Thursday, December 31, 2020

¡Muchas Felicidades!



A pesar de todos los retos que vivimos en el año 2020, no puedo quejarme porque tengo la oportunidad de agradecer una vez más a los lectores sus visitas, comentarios, y su apoyo (¡incluyendo donativos!) hacia este modesto blog, que está próximo a cumplir siete años. Les deseo lo mejor para el 2021, y espero sinceramente que la situación mundial mejore... aunque un pequeño sector paranoico de mi cerebro sigue pensando que este es solo el principio. En fin... como dicen, "hay que esperar lo mejor, y prepararse para lo peor". Con un poco de suerte, lo "peor" del 2021 será que Dune no sea tan buena como esperamos. ¡Reciban un abrazo, y muy Feliz Año Nuevo! ¡Gracias por todo!

Pablo del Moral

Wednesday, December 30, 2020

Soul



Síntomas: El sueño del profesor de música Joe Gardner (voz de Jamie Foxx) siempre fue tocar en una banda profesional de jazz; pero el día en que se cumple su deseo Joe sufre un accidente que lo deja en estado de coma, y su alma llega a "El Gran Antes", donde las nuevas almas se preparan para su encarnación en la Tierra.

Diagnóstico: Después de un largo período de interminables secuelas y mediocres cintas infantiles, el estudio Pixar decidió madurar y abordar temas más adultos, sin perder el sentido del humor y sensibilidad familiar que tanto éxito les dio. El mejor ejemplo de esta nueva fase fue la cinta Inside Out (2015), una ingeniosa exploración de la psicología humana adornada con vivos colores y simpáticos personajes para hacer más digerible su mensaje. Y ahora Pixar dirige su atención a otro gran misterio existencial en Soul, una surrealista parábola sobre el significado de la vida desde el punto de vista de la muerte. Definitivamente no estamos en territorio de Cars 2.
El profesor de música Joe Gardner (voz de Jamie Foxx) disfruta su trabajo en una escuela secundaria de Nueva York, pero no es lo que quería hacer en la vida. Entonces recibe la oportunidad de tocar con el grupo de jazz de la legendaria Dorothea Williams (voz de Angela Bassett), y aunque solo es por una noche, podría ser el comienzo de su nueva vida. Desafortunadamente Joe sufre un accidente, y su alma termina en una zona metafísica donde extrañas entidades preparan a las almas nuevas para su llegada a la Tierra. Ahí conoce a 22 (voz de Tina Fey), un alma cínica y rebelde que no obedece las reglas, y ambos emprenden una aventura multi-dimensional que tal vez les ayudará a encontrar el sentido de la vida.
En cierto modo Soul recicla la fórmula de incontables películas donde los personajes buscan algo, y encuentran otra cosa. Sin ir muy lejos, la previa cinta de Pixar, Onward, hizo exactamente lo mismo, con un par de hermanos que buscaban un objeto mágico, y descubren el significado de la familia, o algo así. Pero Soul es mucho más ambiciosa en sus conceptos e intención, pues propone una inusual cosmología con reglas y procesos espirituales que debemos asimilar al mismo tiempo que el protagonista... y ahí es donde Soul tropieza de vez en cuando con su desbordante creatividad.
Las condiciones del "Gran Antes" y la preparación de las nuevas almas son razonablemente claras, pero implican obstáculos arbitrarios y soluciones convenientes que desafían la tradicional elegancia narrativa de Pixar, quienes antes ponían gran cuidado en la cohesión de sus libretos. Claro, eso era cuando hacían una película cada tres o cuatro años; pero cuando empezaron a hacer varias películas al año (Onward se estrenó en Marzo del 2020), fue evidente que el rigor de antaño se redujo en aras de la productividad... probablemente por solicitud de Disney.
Pero, bueno... es normal que no todo "conecte" perfectamente en una historia tan densa como Soul. Y hasta podríamos decir que sus variaciones representan la estética del jazz, improvisando pasajes y creando transiciones que nos desorientan momentáneamente, hasta que se vuelven parte natural de la composición gracias al talento de los "músicos" (en este caso los directores Pete Docter y Kemp Powers). Por ejemplo: en un momento crítico donde está en juego el futuro de Joe, todo se detiene para... cortarse el cabello. Es una escena maravillosa que contribuye a los temas de la película, pero ni así logra ocultar su incongruencia con el etéreo tono de la cinta.
Afortunadamente hay tantas cosas buenas en Soul que sus ocasionales caprichos no disminuyen el valor de la experiencia general; sobre todo cuando esas cosas buenas incluyen las maravillosas actuaciones de Jamie Foxx, Tina Fey, Richard Ayoade, y Phylicia Rashad; las piezas de jazz compuestas por Jon Batiste, mágicamente conjugadas con la música incidental de Trent Reznor y Atticus Ross (Portento del Fin del Mundo No. 139: Disney colabora con Nine Inch Nails); y, desde luego, la animación más expresiva y los ambientes más foto-realistas que ha generado Pixar hasta el momento, lo cual es decir bastante.
Sigo disfrutando el cine "tradicional" de Pixar (al menos parcialmente), pero Soul despertó partes de mi cerebro que nunca se activaron mientras veía Toy Story, Monsters, Inc., o incluso The Incredibles, lo cual no solo refleja la madurez de Pixar como artistas, sino el reconocimiento de que el público que capturaron hace un cuarto de siglo (se escucha más dramático así) también creció, y ahora tiene preguntas más complicadas que "¿mis juguetes hablan cuando nadie los ve?" Me gusta mucho este camino, y esperaré con entusiasmo los frutos de la "crisis de la edad madura" de uno de los estudios más audaces e innovadores de Hollywood... siempre y cuando Disney les siga dando permiso de extender su mercado objetivo. A fin de cuentas todos salimos ganando; pero, como Soul sugiere, no es fácil romper los hábitos del pasado.
Calificación: 9

IMDb

Monday, December 28, 2020

The Midnight Sky



Síntomas: Durante una catástrofe global, el astrónomo Augustine Lofthouse (George Clooney) decide permanecer en el observatorio ártico Barbeau para contactar a los tripulantes de la misión espacial Aether, quienes regresan a la Tierra sin saber lo que les espera.

Diagnóstico: Después de realizar varios dramas de mediana calidad (como The Monuments Men y Suburbicon)(para ser justos, Good Night, and Good Luck fue excelente), George Clooney decidió intentar algo distinto en su faceta de director, y el resultado fue The Midnight Sky, una obra de ciencia ficción "seria" que aspira al mismo nicho de cintas como Interstellar, Arrival y The Martian. Sin embargo le faltó el ingrediente principal de la ciencia ficción seria: grandes ideas que exploren, refuten o expandan nuestra percepción del universo y de la humanidad misma. Sin ese componente esencial The Midnight Sky es básicamente una elegante "B-Movie" con grandes estrellas de cine (George Clooney y Felicity Jones), excelentes efectos especiales (algunos realizados con la nueva técnica de "Stagecraft" que desarrolló ILM para la serie The Mandalorian), y un drama personal relativamente satisfactorio, pero con limitada resonancia emocional.
No estoy diciendo que The Midnight Sky sea una mala película; pero tampoco fue la experiencia trascendental que el director probablemente esperaba. O tal vez Clooney solo quiso aprovechar el contexto post-apocalíptico para mostrar la tenacidad del espíritu humano. Como sea, me gustó The Midnight Sky, aunque podría decepcionar al público con expectativas más... intelectuales. Lo cual no tiene nada de malo.
En términos prácticos, The Midnight Sky incluye dos sub-tramas separadas por millones de kilómetros: en la Tierra, Augustine Lofthouse (George Clooney) enfrenta una grave situación personal que influye en su decisión de quedarse en la estación científica Barbeau, en vez de evacuar junto con los demás trabajadores. Entonces, en completa soledad (o al menos eso cree), Augustine utiliza la poderosa antena del observatorio para contactar a la tripulación de la nave Aether.
En el espacio, los tripulantes de la Aether enfrentan crisis físicas y existenciales, empezando por la interrupción de comunicaciones con la Tierra. Ellos se lo atribuyen a fallas mecánicas; pero, sea cual sea la razón, la soledad y la frustración empiezan a afectar su desempeño.
Ambas sub-tramas se conectan gradualmente por medio de "flashbacks" donde vemos cómo Augustine (interpretado en su versión joven por Ethan Peck)(Sí, el nuevo Spock de Star Trek: Discovery) se relaciona con los inicios de la Misión Aether.
Las dos historias tienen buenos momentos de drama, suspenso, y un poco de acción. Sin embargo los "flashbacks" me parecieron débiles y casi innecesarios... hasta que llegamos al "twist" final que, francamente, se siente como un truco barato, y ni siquiera causa suficiente impacto para justificar su existencia. Pero, bueno... al menos responde algunas preguntas, y repara agujeros lógicos en el libreto escrito por Mark L. Smith, y basado en la novela "Good Morning, Midnight", de Lily Brooks-Dalton.
La cinematografía es excelente tanto en la Tierra como en el espacio; los efectos especiales merecen verse en una pantalla de buen tamaño para apreciar su diseño y atención al detalle (sin embargo, por ser una exclusiva de Netflix, sospecho que mucha gente terminará viendo The Midnight Sky en tabletas o teléfonos). Y aunque no diría que las actuaciones son brillantes, definitivamente reflejan el talento de un reparto que incluye a Felicity Jones, David Oyelowo, Kyle Chandler, Demián Bichir, Tiffany Boone, Sophie Rundle, Tim Russ (¡otra conexión con Star Trek!) y la niña Caoilinn Springall.
Entonces, The Midnight Sky está muy lejos de Interstellar o Arrival, pero podría competir (con amplia ventaja) en la misma categoría que Ad Astra o Transcendence, lo cual es más que suficiente para darle una recomendación, acompañada por la advertencia de mantener bajas expectativas, y no esperar mucha "ciencia" en este lento pero ambicioso relato post-apocalíptico con buenas imágenes, y un poco de redención para el fin del mundo. A estas alturas no podemos pedir más.
Calificación: 7.5

IMDb

Sunday, December 27, 2020

Wonder Woman 1984



Síntomas: El magnate petrolero Max Lord (Pedro Pascal) utiliza una reliquia mágica para salvar a su empresa de la ruina, pero su ambición crece hasta poner al mundo en peligro, y solo Diana Prince (Gal Gadot) podrá detenerlo.

