Síntomas: Después de perder a sus padres en un accidente automovilístico, el niño Lucas (August Maturo) hace amistad con una bruja en el bosque. O tal vez es una anciana indigente que vive en un edificio abandonado.
Diagnóstico: La ambigüedad sobre la identidad de la "bruja" (o lo que sea) significa que estamos en territorio del "horror metafórico", donde los fenómenos sobrenaturales simbolizan el trauma psicológico del protagonista. Y, bajo ese criterio, Slapface me pareció una obra modesta y parsimoniosa pero bien ejecutada, cuyas trágicas sorpresas nos invitan a reflexionar sobre temas más profundos que brujas o criaturas imaginarias.
Generalmente me irrita el cliché del accidente automovilístico como generador instantáneo de drama en libretos sin imaginación; pero en el caso de Slapface se siente justificado por el entorno social sumido en pobreza y alcoholismo. En ausencia de sus padres, el niño Lucas queda al cuidado de su hermano mayor Tom (Mike Manning), un joven irresponsable cuyos vicios y desinterés general conducen a la misma disfunción doméstica que reinaba en su hogar antes del accidente. Por ejemplo, el título de la película se refiere a un "juego" donde Tom y Lucas se dan bofetadas cada vez más fuertes en un bizarro ritual punitivo cada vez que Lucas hace algo malo. La intención de Tom es buena... pero sus métodos son una forma de abuso infantil que incrementa el trauma de Lucas y altera su conducta. Ah, y también hay tres "bullies" que disfrutan torturándolo sin razón aparente.
Entonces, en ese caótico ciclo de agresión y soledad, resulta perfectamente lógico que Lucas encuentre alivio en la amistad de una misteriosa mujer que vive en un hospital abandonado. El folclor local sugiere que es la "Bruja de Virago", una temible leyenda que (supuestamente) causó la muerte de muchos niños en la región; pero, sea cual sea su origen, es el único adulto que se interesa en el bienestar de Lucas, ofreciendo estabilidad y consuelo cuando todos lo ignoran. Y cuando la "bruja" descubre las vejaciones que sufre el niño, decide defenderlo... con sangrientas consecuencias.
La actuación del niño August Maturo (The Nun) captura la angustia de una infancia destruida por la apatía de la sociedad. En los papeles adultos tenemos a Mike Manning (Teen Wolf) como Tom, el hermano mayor de Lucas más interesado en visitar la cantina local; Libe Barer (I See You) como Anna, la novia de Tom atrapada en su propia relación abusiva; y al gran Dan Hedaya (Clueless) como el alguacil que ya perdonó muchas "travesuras" de Lucas, y está perdiendo la paciencia.
En el aspecto técnico, Slapface oculta su austeridad con un atractivo estilo visual y competente dirección de Jeremiah Kipp, aprovechando las locaciones rurales para reflejar simultáneamente los factores socioeconómicos que provocan estas tragedias, y los primitivos instintos que rigen la conducta de una población sin mejores alternativas para escapar su situación.
Slapface me pareció recomendable como experiencia de terror, pero más satisfactoria como thriller psicológico con conciencia social, gracias a un final que se siente lógico e impactante... aunque queda abierto a interpretación según nuestra perspectiva de los hechos. Y si bien Slapface no alcanza el nivel del mejor "horror metafórico" (como The Babadook o It Follows), definitivamente encuentra un convincente equilibrio entre fantasía paranormal y análisis del abuso infantil... así como sus lamentables consecuencias. Con o sin bruja, el sufrimiento de Slapface existe en el mundo real.
Calificación: 8
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