Síntomas: Después de salir de la cárcel, Rex Coen (Ben O'Toole) descubre que es demasiado famoso para llevar una vida normal, y decide mudarse a Finlandia, donde nadie lo conoce. Pero en vez de tranquilidad y anonimato encuentra una demencial familia con siniestros planes para el ex-presidiario.
Diagnóstico: En su forma más básica, Bloody Hell podría describirse como un relato de "horror rural", con un clan de caníbales persiguiendo a un turista despistado que solo quería descansar, pero tendrá que luchar por su vida.
Sin embargo, Bloody Hell tiene niveles y tangentes inesperadas que la convierten en una experiencia única y tremendamente divertida, con sendas porciones de comedia, acción, y un sincero estudio de carácter que examina la explosiva personalidad de Rex Coen (Ben O'Toole), ex-militar, ex-presidiario, y tal vez plato fuerte de una cena nórdica.
Entre esos niveles tenemos algunas escenas de acción al estilo de John Wick (aunque desde luego no tan buenas); un poco de romance motivado más por desesperación que por amor (lo cual no disminuye su intensidad); y sólidos momentos de comedia subversiva como contraste de las horribles situaciones que atormentan al protagonista, incluso antes de llegar a Finlandia.
En resumen: una exótica combinación de géneros perfectamente integrados bajo la visión del director australiano Alister Grierson, y magníficamente representados por un reparto que afronta todo tipo de escenas con aplomo y buen humor. Incluso diría que Bloody Hell merece el calificativo de "joya oculta", aunque su ecléctica fusión de estilos podría decepcionar al público que esperaba una variedad de "horror rural" más tradicional, en el estilo de Wrong Turn (cualquiera de sus versiones) o The Texas Chainsaw Massacre.
Además de la dirección de Grierson (Sanctum) y el brillante libreto de Robert Benjamin, el ingrediente secreto de Bloody Hell es la actuación de Ben O'Toole en el papel de Rex Coen, un hombre normal atrapado en circunstancias extraordinarias... y con la iniciativa para enfrentarlas sin preocuparse demasiado por las consecuencias.
A riesgo de crear expectativas irreales (buenas o malas), voy a decir que O'Toole es como una versión joven de Nicolas Cage, muy natural en su desempeño y desbordante de energía... pero con la disciplina necesaria para respetar el tono de la película, en vez de seguir sus caprichos personales. Esa disciplina se manifiesta en las escenas donde Rex habla con una versión imaginaria de sí mismo, creando una simpática dinámica que genera risas y además nos comunica su proceso mental. Fue una arriesgada decisión narrativa, pero funciona muy bien, y prácticamente define la película entera.
Los demás actores son buenos dentro de sus limitados papeles, incluyendo a Caroline Craig y Matthew Sunderland como los padres de la demencial familia de granjeros; David Hill como el niño con mucha curiosidad por el extranjero encerrado en el sótano; y Meg Fraser como Alia, la hija mayor del clan de caníbales, quien podría ser una aliada de Rex... o un señuelo para manipular sus emociones. Sin embargo nadie puede competir con el dúo dinámico de O'Toole y O'Toole en los papel de Rex y Rex imaginario.
En lo que respecta al horror, Bloody Hell tiene un poco de sangre, algunas escenas violentas, y grotescas deformaciones genéticas (o algo así). Sin embargo, Bloody Hell no se conforma con un género específico, y es mejor aceptarla como una pesadilla perturbadora, visceral... y muy graciosa. Incluso creo que le gustaría al auténtico Nicolas Cage.
Calificación: 8.5
Que dices del final, crees que insinúan una segunda parte?
ReplyDeleteNecklaceVillain: No sé... supongo que podrían inventar "parientes lejanos en busca de venganza", pero el final me gustó más como cierre de la historia, e inicio de una nueva vida para el protagonista. Por otro lado, la ultima palabra siempre la tendrán los contadores... ¿ganó Bloody Hell suficiente dinero para justificar una secuela? Yo pensaría que no, en vista de que no hizo gran impacto; pero cosas más raras han pasado ;-) Muchos saludos y feliz semana!
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