (no solo de lenguaje, sino de culturas), pues la película incluye comentarios sobre los orígenes de Estonia, la ocupación alemana, y los conflictos religiosos que dividen a la población (los gobernantes quieren establecer el cristianismo, pero los campesinos simplemente incorporan esos rituales a su rica tradición pagana).
Y si nada de eso suena interesante, siempre queda la extraordinaria cinematografía monocromática que transforma cualquier locación (ya sea el bosque o una decrépita cabaña) en un cuadro impresionista cuyos claroscuros evocan la desolación de los personajes y la crudeza del clima que los volvió egoístas y pragmáticos... la moralidad fue aniquilada por el instinto de conservación, y nada está prohibido con tal de sobrevivir el invierno.
Finalmente: los "kraats". No voy a arruinar la sorpresa describiendo su función o apariencia. Solo diré que están entre las cosas más hermosas/perturbadoras que he visto este año. Y eso incluye la quijada de Thanos.
Calificación: 9

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Monday, September 3, 2018

Summer of '84



Síntomas: En el verano de 1984, cuatro amigos tratan de identificar al asesino que está matando adolescentes en su ciudad... antes de convertirse en víctimas.

Diagnóstico: Una de mis películas favoritas del 2015 fue Turbo Kid, un divertido homenaje al cine post-apocalíptico de los ochentas, repleto de humor, estilizada violencia, y personajes entrañables (era imposible no enamorarse de Apple).
Y ahora, los directores de Turbo Kid regresan con Summer of '84, que desde el título mismo anuncia otra visita a la década que está siendo re-descubierta por las nuevas generaciones como el pináculo de la cultura popular contemporánea (estoy bromeando... creo).
Debo confesar que mis expectativas de delirante “retro-gore” nublaron un poco mi reacción inicial al tono sobrio y realista de Summer of '84. Para empezar, no es una película de horror ni fantasía, sino un "thriller suburbano" en el estilo de The 'Burbs, Disturbia, o la serie televisiva Eerie, Indiana... pero sin componentes sobrenaturales. En otras palabras, no es Stranger Things ni It, a pesar de que la publicidad intenta asociarla con esos recientes pastiches ochenteros.
En vez de eso, Summer of '84 resultó ser un melancólico relato "coming of age" que indudablemente evoca la era de Spielberg, Joe Dante y similares, pero en un plano más humano donde se explora la oscura psicología de los suburbios, manteniendo un buen balance entre el suspenso de una investigación amateur y los problemas sociales que se gestaban bajo la idílica fachada del "sueño americano". Desde luego no es una idea original, pero creo que está ganando nueva relevancia en el siglo veintiuno, ahora que aquel sueño adquiere aspectos de pesadilla.
Los temas serios y la aventura no siempre coexisten armoniosamente en Summer of '84, pero establecen un fascinante subtexto para la dinámica entre Davey (Graham Verchere) y sus mejores amigos "Eats" (Judah Lewis), "Woody" (Caleb Emery), y Curtis (Cory Gruter-Andrew), cada uno a cargo de su particular cliché juvenil (el rebelde, el "comic relief", el "nerd", etc.), y siempre dispuestos a debatir sobre trivialidades que parecían enormemente importantes a esa edad (por ejemplo: la capacidad estratégica de los ewoks, la realidad de los OVNIs; y desde luego la especulación sobre hipotéticas experiencias sexuales).
Afortunadamente la nostalgia nunca opaca la historia principal; y además, esta modesta producción canadiense no cuenta con suficientes recursos para pagar licencias de canciones famosas ni marcas populares (cuando mucho escuchamos un "cover" de Cruel Summer, originalmente de Bananarama), lo cual termina siendo una ventaja, pues le permite enfocarse en el "zeitgeist" cultural en vez de los detalles decorativos.
Lo cual nos lleva a la investigación de Davey Armstrong, absolutamente convencido de que su vecino es el asesino serial que ha estado matando adolescentes en el pueblo de Ipswich, Oregon. Sus deducciones tienen cierta lógica, pero la simple idea de que un monstruo humano pueda vivir en una comunidad tan apacible parece imposible. De cualquier modo sus amigos aceptan ayudar en la investigación, y bueno... como siempre, las cosas se complican.
Pero no demasiado. Como dije, no hay "twists" sobrenaturales, ni "gore" excesivo, y mucho menos efectos especiales. Simplemente un relato metódico y lineal que me dejó satisfecho en el nivel racional... y me frustró un poco en el nivel emocional.
Los directores François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell se rehusaron a reciclar las rutinas de sangre y meta-humor de Turbo Kid, logrando que Summer of '84 fuera una película más madura y realista. Pero en el fondo yo quería esas rutinas de sangre y meta-humor. En fin... Summer of '84 sigue siendo una sólida muestra de cine independiente; y aunque no fue lo que yo esperaba, puedo recomendarla, especialmente para espectadores de mi generación que apreciarán los recuerdos de una vida más simple e inocente, libre de Internet y redes sociales, donde la información se encontraba en libros y bibliotecas. Y donde una revista National Geographic era lo más cercano a la pornografía.
Calificación: 8

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