Diagnóstico: Al igual que Diana Prince, la película Wonder Woman 1984 tiene dos identidades que luchan por encontrar un balance entre lo que QUIEREN hacer y lo que PUEDEN hacer.
Para empezar, me agradó la estructura básica de Wonder Woman 1984 porque, a pesar de utilizar magia y mitología como ejes del argumento, trata de seguir una secuencia (relativamente) lógica, conectando crisis progresivamente más grandes, y modificando el comportamiento de los villanos conforme los corrompe el poder. Y también Diana Prince tiene oportunidad de evolucionar, como indica el prólogo ubicado en la isla de Themyscira, donde la joven Diana (Lilly Aspel) compite en un evento deportivo contra amazonas más grandes que ella, y recibe una lección de vida que le enseña el auténtico significado de la Navidad. Perdón, del heroísmo.
Entonces, los temas y estructura de Wonder Woman 1984 estaban bien acomodados para construir una digna sucesora de la exitosa película original. ¿Qué salió mal?
No estoy seguro. Supongo que la directora Patty Jenkins lleva una buena parte de la culpa, junto con el co-guionista Geoff Johns, veterano escritor de comics cuya transición al mundo del cine fue recibida con gran regocijo (al menos por mi), pues por fin estaría a cargo alguien que "entiende" los comics... aunque su presencia no ha logrado corregir el Universo Cinematográfico de DC Comics. O tal vez Johns perdió perdió la razón (junto con su alma) cuando aceptó un trabajo en Hollywood.
Como sea, el punto es que Wonder Woman 1984 comienza con buenas ideas que se arruinan por una terrible ejecución. Como ejemplo voy a señalar la primera secuencia de acción en el "presente" (1984): cuatro ladrones roban una joyería en un centro comercial; pero no les interesan las joyas del mostrador, sino la bodega secreta donde se trafican reliquias arqueológicas para coleccionistas privados. Entonces Diana (Gal Gadot) detiene el robo, atrapa a los ladrones, y salva vidas inocentes. La secuencia establece el "sabor" cultural de los ochentas, y también nos muestra la adaptación de Diana al "mundo de los hombres", utilizando sus poderes con asombrosa soltura mientras protege su identidad del escrutinio público. Además, el asunto del mercado negro conduce al "mcguffin" que todos quieren poseer... incluyendo a Diana.
Sin embargo, parece que el libreto también se escribió en los ochentas, pues está plagado de arcaicos clichés que frenan cualquier intento de innovación y destruyen todo indicio de suspenso. La "historia" se siente tan forzada y superficial como una caricatura ochentera, escrita por comité para satisfacer a los mercadólogos en vez del público. Al igual que el villano Maxwell Lord (Pedro Pascal), Patty Jenkins y Geoff Johns quieren resolver todo mágicamente, sin invertir tiempo ni esfuerzo en la integración orgánica de los elementos narrativos (dos ejemplos: el absolutamente ridículo asunto del avión; y la búsqueda del libro que guarda las respuestas sobre la reliquia). Y tampoco supieron crear momentos dramáticos que se sientan auténticos, en vez de inertes y pre-fabricados (como la relación entre Lord y su hijo... o, peor aún, el espectacularmente estúpido final).
Entre las cosas rescatables de Wonder Woman 1984 señalaría la actuación de Gal Gadot, sobre todo cuando sufre los estragos de la reliquia mágica y disminuye su poder. Esa vulnerabilidad restaura la humanidad de Diana y nos muestra su temple como persona normal, y no necesariamente como Princesa de las Amazonas. Pedro Pascal empieza bien como un pintoresco magnate petrolero con grandes planes para rescatar su empresa de la bancarrota, pero termina como parodia de villanía. A Kristen Wiig le ocurre lo contrario: empieza como arquetípica "nerd" incomprendida, y gana dimensión conforme se manifiestan sus poderes. Lástima que su gran pelea con Diana sirve como "anti-clímax" libre de tensión, y con cuestionables efectos especiales. Curiosamente Chris Pine se roba la película como Steve Trevor (después de que lo odié en la cinta original), adoptando la función de "pez fuera del agua" que añade un poco de humor para aligerar la situación.
Parece fácil culpar a la directora, pero sospecho que Wonder Woman 1984 sufrió considerable influencia de ejecutivos empeñados en "arreglar" los problemas de la primera película, y satisfacer las expectativas del público... al menos como ellos las imaginan. Y, a fin de cuentas, Wonder Woman 1984 no es un desastre completo porque incluye buenas secuencias de acción (como la de Egipto), maneja conceptos interesantes, y tiene un ritmo inesperadamente ágil que mantiene nuestra atención durante dos horas y media, lo cual fue un pequeño triunfo por sí mismo. Pero definitivamente fue un paso atrás para Wonder Woman, para el Universo de DC Comics, y para el cine de super-héroes en general. Ya debería estar acostumbrado, pero después de tantos retrasos yo esperaba algo mejor. No cometeré el mismo error con las demás películas pospuestas por la pandemia.
Calificación: 7 (gana medio punto por la escena durante los créditos finales)

IMDb

Friday, December 25, 2020

Deathcember



Síntomas: Antología de 26 cortometrajes sobre los horrores que puede ocultar la Navidad.

Diagnóstico: Me alegra que el horror navideño se haya convertido en una tradición anual, en vez de una anomalía ocasional en el cine decembrino. Por otro lado, generalmente son películas independientes de bajo costo y aún menor ambición, que rara vez capturan la oscuridad latente de una temporada tan festiva.
Por el contrario, la antología Deathcember muestra desmedida ambición al presentar 26 cortometrajes (incluyendo dos durante los créditos finales) cuyos temas, técnicas y tonos abarcan un rango tan amplio que inevitablemente encontraremos algo interesante, o al menos divertido. No es tanto la calidad, sino la cantidad.
Algunos segmentos de Deathcember son tan breves que hasta una escueta sinopsis podría arruinar sus sorpresas. Entonces, en vez de describir cada una de las historias, solo mencionaré las que más me gustaron. Y, como no fueron muchas, tampoco será una "cápsula" demasiado larga.
"X-Mas on Fire", de Florian Frerichs: Varios criminales disfrazados de Santa Claus roban una joyería en Navidad con inesperados resultados. Un poco de violencia, y un "twist" surrealista que le da inesperada dimensión al relato.
"Villancicos", de Isaac Ezban (El Incidente, Los Parecidos): Buen manejo de tradiciones mexicanas, y un concepto absurdo (en el buen sentido) que no teme llevarnos a su consecuencia lógica.
"The Hunchback of Burg Hayn", de Bob Pipe: Homenaje al cine mudo con buenas dosis de humor negro.
"Crappy Christmas: Operation Christmas Child", de Jürgen Kling: Si no fuera animación estilo Gumby, sería un cortometraje escandalosamente brutal y profano; pero la técnica de "stop motion" y los personajes estilizados añaden un tono juguetón que diluye (un poco) el horror de la tragedia que retrata. Definitivamente mi segmento favorito de la antología.
"Five Deaths in Blood Red", de Ama Lea: Como típico homenaje al cine "giallo", es más estilo que sustancia; pero con eso quedé satisfecho.
"A Christmas Miracle", de Vivienne Vaughn: Fábula minimalista con la clásica moraleja de "ten cuidado con lo que pides, porque puedes recibirlo". En realidad no es muy buena, pero sale Barbara Crampton.
"Milk and Cookies", de Sam Wineman: Santa Claus cumple los deseos de un niño, aunque no todo es como parece. Una de las más originales interpretaciones de Santa Claus que he visto en el horror navideño.
"They Once Had Horses", de Lucky McKee (May, All Cheerleaders Die): Melancólico relato del viejo oeste sobre dos vaqueros que celebran la que podría ser su última Navidad. Otro de mis favoritos, no solo por la increíble atmósfera y cinematografía en blanco y negro, sino por las sinceras emociones que expresan los personajes.
"Before Sundown", de Jason A. Rostovsky: Una tradición judía influye en la Navidad de tres adolescentes. Buena "creature feature" donde apenas vemos al monstruo.
"Christmas Corp.se", de Annika Marx: Una fiesta navideña corporativa se arruina por un documento maldito. Creativo concepto que podría extenderse a largometraje.
Ninguno de estos diez cortos son excepcionales, y los restantes dieciséis varían entre "ugh" y "meh". Pero, como dije, la cantidad de material inspira constante curiosidad y ocasional satisfacción; si algún corto no nos gusta, no hay problema, porque en dos o tres minutos llegará uno nuevo.
Cierto, no es una estrategia muy eficiente para realizar una película de terror; sin embargo encontré admirable el esfuerzo de los productores Dominic Saxl, Ivo Scheloske y Frank Vogt para crear una plataforma atractiva y profesional donde muchos jóvenes directores (y un par de veteranos) pueden expresar su visión. En otras palabras: no fue el mejor regalo navideño, pero la intención es lo que cuenta.
Calificación: 6.5

IMDb

Wednesday, December 23, 2020

Songbird



Síntomas: En el año 2024, el virus Covid-23 tiene a la ciudad de Los Ángeles en permanente cuarentena bajo un estricto régimen policíaco, y con campos de concentración para pacientes infectados. Solo las personas inmunes pueden desplazarse libremente, como es el caso del mensajero Nico (KJ Apa); pero ese privilegio no bastará para salvar a su novia Sara (Sofia Carson) de una condena segura, a pesar de que no está infectada... todavía.

