Síntomas: Amy Whittaker (Valene Kane) prepara un reportaje televisivo sobre las tácticas que utiliza el Estado Islámico para reclutar mujeres europeas. Entonces Amy crea un perfil falso en Facebook para infiltrarse en círculos islámicos... y su vida empieza a cambiar.
Diagnóstico: En el año 2018, el visionario cineasta Timur Bekmambetov (Night Watch, Ben Hur) produjo Searching, uno de los mejores "thrillers de interfase" que he visto hasta el momento (también produjo las mediocres Unfriended y Unfriended 2: Dark Web, pero voy a ignorar esos experimentos fallidos). Y ahora Bekmambetov mismo dirige la nueva cinta Profile (técnicamente se filmó en el 2018, pero voy a ignorar ese detalle porque hasta ahora llegó a VoD), utilizando todos los trucos de un sub-género engañosamente simple (la película entera se desarrolla en el monitor de una MacBook), pero increíblemente complejo en su ejecución, pues debe contar una historia coherente por medio de las tareas normales que la reportera realiza en su computadora, incluyendo "chats" con sus jefes, consultas con su asesor técnico, "Facetimes" con su novio Matt (Morgan Watkins) y, desde luego, conversaciones por Skype con Bilel (Shazad Latif), el carismático soldado del Estado Islámico que intenta seducirla romántica e ideológicamente para que se una al movimiento en Siria, donde será tratada como una reina y encontrará el auténtico propósito de su vida.
Naturalmente Amy (Valene Kane) sabe que todo es una trampa... pero ¿podría surgir una genuina conexión entre personas tan distintas?
Otro aspecto inusual de Profile es que está basada en hechos reales, descritos en el libro "In the Skin of a Jihadist" de la reportera francesa Anna Erelle, quien aparentemente hizo lo mismo que Amy: crear un perfil falso en Facebook, empezar a compartir videos del Estado Islámico, y establecer contacto con un agente que trató de reclutarla con promesas de romance y superación personal.
Parece un relato ideal para adaptarse al estilo de "interfase" que Bekmambetov conoce muy bien... pero, francamente, creo que la forma perjudicó al fondo.
La recreación del "desktop" de Amy es impecable, mostrando servicios populares (desde Facebook hasta Google) que la reportera utiliza lógicamente para extraer información de Bilel, al mismo tiempo que mantiene un precario equilibrio entre su vida real y su nueva identidad. La animación, diseño y edición son impresionantes, capturando con asombrosa fidelidad los detalles del sistema operativo, incluyendo movimientos del mouse que forman parte integral de la narrativa, pues reflejan la tensión de Amy conforme se sumerge en un mundo secreto de violencia y fanatismo.
Por el lado negativo, el estilo "interfase" nos priva del factor humano, lo cual resta credibilidad al drama y vuelve absurdas las sorpresas del libreto. Desde luego podemos ver el rostro de Amy y los demás personajes cuando se comunican por Skype; pero los altibajos de la trama (ya de por sí inverosímiles) requieren un manejo de emociones más fino de lo que permiten estos "video-chats" mal iluminado en pequeñas ventanas de la interfase digital. En otras palabras, Profile no necesitaba el "gimmick" de un formato estático y limitado. La historia es bastante interesante, y su mensaje sobre las redes sociales como instrumento de radicalización política es más relevante que nunca; solo hizo falta un escenario más amplio para que los actores hicieran su trabajo.
Calificación: 6.5
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