Síntomas: Dos tripulaciones rivales deben unirse bajo las órdenes de la Capitana Hae-Rang (Han Hyo-joo) para encontrar el tesoro perdido de la dinastía Goryeo. Pero no son los únicos que están buscando.
Diagnóstico: Desafortunadamente no conocía la existencia de la cinta coreana The Pirates (2014) (¿dónde está ese omnisciente Algoritmo cuando uno lo necesita?); pero la secuela ya está disponible en Netflix, y me pareció una divertida aventura marítima que combina comedia, artes marciales, y la estética general de Pirates of the Caribbean, aunque sin maldiciones ni fantasmas lovecraftianos... lo cual no significa que sea "realista".
Primero lo malo para salir del paso: The Pirates: The Last Royal Treasure (medio punto menos por el cacofónico doble "the") se siente demasiado larga (dos horas seis minutos), y es por culpa de un primer acto aburrido y redundante donde el director Jeong-hoon Kim establece una, y otra, y otra, y otra vez el conflicto entre los piratas de alta mar de la Capitana Hae-Rang (Han Hyo-joo), y los bandidos de tierra firme de Woo Moo-Chi (Kang Ha-Neul). Dos tripulaciones con distintos valores y filosofías tratando de convivir y resolver sus diferencias durante casi una hora repleta de las mismas discusiones (¿quién manda a bordo del barco pirata?) y los mismos chistes (piratas y bandidos burlándose de sus respectivas costumbres), con ocasionales "flashbacks" a la caída de la Dinastía Goryeo, donde vemos cómo se perdió su gran tesoro... el cual ahora podría usarse para hacer ricos a los piratas, o para financiar las ambiciones políticas de Heung-soo (Kwon Sang-woo), un general hambriento de sangre y poder.
A pesar de mi afición por el cine coreano, admito que me cuesta trabajo asimilar su sentido del humor, y ese ha sido el factor negativo (en mi opinión) que contaminó algunas películas notables en todos los demás aspectos (dos ejemplos: The Host y Ashfall). Las escenas "cómicas" en The Pirates: The Last Royal Treasure sufren el mismo problema: no me parecieron particularmente graciosas (con una o dos excepciones), y además perjudican el flujo del melodrama que hubiera funcionado mejor con más seriedad y peso emocional. Vamos, hasta el pseudo-romance entre dos personajes principales parecería menos irritante si se basara en genuina química personal, en vez de discusiones a gritos para enfatizar el cliché de "extremos opuestos se atraen".
Por el lado positivo, The Pirates: The Last Royal Treasure mejora sustancialmente en la segunda mitad, cuando dirige su atención a la cacería del tesoro. Tampoco es una trama innovadora ni complicada, pero muestra genuino ingenio en las pistas que ambos bandos (los piratas de Hae-Rang y los esbirros de Heung-soo) deben seguir para encontrar la ubicación del oro perdido. Y si bien los obstáculos que enfrentan pueden ser ocasionalmente absurdos (desde un río subterráneo hasta una bandada de pingüinos), al menos ofrecen fantásticas imágenes, aceptable suspenso, y peleas de artes marciales dinámicas y bien filmadas.
Las actuaciones no son exactamente buenas, sino simpáticas para balancear los roles prefabricados, destacando Han Hyo-joo como la Capitana Hae-Rang; Park Ji-hwan como el primer oficial con sueños de convertirse en capitán; Chae Soo-bin como una estafadora que se une a la tripulación; y Kwon Sang-woo como un astuto villano con un plan concreto que trasciende la genérica maldad de los antagonistas contemporáneos.
Para ser honestos, no sé cuántas de mis quejas desaparecerían si hubiera visto la primera película... pero siento que los problemas descritos en esta crítica pertenecen específicamente a la secuela. Habiendo dicho eso, una vez que pasaron los altibajos del primer acto, terminé disfrutando The Pirates: The Last Royal Treasure como una sólida versión coreana de Pirates of the Caribbean, realizada con los valores del clásico cine "swashbuckler", y con una sensibilidad moderna para satisfacer al público de hoy... siempre y cuando puedan tolerar el desconcertante humor coreano y la tediosa reiteración de los mismos conflictos como base del drama. Todo eso quedará olvidado cuando vean un hermoso buque de vela surfeando un tsunami... o admirando un duelo de espadas durante una tormenta eléctrica. Lo único que faltó fue una figura tan icónica como el Capitán Jack Sparrow. Ni hablar... tal vez para la tercera parte.
Calificación: 7
Hola Pablo,
ReplyDeleteFriendly reminder: todos estamos esperando que veas The Batman...
Saludos !
¡Bueno, creo que hemos sido bastante educados! ¡Lenny! ¿Qué pasó con ésa película de batman?
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ReplyDeleteBatman Batman!!! Batman!!!
ReplyDeleteEnrique López, godines, Sebastián Amado: Muchas gracias por el recordatorio! La vi desde el viernes, pero necesitaba organizar mis ideas. Saludos y gracias por la paciencia!
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