Diagnóstico: Anunciada (equivocadamente) como "la primera película filmada durante la pandemia" (creo que ese "honor" le corresponde a Host), Songbird es un genérico thriller de acción producido por Michael Bay con su habitual indiferencia por la integridad narrativa. Sin embargo, el director Adam Mason y el guionista Simon Boyes construyeron un futuro perturbadoramente creíble como continuación natural de la situación que vivimos actualmente con el Covid-19 (al momento de escribir esto se está anunciando una nueva mutación más contagiosa en Inglaterra; espero sinceramente que una película tan mediocre como Songbird no se convierta en el oráculo de horrores futuros). Claro, el argumento de Songbird no tiene mucho sentido, y hay demasiadas preguntas sin respuesta (¿de qué viven Sara y su abuelita? ¿Por qué no hay vacunas? ¿Cómo puede seguir funcionando un motel cuando no hay viajeros?); pero el retrato de una ciudad devastada por la pandemia plantea fascinantes ideas que no se sienten muy lejanas de nuestra realidad.
Y lo mismo podríamos decir de los personajes. El "romance prohibido" entre Nico y Sara es la trama principal, pero Songbird explora múltiples personajes tratando de sobrevivir de acuerdo a sus talentos y ambición. Entre ellos: Lester (Craig Robinson), el dueño del servicio de mensajería para la que trabaja Nico. El libreto lo utiliza igualmente como noble aliado y villano traidor, según lo que necesite cada escena; pero la simpatía de Robinson nos ayuda a aceptar que su "balanza moral" simplemente se inclina por lo que le más le conviene. William Griffin (Bradley Whitford) y su esposa Piper (Demi Moore) viven en una mansión con todas las medidas de seguridad posibles; pero todo su dinero no elimina el riesgo de contagio para su pequeña hija Emma (Lia McHugh), quien sufre deficiencia inmunológica. En la parte más humilde de la ciudad, May (Alexandra Daddario) canta canciones en YouTube que ofrecen esperanza a sus fans, incluyendo al soldado retirado Dozer (Paul Walter Hauser), quien practica el "aislamiento social" desde antes de la pandemia, debido a sus problemas físicos y psicológicos. Finalmente, el villano de la película es Emmett Harland (Peter Stormare), el sádico director del Departamento de Salud que disfruta enviando a los campos de concentración a cualquier persona que rompa las reglas, sin importar si está realmente infectada o no.
Como podemos suponer, las vidas de estos personajes se entrelazan conforme el drama se complica, y no todos sobrevivirán hasta el final bastante inverosímil pero razonablemente satisfactorio. La dirección de Mason y los altos valores de producción (no soy fan de Michael Bay como director, pero reconozco que es un sólido productor con excelente ojo para los aspectos técnicos de sus proyectos) compensan hasta cierto punto los agujeros lógicos del libreto. Y, como dije, el "world building" me pareció fenomenal porque se basa en problemas actuales, y nos advierte sobre el posible futuro de la sociedad si continuamos por el mismo camino.
Habiendo dicho eso... creo que Songbird está recibiendo críticas muy severas por explotar desvergonzadamente una tragedia global para vendernos entretenimiento de mediana calidad. Y en realidad no tengo argumentos para refutar esa percepción. Sin embargo es un tema muy subjetivo que afectará a cada espectador de distinta manera; y lo único que puedo decir es que Songbird no es tan mala como están diciendo, pero tampoco tan buena como para disculpar su falta de tacto. En todo caso, recomendaría esperar un par de años para verla... y entonces podremos decidir si fue una curiosidad cultural, o una funesta profecía que debimos escuchar a tiempo.
Calificación: 6.5

IMDb

Monday, December 21, 2020

Ma Rainey's Black Bottom



Síntomas: Mientras graban sus canciones más populares en un pequeño estudio de Chicago, la cantante de blues Ma Rainey (Viola Davis) y su banda tienen múltiples discusiones y conflictos alimentados por sus propios egos, y por las tensiones raciales de la sociedad norteamericana en 1927.

Diagnóstico: Estoy seguro de que las actuaciones en Ma Rainey's Black Bottom recibirán múltiples nominaciones en los más importantes premios cinematográficos de este año, y ciertamente las merecen. Sin embargo, como película Ma Rainey's Black Bottom me pareció un poco cansada por su estática estructura y artificialidad teatral que ni el director George C. Wolfe ni el guionista Ruben Santiago-Hudson (adaptando la obra de August Wilson) lograron ocultar en la transición a cine. O, mejor, dicho a Netflix.
Habiendo dicho eso, el libreto podrá ser muy teatral, pero incluye fuertes diálogos y terribles verdades sobre la experiencia de la población africana-americana en los primeros años del siglo veinte. La diferencia en edades y temperamentos de los personajes invita puntos de vista alternativos, y en ocasiones opuestos, para examinar temas de segregación, desequilibrio económico, y rivalidades dentro la misma comunidad que frenan su desarrollo, incluso en circunstancias relativamente ventajosas, como era el caso de Ma Rainey.
Comprendo y admiro los mensajes de Ma Rainey's Black Bottom... pero su presentación distrae mucho del contenido. O quizás carezco de las herramientas culturales para asimilar la situación que nos presentan: un caluroso día en un estudio de grabación donde Ma Rainey (Viola Davis), su "entourage", y su banda de acompañamiento interpretan algunas de sus más famosas canciones.
Los músicos llegan puntuales, y empiezan a ensayar... pero no pueden ponerse de acuerdo sobre los arreglos de las canciones, porque el joven trompetista Levee (Chadwick Boseman) tiene un estilo exuberante y comercial, perfecto para bailar. Sin embargo Cutler (Colman Domingo), Toledo (Glynn Turman) y Slow Drag (Michael Potts) prefieren los arreglos tradicionales, no solo porque así los canta Ma, sino porque evocan el sufrimiento ancestral de la genuina música blues. Y eso es solo el principio de un largo día. Cuando Ma Rainey llega tarde, y con exigencias que exasperan al dueño del estudio (Jonny Coyne), los ánimos se calientan aún más, las discusiones suben de tono, y eventualmente ocurren cosas que cambiarán las vidas de todos. Pero el blues tiene que seguir.
Las actuaciones son lo mejor de Ma Rainey's Black Bottom, y la principal razón para recomendarla. Desde luego la más comentada será la del tristemente fallecido Chadwick Boseman, no solo porque fue la última de su carrera, sino porque es realmente espectacular, con arrolladora energía y emoción para capturar el ego de Levee y su volátil personalidad influenciada por la ambición y por tragedias del pasado. Además, saber que Boseman filmó este papel con graves problemas de salud solo hace más devastadores sus monólogos.
Por su parte, Viola Davis interpreta a Ma Rainey, la "Madre del Blues", con la majestuosa dignidad de una diva que no teme decir lo que piensa, incluso cuando puede afectar su carrera, porque ganó ese derecho con sangre. El resto del reparto hace un buen trabajo (en particular disfruté las actuaciones de Glynn Turman como el veterano pianista y Jeremy Shamos como el sufrido agente de Ma), pero Davis y Boseman son irresistibles focos de atención, brillando con tal intensidad que nos hacen olvidar (aunque sea temporalmente) la claustrofóbica estética teatral de Ma Rainey's Black Bottom. No cabe duda que el talento trasciende el escenario.
Calificación: 8

IMDb

Sunday, December 20, 2020

The Christmas Chronicles: Part 2



Síntomas: La niña Kate Pierce (Darby Camp) y su futuro hermanastro Jack (Jahzir Bruno) son secuestrados por el ex-duende Belsnickel (Julian Dennison) como parte de un plan para destruir la Navidad.

Diagnóstico: Sin ser un clásico, la original The Christmas Chronicles (2018) ofreció buenas dosis de humor, acción y efectos especiales para dejar satisfecho al público que buscaba entretenimiento un poco más "acelerado" en la temporada navideña... sin abandonar los parámetros del cine familiar. Pero lo mejor fue la interpretación de Kurt Russell como un dinámico Santa Claus que se robó la película con su irreverente personalidad e inesperada aptitud para tomar control de cualquier situación sin traicionar sus ideales navideños.
Y ahora, la secuela The Christmas Chronicles: Part 2 (premio al título menos creativo del año) intenta repetir la fórmula bajo la dirección de Chris Columbus (Pixels), con más recursos, nuevos villanos, y una vistosa expansión de la mitología que apenas se insinuó en la primera parte. Sin embargo, como suele suceder, la secuela es inferior a la original porque intenta hacer demasiadas cosas al mismo tiempo, y reduce la interacción entre Santa Claus y los personajes infantiles.
Por el lado positivo, Russell sigue al pie del cañón como uno de los mejores Santas del cine universal, apoyado por Goldie Hawn (su esposa en la vida real) en el papel de la Sra. Claus, extendiendo su participación después del cameo en la previa cinta. Cierto, es un papel relativamente breve e intrascendente (cocinando galletas y cuidando a un reno lastimado), pero aún así se siente su presencia y se aprecia la "magia" personal que añade al reparto.
En cuanto al argumento... no voy a perder tiempo explicando las razones por las que Kate (Darby Camp) y su futuro hermanastro Jack (Jahzir Bruno) terminan en el Polo Norte; baste decir que el ex-duende Belsnickel (Julian Dennison) aprovecha los problemas familiares de la niña para engañar a Santa Claus y robar la fuente de magia que alimenta su fábrica de juguetes. Resultado: la Navidad está en peligro. Otra vez. Y también hay un leopardo navideño, o algo así.
Entonces Kate y Jack colaboran con Santa Claus y la Sra. Claus para capturar a Belsnickel y restaurar la magia navideña... pero terminan separándose para seguir sus respectivas sub-tramas, y se pierde la divertida dinámica de la cinta original. Además, esas sub-tramas no son particularmente interesantes, y solo sirven para inflar la duración de la película (¡casi dos horas!) y justificar un continuo desfile de efectos especiales de razonable calidad, pero cuestionable validez como parte integral del argumento (por ejemplo, todo el asunto de los duendes intoxicados).
Afortunadamente Chris Columbus no permite que los excesos digitales opaquen el desempeño de los actores humanos, y gracias a eso The Christmas Chronicles: Part 2 puede recomendarse como entretenimiento desechable, con una pizca de emoción y genuino espíritu navideño que no se sienten tan artificiales como el resto de la producción. O quizás fue solo el poder de Santa Kurt lo que salvó la experiencia. Da lo mismo; ambas razones funcionan.
Calificación: 7

IMDb

Friday, December 18, 2020

Let Them All Talk



Síntomas: La famosa escritora Alice Hughes (Meryl Streep) viaja a Inglaterra abordo del trasatlántico Queen Mary 2 con su sobrino Tyler (Lucas Hedges) y dos amigas que no había visto en muchos años. Y, naturalmente, durante la travesía se revelan antiguos secretos, surgen nuevas relaciones, y otras se extinguen.

