Wednesday, September 19, 2018
Mandy
Síntomas: Después del brutal ataque de un grupo de cultistas, el leñador Red Miller (Nicolas Cage) hará hasta lo imposible por vengarse.
Diagnóstico: No me malinterpreten: me gustó mucho Mandy, pero al mismo tiempo me pareció un paso atrás para el director Panos Cosmatos, después de la brillante y esotérica Beyond the Black Rainbow (una de mis películas favoritas del 2012, y posiblemente de toda mi vida).
Después de pensarlo mucho, creo que encontré la razón de mi (ligera) decepción: Beyond the Black Rainbow incluyó un fascinante misterio que me mantuvo pensando durante la película entera, tratando de desentrañar el significado de escenas bellísimas pero incomprensibles, y la conexión entre bizarros personajes que no ofrecían muchas pistas sobre sus intenciones o motivación. Era el tipo de película que exigía múltiples visitas para asimilar sus detalles y descubrir sus secretos.
Por el contrario, siempre sabemos exactamente lo que está pasando en Mandy. La historia es muy simple, y los personajes apenas tiene sustancia debajo de su apariencia. Bueno, hay un ligero misterio sobre un grupo de "bikers" que contribuyen a la tortura de Red, pero se explica rápidamente y regresamos al thriller de venganza que hemos visto cien veces.
Aunque, para ser justos, nunca se había visto como Mandy.
Aquí es donde entra en juego la genialidad de Panos Cosmatos y su delirante estilo visual, inundando nuestros ojos con vivos colores y nuestros oídos con tonos electrónicos que perturban los nervios más que la violencia, la sangre, y la crueldad de los villanos (y en ocasiones del héroe). Mandy es una obra de arte de principio a fin; y utiliza la trillada historia de venganza como conducto de su sensibilidad artística, contrastando la belleza de sus escenas con el horror de las acciones perpetradas en la pantalla.
El ataque que sufre Red es increíblemente brutal... casi incomprensible. Por lo tanto, su reacción debe ser igualmente extrema, justificada por el sufrimiento que lo acompaña durante la segunda mitad de Mandy. Y naturalmente Nicolas Cage es el individuo ideal para capturar la febril visión de Cosmatos, quien deja libre al actor para seguir sus desorbitados instintos, siempre y cuando conserve el inflexible propósito de su misión. De hecho, estuve pensando si éste habrá sido el plan de Cage durante la década pasada... desarrollar un nuevo estilo de actuación, confiando en que el cine eventualmente alcanzaría ese mismo nivel de exuberante intensidad. Werner Herzog fue el primero en reconocerlo con The Bad Lieutenant: Port of Call - New Orleans; después llegó Mom and Dad... y ahora con Mandy podemos confirmar que existe un método detrás de la locura de Cage, y tan solo se adelantó a su tiempo. O quizás estoy viendo lo que quiero ver, y Panos Cosmatos simplemente encontró el proyecto correcto para explotar la manía de un actor fuera de control. Lo que haya sido... funciona muy bien.
Por su parte, Andrea Riseborough se convierte en la conexión espiritual de la película, aprovechando su exótico rostro para darle al personaje de Mandy un aura etérea e irreal... casi alienígena. Y Linus Roache, como el líder de los cultistas, es apropiadamente egomaníatico, pero consciente de las mentiras que fundamentan su doctrina religiosa.
Mandy se ubica en 1983 ("A.D."), pero no abusa de referencias culturales. La cinta comienza con una canción de King Crimson, y el resto de la banda sonora (esos "tonos electrónicos" que mencioné hace un momento) está a cargo del finado compositor alemán Jóhann Jóhannsson (a quien está dedicada la película).
Panos Cosmatos filtra todos estos elementos a través de su singular estética, y el resultado es una película inolvidable por su forma... pero superficial en su fondo. De cualquier modo Mandy exige una entusiasta recomendación, así como continua atención a la carrera de Panos Cosmatos, pues se confirma su talento para crear experiencias únicas y memorables que desafían las convenciones del cine comercial. Solo espero que dedique más tiempo al libreto de su próxima película; las luces de colores y trucos de edición atrapan los sentidos por un momento, pero prefiero las ideas que resuenan en el cerebro después de terminar la película. Así es como se gesta un clásico.
Calificación: 8.5
IMDb
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
WOW ya me había olvidado de este blog, soy seguidor desde cinencanto. Me preguntaba porque de pronto mis experiencias cinefilas habían ido a la baja en cuanto a calidad. Me faltaba la "guía" de un amante de cine, como tu, que de repente sugiere películas que pasan desapercibidas del mainstream, pero que son unas joyitas. Saludos, estaré rondando por aquí
ReplyDeleteHumberto B.
Cangrejillo: ¡Bienvenido! Muchas gracias por tus amables palabras, y ojalá sigas encontrando útil el blog después de tanto tiempo. Saludos!
ReplyDelete