Síntomas: Thorn (Matthew Gray Gubler) y Willow (Angela Sarafyan) dirigen un pequeño aquelarre "new age" en California, organizando rituales mágicos y ofreciendo apoyo emocional a sus discípulos. Entonces se revela un secreto sobre el pasado de Thorn que lo obliga a cuestionar su posición como líder.
Diagnóstico: Es difícil clasificar la película King Knight por la cantidad de géneros adyacentes a su premisa. Tiene momentos muy graciosos, pero no es una comedia. Las relaciones entre los personajes son sinceras y emotivas, pero no es un drama. Y aunque hay múltiples conflictos entre parejas, tampoco es una cinta romántica. Tal vez sea mejor describirla como un "estudio de carácter" sobre un hombre que encontró su lugar en el mundo, y corre el peligro de perderlo cuando se revelan detalles de su pasado incompatibles con sus creencias mágicas. Sí, creo que eso cubre todas las bases necesarias para explicar por qué no puedo explicar King Knight.
El director Richard Bates Jr. (Excision, Suburban Gothic) toma en serio los problemas de los personajes y su resentimiento como "outsiders" en un mundo que los rechaza por distintas razones, ya sea su orientación sexual, su apariencia física, o por adoptar valores paganos que ofenden al resto de la población. Sin embargo, el respeto y seriedad del director no precluye la gentil sátira de la filosofía "Wicca". Bates no se burla de nadie; simplemente deja que los personajes expresen sus sentimientos y las causas de su infelicidad. A veces son motivos válidos que cualquier persona puede entender (como la traición de un ser querido); y otras veces son rebuscadas expresiones de su dogma religioso (como el regalo ceremonial de una espada). Pero, cualquiera que sea el caso, King Knight promueve un espíritu tolerante y conciliador, al mismo tiempo que señala sin malicia las fallas de los personajes, y les da la oportunidad de corregirlas.
Claro, esas correcciones a veces involucran drogas psicodélicas, visiones de brujos medievales, y los sabios consejos de una roca parlante (con la voz de la cantante Alice Glass). No obstante, por absurdas que parezcan sus experiencias, a fin de cuentas contribuyen a la redención de Thorn y a la evolución del aquelarre.
El libreto (también escrito por Bates) empieza y termina bien, pero pierde el rumbo a la mitad por dividir su atención entre las meditaciones del protagonista y las sub-tramas de los discípulos. Afortunadamente el elenco derrocha talento y simpatía, rescatando sus escenas con gran sentido del humor y actuaciones genuinamente buenas que reflejan su humanidad interna. Entre ellos: Andy Milonakis, Kate Comer, Josh Fadem, Johnny Pemberton, Nelson Franklin, Emily Chang y Barbara Crampton. Mención especial para Angela Sarafyan, absolutamente perfecta como la sacerdotisa dedicada a su espiritualidad, pero con un lado práctico que nunca pierde de vista las realidades de la sociedad moderna.
Entonces, King Knight no es exactamente horror, ni fantasía, ni comedia, sino una espesa pócima con ingredientes de dulce sabor e incierto origen, diseñada para estimular la imaginación del público aficionado al cine "raro" que pone la atmósfera y las emociones por encima de la lógica. No es una cinta perfecta, ni la recordaré mucho tiempo, pero me dejó con una sonrisa, y tal vez con una actitud más positiva sobre el auténtico significado del éxito. Y con desconfianza por las "piñas de pino" que hablan con la voz de Aubrey Plaza.
Calificación: 8
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