Diagnóstico: La nueva "etapa experimental" del director Steven Soderbergh ha generado obras temáticamente distintas, pero similares en su forma, utilizando cámaras de bajo costo y diálogos semi-improvisados para re-capturar el espíritu independiente que le dio fama al principio de su carrera. Los resultados de estos experimentos pueden variar en calidad, pero siempre encuentro fascinante la conjunción de creatividad y tecnología que le permite a Soderbergh tomar riesgos que pocos cineastas del mismo calibre se atreverían a aceptar. Lo cual es una manera amable de decir que Let Them All Talk no me pareció una buena película, aunque sigo admirando los principios artísticos que la respaldan.
Let Them All Talk tiene un argumento simultáneamente denso y superficial, con múltiples sub-tramas y conflictos individuales que nunca se conectan satisfactoriamente. La escritora Alice Hughes (Meryl Streep) ganó un prestigioso premio literario, y quiere asistir a la ceremonia en Inglaterra, pero no le gusta volar. Entonces su nueva agente Karen (Gemma Chan) negocia un trato que le permite a Alice y varios invitados viajar a bordo del lujoso trasatlántico Queen Mary 2, a cambio de dar una conferencia durante la travesía. Alice invita a su sobrino Tyler (Lucas Hedge) como asistente de confianza, y a dos amigas de su época universitaria con las que quiere reconciliarse: Susan (Dianne Wiest), un ama de casa con algunos problemas familiares; y Roberta (Candice Bergen), vendedora de ropa interior con dificultades económicas. Y también las acompaña Karen con una "misión secreta" de la casa editorial que quiere distribuir el nuevo libro de Alice... siempre y cuando cumpla ciertas condiciones comerciales.
La premisa incluye abundante material para alimentar los vectores dramáticos que conectan a todos estos personajes (y a otros pasajeros que se involucran con el quinteto). El problema es que las conexiones tardan demasiado en concretarse, y los resultados son menos interesantes de lo que esperábamos. O al menos de lo que yo esperaba, considerando el increíble talento que Soderbergh reunió enfrente de la cámara.
Let Them All Talk es una progresión lógica del estilo casual y semi-improvisado que desarrolló el director en años recientes. El uso de cámaras pequeñas e iluminación ambiental le da la flexibilidad necesaria para capturar actuaciones muy naturales que se integran en un relato íntimo y espontáneo. Soderbergh usó ese proceso con gran éxito en el thriller Unsane, en la farsa financiera The Laundromat, y hasta en el drama deportivo High Flying Bird. Sin embargo, creo que Let Them All Talk (hasta ahora estoy entendiendo el doble sentido de ese título) refleja el lado oscuro de la técnica, pues ofrece tanta libertad que Soderbergh olvidó encontrar el punto focal de su narrativa.
No sé si Soderbergh exigió demasiada improvisación por parte de los actores (especialmente de los más jóvenes), o si le faltó objetividad durante la edición (creo que la cinta podría durar media hora menos sin tantos rodeos), o si fue su intención dejar la historia abierta e inconclusa porque, después de todo, así es la vida real. Los resentimientos del pasado y las crisis existenciales nunca tienen tres actos bien definidos, ni una perfecta resolución al final. Quizás por eso algunas personas aclamarán Let Them All Talk como un audaz manifiesto contra los excesos y artificialidad del sistema hollywoodense. Pero, en mi humilde opinión, fue un experimento fallido, aunque no exento de virtudes, que ayudará a refinar la técnica de Soderbergh y mejorar sus obras futuras. Al menos hasta que se aburra de la tecnología digital y adopte un nuevo capricho, como hacer cine con cámaras Polaroid, o algo así. Como sea, seguiré viendo sus experimentos porque, independientemente de sus fallas o aciertos, están impulsando el cine en direcciones inesperadas; y tal vez en esa innovación se esconde el futuro del medio.
Calificación: 6.5

IMDb

Wednesday, December 16, 2020

Anything for Jackson



Síntomas: El Dr. Henry Walsh (Julian Richings) y su esposa Audrey (Sheila McCarthy) secuestran a una mujer embarazada para resucitar a su nieto fallecido.

Diagnóstico: El rasgo más distintivo de Anything for Jackson es la cotidiana banalidad de sus elementos, desde la congregación satánica que hace sus ceremonias en la biblioteca local (durante el día, y con autorización de la gerencia), hasta la dulce pareja de abuelos devastados por la muerte accidental de su nieto. Anything for Jackson se rehúsa a seguir las convenciones del horror moderno; y eso es justamente lo que hace tan aterradoras las consecuencias del ritual dedicado a transferir el espíritu del niño muerto al feto de la mujer que los esposos Walsh tienen secuestrada en el ático de su casa.
El director Justin G. Dyck es un veterano del cine navideño (algunos títulos en su filmografía: A Christmas Exchange; Christmas in the Rockies; Christmas in Paris; Christmas Catch; y A Christmas Village), y sospecho que cuando recibió la oportunidad de dirigir una película de terror decidió usar esa misma sensibilidad "Hallmark" para subvertir nuestras expectativas y crear un relato indudablemente terrorífico y perturbador, pero con una inesperada calidez que nos invita a simpatizar con los geriátricos "villanos" y sus prácticas ocultistas. En resumen: Anything for Jackson fue un experimento arriesgado pero exitoso (en mi humilde opinión), que probablemente estará entre mis películas de horror favoritas del 2020. Y en un año tan bueno para el horror cinematográfico (y tan malo para el horror existencial de la humanidad), es un logro considerable.
No conviene revelar más sobre los eventos que ocurren en el ático de la familia Walsh (y eventualmente en otras habitaciones), así que será mejor enfocarse en las actuaciones, la dirección, y demás valores técnicos de Anything for Jackson.
Julian Richings (Polar) y Sheila McCarthy (Level 16) interpretan a Henry y Audrey Walsh con suficiente empatía para hacer innecesarias las explicaciones sobre la tragedia que los llevó a intentar algo que podría destruir sus vidas... incluso si todo sale como esperan. En el papel de Shannon, la mujer cautiva, Konstantina Mantelos expresa la duda natural sobre las intenciones de sus captores... ¿realmente creen en rituales mágicos, o son asesinos seriales jugando con su víctima, o simplemente sufrieron un trauma tan grande que nubló por completo su razón? En papeles más cortos, pero igualmente significativos, tenemos a Josh Cruddas como el clásico satanista metalero que solo quiere un poco de poder, por cualquier medio necesario; y Lanette Ware es la Agente Bellows, encargada de investigar la desaparición de Shannon. Después de todo, la inexperiencia de Henry y Audrey en asuntos criminales los expone a cometer errores que podrían derrumbar su meticuloso plan.
Finalmente, Anything for Jackson no es una cinta navideña, pero se desarrolla durante el gélido invierno canadiense, añadiendo una melancólica atmósfera que confunde aún más la percepción de Audrey y Henry... ¿es normal encontrar un cuervo muerto en la nieve, o es augurio de algo más peligroso que invocaron por accidente?. La cinematografía de Sasha Moric aprovecha el contraste entre el helado exterior y el acogedor interior de la casa, buscando encuadres creativos para esconder el horror donde menos lo esperamos. Y a veces exactamente donde debe estar.
Con todos estos elementos Dyck y el guionista Keith Cooper (Operation Christmas List) construyen una historia sencilla en su estructura, pero rica en carácter y emoción. Y aunque Anything for Jackson no se apoya mucho en efectos especiales, ofrece imágenes que lograron causarme uno o dos escalofríos, lo cual siempre aprecio. Mi única queja sería un final demasiado ambiguo que no responde todas las preguntas planteadas durante el desarrollo; pero es un problema menor que no me impide recomendar Anything for Jackson como una notable cinta de terror, confirmando la necesidad de perspectivas ajenas al género para renovarlo cuando empieza a sentirse un poco rancio. No tengo nada en contra de asesinos enmascarados y fantasmas vengativos, pero a veces hace falta un par de abuelos satánicos para recordarnos que aún hay mucho territorio por explorar... en la Tierra y el Infierno.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, December 14, 2020

Castle Freak



Síntomas: La joven invidente Rebecca Reilly (Clair Catherine) hereda un castillo en Albania, pero cuando lo visita con su novio John (Jake Horowitz) descubre secretos familiares que cambiarán su vida para siempre.

