Síntomas: Edgin Darvis (Chris Pine) y su equipo de aventureros planean robar una poderosa reliquia para derrocar al tirano que controla el reino de Neverwinter.
Diagnóstico: Nunca fui devoto de Dungeons & Dragons como juego de mesa... pero definitivamente pasé largas horas en los videojuegos creados alrededor de su mitología, desde los icónicos Baldur's Gate y Neverwinter Nights, hasta joyas semi-olvidadas como Pool of Radiance y Daggerdale. Entonces, sin ser experto "DM", tengo cierta familiaridad con la mecánica del juego... y, bajo ese criterio, puedo afirmar que Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones, es la mejor película basada en Dungeons & Dragons realizada hasta el momento. Desafortunadamente eso no significa mucho cuando la competencia es la mediocre Dungeons & Dragons (2000) y sus espantosas secuelas. Aún así Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones me gustó en el nivel de un típico "blockbuster" contemporáneo, ruidoso y excesivo, pero con un argumento coherente, personajes agradables, y suficientes "easter eggs" para satisfacer a los fans... siempre y cuando no sean muy exigentes (como yo).
El protagonista de Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones es Edgin Darvis (Chris Pine), un clásico anti-héroe sinvergüenza pero con buen corazón, con una tragedia en su pasado que justifica su ambivalencia moral y motiva su deseo de redención. Hace mucho robó una reliquia de inmenso poder, pero fue traicionado por uno de sus cómplices; y ahora, tras escapar de presidio, decide recuperar el artefacto... junto con el afecto de su hija Kira (Chloe Coleman). Entonces, con ayuda de la guerrera Holga Kilgore (Michelle Rodríguez), el mago elfo Simon Aumar (Justice Smith), y la druida Doric (Sophia Lillis), Edgin planea infiltrarse en una fortaleza durante un festival que reunirá a los ciudadanos más poderosos de Neverwinter.
Naturalmente los personajes corresponden a las "clases" típicas de los juegos de rol (mago, ladrón, guerrero, etc.), y los actores hacen un buen trabajo balanceando los estereotipos de la fantasía heroica con el humor post-moderno que sazona el libreto co-escrito por los directores John Francis Daley y Jonathan Goldstein (Game Night), evitando que Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones se vuelva demasiado melodramática para su absurda premisa. En otras palabras, menos Game of Thrones, y más Willow.
Con frecuencia me quejo de la estructura modular que utiliza el cine de aventuras, repleto de "mcguffins" y obstáculos sin relevancia narrativa, pero útiles para añadir más secuencias de acción y efectos especiales. Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones cae en esa situación; pero, para ser justos, esa es exactamente la fórmula de un juego de Dungeons & Dragons, así que no puedo considerarla como defecto. Cuando mucho diría que el segundo acto divaga un poco con tantas "side quests" y "flashbacks" que no contribuyen a la historia, aunque ayudan a establecer el carácter de los personajes.
Los efectos especiales son de buena calidad, y se utilizan con relativa moderación para evitar "fatiga digital" prematura... aunque el aparatoso final se siente fuera de proporción con el resto de la película. Pero, bueno... el hecho de que Calabozos y Dragones: Honor Entre Ladrones no haya sido una catástrofe creativa (como otras producciones de Hasbro) es motivo de celebración, y razón suficiente para recomendarla como sólida introducción a un universo que llegó tarde a su propia fiesta, cuando ya todos copiaron su receta y no queda mucho por decir. Es hora de derrotar al usurpador, recuperar la corona, y regresar la paz al reino. Solo hay que tener cuidado con los "mímicos" y los cubos gelatinosos.
Calificación: 8
Hola Pablo: te comento que, en base a la historia cinematográfica más bien reciente, no tenía grandes expectativas con esta película, pero admito que me entretuve bastante. Una película que tiene el enfoque que quizá siempre tuvo que haber tenido esta franquicia: historia liviana, rápida y bien llevada.
ReplyDeleteLa historia simple: traición de un amigo y un héroe en busca de redención. Siempre he considerado que las películas con muchos personajes deben de tener, al menos, 2 actores de buen calibre para que sustenten la historia y acá Pine con Grant se llevan la carga del guión. Los personajes no tienen tanta profundidad, así como tampoco el objetivo final del villano de turno, no obstante, el tiempo pasa rápido y ligero en la sala de cine.
Los efectos especiales cumplen.
En resumen: una obra que no va para ningún premio de relevancia, pero que "salva el honor" de la franquicia y es un trago fresco pera esa temática de fantasía medieval.
Nota : 8
Saludos!
Nico: ¡De acuerdo! También me gustó esa casual simplicidad de Dungeons and Dragons, libre de la solemnidad y aparatoso melodrama de otras fantasías heroicas que sienten la necesidad de ser muy "adultas" para simular madurez y sofisticación. Ojalá continúe la franquicia en el mismo estilo, y no cometan el error de tomarse demasiado en serio. Muchas gracias por compartir tu reseña, y feliz semana!
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