Síntomas: Durante la depresión económica de los años treintas, Maggie (Toby Poser), su esposo Seven (John Adams) y su hija Eve (Zelda Adams) viajan con un carnaval para ocultar sus crímenes.
Diagnóstico: Eso es todo lo que diré sobre el argumento de Where the Devil Roams, pues sería un spoiler revelar la culminación de sus tangentes en un paroxismo de sangre, horror, y ocultismo que me dejó satisfecho como aficionado al horror independiente, y tremendamente impresionado con la evolución de esta familia de cineastas.
Conocía el trabajo de la Familia Adams (John Adams, su esposa Toby Poser, y sus hijas Zelda y Lulu Adams) por la excelente Hellbender, una de mis películas favoritas del año pasado. Y ahora, en Where the Devil Roams, demuestran su evolución como artistas con un proyecto más complejo en todos los sentidos, desde la recreación de un carnaval itinerante de los años treintas, hasta el denso marco temático de una familia tratando de sobrevivir las violentas consecuencias de su vida criminal.
Una vez más me sorprendió la calidad de la producción, empezando por la increíble cinematografía que comienza con colores fríos, y se va deslavando hasta llegar a un estilo visual consistente con el período histórico... y todo eso sin recurrir a las afectaciones del cine "retro". La enervante atmósfera de tensión y paranoia bastaría para recomendar Where the Devil Roams, especialmente para cineastas jóvenes que quieran ver lo que es posible con un micro-presupuesto bien invertido en un ambicioso libreto.
Los efectos especiales son escasos, pero de buena calidad; la dirección de arte, edición y composiciones son de primera línea, así como el "gore" que no teme mostrarnos los grotescos detalles de los asesinatos, ostensiblemente cometidos bajo el amparo de la torcida moralidad que guía las acciones de los protagonistas. Después de todo, es la época de la Depresión, y a veces hay que llegar a terribles extremos para sobrevivir.
La música combina rock pesado (sí, también interpretado por la Familia Adams) con tonos discordantes para complementar las emociones de cada escena, ya sea en una plácida caminata familiar, o los "flashbacks" que nos muestran las experiencias del padre en la Primera Guerra Mundial, donde sirvió como médico de campo.
Lo cual nos lleva a lo mejor de Where the Devil Roams: las actuaciones de tres actores con perfecta química y balance entre sus respectivas especialidades. John Adams interpreta a Seven como un padre afable y tolerante que intenta ser la voz de la razón en situaciones demenciales; Toby Poser es Maggie, el "cañón suelto" del trío, siempre lista para matar cuando encuentra una injusticia... real o imaginaria. Y Zelda Adams es Eve, la hija engañosamente dócil que puede tomar la iniciativa cuando las circunstancias lo requieren; una vez más Zelda se roba la película con una actuación casi muda, pero enormemente expresiva. Y también cabe mencionar al reparto de "freaks" que integran el carnaval, respetando el espíritu transgresor de la tradición circense, pero sin recurrir a auténticas deformaciones físicas. El anacronismo intencional de estos "freaks" rompe la ilusión de los años treintas, pero podemos disculparlo como ajuste cultural compatible con la sensibilidad contemporánea.
Mi única queja sería que Where the Devil Roams tarda un rato en encontrar su ritmo y definir su propósito. Al principio me irritó por las múltiples sub-tramas sin relación aparente; pero todo es parte de un plan, y cuando llegamos al tercer acto entendemos perfectamente la conexión entre la familia, el carnaval, y el siniestro poema con el que comienza la cinta. En resumen: otra excepcional película de la Familia Adams, que nuevamente estará entre mis favoritas del año (¡justo a tiempo!) Espero que continúen trabajando juntos, y que su talento siga creciendo conforme vencen más retos del entorno independiente.
Calificación: 9.5
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