Diagnóstico: La original Castle Freak (1995) completó la trilogía de adaptaciones de H.P. Lovecraft dirigidas por Stuart Gordon y estelarizadas por Jeffrey Combs y Barbara Crampton (las dos primeras fueron Re-Animator y From Beyond); aunque, francamente, no sé si podría considerarse como una auténtica adaptación, ya que Gordon solo tomó un par de conceptos de la historia corta "The Outsider" (por ejemplo, la escena del espejo) como punto de partida para crear un intenso drama familiar repleto de clichés, pero al menos bien actuado, con un poco de sangre, y excelente atmósfera. No es mi favorita de Stuart Gordon, pero tiene sus fans.
Y ahora Fangoria Films produjo el remake Castle Freak, tomando la idea general de la cinta original y añadiendo más clichés y personajes antipáticos, lo cual no mejoró la experiencia, en mi humilde opinión.
La herencia de una misteriosa propiedad es una buena excusa para llevar a los personajes a un sitio extraño y amenazador; además, el director Tate Steinslek (ex-supervisor de efectos especiales) encontró increíbles locaciones en Albania para darle a Castle Freak una apariencia más épica y elegante de lo que merece su tediosa narrativa. El libreto de Kathy Charles se aleja aún más de "The Outsider", pero incorpora numerosos términos lovecraftianos sin sentido ni razón, esperando que las menciones de Cthulhu, Yog-Sothoth (que cada actor pronuncia de manera distinta) y el legendario Necronomicon bastarán para convencernos de que la trama tiene un plan concreto, en vez de simplemente dar vueltas y perder el tiempo hasta llegar a un tercer acto suficientemente exuberante para rescatar la película.
Sin embargo, no sé si quince minutos de "gore", tentáculos y perversión bastan para compensar noventa minutos de bostezos en compañía de personajes odiosos, cuya única función es servir como víctimas del epónimo "freak" que vive oculto en las paredes del castillo.
Por el lado positivo, el origen del "freak" es más interesante que en la cinta original, y ofrece sorpresivas conexiones con el pasado de la joven Rebecca (por no mencionar una escena absolutamente grotesca, que debe haber sido la razón principal de Fangoria para co-financiar la película). Los efectos especiales son excelentes, y hay suficiente violencia para disimular que la historia que no conduce a ningún lado. Y aunque los actores no son buenos, su talento resulta irrelevante cuando el libreto no intenta definir a los personajes más allá de sus estereotipos básicos, como "la rubia", "el stoner" o "el nerd". Hablando de lo cual, una escena adicional durante los créditos sugiere una posible secuela que también funcionaría como remake de otro clásico lovecraftiano... pero ojalá no sea con este mismo director.
Después de cuatro sólidas producciones (Puppet Master: The Littlest Reich, Satanic Panic, VFW y Porno), era inevitable que Fangoria sufriera un tropiezo en su incipiente carrera cinematográfica. Y si bien Castle Freak no fue un fracaso absoluto gracias a su atractivo estilo visual, tampoco fue una digna continuación del legado establecido por Stuart Gordon hace más de treinta años. Es muy bueno que Fangoria apoye nuevos talentos para encontrar la siguiente generación de "Amos del Horror"; pero necesitan un criterio más estricto para no caer en los mismos errores de antaño. A estas alturas deben saber que ninguna cantidad de sangre puede ocultar un pobre libreto.
Calificación: 6

IMDb

Sunday, December 13, 2020

Feliz Novedad (Happiest Season)



Síntomas: Harper Caldwell (Mackenzie Davis) invita a su novia Abby (Kristen Stewart) a pasar la Navidad con su familia, pero hay un pequeño problema: sus padres son muy conservadores y no saben que su hija está en una relación romántica con otra mujer.

Diagnóstico: Después de burlarme tantas veces del hipotético "Maestro Traductor" que genera los peores títulos para las películas en México, es justo reconocer cuando hace un buen trabajo. "Feliz Novedad" no traduce literalmente el título original de Happiest Season, pero captura perfectamente el espíritu de la película. Felicidades, Maestro Traductor; con toda humildad me quito el sombrero y aplaudo su ingenio. Al menos hasta que llegue la siguiente película de Bruce Willis, y regresen las "venganzas" y los "mortales".
Si tan solo la película Feliz Novedad fuera tan creativa como su título.
No me malinterpreten; me da mucho gusto que exista una película como Feliz Novedad. Después de ver incontables cintas navideñas con los mismos clichés y los mismos personajes de siempre (según The Hollywood Reporter este año se estrenarán más de 60 películas navideñas en televisión y "streaming"), era justo y necesario tener al menos una que refleje un punto de vista más inclusivo y tolerante, enfocándose en una pareja homosexual que enfrenta problemas específicos de su situación, pero en un contexto universalmente accesible para cualquier persona que haya pasado momentos incómodos en alguna celebración familiar.
Habiendo dicho eso... ojalá Feliz Novedad fuera una mejor película. Entonces habría doble motivo para celebrar.
La premisa me pareció buena, pero su desarrollo implica omisiones absurdas, circunstancias demasiado forzadas, y cambios abruptos en el carácter de ciertos personajes que, para empezar, nunca fueron adecuadamente establecidos. Los retos que enfrentan Harper y Abby se sienten reales (desde la madre estresada por las fiestas, hasta el "ex" inoportuno), pero el comportamiento de la pareja sugiere que el auténtico problema no es el secreto de su orientación sexual, sino una serie de terribles decisiones que nos hacen dudar de su lealtad, su sentido común, y hasta su salud mental (lo cual es válido, considerando otros rasgos de psicosis en la familia Caldwell).
Pero, bueno... supongo que la noble intención de Feliz Novedad trasciende sus defectos narrativos. Y, además, la directora Clea DuVall no permite que el contenido "controversial" opaque el humor y cálidos mensajes propios de la temporada, por muy rancios y reciclados que se sientan.
Mackenzie Davis y Kristen Stewart forman una pareja agradable, aunque no exenta de asperezas que reflejan el contraste de sus opuestas personalidades. Mary Holland (co-guionista de la película) y Alison Brie interpretan a las hermanas de Harper, cada una con su melodrama personal (uno gracioso, otro amargo). Mary Steenburgen y Victor Garber son los padres de Harper que siempre estuvieron demasiado ocupados para notar los problemas de sus hijas; y Aubrey Plaza tiene un breve papel como una enigmática figura del pasado. Nota personal: creo que Feliz Novedad me hubiera gustado MUCHO más si Alison Brie y Aubrey Plaza tuvieran los roles principales. No diré más.
En el fondo Feliz Novedad es otra idealizada fábula navideña con las mismas lecciones de unión y armonía que se han usado desde It's A Wonderful Life (la cual tiene un obligatorio cameo en Feliz Novedad). Pero, como dicen, la diferencia está en los detalles; y aunque una comedia familiar con una pareja lésbica no derrumbará barreras culturales, fue un buen comienzo, así como prometedor augurio de un futuro menos represivo para perspectivas distintas al "status quo". En otras palabras: los grandes estudios por fin reconocieron que la identidad sexual no altera el valor del dinero, y que todos tienen igual derecho a ser económicamente explotados por la ambición de Hollywood ¡Feliz Navidad!
Calificación: 7.5

IMDb

Friday, December 11, 2020

Sound of Metal



Síntomas: Durante una gira de su banda de heavy metal, el baterista Ruben Stone (Riz Ahmed) empieza a perder el oído, y su vida se desmorona.

Diagnóstico: Como fan del rock pesado desde la adolescencia, y como baterista frustrado, me interesó de inmediato la premisa de Sound of Metal. Sin embargo descubrí que la ocupación del protagonista y el estilo musical que interpreta son prácticamente irrelevantes para la película. En otras palabras: no hay mucho "metal" en Sound of Metal, excepto por un par de canciones al principio (que ni siquiera me gustaron). Por otro lado, es el perfecto contexto dramático para establecer la desesperación de Ruben frente al deterioro auditivo que podría destruir su carrera... y tal vez su vida.
Entonces, Sound of Metal no es la historia de un "headbanger" inspirado por el rock para superar su enfermedad, sino la de un ex-adicto temeroso de perder la nueva vida que tanto trabajo le costó forjar. El director Darius Marder y su co-guionista Derek Cianfrance (más conocido como director de cintas como Blue Valentine y The Light Between Oceans) ocultan información importante en escenas aparentemente triviales, confiando en que el espectador deducirá el auténtico mensaje de Sound of Metal; y no es necesariamente el mensaje que esperamos.. lo cual también describe el arco dramático de Ruben.
No sé por qué Hollywood tardó tanto tiempo en darle un papel estelar a Riz Ahmed. Claro, ya había demostrado su talento en la mini-serie televisiva The Night Of, pero en el cine solo recibía papeles secundarios que casi siempre dependían de su etnicidad. Afortunadamente Sound of Metal demuestra que Ahmed tiene "madera" de estrella, atrapándonos desde la primera escena en las reacciones de Ruben, su conflicto con el pasado, y su compromiso con un futuro que podría esfumarse por culpa de su condición. Su angustia es palpable, y aunque Ruben no es una persona abierta ni elocuente, podemos ver en su rostro todo aquello que no quiere, o no sabe expresar. La última escena de la película es simplemente brillante, y todo es gracias al desempeño de Ahmed.
Olivia Cooke (Thoroughbreds) interpreta a Lou, la novia de Ruben con sus propios demonios mentales que solo puede aplacar con el caos de la música. Su trabajo es bueno, pero se siente un poco desperdiciada en un papel relativamente corto que no aprovecha el inmenso talento de esta actriz; aunque desde luego entiendo que Marder prefiere enfocarse en las vivencias de Ruben, y evitar distracciones románticas. También destaca Paul Raci como Joe, el director de una modesta organización de ayuda para individuos con problemas del oído. Joe no ofrece el tipo de ayuda que Ruben quiere... pero definitivamente es la que necesita.
Finalmente merece mención el diseño de sonido de Nicolas Becker que nos sumerge en una etérea atmósfera de ecos distantes y voces incomprensibles. Es una estrategia simple, pero muy efectiva para comprender las consecuencias de perder un componente tan importante de nuestro espectro sensorial.
En conclusión, reitero que Sound of Metal no es una película "heavy" en el aspecto musical, pero sí en los temas que aborda y las revelaciones que inspira sobre la condición humana y la engañosa dependencia de nuestros sentidos como parte integral de nuestro carácter. Creo que Sound of Metal ejemplifica una nueva corriente del drama cinematográfico que ya dejó atrás las tragedias prefabricadas de antaño (por ejemplo, todos aquellos romances juveniles sobre adolescentes enfermos) para explorar situaciones más complejas, con una perspectiva madura e introspectiva que no necesita manipular al público para obtener una respuesta emocional. Ya no quieren hacernos llorar al final de la película, sino ponernos a pensar al día siguiente.
Calificación: 8.5

IMDb

Wednesday, December 9, 2020

Freaky



Síntomas: El asesino serial conocido como "el Carnicero de Blissfield" (Vince Vaughn) apuñala a la estudiante Millie Kessler (Kathryn Newton) con una daga mágica... y sus conciencias cambian de cuerpo, complicando la vida de la joven, y facilitando los crímenes del asesino.

