Monday, April 15, 2019
A.I. Rising
Síntomas: En el año 2148, el ingeniero Milutin (Sebastian Cavazza) es enviado al sistema Alfa Centauri para ayudar en el proceso de colonización. Y, para acompañarlo durante el largo viaje interestelar, le asignan una cyborg llamada Nimani (Stoya), con quien Milutin empieza a desarrollar una extraña relación.
Diagnóstico: En años recientes se han producido muchas películas sobre el potencial de la inteligencia artificial para simular el comportamiento humano, y sobre las posibles reacciones de la humanidad ante esta nueva realidad. Algunas de mis ejemplos favoritos: Ex Machina, Morgan y Marjorie Prime.
Sin embargo, ninguna de esas películas de atrevió a llegar al nudo del asunto: la sexualidad en una relación humano-androide. Y, para bien o para mal, A.I. Rising decidió explorar ese tabú, con interesantes y provocativos resultados.
Esto de ninguna manera significa que A.I. Rising sea simplemente pornografía "softcore" en un entorno de ciencia ficción. Por el contrario, paralelo a ese análisis, el director Lazar Bodroza ofrece múltiples puntos de vista de este perturbador futuro, donde las grandes corporaciones (que ya de por sí explotan nuestros datos personales, hábitos de compra, y conexiones en redes sociales) encontrarán un nuevo vector de información directamente conectado con los más íntimos aspectos de nuestra personalidad.
En otras palabras, las relaciones sexuales con robots crearán nuevos métodos de manipulación y control social; todo lo cual A.I. Rising explora hipotéticamente en el micro-universo de una nave interestelar tripulada por un piloto y su "acompañante" artificial.
Al principio imaginé que la ex-actriz pornográfica Stoya fue seleccionada para interpretar a Nimani debido a la cantidad de desnudos que requiere el papel. Sin embargo, su actuación resultó genuinamente excelente, adoptando sin dificultad las múltiples modalidades de software que definen el comportamiento de la androide, desde "sex-bot" hasta "esposa enojada". Y, cuando las situaciones domésticas no bastan para mantener el balance emocional de Milutin, Nimani también puede fungir como psicóloga que analiza el colapso emocional del humano.
En el papel de Milutin, Sebastian Cavazza comienza como un clásico rebelde que no obedece las reglas, pero obtiene resultados... hasta que su ambición y egoísmo provocan fricciones con Nimani, con sus jefes de la Corporación Ederlezi, y con los objetivos de la misión. Entonces, con inflexible frialdad, Nimani decide desmantelar los secretos del primitivo ego masculino, reduciéndolo a un patético títere de sus impulsos hormonales y torcidos delirios de control y superioridad. No es un proceso fácil ni agradable, pero me impresionó el compromiso del cineasta y los actores con los duros temas de la historia y los mensajes que aspiran transmitir.
Además, como cereza del pastel, tenemos el extraordinario estilo visual de A.I. Rising. Los efectos especiales no son el foco de la película, pero me parecieron notables en diseño y ejecución, desde los austeros interiores de la nave espacial (donde la iluminación contribuye fuertemente a la textura emocional de las escenas), hasta las vistas exteriores del espacio, increíblemente detalladas y con una etérea belleza inspirada por obras clásicas como 2001: A Space Odyssey, y por el arte espacial de pintores como Chris Foss y John Berkey. Excelente trabajo del director de fotografía Kosta Glusica, del diseñador de producción Aljosa Spajic, y de los estudios digitales serbios Pr1mer y Fried. Lo único que no me gustó fue la ubicua interfase de la computadora que controla la nave (voz de Kirsty Besterman), construida con genéricos "presets" de After Effects como los que venden en videohive.net.
Sin embargo, todo lo demás en A.I. Rising me pareció sobresaliente, y la recomendaría como una auténtica experiencia de ciencia ficción "indie" que plantea fascinantes preguntas sobre el futuro y las responde con inusual ingenio... por no mencionar abundante atractivo visual para seducir al público que solo quería ver "Stoya en el Espacio", y en realidad encontrará potentes ideas sobre psicología humana y robótica. Todo esto será de gran ayuda en el futuro, cuando mi sex-bot susurre en mi oído con su voz más dulce: "Esta experiencia es Copyright, Microsoft Corporation". Sí, mi hipotética sexbot va a ser de Microsoft, no de Apple, porque no me gusta el sadomasoquismo.
Calificación: 9
IMDb
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"naughty Cyborgs with stoya"
ReplyDeleteneofolkier: Estrictamente hablando, solo hay una "naughty cyborg" en A.I. Rising. Pero siempre queda la esperanza de un "crossover" con Ex Machina, Morgan, y las fembots de Austin Powers ;-) Saludos y suerte!
ReplyDeletePablo, buenas noches.
ReplyDeleteTus comentarios de las películas tienen la particularidad de que pueden hacer que una película se antoje o que el espectador se ahorre los centavos.
Esta definitivamente entra en la lista de las que quiero ver, así como ex-machina fue una experiencia más que satisfactoria y que decidí ver gracias a ti.
Cambiando de tema, me gustaría saber tu opinión acerca de la serie de Netflix "death, love + robots". Si aún no la has visto te la recomiendo muchísimo, me parece que el cine de animación se encuentra en su etapa de oro, "Spiderman into the spiderverse" es una gran experiencia increíble y me parece que las mentes creativas detrás de ella colaboran en algunos de estos cortos.
Como siempre un gusto saludarte. Desde cinencanto no he dejado de leerte y me parece que lo que haces es muy importante, te ayuda a tener cierta referencia de lo que estás viendo.
¡Abrazos!
Emilio Alejandro: Muchas gracias por tus amables palabras! Es un placer saber que siguen siendo útiles estos modestos escritos. En cuanto a Love, Death and Robots, la vi y me gustó mucho. Claro, no todas las historias me parecieron igualmente buenas, pero hay suficientes joyas para rescatar la serie entera, y dejarme con ganas de una nueva temporada. Y también coincido en lo que dices de la animación. Las técnicas empleadas en Love, Death and Robots muestran el alcance que puede tener el medio cuando está libre de compromisos comerciales y corporativos; y creo que la generación que creció con Pixar y la era digital de Disney está lista para destruir los clichés y crear cosas asombrosas. Ojalá Love, Death and Robots tenga suficiente éxito para impulsar más proyectos experimentales que se atrevan a innovar. Muchas gracias de nuevo, y feliz fin de semana!
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