Sunday, October 2, 2016

Horizonte Profundo (Deepwater Horizon)



Síntomas: En el año 2010, la plataforma de exploración petrolera Deepwater Horizon, ubicada en el Golfo de México, encuentra problemas para contener la presión de los mantos petroleros submarinos, lo cual podría conducir a un desastre humano y ecológico.

Diagnóstico: Desde hace tiempo me cuesta trabajo tomar en serio las películas "basadas en hechos reales", debido a la naturaleza artificial y pre-fabricada del cine mismo. Casi siempre esos "hechos" se manipulan para encajar en fórmulas narrativas bien establecidas pues, por muy buenas que sean las intenciones del director o productores, a fin de cuentas están creando un producto comercial que debe venderse. Y, al igual que una hamburguesa de McDonalds, saben que el público espera cosas familiares y hasta cierto punto predecibles, que encajen en su perspectiva del mundo... ya se trate de una comida rápida o una película para entretenerse durante el fin de semana.
Sirva este largo preámbulo para explicar mis reservas sobre Horizonte Profundo, una película muy bien realizada, honesta en sus intenciones, y ciertamente entretenida, que no tiene objeción en manipular los hechos para honrar la memoria de los individuos afectados por la tragedia de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, cuyos efectos cambiaron para siempre la ecología del Golfo de México (para quienes no recuerdan los noticieros de hace seis años, aquí hay una detallada crónica de CNN).
El director Peter Berg (reemplazando a J.C. Chandor, quien abandonó el proyecto por "diferencias creativas", o algo así) carece de una visión particularmente artística o personal, pero eso es exactamente lo que necesita este relato: un cineasta directo y eficiente que sabe aprovechar los estereotipos del cine de desastre para beneficio de la historia. Entre esos estereotipos: el héroe de clase media que quiere mucho a su familia; el líder recto y responsable que debe doblegarse a las demandas de sus patrones; los villanos corporativos más interesados en el dinero que en las vidas de sus empleados; y las variadas personalidades de múltiples subalternos que añaden mini-dramas de diversa relevancia, pero siempre dedicados a conectar emocionalmente con el espectador. Solo faltó un perrito en peligro. Claro, es posible que todo haya ocurrido como lo describe Berg; pero tampoco podemos negar el desfile de clichés exhibidos en Horizonte Profundo.
Sin embargo, como dije, los clichés funcionan bien en este caso, pues ahorran tiempo al establecer los personajes y simplifican el drama para que sea más evidente el heroísmo de los trabajadores, el sufrimiento de las víctimas, y las circunstancias que llevaron a uno de los desastres petroleros más grandes en la historia del mundo (creo que solo lo superan el derrame del Exxon Valdez, y el incendio de los pozos durante la invasión de Kuwait) Además, el desastre está representado con asombrosos efectos especiales que literalmente nos ponen en mitad del caos y destrucción provocados por las malas decisiones de BP (British Petroleum, la empresa responsable por las acciones de la plataforma de exploración petrolera Deepwater Horizon).
Hablando de clichés, Mark Wahlberg es el actor ideal para interpretar al héroe de clase media; Kurt Russell es inmediatamente confiable como el "capitán" de la plataforma; John Malkovich (con un bizarro acento sureño) interpreta con apropiada antipatía al ejecutivo que ignora los protocolos de seguridad para ahorrar tiempo y dinero (¿por qué no lo hemos visto en alguna cinta de Marvel? Tiene perfecta madera de villano). Finalmente Gina Rodríguez, Ethan Suplee y Dylan O'Brien interpretan algunos de esos subalternos que nos muestran la complejidad y peligros del trabajo a bordo de una plataforma, resumiendo en trazos breves, pero muy expresivos, el horror que enfrentaron los tripulantes de Deepwater Horizon.
Entonces, Horizonte Profundo me pareció una película fascinante, de impecable manufactura y con un poderoso mensaje detrás de sus impresionantes imágenes (aunque me faltó un epílogo que mostrara las consecuencias del desastre). Las actuaciones son sutiles y respetuosas de los individuos reales, al igual que la dirección de Peter Berg. En cuanto a las "fórmulas"... me siguen dando desconfianza, pero entiendo su utilidad. Por algo son tan populares. Y por algo los documentales casi siempre son fracasos de taquilla; después de todo, nadie quiere realidad pura en el cine (empezando por mi).
Calificación: 9

IMDb

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