Diagnóstico: Al parecer Freaky se escribió varios años antes que Happy Death Day, y solo fue coincidencia que ambas cintas del director Christopher Landon hayan sido versiones "slasher" de fórmulas populares en el cine de comedia. Happy Death Day fue una variación de Groundhog Day (el mismo día se repite una y otra vez), mientras que Freaky copia la fórmula de Freaky Friday (intercambio de cuerpos).
Sin embargo nada de eso es relevante para disfrutar Freaky, una ingeniosa fusión de horror y comedia juvenil que respeta ambos géneros, conoce sus respectivos clichés, y los aprovecha para construir una historia sólida y divertida con ingredientes que, en otras circunstancias, parecerían incompatibles.
Al mismo tiempo, también se notan algunos problemas que enfrentaron Landon y el guionista Michael Kennedy para combinar ambos universos sin destruir la lógica interna del argumento; y ahí es donde Freaky se apoya demasiado en el humor para salir del paso sin esforzarse demasiado. Esto significa que Freaky se inclina un 25% más hacia la comedia que hacia el horror (margen de error ± 5%), lo cual sirve como excusa para crear situaciones ciertamente graciosas, pero contrarias al "realismo" de la trama (ejemplo: la daga ritual azteca con instrucciones en español). El desequilibrio me decepcionó un poco (tal vez porque soy más fanático del horror que de la comedia en general); y tal vez el director sintió lo mismo, porque trató de restaurar el balance con asesinatos deliciosamente sangrientos, muy superiores al estéril estándar del horror hollywoodense.
El siguiente gran acierto de Freaky fueron las actuaciones, particularmente las de Kathryn Newton (Blockers) como Millie, una de las "chicas finales" más inusuales del cine slasher; y Vince Vaughn como el asesino (ocasionalmente) enmascarado. Antes del intercambio de cuerpos ambos hacen un buen trabajo estableciendo los rasgos básicos de sus personajes: Millie es una estudiante retraída y temerosa, con una reciente tragedia en su pasado que complica su relación con su madre (Katie Finneran) y su hermana (Dana Drori). Vaughn interpreta al "Carnicero de Blissfield" con la implacable determinación y lenguaje corporal de Jason Voorhees, convirtiéndolo en un temible antagonista que no necesita motivo para matar (el libreto arroja un tenue indicio sobre su origen, aunque no es indispensable para el funcionamiento de la película). Entonces ocurre el intercambio, y sus actuaciones se convierten en la atracción principal, con Vaughn comportándose como la niña asustada, y Newton adoptando la obsesión homicida del Carnicero. Tan solo por eso Freaky merece una entusiasta recomendación. La sangre y el humor son ganancias extra.
En papeles secundarios tenemos a Celeste O'Connor y Misha Osherovich como los mejores amigos de Millie; Alan Ruck como el profesor de artes manuales; y Emily Holder, Nicholas Stargel y Mitchell Hoog como diversos estudiantes de la Preparatoria Blissfield... todos ellos víctimas potenciales de la nueva y siniestra versión de "Millie".
A pesar de los trucos empleados por Landon y Kennedy para resolver (u ocultar) las fallas del libreto, debo admitir que Freaky muestra considerable creatividad al combinar dos géneros sin sacrificar sus mejores atributos, y sin olvidar las consecuencias de la violencia en la psicología de los personajes... al menos los que sobreviven la experiencia. El final de Freaky parece bastante concluyente, y no sé cómo podrían hacer una secuela; pero eso mismo pensaba de Happy Death Day, y encontraron la manera de continuar la historia sin traicionar el espíritu de la original. Sinceramente espero que puedan hacer lo mismo con Freaky, para pasar más tiempo con estos personajes, y descubrir otra dimensión del "cambio de cuerpos" que ninguna imitadora de Freaky Friday había encontrado hasta el momento. Y, con suerte, la próxima vez tomarán más en serio el horror.
Calificación: 8.5

IMDb

Monday, December 7, 2020

Mank



Síntomas: Después de sufrir un accidente automovilístico, el guionista Herman "Mank" Mankiewicz (Gary Oldman) escribe desde su cama el libreto de la película Citizen Kane, que se convertiría en la obra maestra del director Orson Welles (Tom Burke), y en una denuncia pública del magnate periodístico William Randolph Hearst (Charles Dance).

Diagnóstico: La clave para apreciar Mank (la película) reside en una frase que utiliza Mank (el hombre) para explicar la fragmentada estructura de Citizen Kane: "No es una línea de principio a fin, sino un recorrido espiral por la vida del protagonista". Sospecho que el director David Fincher (o su finado padre Jack Fincher, quien escribió el libreto de Mank) incluyó esa declaración para confirmar que la caprichosa narrativa de Mank tiene un propósito concreto, y no es un arbitrario desfile de pasajes biográficos, "flashbacks" y duelos verbales entre el destacado elenco. Por el contrario, todo es parte del rico tapiz que ilustra las múltiples facetas de Herman J. Mankiewicz (Gary Oldman): co-guionista de una de las películas más aclamadas del cine universal; activista político; confidente de estrellas de cine; y genio alcohólico que hizo la vida imposible para su esposa "Pobre Sara" (Tuppence Middleton).
Habiendo dicho eso, entender la intención de la película no es lo mismo que disfrutarla incondicionalmente. Desde luego hay mucho que admirar en Mank (disponible en Netflix), pero el resultado final (al menos para mi) fue menor a la suma de sus partes. Sin embargo... ¡qué buenas son esas partes!
Empecemos por la más obvia: Fincher rindió tributo a la era dorada de Hollywood imitando la estética visual de aquella época, no solo con espectacular cinematografía en blanco y negro (de Erik Messerschmidt), sino con pequeños detalles como "quemaduras de cigarro" (las marcas circulares que aparecían en la parte superior derecha de la pantalla para anunciar el cambio de rollos)(Tyler Durden lo explicó mejor en Fight Club), efectos especiales que simulan las técnicas de antaño (como "back projection"), y hasta la arcaica cadencia de los diálogos. A diferencia de otras películas que recurren al estilo "retro" como decoración superficial, Mank lo incorpora al tejido mismo del drama, transportándonos a un Hollywood que ya empezaba a corromperse por la ambición, pero que aún creía en la pureza de sus genios creativos.
Para capturar el espíritu de aquella era, Fincher reunió un sobresaliente reparto que añade peso y personalidad hasta a los más pequeños papeles... porque en algunos casos son tan importantes como los roles estelares. Y, al mismo tiempo, los roles estelares no siempre son los que esperábamos. Por ejemplo, Orson Welles (Tom Burke) solo tiene un par de escenas, mientras que la legendaria actriz Marion Davis (Amanda Seyfried) podría considerarse como co-protagonista de Mank a pesar de que, técnicamente, no tuvo nada que ver con Citizen Kane (dato irrelevante: Marion Davis fue interpretada por Kirsten Dunst en la cinta de Peter Bogdanovich The Cat's Meow). Y, bueno, desde luego Fincher celebra a los pioneros del "sistema de estudio" con roles bastante jugosos para Louis B. Meyer (Arliss Howard), Irving Thalberg (Ferdinand Kingsley), y David O. Selznick (Toby Leonard Moore), por mencionar unos cuantos. Todos hacen un trabajo admirable, y ayudan a mantener la coherencia de una historia cuyos saltos geográficos y cronológicos tienden a nublar su mensaje. Como dijo Mank: es una espiral, y no una línea recta.
Sin embargo, la calidad individual de los componentes no garantiza un resultado cien por ciento satisfactorio; y creo que el problema principal (en mi humilde opinión), es que Herman "Mank" Mankiewicz no es el personaje más interesante de Mank. Claro, su punto de vista es valioso para comprender el contexto sociopolítico de Hollywood en los años cuarentas, y su influencia en la volátil conjunción de arte y comercio. Mank es como el ojo del huracán alrededor del cual giran eventos e individuos de gran importancia cultural; pero Mank mismo permanece como misterio sin respuesta.
A pesar de eso, Mank me pareció una película muy recomendable, sobre todo para aficionados al cine clásico que apreciarán las brillantes composiciones de Fincher, la textura de las actuaciones, y el contraste entre la cínica codicia de Hollywood y la idealizada versión que le vende al público. Una auténtica "fábrica de sueños" que a veces se convierten en pesadillas. O al menos en frustración.
Calificación: 8.5

IMDb

Sunday, December 6, 2020

The Trial of the Chicago 7



Síntomas: En agosto de 1968, una manifestación contra la Guerra de Vietnam se sale de control en la ciudad de Chicago, y los líderes de varias organizaciones pacifistas son posteriormente enjuiciados por instigar la violencia.

Diagnóstico: Aunque retrata eventos que ocurrieron hace más de cincuenta años, The Trial of the Chicago 7 se siente moderna en sus temas y ejecución. El director y guionista Aaron Sorkin (Molly's Game) sabe que los mismos problemas sociales que existían en los turbulentos años sesentas continúan en el presente (algunos peor, otros ligeramente mejor), lo cual conviene recordar en todo momento para no asumir que el pasado se quedó en el pasado.
En su adaptación de este intrincado relato, Sorkin utiliza diálogos elocuentes y precisos (algunos dirían "rebuscados y artificiales") para transmitir las ideas de los personajes con hipnótico ritmo, creando una especie de poesía post-moderna que nos atrapa en una narrativa compleja, pero fácil de asimilar... o al menos fácil de seguir, aunque no entendamos por completo lo que se está discutiendo. En otras palabras: Sorkin sabe transformar la situación más banal en una absorbente escena llena de suspenso y energía, lo cual fue absolutamente indispensable para condensar seis largos y tortuosos meses (la duración real del juicio) en dos horas de excepcional entretenimiento cinematográfico, que además describe algunos retos que enfrentará la sociedad norteamericana (y, lamentablemente, el resto del mundo) durante el siglo veintiuno. The Trial of the Chicago 7 no es una película importante solo por lo que muestra, sino por lo que augura.
Habiendo dicho eso, el "estilo Sorkin" implica la mencionada artificialidad que resta impacto a la cinta como documento histórico. Todo es tan perfecto y meticulosamente coreografiado que se vuelve muy teatral, poniendo mayor importancia en celebrar la genialidad de Sorkin que en honrar los hechos reales. No me estoy quejando de que The Trial of the Chicago 7 sea más entretenida que el auténtico juicio; solo quiero establecer la enorme diferencia entre un brillante thriller legal y una sobria lección de historia (como siempre he dicho, para eso está Wikipedia)(Peligro: obviamente hay grandes "spoilers" en este enlace).
Además de su talento como escritor y director (en ese orden), Aaron Sorkin también tiene impecable instinto para el casting. En serio, nunca hubiera imaginado a Sacha Baron Cohen en el papel del legendario líder de la "contra-cultura" Abbie Hoffman, pero funciona increíblemente bien. No hay un eslabón débil en el reparto, aunque mis favoritos fueron Jeremy Strong como el "yippie" Jerry Rubin; John Carroll Lynch como David Dellinger, activista muy distinto a los demás "revolucionarios"; Mark Rylance como William Kunstler, el abogado de "los 7"; Joseph Gordon-Levitt como Richard Schultz, el fiscal con algunas dudas sobre el juicio; y el gran Frank Langella como el juez Julius Hoffman, ostensible villano de la historia que además representa la corrupción e intolerancia del gobierno de Richard Nixon... y otros gobiernos posteriores.
Quizás el mejor halago que puedo darle a The Trial of the Chicago 7 es que posee el vigor y convicción de Oliver Stone en los años noventas. Desde el comienzo con material documental de la época, hasta los sutiles (y no tan sutiles) comentarios políticos, Sorkin emplea todos los recursos a su disposición para restaurar la vigencia a un pasaje histórico que no debemos olvidar, en un momento cuando el mundo está en peligro de repetir los mismos errores. Y supongo que alguien más dirá lo mismo en un par de décadas, cuando se estrene la película sobre las protestas del 2020.
Calificación: 9

IMDb

Friday, December 4, 2020

Noelle



Síntomas: Cuando Santa Claus fallece, todos esperan que su hijo Nick Kringle (Bill Hader) tome su lugar; pero Nick no quiere esa responsabilidad y huye del Polo Norte. Entonces su hermana Noelle (Anna Kendrick) decide buscarlo para salvar la Navidad.

Diagnóstico: "Cuando Santa Claus fallece..." no es la introducción ideal para una gentil fantasía navideña de Disney; sin embargo el director Marc Lawrence (Two Weeks Notice) no se enfoca en la tragedia, sino en las consecuencias para la familia Kringle, cuyos hijos varones han asumido el cargo de Santa Claus desde hace veintidós generaciones... hasta que el heredero actual decide evadir su responsabilidad y escapar a un lugar soleado.
La premisa no me pareció mala, pues combina la fórmula de "pez fuera del agua" con los obligatorios mensajes de armonía y generosidad que caracterizan al cine navideño. Además, el libreto (del mismo Lawrence) añade temas feministas y humor irreverente para modernizar la narrativa y reducir la cursilería que es tan común en este género cinematográfico (y mi razón principal para evitarlo). Y, bueno, tampoco podemos olvidar el arma secreta de la película: Anna Kendrick en el papel de Noelle, la hija menor que acepta la misión de encontrar a su hermano y restaurar su espíritu navideño.
Como fan de esta actriz, encontré bastante graciosas las reacciones de Noelle en su inesperado viaje al mundo real después de pasar toda su vida en el Polo Norte, rodeada de duendes, y con todos los privilegios que puede gozar la hija de Santa Claus. Pero cuando llega a una típica ciudad norteamericana, descubre que su apellido y posición no le importan a nadie... incluyendo al detective (Kingsley Ben-Adir) que contrata para encontrar a Nick.
En cierto modo Noelle es como la versión navideña de Enchanted, donde un personaje de fantasía aprende muchas lecciones en su primer contacto con la realidad. Y aunque Noelle da muchas vueltas para llegar a su mensaje principal, el recorrido incluye suficientes risas para sostener nuestra atención (al menos la mía).
Además de Kendrick, Noelle también incluye buenos momentos para Bill Hader (It Chapter Two), Billy Eichner (como el duende techno-geek que quiere automatizar la entrega de regalos), y la veterana Shirley MacLaine en el papel de Polly, la "niñera duende" que cuidó a Noelle desde su infancia, y ahora la acompaña para ofrecer comentarios sarcásticos y revelar las verdades de la vida adulta. No diré que la actuación de MacLaine sea memorable, pero fue un placer verla de nuevo en acción, aprovechando su legendaria presencia para darle un poco de prestigio al proyecto.
Como toda historia con magia navideña, Noelle se apoya en efectos especiales de mediana calidad. Por ejemplo, los escenarios virtuales del Polo Norte me parecieron bastante buenos, pero los renos digitales no son muy realistas (particularmente Snowcone, el reno bebé que es la mascota personal de Noelle). Sin embargo, todo es parte de la tradición... imágenes bonitas pero falsas, sentimientos prefabricados, y una trama que no requiere mucha lógica porque... ¡es Navidad! O algo así.
Generalmente soy un "grinch" en asuntos navideños, pero de vez en cuando puedo tolerar películas que trascienden las cansadas rutinas festivas, como fue el caso de Noelle. En esta ocasión el valor agregado consistió en un sardónico sentido del humor, un creativo concepto, y Anna Kendrick haciendo una versión menos cínica de Beca Mitchell, gracias a todo lo cual Noelle me pareció recomendable como simple entretenimiento familiar... especialmente si la comparamos con las insufribles películas navideñas de Hallmark. Espero sinceramente que Anna Kendrick no termine ahí en el ocaso de su carrera.
Calificación: 7.5

IMDb

Wednesday, December 2, 2020

Mulan



Síntomas: Durante el período Imperial de China, la joven Hua Mulan (Yifei Liu) descubre que tiene la destreza de un guerrero, pero debe ocultar su talento para no deshonrar a su familia. Entonces su padre es reclutado por el ejército del Emperador, y Mulan decide disfrazarse y tomar su lugar.

Diagnóstico: Lo único que recuerdo de la original cinta animada Mulan (1998) es el dragón con la voz de Eddie Murphy; y, desde luego, eso fue lo primero que eliminaron del remake en acción viva, lo cual me permitió ver esta nueva versión de Mulan sin el prejuicio de la nostalgia, y sin hacer comparaciones con aquel clásico de Disney. Lo que no pude evitar fueron las expectativas creadas por mi afición al cine asiático de acción que Mulan intenta imitar.
Con esas explicaciones fuera del camino, puedo afirmar que Mulan es una dinámica aventura medieval adornada por extraordinario diseño de producción, espectacular cinematografía, y algunas buenas actuaciones que, lamentablemente, no lograron capturar el estilo y emociones del auténtico cine "wuxia" (representado por obras maestras como Hero, The House of Flying Daggers, y Crouching Tiger, Hidden Dragon). En resumen: Mulan ofrece dos horas de entretenimiento atractivo pero desechable, muy diferente en tono e intención a las fantasías heroicas que inspiraron su creación.
Lo que ni siquiera intentaré analizar es la controversia que generó Mulan en Asia. Además de distorsiones culturales e inconsistencias históricas, se le acusó de promover (o al menos ignorar) algunas políticas represivas del gobierno chino, irónicamente dirigidas a las tribus mongólicas que (según algunos historiadores) escribieron la original leyenda de Mulan hace 1,500 años. Por otro lado, si empezamos a censurar el cine de países que cometieron crímenes contra la Humanidad, terminaríamos viendo únicamente películas de... no sé... San Marino o Liechtenstein. Y he escuchado que sus actores no son buenos.
En fin... regresando al punto (solo la película y nada más), creo que el principal problema de Mulan fue la falta de pasión en el drama y la superficialidad general del argumento. El cine "wuxia" tiende a ser lo opuesto... melodrama de alta intensidad con actuaciones engañosamente serenas que ocultan fuerte turbulencia interna, y todo ello como respaldo de épica acción filmada con asombrosa sensibilidad artística. Mulan ciertamente cumple en el nivel épico y visual, pero solo deja huella emocional al principio y al final, cuando nos lleva al pequeño pueblo donde vive la familia Hua. Los momentos que más me gustaron fueron los que Mulan (Yifei Liu) comparte con su padre Zhou (Tzi Ma), su madre Li (Rosalind Chao)(sí, la mismísma Keiko O'Brien), y su hermana Xiu (Xana Tang). Claro, la directora Niki Caro recurre a los clásicos componentes del cine asiático, incluyendo el honor familiar, la rebeldía de la juventud, y la necesidad de someterse en las reglas de la sociedad; pero Caro y su reparto crearon un ameno entorno doméstico que nos atrapa en la crisis de identidad de Mulan, al mismo tiempo que explora (oblicuamente) temas sociales más amplios y complicados.
Posteriormente Mulan llega al campo de batalla, y ahí es donde encontramos mucha acción y la intriga política que alimenta el conflicto entre dos reinos. Pero todo se siente curiosamente inerte... sin rastro alguno de suspenso o peso dramático por los horrores de la guerra, el sacrificio de los soldados, o las graves decisiones que Mulan se ve obligada a tomar en el cumplimiento de su deber. La trama sigue un rumbo predefinido y arrastra a los personajes como títeres sin voluntad propia; el resultado es ciertamente entretenido (¿mencioné el espectáculo visual?), pero menos satisfactorio de lo que sugerían tantos ingredientes de alta calidad.
Hablando de ingredientes... la simple presencia de legendarios actores asiáticos como Jet Li (Hero), Donnie Yen (Iron Monkey), Pei Pei Cheng (Wing Chun), Tzi Ma (The Farewell) y Gong Li (Curse of the Golden Flower) ayudan bastante a sobrellevar la insipidez general de Mulan. Y aunque la joven Yifei Liu muestra excelente aptitud física en el papel principal, me pareció un poco indiferente a la evolución del personaje.
Creo que Mulan no es una mala película, y puedo recomendarla como sólida diversión familiar que no requiere pensar, sino solo sentarse a disfrutar sus hermosas imágenes y simple melodrama. Pero para disfrutar en verdad el cine "wuxia", hay mejores opciones (por ejemplo, casi todas las películas mencionadas en esta crítica). Y para ver la historia de una niña con auténtico espíritu guerrero, podría recomendar Whale Rider (2002), también de Niki Caro, la cual nos permitirá apreciar la diferencia entre una película con genuina visión personal, y un "blockbuster" motivado por dinero.
Calificación: 7.5

IMDb

Monday, November 30, 2020

Lady and the Tramp



Síntomas: La perrita Lady (voz de Tessa Thompson) vive feliz con John y Darling Dear (Thomas Mann y Kiersey Clemons) en su casa de Nueva Orleans; pero ciertas circunstancias la obligan a vivir en la calle, donde conoce a un perro vagabundo (voz de Justin Theroux) que le enseña un estilo de vida que nunca imaginó.

Diagnóstico: Según mi mamá, la primera película que vi fue The Aristocats; pero la que realmente dejó huella en mi primitivo cerebro infantil y se convirtió en mi favorita fue Lady and the Tramp. Entonces, cuando Disney empezó su fase de remakes en acción viva, sabía que eventualmente le tocaría el turno a ese clásico de 1955 (yo la vi hasta los setentas... no crean que estoy tan viejo). Y, bueno, ese turno llegó hace un año, pero hasta ahora está disponible en México la nueva versión de Lady and the Tramp... y el resultado fue mi remake favorito de Disney. Nunca lo hubiera imaginado.
Para empezar, el director Charlie Bean supo modernizar la historia sin traicionar el espíritu de la original. Y al decir "modernizar", no me refiero al período histórico, sino al tono de la película. Lady and the Tramp (2019) se desarrolla a principios del siglo veinte en Nueva Orleans, lo cual mantiene intactos varios elementos importantes de la trama (por ejemplo, la jaula tirada por caballos), al mismo tiempo que añade diversidad cultural para satisfacer las sensibilidades contemporáneas. Por esa misma razón se reemplazó un número musical de la partitura original que incluía algunos arcaicos estereotipos raciales; y uno de los personajes caninos se cambió de macho a hembra. En lo personal no me molestaron los cambios, y tampoco afectan al argumento; pero sospecho que algunos puristas podrían ofenderse por la alteración de un clásico para satisfacer los dictados de la corrección política. Incluso diría que los cambios fueron benéficos, pues añaden profundidad a los personajes secundarios y contribuyen a la creación de un universo más rico para explorar en futuras secuelas (en caso de que Lady and the Tramp tenga suficiente éxito en los esotéricos ratings del "streaming").
Basta de apologías. Lo que más aprecié de esta modernización fue el humor del libreto escrito por Kari Granlund y Andrew Bujalski. Obviamente Lady and the Tramp sigue siendo una película para niños, pero incorpora diálogos y situaciones cómicas un poco más "adultas" (sin perder el sello de Disney) que realmente me hicieron reír y me ayudaron a disfrutar la película en sus propios términos.
Otro punto positivo fue la mágica fusión de efectos digitales con animales reales. Los papeles de Lady y el Vagabundo fueron interpretados por los perros Rose y Monte (respectivamente); pero los estudios Framestore, Weta Digital y MPC se encargaron de diseñar versiones sintéticas con un asombroso nivel de realismo que hace casi imposible distinguir la realidad de la ilusión. Desde luego es obvio que las escenas peligrosas fueron construidas digitalmente (por ejemplo, cuando Lady esquiva vehículos en la calle). Pero el resto del tiempo me costó trabajo determinar dónde terminaba el animalito y comenzaba la animación. Y lo mejor es que este pasmoso realismo no reduce las emociones de los gestos faciales ni el lenguaje corporal, como ocurrió en The Lion King.
Finalmente, el factor humano: los actores reales son un poco blandos (más por culpa del libreto), y solo destacan los villanos: Adrian Martinez como el perrero municipal que persigue al Vagabundo; e Yvette Nicole Brown como la estricta Tía Sarah que prefiere a sus gatos y odia a Lady. Sin embargo, la película le pertenece a los perros. Tessa Thompson expresa muy bien la refinada inocencia de Lady, y Justin Theroux le da al Vagabundo una chispeante personalidad para suavizar sus cínicas opiniones sobre la raza humana. Ashley Jensen, Janelle Monáe y Benedict Wong interpretan a algunos vecinos y conocidos; pero mi personaje favorito fue el sabueso Trusty, con la inconfundible voz de Sam Elliot. Podría ver una película entera sobre las aventuras policíacas que vivió ese sabueso en su juventud.
Independientemente de los cambios antes mencionados (que cada quién sabrá si fueron fallas o aciertos), tal vez el principal problema de Lady and the Tramp es que se siente como una película "pequeña". Su estreno en el sistema Disney+ fue previo a la pandemia, y parecía reflejar la desconfianza del estudio por el potencial de esta cinta. No obstante, después de verla, creo que fue la decisión correcta, ya que Lady and the Tramp no es un remake fastuoso y lleno de estrellas como Aladdin o Beauty and the Beast, sino una cinta más modesta que no se apoya en opulencia visual, sino en las emociones y carácter de los personajes. En otras palabras, tal vez Lady and the Tramp hubiera sido una decepción en el cine; pero se siente perfectamente apropiada para disfrutar en casa con la familia. Y en compañía de nuestras mascotas, naturalmente.
Calificación: 8

IMDb

Sunday, November 29, 2020

Come Play



Síntomas: Oliver (Azhy Robertson) es un niño autista que no puede hablar, pero usa una "app" en su teléfono para comunicarse. Entonces empieza a recibir mensajes que podrían venir de una entidad sobrenatural.

Diagnóstico: En su forma más básica, Come Play es un refrito del "horror tecnológico" que ganó popularidad en la década de los noventas. En aquel entonces la novedad era el Internet y las computadoras personales; ahora son los teléfonos y redes sociales que compiten por nuestra atención. Sin embargo la fórmula sigue siendo la misma: la tecnología se convierte en conducto de fuerzas sobrenaturales que intentan infiltrarse en nuestras vidas.
Come Play sigue las reglas del género: hay un niño en peligro, una madre preocupada, y un teléfono con mensajes de "Larry", una misteriosa entidad aparentemente cordial que promete amistad y protección. ¿Será un "hacker" pervertido, o un fantasma digital?
Ni lo uno, ni lo otro. Afortunadamente Come Play es más ambiciosa en concepto y ejecución, combinando excelentes actuaciones, una sombría atmósfera, y un sobrio análisis de una complicada situación familiar. En resumen: una recomendable película de terror con un formato un poco predecible, pero con emociones muy reales y buen equilibrio entre drama y horror.
Sin revelar demasiado, diré que el autismo del niño Oliver (Azhy Robertson) no es un truco para ganar nuestra simpatía, sino una válida decisión narrativa que añade niveles al comportamiento de Sarah (Gillian Jacobs), una joven madre que quiere proteger a su hijo, aunque no está segura si esta nueva crisis es externa o interna. Los cambios de conducta de Oliver podrían atribuirse a su condición, pero Sarah ha presenciado fenómenos que desafían explicación... por mucho que su esposo intente convencerla de que todo está en su imaginación.
Como dije, no son ideas nuevas, pero Come Play ofrece terroríficas secuencias que aprovechan el aislamiento sensorial de Oliver y el pánico materno de Sarah. Los efectos especiales combinan técnicas prácticas (realizadas por el estudio de Jim Henson, nada menos) y digitales (del estudio Mr. X) para crear siniestras imágenes en el marco de una clásica vivienda suburbana que tal vez esconde algo más perturbador. Por cierto, Come Play fue producida por Amblin Partners, descendiente directa de DreamWorks, y se nota la influencia de Spielberg (aunque sea espiritual) en el viejo concepto de "eventos extraordinarios con gente ordinaria".
En su primera película de terror (creo), Gillian Jacobs es una revelación. Generalmente disfruto su estilo humorístico (no solo en Community, sino en cintas como Ibiza y Don't Think Twice), pero nunca la había visto en un papel "serio" tan intenso y realista. El director y escritor Jacob Chase sabe que el monstruo es tan importante como la reacción de sus actores, y encontró en Jacobs el complemento ideal de ese balance, que muchos cineastas del género tienden a olvidar.
En el papel del padre escéptico (¿mencioné que Come Play utiliza muchos clichés?) John Gallagher Jr. cumple su función sin pena ni gloria; pero nada de esto funcionaría sin el excepcional trabajo del niño Azhy Robertson (Marriage Story), cuya impresionante actuación es casi muda, y sin embargo más elocuente que la de muchos adultos en el cine contemporáneo.
Por el lado negativo, no conviene analizar demasiado el comportamiento de "Larry". Su origen e intención presentan un misterio interesante y conmovedor; pero Chase rompe una y otra vez sus propias reglas para acelerar la influencia de la criatura en nuestra realidad. En otras palabras: es mejor no hacer preguntas para no quedar decepcionados por la tambaleante lógica del argumento.
Afortunadamente los demás aciertos de Come Play nos ayudan a ignorar esos ocasionales tropiezos narrativos, convirtiéndola en una de las mejores cintas de "horror tecnológico" que he visto recientemente... aunque, para ser honestos, la competencia no ha sido particularmente buena. Además, sería injusto encasillarla en ese sub-género, ya que su fuerza no radica en los teléfonos y tabletas, sino en la tensión familiar repleta de contradictorios sentimientos que atormentan a Sarah incluso antes de que empiece el horror. Con un poco más de ingenio y originalidad, Come Play hubiera sido una excelente muestra de "horror elevado"; pero incluso como simple experiencia de terror "normal", merece una entusiasta recomendación. Pudo ser más, pero me conformo con lo que hizo.
Calificación: 8.5

IMDb